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I. INTRODUCCION
Los desastres tienen efectos negativos en la salud, que varían de acuerdo a diferentes
factores como son el tipo y magnitud de evento, el lugar del impacto y sus características
socioeconómicas, el grado de exposición de la población y su preparación ante las am enazas,
asi como también la infraestructura existente y la capacidad de respuesta disponible, entre
otros factores.
La evaluación de daños y análisis de necesidades (EDAN) por parte del sector salud es una medida
de gran importancia para la toma adecuada de decisiones en situaciones de desastres, que implica
no sólo la salud de la población sino también las condiciones sanitarias existentes como
consecuencia del evento, además de la valoración del estado de los establecimientos de salud. La
evaluación es un proceso dinámico y continuo, y debe realizarse mediante instrumentos que
faciliten la tarea de recopilación y análisis.
II. ANTECEDENTES
1
En el campo de la Salud Mental se publico un EDAN-Salud Mental en el contexto de la
Guía práctica de salud mental en situaciones de desastres (paginas 9-42) (OPS, 2006). Este
instrumento estuvo basado y fue consecuencia del EDAN-Salud 2004. Fue desarrollado y
validado por un grupo de especialistas centroamericanos.
En el 2015, la OMS y ACNUR publican esta caja de herramientas para ayudar a aquellos que
requieren diseñar y/o implementar una evaluación - en el campo de lo psicosocial y de la salud
mental - en crisis humanitarias, incluyendo grandes desastres naturales o los provocados por el
hombre, así como emergencias complejas (por ejemplo, conflictos armados).
Existen muchas herramientas de evaluación en emergencias, incluida la Guía IASC sobre Salud
Mental y Apoyo Psicosocial en Situaciones de Emergencia (2007); sin embargo hacía falta un
documento que incluyera un abordaje general, indicando cuando y cómo utilizar cada
herramienta.
Esta publicación tiene su origen en dos documentos de políticas: Salud mental y apoyo psicosocial
en emergencias humanitarias: ¿Qué deben saber los actores humanitarios de salud? del Grupo de
Referencia del IASC (2010), y el estándar de salud mental del Manual Esfera (Proyecto Esfera,
2011). También proporciona una guía para seleccionar herramientas y muestra cómo se vinculan
estas con las principales acciones recomendadas. Dado que las condiciones sociales contribuyen a
los problemas de salud mental y que muchos sectores e instituciones están vinculados a lo
psicosocial, algunas herramientas cubren temas de evaluación pertinentes para diversos sectores.
La primera recomendación para los equipos de salud mental que reciban entrenamiento para
actuar en situaciones de emergencia, es que deben conocer el EDAN-Salud, usar sus datos y
herramientas, así como asegurar que el componente salud mental/psicosocial sea debidamente
integrado en el ejercicio evaluativo. Esto no excluye, por supuesto, que los equipos de salud
mental y atención psicosocial dispongan de herramientas complementarias que les permitan
ampliar la información específica en este campo.
A continuación algunos comentarios referidos al uso del EDAN-Salud (OPS, 2010) y la integración
del componente salud mental/psicosocial en el mismo:
2
Resulta vital para los equipos de salud mental conocer aspectos como el rol del sector
salud, los preparativos y respuesta, la gestión de información y la sala de situación.
Las diferentes herramientas que aparecen en los anexos del Manual del EDAN-Salud
aportan datos útiles para la evaluación de salud mental y algunas deben ser usadas por los
equipos de salud mental.
Anexo 1: Formulario para la evaluación rápida de la situación de salud; incluye el registro
de instalaciones y servicios de salud y su funcionalidad en la emergencia. Deben
considerar los servicios de salud mental y los hospitales psiquiátricos.
Anexo 2: Formulario para la evaluación rápida de los daños en instalaciones de salud.
Permite tener una panorámica del estado de la red de servicios de salud en el territorio
afectado; también es importante considerar los servicios de salud mental y los hospitales
psiquiátricos.
