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El lenguaje teatral

El lenguaje teatral está conformado por lo verbal, lo no verbal y lo paraverbal teniendo


como recurso la acotación. Veamos algunas nociones en relación a estos conceptos,
aplicadas al género dramático.

LENGUAJE VERBAL

Este tipo de lenguaje se refiere a la emisión de palabras de manera oral. Por lo tanto, no
se detiene en la forma en que se plantea, o sea, el cómo se dice, sino que está enfocado
en el contenido, en lo que se dice.

En el caso del género dramático, la dimensión de lo verbal se relaciona con el intercambio


oral que se da entre los personajes de la obra teatral. Por ello, se vincula con la historia
que se quiere contar y con la trama que se escenifica.

LENGUAJE NO VERBAL

El lenguaje no verbal es el que a pesar de acompañar a la emisión oral, puede realizarse de


manera independiente a este. En este caso existen dos tipos de lenguaje no verbal que
inciden en el lenguaje teatral.

Kinésica

Corresponde a la expresión corporal de la comunicación, la que puede darse mediante


tres maneras:
1. Gestos: Se refiere principalmente a los movimientos corporales realizados con las
manos, brazos y cabeza. Por ello, encontramos a modo de ejemplo las expresiones de la
cara (sonrisa, pena, asombro, etc.), alzar o bajar manos y brazos, entre otros. Los gestos
son fundamentales en el lenguaje teatral en tanto expresan cómo el personaje debe
manifestar las diferentes emociones o cómo debe reaccionar en relación a los diversos
acontecimientos que van sucediendo en la historia. Por ejemplo, en Romeo y Julieta, la
enamorada de la historia al no poder concretar su amor con Romeo, expresa facialmente
su agobio.
2. Postura corporal: En este caso, el énfasis está en el movimiento del cuerpo y en las
posiciones que éste toma según lo que se esté diciendo. Por ejemplo, si un personaje está
pidiendo a otro un favor muy difícil de cumplir, es probable que se arrodille o si se
encuentra sentado y se acerca alguien de mayor jerarquía, debería levantarse.

3. La mirada: Si bien forma parte de la expresión facial, se estudia de manera separada


por la importancia que tiene en la percepción del mundo psicológico del personaje. Esto
puede explicarse a través del refrán “una imagen vale más que mil palabras”, en tanto los
ojos pueden ser muy expresivos, situación que también podemos advertir en el género
dramático en la interacción entre los personajes.

Proxémica

Corresponde al uso del espacio en la comunicación. En este sentido, forman parte de ella
las distancias entre los interlocutores y la disposición que se realiza del espacio. Por
ejemplo, tú no mantienes la misma distancia cuando hablas con un amigo o cuando lo
haces con un profesor, esto debido a que son contextos de interacción diferentes. Lo
mismo sucede en el género dramático, en tanto las distancias entre los personajes y su
movimiento en el espacio, dependen del tipo de relación que exista entre ellos.

LENGUAJE PARAVERBAL.

En este caso, nos referimos a aspectos no lingüísticos del comportamiento verbal durante
la interacción comunicativa. Si lo piensas, cuando dos personas dialogan su intención no
está determinada sólo por el mensaje, sino que también por la forma en la que se
pronuncian las palabras, atendiendo a dos temas. Por un lado, a las cualidades de la voz,
aquí debes pensar en el control del volumen, del ritmo y del énfasis que se puede dar a las
palabras. Por otro lado, están los caracterizadores vocales que son las manifestaciones
que acompañan a la enunciación verbal, como la risa, el llanto, el bostezo, el ronquido,
entre otros.

La presencia del lenguaje paraverbal en el ámbito de lo teatral en importante, porque el


auditorio debe escuchar claramente las frases y para eso, el personaje debe adecuar su
voz de manera apropiada, especialmente el volumen.
La acotación.

