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ANÁLISIS DE KAREN NATHALY CARMONA

EL ORANGUTÁN CON SACOLEVA

PRESENTACIÓN

En este apartado mencionare los rasgos principales del libro “el orangután con sacoleva”, para
esto, es necesario recapitular la historia colombiana de los últimos tres siglos, puesto que esta, es
la fiel testigo del deterioro de la democracia y las masacres del Estado.
Colombia ha tenido diferentes líderes políticos que son “orangutanes con sacolevas finas”, estos se
han fortalecido y desangrado nuestro país a través de “los ciclos de exterminio” categoría creada
por el autor para definir un conjunto de etapas en la historia de Colombia donde ha sido el Estado
el causante de la Violencia y las masacres.
Lectores están a punto de escuchar relatos de una patria que pide a gritos ayuda, a personajes que
sufren de ceguera activa y sordera perpetua.

ANÁLISIS DEL TEXTO

Colombia es una democracia con orangutanes con sacoleva, esto es lo que el autor del libro quiere
dejar explícito en el mismo, a partir de la siguiente pregunta: ¿Colombia es la democracia más
antigua de Latinoamérica o un régimen terrorista de Estado? el autor del libro se pregunta una y
otra vez ¿Cuál enunciado que se equivoca? Sin embargo, existe la posibilidad de que juntos
enunciados sean ciertos, lo cual encaja muy bien la tesis de Darío Echandía, cuando planteó que el
régimen político colombiano era “un orangután con sacoleva”.
Las respuestas a las preguntas anteriores, deben tener en cuenta de institucionalidad, las dinámicas
democráticas enraizadas en la vida pública del país y sus tendencias homicidas, las cuales se
expresan en resultados devastadores que no han tenido que sufrir ni siquiera las peores dictaduras
del continente.”1
Colombia ha pasado por dos siglos de represión, más de 100 años de represión exterminadora en
un país que se dice llamar democrático y que sin duda lo es, pues eso nos dicen los tratados y la

1
http://www.unperiodico.unal.edu.co/dper/article/el-orangutan-con-sacoleva-cien-anos-de-democracia-y-represion-
en-colombia-1910-2010.html
constitución, entonces por escrito somos una democracia, pero yo me pregunto ¿Qué implica ser
una democracia? ¿No seremos más bien una Anocracia o Demagogia? Tal vez y solo tal vez al
final del escrito podamos respondernos esto, con argumentos, o mejor nos duela tanto la patria que
se deje el espacio para la duda.