Anexo 3: Formulario de vigilancia epidemiológica. Ofrece una forma o esquema para
recoger la información de casos vistos por los servicios de salud según condición
sintomática, sexo y edad; se debe asegurar que las condiciones mentales, neurológicas y
por uso de sustancias sean registradas por los profesionales no especializados (ejemplo,
equipos médicos móviles y personal de atención primaria), así como también por los
equipos de salud mental.
Anexo 4: Formulario de albergues. De suma importancia desde la perspectiva de salud
mental, pues la población albergada comporta serios riesgos psicosociales. El formulario
resume las condiciones de los albergues y registra la población albergada con
enfermedades crónicas, con limitaciones o discapacidad y los adultos mayores. También
registra los casos atendidos o conocidos, debiendo asegurase que las personas con
trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias sean incluidos.
IV. LA EVALUACION
Las evaluaciones deben ser, en la medida de lo posible, un esfuerzo coordinado entre las
diferentes instituciones y organizaciones. El personal que presumiblemente trabajará en la
evaluación debe ser entrenado con antelación; uno de los requerimientos es que esté preparado
para trabajar bajo presión. También se presupone que conocen los conceptos esenciales de salud
mental y apoyo psicosocial, así como que disponen de conocimientos básicos de técnicas de
evaluación, de conducción y análisis de entrevistas semi-estructuradas a informantes clave y
reuniones grupales; de trabajo con encuestas; entrenamiento a encuestadores y gestión de la
logística de una evaluación, entre otros.
La evaluación puede ser realizada por personal de salud local y/o externo. El personal local, por
residir en el mismo sitio, responde inmediatamente desplazándose de manera rápida;
generalmente conocen la situación previa a la ocurrencia del desastre y disponen de mayores
elementos de juicio sobre el verdadero impacto del evento. Sin embargo, la vinculación emocional
y la afectación personal pueden comprometer la objetividad de la evaluación. Por lo tanto es
importante que existan instrumentos estandarizados, y que personal externo especializado actúe
en los procesos de evaluación de manera conjunta y en forma coordinada con el personal local.
Es necesario destacar: a) No existe una metodología evaluativa que sirva para todos y para todo;
b) las guías evaluativas propuestas no son una receta dogmática, más bien proporcionan
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orientación y deben ser adaptadas dentro de cada situación específica; y c) las herramientas
sugeridas podrán ser seleccionadas de acuerdo a las necesidades.
Objetivos de la evaluación
Etapas de la evaluación
Dentro del sistema internacional de respuesta humanitaria, existe un lenguaje común sobre la
evaluación en términos de fases. Aunque imperfecto, este consenso es útil para la comunicación
entre actores y la planificación-acción colaborativa.
Se han establecido: fase 0 (antes de la crisis de inicio repentino); fase 1 (las primeras 72 horas
después de una crisis repentina); fase 2 (las primeras dos semanas); fase 3 (semanas 3 y 4); Fase 4
(el tiempo restante). Sin embargo, no hay completo acuerdo sobre las líneas de tiempo sugeridas,
que aplican sólo a situaciones de emergencia repentina. Cada una de las fases será de mayor
duración cuando el inicio es lento. Además, la fase 3 puede tomar mucho más tiempo (por
ejemplo, hasta el final del tercer mes si la emergencia es severa o cuando el acceso a los servicios
es pobre).
A los efectos de este documento, se toma como período de referencia los primeros 30 días a partir
de la ocurrencia del evento (no se aborda la fase de recuperación, posterior al primer mes); y se
definen dos etapas:
1.Período crítico (fase 1): 72 horas posteriores al evento.
2.Primer mes (fases 2 y 3): las primeras cuatro semanas.
Las evaluaciones posteriores son especializadas: Implican la participación del personal de salud
mental, que deberá ampliar y complementar la evaluación inicial comunitaria. Debe ser cualitativa
y cuantitativa, definir con mayor precisión la situación existente y registrar las acciones tomadas.
