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TAREA: ¿Qué es PROSUR?

, funciones y noticias relevantes


El Foro para el progreso de América del Sur es una iniciativa propuesta por
el presidente de Colombia, Iván Duque junto con su homólogo, el presidente
Sebastián Piñera, con motivo de la creación de un organismo de integración que
reemplace a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
La primera cumbre de Prosur, denominada Encuentro de Presidentes de América
del Sur, se realizó el 22 de marzo de 2019, en Santiago de Chile, para la cual diez
países sudamericanos confirmaron su asistencia: Argentina, Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú (Bolivia, Surinam y Uruguay participaron en
la calidad de observadores).
EL MERCURIO: 23 de marzo de 2019
¿En qué consiste el Prosur?: Las seis claves para entender la cumbre
que reunió en Chile a siete presidentes de América del Sur.
1. ¿Qué es el prosur?
El Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) es un nuevo organismo de
integración sudamericano, que se define como un espacio de diálogo y colaboración
para los países que lo forman, con una estructura flexible que prime el
pragmatismo y la obtención de resultados concretos, por encima de la burocracia y
de la ideología.
La integración en infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y combate al
crimen, prevención y manejo de desastres naturales son las materias a las que
otorga prioridad el Prosur.
2. ¿Quiénes conforman el Prosur?
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Guyana son los ocho
países fundadores e integrantes en este momento del Prosur, organismo que queda
abierto a la incorporación de todas las naciones de Sudamérica.
Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Brasil, Jair Bolsonaro; Chile,
Sebastián Piñera, Colombia; Iván Duque; Ecuador, Lenín Moreno; Paraguay, Mario
Abdo Benítez, y Perú, Martín Vizcarra; más el embajador de Guyana en Chile,
George Talbot, fueron los firmantes del acta fundacional del Prosur, la Declaración
de Santiago.
Aunque no estuvieron representadas por sus presidentes, otras naciones de la
región – Bolivia, Surinam y Uruguay – participaron como observadores en las
conversaciones que dieron lugar a la Declaración de Santiago y seguirán de cerca el
desarrollo de este organismo para analizar la pertinencia de incorporarse.
3. ¿Cuándo nace el Prosur?
Prosur surgió a través del fruto del Encuentro de Presidentes de América del Sur
que se celebró en Santiago de Chile, más de cuatro años después de la última
reunión de mandatarios de la región, que tuvo lugar en diciembre de 2014 en una
cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
4. ¿Dónde surge el Prosur y dónde se ubicará?
Prosur fue creado en Santiago de Chile tras una reunión de presidentes celebrada
en la sede del gobierno chileno, el Palacio de la Moneda.
Chile ejercerá, durante los próximos 12 meses, la presidencia pro tempore de este
organismo, que luego pasará a manos de Paraguay.
A pesar de que no se ha definido una sede oficial, se especula que podría ubicarse
en Chile.
5. ¿Cómo surge el Prosur?
El Prosur nace con el apoyo mayoritario de gobiernos de centro y derecha de la
región, y sin la firma, de momento, de los presidentes de Bolivia y Uruguay (Evo
Morales y Tabaré Vázquez, respectivamente), quienes son referentes de la izquierda
sudamericana.
La iniciativa de crear el Prosur fue ideada por los presidentes de Chile y Colombia.
Duque la anunció el pasado mes de enero y Piñera le dio el impulso definitivo,
invitando a todos los presidentes de Sudamérica a excepción de Nicolás Maduro,
quien no fue invitado por considerar Piñera que no cumple con los requisitos de
entrada al Prosur: la plena vigencia de la democracia, de los respectivos órdenes
constitucionales y el respeto por los derechos humanos.
Sí se brindó invitación al jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó,
reconocido como Presidente encargado de Venezuela por más de cincuenta países,
y quien excusó su ausencia en Santiago por motivos de agenda, pero celebró en
redes sociales el nacimiento del Prosur.
6. ¿Por qué surge el Prosur?
El Prosur nace por la voluntad de los firmantes de contar con un foro de diálogo
despejado de ideología, que les permita cooperar por el ben de sus países y de la
región ante el impasse en el que está sumida la Unasur, abandonada por Argentina,
Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, en abril de 2018, y por Ecuador en el
presente mes, cuya Secretaría General está vacante desde 2017.
La nueva estructura sudamericana surge para ayudar a sus miembros a insertarse
de manera eficiente en la cuarta revolución industrial, y la sociedad del
conocimiento y la información.
Surge, también, porque sus firmantes no quieren un bloqueo ideológico que impida
la toma de decisiones, poniendo como único requisito para alinearse el respecto por
la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales.
EL DESCONCIERTO: 22 de marzo de 2019
Prosur: Integración para el despojo

