El retorno a la democracia, tras siete años de dictadura, marcó el inicio de una
nueva etapa en la Historia ecuatoriana.
Con el último gobierno de Velasco Ibarra, súbitamente fenecido por el golpe militar de febrero de 1972, la era del gran caudillo civil que dominó la política ecuatoriana por cuatro décadas llegaba a su fin. Simultáneamente finalizaba una larga etapa en que la economía nacional se sostenía en la actividad agrícola orientada a la exportación. Los siete años de dictadura militar coincidieron con el “boom petrolero”, es decir con el momento clave en el que el Ecuador ingresaba a un modelo económico basado en la explotación intensiva de los recursos hidrocarburíferos ubicados en el norte de la Amazonía. La multiplicación de los ingresos del Estado originada en las rentas del petróleo hacía vislumbrar una época de bonanza, de renovación de la infraestructura productiva y de mejoramiento en las condiciones de vida. Al progreso y al desarrollo se los veía a la vuelta de la esquina. Si bien el “boom petrolero” implicó un aumento impresionante del volumen de la economía ecuatoriana (las exportaciones totales aumentaron de 199 millones en 1971 a 2.568 millones de dólares de los EEUU en 1981; en el mismo período, el PIB aumentó de 1.602 millones a 13.946 millones de dólares y la reserva monetaria internacional creció de 55 millones a 563 millones de dólares), no se puede sostener que las condiciones de vida de los ecuatorianos haya tenido un mejoramiento proporcionado al crecimiento de la economía. Sin lugar a dudas, el acelerado crecimiento de la economía que trajo al Ecuador la era petrolera, se vio reflejado en importantes inversiones en servicios públicos que provocaron la modernización de la infraestructura en los polos de desarrollo nacional, las ciudades principales Quito y Guayaquil y la construcción de una red vial que vincula a dichos polos entre si y con ciudades intermedias de la sierra y la costa. La consecución de créditos externos de los organismos financieros multilaterales y de proveedores permitieron al Estado iniciar la ejecución de grandes proyectos hidroeléctricos así como el establecimiento de un sistema de transmisión e interconexión de energía eléctrica a través del Sistema Nacional Interconectado, uniendo a los grandes centros de consumo con las plantas más importantes de generación de electricidad, mientras se pretendía suministrar energía al mayor número de personas.
Creación del ministerio del ambiente
El MAE es la autoridad ambiental del Ecuador, que ejerce en forma eficaz y eficiente el rol rector de la gestión ambiental, que permita garantizar un ambiente sano y ecológicamente equilibrado para hacer del país, una nación que conserva y usa sustentablemente su biodiversidad; mantiene y mejora su calidad ambiental, promoviendo el desarrollo sustentable y la justicia social, reconociendo al agua, suelo y aire como recursos naturales estratégicos.