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Los judíos eran los súbditos más incómodos de todo el Imperio Romano.
“Incluso cuando estaban en paz con nosotros, la práctica de sus ritos
sagrados estaba en contra de la gloria de nuestro Imperio y de nuestras
costumbres”, decía de ellos un ciudadano romano ejemplar como fue Cicerón.
Palestina estaba dentro de la órbita grecolatina desde que Alejandro Magno
conquistara Asia en el siglo IV antes de Cristo; allí se hablaba o sobre todo
se escribía –contratos, testamentos, documentos oficiales- en griego, que era
la lingua franca del Imperio, y muchos judíos se vestían, vivían y llevaban
nombres como los griegos o los romanos. Sin embargo, la amplia y sólida
reserva de fundamentalismo religioso, costumbres tradicionales y
exclusivismo nacional resultaba indestructible. De hecho, ha llegado hasta
nuestros días.
La rebelión.
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Para Nerón la rebelión de los judíos era como un grano molesto pero al que
no podía dedicar atención en un momento que consideraba el más importante
de su vida. El emperador se había ido a Grecia a cumplir su gran ilusión,
participar en los Juegos Olímpicos, en los certámenes de poesía y en las
carreras de carros, que por supuesto ganó. Llamó a un veterano general,
Vespasiano, al que apodaban el Mulero, ya viejo y obscuro, aunque con fama
de eficaz, y le confió cuatro legiones para que restableciese la autoridad de
Roma.
El asalto.
Zelote
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Para el movimiento antiaristocrático surgido en la Tesalónica medieval, véase zelotes de
Tesalónica.
Detalle del mosaico de la cúpula del Baptisterio Neoniano en Rávena, Italia, que muestra al apóstol
"Judas Zelote", actualmente llamado Judas Tadeo
1Etimología
2Jesús y los zelotes
3Los zelotes en los evangelios
4Referencias
5Enlaces externos
Etimología[editar]
El término "zelota", en hebreo kanai (קנאי, frecuentemente usado en su forma plural,
קנאיםkana'im), significa alguien que cela por Yahvé. El término deriva del griego ζηλωτής
(zelotes), "emulador, celoso, admirador o seguidor".1234
Referencias[editar]
1. ↑ Zealot, Online Etymology Dictionary
2. ↑ Zelotes, Henry George Liddell, Robert Scott, "A Greek-English Lexicon", at Perseus
3. ↑ Números
4. ↑ 1Reyes 19:10
5. ↑ Brandon, S.G.F. The Fall of Jerusalem and the Christian Church. Londres, 1957.
6. ↑ Simon, M (1962). Las sectas judías en el tiempo de Jesús, del original de 1960 Les sectes
juives au temps de Jésus, Presses Universitaires de France. en Buenos Aires, Eudeba,
traducción Ricardo Anaya.
Sitio de Jerusalén
Fecha Marzo-septiembre de 70
Coordenadas
31°46′41″N 35°14′09″ECoordenadas:
31°46′41″N 35°14′09″E (mapa)
Beligerantes
Imperio romano Judíos de Judea
· Saduceos
· Zelotes
· Idumeos
Comandantes
Tito Flavio Sabino Vespasiano Simon Bar Giora (P.D.G.)1
Juan de Giscala (P.D.G.)
Eleazar ben Simón†
Fuerzas en combate
4 legiones:2 Total: 23.000-27.00045
· Legio V Macedonica · 10.000 saduceos
· Legio XII Fulminata · 8.400 zelotes
· Legio XV Apollinaris · 5.000 idumeos
· Legio X Fretensis
Total: 61.000-73.0003
16.000-18.000 legionarios
5.000 de vexillationes de Siria y
Egipto
25.000-30.000 auxiliares
15.000-20.000 de reyes aliados
Bajas
Desconocidas, 6.000 desertores 600.000 civiles muertos,
ejecutados5 esclavizados o exiliados5
1Preludio
2Asedio
3Destrucción de Jerusalén
4Percepciones teológicas
5En el arte
6Véase también
7Referencias
o 7.1Bibliografía
8Enlaces externos
Preludio[editar]
Artículo principal: Primera guerra judeo-romana
Desde la captura de Jerusalén por Cneo Pompeyo Magno en el año 63 a. C., los romanos
ocuparon Judea y la gobernaron, algunas veces, por intermedio de príncipes locales que
pusieron en el lugar, tales como Herodes I el Grandeo Herodes Agripa I, algunas veces
directamente por procuradores que eran a menudo corruptos y que suscitaban hostilidad en
los judíos y recibían apoyo de la importante población helenizada. Según Flavio Josefo, las
causas inmediatas de la revuelta, en 66, fueron un sacrificio pagano ante la entrada de
la sinagoga de Cesarea Marítima, seguido por el desvío de 17 talentos del tesoro del Templo
de Jerusalén, por el procurador Gessius Florus.6 El acto decisivo que significó la ruptura con
Roma fue la decisión de Eleazar ben Hanania, encargado del cuidado del Templo, de no
aceptar más el sacrificio cotidiano para el emperador.7
La revuelta, de la cual Ernest Renan escribe que constituye «un acceso de fiebre que no se
puede comparar con lo que aconteció en Francia durante la Revolución y en París en 1871»,8
tuvo en inicio algún éxito. El asesinato del emperador Nerón en 68 llevó a Vespasiano a
lanzarse a la lucha por la dignidad imperial; sin embargo, interrumpió la guerra contra los
judíos para ser coronado en Alejandría. Los combates tuvieron entonces un período de calma
que los judíos no aprovecharon para organizarse.
