Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
de un sistema
la producción y la eficacia de la
distribución de todos los productos
alimenticios y agrícolas, mejorar las
Un sistema alimentario y agrícola más ético debe incluir el interés por tres objetivos
mundiales generalmente aceptados, cada uno de los cuales incorpora nuevas
propuestas normativas: mejora del bienestar, protección del medio ambiente y mejora
de la salud pública.
A pesar de algunas mejoras a lo largo de los últimos decenios, una parte demasiado
grande de la población mundial sufre de mala salud causada por el hambre, la
malnutrición y una alimentación deficiente y por alimentos y aguas nocivos. Son
problemas que reducen la capacidad de las personas a la hora de participar de lleno en
los asuntos cotidianos de su comunidad, en países y el mundo. Además, la
industrialización en gran escala de la agricultura y de la elaboración de alimentos
plantean nuevas amenazas a la salud cuando no son objeto del debido seguimiento y
control. En un sistema alimentario y agrícola ético, las cuestiones del hambre, la
malnutrición, la alimentación y la inocuidad de los alimentos se afrontarían con
dinamismo, de suerte que el mundo alcanzaría rápidamente un punto en que todos
tendrían acceso a una alimentación abundante, nutricionalmente apropiada e inocua.
Para ello se necesitarán i) políticas que ofrezcan incentivos para efectuar cambios de
distribución que reduzcan las desigualdades en el acceso a los alimentos; ii)
investigación científica para conseguir medios más eficaces y seguros de producción,
elaboración y distribución de los alimentos; iii) un desarrollo rural que promueva y
aproveche las fuentes de agua potable y fomente el empleo de prácticas inocuas de
manipulación de los alimentos; y iv) el empleo y la aplicación de garantías suficientes y
normas de inocuidad en la distribución de nuevos productos.
Primeras medidas
Ninguna serie aislada de principios éticos basta para crear un sistema alimentario y
agrícola más ético, dado que precisamente los conflictos y las contradicciones entre
esos mismos principios es lo que se cuestiona. Ahora bien, los particulares, los
Estados, las empresas y las organizaciones de voluntarios de la comunidad
internacional pueden contribuir a la solución de esas cuestiones mediante las
actuaciones siguientes:
.
Fragmento del Preámbulo de la Constitución de la FAO
Los Estados que aceptan esta Constitución, decididos a fomentar el bienestar general,
intensificando, por su parte, la acción individual y colectiva a los fines de:
elevar los niveles de nutrición y vida de los pueblos bajo su respectiva jurisdicción;
mejorar el rendimiento de la producción y la eficacia de la distribución de todos los productos
alimenticios y agrícolas;
mejorar las condiciones de la población rural;
y contribuir así a la expansión de la economía mundial y a liberar del hambre a la humanidad;
Valor de la naturaleza. Cada vez es mayor el consenso en el sentido de que hay que
valorar la propia naturaleza. A medida que aumenta nuestro poder de modificar la
naturaleza, existe también un reconocimiento de la belleza, complejidad e integridad
de la naturaleza y de los límites para la reestructuración humana del mundo natural. El
Convenio sobre la diversidad biológica (1992) no sólo reconoce el valor que debe
atribuirse a cada uno de los organismos, sino también reconoce, como hacen
tantísimas culturas, que la propia naturaleza ha de valorarse por lo que es.
En resumen, estos valores definen en parte quiénes somos y qué debemos hacer y,
aunque las distintas culturas pueden variar en la interpretación que de ellos hacen,
todas están de acuerdo en su importancia. Los valores de que hablamos no son en
modo alguno nuevos, y ocupan también un lugar primordial en la misión de la FAO. Si
es así, ¿por qué son de nuevo objeto de diálogo y debate? ¿Por qué la FAO se siente
obligada a plantear la cuestión de la ética en relación con la alimentación y la
agricultura?
Actualmente, las inquietudes éticas son fundamentales en los debates sobre el tipo de
futuro que la gente desea. Es el resultado de varios cambios profundos que están
afectando prácticamente a todos los seres del planeta y obligando a la gente a asumir
los límites de determinadas perspectivas culturales. A continuación se analizan estos
cambios o tendencias.
FIGURA 1
Crecimiento proyectado de la población
Industrialización de la agricultura
La agricultura, que otrora era en gran parte dominio del pequeño agricultor, se está
convirtiendo hoy día en una empresa cada vez en mayor escala en muchas partes del
mundo. Los agricultores dependen cada día más de los proveedores de insumos como
semillas, fertilizantes, maquinaria y plaguicidas. Al propio tiempo, tienen muchas veces
que atender a grandes minoristas de alimentos que exigen determinadas prácticas
agronómicas y fijan fechas de entrega y características de calidad.
Los pequeños agricultores y los
trabajadores del campo, sobre todo las
mujeres, están muchas veces entre los
que se ven desplazados de ese mundo o
ignorados por esas transformaciones.
