PLANTILLA DE

NOVELA NEGRA

5 ERRORES PARA NO PEGARTE UN TIRO

PLANIFICANDO
S TU PRIMERA NOVELA
BO N U NEGRA
 ÍNDICE

Sobre mí 3

Mis novelas 4

La Escuela 6

1. No plantar el cadáver en un lugar revelador 7

2. No sembrar pistas con disimulo 9

3. No esforzarse en describir el contexto 11

4. No crear suspense con eficacia 13

5. No empezar por el villano 15

6. La plantilla 17

7. Mi servicio 23

2
Sobre mí

Antes de nada, ¡muchas gracias por descargarte esta guía criminal! Espero
que sea eficaz acompañándote con éxito en el maravilloso proceso de escribir tu
primera novela negra.

Mis libros favoritos de niño fueron «Alfred Hitchcock y los

tres investigadores» y las obras completas de Sherlock
Holmes. Como puedes comprobar, intriga y misterio en
estado puro enriquecieron mi dieta literaria hasta
convertirme en un gran aficionado a la novela negra y el
thriller.

No fue hasta el tropiezo de bruces con la adolescencia cuando empecé a escribir.

En mi primer ordenador, un Amiga 500, volqué mi imaginación en un cuento que
recuerdo trataba de un afable conserje de instituto que oculta a un asesino de
adolescentes. Sin duda, mi lado criminal empezaba a emerger…

Después la vida me fue alejando y acercando a la escritura mientras cursaba mis

estudios de Publicidad y RR.PP. Después de graduarme, decepcionado con la carrera,
me presenté a las pruebas de acceso a la ECAM (Escuela de lo Audiovisual de
Madrid) para la modalidad de Guion de cine y televisión. Mi entrevista final la
considero como una de las peores que he realizado en mi vida, sin embargo, los
examinadores para mi sorpresa me dieron el visto bueno y, tres años, después me
había graduado.

En 2006 me planté en Nueva York para cursar un taller de dirección de

cortometrajes. Me entusiasmó tanto el país que acabé comprando una
identidad falsa a unos mexicanos y trabajando de friegaplatos en Las Vegas.
Buscaba experiencias vitales y recuerdos memorables. Fruto de esta aventura salió a
la luz mi primera novela de viajes, «La larga huida», que obtuvo una Mención del
jurado en el concurso literario organizado por la editorial Xplora en 2013.

Desde 2014 autopublico desde España mis novelas en diferentes géneros y

con varios pseudónimos (romance, misterio, thriller y novela negra).

3
Mis novelas

Cuando escribí mi primer thriller, «Hasta el último aliento», lo

firmé con el pseudónimo de Jack Hill. Mi nombre real no me
parecía sugerente y, además, la novela sería ambientada en
Estados Unidos. Me pareció un experimento curioso que los lectores
dedujeran que el escritor era estadounidense.

Aquí dispones de un extracto de los comentarios de amazon.com:

Al año siguiente, satisfecho con el resultado, publiqué la

segunda parte, «La noche estrellada». Te ofrezco más
testimonios:

4
 Sin abandonar el contexto americano, me lancé a escribir una
novela de venganza, olvidos y disparos que arranca en Tijuana
(México). Ahora con mi pseudónimo actual, Luis Tamsley.

5
La Escuela
Aprender es uno de los verbos más maravillosos que existen. Sería imposible
afrontar cualquier reto sin la capacidad para absorber conocimientos, ejecutarlos y
mejorarlos. Cuando decidí escribir mi primera novela negra leí unos cuantos manuales
y me puse manos a la obra. El bagaje de haber escrito historias de género, así como
una ingente cantidad de películas y novelas del mismo tema me ayudó muchísimo.
Pero no considero que mi etapa de aprendizaje haya culminado, al contrario,
no acaba más que empezar.

