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EL OBJETO “a”:
A través del objeto a va a dar cuenta de eso que cae como resto a través de una operación, convirtiéndose así en eso
imposible de simbolizar, irreductible y que está en relación a lo real. Es resto de goce que cae de la división subjetiva
del sujeto, resto que cae y hace causa por la incidencia del significante sobre el cuerpo. Es una derivación del otro. Es
resto de sentido o de saber que siempre se le pide al Otro que lo restituya y es resto de goce de la pulsión
autoerótica, resto de saber acerca de la diferencia sexual, de la castración, que queda bajo la represión originaria.
Lacan presenta diferentes connotaciones del objeto a según va avanzando en sus desarrollos teóricos. A partir de
1963 en adelante adquiere las connotaciones de lo real sin perder su estatuto imaginario.
El objeto a es CAUSA de deseo, es el objeto que nunca puede alcanzarse. No es hacia lo que el deseo tiende, sino lo
que hace causa. El objeto a es cualquier objeto que pone en movimiento el deseo.
El objeto a es tanto el objeto de la angustia como la reserva final irreductible de la libido. Definido como RESTO,
como remanente que deja detrás de la introducción de lo simbólico en lo real.
El objeto nunca se captura porque siempre hay un resto. Cuando un sujeto va en busca del objeto perdido, se
encuentra con sus sustitutos, objetos pulsionales parciales que provienen de un objeto de satisfacción original que
es el pecho materno. Estos objetos bordean la pulsión, pero nunca pueden satisfacerla (oral, anal, escopica,
invocante)
Objeto de la pulsión:
Así como todas las pulsiones son parciales, también lo son necesariamente todos los objetos. Son objetos parciales,
no porque sean parte de un objeto total, el cuerpo, sino porque representan sólo parcialmente la función que los
produce. En el inconsciente sólo está representada la función de dar placer, pero no la función biológica de estos
objetos. Lacan sostiene que hay una diferencia por la pérdida de naturalidad respecto del instinto.
Las pulsiones no intentan alcanzar el deseo sino bordearlo, en cambio el objeto a es causa del deseo.
OBJETO a EN:
HISTERIA (castración) NEUROSIS OBSESIVA FOBIA (frustración)
(privación)
Pregunta fundamental Sobre la sexualidad. Soy Preguntas acerca de la Acerca del lugar que
hombre, soy mujer? existencia ¿estoy vivo o ocupa en el otro ¿Qué soy
muerto? para el otro?
Estructura de deseo Insatisfecho Postergado. Como no puede Prevenido
encontrar la formula de
garantizar la vida elige lo peor,
elige postergar, no sostenerse
en una relacion directa al
deseo
Padre Impotente. Dora ama a su Devaluado. Ausente en su función de
padre por lo que él no le da, y agente de la castracion
por otra parte el padre intenta
suplir con dones simbólicos
(regalos) lo que no realiza
como presencia viril
Objeto causa del deseo Falo Escopico (en el hombre de Significante comodin.
las ratas) Elemento imaginario que
funciona como significante
(representa a otros
elementos
Objeto pulsional Oral Anal
ESTATUTOS DEL OBJETO:
El objeto “a” tiene que ver con un resto proveniente del objeto míticamente perdido, resto que causa angustia
porque representa a la falta.
En su estatuto REAL es el objeto de la angustia, el objeto innombrable (lo no apalabrado), es anterior al objeto de
deseo, es decir, es objeto causa del deseo.
En su estatuto IMAGINARIO es producto de una serie de objetos tomados del propio cuerpo, de la imagen especular,
es el objeto del estadio del espejo, donde el niño se ve como una unidad imaginaria que no es tal, que luego será
consagrado al don.
En su estatuto SIMBOLICO es el objeto del don, el que entra en relaciones de intercambio. Es el objeto de la
demanda, que entra en equivalencias para ser perdido.
Frustracion: es la ruptura de una promesa (daño imaginario), que se encuentra en la relacion especular entre la
madre y el niño. La frustración implica necesariamente el lugar del Otro como agente, diferenciado del objeto real.
Este agente es inseparable de la dimensión simbolica, que funda la vivencia imaginaria de la falta que es la
frustración.
Lacan establece una diferencia interna a la frustración misma: la primera vertiente es la de la frustración del objeto
de goce por parte del semejante, donde predomina la frustración en relacion al objeto real de goce, de satisfacción
en cuanto a tal (FRUSTRACION DE GOCE). La segunda vertiente remite al objeto en su dimensión simbolica, donde la
madre funciona como agente simbolico (encarnacion primera del Otro) y genera esa forma de frustración que lacan
llama (frustración de amor)
La función del llamado es inseparable del carácter simbolico del agente de frustración, la madre, como aquel que en
lo real responden o no al llamado. Aquí no hay mas remedio que aceptar que la necesidad sea transformada, en su
paso por ese Otro, y que la misma devenga código, que introduce en la necesidad la discontinuidad significante y
que entraña la perdida de especificidad de su objeto. Esta respuesta del otro se vincula con el par presencia-
ausencia, ya que es este par lo que constituye al agente de frustración como tal. Los objetos de satisfacción se
vuelven asi signos de la buena o mala voluntad de ese otro (poder en lo real)
Privación: la falta que se esboza en el otro materno se convierte en problema de como ser reconocido como objeto
del deseo del otro. Si el falo es aquello que podría colmar la falta en el otro, el camino mas sencillo es proponerse
como tal, identificándose con el en tanto objeto privilegiado de la madre
El objeto es un objeto imaginario de la deuda simbolica de la castración. Gracias a el, el sujeto es introducido en el
intercambio simbolico. Irrumpe la ley como instancia reguladora del poder materno.