Los insumos industriales están a menudo
subvencionados, sustituyéndose los
trabajadores agrícolas por máquinas o
exponiéndolos a sustancias químicas
tóxicas. Un enorme número de mujeres
se ven desplazadas y a menudo
tropiezan con grandes dificultades para
encontrar otro tipo de empleo. Cierto es
que el aumento de los suministros de
productos agrícolas y la baja de sus
precios hacen más baratos los alimentos
para la población urbana pobre, pero
Los perfeccionamientos en las comunicaciones y también provocan el desplazamiento de
en los transportes han permitido a la mayor parte los pequeños agricultores o los reducen a
de los productores y consumidores entrar en un la mera subsistencia. La industrialización
mercado mundializado.
lleva también consigo mayores riesgos
pues las plantas de cultivo y los animales
- GRAMEENPHONE LTD
domésticos se vuelven más uniformes
genéticamente. Mientras que hasta ahora un sinnúmero de pequeños agricultores
mantenían la biodiversidad necesaria para no interrumpir la viabilidad de los cultivos y
de los animales domésticos, hoy a los gobiernos nacionales y a los tratados
internacionales se les pide cada vez más que gestionen la biodiversidad terrestre.
Aunque la producción mundial está alcanzando unos niveles cada vez más altos, el
poder económico se está concentrando más. El patrimonio neto de las 200 personas
más ricas del mundo es superior a los ingresos conjuntos del 41 por ciento de la
población mundial. Las 200 mayores empresas transnacionales del mundo abarcan
actualmente la cuarta parte de la actividad económica del planeta. En el sector
alimentario y agrícola, las fusiones y las adquisiciones están reduciendo rápidamente a
cifras de un solo dígito la cantidad de compañías dedicadas a la producción de
insumos, elaboración de alimentos y su venta al por menor. En algunos países, la
propiedad de la tierra se está concentrando cada vez más. Este fenómeno ha tenido
lugar simultáneamente con la retirada de los Estados de varias actividades en el sector
alimentario y agrícola. Por ejemplo, el programa de investigación y extensión agraria,
otrora dominio del Estado, se está ahora incorporando mayormente al sector privado.
Tanto es así que gran parte de la investigación sobre cultivos y ganadería que no
encierra de momento posibilidades de generar beneficios privados ha quedado
abandonada a su suerte al disminuir la presencia del Estado. De resultas de todo ello,
los grupos marginales interesados, en particular pequeños agricultores, trabajadores
del campo y consumidores pobres, corren riesgo de perder la poca voz que tienen en
las decisiones sobre políticas de investigación.
Globalización
Aunque el comercio a larga distancia era ya conocido del mundo antiguo, las mejoras
que ha habido en las comunicaciones y el transporte, junto con la liberalización del
comercio, han acabado metiendo a la mayoría de los productores y consumidores en
un mercado mundial. Las interdependencias así creadas encierran el potencial de
generar una mayor solidaridad mundial. Sin embargo, las reglas de esta nueva
economía mundial están sólo en parte escritas y son de por sí objeto de gran
discusión. La competencia mundial puede dar lugar a una bajada de los precios, pero
también erosiona los valores culturales y las identidades nacionales. Puede también
cerrar las opciones a generaciones futuras. Por otro lado, aunque los cálculos de
manual sugieren que la liberalización del comercio dará lugar a un mayor bienestar
general, algunos protagonistas poseen los medios necesarios para aprovecharse de los
mercados mundiales en mucha mayor medida que otros, debido a su acceso a capital,
experiencia, conocimientos técnicos y círculos políticos. A la inversa, otros se
benefician mucho menos e incluso experimentan pérdidas, muchos sin culpa alguna
por su parte. Además, sólo en contadas situaciones se compensa a los que han visto
negado injustamente su acceso a esos medios o se les ofrecen oportunidades
alternativas para valerse por sí mismos.
Estos grupos son también los menos capaces de ser autosuficientes de no mediar
ayuda externa.
Nuevas biotecnologías
Informática
De modo muy parecido a lo que ocurrió con el teléfono y el telégrafo hace un siglo, la
tecnología de la información está transformando actualmente la velocidad y las
maneras en que la gente se comunica entre sí. En principio, con una pequeña cantidad
de equipo cualquiera puede comunicarse con otra persona del planeta en cualquier
momento. En el sector alimentario y agrícola, la información moderna y las tecnologías
de la comunicación encierran un enorme potencial para compartir amplia y
rápidamente los conocimientos en todas las fases de la cadena alimentaria. Por
ejemplo, permiten la agricultura de precisión: un cultivo guiado por una información
ecológica detallada que reduzca al mínimo el empleo de agua, de productos
agroquímicos y de mano de obra. Cuando todo ello se combina con las nanotecnologías
que están apareciendo (y que permiten la manipulación y la fabricación a nivel
molecular), la informática puede hacer posibles también enormes incrementos de la
producción.
Cada uno de los puntos que se han comentado brevemente hasta aquí plantean
profundas cuestiones éticas que la FAO habrá de afrontar en las actividades que le
están encomendadas por su mandato. Los aspectos topados están inseparablemente
relacionados entre sí. La urbanización y la agricultura industrializada han intensificado
masivamente el comercio mundial, han multiplicado la riqueza material total del
mundo y su prosperidad, han ampliado considerablemente el ámbito de la alimentación
humana, han reducido su costo y aumentado la abundancia de los cereales básicos,
variando el valor dentro del sistema alimentario y agrícola, que se ha desplazado del
campo a los sectores de los insumos y de las actividades posteriores a la recolección.
