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Reciclando en el trabajo

Reciclar puede ser considerado un hábito y como tal debe ser inculcado desde que
somos chicos, empezar una vez ya hemos crecido y tenemos patrones y hábitos establecidos
modificarlos puede resultar complejo, muchas veces aprendemos a reciclar en nuestros
hogares, sin embargo podemos hacerlo en otros lugares que son también comunes para
nosotros como lo son las oficinas y empresas en las que pasamos gran parte de nuestro
tiempo. Debemos adoptar un comportamiento que sea ecológico, no sólo en casa sino
también en la oficina, reciclar en la oficina es una forma más que tenemos para ser
responsables con el planeta tierra. Tener una conciencia ecológica se ha convertido en parte
esencial del comportamiento responsable que se debe tener con el planeta, si por ejemplo en
su lugar de trabajo aún no lo han implementado acá algunos consejos para lograrlo con éxito.
Inicialmente se recomienda tener dos cestas en cada oficina, una para alimentos, sobras y
material no reciclable y la otra para papel, cartón y plástico. En los puntos de impresión se
debe tener papel reciclable y papel limpio. Así mismo mantener desconectados los cargadores
de móviles, ventiladores, computadoras y dispositivos cuando ya hayan cargados. Mantener
apagadas las luces, computadoras y demás equipos cuando no se estén utilizando y cuando se
termine la jornada laboral diariamente. Al lavar los platos y demás implementos de cocina en
la empresa, hay que enjabonar primero todos los utensilios y luego enjuagarlos al mismo
tiempo. De igual manera, desde el área de compras y administrativo ayudamos al comprar las
resmas de papel etiquetadas como reciclable o amigable con el ambiente, las tarjetas de
presentación, propuestas, etc, cotizarlas a los proveedores en material reciclable. En este
sentido también podemos separar los residuos en reciclables, es decir, papel, cartón, plástico
secos, al vidrio y a las latas darles una lavada y dejarlas secar; y los residuos no reciclables es
decir, empaques de alimentos, papel sanitario, residuos de barrido, papel de fax, carbón,
alimentos y sobras. Otra acción a poner en práctica es la de separar los envases de pintura y
plaguicidas, las pilas, lámparas, baterías de celular y chatarra electrónica, hay que hacerlos
llegar a los centros de devolución post-consumo, ubicados en centros comerciales,
supermercados, universidades, centros administrativos y lugares públicos ya que estos
residuos contienen materiales peligrosos y deben ser sometidos a tratamientos para evitar que
contaminen los recursos naturales con los que pueda llegar a tener contacto. Actualmente esta
es muy usada, utilizar la comunicación electrónica, en vez de imprimir en papel. Para ayudar a
nuestro medio ambiente podemos preferir la bicicleta y el transporte público, con esto se evita
las grandes emisiones anuales de CO2 que fomentan el calentamiento global. En nuestros
lugares de trabajo frecuentemente utilizamos diversos instrumentos de escritura como
bolígrafos, marcadores, correctores, portaminas, etc y cuando se terminan o se dañan, no
sabemos qué hacer con ellos, más que botarlos, es aquí donde debemos pensar
ecológicamente y deberíamos lanzarlos a un contenedor de plástico amarillo, pero no hay que
ser mas cuidadosos porque esta compuesto de otros materiales que no van en esa
clasificación. Una buena forma de eliminarlos ecológicamente sería llevarlos a un punto
verde/ecoparque, lo cual sería más correcto que depositarlos a la basura directamente, sin
embargo esta opción no dan garantía de que se vayan a tratar adecuadamente, simplemente
que se separan del resto de residuos y poco más. Nuestro planeta tierra vale la pena, por doble
motivo, vivimos y dependemos de el exclusivamente para subsistir por eso y mucho mas todos
nosotros debemos sumarnos a toda iniciativa de tipo conservacionista y ecológicamente
amiga.

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