Durante el año 2008 se produce un proceso de transnacionalización de las élites


económicas en nuestro continente a causa de la crisis en Estados Unidos observan
como los ciclos de auge y contracción económica serán cada vez más cortos,
cuestión que implica para las élites económicas el necesario resguardo de sus
inversiones diversificándolas en diferentes países latinoamericanos, es así como
transnacionalizan el retail, la banca, los sistemas de seguros, las inversiones de las
AFP, entre otros.

Entre el año 2008 y 2015 se sostiene y se profundiza la oleada de gobiernos


progresistas en el Continente latinoamericano lo que lleva a las élites económicas a
no conformarse sólo con trasnacionalizar sus inversiones, sino que se dan cuenta
que requieren acceder directamente al poder político presenté los diversos
gobiernos. Es así como se crea una estrategia desde el año 2015 en adelante para
mediante los medios de comunicación y el Big Data generar una tendencia mundial
que sitúe a la derecha en dos posiciones de moda la primera como una defensora de
la Democracia y los Derechos Humanos y la segunda como el espectro político
capaz de generar empleo en la región. Limpiando el imaginario colectivo y la
asociación entre derecha- dictadura y violaciones a los derechos humanos.

Por otra parte, el año 2015 termina el súper ciclo de los precios de los commodities
principal fuente de financiamiento de países de los países subdesarrollados
latinoamericanos, como el nuestro, lo cual genera un develamiento de la debilidad
estructural de las economías latinoamericanas y de la dependencia no sólo
económica sino también política de los referentes multilaterales como Estados
Unidos, la Unión Europea y China.

En América Latina si bien disminuye la pobreza y mejora el acceso a los diversos


servicios básicos y bienes sociales que requiere la población, existe una
imposibilidad estructural para la generación de empleo en la región cuestión que es
aprovechada por la derecha para recuperar su discurso de fomento económico,
cuestión que por la debilidad ideológica y cultural de las sociedades
latinoamericanas dejan ingresar al poder político nuevamente a los sectores de
derecha.

En el año 2017 se crea el grupo de Lima el primer intento articulación política de


las derechas empresariales de nuestro continente que sitúa en el foco de la
discusión política, económica e ideológica en el gobierno de la República
Bolivariana de Venezuela, generando un nuevo tipo de guerra, guerra mediática
con uso del Big Data. El Big Data es una herramienta informática de
análisis del sistema de valores de la sociedad, de las creencias y el
conjunto de políticas que desde su emocionalidad la sociedad apoya.
Dicha herramienta se potencia con los influenciadores en las redes
sociales que generan un proceso de moda qué amplifica el diseño de
tendencia hegemónica en las redes sociales que se crean el Big Data,
convirtiendo a la derecha en una tendencia novedosa y de moda.

Actualmente tenemos mayoritariamente diversos gobiernos de derecha en el


Continente latinoamericano los cuales están articulando un diseño de políticas
económicas y culturalmente, generando un gobierno corporativo a nivel
transnacional y la promoción de un sistema de valores, conservador, que fomenta
el miedo, y la exclusión de las diversidades de la sociedad que no están presentes en
las estructuras de poder dominante, como por ejemplo, las mujeres, l@s afros, las
etnias, las diversidades sexuales, etc.