Ahora bien, al mismo tiempo estas transformaciones han planteado nuevos problemas,
que son a la vez materiales y éticos.
Cuestiones
Tal vez el problema más grave sean los prejuicios generalizados contra las personas
hambrientas y los pobres. Gran parte de las sociedades estaban en un tiempo
articuladas de suerte que, aun habiendo muchas personas pobres, la mayoría tenían
acceso a alimentos suficientes para asegurar su supervivencia. Los cambios sociales,
económicos y tecnológicos han erosionado las «redes de seguridad» tradicionales. Los
lazos con la tierra se han debilitado o cercenado, resultando difícil o imposible a los
pobres cultivar sus propios alimentos. En bastantes zonas rurales, hoy día las
estructuras agrarias arcaicas y poco equitativas se han mezclado con sistemas de
producción agrícola muy industrializados, dejando a los pobres con un acceso limitado
a la tierra, el agua, la leña y otros servicios básicos (Figura 3). Las mujeres pobres,
sobre todo en las zonas rurales, se ven constreñida con frecuencia a emplear gran
parte de su tiempo yendo a por agua y leña con las que preparar comidas poco
sustanciosas para sus familias.
El hambre, en un tiempo básicamente
una secuela de las malas cosechas en
zonas aisladas, se debe hoy día cada vez
más a la marginalización y el
empobrecimiento de las poblaciones
rurales debido a la insuficiencia de
instituciones y políticas; la marginación y
el empobrecimiento tienen causas
múltiples, pero muchas veces provienen
de una falta de alternativas viables de
medios, con la consiguiente dependencia
de tierras marginales y de la
deforestación. A menudo se observan en
estas poblaciones desnutrición y Los cambios sociales, económicos y tecnológicos
malnutrición crónicas, indicativas de han limitado el acceso de las poblaciones pobres
grave vulnerabilidad a las emergencias a las tierras y el agua; las mujeres de las zonas
naturales o de origen humano. Las rurales son a menudo las más afectadas.
luchas civiles y las guerras son también
alimentadas por esos procesos y - FAO/17030/G. BIZZARRI
debilitan, aún más si cabe, la seguridad alimentaria. Estas condiciones dan lugar a
menudo a inmensos movimientos de población, sobre todo de zonas rurales a urbanas,
con frecuencia a través de las fronteras nacionales.
En las zonas urbanas, por otra parte, el hacinamiento, los insuficientes servicios
sanitarios, las viviendas improvisadas, unas redes de transporte de alimentos más
complejas y la falta de agua potable dan lugar muchas veces a la rápida difusión de
enfermedades y la malnutrición, socavando la capacidad de los pobres para cuidarse
de sí mismos y minando el desarrollo mental de sus hijos.
FIGURA 3
Número de personas que viven en situación de pobreza o que carecen de acceso a
servicios básicos en el mundo en desarrollo
Fuente: FAO. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2000. J.R. Lupien y V. Menza. 1999.
Evaluación de las posibilidades de mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición. Alimentación,
nutrición y agricultura, N° 25.
Todo ello se ve agravado por la falta de instrucción y de capital, que son elementos
esenciales para redimir a la gente de la pobreza.
Una segunda cuestión relacionada con la anterior es la deficiente custodia de los bienes
comunes mundiales, es decir, los recursos, las instituciones y los valores que son
patrimonio común de las sociedades, pero que suelen ser objeto de explotación
excesiva debido al egoísmo individual. Interesan aquí tres aspectos distintos de la
custodia: los recursos naturales, la identidad y diversidad cultural y los derechos
humanos de los pobres.
Recursos naturales
El poder de la humanidad para modificar el mundo natural, así como nuestra población
creciente, plantean enormes amenazas para la base de recursos naturales de los que
depende. En cuanto a los recursos marinos, por ejemplo, aunque la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (1982) supuso un paso adelante en el justo
sentido, nuestra capacidad colectiva para crear medios de pesca más eficaces está
agotando los mares de gran parte de su abundancia, y la mayor parte de las especies
están ahora plenamente explotadas (Figura 4). Descomunales buques con factorías a
bordo compiten con pescadores que emplean simples redes o cañas. Comunidades
enteras que dependen de las faenas pesqueras descubren de repente que su
subsistencia se está viendo amenazada.
FIGURA 4
La pesca de captura mundial ha llegado a su potencial máximo
Fuente: Datos de la FAO, 2000.
FIGURA 5
El uso limitado de la biodiversidad vegetal para la producción alimentaria en la
actualidad
No quiere decir esto que los integrantes de esas culturas acepten pasivamente un
cambio no deseado. Es más, muchas veces tratan de luchar contra el derrumbe de su
identidad cultural aumentando la solidaridad y la resistencia a un cambio inducido
desde fuera. Esa resistencia a menudo es violenta, dando lugar a pérdidas de vidas y
de propiedades, además de minar las instituciones democráticas y suprimir el disenso
interno. En los casos más extremos, los movimientos de resistencia, se vuelven contra
sí mismos, al intentar los partidistas eliminar a todos los que no se ajustan a
determinados ideales que se afirman como tradicionales.
