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3 PRINCIPIOS DEL MIC QUE TODO AGRÓNOMO DEBE CONOCER

Dr. José Alberto Quintero Benítez


Cel. +52 1 (668) 136-0964
ALERTA: LOS PROBLEMAS FITOSANITARIOS DE LOS CULTIVOS
SE HAN DESBORDADO
Los agricultores de todas las regiones del planeta enfrentan una situación similar y
preocupante: los problemas fitosanitarios causados por algunas de las principales plagas,
patógenos y plantas arvenses en los cultivos agrícolas parecen incontrolables. Luego de
varias décadas de tratar a los parásitos de los cultivos con plaguicidas químicos altamente
tóxicos los problemas colaterales de esta estrategia nos golpean con fuerza: (1)
CONTAMINACIÓN de los ecosistemas, con efectos muy negativos en las poblaciones
de abejas y otras especies animales importantes para el ser humano; (2) Acumulación de
RESIDUOS TÓXICOS en los alimentos vegetales, que al paso del tiempo se han
convertido en una de las causas principales de cáncer y enfermedades autoinmunitarias
cada vez más frecuentes; y (3) RESISTENCIA de los parásitos a los plaguicidas
empleados para su control, causando fallas constantes en su control.
Hay numerosos ejemplos de esta situación en todo el mundo: INSECTOS como
Helicoverpa, Heliothis, Spodoptera, Anthonomus, Bemisia, Frankliniella; ÁCAROS
como Polyphagotarsonemus, Tetranychus, Steneotarsonemus, Phyllocoptruta; HONGOS
como Fusarium, Verticillium, Rhizoctonia, Sclerotinia, Sclerotium; BACTERIAS como
Clavibacter, Ralstonia, Pseudomonas, Streptomyces; NEMATODOS como
Meloidogyne, Nacobbus, Globodera, Pratylenchus, Tylenchulus, Aphelenchoides; y
PLANTAS ARVENSES o parásitas como Convolvulus, Solanum, Cyperus, Cuscuta,
Orobanche, Portulaca, etc. Son muchos los casos de parásitos de los cultivos que son
considerados “súper plagas”, “súper patógenos” o “súper malezas”; y TODOS ELLOS
parecen prácticamente INCONTROLABLES.
¿Existen realmente los súper parásitos, y en verdad son incontrolables? Bajo el esquema
del Manejo Convencional SÍ EXISTEN. La regulación de sus poblaciones mediante los
plaguicidas químicos específicos sólo logran un éxito aparente y temporal; estas
poblaciones se recuperan rápidamente y los parásitos vuelven a causar daños en los
cultivos. Al insistir de nuevo con los plaguicidas el círculo se repite: su efectividad
biológica es cada vez menor, y las plagas se recuperan en menos tiempo hasta volver
alcanzar poblaciones perjudiciales para el cultivo afectado. Es una situación que parece
NO TENER SALIDA.
La estrategia de Manejo Integrado, y en particular la de Manejo Integrado de Cultivos
(MIC), consideran a todos los parásitos de los cultivos como parte de la Naturaleza y
reconocen que en todos los casos existen uno o más mecanismos naturales que regulan
sus poblaciones. Haciendo uso de estos mecanismos es posible reducir las poblaciones de
organismos plaga, patógenos y/o plantas arvenses a niveles tan bajos que las pérdidas en
rendimiento y/o calidad sean tolerables para el agricultor. Por eso aquí abordaremos las
tres cosas que todo agrónomo debe conocer sobre el manejo fitosanitario de los cultivos
agrícolas desde el punto de vista del MIC.
1. LAS POBLACIONES DE LOS PARÁSITOS SE PUEDEN REDUCIR
NATURALMENTE
El impacto negativo de una plaga, enfermedad, o planta arvense, sobre el rendimiento y/o
la calidad de la cosecha de un cultivo agrícola particular, varía en función de la población
del parásito al empezar la temporada de dicho cultivo (lo que se conoce como INÓCULO
INICIAL). Una alta cantidad de inóculo inicial representa un riesgo fitosanitario
importante para el cultivo desde el principio de la estación; en cambio una baja cantidad
de inóculo inicial brinda la oportunidad de regular al parásito y disminuir las pérdidas
ocasionadas por éste en el cultivo. ¿Cómo se puede reducir naturalmente el inóculo
inicial? Una de las opciones es mediante el calor del sol, una técnica conocida como