Existen tres niveles de violencia: por debajo, por encima o al nivel. En estos niveles tenemos al
Estado como personaje central, pues muchos actores están asociados con el mismo y son causantes
de la violencia, es decir el Estado ha auspiciado la privatización de “la seguridad”, la pregunta sería
¿Seguridad para quién? ¿Para campesinos, comunidades ancestrales, personas civiles o más bien
seguridad para grandes terratenientes y delincuentes? Podemos evidenciar que en nuestro país en
el último siglo han salido ilesos delincuentes y asesinos, y se ha reprimido a quienes buscan más
igualdad social. Hemos engendrado la violencia exterminadora; puesto que algunos grupos suplen
lo que no puede suplir el Estado de manera legal, y ¿Cómo lo suplen? Financiando paramilitares,
para qué estos sean estos los que eliminen aquellos que buscan la igualdad y la equidad social. No
solo el Estado de la mano de los paramilitares han facilitado los cadáveres, sino que también
grandes narcotraficantes han aportado su granito de arena en la financiación de sicarios y paras, un
ejemplo claro es Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el Mexicano, quien armo a unos militares y
civiles para defender sus cultivos de coca y acabar con grupos políticos de izquierda.
Se debe dejar claro que los paramilitares no son una organización estructurada de manera militar
como las FARC o al menos esto nos dice el autor, son personajes armados en muchos casos por el
Estado para “combatir a los grupos ilegales” como lo son: narcotraficantes, grupos paramilitares
disidentes, delincuentes comunes y grupos armados ilegales en general, pero en la realidad sabemos
que eso no es así. Los mejores ejemplos para desprestigiar a estos grupos son “las masacres” como
la masacre del Salado, la toma a Barrancabermeja, además de los “falsos positivos” y el dominio
de hectáreas de coca.
En Colombia, los paramilitares tienen su participación en política ¿Por qué esto es así? No existe
una respuesta imparcial, puesto que no sensato pero existe. El problema de la legalidad de estos
grupos es obvia, puesto que los paramilitares casi siempre han estado de la mano con el gobierno
nacional, por ejemplo: La policía Chulavita, el Estatuto de seguridad y “las convivir” (una
organización integrada por paramilitares, terratenientes, ganaderos de la agro-industria, militares,
policías y políticos con las peores intenciones en el campo), un suceso más reciente la parapolítica.
Ya sabemos que entre el Estado y los Paramilitares siempre ha existido una alianza, una alianza
tan obvia que de 1980 a 1990 se le pidió al Ejercito Nacional reducir las bajas paramilitares. Aun
así parece ser un amor no correspondido, por que el Estado Colombiano avala a los paramilitares,
pero lo niega y los desecha cuando estos han cumplido su función.
Para explicar de mejor manera la violencia exterminadora en el país se le debe hacer un recorrido
histórico a su último siglo; comenzando por la segunda mitad de la hegemonía conservadora (1910-
1930) en esta vemos un mejor sistema de pesos y contrapesos en la constitución, una reforma
electoral universalizando el voto masculino en donde los militares acceden al voto, la
descentralización, una reducción de la fuerte alianza entre la iglesia y el conservadurismo que había
sido resultado del concordato firmado en 1886 y por ultimo una clara exclusión racial.
Luego está, llega la etapa de “la República liberal” (1930- 1940) donde se legaliza por completo
el desarrollo electoral sin voto a la mujer y se pierde el voto militar, se legalizan sindicatos, hay
una mayor inclusión social, libertades públicas, derechos de expresión. De 1931 a 1934 una etapa
de pequeña violencia en donde el partido liberal se ve fragmentado.
Más adelante en la historia se encuentran las dictaduras civiles y militares (1948-1960) y “el primer
ciclo exterminador" pues encontramos un Estado de sitio, un Estado de excepción o más bien de
decepción, donde un país violento pretende eliminar la violencia a través de una dictaría y Estatutos
de Seguridad, esto hace que se agudice la violencia, puesto que se eliminan las garantías políticas,
la fuerza represiva se fortalece, se crean gabinetes cruzados, redes de policías y civiles encargados
de la exterminación, se censuran los medios de comunicación y se da un golpe de estado.
Pasando por esta etapa de la historia llega el llamado Frente Nacional (1938-1974) para calmar las
aguas, este busco integrar un centralismo político, ya que en aquel entonces se pensó que la
violencia era resultado de competencia política inequitativa entre los dos partidos tradicionales:
Liberal y Conservador, en esta esta se da un control civil sobre el militar, unos pactos para el
desarrollo, un aumento de las seguridades democráticas, una creación de la asociación de
campesinos y el consejo nacional del salario, pero se establece una “lógica contrainsurgente” y por
esta razón se dan las masacres en Santa Barbará y en Marquetalia, resultado de estas nacen las
FARC. Así mismo en el Frente Nacional se eliminan algunos partidos políticos y organizaciones
Políticas.
Posteriormente el país se ve envuelto en la llamada “Transición y desmonte” (1974-1991) donde
el Ex presidente Turbay un político sin título de bachiller le da inicio al segundo ciclo
exterminador, llega el fin de la llamada “era pacifista” y la era de la represión comienza, algunos
ejemplos son: la masacre de la UP, el asesinato de: Jaime Pardo Leal, Carlos Pizarro León Gómez,
Rodrigo Lara y Carlos Galán entre muchos miles de civiles, y es aquí donde tomo un descanso y
digo ¡Típico de Colombia! es necesario aclarar que estos hechos son posteriores al Estatuto de
Seguridad de Turbay y no necesariamente se dieron en el mandato de esté, pero fue este presidente
el que retomo la alianza de civiles armados con el Estado y militares en contra de Civiles.
Otro Ex presidente que es necesario mencionar es a Alfonso López Michelsen (1974-1978) más
conocido como “el Pollo López” un político del partido liberal que creó la llamada “ventanilla
siniestra” y no es el título de una obra de teatro ni mucho menos, era el instrumento económico de
Michelsen para atraer más inversión al país; el estableció que todo aquel que hubiera sacado dinero
del país podía traerlo sin mayor problema nuevamente a Colombia, en la actualidad esto es ilegal
y es conocido con “lavado de activos”.
No podemos olvidar a Belisario Betancourt (1982-1986) es necesario dejar claro que cuando este
político con 9$ años muera saldrán a la luz cosas como ¿Qué paso realmente el día de la toma al
palacio de justicia? En el Mandato de Betancourt se da el desastre ecológico de Armero y pues
como ya se mencionó la toma del palacio de justicia, como muchas actuaciones realizadas por el
grupo guerrillero M 19.
Para terminar con esta etapa mencionare al Ex presidente que se ganó la presidencia en un entierro,
Cesar Gaviria, en su mandato tenemos una nueva constitución donde múltiples actores sociales
estuvieron presentes para su elaboración. La constitución de 1991, fue una propuesta de estudiantes
universitarios, a través de la iniciativa de “la séptima papeleta”. La Asamblea Nacional
Constituyente del 91 estuvo compuesta no solo por los partidos tradicionales, sino que también por
representantes de los grupos guerrilleros desmovilizados para la época, como el M 19. A pesar de
esto la guerra con el Narcotráfico y los asesinatos masivos a líderes políticos fueron evidentes
durante este mandato presidencial.
En conclusión esta última etapa fue de masacres y constitución; donde la política competitiva y el
narcotráfico, limitaron la democracia y aumentaron el extermino y la represión.
Cerramos entonces los ciclos de represión con “el Uribismo” (2002-2010) el último ciclo
exterminador, que por ser la historia más reciente sabemos que su patrocinador fue Álvaro Uribe
Vélez, este sujeto posee nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo. En este ciclo exterminador
tenemos el cierre de garantías, un estado de sitio por seguridad nacional de 60 días, un aumento del
desplazamiento forzado, los falsos positivos, un sistema político cerrado, una pérdida de las
victorias en la etapa de la República Liberal, una reducción del sistema de pesos y contra pesos de
la constitución, además de esto también: escándalos como el de agro ingreso seguro o diríamos
más bien “agroroboseguro”, las chuzadas, la parapolítica, la yidispolitica, etc. Hasta se perdió el
carácter de Ejército del Pueblo que tuvo las FARC desde 1989, con la excusa del ahora Senador
Uribe de la inexistencia de un conflicto armado en Colombia.
En conclusión, la violencia aumento en Colombia debido a que está se hace más fuerte cuando se
abren supuestos canales democráticos y se cierran a su vez a través de alianzas con grupos
paramilitares y la corrupción.