La pérdida simultánea de diversidad tanto biológica como cultural amenaza con dar al
traste con los derechos de las personas y de pueblos enteros. Por un lado, existen
algunos grupos que forzarían a las personas a abandonar sus costumbres tradicionales
para incorporarlas a lo que se denomina dudosamente como progreso. Por otro lado,
están los que privarían a las poblaciones indígenas de las ventajas de la vida moderna,
preservándolas para que mantengan los bienes generales como el germoplasma
vegetal. Ambos extremos socavan los derechos de las personas y de los pueblos para
decidir su futuro.
En todas las sociedades, hay mecanismos tradicionales que se han ido creando para
asegurar el derecho a alimentos suficientes que se están erosionando por la
debilitación de los lazos sociales y culturales, debido al quebranto de las unidades
familiares tradicionales, la aceleración de la urbanización y la mundialización de los
mercados, la información y la cultura. Ante las repetidas y constantes situaciones de
hambre, la Declaración de Roma de 1996 sobre la Seguridad Alimentaria y el Plan de
Acción de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación han reafirmado el derecho de cada
cual a tener acceso a alimentos nutritivos e inocuos y han especificado la necesidad de
esclarecer la definición de qué se entiende por derecho a los alimentos. En sus
documentos se ha reafirmado también el derecho fundamental de todo el mundo a
verse libre del hambre, según se declara en el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y otros instrumentos pertinentes de ámbito
internacional y regional, instando a que se preste especial atención a la aplicación y
realización plena y progresiva de esos derechos como medio para conseguir una
seguridad alimentaria para todos.
Un mercado mundial sin una sociedad mundial puede realmente llegar a ser
autodestructivo. En primer lugar, puede dividir a las personas entre quienes participan
en el mercado y quienes carecen de medios para hacerlo, tanto dentro de los países
como entre ellos. Los que no pueden participar, bien sea por falta de instrucción y
capital o a causa de la explotación que sufren, rechazarán el mercado mundial como
otra amenaza más a su subsistencia. En segundo término, el mercado mundial puede
muy bien implicar la construcción de instituciones internacionales a las que sólo un
pequeño grupo selecto debe lealtad. Los ciudadanos de los países tanto
industrializados como en desarrollo pueden por consiguiente rechazar los mercados
mundiales, sumergiendo al mundo en conflictos a nivel nacional e internacional.
En cambio, se ha prestado poca atención a los requisitos previos para crear una
sociedad mundial. Una sociedad de este tipo debería incorporar los valores enunciados
en docenas de tratados y declaraciones internacionales que tratan a las personas
como ciudadanos más bien que como consumidores. Ahora bien, ¿cómo podremos
crear una sociedad mundial en la que la pobreza, el hambre y la malnutrición queden
atenuadas o a ser posible eliminadas?
Para conseguir este objetivo, es preciso reconciliar intereses varios y complejos y han
de resolverse diversos conflictos que se van arrastrando. Existen otras opciones
imaginables, pero no interesantes. Puede haber sectores que creen que podrían
triunfar unos sobre otros, pero a la larga no habrá vencedores. No importa lo difícil que
pueda ser, pero todos deben reconocer que su destino está ligado al de los demás, al
igual que el del planeta. Se ha de encontrar la forma de reducir los desequilibrios
existentes entre pobres y opulentos, los que tienen seguridad alimentaria y los que no
la tienen y los ganadores y perdedores de la globalización, así como entre las culturas
y entre las generaciones.
http://www.publicacions.ub.edu/refs/observatoriBioEticaDret/documents/08601.pdf
Son muchos los organismos, como la OCU, que intentan alertar sobre las diferentes
estrategias de confusión e, incluso, la normativa sobre el etiquetado de alimentos se
mejoró hace pocos años pero los departamentos de marketing también se adaptan, de
forma que “hecha la ley hecha la trampa”. Así que nada mejor que armarte del
espíritu de Sherlock Holmes y acudir al supermercado con ánimo crítico y el olfato
deductivo bien afinado.
Para que esta labor detectivesca sea más factible habrá que tener presentes las 10
trampas, más habituales, que nos podemos encontrar en el supermercado:
La ajetreada vida occidental nos hace que pasemos de forma acelerada por muchas
de las actividades que realizamos durante el día, pero quizás la de hacer la compra
no debiera de ser una de ellas. Tomarnos un momento para leer los
ingredientes, evitar los alimentos procesados o intentar comprar productos de
temporada debería de ser el ABC de una vida donde la salud sea realmente
valorada.
English
中文
Français
Русский
Hechos clave
Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus
formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes,
las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
Las dietas insalubres y la falta de actividad física están entre los principales
factores de riesgo para la salud en todo el mundo.