La privación se caracteriza a nivel de la acción por la presencia de la falta en lo real, aun cuando en lo real nada falta.
La aparición de una falta en lo real es efecto de lo simbolico, el objeto faltante por lógica es un objeto simbolico (falo
simbolico). Un ejemplo de esto es la castración femenina: en lo real nada le falta a la mujer, solo puede faltarle el
falo en la medida en que este es un objeto simbolico prevalente, que corresponde a una deficiencia en el sistema
significante en lo tocante al significante de la mujer.
La madre, potencia real, por acción de la demanda aparece herida en su potencia y surge como objeto de una acción
en lo real, cuyo agente será imaginario porque en lo real nada le falta. En relacion a esta privación materna se situa
la dialéctica de ser o no el objeto que obtura dicha falta, el falo simbolico.
Castración: relacionado con el orden de la ley, presente a raíz del complejo de Edipo. La castración no es nunca real
sino simbolica, y concierne a un objeto imaginario (el falo).
El padre es aquel por derecho poseedor de la madre, con un pene suficiente, mientras que el del niño es insuficiente.
El niño accedera a una función paternal solo si su propio pene es momentáneamente negado
Para que se estructure el mundo simbolico es esencial el nombre del padre- por ahí sale el niño de su acoplamiento
con la omnipotencia de la madre.
El padre simbolico debe ser concebido como “trascendente” como un dato irreductible del significante. Este padre
simbolico puede encarnarse solo imperfectamente en el padre real (tótem y tabu como mito que eterniza al padre
verdadero).
AGENTE OTRO
VERDAD // PRODUCCION
Cada discurso conserva el mismo orden pero girando ¼ de vuelta. En dirección a las agujas del reloj, el discurso de la
histeria y del analista. En dirección contraria a las agujas del reloj, el de la universidad. En 1972 inscribe dos flechas,
dando cuenta de la disyunción lógica entre verdad y producción.
Flecha de la imposibilidad. Va desde el agente al otro (del S1 al S2) dado que no se pueden fusionar un
termino al otro.
$ // a
Discurso universitario
S2 a
S1 // $
Discurso de la histeria
$ S1
a // S2
Discurso analista
a $
S2 // S1
DISCURSO DE LA UNIVERSIDAD:
se produce haciendo girar los algotitmos ¼ de vuelta en sentido contrario a las agujas del reloj
Se sostiene el saber en una verdad. Discurso hegemonico (hegemonía del saber)
Alumno en lugar del OTRO que no sabe
Producción: sujeto carente de saber
Agente: saber
Verdad: saber hegemonico. detrás del intento de impartir un saber, aparentemente neutral, el intento es
obtener un dominio del saber, y mediante éste, el dominio del Otro. El S1 tiene todo el conocimiento, esta en el
lugar de la verdad
DISCURSO DE LA HISTERIA:
Se produce haciendo girar ¼ de vuelta en sentido a las agujas del reloj
No se trata solo de lo que dice una histeria sino de un tipo de lazo social en el cual se puede inscribir cualquier
sujeto. Este discurso señala el camino a saber. La histeria, desde su sintoma se dirige al otro que cree que sabe
de lo que ella goza. Agente: sujeto dividido, sujeto sintomático que va en busca de otro que tiene el saber, como
producción de lo que ella goza.Hay un excedente que circula para mantenerse insatisfecha. Goza poniendo al
otro en falta. La cura psicoanalítica introduce de manera artificial el discurso de la histeria.
DISCURSO DEL ANALISTA:
Se produce haciendo girar ¼ de vuelta en sentido a las agujas del reloj al discurso de la histeria
Agente: analista como semblante de objeto. Se convierte en la dirección de la cura en objeto causa del deseo del
analizante
Es el discurso inverso al del amo. Por eso es que el psicoanálisis es una practica subversiva, ya que debilita todos
los intentos de dominio del otro y del saber
Cada sujeto adopta un discurso que lo vincula con su deseo, con su fantasma, con el objeto que intenta
reencontrar o con los ideales que lo guían, todo ello lo determina; causa especialmente su historia. Desde su
nacimiento y el discurso de sus padres, orientan su vida en un “tú eres eso”. La inserción del goce dentro de un
objeto se debe al saber. Si el deseo del hombre es el deseo del Otro, hay siempre aquí una pérdida de goce, que
es desde donde se extrae esta función de plus de gozar.
