Distintas propuestas de actividades y juegos que

promueven la exploración y el juego con materiales

y objetos
Estimados/as educadores/as:
¡Bienvenidos a la tercera clase del módulo! En este nuevo encuentro los/las invitaremos a
pensar en las propuestas lúdicas que ofrecemos a los niños/as de 45 días a 3 años en las
instituciones de los distintos territorios en los que ustedes trabajan, para orientar la tarea
educativa que realizamos, teniendo en claro algunos principios que los guíen en la toma
de decisiones.
Los/as invitamos a continuar colectivamente el recorrido.

Para seguir jugando…

En la clase anterior comenzamos el recorrido a través de una clasificación de juegos. Allí
vimos los juegos del "como si" como experiencias iniciales que llevarán a la participación
futura de los/las niños/as en juegos dramáticos cada vez más complejos en la posibilidad
de asumir diferentes roles. Vimos sus características, la selección de materiales y
repertorios y las acciones del adulto para enseñar a jugar en estos casos.
Ahora les proponemos adentrarnos en un nuevo tipo de juego
Muchas veces, al proponer juegos a los pequeños, los nombramos por el tipo de objetos
que les entregamos: juegos con pelotas o juegos con palanganas y pelotas, juego con
cintas y pañuelos, etcétera. En esta nominación no queda clara la propuesta del docente,
que se desdibuja en la nominación del material, así como tampoco la actividad del niño.
Por ejemplo, si nos interesa proponerles la exploración de objetos, la acción
representativa o un juego corporal, entre otras posibilidades.
Por esta razón, poniendo el énfasis en las acciones que realizarán los/las bebés y niños/as,
aquí abordaremos las actividades y juegos de exploración con materiales y
objetos, que en algunos casos devienen en variados tipos de juegos que se desplegarán
con los pequeños. Para ello, al igual que en la clase anterior, también organizaremos el
abordaje en torno a:
 Caracterización del juego
 Selección de materiales y repertorio
 Acciones del adulto para enseñar jugar
¡Ahora sí abordemos este tipo de juegos en detalle!

De las actividades de exploración a los juegos con materiales y

objetos

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 Para pensar
¿Qué acciones vemos hacer a los niños/as de 45 días a 3 años con los objetos
de sus hogares?
¿Por qué hablamos de juegos y de actividades de exploración?

En los hogares los niños realizan actividades de exploración: gatean, abren cajones,
alacenas, sacan los objetos que allí encuentran y seguramente realizan un sinnúmero de
acciones tales como golpear, agitar, sacudir, tirar, entrechocar, etcétera. En algunos casos
esas acciones se convierten en juegos cuando aparecen secuencias narrativas o formatos
que se reiteran y consolidan, y cuando las acciones se enmarcan en lo ficcional y lúdico.

Por ejemplo…
El/la bebé o niño/a toma una cuchara de madera, la agita, la succiona y
encuentra una sonoridad grata que deviene en el juego del “pum, pum, pum”,
al golpearla con una cacerola. Su papá lo observa, se ríe y tomando otra
cuchara lo imita. Ambos se comunican que esa actividad es un juego y se
reiteran las acciones compartidas.

Así también en las instituciones, los educadores y educadoras pueden presentar situaciones
que alcanzarán o no el grado de juego.
En las actividades de exploración y juegos con materiales y objetos, los/as niños/as
accionan con arena, piedras, caracoles, envases contenedores o recipientes para meter y
sacar, cepillos y muchos otros elementos disponibles que encuentran en su entorno
hogareño y pueden ser preparados para ellos en sus salas. En las propuestas presentadas
por los educadores y en las que participan con libertad los pequeños, se pretende que los
niños indaguen las propiedades físicas y culturales de los objetos y no siempre constituyen
situaciones lúdicas.
“No resulta fácil discernir cuándo actúan (los/as niños/as) sobre los objetos para satisfacer
una necesidad placentera e imaginativa, o cuando los están estudiando activa y
concienzudamente. En muchas ocasiones comienzan realizando acciones de carácter lúdico
y, en el curso de su juego, modifican la dirección de su actividad, para iniciar un proceso
de análisis sobre la naturaleza de la situación a la que se enfrentan.” (Benlloch, 1992)
Veamos un ejemplo que nos permita analizar cómo estas actividades pueden tomar, en su
transcurso, características de juego y, en otros momentos, características de exploración,
lo cual no es necesariamente un juego.

