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LA PRIMERA REPÚBLICA GRANADINA (1810-1816) Y SU

IMPACTO A LA ECONOMÍA

Antecedentes e ideologías imperantes

Todo comienza con la crisis española que surge con la abdicación del rey Fernando
VII en Napoleón Bonaparte, el 6 de mayo de 1808 y fue como el trono quedó en
manos de su hermano José Bonaparte. Este suceso debilitó el control de la Corona
Española sobre todo lo que había conquistado. Es así como este hecho, en conjunto
con la insatisfacción de los criollos por ser excluidos en la toma de decisiones
fundamentales del gobierno y por último el alto nivel de impuestos, así como el
creciente monopolio que tenía cerrado el comercio, hizo que se impulsaran varios
líderes autonomistas e independentistas para buscar la liberación de la Corona
Española y ejercer su propia autonomía de sus territorios, su política y su economía.
Por otro lado, la Independencia de los Estados Unidos y La Revolución Francesa
fueron un ejemplo de liberación para los criollos que vieron en estos procesos
independentistas un modelo ideal que terminaría con el dominio español.
La crisis que se venía presentando en el imperio español luego de la invasión francesa, se convirtió
es un antecedente para que se presentara la revolución política de 1810, las colonias americanas
se enfrentaron al imperialismo francés proclamando como gobernante a Fernando VII a pesar de
su abdicación y el nombramiento de José Bonaparte como su remplazo.

Durante la primera República Granadina, o llamada Patria boba por algunos


historiadores, se agruparon numerosos criollos en los distintos cabildos granadinos
e hispanoamericanos; entre estos: hijos de españoles que se desempeñaban como
abogados, clérigos, comerciantes o militares, de los cuales surgieron diversas
opiniones que buscaban establecer la organización de la Primera República
Granadina. Sujeta, sin embargo, a enfrentamientos entre ideologías de corte
federalistas y centralistas que desencadenaron un conflicto interno entre cada una
de las partes; especialmente entre el Estado de Cundinamarca y las Provincias
Unidas del Nuevo Reino de Granada.
Conjuntamente, en la Primera República granadina se gestaron dos etapas políticas
con la metrópoli española. La primera hace referencia a la etapa autonomista que
surgió con la revolución política de 1810 después de haberse presentado los hechos
del 20 de julio en Santafé de Bogotá, como lo recordaba José María Espinosa:
“Nadie ignora la disputa que tuvo lugar aquel día (viernes) en la calle real,
entre un comerciante español Lorente y don Antonio Morales, mi hermano
político, con motivo del banquete y otros festejos que se preparaban para
recibir al comisionado regio don Antonio Villavicencio, santafereño, educado
en España, de quien esperaba mucho en favor de los americanos y de un
cambio político.”1
y los hechos políticos de Cartagena, Pamplona, Cali y socorro en el Nuevo Reino
de Granada luego que se organizaron juntas autonomistas en las que exigían el
restablecimiento de la soberanía popular y el reconocimiento del rey Fernando VII.
Organizacionalmente se conservaría la monarquía y los privilegios de la
jerarquización.
La segunda fase denominada independentista, inició luego de 1811, cuando los
cabildos exigieron la completa independencia de la metrópoli española. Fue así
como se desarrollo la Declaración de independencia Absoluta de Cartagena el 11
de noviembre cuando la muchedumbre, motivada por Piñeristas, ejerció presión
hasta lograr la completa separación de Cartagena de Indias de la corona española.
Estas ideologías antagónicas hicieron que se llevara a cabo la primera guerra civil
de los granadinos, donde se enfrentaron centralistas y federalistas.
Como se había mencionado anteriormente, los enfrentamientos por establecer la
base ideológica y la nueva forma de Estado en la Nueva Granada en la Primera
República correspondían a los intentos entre el federalismo y el centralismo. Por
una parte, las ideas federalistas aplicables en la Nueva Granada toman forma
gracias al criollo Camilo Torres, quien apoyaba el modelo de los Estados Unidos de
América y así mismo invitaba a su seguimiento. De tal manera se convocó el
segundo congreso del Reino -dado que el primer congreso citado por Santafé había
fracasado- bajo los lineamientos de Camilo Torres a finales de 1811 en el cual se
acordó suscribir un pacto de unión efectuado posteriormente el 27 de noviembre del
mismo año. Además, fue introducido en el Acta federal de Confederaciones de las
Provincias Unidas de la Nueva Granada y firmada por los representantes de
Antioquia, Cartagena, Neiva, Pamplona y Tunja mas no fueron firmados por
Cundinamarca y Chocó cuyos representantes no estaban de acuerdo con el sistema
federal.
Este compromiso realizado instauró el federalismo, el cual otorgaba a cada
provincia el poder independista e incentivó el espíritu regionalista y autonomista
para crear sus propias constituciones, Sin embargo, la administración central tuvo
lugar en ciertos aspectos como las funciones militares a cargo del congreso, las
exigencias en cuestión de contribuciones para la guerra y finalmente el comercio
exterior.
En comparación, el sistema centralista promulgaba la soberanía ejercida desde un
poder central con un poder ejecutivo robusto, y según su principal defensor, Antonio
Nariño, esta era la única forma que podía unificar el pueblo para ejercer un ataque
sostenido al imperialismo español. Así mismo, criticaba el federalismo al argumentar
que este no hacía más que dividir las provincias dado que incentivaba el
regionalismo y consideraba que seguir el ejemplo de los Estados Unidos de América