Tras revisar la influencia del lenguaje verbal, no verbal y para verbal, podemos
adentrarnos en la explicación del recurso acotacional. Ya sabemos que el lenguaje verbal
se expresa al momento de la enunciación y de la interacción entre los personajes, no
obstante ¿cómo saben los actores qué cara deben poner al hablar o cómo deben moverse
en el espacio? Para estos efectos, existen las acotaciones, que son las instrucciones e
indicaciones que se escriben entre paréntesis en el guion para ayudar a la realización
teatral. Veamos un ejemplo:

(Se acerca al señor Martin sin apresurarse. Se abrazan sin expresión. El reloj suena una
vez, muy fuertemente. El sonido del reloj debe ser tan fuerte que sobresalte a los
espectadores. Los esposos Martin no lo oyen) ¡Donald, eres tú! (Eugenio Ionesco)
De esta manera, la acotación señala los movimientos que deben realizar los personajes,
los sonidos que deben acompañar al momento de comunicación e incluso pueden
extenderse a los efectos que se buscan en la audiencia.

Así podemos ver la importancia de las tres dimensiones en el lenguaje teatral y la


acotación como la realización de lo no verbal y paraverbal.
El guión teatral

El guión teatral u obra dramática es una tarea a la que habitualmente nos vemos
enfrentados cuando estamos estudiando el contenido, denominado: El teatro; y si bien,
hemos leído obras de este tipo o participado en la actuación de alguna de ellas; siempre
es una tarea difícil, el plantearse su redacción. Te entregaremos, a continuación, los pasos
necesarios para cumplir con esta misión.

Una obra dramática posee:

1. Personajes; clasificados en protagonista, secundarios, y antagónicos.

2. Siempre debe haber un conflicto dramático.

3. La obra debe desarrollarse en un ambiente o espacio físico.

4. Las obras dramáticas poseen tres divisiones: acto, cuadro y escena.

5. Puedes agregar acotaciones.

6. Tu obra debe ambientarse en un tiempo de la historia y en un tiempo de la fábula. Esto


significa, debes pensar: ¿En qué siglo o etapa histórica se producirá tu obra? y; ¿En
cuántos días, meses o años sucederá la acción dramática?

7. Toda obra dramática debe tener:

 Presentación del conflicto y de los personajes más importantes.


 Un desarrollo del conflicto
 Un desenlace que incluya un clímax y un final.
Pasos para redactar un guion teatral

Ahora que ya recordaste los elementos esenciales que requieres conocer para redactar tu
guion teatral, es momento de conocer los pasos requeridos para organizar y redactar tu
escrito.

1. Planifica la historia que deseas contar

Para ello debes pensar y decidir sobre los siguientes puntos:

 ¿De qué va a tratar mi obra dramática?


 ¿Quiénes serán los personajes? (Clasifícalos en principales, secundarios y
antagónicos)
 ¿Cuál será el o los ambientes físicos en que desarrollará la obra?
 ¿En qué época histórica se desenvolverá la obra?
 ¿En cuánto tiempo cronológico se realizará la acción dramática?
 ¿Cuántos actos quieres hacer? (Habitualmente, los dramaturgos, separan sus
historias en tres o en cinco actos)
 ¿Cómo será la escenografía? (Esto te servirá para poder describir cada cuadro de
tu obra)

2. Redacta el guion teatral

Una vez recabada la información del paso anterior, procede a redactar tu obra. Para ello,
aplica el siguiente orden:

Escribe en el centro de la hoja, el título de tu obra.

Este título debe reflejar el conflicto de la misma y a la vez, ser llamativo, es decir, invitar al
público a leer tu texto.

Nombres de los personajes

Escribe debajo del título, apegado al margen derecho de la hoja; un listado con los
nombres de los personajes. Puedes escribirlos clasificándolos según su importancia o
especificando el rol que cumplen en la obra. Ejemplo: Juan: Guardia de palacio.

El acto

 Escribe, luego, el siguiente título: Acto 1. Hazlo centrado en la hoja.


 Debajo de este título, realiza una descripción breve acerca de qué se tratará ese
acto.
 Repite estas indicaciones, cada vez que cambies de acto.

El cuadro

Escribe, de forma centrada, el siguiente título: Cuadro 1 y; debajo de él, procede a


describir, cómo será ese ambiente o escenografía. Repite la acción, cada vez que lo
cambies.

La escena

Escribe en el margen derecho de la hoja, el siguiente título: Escena 1. Repite esta acción
cada vez que se presente una nueva escena; es decir, con cada salida o entrada de un
personaje.