Por eso la Escuela de Novela Negra nace con la idea de ser un punto de encuentro
para todos aquellos que sueñan con escribir por primera vez una novela negra. Sé lo
abrumador que resulta para un escritor novato abordar una historia larga,
con puntos de giro, sorpresas, crímenes y que no de tregua al lector. Se
necesitan conocimientos, herramientas y oficio para que la aventura no sea
un naufragio. De ahí que desee poner mi experiencia a tu servicio a través de
talleres y mentoría. Además, no cesaré en el empeño de investigar y ofrecer para
todos los principiantes lo que aprenda a través de escritores afianzados, publicaciones
e internet.

Mi intención con «5 claves para no pegarte un tiro escribiendo tu primera novela

negra» es condensar en una pequeña guía aquellos consejos que me hubiera gustado
recibir antes de escribir «Hasta el último aliento». De esta manera tu historia será
más sólida y, por lo tanto, más atractiva. La guía se nutre de la experiencia de
escritores referencia, como P. D. James, y del largo aprendizaje que he llevado a cabo
durante una buena parte de mi vida.

Ojalá te sea muy útil.

6
1. No plantar el cadáver en un
lugar revelador

Una de las partes más importantes de tu futura novela negra es el lugar donde el
detective o un personaje secundario encontrará el cadáver. No solo porque atrapará la
atención del lector, sino porque el lugar donde se ubique transmitirá el carácter
del asesino y, posiblemente, detalles sobre la vida de la víctima.

Es probable que el primer impulso de tu imaginación pase por situar el cuerpo en

la casa donde vive el difunto. En concreto, en el dormitorio. Cuando sea así, pon a
prueba tu idea considerando otras opciones. Hazte las siguientes preguntas: ¿es el
mejor lugar dónde puede aparecer? ¿qué nos dice sobre el asesino? En general, el
dormitorio es un lugar común que no capta de inmediato el interés del lector. Sin
necesidad de un gran esfuerzo de memoria, estoy convencido de que te resulta
familiar el hecho de encontrar un cadáver en una iglesia. El contexto es tan poco
habitual que el contraste entre un lugar de paz y recogimiento y el escenario
de un crimen resulta morboso e intrigante. Por desgracia, se ha abusado de tal
modo de este recurso que resulta difícil sorprender a nuestro querido lector, que se las
sabe todas.

Déjame mencionar un ejemplo notable de una maestra del género. Resulta

innecesario ahondar en la presentación de Agatha
Christie, pues todos los escritores y aficionados al
género conocemos sus novelas. En 1942 publicó «Un
cadáver en la biblioteca». Sin necesidad de valorar la
novela, es incuestionable que, al inicio de la
historia, la presencia de una chica joven, vestida
elegantemente, en una casa que no es la suya y,
sobre todo, muerta, nos crea una burbujeante curiosidad por saber cómo llegó
hasta allí.

Por desgracia, a veces la trama nos «obliga» a que un determinado personaje

descubra al muerto en la cama. Después de darle mil vueltas al asunto llegas a esa
conclusión. No te desesperes porque no todo está perdido. Siempre puedes ofrecer

7
un toque de originalidad que no deje al lector con la sensación de
encontrarse ante un cliché.

Considero que la mejor forma de explicarlo es, otra vez, con varios
ejemplos. Es posible que desvele aspectos relevantes de la trama, pero como se
trata de ser didácticos, estoy inmune de ser enviado al mismísimo infierno.

La novelista P.D. James, en su novela «La calavera bajo la piel», publicada en

1982, describe el momento en que uno de los personajes aparece muerto por asfixia
en su dormitorio. Lo que podría parecer una escena común, con un simple detalle la
convierte en algo único y memorable: el cadáver aparece con los ojos aplastados.
¿Cuántos muertos por asfixia deben de poblar la literatura negra? ¿Cientos?
Pero ¿cuántos muertos por asfixia y con los ojos aplastados deben poblar la
literatura negra? Unos pocos.

En definitiva, tanto si empiezas con el descubrimiento de un cadáver, como si

aparece más tarde, estruja tu cerebro con el fin de obtener escenarios
novedosos y sugerentes para que el lector disfrute de una experiencia
inolvidable. Si te ves obligado a seguir un sendero mil veces transitado, procura
darle un toque especial para que la escena se vuelva fresca e interesante. 