1
ESPINOSA, José. Memorias de un abanderado: Recuerdos de la Patria Boba, 1810-1819. Colombia, 1876.
Disponible en internet: http://babel.banrepcultural.org/cdm/ref/collection/p17054coll10/id/2351
era un error puesto que, este sistema no estaba relacionado con los hábitos, la
cultura y las necesidades de los habitantes de la Nueva Granada.
Este sentimiento centralista, fue extendido e instaurado en provincias y ciudades
como Cundinamarca, Chiquinquirá, Villa de Leiva, Muzo, Sogamoso, Girón, Vélez y
finalmente se anexaron los cantones de Timaná, Garzón, Guagua, Purificación y
Mariquita.
Uno de los más fuertes argumentos que expresó Nariño en su periódico La
Bagatela, dice lo siguiente: “Los códigos que debemos consultar para dar solución
a nuestros problemas no se encuentran en Londres, ni en Washington, ni en París;
ellos deben salir de la realidad hispanoamericana.”2

Organización constitucional

Conjuntamente, el propósito fundamental durante los primeros años de la Primera


República Granadina fue la instauración constitucionalista que fijara las bases del
gobierno instaurando reglas justas y necesarias. Así mismo, se ideó la separación
de poderes en el legislativo, ejecutivo y judicial. Por tanto, se expidió en la Nueva
Granada la primera constitución de Cundinamarca, aprobada el 30 de marzo de
1811 y posteriormente promulgada el 4 de abril por el presidente Jorge Tadeo
Lozano. No obstante, el 27 de noviembre de 1811 es proclamada el Acta de
Federación en la que se reconocía la soberanía de cada provincia otorgándoles el
derecho de crear su propia constitución.
Por consiguiente, los tunjanos expidieron su propia constitución el 9 de diciembre
de 1811, esta fue la primera constitución que instauró la elección de alcaldes por
voto popular, además de crear la Universidad de Tunja. Por su parte, Antioquia
también estableció su propia constitución el 21 de marzo de 1812; así como el
Estado de mariquita el 20 de julio de 1815 y Neiva en este mismo año.
Las constantes pugnas entre federalistas y centralistas finalmente desencadenaron
la Primera Guerra Civil que tuvo lugar en Nueva Granada, en los años 1812 y 1813.
El 30 de julio se firmó el tratado de Santa Rosa de Viterbo, en el cual se propuso la
devolución de Sogamoso a Tunja y la libertad a Villa de Leiva de decidir si continuara
bajo de dependencia de Cundinamarca. Sin embargo, la reunión del Congreso
General de Provincias Unidas en Villa de Leiva el 4 de octubre de 1812 bajo la
presidencia de Camilo Torres, rompió los tratados y le declaró la guerra a Santafé
de Bogotá, derrotando a Antonio Nariño. No obstante, las tropas centralistas
vencieron luego a los federalistas en San Victorino.
En concreto, la Primera Guerra Civil granadina, se dio por la inestabilidad ideológica
y por el gran antagonismo entre cada una de las partes. El deseo del acceso al

2
OCAMPO, Javier. La Primera República granadina (1810-1816). En: Gran Enciclopedia de Colombia.
Colombia, 1991. P.250.
poder tanto del federalismo como del centralismo, intensificaron las disputas y
acaloraron los enfrentamientos.

