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1 Arquitecta por la ETSAB-UPC; Máster Laboratorio de la vivienda del siglo XXIFPC-UPC; Colectivo
Punto 6 casanovas.roser@gmail.com
3 Arquitecta por la ETSAV-UPV; Máster Laboratorio de la vivienda del siglo XXI-FPC-UPC; Máster
Teoría e Historia de la Arquitectura – ETSBA-UPC, taniamagrohuertas@gmail.com Colectivo Punto 6
4 Socióloga por la UAB, Master en Urban Planning por la University of Illinois at Urbana-Champaign,
Colectivo Punto 6 sarortiz78@gmail.com
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deportes y la sanidad. Habitar es poder desarrollar las diferentes esferas de la vida en igualdad
de oportunidades, con intensidad e integridad. Por ello consideramos necesario, repensar las
ciudades y los barrios guiados por esta idea de habitar, es decir, poniendo en primer plano la vida y
las necesidades de las personas (Muxí et al., 2011).
En segundo lugar, debemos reconocer y visibilizar que el espacio no es neutro, que los
hombres y las mujeres experimentamos la ciudad, el barrio y la vivienda de manera diferente. Las
ciudades se planifican a partir de una supuesta igualdad. El problema de fondo es que la ciudadanía,
y por lo tanto el derecho a la ciudad y las prioridades en la definición de ésta, se ha construido
tomando como referencia el modelo ciudadano genérico-masculino, es decir, el mundo público,
la participación en el mercado y los espacios asignados a los hombres. Por lo tanto, a pesar del
reconocimiento formal de la igualdad de géneros, miembros de grupos oprimidos por razones de
etnia, religión, género u orientación sexual se enfrentan de forma cotidiana a diferentes formas de
exclusión que les imposibilitan la plena participación en la vida pública (ibid.). Así pues, el urbanismo
con perspectiva de género cuestiona el tono “universal” y “neutro” que ha tenido históricamente
el urbanismo, pero que en realidad se centra en un modelo de sujeto masculino. Con lo cual,
el urbanismo con perspectiva de género cuestiona los supuestos que han sido utilizados en el
urbanismo tanto a nivel práctico como teórico (Fainstein y Servon, 2005).
Entendemos la perspectiva de género aplicada al urbanismo desde la experiencia y,
por lo tanto, la escala próxima. Esto no excluye la lectura analítica de la estructura general, que
nos permitirá hacer recomendaciones en otros momentos de la planificación. En este sentido,
la planificación urbana tendría que enfocarse de forma que nos permitiera hacer un constante
trabajo transversal, transescalar e interdisciplinar. Transversal entre las personas profesionales que
trabajan y entre las áreas del mismo ayuntamiento, otras instituciones y también poblaciones
implicadas y transescalar verificando las propuestas siempre desde la proximidad (Muxí et al.,
2011).
Además, la incorporación de la perspectiva de género en el urbanismo es una variable
útil para la definición de políticas y planes urbanísticos que respondan a las necesidades de
una población diversa. Lo es especialmente si estas políticas y planes tienen como objetivo la
calidad de vida de todas las personas y el desarrollo sostenible, económico, medioambiental y
social. Por lo tanto, aplicando la perspectiva de género en el urbanismo estaremos contribuyendo
a la sostenibilidad social y medioambiental en lo que se refiere a cuestiones de igualdad de
oportunidades, de prevención de exclusión social, de seguridad, de envejecimiento de la población
y en general de calidad de vida (Sánchez de Madariaga, Brusquetas y Ruiz Sánchez, 2004).
El uso de la perspectiva de género en el urbanismo también visualiza las aportaciones
de las mujeres no sólo como sujetos de la planificación, sino como participantes activas en la
planificación urbana y en los procesos de decisión (Fainstein y Servon, 2005).
En este sentido, frente a la supuesta neutralidad impuesta por el urbanismo, algunas
mujeres han propuesto una mirada distinta y un enfoque urbano con perspectiva de género.