DISCURSO CAPITALISTA: $ S2
S1 a
SINTOMA Y FANTASMA:
• Fórmula del fantasma $ ^v a
- Sujeto en relación al objeto, en tanto un sujeto atravesado por la falta y un objeto en tanto que faltante.
• Miller propone la división clínica entre síntoma y fantasma como lo esencial en la dirección de la cura.
SÍNTOMA FANTASMA
Esta a la entrada del análisis. Está a la salida del análisis.
En relación con el significante. En relación con el objeto.
Del lado del discurso del amo. Del lado del discurso analítico.
El paciente habla de él para lamentarse y quejarse. Es la El paciente no viene a lamentarse de él, sino que a
razón por la cual se analiza. Le produce displacer. través de él obtiene placer.
Se interpreta No se interpreta, se construye en análisis.
El objeto también está implicado en el síntoma, esto se puede ver por ejemplo en la reacción terapéutica
negativa, donde lo que se descubre es la existencia de un goce propio del síntoma. Goce paradojal, ya que no es un
placer sino un displacer.
• Freud emplea el término fantasma para designar una escena que se presenta a la imaginación y que dramatiza un
deseo inconsciente, en la que el sujeto desempeña un papel importante en ella. Esta escena puede o no ser
consciente, y cuando es inconsciente hay que reconstruirla en el análisis.
• Lacan acepta esta formulación de Freud pero pone el acento en la función protectora(de la angustia) del fantasma.
Compara la escena fantasmática con la imagen detenida en una pantalla cinematográfica, como una defensa que
hace que la película se detenga para evitar la escena traumática. Como una defensa que vela la castración. El sujeto
encuentra en su fantasma un recurso contra su síntoma, un consuelo.
FANTASMA:
Vínculo con la satisfacción masturbatoria, la cual alude a un goce fálico muy diferente al goce del otro. La
masturbación supone un goce sin el otro.
Hablar de él, al sujeto lo avergüenza, porque va en contra de sus principios morales. Generalmente toma el
discurso de la perversión, pero que el sujeto tenga fantasmas perversos no quiere decir que los sea
Es como una máquina para transformar el goce en placer. Con el Fort Da observamos que el sujeto domina una
situación traumática que lo angustia, y aprende a obtener placer de la misma, por vía del juego.
Es la ausencia del otro lo que presentifica y pone en evidencia el deseo. El fantasma se pone en juego cuando se
manifiesta el deseo del otro.
Aparece como la respuesta del sujeto al deseo enigmático del otro. Es lo que estructura al sujeto, porque le
permite construir una respuesta frente a la pregunta ¿qué es lo que quiere el otro de mi?. Por lo tanto le permite
tener una ubicación discursiva dentro de esa respuesta.
Cada fantasma tiene los rasgos particulares de cada sujeto, los cuales determinan el modo de gozar de cada uno.
Está del lado del más allá del principio de placer.
FANTASMA FUNDAMENTAL:
Punto límite del análisis.
Corresponde a lo que en lo reprimido nunca podría salir a la luz, es decir, a la represión originaria.
Con el fin del análisis lo que se puede esperar es que la relación del sujeto con ese fantasma fundamental cambie.
El atravesamiento del fantasma consiste en que se cambie la relación subjetiva con el goce.
PEGAN A UN NIÑO
• La representación-fantasía “Pegan a un niño” va acompañada de sentimientos placenteros en virtud de los cuales
se ha reproducido innumerables veces o se la sigue reproduciendo. Las primeras fantasías se cultivaron muy
temprano, antes de la edad escolar (entre los 5 y 6 años). Pero cuando el niño co-presencia como otros niños son
azotados, esa vivencia vuelve a convocar aquellas fantasías si se habían adormecido, las refuerza si aun persistían y
modifica su contenido.
• rasgo primario de perversión. Uno de los componentes de la función sexual se anticipa y se vuelve autónomo
fijándose y sustrayéndose de posteriores desarrollos. Una perversión así puede caer bajo la represión (histeria), ser
sustituida por una formación reactiva (nsis obsesvia), ser trasmudada por una sublimación o convertirse en una
perversión. La perversión es parte del proceso de desarrollo del niño y está en relación al amor incestuoso del
complejo de Edipo. Cuando este amor incestuoso es quebrantado, permanece como secuela de él, como heredero
de su carga libidinosa y poseedora de la consciencia de culpa.
• El fantasma neurótico articula amor, deseo y goce, en cambio el fantasma perverso solo articula deseo y goce.
• Las fantasías de paliza tienen una historia evolutiva nada simple, en cuyo transcurso su mayor parte cambia más de
una vez su vínculo con la persona fantaseadora, su objeto, contenido y significado.
• Para explicar estas mudanzas Freud describe las fases de esta fantasía, centrándose en personas de sexo femenino: