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NUTRICIÓN MINERAL
En un análisis elemental de una planta tipo, un alto porcentaje en peso de la
materia seca se corresponde a C y O (elementos mayoritarios de los compuestos
orgánicos), representando un 45% de C y otro 45% de O. Hay asimismo un 6% de H, y
su contribución es menor debido a su bajo peso atómico: su contribución molar sería
mucho mayor. Así, el 96% del peso de una planta lo forman C, O e H.
La participación del N también es importante, representando un 1.5%. La
proporción de los distintos elementos va siendo cada vez menor: el K supone un 1%,
tratándose de un osmótico que nunca está incorporado a ninguna molécula. El Ca se
encuentra en un 0.5%, estando como catión Ca2+ libre (la menor parte de las ocasiones)
o insolubilizado en forma de pectatos cálcicos. El P se encuentra en un 0.2%, formando
grupos fosfato en el ATP o fosforilando proteínas. El Mg, en un 0.2%, interviene en la
hidrólisis del enlace fosfato. El S, en un 0.1%, interviene como constituyente de
aminoácidos azufrados o grupos sulfónicos de polisacáridos. El Si, en un 0.1%, no está
presente en todas las plantas, pero es abundante en las gramíneas, donde recubre las
células epidérmicas, dándoles una textura áspera.
El Cl se encuentra en un 0.01% como ión cloruro. El Fe se encuentra en un
0.01%. El Mn, en un 0.005%, es un cofactor de reacciones enzimáticas. El Zn, en un
0.002%, es necesario para ciertos enzimas y para la expresión génica. El B está en un
0.002%. El Cu está en un 0.0006%, e interviene en reacciones redox. Finalmente, el
Mo se encuentra en un 0.00001%.
La composición de la planta está en cierta medida influida por la composición
del suelo, sobre todo en elementos minoritarios. Por ejemplo, una planta puede tomar
Au si crece en suelos ricos en este metal.
Es evidente que el C, H, O y N son imprescindibles: forman parte de las
biomoléculas. Son así elementos esenciales para el metabolismo de la planta. En los
elementos en menor proporción es más difícil saber si son o no esenciales: puede estar
en todas las plantas pero, ¿es o no necesarios? Un elemento esencial es aquel necesario
para que la planta pueda completar su ciclo vital.
Para ello, se hace crecer la planta en un medio líquido controlado de
composición conocida. Al añadir o retirar un elemento, se comprueba si la planta es o
no capaz de formar semillas que puedan germinar (esto es, que pueda completar su ciclo
vital). El problema en un principio era sin embargo que los productos para preparar las
disoluciones no eran de la suficiente pureza: no se podía tener la certeza de si un
elemento era o no necesario por ser un posible contaminante en las sales, lo que podría
llevar a engaño en los resultados. Los criterios de esenciabilidad son los siguientes:
1. Un elemento es esencial si la planta no puede completar su ciclo vital
en ausencia del mismo. El problema que plantea es la gran demora que
presenta, por lo que se estableció el siguiente criterio.
2. Un elemento es esencial si forma parte de una molécula o reacción
metabólica esencial para la planta. Por ejemplo, el Fe está en los
fitocromos, necesarios para la planta, por lo que el Fe es un elemento
esencial. Para casos problemáticos se estableció un tercer criterio.
3. Un elemento es esencial si no puede ser reemplazado por otro. Por
ejemplo, el S es esencial por los aminoácidos azufrados, pero puede
ser en parte sustituido por Se.
La fase líquida del suelo, en zonas próximas a la superficie de las partes sólidas,
tiene los cationes retenidos por fuerzas electrostáticas; éstos están menos retenidos
Hay que tener en cuenta además que la raíz se estructura en distintas zonas, cada
una con distinta capacidad de absorción de nutrientes. Así, la toma de nutrientes es baja
en el ápice de la raíz, es máxima en la zona meristemática y disminuye progresivamente
hacia las zonas de elongación y
diferenciación. Se mide asimismo la
capacidad de translocación (de
transporte de nutrientes al resto de la
planta): es nula en el ápice y el
meristemo y comienza con la aparición
de elementos vasculares.