Al presentar un material como “juegos con arena”, que consiste en una mesa
de arena con algunas piedras, ramas y diferentes contenedores en donde la
arena puede pasar o no pasar, cernidores, embudos, coladores, etc., los/as
niños/as podrán explorar los materiales y, en la misma acción manipulativa,
van conociendo sus propiedades físicas. Las propiedades físicas son las
propiedades que tienen los objetos: algunos son duros o blandos, algunos
finitos, fríos, etc.
Por ejemplo, uno de los elementos, el embudo, “deja pasar” la arena y “no
separa” elementos. Otro elemento, el colador, separa las piedras de la arena.
En la misma acción exploratoria, tal vez los/as niños/as podrán entrar en un

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 “juego” de preparar “comiditas”. De la exploración al juego y del juego a la
exploración, el niño pasa sucesivamente de una situación a otra por su propio
deseo.

Entonces, en base a lo que fuimos presentando y el ejemplo analizado, decimos que el/la
niño/a pasa de la exploración al juego cuando desde la propuesta del docente y la relación
mutua que se va conformando en el jugar el niño va paulatinamente decidiendo por
automotivación, que lo que realiza es juego y lo comunica entre jugadores. Cuando con el
adulto van armando formato de juego/secuencias narrativas que se reafirman para ser
aprendidas como estructuras predecibles. Asimismo, cuando se pasa del campo de la
realidad a la ficción.
Ahora, volvamos al ejemplo…
Imaginemos a este/a niño/a de 2 años que nuevamente decide explorar los elementos de
la mesa de arena y, en un momento, comienza a “hacer como si cocinara”. Ha podido pasar
del campo de la realidad al de la ficción, por lo que se interna en la zona de lo lúdico. Así
se estructura un formato, tal vez pasa arena de un elemento al otro –como si agregara
algo a una preparación–, hace lluvia de arena –como si agregara sal–, sirve chorros de
arena como si sirviera mate.
Confirmamos entonces cómo la configuración de estos tres rasgos del juego: formato,
ficcionalidad y automotivación nos van permitiendo diferenciar esas primeras
actividades de exploración de una actividad lúdica, que llamamos juegos.

Veamos cómo sucede esto que explicamos en niños/as mayores de tres años:
https://youtu.be/iD5uqU2oII0
¿Les parece que es una actividad exploratoria? ¿Encuentran aquí un
formato? ¿Hay automotivación y ficcionalidad?

Cuando los/las niños/as exploran los objetos y materiales se apropian de sus propiedades
físicas pero también conocen sus propiedades culturales y construyen seguridad en
sí mismos al afirmar y probar sus propios puntos de vista.
Cuando hablamos de las propiedades físicas de los materiales y objetos nos referimos a
que niños y niñas comprenden que un colador “deja pasar” la arena y no las piedras; que
la arena húmeda no pasa por dicho colador y que sirve para modelar. Estas son algunas
de las propiedades que llamamos físicas. Pero a su vez también reconocen que están
usando un colador, un objeto de la cultura que también ve utilizar en su casa.
Veamos ahora algunas de las propuestas posibles, para tener a nuestra
disposición posibles repertorios, que podemos llevar adelante como educadores
y educadoras.

Selección de materiales y repertorios de actividades de exploración

y juego con objetos desde la sala de los bebés

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 Les proponemos mirar y detenerse en los 10 primeros minutos, si bien todo el video es
un aporte interesante.
https://youtu.be/hSCjCXgXPds
Para pensar
¿Qué propuestas podemos hacer con niños pequeños?
¿Qué materiales y objetos podemos ofrecerles?

En todas las salas de la escuela infantil podemos hacer actividades y juegos con objetos y
materiales. Veremos algunas propuestas que, si bien no remiten a una franja de edad,
algunas son más accesibles para los más pequeños mientras otras para los más cercanos
a los 3 años. En todas ellas veremos una descripción general de la actividad o juego y qué
elementos o materiales podemos incluir para potenciar la exploración y el juego con
objetos.

