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SEGUNDO PARCIAL DESARROLLOS EN PSA 2:

PSICOSIS:
MECANISMO DE LA PSICOSIS:
- El mecanismo que opera en la psicosis es el rechazo, al decir de Lacan, la forclusión del nombre del padre.
- Cuando el NDP está forcluído deja un agujero en el orden simbólico que es imposible de llenar. Cuando aparece en
lo real, el sujeto no puede asimilarlo y como resultado se produce la entrada en la psicosis. El significante que ha sido
rechazado del orden simbólico retorna en lo real en forma de alucinación o delirio.
- Aquello excluido es el padre como símbolo, cuyo significante correlativo es la castración. Por eso, bajo ciertas
condiciones el psicótico se encuentra enfrentado con la castración no simbólica, sino real, es decir la emasculación.
- Al producirse una falla en la inscripción simbólica, hay ausencia de un significante ordenador de lo psíquico.
- Si falla la inscripción del NDP es porque no hubo interpretación del discurso materno. El psicótico queda como falo
real que completa a la madre, no habiendo lugar para la terceridad.
CONSECUENCIAS DE LA FORCLUSION DEL NOMBRE DEL PADRE.
- La metáfora paterna no opera y el llamado al NDP es respondido en el Otro por un puro y simple agujero: A su vez,
esto provocará un agujero en el lugar de la significación fálica, provocando un desorden en el sentimiento más
íntimo de la vida en el sujeto.
- Regresión tópica al estadio del espejo: La relación con el otro especular se reduce a su filo moral. Ante la falta del
significante del NDP en su función ordenadora, lo imaginario se desorganiza produciéndose el fenómeno del doble.
- Resolución de la identificación sexual a través del “empuje a la mujer": Como no puede ser el falo de la madre, la
única solución es ser la mujer que le falta a los hombres.
- Ausencia de deseo: Porque no se inscribe la sanción simbólica que lo funda.
- Ausencia de angustia de castración: Se angustia y sufre por ser el objeto de goce del Otro.
- El sujeto está dentro del lenguaje pero fuera del discurso: No hay posibilidad de hacer lazo social. Las palabras son
tratadas como cosas, no hay posibilidad de metaforizar, todo es tomado de manera litera.
- El sujeto queda alienado en el vientre del Otro que está pleno de significantes: Queda preso en el juego mismo de
esa cadena. El goce es en tanto goce del Otro y el sujeto es sujeto de ese goce. El psicótico funciona con la operación
alienación sin la operación separación. El sujeto está identificado, tomado masivamente en el significante.
- Desanudamiento de los 3 registros: Como consecuencia el inconsciente queda a cielo abierto.
FENOMENOS ELEMENTALES:
- Son los elementos fundamental de la estructura psicótica de un sujeto.
- La clínica de la psicosis es la clínica del fenómeno elemental porque estos fenómenos dan cuenta de los disturbios
que se producen entre el sujeto y el otro. A pesar de la exclusión del Otro de la ley, el psicótico mantiene relaciones
con el Otro del significante. Sin embargo se trata de relaciones seriamente perturbadas a causa, precisamente, de
aquella exclusión. Son estas perturbaciones las que conforman los fenómenos elementales de las psicosis.
- Esta relación entre el sujeto y el otro está marcada por un recorrido en el cual el significante crea el campo de la
significación a partir del pasaje del sujeto por el sitio previo del Otro. En lugar de la pregunta aparece directamente
la respuesta, ya sea como alucinación verbal, neologismo o delirio.
DIFERENCIA FENOMENOS DE CODIGO DE FENOMENOS DE MENSAJE
- Fenómeno de código  neologismos: Se especifican por informarle al sujeto el empleo y la forma que ha tomado
el nuevo código del Otro. Son mensajes que no exigen ningún esfuerzo al sujeto puesto que constituyen una
significación que permanece irreductible a otra significación, ya que la significación neológica sólo reenvía a ella
misma. Es un significante erotizado, un significante uno, un significante holofraseado (palabra que implica el
significado de todo un enunciado). No es un significante para otro significante, ya que si así fuera estaría dentro de
un discurso y abriría la cadena de significación. Es un significante que se cierra en sí mismo. El neologismo funciona
como un elemento estabilizador y como barrera al goce.
- Fenómeno de mensaje  frases interrumpidas: Muestran el lado de provocación de la alucinación. En estas frases
el sujeto se ve obligado a producir una respuesta que sostenga la reacción entre el sujeto y el Otro. Son estos
fenómenos los responsables del cansancio del sujeto psicótico, ya que hay un esfuerzo aplicado en el reenvío de una
significación a otra significación. La frase se interrumpe precisamente, en el punto que se termina el grupo de
palabras que señalan la posición del Otro interlocutor. En la primera parte de la frase interrumpida se indica la
posición del sujeto, mientras que en la segunda parte surge la injuria o el insulto como una respuesta. La injuria trae
consigo una tendencia del sujeto psicótico de constituirse como ser de goce. Las frases interrumpidas presentan una
respuesta de lo real, mostrando la articulación del sujeto a su ser de goce. Conllevan el esfuerzo de relacionarse con
el Otro, a partir de su condición de ser de goce.
ALUCINACION VERBAL Y DELIRIO
- Alucinación verbal: Fenómeno propio de la psicosis. La propia palabra producida por el sujeto viene desde afuera
traída por la voz del otro. El sujeto literalmente habla con su yo como si fuese un tercero. Es el retorno del
significante forcluído del NDP en la dimensión de lo real. Lo abolido internamente retorna desde afuera. Hay una
falta, por lo cual el sujeto se ve obligado a construir este mundo imaginario. Es una respuesta que viene a anticiparse
a una pregunta que no se ha formulado y escapa al orden simbólico, conformando el texto de la alucinación. Lacan
distingue en sus formas puras los fenómenos de mensaje y de código.
-Delirio: se define como un campo de significaciones que organiza un cierto significante.
permite al psicótico volver a conectarse con la realidad
El delirio es el imperio de los signos, el universo donde todo tiene un sentido, donde el azar como la contingencia no
existen. De hecho la convicción del delirante no se sostiene tanto en el sentido como en el significante mismo. El
delirio no hace mas que manifestar la autonomía del significante que deviene persecutorio e intrusivo, convirtiendo al
psicótico en una marioneta del delirio. Se observa el no efecto de la metaforizacion debido a la forclusion del NDP,
dejando el campo libre a la metonimia.
El delirio es una tentativa de remediar la ausencia de identidad que se ha revelado brutalmente al sujeto y de cubrir
con significaciones las sin razones de un exceso del que no puede salir.
En la neurosis se evita un fragmento de la realidad mientras que en las psicosis se lo reconstruye. Dicho de otro modo:
en las psicosis, a la huida inicial sigue una fase activa de reconstrucción, o sea que las psicosis desmiente la realidad y
se empeña en modificarla.
Bajo la duda, la perplejidad aparente, la reticencia, aparece una certeza: que “todo eso” le concierne.
Se puede definir el delirio como un desanclaje del sujeto, librándolo a un goce sin freno. El sujeto en las psicosis se
desplaza a sus anchas en el campo del lenguaje. El sujeto se indica allí como “borrado por la alusión al otro” por el
empuje-a-la- mujer.