8
2. No sembrar pistas con disimulo
Estarás de acuerdo conmigo. Una novela negra sin pistas es como una ensalada sin
aliñar. A veces resulta trabajoso sembrar detalles cruciales delante de las
narices del lector sin que se percate que se trata de un hecho trascendental.
No obstante, nuestra obligación es llevarlo a cabo con honestidad, no de una manera
que solo nosotros, los autores, podamos entender que se trata de una pista
significativa. Si el detective, por ejemplo, encuentra un monedero en la escena del
crimen, no está permitido ocultar esa información si luego sirve para cazar al asesino
o asesina.

Por desgracia, hoy en día el lector está cada vez más avezado en el arte de
adivinar lo que sucederá a continuación. Si eso sucede la experiencia se verá
seriamente perjudicada. Pero ¡no todo está perdido! Aquí dispones de dos
herramientas muy prácticas y que te ayudarán a salir del paso. Eso sí, no
abuses de ellas.

• Crea una distracción. Si se trata de revelar una información crucial mediante

un diálogo, o el detective encuentra una mancha de carmín de labios en el vaso
encontrado en la escena del crimen, o el sargento de turno encuentra un collar
en el cubo de la basura, procura inmediatamente después crear un situación de
mayor peso narrativo que provoque que el lector se le olvide la pista en
cuestión.

Por ejemplo, imagina que el detective encuentra un llavero con forma de pelota de
golf en el dormitorio de la esposa del difunto. Para el autor es de relevancia porque
prueba la relación ilícita entre dos personajes. En ese momento, el detective

9
recibe un balazo en la rodilla. Si tu detective es tan duro que las balas le rebotan,
prueba a que alguien se desmaye en la habitación de al lado.

• Esta es mi favorita, pues la usé en una novela que escribí con pseudónimo
ambientada en Estados Unidos, «La noche estrellada». En ella el detective
registra el domicilio del malo en busca de una contraseña para acceder a un
mapa que le conduciría a la víctima. La contraseña permanece escondida dentro
de una tablet, pero yo deseaba posponer el descubrimiento hasta el final de la
escena para darle mayor impacto. Pues bien, el detective registra el escritorio,
abre el cajón y se encuentra con un buen número de objetos, entre ellos la
tablet en cuestión. Al situarla dentro de un profuso listado, el lector no se
percata de su significado hasta el final.

La idea es alojar la pista de una manera clara y contundente, pero que pase
desapercibida acumulando «ruido» alrededor. Existen multitud de variantes.
Imagina que un coche sigue al protagonista. Si describes al mismo tiempo distintos
vehículos dentro de su campo de visión, te habilita para que luego escribas una
escena en la que aparece estacionado el coche justo delante de la casa del
protagonista. Y que este rodee la casa en vez de entrar por la puerta principal, lo que
sorprenderá al lector.

Si te apetece leer el resto del artículo, visita mi web

https://www.escueladenovelanegra.com/home/no-sembrar-pistas-con-disimulo/


10
3. No esforzarse en describir el
contexto

Una de las funciones del entorno es aportar credibilidad al relato. Si describimos

con esmero la ciudad o el pueblo donde se desarrollarán los acontecimientos
criminales, el lector entrará con facilidad en la historia. Como dice la escritora
británica P. D. James en su ensayo «Todo lo que sé sobre novela negra», «si nos
creemos el lugar, podremos creernos los personajes».

Disponemos de dos opciones: o bien nos inventamos el entorno o

reproducimos uno ya conocido. Ambas elecciones son válidas e igual de potentes.
En mi opinión, seleccionar una u otra depende del grado de trascendencia de la obra.
Si escoges un escenario inventado dispondrás de mayor libertad, es cierto, sin
embargo, subrayarás el hecho criminal como algo aislado y posiblemente deberás
esforzarte en especificar desde el principio en qué tipo de localidad se mueven los
personajes.