Los hábitos alimentarios sanos comienzan en los primeros años de vida. La
lactancia materna favorece el crecimiento sano y mejora el desarrollo
cognitivo; además, puede proporcionar beneficios a largo plazo, como la
reducción del riesgo de presentar sobrepeso y obesidad y de sufrir
enfermedades no transmisibles en etapas posteriores de la vida.
La ingesta calórica debe estar en consonancia con el gasto calórico. Los
datos científicos de que se dispone indican que las grasas no deberían
superar el 30% de la ingesta calórica total para evitar un aumento de peso (1,
2, 3), lo que implica dejar de consumir grasas saturadas para consumir
grasas no saturadas (3) y eliminar gradualmente las grasas industriales de
tipo trans (4).
Limitar el consumo de azúcar libre a menos del 10% de la ingesta calórica
total (2, 5) forma parte de una dieta saludable. Para obtener mayores
beneficios, se recomienda reducir su consumo a menos del 5% de la ingesta
calórica total (5).
Mantener el consumo de sal por debajo de 5 gramos diarios ayuda a prevenir
la hipertensión y reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y de accidente
cerebrovascular en la población adulta (6).
Los Estados Miembros de la OMS han acordado reducir el consumo de sal
entre la población mundial en un 30% y detener el aumento de la obesidad y
la diabetes en adultos y adolescentes, así como en sobrepeso infantil de aquí
a 2025 (7, 8, 9).
Panorama general
Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en
todas sus formas, así como distintas enfermedades no transmisibles y diferentes
afecciones. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados,
la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un
cambio en los hábitos alimentarios. Ahora se consumen más alimentos
hipercalóricos, más grasas saturadas, más grasas de tipo trans, más azúcares
libres y más sal o sodio; además, hay muchas personas que no comen suficientes
frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales.
Adultos
Para tener una alimentación sana es preciso:
comer frutas, verduras, legumbres (por ejemplo, lentejas, judías), frutos secos y
cereales integrales (por ejemplo, maíz, mijo, avena, trigo o arroz integral no
procesados);
al menos 400 g (5 porciones) de frutas y hortalizas al día (2). Las patatas (papas),
batatas (camote, boniato), la mandioca (yuca) y otros tubérculos feculentos no se
consideran como frutas ni hortalizas.
limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total
(2, 5), que equivale a 50 gramos (o unas 12 cucharaditas rasas) en el caso de una
persona con un peso saludable que consuma aproximadamente 2000 calorías al
día, si bien para obtener mayores beneficios, se recomienda idealmente reducir su
consumo a menos del 5% de la ingesta calórica total (5). Son los fabricantes, los
cocineros o el propio consumidor quienes añaden a los alimentos la mayor parte
de los azúcares libres. El azúcar libre también puede estar presente en el azúcar
natural de la miel, los jarabes, y los zumos y concentrados de frutas;
limitar el consumo de grasa (1, 2, 3) al 30% de la ingesta calórica diaria. Las
grasas no saturadas (presentes, por ejemplo, en el aceite de pescado, los
aguacates, los frutos secos, o el aceite de girasol, canola y oliva) son preferibles a
las grasas saturadas (presentes, por ejemplo, en la carne grasa, la mantequilla, el
aceite de palma y de coco, la nata, el queso, el ghee y la manteca de cerdo) (3).
Las grasas industriales de tipo trans (presentes en los alimentos procesados, la
comida rápida, los aperitivos, los alimentos fritos, las pizzas congeladas, los
pasteles, las galletas, las margarinas y las pastas para untar) no forman parte de
una dieta sana;
limitar el consumo de sal a menos de 5 gramos al día (aproximadamente una
cucharadita de café) (6) y consumir sal yodada.
Lactantes y niños pequeños
En los dos primeros años de la vida de un niño, una nutrición óptima impulsa un
crecimiento sano y mejora el desarrollo cognitivo. Además, reduce el riesgo de
sobrepeso y obesidad y de desarrollar enfermedades no transmisibles más
adelante.
Los consejos para una alimentación saludable durante la lactancia y la niñez son
los mismos que en el caso de los adultos, si bien los consejos que figuran a
continuación también son importantes.
Debe alimentarse a los lactantes exclusivamente con leche materna durante los
primeros seis meses de vida.
La lactancia materna debe continuar al menos hasta los dos años.
A partir de los seis meses de edad, deberán introducirse en la alimentación del
niño alimentos complementarios, variados, adecuados, inocuos y nutritivos, sin
abandonar la lactancia materna. No deberá añadirse sal o azúcar a los alimentos
complementarios.
Grasas
Reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria
contribuye a prevenir el aumento de peso en la población adulta (1, 2, 3).
Además, el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles disminuye al
reducir el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica
diaria, y de grasas de tipo trans a menos del 1%, y al sustituir esas grasas por las
grasas no saturadas (2, 3).
Azúcar
La ingesta de azúcares libres debería reducirse a lo largo de la vida (5). Los datos
de que se dispone indican que la ingesta de azúcares libres en niños y adultos se
debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total (2, 5); para obtener
mayores beneficios para la salud, esa cantidad debería ser inferior al 5% (5). Por
azúcar libre se entienden todos los azúcares que los fabricantes, los cocineros o
los propios consumidores añaden a los alimentos o las bebidas que se van a
consumir, así como azúcares presentes de forma natural en la miel, los jarabes, y
los zumos y concentrados de frutas.