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Antes del evento
Disponer de una red de servicios de salud mental de base comunitaria con un apropiado sistema
de información fortalece la capacidad de respuesta institucional del sector salud en situaciones de
emergencias.
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Primeras 72 horas (Ver ANEXO 1)
Permite un conocimiento preliminar del impacto del desastre y trata de identificar las necesidades
más inmediatas. En la evaluación inicial se recolecta la información proveniente de los informantes
claves de la comunidad (alcaldes, maestros, líderes comunitarios, etc.) y mediante la observación
directa.
Debido a que los equipos de salud mental, salvo excepciones, no están en el lugar del evento
cuando este se produce, es el equipo de salud en el nivel primario quien debe tomar esa
información y traducirla en posibles impactos psicosociales. En ese primer momento los servicios
de salud mental deben preparar la movilización del personal especializado y alistar los
mecanismos de recopilación de información mas detallada.
Se sugiere una herramienta simple de evaluación rápida (anexo 1) que ofrece una apreciación
general de tipo cualitativa, y que puede ser completada en breve tiempo. Consiste en un listado de
factores de riesgo a los que está expuesta la comunidad afectada, los factores protectores con que
dispone, un inventario de recursos y el grado de resolución de las necesidades básicas,
psicosociales e institucionales. Es una lista de chequeo en términos de afirmaciones que se
califican de acuerdo a la percepción del personal de salud que están en la primera línea de
contacto con la población inmediatamente después del evento traumático (nivel primario).
Del mismo modo contiene la apreciación de la información que está manejando la población y
otros comentarios en forma de un análisis simple y preliminar. Esta evaluación rápida del
componente psicosocial debe formar parte del EDAN general de salud.
Se prevé que en las primeras 72 horas será prácticamente imposible la recopilación de
información cuantitativa de morbilidad relacionada con la salud mental.
6
6. Comunicación: Apreciación de la información que está recibiendo la población tanto de
medios de comunicación como de tipo informal.
7. Otros comentarios, que pueden incluir zonas geográficas de riesgo y localización de los
grupos poblacionales con mayor vulnerabilidad psicosocial; formas de expresión de las
emociones y mecanismos de afrontamiento de los problemas por la población; cómo se
enfrentan las muertes y pérdidas, formas de duelo; a quiénes y cómo se solicita ayuda o
apoyo psicológico.
8. Conclusiones y recomendaciones para los próximos 30 días.
En esta fase interviene el personal especializado en salud mental en conjunto con el equipo de
salud del primer nivel de atención.
Deben establecerse los mecanismos de registro de los datos, de manera que se recopile la
información de las acciones en cursos:
1. Casos vistos de trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias (según sexo, edad y
diagnóstico)
2. Morbilidad: clasificación de los casos atendidos según diagnósticos. Se sugiere utilizar
categorías diagnósticas amplias, ya que puede ser muy difícil – en las complejas condiciones
de la emergencia - obtener diagnósticos específicos usando la Clasificación Internacional de
Enfermedades (CIE 10). Como referencia recomendamos usar las condiciones de la Guía de
intervención humanitaria mhGAP de la OMS:
Depresión
Psicosis
Epilepsia/Crisis epiléptica
Trastornos del desarrollo
Trastornos de la conducta
Demencias
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Trastorno por uso de alcohol
Trastorno por uso de drogas
Autolesión/Suicidio
3. Desglosar de acuerdo al lugar donde se ofrece la atención (Atención Primaria en Salud,
Hospitales u otros espacios comunitarios):
Casos atendidos por personal especializado
Casos atendidos por personal no especializado
4. Número de referencias a psicólogos o psiquiatras u otros profesionales de salud mental
existentes.
5. Mortalidad por causas relacionadas directa e indirectamente con la salud mental:
Muertes violentas (suicidios, homicidios, violencia intrafamiliar y accidentes).
Muertes relacionadas con alcohol o consumo de drogas.
6. Actividades grupales:
Psicoeducativas o de apoyo emocional: número de sesiones y participantes.