¿Cuál es el objetivo político de la creación del Prosur? No es más que generar la


consolidación de los gobiernos de derecha en nuestro continente, para generar
diseños de políticas públicas que promuevan el despojo de los recursos de cada uno
de los países que se expresan por ejemplo, con intento de explícitos de privatizar
Petrobras en Brasil o el petróleo de Venezuela ponerlo a disposición de las
empresas de Estados Unidos, los intentos de privatización de los diversos metales,
recursos hídricos y la transnacionalización de la industria de la construcción
mediante el otorgamiento de terrenos a los grandes capitalistas
transnacionalizados. Estos son sólo algunos ejemplos de lo que podremos ver a
nivel comercial si es que no somos capaces como sociedad de darnos cuenta a
tiempo de que están generando una usurpación, un despojo de nuestros recursos y
recuperar el valor y la entrega para crear un nuevo tipo de política y de sociedad en
América Latina.

También se podrá observar en los diversos países de cómo las políticas sociales que
se han implementado en Chile van a comenzar a implementarse en los diversos
países latinoamericanos como un proceso de segundas reformas de Washington
tardía para los países latinoamericanos.

No cualquier integración nos sirve, no cualquier articulación política fomenta la


felicidad de nuestros pueblos, por lo que es necesario frenar política-electoral-
comunicacional y económica que no serán más que intentos de esta derecha
empresarial de consolidarse en el poder.

FRANCE 24: 22 de marzo de 2019

Sin la izquierda, presidentes de Sudamérica crean el bloque regional


Prosur.

Varios de los mandatarios de Suramérica se reunieron este 22 de marzo en el


palacio de La Moneda, sede del Gobierno chileno en Santiago, y firmaron la
Declaración de Santiago para la "renovación y el fortalecimiento de la integración
de América del Sur", documento que otorga acta fundacional a un nuevo ente de
integración regional: el Prosur.
Los presidentes de Argentina, Mauricio Macri; Brasil, Jair Bolsonaro; Colombia,
Iván Duque; Ecuador, Lenín Moreno; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y de Perú,
Martín Vizcarra, junto con el mandatario chileno, Sebastián Piñera, asistieron al
Foro para el Progreso y Desarrollo de América Latina. Entre otros gobiernos de
izquierda, faltó Nicolás Maduro, cuyo liderazgo es considerado ilegítimo por la
totalidad de estos mandatarios.

Uno de los primeros puntos en la agenda fue el "diálogo para la coordinación y


colaboración en América del Sur", que se desarrolló en público para los medios de
comunicación. En privado, los jefes de Estado conversaron sobre los "desafíos y
oportunidades sectoriales para la integración regional".

En el documento se señala que el Prosur tenga "una estructura flexible, liviana, no


costosa, con reglas de funcionamiento claras y con un mecanismo ágil de toma de
decisiones que permita avanzar a Suramérica en programas concretos de
integración".

La Declaración de Santiago fue firmada por los presidentes de Argentina, Brasil,


Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú; además del embajador de Guyana en
Chile, George Talbot.

Los vicecancilleres de Bolivia y Uruguay y el embajador de Surinam en Cuba no


firmaron por haber participado en calidad de observadores.

Para Prosur la infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y combate al


crimen, prevención y manejo de desastres naturales son temas prioritarios.

Estos son los seis puntos de la declaratoria:

"1. Nuestra voluntad de construir y consolidar un espacio regional de coordinación


y cooperación, sin exclusiones, para avanzar hacia una integración más efectiva que
nos permita contribuir al crecimiento, progreso y desarrollo de los países de
América del Sur.

2. Nuestro reconocimiento a la propuesta de crear un espacio de diálogo y


colaboración suramericana, el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), e
instruimos a los Ministros de Relaciones Exteriores a profundizar el diálogo de
conformidad con los términos de esta Declaración.