Estas son algunas medidas prácticas que pueden adoptar las instancias
normativas a fin de crear un marco propicio para la alimentación saludable:
Respuesta de la OMS
La "Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud"
(12) fue adoptada en 2004 por la Asamblea Mundial de la Salud. En ella se hace
un llamamiento a los gobiernos, la OMS, los asociados internacionales, el sector
privado y la sociedad civil para que actúen a nivel mundial, regional y local con el
fin de promover la alimentación sana y la actividad física.
Referencias
http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/healthy-diet
Nutrición
Nutrición
Temas de nutrición
Publicaciones
El departamento
La malnutrición, en el punto de mira
Una de cada tres personas sufre alguna forma de malnutrición: un enorme coste social y
económico que se analiza en un simposio internacional en la sede de la FAO
1 de diciembre de 2016, Roma - Responder ante el impacto creciente de la malnutrición en la salud
pública y el desarrollo económico -con un coste estimado de 3,5 billones de dólares EEUU anuales- con
un cambio hacia dietas y sistemas alimentarios más saludables, es el objetivo que centra una reunión de
alto nivel que comenzó hoy en la sede de la FAO.
El Simposio Internacional sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles a favor de unas Dietas Saludables y de
la Mejora de la Nutrición (1-2 de diciembre) analiza los desafíos y los éxitos en diversos países y pone de
manifiesto estrategias eficaces para reformular la producción, procesado y comercialización de alimentos.
junto a los sistemas de venta minorista, para abordar mejor el problema de la malnutrición, que arruina la
vida de miles de millones de individuos y puede atrapar a generaciones enteras en un círculo vicioso de
pobreza y hambre.
FAO
Lamentando el hecho de que una de cada tres personas en el planeta sufre de alguna forma de
malnutrición -ya sea subalimentación, sobrepeso u obesidad- el Director General de la FAO, José
Graziano da Silva, afirmó que "ningún país es inmune" a un problema cuyos "costes humanos, sociales,
ambientales y económicos son abrumadores" al intervenir en la apertura de un evento organizado
conjuntamente por la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Graziano da Silva se comprometió a que la FAO ayudará a los países "a adoptar una estrategia de sistemas
alimentarios que aborde todas las etapas de la cadena alimentaria: desde la producción y procesado hasta
la comercialización y el consumo".
"La nutrición debe ser considerada una cuestión pública, una responsabilidad del Estado", dijo, añadiendo
que "los consumidores deben estar empoderados para elegir dietas y alimentos saludables" con medidas
de protección social sensibles a la nutrición, educación nutricional y un etiquetado y publicidad efectivos
y precisos.
Los gobiernos deberían fomentar la diversificación agrícola, mejorar la gestión post-cosecha, facilitar el
acceso a los mercados a los campesinos familiares pobres y garantizar la inocuidad alimentaria, declaró.
El Director General de la FAO anunció también que el Rey Letsie III de Lesotho será nuevo Embajador
Especial para la Nutrición de la FAO.
Prometiendo asumir ese papel con energía y pasión, el Rey Letsie valoró el hecho de que la nutrición
figura ahora firmemente en la agenda global. Teniendo en cuenta que en África tan sólo hace unos años,
"la nutrición no era una prioridad en los debates, y mucho menos para la inversión", ahora "las cosas han
cambiado a mejor".
El monarca africano instó a los participantes del simposio a no perder impulso: "recordemos todos la
correlación positiva entre la nutrición y el desarrollo socioeconómico de las naciones. Son individuos bien
alimentados y bien nutridos los que pueden impulsar las agendas de desarrollo económico de sus países ".
Letsie ya desempeña ya un papel activo promoviendo una mejor alimentación como "Campeón para la
Nutrición" de la Unión Africana. Ahora se une en su papel a la Reina Letizia de España, que participa
también en el simposio como Embajadora Especial de la FAO para la Nutrición.
Francesco Branca, Director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS,
intervino en nombre de la Directora General de la OMS, Margaret Chan. "La nutrición es un desafío para
todos los países. Ya se trate de retraso del crecimiento, emaciación, anemia u obesidad, ningún país está
exento. Con los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos hemos comprometido a poner fin a todas las
formas de malnutrición para 2030", indicó Chan en su mensaje a los participantes en el evento.
"Con el excelente liderazgo de muchos Estados Miembros -añadió- la energía de la sociedad civil y el
espíritu emprendedor del sector privado, podemos lograr colectivamente en poco tiempo una enorme
mejora de los sistemas y del entorno alimentario, en beneficio de la nutrición de todos".
La ministra italiana de Salud, Beatrice Lorenzin -que presidió el simposio-, observó en su intervención
que "los alimentos no son sólo nuestra fuente más básica y fundamental de energía, sino que nos puede
sanar: una buena nutrición puede ser nuestra principal arma frente las enfermedades crónicas y no
transmisibles".
