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Positivos y prometedores resultados de

la cooperación educativa México-Centroamérica

Innovador proyecto “Jóvenes Promesas” desde la sociedad civil

Fernando López Gutiérrez (*)

El día miércoles 13 de marzo del 2019, en las instalaciones del Instituto Nacional
de Desarrollo Social (INDESOL), en Coyoacán, Ciudad de México, con el apoyo
de la Lic. Luz Beatriz Rosales Esteva, titular de la institución, que dio acogida al
evento, se llevó a cabo la actividad denominada: “Encuentro sobre Cooperación
Educativa y Desarrollo Integral con Centroamérica: El papel de los organismos de
la sociedad civil”, en la que se dieron cita organismos e instituciones como la
Fundación Fe y Alegría Centroamérica, el SIPINNA de la Secretaría de
Gobernación, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED),
el Centro de Investigación CIDE, cuya finalidad fue la de presentar los resultados
del primer esfuerzo en el marco del denominado proyecto piloto “Jóvenes
Promesas” que durante siete meses se desarrolló con la participación de 12
jóvenes centroamericanos procedentes de El Salvador, Honduras y Guatemala,
escogidos para hacer una pasantía de estudios en la ciudad de Puebla, México,
con el apoyo de la municipalidad y de familias poblanas que recibieron a estos
jóvenes en sus hogares.

El padre Miquel Cortés, director de la fundación Fe y Alegría Centroamérica, que


es la organización encargada en los territorios de identificar a los candidatos a ser
seleccionados, destacó que este programa es una invaluable oportunidad para
ofrecer oportunidades de estudios a jóvenes centroamericanos que viven en
contextos de pobreza, violencia, marginación y limitaciones, que el proyecto les
ofrece opciones de acceso a una educación que no tienen en sus países de origen
y que los prepara para su inserción futura en una vida productiva. Señaló también
que todo el proceso no había sido fácil, desde la selección de los jóvenes a
participar, los permisos familiares, la tramitación de las visas para su migración
legal hacia México, la aceptación de las familias de acogida en Puebla, todo ha
sido un proceso de aprendizaje y relaciones múltiples que han cristalizado con
éxito en este primer proyecto piloto que procura formación educativa pero también
desarrollar liderazgos positivos que luego impacten en sus lugares de origen.

Por su parte el Mtro. Daniel Ponce Vásquez, Coordinador de Vinculación,


Dependencias y Órdenes de Gobiernos del Sistema Nacional de Protección
Integral a Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) de la Secretaría de
Gobernación, puntualizó que los resultados obtenidos han sido posible gracias al
rol jugado por las organizaciones civiles que apoyan este tipo de trabajo y a la
vinculación por medio de las redes que facilita la comunicación y la coordinación
entre los participantes institucionales y organizaciones. Estos proyectos son
modelos de alianzas, colaboración, participación y trabajo en común de las
familias, de las organizaciones de la sociedad civil, de los gobiernos locales, del
gobierno federal y de la cooperación internacional.

Y deben ser vistos como opciones de acogida de las niñas, niños y jóvenes
migrantes centroamericanos, alternativos a los albergues y deben ser estudiados y
sistematizados y aprender de ellos.

Ponderó que modelos de cooperación como este son necesarios y fundamentales


porque contribuyen también a modificar los miedos y percepciones que se tienen
respecto a los migrantes y refugiados, que es una preocupación para los
mexicanos en su conjunto lo que ocurre en Centroamérica porque nos incluye la
problemática y nos toca de muchas maneras.

“Debemos dar un mensaje desde México a Centroamérica, demostrando que nos


importan sus jóvenes que son las bases de sus sociedades y que debemos
contribuir a arrebatarlos de la violencia y hacerlo mediante un innovador modelo
de cooperación en el ámbito de la educación”, este fue el mensaje central del Dr.
Carlos Heredia Zubieta, Profesor Investigador del Centro de Investigación y
Docencia Económicas (CIDE).

Reseñó que hubo una “Epifanía” al descubrir una sintonía de intereses comunes
con organizaciones como Fe y Alegría y las Universidades Centro Americanas de
los jesuitas, que tienen un trabajo de base importante y que permite valorar el
tema de la educación en los países vecinos que sufren violencia, así como la
receptividad del gobierno de Puebla que tiene un liderazgo en el tema de atención
a niñas y niños en riesgo, y es esta conjugación, con otros importantes apoyos, la
que ha hecho posible realizar este programa, que ha tenido que vencer “los no se
puede” al que se enfrentan siempre los proyectos nuevos y sobre todo cuando se
trata de lo desconocido, de los otros, de los migrantes, de los refugiados.

Exhortó que hay que convencer a los mexicanos que la cooperación con
Centroamérica es fundamental, sobre todo en materia educativa, porque debemos
contribuir al desarrollo de la región. Y se preguntó ¿Qué vamos a hacer juntos,
como socios para lograrlo? Es tarea de la sociedad civil, de las iglesias, de las
instituciones de gobierno, de las academias y de la cooperación internacional
crear modelos factibles que contribuyan en programas novedosos y que aporten al
desarrollo, a reducir las desigualdades y la violencia que aqueja a nuestras
sociedades.

México tiene la responsabilidad de “hacer habitables nuestro países” para que no


huyan, para que no se vean en la necesidad de migrar para salvar sus vidas,
tenemos que volver a ver hacia Centroamérica que es nuestra casa común”. Y
cerró diciendo: “No podemos ser indiferentes, somos las mismas gentes”.

Por su parte la Mtra. Alexandra Hass Paciuc, Presidenta del Consejo Nacional
para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), enfatizó que el Estado debe tener
una mirada distinta en su rol para resolver los problemas sociales en lo atinente al
fenómeno de la migración, que debe verse como una oportunidad y no como un
espacio de conflictos y discriminación.

Señaló se deben atender las causas de la xenofobia que han exacerbado el


rechazo a los migrantes y refugiados, y es necesario crear condiciones de
convivencia social, hay que impulsar acciones y programas que coadyuven a la
integración y la cohesión social y a reducir la desigualdad social. Finalizó
valorando este esfuerzo como una iniciativa replicable.

Y al finalizar las ponencias la Mtra. Ana Tovar Fernández, Directora General de


Protección al Migrante y Vinculación, de la Secretaría de Gobernación, presente
entre los asistentes, señaló que es del interés del gobierno mexicano actuar
colaborativamente en todos los esfuerzos que se realicen desde la sociedad civil
en estos temas tan urgentes de la migración y refugiados, y que iniciativas como la
del programa “Jóvenes promesas”, deben ser apoyadas.

(*) Colaborador América Sin Muros

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