Por el contrario, si eliges un núcleo urbano ya existente, relevas el hecho

criminal como la doble cara de una moneda, y además es sencillo para el lector
imaginar el contexto en el que se despliegan los personajes porque lo describirás con
mayor fidelidad.

Si te decantas por la primera opción solo te pido

que sea por un buen motivo. Existe la
inclinación para el escritor diletante de
evitar documentarse para así ganar
agilidad en el proceso de escritura. O
también la creencia de que si no se ha
pisado una ciudad conocida es imposible
transmitir verosimilitud al lector. En
realidad, no es así. En la literatura existen
numerosos casos en los que un escritor
describió con maestría lugares en los que nunca puso
un pie.

11
 El entorno también colabora para asentar desde el primer capítulo la atmósfera de
la historia. Tanto si te inclinas por lo gótico, por el terror o delincuentes callejeros
contemporáneos, la arquitectura de los edificios o de las casas, las avenidas y
las personas que pululan a su alrededor deberán quedar impregnadas de esa
descripción (incluso el cielo, si me apuras). Esto es relevante porque los personajes
interactúan con el lugar y, en cierta medida, reflejan su carácter. Por ejemplo, cuando
un autor escribe la habitación de una persona fallecida debe revelar detalles que
ayuden a componer un retrato fiel del personaje.

A este respecto, para P.D. James, «el lugar donde se encuentra el cuerpo es
especialmente revelador y, en mi opinión, la descripción del hallazgo del cuerpo
constituye uno de los capítulos más importantes de una novela de misterio». Para
una de las maestras del género el escritor debe ser capaz de plasmar con
minuciosidad el horror que supone para alguien descubrir un cadáver.
Recuerda que a muchas personas les marca de por vida.

Una vez un amigo aficionado a la escritura me contó que le disgustaba tanto

extenderse en las descripciones que había decidido abandonar la literatura y dedicarse
a escribir guiones cinematográficos. En aquel momento, se me olvidó decirle que
no se trata de la extensión sino de la calidad, de la viveza de los detalles y
cómo afecta a los personajes.

12
4. No crear suspense con eficacia

El suspense es la gran herramienta que permite prolongar la tensión

narrativa mediante la incertidumbre frente a un hecho. Si consultamos la
Wikipedia incluso es el nombre de un género de películas. Sin embargo, para quien
esto subscribe el suspense puede existir en cualquier historia, no solo en las historias
de intriga, por lo tanto no es un género en sí mismo.

Por ejemplo, imagina una película dramática que empiece con el dueño de una
empresa anunciando que al final del día despedirá a alguien. La noticia provoca
conflictos entre los empleados. ¿Estamos ante una película de género suspense?
En mi opinión, no.

La construcción del suspense en una novela negra es esencial para mantener al

lector pegado a las páginas. «¿Qué sucederá a continuación?» es la pregunta
que ha de flotar en todo momento. Vamos a ver a continuación estos dos
pequeños trucos:

• Si has tomado el camino de desglosar la novela en diferentes puntos de vista,

es decir, desde la mirada de uno o más personajes, basta con terminar la
escena en un punto álgido para a continuación cambiar a otro personaje en un
contexto completamente distinto.

Un ejemplo: Vladimir cayó al suelo boca abajo. A pesar del fuerte dolor en el hombro,
se dio la vuelta en una fracción de segundo. El siguiente golpe era inminente. Entornó
los ojos para descubrir la identidad de su agresor, sin embargo, la oscuridad impedía
ver sus facciones. «Me alegro de verte», le dijo. Y entonces Vladimir reconoció la voz

13
al instante. Fin de la escena. Pasamos al siguiente punto de vista de otro personaje.
Cuando regresamos a Vladimir incluso podemos prolongar un poco más el
suspense para «torturar» a nuestro querido lector, mediante un diálogo entre el
héroe y el asesino hasta que el nombre se revela en la conversación.