Así, tendrán más importancia las
zonas que estén lo suficientemente
indiferenciadas como para no estar
demasiado impermeabilizadas pero también lo suficientemente diferenciadas como para
tener elementos vasculares.
Para aumentar la efectividad de en la captación de nutrientes, existen simbiosis
micorrizas (con hongos): el contacto del micelio
fúngico con la fase líquida del suelo es muy grande.
Dicho micelio puede penetrar en las raíces,
contactando con el apoplasto. Así, los nutrientes que
pueden captar las hifas se las pasan a las raíces; la
planta, a cambio, proporciona al hongo moléculas
orgánicas.
Las simbiosis de micorrizas son
extremadamente frecuentes en la naturaleza, pero en
plantas cultivadas, debido al suministro de abonos,
estas simbiosis disminuyen de manera importante.
Debido a ello, se reduciría la toma de nutrientes, por lo
que actualmente se tiende a emplear para el cultivo
- Hierro -
El Fe está normalmente asociado a partículas sólidas del suelo, por lo que las
raíces no lo podrían tomar. Hay dos formas de captación de hierro:
- Gramíneas: Las células de la raíz secretan un fitosideróforo (proteína que
forma un complejo con Fe) para formar un complejo con el ión Fe3+ que
volverá a la célula para liberar el Fe3+. Así, el fitosideróforo es una sustancia
quelante, derivada del ácido mugineico, que contiene tres grupos –COOH
que formarán un complejo con el Fe3+, atrapándolo.
- Resto de las plantas superiores: Secretan un agente quelante del Fe, que
forma un complejo con el Fe3+ que será reducido por una reductasa
dependiente de NADH o NADPH en la superficie de la membrana; se libera
así Fe2+, que entrará a la célula mediante canales.
La función del Fe está en complejos con S en reacciones redox (grupos hemo,
sirohemo, etc.). El Fe libre es fácilmente insolubilizado con ácidos orgánicos,
planteando problemas en las plantas.
El almacenamiento de Fe se produce en la fitoferritina: 24 moléculas de
fitoferritina forman un complejo con forma de esfera, en cuyo núcleo central está el Fe3+
(hasta 6000 moléculas) formando óxidos y un complejo con fosfato. En Arabidopsis,
hay cuatro genes que codifican la fitoferritina: uno de ellos se expresa en las semillas;
los otros tres ven aumentada su expresión en situaciones de estrés oxidativo.
- Sodio -
La concentración de sodio externa es mayor que la interna; y se trata de un
tóxico a niveles elevados. Para su homeostasis, influye una bomba de antiporte Na+/H+.
Las bombas de K+, a la vez que permiten la entrada de este catión, también permiten
una pequeña entrada de Na+. El Na+ también puede ser acumulado en la vacuola por
transporte a nivel del tonoplasto.
- Fósforo -
El P puede estar presente en forma mono o dibásica (con una o dos cargas
negativas), que se insolubilizará en contacto con las partículas del suelo: el suelo no los
pierde, pero la raíz no los puede tomar.
Las raíces liberan CO2, que pasará a HCO3-, desplazando al Ca del CaPO4, por lo
que se forma HPO42-, que entrará por simporte con hidrogeniones para compensar las
cargas en una estequiometría 1:3.
Otro mecanismo es mediante la secreción de ácidos orgánicos como el ácido
cítrico. El citrato, con CaPO4, forma una sal con el Ca y deja libre el HPO42-, que
también entrará por simporte con hidrogeniones.
También se puede secretar una fosfatasa ácida, que rompe enlaces fosfato para
liberar HPO42- e incorporarlo por simporte con hidrogeniones.
Las plantas, si tienen disponibilidad de fosfato, lo captan por encima de sus
necesidades para almacenarlo mediante el ácido fítico, que se sintetiza mediante la
siguiente vía:
Glucosa 6- fosfato → Inositol 1- fosfato → → Mioinositol hexafosfato (ácido fítico)
El mioinositol hexafosfato es la forma de acumulación de fosfato, como es el
caso de las semillas.
