Sunteți pe pagina 1din 1

El campo laboral y los contextos universitarios

La entrada de la mujer al espacio público en Colombia, específicamente al de una educación


guiada a un ejercicio de la ciudadanía, puede estar ligado con unos intereses que pueden tener
dimensiones mayores que el ingreso a la universidad, el aumento de la participación de la
mujer en los espacios técnicos y científicos. Cabría preguntarse por los intereses económicos
que algunas instituciones tuvieron al darle entrada a la mujer en el sistema educativo
profesional en Colombia, ¿cómo se constituyeron los espacios para la educación y los centros
educativos para la mujer? ¿qué estructura educativa y pedagogías fueron utilizadas para su
educación? ¿quiénes eran las personas escogidas o encargadas de impartir y guiar a las mujeres
en su desarrollo académico y que discursos entraron a ser parte del agenciamiento de la mujer
en el espacio de la educación superior? ¿la profesionalización de la mujer se tradujo en
oportunidades materiales en el mercado laboral? En el ensayo de Luz Gabriela Arango se
dejan estas preguntas sin responder a profundidad, se habla en ocasiones de los discursos que
las primeras mujeres profesionales construyeron a raíz de la independencia económica que
obtuvieron con su estudio universitario. El problema radica en preguntarse cómo fueron los
espacios que encontraron en el mercado laboral al enfrentarse al ejercicio de su profesión.
Muchas mujeres tenían que enfrentarse a la exclusión laboral por parte de sectores que eran
totalmente dominados por hombres que veían su posición de privilegio en peligro; ¿todos los
casos fueron exitosos? no sería posible que las primeras mujeres profesionales en Colombia
tuvieran la necesidad de crear una autorepresentación que les permitiera negociar con los
hombres su entrada al campo laboral.

Es posible que, con el paso del tiempo y el aumento del acceso de la mujer a la educación
superior, algunos campos del conocimiento fueran poco a poco abiertos para su ingreso en
debates que eran considerados como exclusivos para el hombre. Tanto Luz Gabriela Arango
como Cindy Jeanet Caro plantean que existe una división sexual en la educación superior
ligada al tipo de conocimiento que se crea en los campos predilectos por parte de las mujeres
(carreras relacionadas con la lectura y el cuidado) o por las habilidades desarrolladas para
acceder a otros espacios que están ligados con las mal llamadas “ciencias duras”. El análisis de
Cindy Jeanet Caro propone que esto puede deberse a la educación específica que reciben tanto
hombres como mujeres al ser educados de maneras especificas por medio tecnologías de
género que imponen ciertos gustos y necesidades que buscan ser suplidas a una temprana
edad, lo cual desemboca en una menos aptitud o disposición para estudiar ciertas carreras por
parte de las mujeres. Pero ¿qué sucede con las mujeres que ingresan a este tipo de carreras y
se ven enfrentadas a una violencia o silenciamiento por parte de sus pares varones? ¿qué
discursos existen en estos espacios que puedan excluir a las mujeres de los debates? ¿puede
existir cierto temor en la mujer de verse expuesta a un campo que vaya a enfrentarla a un
medio denigrante? En estos campos del conocimiento, ¿cuál es el porcentaje de deserción de
las mujeres que acceden a ellos? ¿qué puede causar está deserción: aptitud, violencia, opciones
de trabajo o invisibilización? ¿Cuál es el papel de los docentes y las docentes en el acceso y la
inserción de la mujer en estas carreras?

S-ar putea să vă placă și