El sol que disipa las tinieblas

Introducción

Desde la creación del mundo, el día comenzó con la noche. Si miramos bien, esa noche no
es más que el comienzo del día. En el libro del Génesis, cuando Dios crea la Luz, y la separa
de las tinieblas, leemos: llamó Dios a la luz día, y a la oscuridad la llamó noche. Y atardeció y amaneció:
día primero. (Gn 1, 5).

a. De hecho, en la liturgia,

Siempre se celebra una solemnidad desde las vísperas, es decir, desde el atardecer del día
anterior, porque los judíos así consideraban los días, de ocaso a ocaso.

b. Aún, civilmente,

Un día es el tiempo que transcurre de medianoche a medianoche. Nuestro reloj cambia de

día cuando pasan las doce de la noche.

La noche en que brillo una luz nueva

El día comenzó con la noche, pero esto fue así hasta que hubo una noche que comenzó
como un día! Que brillo con una luz nueva

a. Pregón Pascual:

“Esta es la noche de la que estaba escrito: ‘La noche resplandecerá como el día, la noche ilumina
mi alegría’”. La noche que resplandece como el día.

Esa noche, que resplandece como el día anuncia la entrada del Sol. El sol, es el Rey de los
astros. Es todo un símbolo. Y así, el día representa el triunfo de la luz sobre las tinieblas,
la resurrección.

b. En el amanecer todo recobra vida

En el amanecer todo recobra vida, los pájaros cantan, se levanta la bruma, y los colores
recuperan su vigor. Cada mañana es como una nueva creación.

Esto ocurre también en nuestra vida espiritual ante la resurrexion de cristo: nuestras tinieblas
se vuelven luz, todo es canto junto a él, todo es vida.

Jesús resucito para disipar las tinieblas de nuestro corazón

Así como el día disipa la oscuridad, cristo quiere disipar nuestras tinieblas

Tinieblas de los apóstoles, tinieblas de las mujeres (Era muy de madrugada, cuando todavía
estaba oscuro)

Las Sombras

Nos encontramos con graves problemas: Sistemas económicos salvajes que no tienen en
cuenta al hombre, culturas poderosas que excluyen a las más débiles; la brecha entre ricos y
pobres en vez de acortarse se ensancha.

Lamentamos el oscurecimiento de la conciencia moral, la pérdida de la capacidad de amar

hasta el fin, el terrorismo, la muerte y el sufrimiento ocasionados por la violencia, el desinterés
por la verdad, la desunión de las familias, el dolor de vivir la vida sin sentido, empleos
precarios que van asfixiando lentamente la vida individual y familiar de muchos.

Las tinieblas parecen oscurecer el camino del cristiano: "pensemos en ‘el comercio de drogas,
el lavado de las ganancias ilícitas, la corrupción en cualquier ambiente, la discriminación
racial, las desigualdades entre los grupos sociales, la irrazonable destrucción de la naturaleza’,
en el afán ilimitado de riqueza y de poder, que ofusca toda visión evangélica de la realidad
social" (EA 56).

Notamos una ausencia de Dios, que va siendo excluido de la vida privada y de la vida social.

Jesús al resucitar vino a disipar todas estas tinieblas

Cuando las mujeres iban al sepulcro preocupadas, El sol ya había despuntado, signo, de la
resurrexion de Jesús: El sol es vida, es luz, es calor, es el punto de referencia para el
desorientado, es decir el que ha perdido la orientación (esto es Jesús para el cristiano, todo
esto significa que el resucito, que el es el sol que nace de lo alto)

Sólo Cristo puede dar la verdadera respuesta a todas vuestras dificultades (JP II) a
todas nuestras tinieblas

Ante las tinieblas de nuestro corazón recordemos las palabras de juan Pablo II

“No tengáis miedo de mirarlo a El! Mirad al Señor: ¿Qué veis? ¿Es sólo un hombre sabio?
¡No! ¡Es más que eso! ¿Es un Profeta? ¡Sí! ¡Pero es más aún! ¿Es un reformador social?
¡Mucho más que un reformador, mucho más! Mirad al Señor con ojos atentos y descubriréis
en El el rostro mismo de Dios. Jesús es la Palabra que Dios tenía que decir al mundo. Es
Dios mismo que ha venido a compartir nuestra existencia de cada uno.
Al contacto de Jesús despunta la vida. Lejos de El sólo hay oscuridad y muerte. Vosotros
tenéis sed de vida. ¡De vida eterna! ¡De vida eterna! Buscadla y halladla en quien no sólo da
la vida, sino en quien es la Vida misma”.

SVM

Pidamos a la virgen la gracia de la vivir realmente alegres. Alegres porque Jesús venció el mal.
Venció a la muerte, vivir alegres porque Jesus nos trajo la verdadera luz, con el todo es como
un amanecer. Que podamos realmente experimentar en nuestras vidas la fuerza de su
resurrexion