Lorenzin abogó por programas educativos que enseñen no sólo el valor de comer bien, sino también los de
culturas y tradiciones alimentarias que apoyan una vida saludable, como la dieta mediterránea, e instó a la
innovación y a la inversión para mejorar la nutrición en los sistemas agrícolas y alimentarios, así como a
la creación de observatorios nacionales de nutrición para el seguimiento de los avances en las áreas de
mejora seleccionadas..
Desafíos complejos y superpuestos
Hoy en día casi 800 millones de personas son víctimas del hambre crónica, lo que significa que son
incapaces de consumir regularmente el nivel mínimo de energía alimentaria necesaria para mantener un
estilo de vida activo.
Pero la malnutrición abarca más que la falta de calorías; incluye igualmente las carencias de
micronutrientes, el sobrepeso y la obesidad. Las dietas inadecuadas están vinculadas a diversos problemas
de salud y pueden perpetuar la pobreza y frenar el desarrollo económico.
Más de 2 000 millones de personas en el planeta sufren carencias de micronutrientes que afectan a su
salud, y se estima que 150 millones de niños menores de 5 años tienen retraso del crecimiento debido a
dietas inadecuadas. Al mismo tiempo, 1 900 millones de personas padecen sobrepeso, de las cuales 600
millones están clasificadas como obesas.
Y los desafíos nutricionales de hoy en día son complejos ya menudo se solapan: personas de una misma
comunidad pueden padecer hambre, falta de micronutrientes y obesidad.
Impulso para avanzar
En abril de 2016, la ONU declaró el inicio de un "Decenio de acción sobre la nutrición" para ofrecer un
paraguas bajo el cual diversos actores puedan colaborar para cumplir con los compromisos asumidos en la
Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) de 2014 y cumplir los nuevos Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) que los países miembros de las Naciones Unidas adoptaron el año pasado.
La nutrición se encuentra fuertemente anclada en los ODS: de hecho, el ODS2 pide no sólo la
erradicación del hambre, sino también de la malnutrición, "en todas sus formas".
Con el objetivo de estimular el progreso hacia estos objetivos, durante las jornadas del simposio se
ofrecerá a responsables de políticas y parlamentarios, expertos en salud y nutrición gubernamentales y del
sector privado, profesionales del desarrollo y otros interesados la oportunidad de explorar en profundidad
cómo pueden transformarse los sistemas alimentarios para proporcionar una mejor nutrición a toda la
población.
Simposio Internacional sobre Sistemas Alimentarios
Sostenibles en favor de unas Dietas Saludables y de la
Mejora de la Nutrición
El Simposio Internacional explorará las opciones de políticas y de programas para dar forma a
sistemas alimentarios que concluyan en dietas saludables, enfocándose en experiencias y desafíos
concretos.
1. Políticas y medidas del lado de la oferta para incrementar el acceso a dietas saludables
2. Políticas y medidas del lado de la demanda para incrementar el acceso y empoderar a los
consumidores para escoger dietas saludables.
3. Medidas para fortalecer la rendición de cuentas, resiliencia y equidad en los sistemas alimentarios.
Télécharger:
Année de publication: 2015
Publisher: FAO/WHO
Pages: #76 p.
Numéro de travail: I4436;
Auteur: Division de la nutrition;
Agrovoc: Nutrition humaine; Politique nutritionnelle; meetings;
Résumé:
La Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), organizada conjuntamente por
la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la
Organización Mundial de la Salud (OMS), se celebró en la Sede la FAO en Roma ( Italia) del
19 al 21 de noviembre de 2014. La Conferencia se convocó para: i) examinar los progresos
realizados desde la Conferencia Internacional sobre Nutrición de 1992, responder a los
nuevos desafíos y oportunidades y determinar opciones en materia de políticas con objeto de
mejorar la nu trición; ii) reunir a los sectores de la alimentación, la agricultura, la salud y otros
ámbitos y armonizar sus políticas sectoriales a fin de mejorar la nutrición de manera
sostenible; iii) proponer opciones acertadas en materia de políticas y marcos inst itucionales
que aborden adecuadamente los principales desafíos en el ámbito de la nutrición en un futuro
próximo; iv) alentar una mayor coherencia de las políticas y potenciar la armonización,
coordinación y cooperación entre los sectores alimentario, agrí cola y sanitario, entre otros; v)
movilizar la voluntad política y recursos para mejorar la nutrición; vi) establecer prioridades de
cooperación internacional en el campo de la nutrición a corto y medio plazo
La FAO es la agencia de las Naciones Unidas que lidera el esfuerzo internacional para poner fin al
hambre. Nuestro objetivo es lograr la seguridad alimentaria para todos, y al mismo tiempo
garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad para llevar una vida activa y
sana. Con más de 194 Estados miembros, la FAO trabaja en más de 130 países. Todos podemos
desempeñar un papel importante en la erradicación del hambre.
La FAO ha identificado las áreas clave en las que está mejor posicionada para responder a las
demandas que plantean las tendencias mundiales de desarrollo agrícola y a los desafíos a los
que se enfrentan sus Estados miembros. Tras un análisis exhaustivo de las ventajas
comparativas de la Organización, se establecieron los objetivos estratégicos que
representan las principales áreas de trabajo en las que la FAO concentrará sus esfuerzos para
lograr su visión y sus objetivos globales.
