1. La palabra viva: la palabra es un material reactivo.
Si bien se suele estudiar en su
interrelación directa con el objeto y el artista o quien la dice, no hay duda de que esta interactúa, se inscribe en un tiempo y un contexto sociocultural, muta constantemente. No es, en todo caso, una roca, sino que con cada interacción y diálogo puede derivar en un nuevo sentido o forma de relacionarse con el objeto que representa. Es representación incierta. La estilística ha estudiado siempre a la palabra como una construcción propia del autor, quien le da sentido. Esto genera una imposibilidad en la comprensión de quien la lee o escucha, pues viene de un mundo interior no aprehensible.
2. La palabra viva dialógica: la palabra, cuya representación cotidiana o real se da en
enunciados, está viva pues interactúa con diferentes factores como la historia, el tiempo, el espacio, la cultura, los autores. Además, porque establece un diálogo constante con la palabra ajena, en medio de una relación plurilingüe. Cada enunciado debe vivir en interacción intersubjetiva y leerse a la luz de la saturación de significados que la nutren de contenido, pero a la vez oscurecen su comprensión. También, más desde una perspectiva contemporánea, la palabra expresada en el texto (entendiéndose este como un objeto interior, histórico, cultural, producido, que simboliza o comunica) dialoga con sus hipertextos, metatextos, paratextos, architexto, etc. Todos estos, diferentes miradas permeadas por concepciones ideológicas.
3. Lenguaje ptolemaico único y unitario en la poesía: el lenguaje poético es
unidireccional. Nace y muere en el autor. No genera ninguna respuesta dialógica en quien le lee o escucha, puesto que las palabras nacen de la reflexión interna y no tienen más sentido que su propia construcción.
4. Estratificación del lenguaje: el lenguaje depende, también, de las dinámicas
sociales, de la cultura en la que se inserta. Cuestiones como la ideología, los estratos socioeconómicos, las generaciones, los géneros, el entorno académico o cotidiano, etc. definen la utilización del lenguaje, su construcción y complejidad. En cada cultura hay una pluralidad de voces que se pueden estratificar o diferenciar entre sí. En el capítulo de House se evidencia a través del lenguaje especializado de los médicos, el lenguaje campesino del paciente mordido por el perro, y el común de los demás pacientes. Esto deriva en una dificultad para establecer diagnósticos. 5. Opinión plurilingüe: frente a un mismo objeto, una palabra puede definir y dar sentido de diferentes maneras a través de la multiplicidad de opiniones. Esto genera un oscurecimiento o dificultad en la capacidad de aprehender el objeto mediante la palabra. Sin embargo, también la enriquece a través de la multiplicidad ideológica y cultural.