3. Que este espacio deberá ser implementado gradualmente, tener una estructura
flexible, liviana, no costosa, con reglas de funcionamiento claras y con un
mecanismo ágil de toma de decisiones que permita avanzar a Suramérica en
entendimientos y programas concretos de integración en función de los intereses
comunes de los Estados y de acuerdo a sus propias realidades nacionales.
4. Que este espacio abordará de manera flexible y con carácter prioritario temas de
integración en materia de infraestructura, energía, salud, defensa, seguridad y
combate al crimen, prevención y manejo de desastres naturales.

5. Que los requisitos esenciales para participar en este espacio serán la plena
vigencia de la democracia, de los respectivos órdenes constitucionales, el respeto
del principio de separación de los Poderes del Estado, y la promoción, protección,
respeto y garantía de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así
como la soberanía e integridad territorial de los Estados, con respeto al derecho
internacional.

6. Que las República de Chile sostendrá la presidencia "pro tempore" de este


proceso durante los próximos 12 meses, y luego será entregada a la República de
Paraguay"

Prosur, un grupo para "finiquitar" la Unasur

La idea fue de los presidentes Piñera y Duque para buscar un nuevo organismo de
integración para América del Sur y reemplazar la Unión de Naciones
Sudamericanas (2008). El objetivo es que el Prosur sea un organismo "más
dinámico, menos burocrático y despejado de ideología", tal y como los
protagonistas de este encuentro han ido anunciado desde que Duque hiciera
pública esta iniciativa el pasado enero.

Con esta nueva alianza, expresó días atrás el canciller de Paraguay, Luis Alberto
Castiglioni, se pretende "finiquitar" la Unasur.

"Está excluido solamente Venezuela porque no cumple con los requisitos ni de


democracia y Estado de derecho, ni el de respeto a las libertades y los derechos
humanos de sus habitantes", expresó días atrás Piñera. Por eso no se encuentra en
el evento Nicolás Maduro.

El mandatario chileno sí invitó al jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan


Guaidó, quien fue proclamado presidente interino del país el pasado 23 de enero,
pero no asistió al evento.

Propuesta de "un foro sin ideologías" despierta el escepticismo

"Queremos crear un foro de diálogo, de encuentro, de coordinación y colaboración


que favorezca la integración y el desarrollo de nuestros pueblos y queremos que sea
un foro sin ideologías, sin burocracia, que sea un foro de diálogo franco y directo",
explicó Piñera durante la apertura del encuentro.

Pero algunos de los observadores ven con escepticismo esta iniciativa. La respuesta
negativa a la invitación por parte de los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y
Uruguay, Tabaré Vázquez, referentes de la izquierda suramericana, ha centrado
algunas de las críticas contra el Prosur, que visualizan la iniciativa como un
proyecto de los gobiernos de centro y de derecha de la región.

Uruguay participa como observador a través de su vicencanciller, Ariel Bergamino,


pero Vázquez ya ha advertido del riesgo de generar un nuevo organismo que pueda
tener una finalidad ideológica y repetir el mismo error que con la Unasur.

El expresidente colombiano Ernesto Samper, secretario general de Unasur entre


2014 y 2017, publicó un comunicado en el que señala que "nunca antes, como hoy,
había sido necesaria una mayor y más cercana integración entre todos los países de
América Latina. Perto esta integración no puede consistir simplemente en acuerdos
para una mayor movilidad del comercio, como consecuencia de una apuesta
ideológica".

Según relató el diario chileno 'La Tercera', el exsecretario general de la


Organización de Estados Americanos José Miguel Insulza, rechazó la creación de
este nuevo bloque porque "nace dividido". En el mismo reporte, el exministro de
Exteriores brasileño Celso Amorim afirmó que que el bloque no busca unidad y su
único objetivo es poner fin a Unasur.