Diálogo de los personajes

Debajo del título: escena 1; debes escribir el nombre del personaje que va a expresar una
idea; luego, dos puntos y; si es necesario, una acotación, entre paréntesis. Esto debes
realizarlo a lo largo de todo el guión.

3. Revisión de la obra dramática

Lee tu escrito y corrige tus posibles errores de redacción y ortografía literal, puntual y
acentual. Puedes pedirle a otra persona que la lea y te dé su impresión al respecto.
Tipos de personajes del género
dramático
Conoce los tipos de personajes desarrollados a lo largo de la historia del género
dramático y las características que te permitirán identificarlos.

A continuación te invitamos a conocer los distintos tipos de personajes propios del género
dramático. En el teatro, al ser un género centrado en las acciones y los diálogos, los
personajes cumplen un rol fundamental, en tanto son los que representan las ideas,
sentimientos y hechos que tienen lugar en la obra. Por esta razón, las características que
nos permiten reconocer los distintos tipos de personajes tienen directa relación con el
curso de la acción dramática, el conflicto y su desenlace. Descubre los cinco tipos de
personajes propios del género dramático que te permitirán disfrutar y comprender mejor
las piezas teatrales.

Índice

 1 Personajes principales
 2 Personajes secundarios
 3 Personajes incidentales o episódicos
 4 Personajes alegóricos
 5 Personaje colectivo

Personajes principales

Los personajes principales son el núcleo de la acción dramática, es decir, sin su


participación no habría conflicto, el cual es el motor que pone en funcionamiento los
diálogos, actos y relaciones entre los personajes. Dentro de este tipo debes considerar
tanto a los protagonistas como a los antagonistas, puesto que uno no puede existir sin el
otro, en otras palabras, sin antagonista nada ni nadie podría oponerse a los objetivos del
protagonista. Por ejemplo, en la obra teatral clásica “Romeo y Julieta”, ambos jóvenes son
los protagonistas y sus respectivos padres, cuyas familias se odian desde tiempos remotos,
son los antagonistas en tanto representan un obstáculo a la unión de los amantes. Si no
conoces la obra, te invitamos leerla o revisar alguna de las diversas versiones
cinematográficas.

Personajes secundarios
Los personajes secundarios se llaman así por tener una relación menos directa en el
desarrollo del conflicto, es decir, si bien no son esenciales -se podría prescindir de ellos y
el conflicto seguiría existiendo- participan en el desarrollo de la acción ayudando a los
objetivos del protagonista, apoyando a los obstáculos que pone el antagonista
o aportando información relevante sobre el ambiente social y humano en el que la obra se
desarrolla (valores, ideas y sentimientos que se representan en la obra). Por ejemplo, en la
misma obra “Romeo y Julieta” encontramos a la nodriza de Julieta, quien la encubre y
ayuda para que pueda reunirse con su amado.

Personajes incidentales o episódicos

Como su nombre lo indica, estos personajes participan en episodios específicos,


generalmente no aparecen más de dos veces y pueden perfectamente desaparecer de la
acción sin que ello implique la alteración del conflicto entre el protagonista y su
antagonista. En ocasiones, estos personajes pueden aparecer como un accesorio o un
anécdota dentro de la historia que permite disminuir momentos tensos, también
conocidos como clímax y así permitir que el espectador se relaje y distienda.

Personajes alegóricos

La alegoría es una figura retórica que representa a través de un personaje una idea o
entidad abstracta. De este modo, un personaje alegórico es aquel que con su participación
no pretende representar a un tipo humano, sino darle cuerpo e imagen a aquello que no
lo tiene. Un ejemplo de este tipo de personaje es cuando en alguna obra, relatos
populares e incluso en ciertas películas, se representa a la muerte como una persona con
un manto negro y una guadaña.

Personaje colectivo

Es muy común en las obras de teatro la aparición de ciertos personajes que si bien son
individuos, su principal función es representar a un grupo humano cuyas características
generales el personaje colectivo encarnaría. Por ejemplo, un personaje anónimo puede en
una obra encarnar a todo su pueblo mostrando sus costumbres, formas de hablar, oficios,
prácticas culturales, creencias, etc. En la obra “Gas” de Georg Kaiser, podrás encontrar un
ejemplo de este tipo de personajes.

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