• Huelga mencionar el por qué guardo la trilogía en DVD de «El Padrino» en mi

filmoteca particular. Además de las películas se ofrece un material muy
interesante para nuestros propósitos de aprendizaje. En el documental sobre
cómo se hizo la primera película, el director, Francis Ford Coppola, nos revela
un truco que desde lo conocí siempre lo tengo muy presente cuando
diseño una historia: cuando se trate de escribir una escena que supone la
ejecución de un plan previamente mencionado con detalle, siempre debe fallar
algo. De esta forma, el espectador no sabrá lo que sucede después aunque se
morirá por saberlo.

Imagina que escribes una escena en la que el sargento y su compañero deciden

penetrar en la casa del asesino porque saben que en su interior se encuentra la
siguiente víctima. Idean un plan para entrar sigilosamente. Aquí tú, como escritor,
es donde te la juegas porque necesitas que el plan, en plena ejecución, se
eche a perder y que el asesino se percate de los intrusos. Como consecuencia la
víctima corre más peligro si cabe. No necesitas romperte la cabeza. Es suficiente con
que el compañero sea un patoso y se olvide del plan al minuto.

14
5. No empezar por el villano

Sí, te parecerá extraño.

A la hora de elaborar un relato detectivesco el primer pensamiento se suele centrar en

perfilar al protagonista, ya sea hombre o mujer. Buscamos su arco de
transformación, su pasado y su carácter porque sabemos que será el referente de la
historia que deseamos contar. Pero te propongo una alternativa.

Empieza a construir el argumento por el villano y te explico el porqué.

Si lo piensas dos veces, no es del todo descabellado. Seguro que estás de acuerdo
conmigo: para que tu novela se alce sobre el resto, el villano debe ser memorable.
Capaz de desafiar al protagonista hasta el límite. Mientras que la mayor parte de
los maleantes en la vida real son más bien torpes, agresivos o temerarios, descuidar
al antagonista en la ficción es un grave delito. Te explico cómo empezar este enfoque:

Las primeras preguntas que el escritor ha de

tener en cuenta son: ¿por qué asesina?
¿qué subyace en cada una de sus acciones?
¿venganza, odio, locura, justicia, fama?
¿desea proteger a un familiar a un amigo?
Sea como sea, el malo debe ofrecer un
matiz que lo convierta especial a ojos del
lector. Pero esto no es suficiente.

Conviene que sea inteligente y, como es lógico, peligroso. Además, también es

importante buscar su punto débil. ¿Cómo se hace? Muy fácil. Sigue leyendo.

Escribe una biografía o un diario en primera persona con detalles cruciales que ayuden
a entender la compleja personalidad del villano. Es probable que solo la punta del
iceberg de su vida salga a relucir en la historia. Pero tu obligación como autor es
conocer a fondo al personaje. Métete en su cabeza y obsérvalo todo con sus ojos.

Lo que sigue también es importante.

15
Un asesino en serie se convierte porque en su pasado ha habido acontecimientos que
lo marcaron de por vida. En la infancia sufrieron abusos o abandono. Por eso al llegar
la adolescencia se comportan de una manera poco usual para, más tarde en la
madurez, empezar una etapa de ensayo y error. Posteriormente comenzará su
etapa oficial perpetrando crímenes hasta el límite.

Por supuesto, esto se aplica también a las asesinas en serie. A modo de información
te cuento lo que dos prominentes psicólogos forenses descubrieron después de
analizar cientos de asesinas. Es sorprendente.

Según el ensayo de Kelleher y Kelleher de 1998 se establecen siete categorías:

viudas negras (muy metódicas cuyas víctimas son personas allegadas), ángeles de
la muerte (enfermeras que matan a sus pacientes), la depredadora sexual (poco
frecuente), la vengativa, la que busca ánimo de lucro, la demente y la que
busca formar equipo con otra mujer en busca de crímenes brutales.

Una vez que esboces al malo en su magnitud es la hora de encontrar al héroe, que
acabará por derribarlo con un titánico esfuerzo. Piensa en dos piezas de puzzle
que son diferentes, pero al mismo tiempo compatibles.

