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Propiedades magnéticas

PROPIEDADES MAGNÉTICAS DE LOS MATERIALES

Los imanes naturales, fueron los primeros imanes conocidos por el hombre, las primeras evidencias
registradas del fenómeno, se remontan a la antigua Grecia, donde pastores de la región de Magnesia
reportaban que algunas rocas se atraían mutuamente, posteriormente el filósofo Tales de Mileto (Siglo IV
AC) hizo traer las misteriosas piedras de Magnesia para estudiarlas, cuyo material fue llamado magnetita.
También estudió el ámbar, que tenía la propiedad de atraer otras substancias cuando era frotado.

La capacidad de los imanes de orientarse de norte a sur, era conocida por los antiguos chinos (Siglo VI A.C.), lo cual permitió la
fabricación de brújulas primitivas, que contribuyeron a la navegación de cabotaje, en los litorales chinos. En Europa fueron conocidas
hasta el XI DC.

En 1269 el francés Peregrinus de Maricourt, utilizó limaduras de hierro sobre una pieza esférica de magnetita y
observó la similitud con las líneas meridionales terrestres, por lo que llamó "polos del imán" a los dos puntos
opuestos donde entraban o salían estas líneas invisibles y de origen misterioso. También observó que cuando un
imán era cortado, cada pieza todavía conservaba dos polos, que las piezas se atraían si se enfrentaban polos
diferentes, y que un imán más potente podía cambiarle los polos a uno más débil.

En 1600 el médico inglés William Gilbert, considerado el "Padre de la Electricidad" (1544-1603), publica "De
Magnete, Magneticisque Corporibus, et de Magno Magnete Tellure; Physiologia noua, plurimis & argumentis, &
experimentis demostrata (Sobre el imán y los cuerpos magnéticos y sobre el gran imán la Tierra). Donde resume
sus investigaciones sobre cuerpos magnéticos y eléctricos, siendo el primero en registrar estudios sistemáticos
sobre fenómenos eléctricos y magnéticos. Manifiesta que la tierra y los planetas orbitan debido a alguna forma de
magnetismo.

Aplicaciones de los imanes


Han servido para hacer juguetes, adornos en las puertas de los refrigeradores y trampas de objetos metálicos, sus aplicaciones se
clasifican en:

1. Atractores / repulsores: Utilizan ya sea la atracción de los materiales ferrosos por el imán, o la repulsión de polos iguales en
imánes o bobinas
a) Aperture y cierre: válvulas y relays.
b) Sujetar piezas.
c) Producir levitación estática.
d) Mover mecanismos.
e) Eliminar/Separar impurezas en alimentos.
f) Guiar sondas médicas.
g) Agitar y mezclar líquidos.

2. Vibradores: Mediante movimiento ondulatorio (sónico o ultrasónico) utilizando alternadamente atracción y repulsión dinámica entre
imán-bobina con corriente alterna
a) Parlantes. Emisores ultrasónicos de ecógrafos y sonares.
b) Aparatos de limpieza por ultrasonido.

3. Indicadores: Utilizan el cambio de posición del material magnético o de una bobina debido a la tendencia de los momentos
magnéticos a orientarse en la dirección del campo externo.
a) Brújulas.
b) Detectores de clavos.
c) Las bobinas de los galvanómetros e instrumentos analógicos; (el campo lo provee un imán permanente estático.)

4. Rotores: Generan movimiento de rotación utilizando la tendencia de los momentos magnéticos de las
bobinas, a orientarse en la dirección del campo externo (Motores.)
5. Generadores y contadores: Generan energía o señales mediante la inducción magnética.
6. Registradores: Almacenan analógica o digitalmente información, datos, sonido o imágenes, mediante
la posición relativa de los dominios magnéticos en discos o cintas
7. Inductores: Utilizan la inducción magnética sobre piezas ferrosas (Magnetizar y desmagnetizar
herramientas).