Hasta ahora puedo concluir que Colombia es la anocracia más antigua del continente.

RESUMEN ANALÍTICO

Quiero aclarar que lo anterior solo fue un abrebocas de lo que sigue, fue solo un resumen
extremadamente corto y rápido de 100 años de exterminio en Colombia, pero es hora de
desenvolver lo anterior y argumentarlo una manera mucho más compleja.
La mayoría de países europeos primero fueron naciones y luego Estados, pero Colombia primero
fue un Estado, y se pensó que a través de esté se formaría una Nación, esto fue un error muy grave,
pues en su comienzo no se entendieron las diferencias ideológicas, raciales, religiosas, entre otras,
existentes en el Territorio.
Hemos intentado compensar esa forma particular de nuestra patria, estableciendo que Colombia es
un país “pluricultural y plurinacional” Pero en la praxis esto no se entiende.

1.1 DESARROLLO DE LOS CAPÍTULOS

Para entender el papel de la policía en el último siglo es necesario establecer que está se adaptó a
los distintos regímenes políticos que tuvo el país en cada uno de sus diferentes periodos, como lo
dice el autor en el libro.
La policía nacional nace en 1910, desde aquel día se genera la primera ley que habla sobre el rol y
la existencia de un ente de control nacional, el cual tendría por objetivo buscar la paz y la justicia.
La policía a diferencia del ejército busca la seguridad dentro de los territorios es decir: resguarda y
garantiza el orden público, social y nacional, mientras el ejército es el encargado de resguardar y
garantizar la soberanía del país y su integridad territorial.
En muchos casos entes civiles buscaron el control social a través de las armas, un ejemplo sería el
de los Urabetas que su objetivo era combatir la oposición del partido liberal.
Para los años 20s la huelga se empieza concebir como una forma de protesta, con esta se buscaba
revindicar los derechos civiles y sociales y para mejorar la calidad de vida de los sujetos. Este tipo
de protesta se volvió tan recurrente que fue necesario controlarla a través de la represión, con el
uso de la fuerza pública a través de la policía (es acá donde la policía cambia su rol, utiliza la fuerza
para reprimir a quienes buscan reivindicar las condiciones sociales, especialmente las laborales).
Entendiendo lo anterior podemos establecer que la policía tiene las siguientes labores cuando está
bajo las órdenes de grupos de derecha generalmente:
1. Invadir espacios públicos para evitar aglomeramiento de organizaciones sindicales.
2. Usar la violencia para reprimir, sin importar los derechos humanos.
3. Usar la Violencia como carnaval y mantener el orden.
4. Sede su uso como privado cuando es necesario el exterminio.
Pero también, se debe dejar claro que dependiendo el periodo esta se politiza, por consiguiente
depende del Partido Político que se encuentre en el momento gobernando para establecer la
posición de la policía.