Son muchas las pensadoras, activistas y profesionales que han definido las bases de una crítica
permanente al urbanismo teórico que se ha olvidado de las necesidades cotidianas y el sentido
práctico de la vida de cada día. “En la dicotomía entre el espacio creado por consenso, a partir de
proyectos individuales y común colectivo, y el espacio del poder, una primera hipótesis es que la
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intervención de las mujeres siempre se han inclinado más a reflexionar sobre el espacio de la vida
cotidiana, cosa que, en términos muy actuales, podríamos denominar calidad de vida” (Velázquez,
2005). “Desde la higiene y la salubridad hasta la cultura de la protección del arte, sus intereses se
agrupan en una visión muy solidaria que recoge no tan solo sus propias necesidades, sino también
las de la parte más vulnerable de la sociedad” (ibid.).
Se trata de aportaciones teóricas y prácticas que han emergido, incorporando la
diversidad y la perspectiva de género para encontrar soluciones a las necesidades urbanas de
todas aquellas personas, incluidas en la generalidad del “neutro” y por lo tanto, ignoradas por el
urbanismo convencional como son las mujeres, niños y niñas, personas mayores, personas con
capacidades diferentes, etc.
En este sentido están apareciendo actualmente algunos colectivos y agrupaciones
profesionales que proponen un urbanismo con perspectiva de género incluyendo la participación
ciudadana, para concebir y desarrollar sus proyectos. Además de Col·lectiu Punt 6, hay colectivos
profesionales multidisciplinares a nivel nacional como Hiria Kolektiboa5 en Bilbao o GEA 216 en
Madrid, todos trabajamos repensando la ciudad, los barrios y la arquitectura de manera inclusiva,
aplicando la perspectiva de género en el urbanismo y contando con la experiencia de la vida
cotidiana de las mujeres.
5 Hiria Kolektiboa es un colectivo profesional que trabaja el urbanismo con perspectiva social, género y
sostenibilidad. Llevan a cabo un urbanismo que responde a la vida cotidiana, que colabora con la ciudadanía
en la construcción de lugares democráticos que son germen de cultura, convivencia y fertilidad. Definición
consultada en la Web de Hiria Kolektiboa, http://www.hiriakolektiboa.org/blog/ en Marzo 2012.
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cotidiana de las personas, su complejidad en el uso de los entornos construidos y sus relaciones.
De este cambio de perspectiva derivan criterios que ayudan a resolver todos los niveles de
planeamiento, teniendo como objetivo principal hacer barrios y ciudades con redes adecuadas
para la vida cotidiana de todas las personas que conviven en un territorio.
Ejemplificamos esta herramienta con extractos del DUG relativos a las 6 categorías:
8 Ciocoletto, Adriana y Gutiérrez Valdivia, Blanca (2011). Indicadores Urbanos espaciales para la
evaluación de los espacios cotidianos desde la perspectiva de género. Trabajo de investigación financiado
por el Institut Catalá de les Dones y la Universidad Politécnica de Cataluña. Profesora responsable: Zaida
Muxí y Ciocoletto, Adriana (2012). La incorporación de la experiencia cotidiana en el análisis urbano.
Tesis de Máster Universitario en Gestión y Valoración Urbana. Universidad Politécnica de Cataluña, UPC,
Departamento de Construcciones Arquitectónicas I. Directora: Pilar García Almirall, Co-Directora: Zaida
Muxí Martínez.
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Se deben trabajar los espacios de relación de manera inclusiva, pensando en todas las
edades y condiciones de las personas usuarias.
El reconocimiento de las contribuciones de las mujeres a la sociedad deber ser visible
en el espacio público y uno de los mecanismos más inmediatos para conseguirlo es nombrarlos en
femenino, es decir, dar a los parques, plazas y calles nombres de mujeres para explicar y valorar
cuál ha sido su aportación a la sociedad.
La ausencia de figuras femeninas en las señales es una dimensión más que nos muestra
que, bajo la apariencia de universalidad en la concepción de la ciudad, hay un orden androcéntrico
que se reproduce con falsa neutralidad.
ER 1.1 General
Deben favorecer la autonomía y la socialización de las personas
¿Los materiales utilizados en los diferentes espacios son los adecuados según el uso?
