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RESISTENCIA: La resistencia es la capacidad que tienen los elementos estructurales de

aguantar los esfuerzos a los que están sometidos sin romper. Depende de muchos factores
entre los que destacan el material empleado, su geometría y el tipo de unión entre los
elementos.
ELASTICIDAD: En física el término elasticidad designa la propiedad mecánica de
ciertos materiales de sufrir deformaciones reversibles cuando se encuentran sujetos a la
acción de fuerzas exteriores y de recuperar la forma original si estas fuerzas exteriores se
eliminan.
PLASTICIDAD: La plasticidad es un comportamiento mecánico característico de
ciertos materiales anelásticos consistente en la capacidad de deformarse permanente e
irreversiblemente cuando se encuentra sometido a tensiones por encima de su rango
elástico, es decir, por encima de su límite elástico.
En los metales, la plasticidad se explica en términos de desplazamientos irreversibles de
dislocaciones.
DUREZA: La dureza es la oposición que ofrecen los materiales a alteraciones físicas
como la penetración, la abrasión y el rayado.
TENACIDAD: En ciencia de materiales, la tenacidad es la energía de deformación total
que es capaz de absorber o acumular un material antes de alcanzar la rotura en condiciones
de impacto, por acumulación de dislocaciones. Se debe principalmente al grado de
cohesión entre moléculas. En mineralogía la tenacidad es la resistencia que opone un
mineral u otro material a ser roto, molido, doblado, desgarrado o suprimido.
Nótese que para un material viscoelástico dicha energía dependería de la evolución de
velocidad deformación, mientras que en materiales elastoplásticos es independiente de
ellos.
FRÁGILIDAD: La fragilidad es la capacidad de un material de fracturarse debido a su
escasa o nula deformación permanente. Por el contrario, los materiales dúctiles o tenaces
se rompen tras sufrir acusadas deformaciones, generalmente de tipo plásticas. La
fragilidad es lo contrario de la tenacidad y tiene la peculiaridad de absorber relativamente
poca energía, a diferencia de la rotura dúctil.
FATIGA: La fatiga de los materiales es un proceso de daño que se produce en los
elementos mecánicos cuando se someten a cargas variables, incluso aunque estas sean
varias veces inferiores a las que producirían la rotura ante una carga constante. Puede
definirse como un proceso de cambio estructural permanente, progresivo y localizado que
se produce en algún punto del material sujeto a condiciones que producen tensiones y
deformaciones fluctuantes y que puede terminar en la aparición de grietas y la fractura
completa después de un número suficiente de fluctuaciones.
DUCTIBILIDAD: La ductilidad es una propiedad que presentan algunos materiales,
como las aleaciones metálicas o materiales asfálticos, los cuales, bajo la acción de una
fuerza, pueden deformarse plásticamente de manera sostenible sin romperse, permitiendo
obtener alambres o hilos de dicho material. A los materiales que presentan esta propiedad
se les denomina dúctiles. Los materiales no dúctiles se califican como frágiles. Aunque
los materiales dúctiles también pueden llegar a romperse bajo el esfuerzo adecuado, esta
rotura sólo sucede tras producirse grandes deformaciones.
Algunos ejemplos de materiales muy dúctiles son el bronce y el latón.
En otros términos, un material es dúctil cuando la relación entre el alargamiento
longitudinal producido por una tracción y la disminución de la sección transversal es muy
elevada.
MALEABILIDAD: La maleabilidad es una propiedad física que crece al aumentar su
temperatura. La maleabilidad es la propiedad de adquirir una deformación mediante una
compresión sin romperse. A diferencia de la ductilidad, que permite la obtención de hilos,
la maleabilidad favorece la obtención de delgadas láminas del material usado. También
es considerada como una propiedad cualitativa.
El elemento conocido más maleable es el oro. También presentan esta característica otros
metales como el platino, la plata, el cobre y el hierro.

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