Como ya vimos en la República Liberal de Alfonso López Pumarejo se legaliza la huelga, para
evitar el uso de la fuerza por parte de la policía. La creación del Derecho a la huelga estaba bajo la
condición de que estas debían ser de manera pacífica.
Se debe dejar claro que la violencia se ve tanto en los periodos conservadores (Laureano Gómez)
como en el periodo de los Liberales, un ejemplo es la Violencia en Boyacá a manos de Enrique
Olaya Herrera.
Es evidente que existen unas relaciones de poder con el mando que obtiene el presidente como
primer soldado. En Colombia, no se entiende aún el papel del Ejercito y la Policía, pues en muchos
de los casos tienden a confundirse, un ejemplo claro es que la policía debió ser el encargado de
controlar y suprimir a las guerrillas, no el ejército pues es un conflicto interno, no externo, la
guerrilla interna le exige al país, no es una guerra que atente con la soberanía territorial a menos
que se evidencien problemas en la frontera.
El papel de la policía se ve sesgado ¿Dónde se está asegurando la paz y la justicia social? ¿Dónde
está la seguridad ciudadana? ¿Seguridad para que tipo de ciudadano? ¿Buscar el orden público es
reprimir y exterminar? Algunos integrantes de la policía nacional si buscan garantizar el orden
público, social y nacional para asegurar la paz y la justicia, pero sabemos que esta institución posee
grandes problemas de abuso del poder y corrupción, como muchas instituciones en nuestra
republiqueta. Posteriormente, el autor deja en evidencia el papel que ha tenido la policía desde la
hegemonía conservadora hasta nuestro periodo más actual el uribismo.
Luego pasamos al capítulo VI, el autor nos dice que los tiempos de violencia no solo son causados
por el partido conservador (son los más evidentes) pero el partido liberal también posee un tiempo
de violencia; que lleva por nombre la pequeña violencia (1930-1931) donde el presidente a cargo
es el liberal Enrique Olaya Herrera (el mismo que se entenderá como el causante de esta pequeña
oleada de violencia) se ve enfrentado a una disputa de interés electorales, donde mantener el orden
público y la no sublevación del pueblo se le complica. Pues tras el fin de la hegemonía
conservadora la República liberal llega con el objetivo de establecer reformas constitucionales e
institucionales. La violencia se da en Boyacá, Santander y Norte de Santander con la excusa de que
es necesario controlar tales zonas, los momentos que se vivieron desde diciembre de 1930
empeoraron en 1931 tras las elecciones de asambleas departamentales y el congreso, esta violencia
tiene matices de guerra civil; los civiles, las organizaciones de seguridad y las organizaciones
judiciales se ven envueltas es este conflicto, existieron entonces ataques dispersos que garantizaban
la impunidad de los directores políticos, curas y policías, más de 2600 personas muertas y bastantes
episodios de palomeo; una violencia considerada vertical, con acciones verticales es decir acciones
desde las esferas estatales que privatizan la seguridad, se crean políticas de seguridad y agencias
de seguridad, centradas en la idea de reservar el orden social (no existente). Coexiste una clara la
politización de la policía en este periodo de pequeña violencia, puesto que en aquel entonces los
policías adquirían nuevas características generadas por las ideas políticas del partido político
influyente de la localidad.
Un periodo donde se maximiza la represión y la violencia por parte del estado, pero en la actualidad
un hito olvidado y al parecer no resuelto pues es de los terrenos liberales. Lo que fue capaz de dar
cese al fuego fue el cansancio y desgaste de los actores inmersos más no la retirada o la eliminación
de algún bando. En conclusión el tema del capítulo VI se centra en la confluencia del limitado
orden del estado, el cambio de las estructuras políticas y la politización de la policía, además
demuestra que violencias como está, se generan por el cambio de las estructuras políticas y el
sistema político.
Las relaciones de poder no son tan espontaneas, son decisiones tomadas desde una reunión de los
partidos más representativos o al menos en nuestro país lo ha sido así desde el nacimiento de la
República de Colombia, y si se quiere desde mucho antes.