¿Hay suficientes espacios donde niñas y niños de diferentes edades puedan moverse con seguridad?
Por ejemplo, caminos escolares o esquinas con paso peatonal con visibilidad mejorada?
Permitir el uso y la apropiación por parte de diferentes grupos teniendo en cuenta las tareas
relacionadas con el cuidado del hogar y las personas.
¿Hay espacios de relación intergeneracional e intercultural?
¿Los espacios de relación y juego, ¿se sitúan en relación con las actividades cotidianas de niñas y
niños (escuelas, deportes, etc.)?
Crear una red de proximidad con otros espacios, equipamientos y servicios.
Los parques y las plazas con espacios de juego, ¿están distribuidos homogéneamente de manera
que se encuentran a una distancia no mayor de 500 metros o 10 minutos a pie de las viviendas
del barrio?
En el caso que no exista una proximidad a pie, para ir a los grandes parques y plazas, ¿hay transporte
público que cubra los recorridos cotidianos?
ER 1.2 Calle
Las aceras deben permitir la realización de diferentes actividades, no deben considerarse sólo
como espacios de circulación de flujos.
¿Las calles de la red de espacios públicos, equipamientos y servicios dan prioridad a las personas
viandantes?
¿Es posible sentarse, reunirse, conversar o jugar en las calles del barrio?
ER.1.3 Plaza-parque
Deben ser flexibles en su diseño para favorecer diferentes usos y actividades en un mismo espacio.
Los espacios de juego infantil, ¿contemplan las diferentes edades?
¿Se han equipado los espacios para las personas cuidadoras, por ejemplo, con bancos y sombra?
¿Hay espacios de encuentro y actividad para jóvenes?
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ER.1.4 Espacio indeterminado
Prestar atención a la existencia de otros espacios de relación que no sean los convencionales como
la plaza, el parque o la calle.
¿Se utilizan otros espacios del barrio, ya sean esquinas, espacios intermedios, espacios abandonados,
accesos a comercios i/o equipamientos como espacios de relación?
ER.2.2.1 Facilidades
El diseño y la colocación de los elementos en el espacio debe facilitar y potenciar los usos y
actividades de forma igualitaria.
Los materiales utilizados en los diferentes elementos del mobiliario urbano, ¿son agradables y
adecuados para el uso y mantenimiento, y están colocados correctamente?
Baños públicos: ¿hay para todas y todos? ¿Están relacionados con los espacios de relación?
Bancos: ¿hay suficientes bancos en los espacios de encuentro y descanso que favorecen la inclusión
de las personas? ¿Hay tanto en el sol como en la sombra?
Iluminación: ¿es la adecuada según los usos de todas las personas?
¿Está diferenciada la iluminación de la calle y la de la acera? ¿Se mantiene para evitar la obstrucción
por árboles u otros elementos? ¿Es una iluminación sin zonas de sombra o de excesiva luz?
Árboles: ¿Hay árboles o vegetación apropiado a los espacios de relación que creen zonas de sol en
el invierno y de sombre en verano?
Espacios de espera del transporte público o en equipamientos (escolares, sanitarios, administrativos,
etc.):¿Hay bancos, una marquesina transparente para refugiarse de inclemencias del tiempo,
información de los horarios, un mapa con los servicios y equipamientos de la zona?
ER.3.1 Memoria
Reconocimiento de la memoria de una comunidad y espacialmente de las tareas realizadas por las
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mujeres, invisibilizadas hasta ahora.
¿Está representada la diversidad social (incluidas las mujeres) en el nomenclátor de las calles y
plazas del barrio o ciudad?
¿Hay representaciones o recordatorios de la historia del barrio que representen a toda la comunidad
y que reconozcan también el trabajo realizado por las mujeres?
¿Hay obras de arte en el espacio público que transmiten valores de igualdad en la sociedad?
ER.4 Señalización
ER.4.1 Señalización
Reconocer las señales de los espacios públicos, equipamientos y servicios que no representen
igualdad de condiciones a mujeres y hombres.
¿Se encuentran representadas mujeres y hombres en los pictogramas que representan la figura
humana (por ejemplo, las señales de tránsito, las señales de obras provisionales, los semáforos?