La cesta de los tesoros

Veamos distintas propuestas…

Aquí, por ejemplo, se agregaron elementos de cartón, metal, etcétera…

Propuesta de Belén Robert

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 Aquí se incorporan elementos naturales…

Estas propuestas están diseñadas especialmente para bebés que ya se sientan por si
solos y niños en su primer y comienzo del segundo año de vida. Se les ofrece una cesta
baja, que deje ver su contenido, con elementos seleccionados, provenientes de la
naturaleza, la fabricación industrial y artesanal. Esta propuesta se la llama “la cesta del
tesoro” y fue pensada por Goldschmied y Jackson. Los materiales, de tamaño adecuado
a las manos de los bebés/niños, permiten la exploración y la posibilidad que conozcan a
través de su acción algunas de sus propiedades: sonido, peso, color, textura, tamaño,
dureza, temperatura, etcétera. Es importante que los objetos seleccionados sean seguros
para los bebés/niños, cuidando su tamaño (no debería haber objetos más pequeños que
el tamaño de una nuez, por el peligro que conlleva tragarlos o meterlos dentro de
cavidades), y que sean higiénicos y sin aristas filosas, etc.
Los materiales
Podrá haber “mates” (calabazas de la naturaleza): sonoros, marrones, cálidos, no tan fríos
como metales. También cucharas de metal y madera, cepillos, esponjas naturales (sin
semillas), caracolas, piñas (sin semillas), piedras livianas y seguras, ovillos de lana e hilo,
telas sin hilachas, latas sin rebordes como contenedores para meter y sacar, cadenas cuyos
eslabones no se salgan, cintas de tela, etc. Cada uno de estos objetos permitirá un
sinnúmero de acciones exploratorias, a la vez que exigirá una forma particular de tomarlos.
A partir de simples exploraciones de los objetos, como sacudir, chupar y golpear, se
constituye un juego al repetirse un formato lúdico, que se adentra en la
ficción, repetirse y comunicarse intersubjetivamente.

La cesta de los sonidos

Cesta de los sonidos, Ludoteca ISPEI Sara Eccleston.

En esta misma línea podemos armar y proponer una cesta de los sonidos, con elementos
de la naturaleza y de fabricación industrial y artesanal que produzcan sonidos con timbres
diversos (metálicos, maderas o variados) y permitan acciones diversas por parte de los
niños (sacudir, golpear, agitar, soplar, raspar, etc.). Los pequeños explorarán los objetos,
harán diferentes acciones con ellos y, paulatinamente, descubrirán sus posibilidades
sonoras. Es factible que los docentes observen hacer a los niños, imiten sus acciones,
propongan algunas otras. Es adecuado que, por momentos, los adultos propongan

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escuchar un ritmo sonoro interpretado con alguno de los materiales y ejecutado a veces
solo por los adultos.
Los materiales
Cajas forradas con cartón corrugado (para raspar); cucharas de madera y metal; trozos
de madera pequeños; varillas de madera; papel celofán; vasos plásticos; sonajas
transparentes bien selladas, con semillas dentro, piedritas y diversos elementos que
produzcan diferentes sonoridades; latas sin bordes filosos; “tambores” de cartón y plástico;
botones y cascabeles unidos que al entrechocar produzcan sonidos.

Los juegos heurísticos

Esta propuesta, planteada por Goldschmied y Jackson para niños a partir del año, ofrece
materiales coleccionados de desecho, para favorecer la exploración y variadas posibilidades
como meter y sacar objetos en contenedores. Se organiza el espacio con los materiales
agrupados por su semejanza. La propuesta dura aproximadamente una hora, en ella se
arma el espacio, se permite y propicia la exploración y juego de los pequeños y, al finalizar,
se ordena agrupadamente los materiales en bolsas contenedoras. Es aconsejable que los
adultos observen hacer a los niños, alienten sus descubrimientos y búsquedas, y que
también les pidan los materiales por sus nombres para que juntos participen en el
guardado de los mismos.

Veamos en el primer video la propuesta de la cesta de los tesoros, con la

participación de los niños, y luego algunas reflexiones de la autora,
Goldshmied, quien propone materiales de la vida cotidiana para armar una
cesta segura y a la vez desafiante para ofrecer a los bebés, que estimule los
sentidos, la exploración y la resolución de problemas.
https://youtu.be/_aavCuKmMvc
https://youtu.be/2gcVJagePTQ

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Exploración y juegos con materiales: la mesa de arena

Mesa de arena, Ludoteca ISPEI Sara Eccleston.

En una mesa o bandeja cuadrangular se colocará arena seca y se dispondrán diferentes

objetos que oficien de cernidores: vasos con perforaciones, coladores de cocina y
manufactura artesanal, embudos, tubos con fondo y sin él, palas, cucharas, etc. Estos
materiales ofrecerán variabilidad en las acciones a realizar, que motiven búsquedas,
exploraciones y resoluciones de los niños. También puede utilizarse un piletón inflable de
los que se venden en el mercado para bebés, el tamaño amplio (aproximadamente 0,80
cm de diámetro) permite contener un volumen importante de arena que favorece las
acciones de los pequeños con mejor posibilidades que las palanganas individuales.