SOLARIZACIÓN; consiste en cubrir el suelo húmedo con una película de plástico por
un periodo de 8 a 10 semanas durante los meses de mayor insolación, lo que incrementa
la temperatura del suelo hasta alcanzar entre 45 y 55°C en los primeros 20 cm de
profundidad. La solarización permite reducir las poblaciones de insectos, patógenos y
semillas en los primeros 30 cm del suelo. Otra técnica se denomina
BIOFERMENTACIÓN, y consiste en incorporar residuos de cosecha de plantas de la
familia Brassicaceae (brócoli, coliflor, col, etc.) en el suelo y cubrirlas; su
descomposición libera sustancias nocivas para insectos y patógenos diversos reduciendo
sus poblaciones. También se pueden emplear PLANTAS ANTAGÓNICAS que
contienen sustancias nocivas para algunos de los parásitos del cultivo; éstas se establecen
al concluir la temporada del cultivo y se dejan desarrollar por un tiempo para luego
incorporarlas al suelo para que ejerzan su acción contra los parásitos.
2. LA PRESENCIA DE LOS PARÁSITOS SE PUEDE PREVENIR
Cualquier parásito de los cultivos requiere un ambiente favorable y un hospedero
susceptible (el cultivo) para poder prosperar. Se puede modificar el ambiente para que el
parásito no encuentre un ambiente favorable o su hospedante susceptible. Una forma
puede ser modificar la fecha de siembra para que coincida con un ambiente desfavorable
para un parásito importante del cultivo; también se puede modificar la densidad de
siembra y la separación entre surcos para que la humedad no favorezca al parásito en
cuestión. En cuanto al hospedero susceptible, se puede emplear una variedad tolerante al
parásito si está disponible, o se puede usar la rotación de cultivo para establecer al
hospedante en aquellos lotes donde el parásito no está presente, o colocar al cultivo en
los lotes donde no haya estado presente el parásito. Adicionalmente se puede mejorar la
nutrición del cultivo para que las plantas estén fortalecidas y sea más difícil al parásito
infectar al cultivo.
3. LA PRESENCIA DE ENEMIGOS NATURALES SE PUEDE PROMOVER
Todos los parásitos de los cultivos tienen agentes de biocontrol que los regulan en la
Naturaleza; generalmente son depredadores o parásitos que se alimentan de, o parasitan
sobre ellos, para completar sus respectivos ciclos de vida. En los agrosistemas se pueden
crear condiciones para estimular la presencia de estos agentes de biocontrol que
mantengan bajas las poblaciones de plagas, de patógenos y/o plantas arvenses. Evitar el
uso de agrotóxicos, permitir la presencia de plantas silvestres que son hospederos
principales de las plagas y/o hábitats de los agentes de biocontrol, así como liberar o
aplicar microorganismos benéficos, podrán mantener reguladas las poblaciones de la
mayoría de los parásitos del cultivo.
COMENTARIO FINAL
El uso de plaguicidas químicos sintéticos como única estrategia para el manejo de los
problemas fitosanitarios del cultivo (plagas, enfermedades, plantas arvenses) tiene el
riesgo de generar resistencia o tolerancia de los parásitos al pesticida, y entonces sus
poblaciones crecen de tal forma que parecen incontrolables. Si se aplican los tres
principios contenidos en esta nota (reducir el inóculo inicial, prevenir la presencia del
parásito y promover la presencia de sus enemigos naturales) seguramente las poblaciones
de cualquier problema fitosanitario se mantendrá en niveles perfectamente controlables
para cualquier agricultor en cualquier región del mundo. Si no se tiene idea de cómo
aplicar estas medidas, se puede recurrir a un asesor técnico especializado en MIC; un
servidor está disponible para apoyar a cualquier agricultor o empresa agrícola en la
aplicación de estos y otros principios del MIC para que puedan producir cosechas
agrícolas de manera segura, con calidad y sin contaminar.

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