¿Se utiliza lenguaje no sexista en las indicaciones de la calle, es decir, se utilizan genéricos (por
ejemplo, ciudadanía en lugar de ciudadano)?
E.1 General
E.1.1 Red
Red de equipamientos y servicios que entretejen el espacio público, distribuidos en el territorio en
relación con los usos y las redes de movilidad para fomentar las redes sociales teniendo en cuenta
la complejidad de la vida cotidiana
¿Están los equipamientos y otros servicios situados en redes de movilidad peatonal y de transporte
público?
¿Existe una red de relaciones que favorece la proximidad entre viviendas, equipamientos y servicios?
E.2 Equipamientos
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garantizan un uso igualitario por hombres y mujeres?
¿Hay equipamientos y servicios diversos para satisfacerlas diferentes actividades de la vida
cotidiana tanto de actividades ligadas a la reproducción como a la producción?
¿Se ajustan los horarios de los equipamientos a las necesidades de todos y todas para un correcto
desarrollo de la vida cotidiana?
¿Hay propuestas de equipamientos y servicios para favorecer las tareas de la reproducción y la
atención de las personas (suficientes guarderías públicas, ludotecas, etc.)?
E.3 Comercios
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de las diferentes actividades de la vida cotidiana y haga posible el acceso a la ciudad en igualdad
de oportunidades
M.1 General
Se tiene que ofrecer la mayor diversidad posible de opciones de movilidad privilegiando los
recorridos de quien se desplaza a pie y priorizando necesidades y percepciones de las personas
usuarias.
¿Se pueden escoger en todos los barrios entre más de una opción de movilidad cotidiana?
¿Se ha realizado un estudio de movilidad con perspectiva de género, participación ciudadana y
considerando las percepciones de las personas que más utilizan cada modalidad de desplazamiento
(a pie, transporte público, vehículo privado, bicicleta u otros)?
M.2.1 Aceras
Las aceras son la base física del desplazamiento de las personas peatones. Para potenciarlas es
necesario que en su diseño se tenga en cuenta los materiales utilizados, la visibilidad, el ancho, etc.
¿Tienen las aceras la medida adecuado para el paso de todas las personas (con carrito de bebé o
de la compra, en silla de rueda, y acompañante, personas con dificultad de movilidad, menores
acompañados, etc.)?
¿Se han priorizado a las personas caminando en las intersecciones de calles y en los puntos de
intercambio entre diferentes medios de transporte?¿Los semáforos tienen en cuenta el tiempo de
movilidad de todas y todos?
¿Hay alguna esquina con cruce universal peatonal, es decir, que todos los vehículos se paran al
mismo tiempo y el paso de peatones es libre?
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más grandes, influyen en esta percepción.
¿Se tienen en consideración situaciones medioambientales como el ruido o la contaminación del
aire en el diseño de los recorridos peatonales?
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M.4 Transportes privados
Vivienda (V)
El espacio representa los valores sociales que lo crean por eso las viviendas tienen que reconocer
los trabajos de atención del hogar y las personas dando un espacio. Los trabajos del hogar tienen
que ser compartidos, no se tienen que esconder ni dejar bajo la responsabilidad de una sola persona.
Tenemos que aprovechar los edificios de viviendas para generar espacios de relación entre vecinos
y vecinas, proponiendo usos compartidos de servicios y construyendo espacios de tránsito entre
el privado y el público. Es importante que en las plantas bajas se ofrezcan actividades variadas
en relación directa con el espacio público, hecho que favorece la seguridad y la percepción de la
misma, a la vez que vitaliza el espacio.
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¿Hay una política especial de rehabilitación y adaptación de las viviendas antiguas para mejorar
la habitabilidad?
¿Hay acceso a créditos o ayudas especiales para grupos con dificultades (jóvenes, mujeres, gente
mayor, en riesgo de exclusión, etc.)?
¿Hay un parque de viviendas de alquiler asequible para jóvenes, familias monoparentales /
monomarentales, mujeres solas o gente mayor?