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Propiedades magnéticas

Para explicar estructuralmente este fenómeno es necesario observar los efectos de la estructura de los metales en retener la estructura
de dominio existente cuando se imponen altas intensidades de campo. En una barra de hierro puro, un material magnético blando, los
dominios vuelven al equilibrio original cuando se quita el campo. Sin embargo, en un material magnético con obstáculos para un
movimiento de dominio uniforme, tal como las inclusiones, material altamente trabajado en frío, o regiones deformadas, quedará
retenida una considerable porción del magnetismo (Br). Por ejemplo, una barra templada o trabajada en frío de acero de alto contenido
de carbono producirá un buen imán permanente. Otros métodos para observar estos efectos incluyen el aislamiento de dominios
utilizando polvos suspendidos en un aislador de modo que cada partícula es un dominio, o como en los imanes alnico, el desarrollo de
un precipitado fino en el cual los dominios están aislados uno del otro.

La forma de la curva B-H, varía con diversos materiales magnéticos; existen varios tipos de curvas con diversos usos. Para ilustrar esto
considérese las curvas B-H para un núcleo de transformador y una unidad de memoria de computadora.

En la curva para el núcleo de un transformador (material magnético blando) el área encerrada por ciclo de histéresis, representa el
trabajo efectuado por ciclo y está relacionada con la pérdida de potencia, que se mantiene tan pequeña como sea posible.

En la unidad magnética de memoria (material magnético duro) se desea magnetizar fácilmente a un valor regular de B y retener la
mayor densidad de flujo, cuando se corta la potencia, de modo que esta puede utilizarse como “memoria”. Para esto se desea tener un
“ciclo cuadrado” de manera que aún con un campo inverso todavía se obtiene un flujo fuerte para “lectura”.

En un imán permanente la “potencia” del imán esta relacionada con el producto BH, la intensidad de campo es alta y la densidad de
flujo está comprimida.

B B B

H H H

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Propiedades magnéticas

Materiales magnéticos metálicos


Hay dos grupos principales: materiales magnéticos blandos y materiales magnéticos permanentes o duros.

Materiales magnéticos blandos. En estos materiales, como aquellos que se emplean en el


núcleo de un transformador, las propiedades más buscadas son una pérdida mínima por
histéresis (área del ciclo B-H) y saturación magnética máxima. El obtener estas
propiedades depende de la facilidad del movimiento de dominio, evitándose así el trabajo
en frío y la presencia de una segunda fase. En las aleaciones silicio-hierro también se
controla la orientación del grano en la lámina. Encontramos que la facilidad de
magnetización varía con la dirección en un cristal, siendo más fácil en las direcciones
<100>. La lámina para transformadores se prepara con el plano (100) paralelo al plano de
la lámina y la dirección [001] paralela a la dirección del laminado. Esta es la textura “cúbica”. La ventaja de esta es que mientras mayor
sea la facilidad de magnetización, menor será el ciclo de histéresis y, en consecuencia, menor la pérdida de potencia en el núcleo del
transformador.

Las propiedades del “permalloy” (histéresis muy baja) se obtienen controlando el enfriamiento para evitar la estructura ordenada que se
presenta en estas aleaciones hierro-níquel. Esta aleación es especialmente sensible al endurecimiento de trabajo, y, por esta razón, la
pieza o alambre se hace primero y luego se recoce.

Materiales magnéticos duros. Como podríamos esperar, las características deseadas en los materiales
magnéticos permanentes o duros son bastante opuestas a las que se necesitan para los materiales blandos.
Cuando se quita el campo, tenemos un alto valor de magnetización remanente Br y un campo coercitivo Hc.
Se ha encontrado, además, que la fuerza de levante de un imán está relacionada con el área del mayor
rectángulo que se pueda dibujar en el segundo cuadrante de la curva de histéresis, denominado
“producto BH” y este producto de energía se toma como un índice de la potencia del imán (fig 3(c)).

Materiales cerámicos magnéticos


Durante varios años se han buscado materiales magnéticos con alta resistencia eléctrica. Como ejemplo de una utilización importante
de dicho material, sabemos que un transformador se calienta debido a que un campo eléctrico alterno genera una corriente secundaria
en el núcleo (corrientes en remolino). En equipos de alta frecuencia este calentamiento es muy fuerte, de manera
que era necesario buscar un material magnético de alta resistencia. Se encontró que el mineral magnetita, Fe3O4, es
un imán cerámico natural de alta resistencia, por lo que la búsqueda se orientó a los imanes cerámicos sintéticos de
estructura semejante, generalmente denominados “ferritas”, aunque muchos de ellos no contienen hierro. (¡Es
importante evitar la confusión en el empleo de la palabra “ferrita” para estos óxidos magnéticos y para el hierro  !).

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