Terapéuticas ofrecidas por personal especializado: número de sesiones y
participantes.
7. Atención a población infantil mediante actividades grupales (con padres y con menores; o
mediante los maestros): número de sesiones y participantes.
8. Atención a miembros de los equipos de respuesta por personal especializado: Casos atendidos
individualmente y actividades grupales.
El Anexo 2 contiene una lista de puntos básicos para la evaluación del primer mes después del
desastre, que deben ser adaptados a los contextos nacionales y locales.
Permite analizar la situación de salud mental durante el primer mes. Debe ofrecer una visión
integradora y estratégica que facilite plantear las líneas de acción y prioridades para la fase
subsiguiente de recuperación. El informe debe divulgarse y discutirse con las autoridades que
corresponda.
8
Albergues o refugios que continúan funcionando a los 30 días.
Coordinación interinstitucional desarrollada y proyecciones para su consolidación.
Las conclusiones deben contener la identificación de los principales problemas detectados y
necesidades al terminar esta etapa; así como recomendaciones y aspectos a priorizar en el
siguiente período de recuperación.
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existentes en el sistema de
salud mental
regional/nacional.
A través de distintos sectores, inclusive mediante el apoyo comunitario
8 Lista de verificación para la obtención Revisión de los documentos Para resumir la
de información general (no específica de disponibles. información general que
salud mental-psicosocial/SM-PS) de los ya se conoce sobre la
líderes del sector. emergencia (para evitar
recoger datos sobre
cuestiones ya conocidas).
9 Plantilla para la revisión de la Revisión bibliográfica. Para resumir la
información pre-existente relevante información de SM-PS
para SM-PS en la región/país. sobre la región/país que ya
se conocía antes de la
emergencia (para evitar
recoger datos sobre
cuestiones ya conocidas).
10 Evaluación participativa: percepciones Entrevistas a miembros de la Para aprender acerca de
de los miembros de la comunidad en comunidad en general (listado las perspectivas locales
general. libre y preguntas adicionales). sobre los problemas y la
forma de afrontarlos, con
11 Evaluación participativa: percepciones Entrevistas a informantes o el fin de desarrollar una
de los miembros de la comunidad con grupos claves. respuesta de SM-PS
conocimiento profundo de la misma. apropiada.
Las encuestas o pruebas para detectar casos realizadas después del evento traumático pueden ser
de utilidad si se dan ciertas condiciones para su realización. Una de las ventajas es que llaman la
atención sobre los enfermos no identificados, para atenderlos oportunamente y prevenir una
morbilidad de larga evolución. Muchos autores insisten en que no deben existir objeciones
intrínsecas para aplicar pruebas de este tipo, de manera rutinaria, en grupos poblacionales que
han sufrido grandes traumas o donde se anticipan elevados índices de trastornos psíquicos. Sin
embargo el tema no deja de ser discutible y aún existen interrogantes para poder responder
definitivamente sobre la utilidad práctica del procedimiento.
Un obstáculo para el tamizaje o “screening” puede ser el costo y la factibilidad del mismo; sobre
todo cuando se pretende aplicar de manera rutinaria a grandes grupos poblacionales. Esta
dificultad sería menor si se aplicara sólo a grupos de riesgo muy bien seleccionados (por ejemplo,
miembros de los equipos de respuesta).
10
Ahora bien, la no realización de pruebas de detección de casos nos pone frente a la limitación de
que siempre habrá una cantidad importante de personas que requerían atención y no fueron
identificadas de manera precoz.
Recomendamos:
Este procedimiento puede ser útil para detectar problemas cómo: altos y sostenidos
niveles de estrés que pueden ser indicativos de complicaciones futuras, depresión, abuso
de alcohol o drogas y disfunción marcada en la vida cotidiana.
Un screening no debe ser realizado antes de las primeras cuatro semanas, dado que las
posibilidades de recuperación espontánea son muy altas en esa fase; y se puede
sobredimensionar la problemática existente.