¿Hay propuestas otras soluciones para resolver el acceso a la vivienda como cooperativas de
mujeres, masovería urbana, etc.?
H.2 Localización
H.2.2 Servicios
Tenemos que aprovechar los edificios de viviendas para generar espacios de relación entre
vecinos y vecinas, y proponer usos compartidos de servicios para conseguir ahorros económicos
y energéticos.
¿Hay espacios comunitarios destinados a usos escogidos por iniciativa de los vecinos y vecinas?
Si hay cubierta plana, ¿está pensada para ser comunitaria y acoger actividades lúdicas o de
servicios?
¿En el edificio se dan otras actividades además de las residenciales?
¿Está previsto un espacio para el almacenamiento de cochecitos de criaturas, carritos de la compra,
bicicletas u otros elementos grandes que se utilizan en la vida cotidiana?
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grande del mínimo de forma que se puedan usar como lugar de encuentro y juegos por los niños
y niñas.
Seguridad (S)
La percepción de seguridad está vinculada a la capacidad de las mujeres para apropiarnos del
espacio adquiriendo autonomía. Entre los factores espaciales que colaboran en la percepción de
seguridad están la visibilidad, la claridad y alternativa de recorridos, la variedad de usos y actividades,
y la presencia de gente diversa. Para favorecer el sentimiento de pertinencia y seguridad en los
espacios públicos se debe tener especial cuidado con la iluminación de las áreas peatonales y se
deben evitar los muros y escaleras que generan rincones de difícil accesibilidad, escondido.
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¿Se evitan los muros o arbustos altos (superiores a 1,30 m) y espesos que no permitan la visibilidad?
¿Hay recorridos alternativos, visibles y claros para desplazarse con claridad en los recorridos a pie
en los espacios urbanos?
En las horas nocturnas, ¿Hay suficiente iluminación en los recorridos peatonales?
S.3 Información
S.3.1 Señalización
La buena y correcta información gracias a la señalización del espacio público es fundamental para poder
circular por los espacios con decisión y autonomía. Son necesarios carteles con mapas del barrio claros
y legibles, información sobre donde acudir en caso de emergencia, teléfonos, otros equipamientos, etc.
¿Hay información suficiente para orientarse en todo momento en el espacio público, para saber
donde estás y donde vas?
¿Hay puntos de ayuda o cabinas telefónicas colocadas adecuadamente en los recorridos cotidianos
y relacionados con el transporte público?
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Participación (P)
Entendemos que cualquier transformación en nuestra calle, barrio pueblo o ciudad se tiene que
hacer con la participación de las personas que allí viven porque además serán las usuarias del
espacio resultante. La participación implica la corresponsabilidad en el futuro del entorno que
habitamos y aumenta el sentimiento de pertenencia al lugar. La experiencia de las mujeres en la
ciudad ha sido infravalorada como conocimiento dentro de la planificación y el proyecto urbano.
El rol del género femenino ha abocado históricamente, y todavía hoy en día a una mayoría de
las mujeres, a la realización casi exclusiva de las tareas derivadas del cuidado y la atención de los
hogares y las personas. Las tareas derivadas del trabajo reproductivo han provocado que las mujeres
sean las máximas usuarias y conocedoras de los espacios cotidianos. Por eso, es imprescindible su
participación.
P.1.1 Representatividad
P.1.1.1 General
Poner sobre el papel todo el conocimiento que acumula una comunidad sobre su propio territorio
a través de técnicas cualitativas y cuantitativas para recoger datos que completen la información
secundaria
¿Se realizan entrevistas a diferentes personas del barrio para conocer sus necesidades?
¿Se realizan observaciones para conocer cómo se usan los diferentes espacios del barrio?
¿Se realizan talleres de participación donde estén representados todos los grupos sociales según
edad, sexo y etnia?
¿Se realizan encuestas que permitan obtener información no disponible en los datos estadísticos
para tener un conocimiento real de la población?
Facilitar la posibilidad de participar en diferentes días y horarios, además de proporcionar servicios
para personas que tengan familias a su cargo.
¿Se realizan consultas previas para saber la disponibilidad de las personas con diferentes perfiles y
asegurar que pueden participar?