LA TERCERA: 24 de marzo de 2019


The Economist critica al Prosur: ¿Por qué no es la manera de unir a
Sudamérica?
En un extenso artículo, la revista inglesa The Economist hace una dura crítica al
Foro para el Progreso y Desarrollo de América Latina: Prosur carecerá del peso
suficiente para concretar medidas de integración, especialmente en su figura de
puente entre los dos bloques económicos de la región, Mercosur y la Alianza del
Pacífico.
¿Por qué Prosur no es la manera de unir a Sudamérica? Ese es el título en
donde The Economist plantea que la idea de alejarse de Unasur, en lugar de tratar
de evitar a Venezuela y reformar la organización, parece ser un error.
Para justificar su tesis, el semanario inglés puntualiza en que no es común que un
país se retire de una organización internacional de la que es anfitrión. Ese fue el
caso del Presidente de Ecuador, Lenin Moreno el 13 de marzo.
“Ecuador se unió a otros seis países que se han retirado de la Unión Sudamericana
(Unasur), una tienda de charlas que alguna vez incluyó a las 12 naciones del
continente, criticándola por la “política perversa de los autodenominados
socialistas del siglo XXI”, se lee en el reporte.
En concreto, según indica The Economist, Moreno dijo que quiere que su país
recupere la sede central de Unasur de US$65 millones cerca de Quito, que abrió sus
puertas en 2014 y que su antecesor, Rafael Correa, la calificó de “una oda para
desperdiciar”. Quiere convertirlo en una universidad para indígenas.
En ese sentido, el artículo afirma que Moreno figura entre los Presidentes que
apoyan el lanzamiento del Prosur, un reemplazo para Unasur.
“Esta es una idea original de Iván Duque, el nuevo presidente conservador de
Colombia, y su homólogo chileno, Sebastián Piñera, de centro-derecha. Al revelar
la idea en enero, Duque dijo que en lugar de ser una organización burocrática,
Prosur será un “mecanismo de coordinación” que apoyará la democracia y la
economía de mercado”, indica el texto.
Prosur es un signo del clima político cambiante en América del Sur, dice The
Economist, en donde agrega que lejos de ser una respuesta a la desunión regional,
Prosur parece una reafirmación del problema: en América Latina, las instituciones
regionales se han convertido en rehenes de la ideología y de los alineamientos
políticos efímeros.
“El último secretario general de Unasur, Ernesto Samper, ex presidente de
Colombia, le dijo a Bello en 2015 que el cuerpo era el reflejo de “un escenario
político” en el que la mayoría de los gobiernos eran de la izquierda. Su compromiso
con la democracia en la región, dijo, era “la validez real de los derechos sociales”,
una fórmula que hacía eco a la propaganda cubana y venezolana. La oposición de
Venezuela y sus numerosos partidarios vieron al señor Samper como un títere para
el gobierno venezolano”.
El artículo detalla que al término del mandato de Samper, una amplia coalición de
países propuso a José Octavio Bordón, un político y diplomático centrista de
Argentina, como su reemplazo. Venezuela lo vetó. “Esa fue la gota final”.
“Prosur carecerá del peso para hacer el trabajo que Unasur debería
haber hecho (pero no hizo) para trabajar en medidas prácticas de integración,
especialmente al actuar como un puente entre los dos bloques económicos de
América del Sur, Mercosur y la Alianza del Pacífico”, dice The Economist.
La fractura causada por Venezuela
En cuanto al Unasur, el artículo consigna que su destino es símbolo de la profunda
fractura causada por el régimen de Venezuela y “sus amigos en América del Sur.
También es un reproche a la política exterior brasileña bajo Lula y su sucesora,
Dilma Rousseff (…) Puede que en realidad no muera, sino que se una al desorden
de moribundos de América Latina”
“Usted no puede superar la fractura al crear una nueva organización compuesta
solo por sus amigos”, dijo a The Economis un ex ministro de Relaciones Exteriores
de América del Sur, que se preocupa por la “improvisación” que encarna.
Laurence Whitehead, de la Universidad de Oxford, ha escrito que la tendencia de
las élites latinoamericanas a la última moda ideológica ha convertido a la región en