Juegos con objetos para el desarrollo de la coordinación motora

Materiales elaborados por Capristo, L. Podestá, M. B. Kartofel, F. Valena M. (2013) en el marco del proyecto
“¿Cómo organizar “el despertar” en una sala de 2 años? El ambiente alfabetizador como tercer docente.
Ambientes para la sensibilización estética y el juego. Escuela Infantil N° 6 CABA”.

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Los juegos con objetos promueven, en algunos casos, desafíos en las coordinaciones
motoras. En las fotos observamos envases para tapar y destapar con diferentes modos de
resolución (enroscar, presionar, etc.), alcancías con diferentes orificios que dejen meter
objetos, exigiendo un ajuste motor para poder realizarlo, y ensartados, que son ejes para
agregar arandelas con diferentes diámetros.

Juegos con objetos: para construir

En este tipo de juegos se proponen materiales que permitan la construcción de estructuras

tridimensionales, por ejemplo, envases de cartón forrados con un color neutro son muy
adecuados. Es preferible que las cajas de envases de alimentos o remedios estén rellenas
para que tengan más peso y sustento, al ser forradas permiten que los niños se centren
en la construcción y no se detengan en las imágenes que los envases proponen. Las formas
más sencillas de iniciar la construcción es con elementos que se yuxtapongan sin encajes,
es decir, que se apilen por superposición. Agregarle, en algunos casos, elementos de juego
de tamaño acorde, tales como coches, animales o personas, estimulará la construcción y
el juego. El docente selecciona el material, lo propone a los niños y observa hacer; en
algunos casos ayuda en la resolución de problemas constructivos, en otras realiza acciones
conjuntas mostrando otras formas de construir, propone la acción de algunas posibilidades
o muestra las producciones de los niños a sus compañeros.
Veamos ahora cuáles son las acciones posibles del/de la educador/a para
acompañar a los/las niños/as en las actividades de exploración y juego…

Acciones del/a educador/a para enseñar a jugar durante las

actividades exploratorias y lúdicas
Consideramos que es esperable, siguiendo a Kamii y De Vries (1987), que las actividades
de exploración con objetos se inicien maximizando las iniciativas de los niños y no
las del docente.

El educador/a es quien selecciona el universo de materiales y objetos y los

pone a disposición del/de la niño/a. Esta acción es central para el logro de
múltiples posibilidades de aprendizaje en el desarrollo de las actividades.
El adulto-educador/a participa observando, alentando la exploración y
favoreciendo el juego, siempre a partir de lo que el niño y/o la niña va

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 proponiendo: manteniendo una mirada atenta, sin interrumpir su accionar,
alentando. Seguramente esa mirada y presencia cercana será el reaseguro
necesario para favorecer las búsquedas y hallazgos de los pequeños.

El docente podría, entonces, proponer y observar hacer a los niños para fomentar la
exploración, como así también proponer actuar sobre los objetos con un efecto deseado.
Asimismo, también puede acompañarlo a comprender sus acciones.
Veamos de qué se trata en cada caso...

Proponer y observar hacer a los niños para fomentar la exploración

Les podemos preparar, seleccionados, y mostrar un grupo de objetos a los/as niños/as y
preguntarles: “A ver, ¿qué se les ocurre hacer con esto?”. A partir de ello, dejarlos
explorar, alentando sus búsquedas, en algunos casos, socializando algunos hallazgos,
mostrando lo que un niño propone al resto o imitando su propuesta. En otros casos,
alentando con la mirada las acciones de los pequeños y mostrando algunas reacciones de
sus actos. En esta etapa –niños/as de 45 días a 3 años– el/la maestro/a mira –
centralmente– hacer a los niños; a veces los imita y a veces propone otra acción.

Proponer actuar sobre los objetos con un efecto deseado

Es posible que los niños/niñas, en el desarrollo de las actividades, realicen una acción, la
repitan, la prueben y observen qué sucede. Otras veces ocurre que manipulan objetos sin
detenerse a mirar o a proponer acciones más puntuales. En este último caso es sustantivo
que el/la docente proponga al/niño/a actuar sobre los objetos para obtener un
efecto deseado, o simplemente mostrar otras acciones posibles.
Les agregamos ideas o sugerencias, algunas preguntas que podemos hacer a los niños
durante la acción, en este caso, tomando el ejemplo de la caja de arena.

