Sunteți pe pagina 1din 1

Los jugadores han utilizado el cálculo de las probabilidades para realizar apuestas durante la mayor

parte de la Historia. Pero no fue sino hasta el siglo XVII que el noble francés Antoine Gombauld
(1607-1684) buscó la base matemática del éxito y el fracaso en las mesas de dados. Él le preguntó
al matemático francés Blaise Pascal (1623-1662): “¿Cuáles son las probabilidades de obtener dos
seises al menos una vez en 24 tiradas de un par de dados?” Pascal le resolvió el problema y se
interesó en el asunto de las probabilidades al igual que Gombauld. Compartieron sus ideas con el
famoso matemático Pierre de Fermat (1601-1665), y las cartas que se escribieron entre sí estos tres
personajes constituyen la primera revista académica sobre teoría de la probabilidad. No tenemos
registro del grado de éxito obtenido por estos caballeros en las mesas de dados, pero sabemos que
su curiosidad y sus investigaciones dieron origen a muchos de los conceptos que estudiaremos.

Historia y relevancia de la teoría de la probabilidad

Jacob Bernoulli (1654-1705), Abraham de Moivre (1667-1754), el reverendo Thomas Bayes (1702-
1761) y Joseph Lagrange (1736-1813) desarrollaron fórmulas y técnicas para el cálculo de la
probabilidad. En el siglo XIX, Pierre Simon, marqués de Laplace (1749-1827), unificó todas estas
ideas y compiló la primera teoría general de probabilidad. La teoría de la probabilidad fue aplicada
con éxito en las mesas de juego y, lo que es más importante en nuestro estudio, a problemas sociales
y económicos. La industria de seguros, que surgió en el siglo XIX, requería un conocimiento preciso
acerca de los riesgos de pérdida, con el fin de calcular las primas. Medio siglo más tarde, muchos
centros de aprendizaje estaban estudiando la probabilidad como una herramienta para el
entendimiento de los fenómenos sociales. En la actualidad, la teoría matemática de la probabilidad
es la base para las aplicaciones estadísticas, tanto en investigaciones sociales como en la toma de
decisiones.

La probabilidad constituye parte importante de nuestra vida cotidiana. En la toma de decisiones


personales y administrativas, nos enfrentamos a la incertidumbre y utilizamos la teoría de la
probabilidad, admitamos o no el uso de algo tan complejo. Cuando escuchamos una predicción de
un 70% de posibilidades de lluvia, cambiamos nuestros planes de salir de día de campo y nos
quedamos en casa divirtiéndonos con juegos de mesa. Cuando jugamos al bridge, hacemos algunas
estimaciones de probabilidad antes de intentar una jugada arriesgada. Los administradores que se
encargan de inventarios de ropa de moda para mujer deben preguntarse sobre las posibilidades de
que las ventas alcancen o excedan un cierto nivel, y el comprador que adquiere una patineta
considera la probabilidad de duración de su pasajero capricho. Antes de la tan publicitada pelea de
Muhammed Alí contra Leon Spinks, se afirmaba que Alí había dicho: “Les apuesto a que todavía seré
el más grande cuando termine la pelea.” Y cuando usted mismo empiece a estudiar para el examen
del contenido de este libro, seguramente se preguntará: ¿cuál es la posibilidad de que el profesor
nos pregunte algo sobre la historia de la teoría de la probabilidad? Vivimos en un mundo incapaz de
predecir el futuro con total certidumbre. Nuestra necesidad de encarar a la incertidumbre nos lleva
a estudiar y utilizar la teoría de la probabilidad. En muchos casos, nosotros, como ciudadanos
preocupados, tendremos algún conocimiento sobre los posibles resultados de una decisión. Al
organizar esta información y considerarla de manera sistemática seremos capaces de reconocer
nuestras suposiciones, comunicar nuestro razonamiento a otras personas y tomar una decisión más
sólida que la que tomaríamos si sólo diéramos palos de ciego.

S-ar putea să vă placă și