Con el ascenso al Imperio asegurado, Vespasiano partió hacia Roma y dejó el comando de las
legiones de Judea a su hijo Tito, quien abandonó Cesarea poco tiempo antes del Pésaj de 70,
para asediar Jerusalén en busca de dar inicio, según Dion Casio, a las negociaciones.9
Asedio[editar]
Mapa de Jerusalén en 70; el Templo está en amarillo.
A pesar de que durante la primera guerra judeo-romana, los zelotes tuvieron éxitos iniciales en
repeler los asedios romanos y expulsar a gran número de legionarios fuera de Judea; pero, a
falta de un buen liderazgo, empezaron a pelear entre ellos. Además, aunque eran hábiles en
tácticas de guerrillas y emboscadas contra las legiones romanas, carecieron de disciplina,
formación y preparación para las batallas.
Al empezar el año 70, Tito junto con
tres legiones (V Macedonica, XII Fulminata y XV Apollinaris) rodearon la ciudad por el lado
occidental y una cuarta legión (X Fretensis) hizo lo propio por el Monte de los Olivos en el
este. Logró ejercer gran presión sobre los suministros de alimentos y agua de los habitantes
de la ciudad, al permitir a los peregrinos ingresar en la ciudad para celebrar el Pésajy, luego,
negarles la salida. Después de que varias incursiones judías mataran a algunos soldados
romanos, Tito envió a Flavio Josefo, el historiador judío, a negociar con los defensores; esto
terminó con los judíos hiriendo al negociador con una flecha y otra incursión fue lanzada poco
después. Tito también fue capturado durante este ataque repentino, pero logró escapar.
A mediados de mayo, Tito ordenó destruir la recientemente construida Tercera Muralla con un
ariete, el cual abrió una brecha en ella y en la Segunda Muralla. Luego, giró su atención a
la Fortaleza Antonia, ubicada justo al norte del Monte del Templo. Los romanos fueron
entonces arrastrados a la calle en la lucha contra los zelotes, pero se les ordenó retirarse al
templo para evitar grandes pérdidas. Flavio Josefo fracasó en otro intento de negociar y los
ataques judíos impidieron la construcción de torres de asedio en la Fortaleza Antonia. Los
alimentos, el agua y otras provisiones fueron menguando al interior de Jerusalén, pero se
consiguió introducir a hurtadillas dichos suministros en la ciudad, burlando a las fuerzas
romanas en el proceso. Para poner fin a esta situación, se emitieron órdenes para construir un
nuevo muro y también se reinició la construcción de la torre de asedio.
Catapulta, por Edward Poynter (1868). El ejército romano debió de usar durante el sitio armas de este
tipo.
Después de varios intentos fallidos de penetrar o escalar las murallas de la Fortaleza Antonia,
los romanos lanzaron finalmente un ataque secreto, con el que sorprendieron a los guardias
zelotes durmiendo y lograron conquistar la fortaleza. Este era el segundo mayor edificio del
perímetro defensivo de la ciudad, después del Monte del Templo, y constituía un excelente
punto de partida para asaltar el propio Templo. Los arietes no tuvieron gran éxito, pero en la
lucha las paredes se incendiaron cuando un soldado romano lanzó un tizón a una de ellas.
Destruir el Templo no estaba entre los objetivos de Tito, posiblemente debido a las grandes
ampliaciones llevadas a cabo por Herodes I el Grande unas pocas décadas antes. Lo más
probable es que Tito hubiese querido apoderar de él y transformarlo en un templo dedicado
al culto imperial y al panteón romano. A pesar de que Tito no deseaba la quema del Templo, el
incendio pronto estuvo fuera de control. El edificio quedó destruido en la fecha conocida
como Tisha b'Av, a finales de agosto, y las llamas se propagaron a las zonas residenciales de
la ciudad. Las legiones romanas aplastaron rápidamente a la resistencia judía restante. Parte
de los judíos que se salvaron escaparon por medio de túneles subterráneos escondidos,
mientras que otros se dirigieron a los altos de la ciudad para resistir. Esta defensa detuvo el
avance romano debido a que los atacantes tuvieron que construir torres de asedio para asaltar
a los que aún se defendían. La ciudad estuvo bajo completo control romano para el 7 de
septiembre y los romanos continuaron persiguiendo a los judíos que habían huido de la
ciudad.