Ver las Iniciativas Regionales
Ayudar a eliminar el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición
Nuestro desafío: hoy en día el mundo puede producir suficientes alimentos para alimentar
adecuadamente a todos sus habitantes; sin embargo, a pesar de los progresos realizados en
los dos últimos decenios, 815 millones de personas aún padecen hambre crónica. Entre los
niños, se estima que 155 millones de menores de cinco años padecen malnutrición crónica
(retraso del crecimiento) y cerca de 52 millones sufren malnutrición aguda (emaciación).
Nuestro mandato es apoyar a los miembros en sus esfuerzos para asegurar que las personas
tengan acceso regular a suficientes alimentos de calidad. Podemos ayudar respaldando las
políticas y compromisos políticos que promueven la seguridad alimentaria y una nutrición
adecuada y asegurándonos de que la información actualizada sobre los retos y soluciones al
hambre y la malnutrición esté disponible y accesible.
Se prevé que la población mundial aumente hasta los 9 000 millones de personas en 2050.
Está previsto que algunas de las tasas de crecimiento demográfico más altas se produzcan en
zonas que dependen en gran medida del sector agropecuario (agricultura, ganadería,
actividad forestal y pesca) y que presentan niveles elevados de inseguridad alimentaria. El
crecimiento del sector agrícola es también el medio más eficaz para reducir la pobreza y lograr
la seguridad alimentaria. Debemos asegurarnos que el aumento de la productividad no sólo
beneficie a unos pocos, y que la base de recursos naturales proporcione servicios
(polinización, el ciclo de nutrientes en los suelos, calidad del agua, etc) que aumenten la
sostenibilidad.
Con una globalización creciente, la agricultura dejará de existir como sector independiente
pasando a ser solo una parte de una cadena de valor. La cadena de valor tiene puntos, desde
la producción hasta la elaboración y las ventas, donde el conjunto está muy concentrado,
integrado y globalizado. Esta situación supone un gran desafío económico para los
pequeños agricultores en muchos países en desarrollo, que pueden verse excluidos de partes
importantes de la cadena de valor. Aumentar su participación en los sistemas alimentarios y
agrícolas es fundamental para la consecución del objetivo de la FAO de un mundo sin hambre.
El Director General
Departamentos
Oficinas en el mundo
Órganos rectores
Estructura y financiación
Gobernanza
Los representantes de los Estados miembros se reúnen en la Conferencia bienal de la FAO
para revisar las cuestiones globales de gobernanza y normativas y los marcos internacionales,
así como para evaluar el trabajo realizado y aprobar el presupuesto para el próximo bienio. La
Conferencia elige a los miembros del Consejo, con mandatos rotatorios de tres años para la
supervisión ejecutiva del programa y el presupuesto. La Conferencia elige también al Director
General para un mandato de cuatro años, renovable por una vez. El actual Director General,
José Graziano da Silva, asumió sus funciones el 1 de enero de 2012 y fue reelegido para un
mandato que acaba el 31 de julio de 2019.
El nuevo enfoque de la FAO sobre la gobernanza es impulsado por el reconocimiento de que
los procesos importantes relacionados con el desarrollo de su misión que afectan a la
seguridad alimentaria y la nutrición, los medios de vida y la gestión y el uso sostenible de los
recursos naturales, se enfrentan a retos de gobernabilidad cada vez más complejos. Se
necesitan instituciones y mecanismos de gobernanza más amplios, flexibles y receptivos, para
mejorar la coordinación eficaz entre las diversas partes implicadas, permitiendo resolver
problemas mientras se avanza hacia el logro de objetivos múltiples, y a veces contradictorios.
La FAO promueve buenas prácticas para abordar los desafíos de la gobernanza a través de
sus objetivos estratégicos, mediante el fortalecimiento de su contribución a la gobernanza
mundial, la identificación de los problemas de gobernanza claves para su misión a nivel
nacional, regional y multilateral, el fortalecimiento de la capacidad del personal para apoyar la
mejora de la gobernanza y la supervisión y valoración de sus intervenciones, evaluando sus
experiencias de las lecciones aprendidas con vistas a crear nuestra capacidad de apoyo a la
gobernanza.
Departamentos
Planificación estratégica
Gestión basada en los resultados
La FAO utiliza la gestión basada en los resultados. Se trata de un enfoque que incorpora la
estrategia, a las personas, los recursos, los procedimientos y medición para perfeccionar la
toma de decisiones, a la vez que se incrementan la transparencia y la rendición de cuentas. El
objetivo es medir el rendimiento respecto a los objetivos, aprovechar la experiencia y
adaptarse a las nuevas condiciones, informar de los resultados y cumplir los objetivos.
Más
El total del presupuesto de la FAO planificado para 2018-2019 es de 2600 millones de USD.
De esta cantidad, el 39% procede de la cuotas aportadas por los Países Miembros mientras
que el 61% se movilizará a través de contribuciones voluntarias de los Miembros y otros
asociados.
Cuentas comprobadas
Comités del Programa y de Finanzas