Economía durante los inicios republicanos

Ahora bien, la economía durante la Primera República deja entrever las fisuras e
inestabilidades políticas. Por ejemplo, existían para la época serios problemas en la
organización financiera. Los criollos tomaron el mando de la economía que había
progresado cuando estuvo en manos de las reformas borbónicas, y quedó claro la
falta de experiencia en temas administrativos puesto que los criollos habían sido
excluidos de los altos cargos.
Es así como con la llegada de los criollos al poder y al control administrativo, se
inició una reforma económica en la que se deseaba cambiar todos los procesos
económicos que venían realizando los borbones. Esto se materializó en la
eliminación de alcabalas, tributos de indígenas, los estancos de tabaco, aguardiente
y otros tipos de rentas. En consecuencia, el recaudo en concepto de estos
impuestos disminuyó y terminó creando un déficit de tesorería que tuvo que ser
contrarrestado con la emisión de papel moneda, en el caso de Cartagena y con la
acuñación de monedas de plata bajas en calidad en Cundinamarca y Santa Marta.
La economía durante los primeros años de la República fue muy difícil y estuvo
marcada por una profunda crisis. Por un lado, la minería venía en decadencia y los
serios problemas relacionados con la escasez de mano de obra dieron cuenta de
que la riqueza venía principalmente por la población mas no por la cantidad de
recursos naturales.
La agricultura por su parte se mantuvo estable y a pesar de las diferentes pugnas y
guerras civiles, no dejó de existir. No obstante, la industria artesanal decayó por dos
factores; el primero por la escasez de mano de obra mencionada anteriormente y
también por la competencia generada por los tejidos ingleses a precios menores.
Por último, el comercio también se vio afectado, por las dificultades en las
comunicaciones y relaciones exteriores, así como por las dificultades en términos
de transporte, y deplorables estados de carreteras que aumentaron los costos de
las mercancías.
La Constituciones de las provincias de la Nueva Granada daban lugar al apoyo del
libre cambio, en contra del monopolio que había liderado el imperio español;
también promulgaban la defensa de la propiedad privada. Se estableció un sistema
de tributación a los ciudadanos para poder sostener los gastos del gobierno y del
culto.
La situación política estaba íntimamente ligada con la situación económica, por
tanto, no era de esperar que los principales representantes de cada una de las
corrientes imperantes del momento hicieran hincapié en buscar el modelo
económico que ayudara a resurgir de la crisis del momento y buscar una solución a
los problemas de déficit que presentaba el país. Por el lado centralista, Antonio
Nariño expresó su respaldo a la continua emisión de papel moneda como única
forma de amortizar la macuquina que era la moneda circulante; le dio importancia a
la agricultura y recomendó el cultivo del cacao.
Paralelamente, Camilo Torres, manifestó su apoyo al fortalecimiento de la
agricultura como única fuente de verdadera riqueza e hizo fuertes críticas al sistema
mercantilista y al monopolio que venía desarrollando la corona española. Así mismo,
Pedro Fermín de Vargas, economista político de la Nueva Granada, en sus escritos
“Pensamientos Políticos” y “Memorias sobre la población del Nuevo Reino de
Granada” hizo énfasis en la reorganización de la industria textil, el cultivo de
algodón, el cultivo de la quina y la crianza del ganado lanar, así mismo hizo un fuerte
llamado al abandono del estanco del tabaco bajo la sustentación de que esta acción
liberaría su cultivo. En términos mineros, fue partidario de la explotación del platino,
el hierro y el carbón y finalmente apoyó la reforma agraria que buscaba poner fin a
las grandes heredades.
A estos académicos y analistas de la economía se unió José Ignacio de Pombo,
otro economista granadino de la Primera República que se dedicó principalmente al
estudio del comercio y su preocupación a su fortalecimiento. Entre sus ideas estuvo
la implementación del río Magdalena como el más importante canal de transporte
marítimo interno que permitiera desarrollar el comercio. Por otro lado, se encaminó
en combatir el sistema de estancos de la Nueva Granada y defender el comercio y
todos sus participantes.
A sí mismo, José Joaquín Camacho, un abogado y también economista de la Nueva
Granada, especialmente oriundo de Tunja, manifestó la necesidad de establecer la
libertad de tierras y de trabajo, así como la equidad en cuanto a la tasación y el
recaudo de impuestos. Promulgó su apoyo al libre comercio, la libre industria y la
libertad de agricultura; planteo el reparto igualitario de resguardos entre los
indígenas y estuvo a favor de el establecimiento de un impuesto único que
remplazara la renta de aduanas, eso con la finalidad de ayudar al comercio. Su
principal argumento fue el de estructurar una reforma agraria en la que las tierras
que no estaban siendo producidas pasaran a manos de aquellos que estaban en
condiciones de trabajarlas, ideando el concepto de que la vinculación entre el ser
humano y la tierra es la fórmula de la convivencia.

ECONOMÍA
Durante la Nueva granada el oro representaba la principal producción del reino. Así
mismo, el recaudo en concepto de impuestos por el tabaco y el alcohol fueron las
principales actividades que impulsaron la economía de la Nueva granada. Los
recaudos eran enviados desde cada provincia hacia Santa Fe y de ahí hacia
España, desde donde se redistribuía sobre cada una de las colonias.
No obstante, en este proceso de presentaron trabas ya que los españoles no
ejercían una buena administración de estos recaudos o cometía fraude para
quedarse con el oro y con las tierras de los indígenas. En consecuencia, los
ciudadanos realizaron manifestaciones los días previos a la Independencia.
Dentro de las principales dificultades en cuestión de comercialización era que la
producción agrícola alcanzaba para el consumo de la colonia, lo que no permitía
generar un excedente para el comercio. Así mismo, el estado de los caminos reales
era deplorable desestimulando así el intercambio comercial entre colonias.
Sin embargo, la situación para la Independencia no fue la mejor, por un lado, el oro
que venía representando la principal actividad económica y fuente de ingresos tuvo
una caída drástica, que afectó profundamente a las regiones.

Economía por regiones Neogranadinas

Como se mencionaba anteriormente, en la Primera República Granadina se


presentaron distintas formas de regionalismo como resultado de las diferencias
geográficas y desarrollos económicos por provincias. La región que sobresalió por
su desarrollo comercias, artesanal y agrícola fue la conexión Socorro-Pamplona,
puesto que en este sitio se conglomeró una numerosa cantidad de habitantes que
se desarrollo en la vida urbana y desarrollo económico y comercial. Este desarrollo
exponencial influyó en la creación de guerrillas y en el sentimiento revolucionario de
los comuneros en busca de la independencia más anhelada.
Por la zona occidental se concentró la extracción minera, en especial en el territorio
del Chocó imperaba la mano de obra esclava, donde se extraían diferentes
minerales como el oro y la plata. Sin embargo, durante la Primera República se
desarrollaron diversos enfrentamientos entre los hacendados mineros y los negros
esclavos. Sin embargo, en estos últimos se incrementó un sentimiento
independentista que pusiera fin al sistema esclavista que los dominaba.
Por su parte, la costa atlántica fue el centro de mayor mestizaje de la Nueva granada
ya que había habitantes negros, mulatos, zambos, mestizos, indígenas,
peninsulares y criollos. La inclinación económica de esta zona se vinculó con sus
características principales de región costera, haciendo uso del mercado marítimo y
del tráfico a través del río Magdalena.
Finalmente, la altiplanicie cundiboyacense, específicamente el eje Bogotá-Tunja se
caracterizó por ser una región mestiza con una población indígena aculturada
significativa. Esta región también fue característica por jugar un papel importante e
la administración colonial y política entre los centralistas y federalistas.

COSTOS Y BENEDICIOS DE LA INDEPENDENCIA


Para que la Nueva Granada pasara a ser una República debía independizarse en
todos los sentidos incluyendo la organización económica establecida. Entre esta se
encuentran:
 Un sistema de castas separadas por ley
 Relaciones sociales de servidumbre y de esclavitud
 Monopolios de comercio sobre los bienes de mayor productividad
 Tributación excesiva.
Sin embargo, los costos que generó el proceso de Independencia fueron muy
representativos, dentro de los cuales el mayor fue la pérdida del orden político y la
estabilidad sólo llego hasta después de la Guerra de los Mil Día cuando los partidos
alcanzaron un acuerdo de paz perdurable.
Por otro lado, cuando cae la monarquía española de las colonias, empieza a surgir
una anarquía en la mayoría de estas. Es por lo que se crean constituciones en villas
y provincias como es el caso de La constitución aprobada en Cádiz en 1812 la cual
fue progresiva ya que legitimó el voto universal masculino sin la necesidad de tener
una propiedad o cierto grado de alfabetización. Así mismo, incluyó mestizos e
indígenas y creó gobiernos provinciales y ayuntamientos de origen popular.

Cuando Fernando VII vuelve al poder en 1814 abolió las cortes y desconoció la
Constitución Gaditana. En contraste, “la Constitución de Cundinamarca de 1811
propuso una monarquía constitucional que mostró el carácter excluyente de los
criollos frente a las castas inferiores y el temor de perder el dominio sobre el orden
político legado por España”

POBLACIÓN

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