Si te apetece leer el resto del artículo, visita mi web

https://www.escueladenovelanegra.com/home/empieza-por-el-villano/

16
6. La plantilla
(Nota: cada capítulo debe rondar las 5.000 palabras)

PREPARACIÓN

Capítulo 1

A. Revela el crimen y misterio a resolver. El crimen debe capturar la imaginación.

Deber haber sido cometido de una manera extraordinaria y la víctima, el asesino, o
ambos, deben ser poco corrientes.

Ofrece suficiente información al lector sobre la víctima como para que realmente le
preocupe que encuentren al asesino y se haga justicia.

B. Al principio de la historia se deben dar pistas para sugerir tanto los aspectos físicos
como psicológicos del crimen inicial. Estas pistas deben desembocar en sospechosos y
motivos, lo cual llevará al detective al final del Acto I. Algunas pistas deben llevar al
detective en la dirección correcta, mientras que otras pueden ser más difíciles de
reconocer. O pueden no ser reconocidas como pistas reales hasta más tarde en la
historia.

C. Presenta al detective que resolverá el crimen temprano y que él o ella haga o diga
algo muy inteligente o inesperado. Así se establecerá como una persona diferente.
Crea a este personaje con cuidado. Su personalidad debe ser lo suficientemente
interesante como para sostener el interés del lector hasta la última página (o durante
toda la serie de libros). No necesitas revelar todos los aspectos de la personalidad del
detective apenas aparezca. Deja que la descripción se desenvuelva gradualmente para
mantener el interés del lector. Revela suficiente información como para dejar que el
lector entienda el mundo en el que vive el protagonista (Sheriff de una pequeña
ciudad, detective de Scotland Yard, agente de Pinkerton en el viejo oeste, periodista
de investigación en Nueva York, etc.).

17
D. Coloca al lector en el momento y el lugar donde ocurrió el crimen. Puede ser útil
incluir algún tipo de símbolo, un objeto o persona, en la escena inicial que sirva como
metáfora de lo que ocurre en la historia. Si el símbolo aparece al final de la historia
creará una unión más trabajada.

E. Comienza con un evento dramático. Algunos escritores ofrecen un prólogo,

describiendo como ocurrió el crimen en detalle, mientras pasa, y posiblemente desde
el punto de vista de la víctima o de los asesinos. Alternativamente, esa misma
información puede ser revelada por un personaje a través del diálogo. Proporciona
suficientes detalles como para permitir que el lector experimente el suceso como si él
o ella estuviese realmente allí. Otra buena apertura podría ser instalar al detective en
una situación grave y permitir que los detalles del crimen se desenvuelvan a su debido
tiempo.

Capítulo 2

A. Pon al detective en camino a resolver el misterio. Ofrece posibles sospechosos,

todos los cuales deben parecer haber tenido un motivo, medios y oportunidad para
cometer el delito. Seleccione a los sospechosos más probables, y haga que el
detective los interrogue. Uno de estos sospechosos resultará ser el autor del
asesinato.

B. Alrededor de la mitad del Acto 1, deberá ocurrir algo que haga que el lector note
que el crimen es más complicado de lo que pensó originalmente. Puedes dar pistas
para permitir que el lector vea posibilidades que el detective aún desconoce.

Capítulo 3

A. Introduce la trama secundaria. La trama continuará progresando a través de la

historia, pero la trama secundaria llevará el tema, un concepto universal con el cual se
podrá identificar el lector. Las tramas secundarias tienden a venir de una crisis en la
vida privada del detective. O en la necesidad del detective de enfrentarse a un dilema
que involucra alguna parte de su carácter, como su coraje o honestidad.

18
B. La resolución de la trama secundaria debe demostrar un cambio o crecimiento por
parte del protagonista, y será catártico a nivel personal o profesional. Ese clímax
puede coincidir, u ocurrir como preludio del clímax de la trama principal. La trama
secundaria puede ser utilizada para un interés romántico o una confrontación con
demonios personales del detective. El autor puede manipular el ritmo de la novela
moviéndose entre la trama principal y la secundaria.

REACCIÓN-PISTA FALSA

Capítulo 4

A. Revela hechos sobre los sospechosos, a través de interrogatorios y el

descubrimiento de pistas.

