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Pierre Bourdieu: habitus y campo

La teoría de Pierre Bourdieu se basa en la relación dialéctica (relación entre contrarios),


entre habitus y campo.
El objetivo de Bourdieu fue superar la oposición entre el objetivismo (afirmación de
cosas que podes comprobar con pruebas; sustentable) y subjetivismo (no hay pruebas
palpables o por lo menos comprobables; ideas abstractas).
Distintos autores tienen diferentes posturas sobre las teorías sociales. Durkheim,
Saussure, Levi- Strauss y los marxistas estructurales se caracterizan por centrar sus
teorías en las estructuras objetivas e ignoran el proceso de la construcción social
mediante la cual los actores construyen las estructuras. Bourdieu los critica afirmando
que no le dan la importancia suficiente al “agente”.
Por otro lado, autores como Schutz, Blumer (interaccionismo simbólico) y Garfinkel
basan sus teorías centrándose en el modo en que los agentes piensan y representan el
mundo social ignorando las estructuras objetivas en las que estos procesos suceden.
Bourdieu los critica señalando que estas teorías se centran en la acción de los agentes e
ignoran la estructura. El (Bourdieu), en cambio, basa su teoría en la relación dialéctica
entra las estructuras objetivas y los fenómenos subjetivos.
La teoría de Bourdieu, que se centra en la relación entra la estructura y la forma en que
las personas construyen la realidad social, se llama “estructuralismo constructivista”.
En esta teoría, Bourdieu afirma que las estructuras objetivas son independientes de la
voluntad de las personas, pero al mismo tiempo, las estructuras influyen en la forma en
que las personas construyen y representan a la realidad social.
Aunque el trabajo de Bourdieu se centre en vincular el estructuralismo y el
constructivismo, en su trabajo hay un sesgo (orientación o dirección que toma un
asunto) hacia el estructuralismo. Por este motivo, se lo considera a Bourdieu como un
“posestructuralista”. Dentro de su sociología, Bourdieu resalta la importancia de que
como las personas van a construir su realidad social depende mucho de la posición que
tengan en la sociedad (ya que esto va a afectar como vean las cosas). Sin embargo, esta
construcción social se da en el mundo social, que se ve afectado por la estructura.
Entonces, podemos afirmar que el interés principal de Bourdieu se sitúa en la relación
entre las estructuras sociales y las estructuras mentales. El núcleo del trabajo de
Bourdieu reside en los conceptos de habitus y campo, así como en su interrelación
dialéctica. Mientras que el habitus existe en la mente de las personas, los campos
existen fuera de sus mentes.
HABITUS: El habitus incluye las “estructuras mentales o cognitivas” (marco de
realidad) mediante las cuales se manejan en el mundo social. A través de estos
esquemas, las personas comprenden, evalúan y perciben el mundo social. Podemos
considerar el habitus como “estructuras sociales internalizadas y encarnadas”. El
habitus de cada persona es distinto, ya que este depende de su posición en la sociedad.
Esto se debe a que según el habitus de cada persona, estas van a interpretar la realidad
de manera distinta. “Sin embargo, los que ocupan la misma posición dentro del mundo
social suelen tener habitus similares”.
El habitus permite a las personas dar sentido al mundo social, pero la existencia de una
multitud de habitus significa que el mundo social y sus estructuras no se imponen de
modo uniforme sobre todos los actores. Cada individuo desarrolla su habitus según sus
experiencias de vida personales.
El habitus produce al mundo social y es producido por él. Esto quiere decir que el
habitus tiene una característica dual. Por un lado, es una estructura que forma nuestra
percepción del mundo social y, por otro lado, es una estructura condicionada por el
mundo social.
Bourdieu define al habitus como “sistema de disposiciones estructuradas y
estructuradoras constituido por la práctica y constantemente orientado al cumplimiento
de funciones prácticas”. La práctica tiende a dar forma al habitus y, a su vez, el habitus
sirve para unificar y generar práctica. Esto quiere decir que la respuesta que da el
mundo social a tus acciones va a ser interpretada y a la vez va a moldear tu “realidad”, o
como percibís las cosas. A su vez, de la forma que percibas tu “realidad” va a modificar
tu comportamiento y va a condicionar como te relaciones con el mundo social.
Aunque el habitus modifica la manera de pensar y la elección de acción, no es un factor
determinante. La ausencia de este determinismo es lo que separa a la teoría de Bourdieu
de la mayoría de los estructuralistas. ¿Qué significa esto? El habitus simplemente
“sugiere” lo que las personas deben pensar y lo que deben decidir. Las personas deciden
por ellas mismas, ya que tienen diversas opciones (influenciadas por el habitus). “El
habitus proporciona los principios por los que las personas deliberan sobre sus opciones
y eligen las estrategias que emplearan en el mundo social”.
El habitus funciona “por debajo del nivel de la conciencia y el lenguaje, y más allá del
alcance del escrutinio introspectivo y del control de la voluntad” (Bourdieu). Es decir,
que no somos conscientes de nuestro habitus, no lo podemos modificar de forma
consiente. Si bien el habitus es una estructura, las personas no responden
mecánicamente a él o a las estructuras externas que operan sobre ellas.

CAMPO: El campo es la red de relaciones entre las posiciones objetivas que hay en él.
Los ocupantes de las posiciones pueden ser personas o instituciones. Hay varios campos
en el mundo social (por ejemplo, el artístico, el religioso, el económico); todos tienen su
lógica específica y generan entre los actores una creencia sobre las cosas que son
importantes en el campo.
Bourdieu ve al campo como una arena de batalla. Las posiciones de los diversos agentes
dentro del campo dependen de la cantidad y peso relativo del capital (no en términos
económicos; sino en términos de valor en relación con el campo) que poseen.
Al subrayar la importancia de ambos conceptos, habitus y campo, la teoría de Bourdieu
adopta una posición que recibió la denominación de “relacionismo metodológico”.
La preocupación principal de Bourdieu es la relación entre habitus y campo. Por un
lado, el campo condiciona al habitus; por otro, el habitus le da sentido al campo.

APLICACIÓN DE LA TEORIA DEL HABITUS Y EL CAMPO. Bourdieu afirma


que el gusto (conjunto de actividades que atraen a “x” persona/s) es una práctica que
sirve para categorizar a las personas en el orden social. Sirve para unificar a los que
tienen preferencias parecidas y para diferenciarlos de los que tienen gustos diferentes.
Es decir, mediante las aplicaciones prácticas del gusto, las personas clasifican os objetos
y al mismo tiempo se clasifican a ellas mismas. “Es posible categorizar a las personas
en función de los gustos que manifiestan, por ejemplo, según sus preferencias por los
diferentes géneros de música o cine”.
Bourdieu afirma que se tiene que considerar estas prácticas, dentro del contexto de todas
las relaciones mutuas, es decir, en su totalidad. Tener gustos por un determinado tipo de
arte o cine guardan relación con preferencias entra las comidas, los deportes o los
peinados.
Bourdieu identifica en su estudio sobre el gusto dos campos interrelacionados: las
relaciones de clase y las relaciones culturales. Las acciones que llevan a cabo los
agentes (individuales o colectivos) que ocupan posiciones específicas se rigen por la
estructura del campo. El gusto representa una oportunidad para experimentar y
reafirmar la posición de una persona dentro del campo. Aquellos que pertenecen a las
clases altas tienen más capacidad para lograr que se acepten sus gustos y para oponerse
a los gustos de los que pertenecen a las clases bajas. Así, el mundo de la cultura guarda
relación con el mundo jerárquico de las clases sociales, y es tanto jerárquico como
jerarquizante.
Bourdieu vincula el gusto con el concepto de habitus. Los gustos dependen de los
marcos de realidad individuales y colectivos (preferencia por un tipo de ropa por ej.).
Estas disposiciones/preferencias son las que forjan la unidad inconsciente de clase.
Las prácticas en general, y las prácticas culturales en particular, se establecen a partir de
la relación entre el habitus y el campo. Las personas utilizan “capital cultural” para
mejorar su posición, pero al mismo tiempo pueden perder su posición. Ejemplo: Deja de
ser visto como de “clase alta” ir a la opera.
Las personas persiguen la distinción en una serie de campos culturales. Las
relaciones de distinción están “inscritas/puestas” en los distintos productos. La
apropiación de ciertos bienes culturales (por ejemplo, un Mercedes Benz) proporcionan
ventaja, mientras la de otros (Renault 12) no proporcionan ninguna ventaja o incluso
generan una pérdida.
Los cambios en los bienes culturales conducen a alteraciones en los gustos, pero los
cambios en los gustos también generan transformaciones en los productos culturales. La
estructura del campo no sólo condiciona el deseo de bienes culturales por parte de los
consumidores, sino que también estructura lo que los productores crean para satisfacer
esas demandas.
Los cambios de gusto son resultados de la pugna entre fuerzas opuestas, tanto en el
terreno cultural (lo antiguo frente a lo moderno, por ejemplo), como en el de las clases
(lo dominante frente a las fracciones dominadas en el seno de la clase dominante).
Son las oposiciones en la lucha de clases las que condicionan las oposiciones en el gusto
y el habitus. Aunque Bourdieu atribuye gran importancia a la clase social, rehúsa
reducirla a cuestiones económicas o a relaciones de producción, y la define también en
términos de habitus.