- Nitrógeno -
El N es necesario para sintetizar aminoácidos, purinas, pirimidinas y otros
compuestos nitrogenados. Puede estar en forma oxidada (como nitrato [NO3-] o nitrito
[NO2-]) o en forma reducida (como el ión amonio [NH4+]). De todas las formas de N
presentes en el suelo, sólo algunas son utilizables por las plantas:
- Nitrato [NO3-], forma oxidada.
- Ión amonio [NH4+], forma reducida.
- Nitrógeno orgánico (aminoácidos, purinas y pirimidinas).
Además, por simbiosis con microorganismos fijadores de N molecular (N2, que
supone el 78% de la atmósfera), podrán utilizar también esta forma de N. El N debe ser
así reducido para su incorporación a las moléculas
orgánicas. En el caso del nitrato, su número de
oxidación es de +V; en el ión amonio, es de -III; y
en el nitrógeno molecular es de 0. Estos
compuestos deben convertirse en N orgánico, de
número de oxidación -III.
Así, el paso de nitrato a N orgánico
implica una transferencia de 8 electrones por
átomo de N; mientras que el paso de N2 a N
orgánico implica una transferencia de 3 electrones
por átomo de N (o 6 electrones por molécula de
N2). La única forma de N que no necesita
reducirse es el ión amonio; sin embargo, los
niveles de este compuesto en el suelo son insuficientes para cubrir las necesidades de N
de una planta, por lo que se deben reducir los otros compuestos. Así, hay en primer
CITOSOL PLASTOS
En la toma de nitrato, si el potencial de la membrana es de -240mV y debido a
que la entrada de nitrato se produce por cotransporte con hidrogeniones, la membrana se
despolariza momentáneamente hasta -206mV a una concentración de nitrato de 250µM.
Si tras la recuperación del potencial de membrana se vuelve a añadir nitrato, pero a una
concentración de 10mM, la despolarización de la
membrana se produce hasta -118mV: se demuestra
de este modo que la toma de nitrato se produce por
un cotransporte con hidrogeniones. En la cinética
de la toma de nitrato se ve el efecto de la
concentración externa de nitrato y su velocidad de
toma (téngase en cuenta las distintas escalas de
ambas gráficas):
- Sistema de alta afinidad (HATS): A un
rango de bajas concentraciones, la
saturación del transportador se produce
a 0.2mM; el sistema de toma de nitrato
tiene una Km de 1-34µM, siendo así un
transportador de alta afinidad.
- Sistema de baja afinidad (LATS): Si se
siguen aumentando las concentraciones
hasta 30mM, se ve un nuevo aumento
en el transporte de nitrato; hay así otro
sistema de captación de nitrato, que es
un transportador de baja afinidad.
Los genes que codifican los transportadores
para el nitrato están codificados en dos familias:
NRT1 y NRT2:
- NRT1: Codifica transportadores de alta
o baja afinidad. Pueden ser de expresión
constitutiva o de expresión inducible
por nitrato. Se expresan principalmente en las raíces.
- NRT2: Codifica únicamente transportadores de alta afinidad. Son de
expresión inducible por nitrato. Tienen una regulación circadiana
Si está fosforilada, se puede unir a la proteína 14-3-3 y al Mg2+ (la unión está
regulada por sales): es entonces una forma inactiva, ya que esta unión es una señal de
degradación de la nitrato reductasa por
la ruta de la ubiquitina. En la Transcripción Actividad
regulación, influye la inhibición de la Glutamina Baja
nitrato reductasa quinasa por ésteres Nitrato (déficit) Baja
fosfato o fotosíntesis; así como su Nitrato (alto nivel) Alta
2+
estimulación por Ca . En condiciones Citoquininas Alta
de estrés se forma AMPc, que Sacarosa Alta
estimula una disociación de la Luz Alta Alta
proteína 14-3-3 del complejo; así Oscuridad Baja Baja
como una fosfatasa que elimina el grupo fosfato de la nitrato reductasa, devolviéndola a
una forma activa y no sensible a la degradación.