Para poner en práctica con los niños…

 ¿Cómo harían para separar los elementos de la arena para que quede
limpia?
 ¿Cómo harían para hacer lluvia y chorros de arena?
 ¿Cómo harían para que la arena llegue sola, sin transportarla ustedes,
a una caja colocada a cierta distancia?

El/la educador/a podrá acompañar al niño a realizar las acciones: anudar por el niño,
encajar un tubo dentro de otro, o podrá acercar elementos que faciliten la comparación de
posibilidades o responder a soluciones que los niños planteen, como acercar una tela o
cartón para que la arena baje como por un tobogán hasta la caja, en el caso de que sea
un planteo propuesto por los niños. En algunos casos, será útil mostrar algunas posibles
resoluciones animando a los niños a tomarlas en cuenta para encontrar otras. En este
sentido, el/la educadora es quien puede propiciar las condiciones para que cada sujeto
pueda construir los mejores aprendizajes descubriéndose en su sentido social.

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Acompañarlo a comprender sus acciones
Es importante que el/la niño/a se inicie en la toma de conciencia sobre cómo hizo para
lograr el efecto deseado. Es ideal que el/la niño/a sea consciente sobre cómo se produjo
el efecto. Para ello, el/la educadora podrá pedirle que verbalice lo sucedido y la resolución
de la situación. Las preguntas ¿Cómo hiciste para…? ¿Qué pasó cuando…? ¿Qué
hiciste para lograr…?, si bien son adecuadas para educandos grandes, pueden comenzar
a planearse durante la situación desde pequeños.
Este paso excede, en principio según Kamii y De Vries (1987), las posibilidades de los/las
niños/as de jardín. Pero puede ser el educador quien verbalice y comunique al niño y a los
compañeros algunos logros observados en sus acciones.
En definitiva, el/la docente puede plantear las situaciones:
 Pensando el material que promueva desafíos variados y factibles para sus bebés y
niños/as.
 Poniendo en palabras sus acciones.
 Alentando búsquedas y soluciones acompañando los planteos de los niños/as.
 Planteando problemas en la acción para resolver, que sean concomitantes con las
hipótesis y búsquedas de los propios niños, alentando su resolución y verbalización
sin buscar una única respuesta exitosa.
El docente observa y centralmente deja hacer a los niños. A partir de la observación decide
si saca algunos materiales, agrega otros, realiza una pregunta, acerca un material, realiza
una acción conjuntamente con los niños. Es decir que la observación es una forma más de
enseñar.
Es fundamental que el niño sea respetado en sus tiempos de exploración; para ello es
necesario que el educador comprenda que observar es enseñar. Las propuestas iniciadas
por el niño podrán ser actividades en las que por momentos explore los materiales, para
conocerlos y comprender sus posibilidades físicas y por momentos estas exploraciones se
conviertan en juegos cuando él lo decida, cuando pase al campo de la ficción y cuando se
estructure un formato. En esta alternancia, el docente podrá participar con él generando
entre ambos un intercambio que potencie tanto el juego como la exploración.

A modo de cierre
Hemos visto diversas actividades con materiales y objetos que se presentan en variadas
posibilidades para explorar y por momentos jugar. En todos ellas los niños van conociendo
las propiedades de los objetos: el color, tamaño, rugosidad, temperatura, peso, equilibrio,
entre otras; pero estas propiedades van aunadas a la acción y descubrimiento que los
niños realizan en una propuesta en donde se les permite hacer de muy diversas maneras,
respetando sus ideas y exploraciones y, en ocasiones, proponiendo los educadores algunas
acciones que continúen o propongan a las iniciadas por los niños.
Hemos explorado juntos un repertorio posible de este tipo de actividades y juegos: la cesta
de los tesoros, los juegos heurísticos, la cesta de los sonidos, la mesa de arena, juegos
con objetos para el desarrollo de las coordinaciones motoras y los juegos con objetos para
construir.

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Revisando lo construido hasta aquí...

¿Qué acciones vemos hacer a los pequeños en sus hogares?

Como abordamos en el registro de la Clase 2 de Rori y su mamá, los niños no siempre
juegan con juguetes sino toman objetos de su realidad cotidiana.