B. Escape, o desaparición de uno o más sospechosos.

C. Desarrolla un sentido de urgencia. Incremente el riesgo o haga evidente que si el

misterio no se resuelve pronto, conllevará a terribles consecuencias. Por ejemplo,
pérdida de empleo del detective, otra muerte…

Capítulo 5

A. Amplía la investigación para hacer que otros personajes se vean sospechosos.

B. La información recopilada a través de entrevistas o el descubrimiento de evidencia

física, debe apuntar hacia la solución, aunque puede que la relevancia aún no sea
aparente.

19
Capítulo 6

A. La vida del detective se revela a medida que se desarrolla la trama secundaria.

Describe al lector qué impulsa al protagonista, que lo persigue o falta en su vida.

B. Aclarar que el detective tiene un interés personal en el resultado, ya sea por una
amenaza para su persona, su vida, o la posibilidad que se revelen asuntos
profundamente y emocionalmente perturbadores para el protagonista.

CONTRAATAQUE

Capítulo 7

A. Revela motivos ocultos. Relaciones previamente secretas salen a la luz, como

acuerdos comerciales, romances, asuntos por resolver o parentescos previamente
ocultos.

B. Desarrollar y exponer los significados de asuntos previamente indicados en el Acto

I., para aclarar, poco a poco, el significado de pistas anteriores.

Capítulo 8

A. El detective revela los resultados de su investigación. El lector, así como el

protagonista y otros personajes, se les da la oportunidad de revisar lo que saben y
evaluar las posibilidades.

B. Parece ser imposible resolver el crimen. Los intentos por resolver el crimen han
bloqueado al detective. Malas interpretaciones de las pistas o conclusiones erróneas lo
han llevado en la dirección equivocada, y debe usar la lógica para llegar a una nueva
forma de comprender la incertidumbre.

20
Capítulo 9

A. Empuja a que el detective revise el caso para determinar dónde se equivocó.

B. Revelar la cadena de hechos que llevaron al crimen.

C. Se pasa por alto la evidencia crucial en el Acto I, ya que parece haber tenido poca
importancia cuando se dio a conocer por primera vez. Esa evidencia adquiere un
nuevo significado con la información que se revela en el Acto III.

D. El detective (y quizás el lector, si es un buen observador) nota el error, que

permanece oculto para los otros personajes.

RESOLUCIÓN

Capítulo 10

A. El detective sopesa la evidencia y la información obtenida de los otros personajes.

B. Basado en lo que solo él o ella sabe hasta ahora, el detective debe buscar pruebas
positivas para respaldar la conclusión no revelada.

Capítulo 11

A. Resolución de la trama secundaria.

B. El protagonista, después de haber sido probado por su propia experiencia, se siente

más fuerte para la acción final, loo cual lleva a la resolución del misterio.

Capítulo 12

A. El clímax: una confrontación dramática entre el detective y el villano en el cual el

primero gana. Cuanto más peligro hacia el héroe de la función, más gratificante será
el clímax.

21
B. Resolución: Revelación de pistas y el proceso deductivo que llevó a la resolución.
Establecer que el caso fue resuelto y se hizo justicia a satisfacción de todos los
involucrados (excepto el villano, claro).

Epílogo

Si quedan, resolver los cabos sueltos menores.

22
7. Mi servicio

Escribir una buena novela negra, como en cualquier

género, conlleva un necesario tiempo de aprendizaje.
Algunos consiguen el éxito en su primera novela,
otros les lleva más tiempo. Pero una cosa es evidente:
cada uno tiene su propio camino.

Por eso, me gustaría anunciarte que ya está

disponible mi servicio de informe de lectura de
novela negra o thriller.

¿En qué consiste el informe?

A lo largo de un mes te acompaño donde más necesites ayuda. Desde la idea

inicial, hasta los personajes, conflicto, el arco de la historia, argumento, tensión y
estructura. Trabajaremos codo con codo para que tu obra sea lo más redonda
posible.
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para que hablemos de tu novela.

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Te deseo mucho éxito con tu futura novela, detective

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