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TECNICAS DE EXPLORACIÓN:
No suele realizarse su examen de rutina, solo cuando hay circunstancias que nos
hagan sospechar una lesión de este nervio. La disfunción olfatoria puede deberse
a un proceso local (nasal) o neurógeno (tracto olfatorio), por eso es importante
descartar anomalías en la cavidad nasal. La exploración clínica consiste en
determinar si el paciente percibe olores de sustancias conocidas (café, jabón,
chocolate), evitando sustancias irritantes (alcohol, ácidos), en cada fosa nasal por
separado, comprobando que ambas estén permeables, y estando los ojos y la boca
del paciente cerrados. Se solicitará al paciente si percibe algún olor, y si la
respuesta es positiva que lo identifique. Conviene señalar que aunque no se
identifique el olor, su apreciación es suficiente para descartar anosmia.
Tecnicas:
Umbral de detección
Identificación de olores
Discriminación de olores
Memoria olfatoria
Olfatometria
Biopsia del epitelio olfatorio
Exploraciones por imágenes
PATOLOGIA:
Aunque no existe una clasificación universal para los trastornos del olfato, se admite
una diferenciación entre alteraciones cuantitativas (disminución o abolición del
olfato, fundamentalmente) y cualitativas (distorsión de la percepción olfativa). Por
regla general las alteraciones en la percepción olfativa afectan a todos los olores,
aunque puede haber situaciones en las que este trastorno afecte a un solo olor. Los
trastornos cuantitativos pueden clasificarse, según la localización de la lesión, en:
transmisivos (cualquier alteración que impida la llegada de odorivectores al epitelio
olfativo), perceptivos (alteraciones a nivel del epitelio, la vía nerviosa o a nivel
central), mixtos (mezcla de los dos anteriores) e idiopáticos (cuando no se puede
identificar el nivel lesional). Aunque hay casos de anosmia congénita descritos en
la literatura en la mayoría de las ocasiones los trastornos de la olfacción son
adquiridos. La alucinación olfatoria es una alteración relativamente rara asociada a
enfermedades neurológicas o psiquiátricas. Las alteraciones del olfato pueden ser
transitorias como en los casos de rinitis o patología inflamatoria de la mucosa nasal;
o permanentes como las causadas por patología tumoral, traumática o lesiones a
nivel del sistema nervioso central. Podemos agrupar los trastornos de la olfacción
en cuantitativos (parosmias, cacosmias y osmofobia)
ANOSMIA E HIPOSMIA
Anosmia epitelial
Anosmia central
Cuando la lesión afecta al bulbo olfatorio, el tracto olfatorio lateral, las áreas
paleocorticales, el neocórtex olfatorio o sus interconexiones se hablaría de anosmia
central. En estos casos podría coexistir parosmia. Las causas frecuentes de estas
alteraciones son: alcoholismo crónico (por degeneración neural central por etanol),
traumatismos, tumores, enfermedades psiquiátricas (esquizofrenia, psicosis
ciclotímica, depresión), enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer,
síndrome de Kallmann, enfermedades del SNC (esclerosis múltiple) y presbiosmia
(involución del SNC debida a la edad).
Anosmia mixta
Engloba a los cuadros que producen una alteración de varias de las estructuras
olfatorias anteriormente descritas. Los casos más frecuentes son los tóxicos,
tumores y traumatismos.
Hiperosmia
Cacosmias
Osmofobia
TECNICA DE EXPLORACIÓN
Agudeza visual
Examine cada ojo por separado (permita que el paciente use sus gafas o lentes de
contacto)
Campo de visión
Fondo de ojo
Interpretación
PATOLOGÍA
Consiste en una anormalidad del disco óptico consistente en que sus bordes están
borrosos y elevados con ingurgitación venosa de las venas papilares y,
característicamente, desaparición del pulso venoso, lo que puede ser el primer
signo de edema de papila. Cuando el edema de papila es bilateral, por lo general,
supone un síntoma de hipertensión intracraneal por una masa (por ejemplo, un
tumor cerebral), puesto que la presión intracerebral se trasmite al disco óptico a
través de la extensión del espacio subaracnoideo alrededor del nervio óptico.
Cuando es unilateral puede indicar lesión del nervio óptico o de la retina. En el
edema de papila no se afecta la agudeza visual, aunque suele aumentar la mancha
ciega.
Atrofia óptica
Consiste en una coloración blanquecina del disco óptico con bordes muy precisos
y escasa vascularización. La atrofia óptica primaria se produce por lesiones del
nervio óptico o la retina, mientras que la secundaria puede ser el resultado de una
neuritis, un glaucoma o la evolución de un edema de papila crónico. Siempre se
acompaña con pérdida de la agudeza visual.
Ambliopía