¿Las actividades para incentivar la participación se han realizado en diferentes días y horarios?
¿Se ofrece unos servicios de guardería o ludoteca para niños y niñas de diferentes edades?
¿Se garantiza el acceso a la actividad de todas las personas a través del transporte público o con
recogida de personas con movilidad reducida?
¿Se ofrecen otros servicios de apoyo a la participación?
¿Se informó a través de diferentes medios y canales y con suficiente tiempo de todos los servicios
ofrecidos para facilitar la participación?
P.1.1.2 Género
Valorar la experiencia de mujeres y hombres sobre aspectos de la vida cotidiana dando visibilidad a
las tareas reproductivas y su relación con los aspectos urbanos de espacios públicos, equipamientos,
vivienda y movilidad.
¿Se realizan talleres segregados por sexo para dar voz a la experiencia de las mujeres sobre el uso
cotidiano de los entornos?
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¿Se tienen en cuenta las actividades relacionadas con la esfera reproductiva cuando se plantean
propuestas?
¿Se trabaja de forma sectorial y conjunta con las diferentes experiencias de mujeres y hombres
para llegar a un consenso?
P.1.1.3 Edad
Incluir niños, niñas y jóvenes en los procesos de opinión y de decisión sobre sus entornos cotidianos.
¿Se realizan talleres y/o consultas con cada uno de estos grupos?
Incluir personas mayores en los procesos de opinión y de decisión sobre sus entornos cotidianos.
¿Se realizan talleres y/o consultas con este grupo?
P.1.2.1 General
Tiene que ser un proceso interdisciplinar y transversal entre los diferentes actores (Ayuntamiento,
equipos técnicos y vecindario) en todo momento, desde la diagnosis hasta la evaluación.
¿Han estado implicados diferentes agentes (Ayuntamiento, equipos técnicos y comunidad) al
mismo tiempo?
¿Existen otros planes o programas de carácter social que hayan trabajado en paralelo (plan de
igualdad, plan comunitario, programa de dinamización de jóvenes, etc.)?
Las decisiones tomadas en el proceso de participación han sido vinculantes?
¿Se han tenido en cuenta las conclusiones y recomendaciones derivadas del proceso de
participación?
P.1.2.2 Diagnosis
Las necesidades en materia de espacio público, equipamientos, vivienda o movilidad se incluyen
en las diagnosis y tienen que ser el resultado del trabajo del personal técnico en coordinación con
la población.
¿Se puede considerar que las persones participantes tienen suficiente información y herramientas
para hacerlo?
P.1.2.3 Propuesta
A las propuestas sobre espacio público, equipamientos, vivienda o movilidad se tiene que llegar a
través del trabajo de personal técnico con la población.
¿Ha habido una participación que ha intervenido en todo el diseño del espacio urbano y/o
equipamiento, desde la determinación del programa hasta la ejecución del proyecto?
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P.1.2.4 Evaluación-seguimiento
Evaluar el proceso y los resultados con el conjunto de la población y especialmente con quien
utiliza los espacios o los equipamientos.
¿Se ha realizado una evaluación del propio proceso de participación?
¿Se han realizado observaciones de los espacios y/o equipamientos mediante técnicas cualitativas
para saber como se están utilizando?
¿Se ha tenido en cuenta en las encuestas y consultas todas las personas involucradas en el entorno
cotidiano de estos espacios o equipamientos? Se han tenido en cuenta tanto aquellas que lo
utilizan como las que no?
¿Una vez realizada la evaluación, se ha podido elaborar un informe público que permita comprender
claramente las relaciones de las personas con su entorno?
¿Se realiza un seguimiento de las actuaciones con alguna periodicidad para observar los cambios
que puedan surgir y replanteárselas?