El Capítulo VII que habla sobre derechos de la comunidad sobre de la tierra; nos demuestra que en
Colombia los procesos sobre la tierra son y han sido traumáticos, ha existido mecanismos desde la
visión conservadora, como desde la visión liberal entorno a los procesos sobre la tierra, aun así la
tierra sigue siendo un tema que deja en evidencia el deterioro de nuestro país y el analfabetismo a
la hora de pensarse una reforma agraria.
En la hegemonía conservadora la tierra estaba a manos de los terratenientes (no es que ahora no lo
este, solo que ahora es menos evidente) un grupo reducido de personas con un gran poder político
pues poseían la riqueza; eran capaces de financiar, patrocinar, y dirigir partidos políticos,
compraban votos y auspiciaban masacres. Estos sujetos poseían un papel clave en las campañas
electorales y eran capaces de guardar armas y personas, tenían terrenos tan bastos que eran
incapaces de volver toda su tierra productiva. Con Alfonso López Pumarejo un liberal, se buscaron
mecanismo para ampliación de una reforma agraria y restitución de tierras (Ley 200 del 36), aun
así después de reformas liberales agrarias en Colombia sigue existiendo una anomalía dentro de la
anomalía, donde no se entiende el derecho a la tierra para los campesinos y tampoco la labor de las
agencias de seguridad frente a la misma.
En Colombia, los ciclos exterminadores están relacionados con la propiedad agraria, es decir,
además de ser una violencia entre partidos, es una violencia de despojos de la tierra, aunque esto
es externalidad negativa, le permite a la violencia la expansión y una impunidad, pues la restitución
de tierras no ha sido posible. Existen diversas formas de obtener la tierra, mencionare dos: procesos
políticos y violencia. La conclusión del capítulo VII, que coexiste una democracia engendrada en
la corrupción y la expropiación masiva de tierras como resultado de la misma.
El autor en el capítulo VIII intenta demostrar que las elites vulnerables hicieron parte del
paramilitarismo, entendiendo por “elites vulnerables” grupos paramilitares asociados con la
ganadería, estos grupos sienten vulnerables ya que la economía para ellos es ineficiente y las
riquezas básicas no se ven por culpa de grupos guerrilleros, es por esto que se dice que la gran
ganadería extensiva Colombiana es frágil. Las primeras Autodefenzas aparecen en puerto Boyacá
en 1980, las FARC obligaban a los campesinos a pagar un impuesto, con el tiempo estos
campesinos se cansaron, tomaron armas y se enfrentaron a los grupos guerrilleros. Este hecho se
suma con otro, el nacimiento del “MAS” (Muerte a secuestrados) creado por grandes capos de la
droga para enfrentarse a los grupos guerrilleros, una célula inicial del MAS del Magdalena Medio
mostro la nueva cara de la ganadería, la “narcoganaderia” extendiendo el carácter violento del
paramilitarismo y siendo hito en la guerra contrainsurgente en Colombia.
Las elites vulnerables tuvieron un papel fundamental en la represión exterminadora. Su actuación
sucinto respuestas por parte de los cuerpos de seguridad del Estado. Asesinatos como el Bloque
Calima y los Tangueros, provocaron unos desplazamientos forzados de manera masiva en la mitad
de los años 80.
Toda su exterminación, represión y respuesta de estas elites vulnerables, se debe a sus redes de
acceso, su influencia en el sistema político y su capacidad de mayor regulación que remplaza como
se verá en los capítulos siguientes al Estado. En conclusión la gran ganadería tiene una tradición
violenta y promueve la privatización de la seguridad mediante grupos paramilitares.