En las instituciones infantiles los contextos cotidianos de los pequeños

necesitan de propuestas en las que sean los adultos los que pongan a
disposición de los niños un sinnúmero de objetos que en esta clase fuimos
construyendo juntos.

En la selección cuidadosa de los mismos está el trabajo de los adultos educadores, a la vez
que al ver hacer a los niños les permitirá pensar qué nuevos objetos proponer o retirar.
En todos los casos es necesario permitir hacer a los niños, explorando, observando, sin
interrumpir sus búsquedas y en algunos casos proponiendo, mostrando, “haciendo en
comunidad”, como señalaba Rogoff.
Entonces las formas de enseñar en este tipo de propuestas son: seleccionando
cuidadosamente objetos y materiales, observando y haciendo acciones conjuntas o en
algunos casos proponiendo otras que no surjan de los propios niños.
Como abordamos en la Clase 1, vamos avanzando en el recorrido propuesto al conocer
algunas características del jugar con niños/as de 45 días a 3 años, deteniéndonos en cómo
se enseña a jugar, a la vez de ir presentando distintos repertorios de juegos factibles para
los pequeños. Señalamos cómo el involucramiento del adulto es importante al ofrecer su
disponibilidad corporal, su mirada, los materiales y abrir el espacio y el tiempo de jugar
como derecho de los pequeños.
Vimos juntos sugerencias de juegos y materiales en relación a juegos del como si/
representativos, juegos con materiales y objetos, para terminar la Clase 4 con los juegos
tradicionales de crianza y los juegos corporales.
Nos encontramos entonces para terminar el recorrido, deseando que estas
reflexiones que abrimos en cada clase sean un punto de partida para pensar sus
propuestas lúdicas con los pequeños.

Actividades

Leer la bibliografía obligatoria de la clase. Para conocer cuál es la propuesta

de lectura para esta tercera semana, los invitamos a acceder a la Hoja de ruta.

Actividad obligatoria
Esta primera parte es de realización individual.

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 Ya fotografiaron y describieron escenas lúdicas que compartieron en el foro
“Imágenes para pensar el jugar con niños y niñas de 45 días a 3 años”. Se les
solicita ahora:
Preparar un material de juego para ese niño, de ser posible realizado con
material de desecho; fotografiar dicho material lúdico.

Les solicitamos:
1. Subir la foto del material y una breve justificación (dos líneas) al foro
“Materiales para jugar”. Colocar la foto visible en el Foro, para ello
cuenta con un tutorial que le indica cómo subirla.
2. Elegir el material de juego de un compañero (publicado en el foro)
yrealizarle un comentario con aportes indicando posibilidades del
educador para enseñar a jugar con dicho material, fundamentado en
función de los aspectos abordados en las clases y lecturas obligatorias
del módulo.

Foro de consultas
Este espacio estará habilitado durante toda la cursada del módulo para
compartir y resolver juntos/as las dudas o inquietudes que se puedan
presentar durante la elaboración de las actividades o lectura de los materiales.
¡Los esperamos!

Bibliografía obligatoria
 Valiño, G. (2014). “Prácticas educativas y desarrollo infantil, Algunas notas para la
reflexión”. Ponencia presentada en el IV Congreso mercedario: Niñez y adolescencia
en riesgo social y II Congreso Nacional de cautividad y esclavitud. Córdoba,
Argentina.

Bibliografía de referencia
 Benlloch, M. (1992). Ciencias en el Parvulario. Una propuesta psicopedagógica para
el ámbito de experimentación. Barcelona: Paidós Educador.
 Goldschmied, E. y Jackson, S. (2000). La Educación Infantil de 0 a 3 años. Madrid:
Morata.
 Kamii, C. y Devries, R. (1987). El conocimiento físico en la educación preescolar.
Implicaciones de la teoría de Piaget. Madrid: Siglo XXI.
 Ministerio de Educación de la Nación (2015). Programa Nacional de Formación
Permanente Nuestra Escuela. Entrevista a Daniel Calmels. Disponible
enhttps://www.youtube.com/channel/UCIfDwfceAomKy3Cyeki5L2Q
 Stein, R y Szulanski, S. (1998). Educación pre-escolar en Israel. Una experiencia
significativa. Universidad de Tel Aviv

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 Cómo citar este texto:

Instituto Nacional de Formación Docente (2016). Clase 3: Distintas propuestas de

actividades y juegos que promueven la exploración y el juego con materiales y
objetos. Módulo: El juego y la enseñanza. Especialización docente de Nivel Superior en
Educación Maternal. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación.

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