Se recomienda aplicar sólo a grupos de riesgo muy bien seleccionados, que han sufrido
grandes traumas o donde se anticipan elevados índices de trastornos psíquicos.
11
Recursos insuficientes o problemas logísticos que dificultan la recolección de información.
Poca preparación de los equipos que realizan la evaluación; mala distribución del trabajo o
responsabilidades poco definidas.
BIBLIOGRAFIA BASICA
1. IASC / Reference Group for Mental Health and Psychosocial Support in Emergency
Settings. Mental Health and Psychosocial Support in Humanitarian Emergencies: What
Should Humanitarian Health Actors Know? Geneva, 2010.
http://www.who.int/mental_health/emergencies/what_humanitarian_health_actors_sho
uld_know.pdf
2. OPS. Evaluación de daños y análisis de necesidades de salud en situaciones de
emergencias. Washington, DC, 2010.
12
http://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1364&I
temid=1&lang=es
3. OPS. Mental Health and Psychosocial Support in Disaster Situations in the Caribbean. OPS,
Washington, DC, 2012.
http://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1647&I
temid=1
http://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_content&view=article&id=1647%
3Amental-health-and-psychosocial-support-in-disaster-situations-in-the-
caribbean&catid=895%3Abooks&Itemid=924&lang=en
4. Rodriguez, J. y cols. (ed.). Guía práctica de salud mental en situaciones de desastres (Serie
Manuales y Guías sobre Desastres). OPS; Washington, DC, 2006.
http://www.who.int/mental_health/paho_guia_practicade_salud_mental.pdf
5. The Sphere Project. Humanitarian Charter and Minimum Standards in Humanitarian
Response; third edition, UK, 2011. http://www.ifrc.org/PageFiles/95530/The-Sphere-
Project-Handbook-20111.pdf
6. World Health Organization & United Nations High Commissioner for Refugees. Assessing
Mental Health and Psychosocial Needs and Resources: Toolkit for Major Humanitarian
Settings. Geneva: WHO, 2012.
http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/76796/1/9789241548533_eng.pdf
13
ANEXO 1
Herramienta de evaluación rápida en salud mental y atención psicosocial
Etapa Crítica: Primeras 72 horas
14
personal especializado, capacitación, apertura de nuevos servicios de salud mental y
recursos logísticos.
Comunicación
1. Apreciación de la información que está recibiendo la población tanto de medios de
comunicación como de tipo informal. Evaluar si es accesible, así como sus fuentes, calidad
y fiabilidad.
2. Información proporcionada por el sector salud al público y las relaciones con los
medios de comunicación.
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Factores de riesgo Factores de protección
comunitarias.
Desaprobación de la comunidad de
las actividades de asistencia
humanitaria.
Rechazo de la población a cooperar.
Información insuficiente o poco
fiable.
Existencia de rumores o chismes.
Equipos de respuesta afectados.
Otros
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ANEXO 2
Herramienta de evaluación rápida de la salud mental en las emergencias
Al cabo de 1 mes: crisis y pos-crisis
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Información específica sobre la salud mental y el estado funcional de la población antes y después de la emergencia. Efectos del
desastre y maneras de afrontarlos.
1. Describir y cuantificar los problemas importantes de salud mental que afectaban a la población antes del desastre. Tener en
cuenta los estudios epidemiológicos realizados con anterioridad en el país con relación a trastornos mentales, factores de riesgo
y de protección y tasas de suicidio.
2. Describir las principales causas de sufrimiento emocional (por ejemplo, índices de pobreza y desempleo, maltrato de menores,
tráfico de personas, razones políticas, etc.).
3. Describir las expresiones locales (modismos) para denominar el sufrimiento emocional, así como los diagnósticos populares y
conceptos locales relativos a traumatismos y pérdidas.
4. Indicar los modelos aclaratorios para los problemas mentales y psicosociales.
5. Citar los conceptos relativos al propio ser o la persona (por ejemplo, relaciones entre cuerpo, alma y espíritu).
6. Describir el estado de salud mental de los grupos vulnerables y las personas recluidas en establecimientos asistenciales o de
salud (huérfanos, población desplazada, personas con discapacidades o trastornos mentales graves) antes y después del
desastre.