un “mauseolum de modernidades”. Eso se aplica ahora a sus instituciones de
integración. Esta inclinación es un lujo que una región que se está quedando atrás
económicamente no puede permitirse, concluye el artículo.
LA TERCERA: 25 de marzo de 2019
Canciller hace positivo balance de cumbre Prosur y llama a la oposición
a reconocer el “éxito” de la cita
Esta mañana, el canciller Roberto Ampuero se refirió a la cumbre Prosur, que
se efectuó el viernes pasado en Chile, y que trajo a ocho mandatarios de América
del Sur al país. En la instancia, el ministro manifestó que con la instalación del
bloque se logró “romper” con cinco años de “parálisis” en la región.
“Es mucho tiempo el que América del Sur ha perdido”, dijo en este sentido el titular
de Relaciones Exteriores.
Pero además, llamó a la oposición a abordar con “altura de miras” la realización de
la reunión en La Moneda: “Cuando se habla, sobre todo los políticos que son tan
críticos, cuando se habla de que aquí hay improvisación, que se trabaja de forma
improvisada y tiene a los presidentes de América del Sur en Santiago, los tiene
reunidos en torno a la actividad organizada por Chile, usted está acusando no solo
al gobierno del Presidente Sebastián Piñera de improvisar, si no que a todo el resto
de los presidentes y de los países”.
Por este motivo, agregó, “yo llamaría a los políticos de oposición a
reconocer lo que son cosas innegables. El éxito de Prosur está ahí, fue
lanzado en Chile, fue reconocido por el resto de la región. Los llamaría
a reconocer y a mirar con altura de miras lo que hace Chile y a cuidar
nuestra política exterior, y a cuidar a nuestros aliados”.
El canciller precisó que llamado es a aquellos políticos que, conociendo muchos de
ellos bastante de política exterior, sostuvo, “saben que aquí para convocar a una
reunión cumbre de este tipo, no hay improvisación que ayude, salve o posibilite
una reunión de este nivel”.
Situación de Venezuela
El ministro Ampuero fue consultado igualmente por la situación de Venezuela, y si
es que la crisis fue abordada en la cita. Ante eso, reiteró que Prosur “no es una
instancia de discusión ideológica. Se busca la integración de forma concreta,
pragmática y que traiga beneficios para la población”.
“El tema de Venezuela fue muy marginal, Venezuela quedó fuera por una razón
muy sencilla, porque el criterio para poder asistir a estas reuniones de Prosur, es
que sea un país democrático, donde exista Estado de Derecho, donde se respeten
los derechos humanos, donde funcione la democracia y haya libertad. Por eso
Venezuela no estuvo presente y tampoco fue el tema”, dijo.
EL MOSTRADOR: 24 de marzo de 2019
Ex cancilleres en picada contra política exterior después de Prosur:
“Predominan la improvisación y la politización”
Los ex ministros de Relaciones Exteriores, José Miguel Insulza, Ignacio Walker,
Heraldo Muñoz, Juan Gabriel Valdés, Carlos Figueroa y Mariano Fernández,
firmaron una declaración conjunta en la que hicieron una áspera crítica al manejo
del Gobierno en esta materia, encabezada por el canciller Roberto Ampuero. Esto,
en contexto del nuevo foro sudamericano Prosur, impulsado por el presidente
Sebastián Piñera y su par colombiano, Iván Duque.
“Si los presidentes sudamericanos no se habían reunido durante cinco años – y ya
era hora de hacerlo – no se necesitaba crear un organismo regional para juntarlos.
Nos parece errada la noción de que cada vez que exista un determinado
alineamiento político-ideológico, sea necesaria la creación de un organismo
regional”, manifestaron los ex ministros.
Agregaron que “los organismos regionales ameritan ser establecidos mirando al
largo plazo, para que, si cambia la orientación político-ideológica de los gobiernos
de los países integrantes, los organismos no sean dejados de lado”.
Los firmantes del texto concordaron en que “predominan la improvisación y la
politización de la política exterior”, revelando como ejemplo que “de hecho, el
Consejo de Política Exterior, del que formamos parte, no ha funcionado en el
presente año y desde hace muchos meses, a pesar de que ahora tiene una ley que lo
ampara”.

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