En el Capitulo IX, el autor nos dice que existe un “enigma dentro del enigma” muestra la
incapacidad civilizatoria del centrismo de la democracia colombiana, deja de manera visible la
intolerancia endémica del sistema político. El autor siguiere, que el origen de las violencias incluso
las represivas, son por culpa de la intolerancia y que existe una relación directamente proporcional
entre el grado de polarización dentro de los principales partidos y la violencia, donde los bajos
niveles de polarización y los altos de centrismo constituyen una garantía de estabilidad al sistema
político y social. En Colombia ha existido una debilidad del centrismo, pero de 1958 a 1998 se
halló un inusual pensamiento entre los votantes Colombianos, los electores cansados de las
violencias generadas por esta incapacidad de tolerar a los partidos opositores generaron electores
centristas.
Aunque antes de esta corriente de electores centristas, hubo periodos donde se valoraba más a un
candidato dispuesto a conciliar con el partido opositor, que al candidato con ideas de exterminio
como es el caso de Laureano Gómez un personaje que sentía gran pasión por el franquismo español,
Mariano Ospina fue elegido no por un pensamiento conservadurista de eliminación, sino por su
promesa de trabajar de la mano con el partido liberal.
Muchos historiadores no entienden por qué existió un periodo tan extenso de electores centrista,
en un periodo que es considerado como el tercer ciclo exterminador de la guerra contrainsurgente,
es curioso pensar que lo único que fue capaz de reducir los niveles de violencia en esta época fue
la llegada de un personaje de extrema derecha conocido como Álvaro Uribe Vélez que con su idea
de eliminar a los grupos contrainsurgentes y legalizar el paramilitarismo, logro algo que hasta ahora
es curioso para el autor y es reducir tiempos violentos, a través de más tiempos violentos.
La idea central del capítulo; es mostrar la caja negra del centrismo en Colombia y como el
centrismo se contamina de ideas exterminadoras; por ejemplo, los paramilitares se hacen llamar
centristas, dicen tener ideas centristas y no apoyar a ninguna elite partidista, pero para nadie es un
secreto que estos grupos son avalados por elites con influencia en los partidos políticos.
Colombia siempre le brindado un camino a los violentos, para que causen asesinatos, masacres y
el centrismo no genera estabilidad en un país donde le falta civilismo a sus partidos tradicionales.
El autor en los capítulo X y XI que se titula “el centrismo y la represión homicida en Colombia:
las convivir, los paramilitares y el sistema político. Muestra de manera breve el nacimiento de las
convivir. Primero tenemos el frente nacional y la nacionalización de la policía, en esta época, se
establece una doctrina de seguridad que da origen a la conformación de las autodefensas civiles
donde existen grupos legales e ilegales; el primero deja ver la justicia privada, las funciones
preventivas y la movilización de la polarización en clave antisubversiva y el segundo son grupos
paramilitares que se vuelven ilegales en 1990 y se relegan en 1994 a petición de grupos ganaderos
y bananeros principalmente.
Ya entendiendo esto; LAS CONVIVIR nacen por consecuencia de esa petición, como cooperativas
de seguridad con objetivo poseer servicios especiales, las convivir facilitaron la combinación de:
actores legales (elites políticas) y seguridad privada (autodefensas). Estas cooperativas estaban
enfocadas en la paz y en el campo, creadas en el Gobierno de Gaviria y llevadas a la práctica en el
gobierno de Samper y Pastrana, curiosamente estos 3 presidentes buscaron diálogos de paz con las
guerrillas.
Es hora de hablar de la legalización de las AUC (Autodefensas unidas de Colombia) una
legalización gracias a la Federación Nacional de Ganaderos FEDEGAN, estos defendieron a las
Autodefensas y las vincularon con la protección del campo, la “naturaleza” de los actores militares.
Sabemos que en 1960 el desarrollo de la industria Bananera fue un imán para la guerrilla, sería
entonces una razón por la cual las AUC nacen con apoyo de la industria bananera, donde Carlos
Castaños puso a Pedro Bonito a coordinar a los bananeros y ganaderos, y estableciendo así una
limpieza social, que trajo consigo externalidades negativas como desplazamientos y masacres.
“Colombia, una Democracia con represión” esto nos dice el último capítulo, que se expone la
conclusión del libro.
“El Estado responde cuando más violenta es la amenaza” son 100 años de exterminio, donde se
refleja la intolerancia y la violencia de la mano de grupos paramilitares. Somos una Colombia
antidemocrática y violenta, que ataca a la población civil, la desangra, la sofoca…Colombia, el
país de las anomalías, donde la población civil siempre es la más afectada.
La represión con automatismo; la represión Estatal, es el pan de cada día, El Estado en nuestro
país no es benévolo, es un agente para la represión que contrata a los que se encargaran de
exterminar.
En conclusión, este extraordinario libro explica una de las grandes paradojas colombianas: como se
puede ser a una de las democracias más antiguas del continente, y también la más violenta de
Latinoamérica. El autor hace un riguroso análisis conceptual, metodológico e histórico para explicar el
porqué de violencia política y democracia formal. El autor solo quiere que entiendan que l a violencia
colombiana y sus horrores, fueron estructurando la democracia y es por eso mismo que esta
democracia posee partes de represión, y corrupción.

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