7. Mencionar los signos de sufrimiento psicológico y social causado por el desastre, incluidos los problemas emocionales y de
conducta y los signos de deterioro del desempeño cotidiano.
8. Hacer un cálculo rápido de la prevalencia de los trastornos mentales.
9. Reconocer las perturbaciones de la solidaridad social y los mecanismos de apoyo.
10. Describir y cuantificar los trastornos mentales de las personas desplazadas. Distinguir entre sufrimiento mental y trastornos
mentales, además de edad, sexo y origen.
11. Mencionar cualquier peculiaridad que pueda haber observado.
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5. ¿Está en acción algún mecanismo para coordinar las medidas adoptadas? Función del sector de salud pública. Describir los
antecedentes de emergencias humanitarias en el país y las experiencias con la ayuda humanitaria en materia de salud mental y
apoyo psicosocial en el pasado.
6. Comunicación: describir los vehículos y medios de comunicación entre los diferentes actores que intervienen en la respuesta, los
vehículos y medios de comunicación con las personas afectadas, los vehículos y medios de comunicación con el público en
general.
7. Acceso a la información: describir si la información es accesible, su calidad y fiabilidad y cuáles son las fuentes.
8. Primera ayuda psicológica: ¿quiénes fueron los equipos de respuesta inicial?
9. Describir cualitativamente e indicar (cuantitativamente) la función de los diferentes organismos de respuesta inicial: organismos
gubernamentales, organizaciones no gubernamentales locales o internacionales, organizaciones religiosas u otras.
10. Describir las estrategias adoptadas para abordar la respuesta inicial y sus consecuencias presentes.
11. Hacer un mapa de los programas de salud mental y apoyo psicosocial para la emergencia. Cuantificar los recursos humanos y
materiales con los que se cuenta para salud mental y apoyo psicosocial: ubicación de los recursos de salud, sociales, de
organizaciones no gubernamentales y otros.
12. Hacer un mapa con los posibles actores y agencias en material de salud mental y apoyo psicosocial.
13. Mencionar la función del sector educativo formal e informal en materia de apoyo psicosocial.
14. ¿Hay equipos institucionalizados para apoyo psicosocial en las escuelas? Cuantificar qué recursos humanos entre ellos se
dedican activamente al apoyo de urgencia: psicólogos, asistentes sociales u otros.
15. Indicar y cuantificar los entornos educativos alternativos o informales. Describir y cuantificar los recursos humanos que están
disponibles o pueden estarlo para prestar apoyo a la población afectada.
16. Mencionar la función del sector formal de protección social (por ejemplo, servicios sociales) en el apoyo psicosocial.
17. Mencionar la función del sector informal de protección social (por ejemplo, sistemas de protección de las comunidades o
vecindarios, otros recursos de la comunidad) en el apoyo psicosocial. Solidaridad y apoyo social. Maneras en las cuales las
personas se ayudan a sí mismas y a los demás.
18. Describir la función de los sistemas de salud complementarios y de medicina alternativa (incluido el sistema de salud tradicional)
en la salud mental y el apoyo psicosocial.
19. Describir las pautas de búsqueda de ayuda (dónde solicitan ayuda las personas y para qué problemas).
20. Hospitales, residencias o albergues preexistentes: número, tipo (residencias protegidas, asilos, hospitales psiquiátricos,
instituciones para niños o para personas mayores), ubicación, número de camas, recursos humanos asignados, condiciones de
19
vida.
21. Establecimientos para albergue después del desastre: número, ubicación, número de camas, número de diferentes perfiles de
profesionales asignados, suministros, condiciones y número de personas acogidas, desglosado por edad, sexo y condiciones
sociales y de salud.
22. Número de personas desplazadas que están en albergues, desglosado por edad, sexo, condiciones sociales y de salud y
ubicación.