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guardería o ludoteca dependiendo de sus edades, si son personas con problemas de movilidad, se
tendrán que proveer medios para el traslado al lugar y contratar personas para su cuidado.
b) Particularidad en la metodología
En cada caso la comunidad tiene unas particularidades, tanto sociales como territoriales, que
merecen un estudio antes de fijar una metodología de participación. Los casos pueden variar
significativamente en el aspecto social, considerando los diferentes colectivos según edad (desde
la infancia hasta la tercera y cuarta edad), etnia, cultura o clase. En términos comunitarios
también se deben atender las diferentes necesidades que puedan plantear diversas asociaciones o
entidades. En el ámbito territorial a veces se debe realizar la misma actividad en diferentes lugares
aplicando el criterio de proximidad.
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personas es “la bibliografía”, el “sustrato”, la base de un análisis del entorno urbano donde vivimos.
La mujer es experta cuando se habla de vida cotidiana y ciudad porque muchas esferas de su vida
diaria están vinculadas a las dinámicas urbanas, su funcionamiento, a su forma, a su utilización...
“La mujer es, en general, responsable de la atención de todos los demás miembros de la familia,
niños, marido, ancianos, enfermos, y por eso se mueve a la ciudad para ir de compras, llevar los
niños al colegio, a llevar los enfermos al médico, los abuelos en el centro de día, etcétera, y además
va a trabajar. Es decir, la mujer es la que utiliza más todos los servicios, todos los espacios de la
ciudad. Por lo tanto, también es la que los sufre más,...”, (Bofill, 2005, pp.30) y, la reflexión
en torno a este conocimiento empírico debe estar en el centro de los procesos de diseño, de
planificación, de desarrollo de los entornos construidos.
El desarrollo del taller permitió describir, nombrar y argumentar la estructura individual
de la cotidianidad para valorar y entender el entorno cotidiano en el ámbito de la vida colectiva. La
dinámica participativa se desarrollo en dos partes. Una charla para exponer la vida cotidiana de las
mujeres como fuente singular del conocimiento de un lugar y un ejercicio práctico partiendo de la
reflexión personal para llegar al debate de prioridades compartidas.
El objetivo era obtener elementos favorables y desfavorables para valorar la cotidianidad
en sus entornos urbanos. La metodología proponía un recorrido desde lo particular e individual a lo
comunitario y público para llegar a consensos que generarán un orden de prioridades; definiciones
de un problema concreto desde diferentes puntos de vista; descripciones de una particularidad del
territorio; maneras de vivir un hecho determinado en diferentes entornos cotidianos, etc.
Después de sistematizar9 la información obtenida en estos talleres, podemos aportar
algunos datos cuantitativos y cualitativos. Entre 2005-2010 realizamos 84 talleres a lo largo de
la geografía catalana, visitando 28 comarcas, es decir un 68.30% del total de Cataluña (figura 1).
9 Casanovas, Roser i Fonseca, Marta. “L’experiència de les dones a l’entorn quotidià”: sistematitzacióde
la informació extreta de l’experiència amb els tallers de l’ICD. Beques per incentivar la recerca en matèria
d’estudis de gènere i de les dones per al període 2010-2011. Institut Català de les dones. Barcelona.
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Figura 1: Mapa de Cataluña con los municipios donde se realizó el taller “La experiencia de las mujeres en el
entorno cotidiano”, 2011. Elaboración propia.
En estos talleres participaron 1.352 personas, de las cuales más del 97,4% eran mujeres
(1317) y el 2,6% hombres (35). La media de participantes por taller fue de 16 personas. El
60,7% de los talleres fue solicitado por entidades de mujeres o asociaciones y el 39,3%
por ayuntamientos o entes locales. Podemos resaltar que en los dos primeros grupos de la
sistematización, municipios hasta 10.000 hab., ésta participación es reflejo del porcentaje
alto de asociacionismo existente. Asimismo, destacar que la mayor parte de las solicitudes
de ayuntamientos provienen del apoyo que brindan las áreas sociales y a la necesidad de
implementar la perspectiva de género en el punto 6 de la Ley de Barrios de 2004 (figura 2).
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Figura 2: cuadro de los talleres por años con las entidades demandantes y las personas asistentes, 2011.
Elaboración propia.
