1.- PRINCIPIO DE IGUALDAD ANTE LA LEY.- La organización social antigua y medieval reconocía castas, hombres libres, esclavos, etc. Esto determinaba jurídica y políticamente una desigualdad entre las personas. En este contexto de desigualdad, la Revolución Francesa instaura el Principio de Igualdad; esta figura jurídica posteriormente es incorporada a la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” y asimismo, a las Constituciones de muchos Estados. De esta manera se determinan dos aspectos: - Todos están sometidos a las mismas leyes penales, a todos se aplican las mismas penas. - Todos son objeto de idéntica protección penal. Sin embargo, lo dicho y normatividad precitada, la propia Constitución establece situaciones especiales doctrinalmente consideradas como excepciones al principio de igualdad, en las que determinadas personas reciben un tratamiento diferenciado por parte de la Ley penal, en función del cargo que ocupan; es decir, éstas situaciones corresponden a la Inviolabilidad, la Inmunidad y Forma Procesal. a.- La Inviolabilidad: Afecta a la acción, porque la persona tiene una prerrogativa penal, es irresponsable penalmente tanto en el orden político como en delitos comunes. b.- La Inmunidad: Están dirigidos a los parlamentarios y otras autoridades que gozan de la misma; es funcional, son como obstáculos procesales que conllevan requisitos especiales para demandar o enjuiciar a la persona inmune. Por esta razón son inviolables por sus opiniones en el ejercicio de sus funciones; se les garantiza el libre ejercicio de su representación. 2.- RESPONSABILIDAD DE OTRAS AUTORIDADES Defensor del Pueblo, Magistrados del TSJ, TCP, Ministros, Representantes nacionales y/o Legisladores y Diplomáticos. CPE Art. 151.I y II; art. 152; Defensor del Pueblo art. 219.II. Los magistrados del TSJ, art. 183.II CPE Ministros art. 175.II CPE (responsabilidad política y penal. Se benefician de una prerrogativa procesal en su juzgamiento. Magistrados del TCP art. 159 num. 11 CPE juicio de responsabilidades, concordante art. 160 num. 6 CPE. Diplomáticos: art. 136 CP, es decir, el diplomático REPRESENTA al Jefe de Estado de su país, por tanto no puede ser sometido a Ley extranjera; incluso se extiende a su familia y otros servidores y sus pertenencias. (valijas, archivos y todo objeto); arrastra la extraterritorialidad o sea la Ley de su País le persigue.