23. Indicar los recursos de salud mental disponibles en los servicios públicos de atención primaria de salud: número de médicos
generales, enfermeras, psicólogos, asistentes sociales, promotores y otros. ¿El equipo se ocupa de asuntos relacionados con la
salud mental?
24. Indicar otros servicios de atención primaria de salud o comunitarios (no públicos), con la misma información al respecto (ídem).
25. Servicios de salud mental ambulatorios, tanto públicos como privados (servicios ambulatorios, centros de salud mental
comunitarios, hospitales de día, equipos móviles, otros). Número de establecimientos, número de recursos humanos
profesionales y no profesionales, suministros. Disponibilidad y participación en la emergencia. Describir las modalidades de
trabajo y la percepción general de estas instituciones entre la población.
26. Servicios de salud mental en los hospitales, tanto públicos como privados. Hospitales psiquiátricos y servicios de salud mental en
los hospitales generales. Número de hospitales por categorías. Número de recursos humanos profesionales y no profesionales
en los hospitales, número de camas, rotación, suministros. Disponibilidad y participación en la emergencia. Describir las
modalidades de trabajo y la percepción general de estas instituciones entre la población.
27. Servicios de urgencia de salud mental con atención las 24 horas. Cuántos hay, número de recursos humanos y camas
disponibles, rotación, suministros y estado donde se localizan.
28. Capacitación: trabajadores de atención primaria de salud que habían recibido capacitación en materia de salud mental antes del
desastre. Tipo y número de horas de capacitación en materia de salud mental de cada profesional de los distintos equipos y a
todos los niveles. ¿Cuándo recibieron la última capacitación?
29. Uso de la guía de intervención del mhGAP (Programa de acción para superar las brechas en salud mental): ¿se conoce? ¿Se
aplica? ¿Es fácil obtener copias para usarlas?. En particular para la emergencia se recomienda la versión Humanitaria.
30. Descripción cuantitativa y cualitativa de las ONG locales, nacionales e internacionales, instituciones religiosas y organizaciones
comunitarias, incluidos sus aspectos funcionales. ¿Ofrecen algún tipo de programa de apoyo psicosocial o educación y servicio
social? Poner particular énfasis en los proyectos específicos de capacitación en salud mental y apoyo psicosocial, al cuantificar el
número de personas capacitadas, desglosado por perfiles profesionales, edad, sexo, programas de estudios y horas de
20
capacitación.
31. Determinar la disponibilidad de protocolos estandarizados en salud mental y apoyo psicosocial para entornos no especializados
(públicos, privados u organizaciones no gubernamentales).
32. Determinar la disponibilidad de medicamentos esenciales en los diferentes niveles del sistema de salud (público, privado o de
organizaciones no gubernamentales; atención primaria de salud, servicios de salud mental, hospitales, ONG, etc.). Especificar los
medicamentos con que se cuenta en cada nivel.
33. Describir los sistemas de referencia y contrarreferencia.
34. Describir los sistemas logísticos y de suministros en cada nivel.
35. Sistema de información de salud (SIS): describir qué clase de información está disponible. Puede sugerirse que se incorporen
temas en un sistema de información de salud preexistente.
36. Describir las repercusiones del desastre sobre los servicios locales de salud mental local y otros servicios sociales o de salud.
37. Describir otros medios de respuesta, si los hubiera.
38. Describir temas específicos pertinentes que puedan no estar mencionados en los puntos anteriores.
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Factores de riesgo Factores de protección
Familias separadas.
Personas que sufren dolor emocional, miedo u otras
reacciones mentales como consecuencia del evento.
Consumo o abuso de bebidas alcohólicas, drogas o ambos.
Personas con trastornos mentales evidentes.
Desintegración de las organizaciones comunitarias.
Desaprobación de la comunidad de las actividades de
asistencia humanitaria.
Rechazo de la población a cooperar.
Información insuficiente o poco fiable.
Existencia de rumores o chismes.
Equipos de respuesta afectados.
Otros
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