Destrucción de Jerusalén[editar]
El asedio y destrucción de Jerusalén, por David Roberts (1850).
Piedras del Muro de las Lamentaciones del Monte del Templo(Jerusalén) tiradas en la calle por
soldados romanos, 70 d. C.
Josefo afirma que 1.110.000 personas murieron durante el asedio, de los cuales la mayoría
eran judíos. Además, 97.000 fueron capturados y esclavizados, incluidos Simón Bar
Giora y Juan de Giscala. Muchos huyeron a las zonas de todo el Mediterráneo. Tito se negó a
aceptar una corona de la victoria decretada por el Senado de Roma, ya que "no hay mérito en
derrotar un pueblo abandonado por su propio Dios".
Percepciones teológicas[editar]
Los teólogos judíos Amoraim atribuyeron la destrucción del Templo y de Jerusalén como un
castigo de Dios por el "fundamento del odio" que invadió la sociedad judía en la época.
En la teología cristiana, según una perspectiva teológica del individuo, este acto de la historia
se ve como un completo cumplimiento de muchas profecías de que habla
el Evangelio de Jesucristo. Este modo de pensamiento conocido como Preterismo, considera
al Sitio de Jerusalén como cumplimiento de una profecía específica de Cristo respecto a la
destrucción del Templo, pero no trata con el fin de la edad, conocido como Premilenarismo.
Estos dos puntos de vista teológico, Preterismo y Premilenarismo, son diametralmente
opuestos, aunque ambos toman su significado de la misma serie de pasajes que se
encuentran en la Biblia.
En el arte[editar]
La guerra en Judea, en particular, el asedio y la destrucción de Jerusalén, han inspirado a
escritores y artistas a través de los siglos. El altorrelieve en el Arco de Tito ha sido influyente
en el establecimiento de la menorah como el símbolo más espectacular de los saqueos del
Segundo Templo.
Véase también[editar]
Guerras judeo-romanas
Referencias[editar]
1. ↑ Gottheil, Richard; Samuel Krauss. «Bar Giora, Simon». Jewish Encyclopedia (en inglés).
2. ↑ Henty, George A. (2010) [1887]. For the Temple: A Tale of the Fall of Jerusalem. Tucson:
Fireship Press, pp. 305. ISBN 978-1-93558-524-4.
3. ↑ Shatzman, Israel (1991). The Armies of the Hasmonaeans and Herod: From Hellenistic to
Roman Frameworks. Mohr Siebeck, pp. 162. ISBN 978-3-16145-617-6.
4. ↑ Smith, William (1868). A Dictionary of the Bible: Comprising Its Antiquities, Biography,
Geography, and Natural History : with Numerous Illustrations and Maps, Engraved Expressly for
this Work. Hartford: S.S. Scranton, pp. 393.
5. ↑ Saltar a:a b c Mommsen, Theodor (2005) [1882-1886]. A History of Rome Under the Emperors.
Routledge, pp. 170. Edición de Barbara Demandt & Alexander Demandt. ISBN 978-1-13462-
479-9.
6. ↑ Josefo, 75, libro II
7. ↑ Vidal-Naquet, 1976, p. 98
8. ↑ Vidal-Naquet, 1976, p. 96
9. ↑ «Histoire romaine, livre 66» (en francés). Consultado el 2 de marzo de 2010.
Bibliografía[editar]
Cawthorne, Nigel. History's Greatest Battles: Masterstrokes of War. pp. 31-37. ISBN 1-84193-
290-6.
Flavio Josefo (75). La guerra de los judíos.
Poznanski, Lucien (1997). La chute du Temple de Jérusalem. París: Complexe, 2.ª
edición. ISBN 2-87027-678-8
Stern, Menahem (2008). Zealots and Sicarii, artículo de la Encyclopedia Judaica, 2.ª
edición en la Jewish Virtual Library
Vidal-Naquet, Pierre (1976). Du bon usage de la trahison, préface à la Guerre des Juifs.
París: Éditions de Minuit. ISBN 2-7073-0135-3
Enlaces externos[editar]
Second Temple and Talmudic Era. The Jewish History Resource Center: Project of the
Dinur Center for Research in Jewish History, The Hebrew University of Jerusalem
The Temple Mount and Fort Antonia
Mapa del asedio de Jerusalem