Margaret Archer: cultura y acción


Archer se centra en la morfogénesis (proceso mediante el que los diversos intercambios
complejos no sólo producen cambios en la estructura del sistema, sino que también
constituyen un producto final: la elaboración estructural). Cuando las estructuras están
consolidadas, afectan e influyen en las acciones y la interacción. La perspectiva
morfogenética considera la existencia de secuencias infinitas y ciclos de cambio
estructural, de alteraciones en la acción y la interacción y de elaboración estructural.
Archer afirma que la estructura y acción son elementos analíticamente distintos, aun
cuando se encuentran enredados en la vida social.
En opinión de Ritzer George (autor del libro), tanto las dualidades como los dualismos
desempeñan su papel en el análisis del mundo social. A veces, es útil separar la
estructura de la acción para analizar el modo en el que se relacionan entre sí. Sin
embargo, otras veces, puede ser preferible analizar la estructura y la acción como
dualidades inseparables.
Archer parte de la premisa de que el problema de la estructura y la acción ha
“ensombrecido” la cuestión de la cultura y la acción. Según ella, mientras que la
estructura constituye el reino de los fenómenos e intereses materiales, la cultura entraña
fenómenos no materiales e ideas. Por lo tanto, los conceptos de estructura y cultura son
relativamente autónomos.
En la teoría morfogenética el análisis en el reino de la estructura se centra en el modo en
que el condicionamiento estructural influye sobre la interacción social y en el modo en
que ésta, a su vez, conduce a la elaboración estructural. En el reino cultural la
preocupación paralela se dirige hacia el modo en que el condicionamiento cultural
influye sobre la interacción sociocultural y, de nuevo, hacia el modo en que esto
conduce a la elaboración estructural. El condicionamiento cultural hace referencia a las
partes o los componentes del sistema cultural. La interacción sociocultural implica las
relaciones entre los agentes culturales. La relacion entre el condicionamiento cultural y
la interacción sociocultural es por tanto, una variante cultural de la cuestión estructura-
acción.
El sistema sociocultural precede a la acción e interacción sociocultural, e influye y es
influido por esta acción. Finalmente, la elaboración estructural es posterior a la acción y
a la interacción sociocultural, así como a los cambios inducidos en ellas debido a las
alteraciones en el sistema sociocultural. El interés de Archer es explicar no sólo la
elaboración cultural en general, sino también sus manifestaciones específicas.
En la teoría de Archer hay también una dimensión relativa al conflicto y al orden. Las
partes del sistema cultural pueden ser contradictorias o complementarias. Esto ayuda a
determinar si los agentes se implicaran en relaciones conflictivas u ordenadas. A su vez,
estas relaciones ayudan a determinar si las relaciones culturales son estables o
cambiantes.
En términos de la acción, la preocupación de Archer es especificar los modos en los que
el sistema cultural influye sobre la acción sociocultural. Archer expresa así su
preocupación central por el nexo cultura-acción: “Nuestro interés primordial por el
sistema cultural reside precisamente en su doble relacion con la acción humana, es
decir, su influencia sobre nosotros… y nuestra influencia sobre él”. Los agentes tienen
capacidad de debilitar o de reforzar la influencia del sistema cultural.
Archer busca hacer un análisis unificado de la relacion entre la estructura, la cultura y la
acción. Para esto, es necesario analizar la influencia reciproca de la estructura y la
cultura así como la influencia relativa de ambas sobre la acción.
Archer cree que la cultura está en el mismo nivel que el sistema social y que puede
analizarse utilizando una perspectiva similar a la de la teoría de sistemas. Distingue su
enfoque de la cultura en 3 orientaciones principales. La 1ra es la idea de la fusión
descendente, esta dicta que la cultura es un macro fenómeno que influye sobre los
actores. La 2da es la fusión ascendente, o idea de que un grupo impone su visión del
mundo a otro grupos. Por último, tenemos la función central (la tercera), que va a hacer
referencia a que ella cree que hay que analizar de forma conjunta al sistema cultural y el
nivel sociocultural. Así, Archer expresa su opinión “La cultura es el producto de la
acción humana, pero, al mismo tiempo, toda forma de interacción social está
encuadrada en ella”.
En la base de la teoría de Archer encontramos cuatro ideas generales:
1. El sistema cultural se compone de elementos que mantienen una relacion lógica
entre ellos.
2. El sistema cultural ejerce una influencia causal sobre el sistema sociocultural.
3. Hay una relacion causal entre los individuos y los grupos que existen en el nivel
sociocultural.
4. Los cambios en el nivel sociocultural conducen a la elaboración del sistema
cultural.

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