Los datos cualitativos derivados de esta experiencia son extensos y la sistematización nos ha
permitido resumir algunos resultados. A la agrupación metodológica relativa a la cantidad de
habitantes, la lectura transversal de las aportaciones de los talleres, añade características que
determinan la cotidianidad en el interior urbano: la ubicación en el territorio más o menos
desligada de sistemas de movilidad de escala comarcal o provincial; las relaciones de dependencia
si el taller se realiza en una capital o no; las alteraciones temporales derivadas de la afluencia
turística o las necesidades derivadas de núcleos urbanos pequeños que han crecido con territorios
dispersos monofuncionales, etc.
La sistematización propuso elaborar una lectura transversal para agrupar características favorables
y desfavorables de las relaciones entre las personas y los lugares que habitan. Algunos apartados
de la lectura transversal realizada en el primer grupo de poblaciones hasta 2.000 habitantes son:
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ejemplo: uso responsable del agua, organización de transporte escolar; reclamo de
protección a bosques y pantanos; acompañamiento de personas mayores solitarias y
dependientes; confección de un calendario reivindicativo del espacio comunitario etc.
• Los espacios de relación: en este tamaño de población, los espacios comunes de la ciudad
reproducen relaciones de vecindad y valoran favorablemente este tipo de relaciones entre las
edificaciones. Las principales demandas fueron conformar y adecuar espacios intermedios,
por ejemplo para comunicar un parque infantil con un centro cívico, para mejorar un lugar
de encuentro ante el ambulatorio, para establecer un camino claro entre equipamientos
y servicios, etc. O por ejemplo acompañar las estructuras físicas con programación de
actividades para acoger el comunitario en espacios polivalentes que permitan diversos
usos. Y promover el contacto con la naturaleza y la conciencia medioambiental porque
acumulan conocimiento del entorno y pueden ayudar al crecimiento sostenible.
Esta conciencia medioambiental preexistente nos sirve para
ejemplificar características que se valoran desfavorablemente
porque no favorecen el uso de los espacios de relación:
bajo la consigna de “educar es mejor que sancionar” apoyan iniciativas cívicas para pedir
y acompañar el poco cuidado y mantenimiento que la administración hace del medio
natural en que se encuentran. También exponen problemas sin resolver de la recogida
de basuras: insuficientes contenedores; diseño inadecuado para las necesidades de
usuarias y usuarios; falta de frecuencia en la recogida y mantenimiento; colocación
en puntos de difícil acceso (en las afueras del pueblo, en lugares sin iluminación,
en banquetas inaccesibles, en el paso de una carretera comarcal), así como el
aumento de conflictos, en poblaciones turísticas o centros de reabastecimiento
de comercios y servicios, por falta de capacidad. En el interior de estos núcleos
pequeños preocupa la existencia de casas y solares ruinosos y vacíos porque son
sinónimo de calles abandonadas y tristes, pueden ocasionar derrumbes, pierden valor
histórico y en este estado también pierden la oportunidad de atraer población joven.
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la adecuación de “otros” horarios para solucionar necesidades de salud, educación,
extraescolares, ocio, cultura, compras, abastecimiento en general, cuidado personal,
gestiones, opciones de trabajo, etc. en los centros de los que dependen.
6.- Bibliografía
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Freixanet, coord. No surtis sola. Espais segurs amb perspectiva de gènere, Institut de Ciències Polìtiques
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Ciocoletto, Adriana y Gutiérrez Valdivia, Blanca (2011). Indicadores Urbanos espaciales para la evaluación
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de los espacios cotidianos desde la perspectiva de género. Trabajo de investigación financiado por el Institut
Catalá de les Dones y la Universidad Politécnica de Cataluña. Profesora responsable: Zaida Muxí.
Ciocoletto, Adriana (2012). La incorporación de la experiencia cotidiana en el análisis urbano. Tesis de
Máster Universitario en Gestión y Valoración Urbana. Universidad Politécnica de Cataluña, UPC,
Departamento de Construcciones Arquitectónicas I. Directora: Pilar García Almirall, Co-Directora: Zaida
Muxí Martínez.
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Greed, Clara H. (1994) Women & Planning. Creating gender realities. Routledge: London and New York
Hiria Kolektiboa (2009) Manual metodológico para la realización de mapas de análisis urbanístico desde
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