OBJETO A EN LA PSICOSIS: MIRADA, VOZ Y SILENCIO:


- Voz: La voz del otro debe ser considerada como un objeto esencial. La regulación de lo imaginario depende del
vínculo simbólico de los seres humanos por intermedio de la ley. La voz en el caso de la psicosis aparece como
aquello que retorna de lo real, desde el exterior, como consecuencia de la no inscripción del NDP, que viene a
regular lo simbólico cumpliendo el lugar de la ley. En relación a la voz del otro, el pequeño a como caído del Otro,
puede agotar su función estructural llevando la interrogación sobre lo que es el Otro como sujeto. Por la voz este
objeto caído del órgano de la palabra, el Otro es el lugar donde eso, ello habla. Veremos el pequeño a venir del otro,
único testigo de este lugar del otro, que no solamente es el lugar del espejismo, sino del pequeño a, la voz. El
psicótico sufre de las voces voraces del gran Otro que lo insultan, le imponen imperativos y lo mortifican.
- Mirada: La mirada ya no está del lado del sujeto, es la mirada del otro. Lacan plantea una antinomia entre la mirada
y el ojo: el ojo que mira es el del sujeto, mientras que la mirada está del lado del objeto. Y no hay coincidencia entre
una y otra, puesto que "ustedes nunca me miran desde el lugar en que yo los veo". Cuando el sujeto mira a un
objeto este ya le está devolviendo la mirada, pero desde un lugar en el cual el sujeto no puede ver. Esta escisión
entre ojo y mirada no es otra cosa que la división subjetiva en sí, expresada en el campo de la visión.
- Silencio: El manejo del silencio, tanto del paciente como del analista deben orientarse desde la relación de la
estructura psicótica respecto del dispositivo analítico, para desde allí poder construir el tratamiento.
Lo primero es tener en cuenta el estado del cual se quiere curar al psicótico. Algunos pacientes lo dicen con claridad
"yo no existo", "floto", "se me cayó la cara", etc. Esto se debe a un vacío inexplicable, se trata de la vivencia de una
falla íntima, que va acompañada por un sentimiento de desgarradura, una especie de muerte subjetiva. Se trata de
un desorden provocado en la articulación más íntima del sentimiento de la vida del sujeto por falla del significante.
Es la ausencia del falo simbólico, que se traduce en exceso de goce en lo real y a veces se impone en fenómenos
como la inercia y la falta de subjetivación. El estar mudo es una figura que muestra la petrificación ante otro que
ordena el goce. Por lo tanto, el silencio responde a una cuestión de estructura.
EMPUJE A LA MUJER
- Es una estructura lógica que se relaciona con la pulsión. La pulsión es algo del orden del empuje y el empuje a la
mujer es la forma de la pulsión en la psicosis. Es la forma en que la pulsión sexual toma posición homosexual
- El estructura de ser "la mujer" que le falta a todos los hombres. En la psicosis siempre se ve esta formación de el
todo, un todo que es siempre parcial, en el que algo falta.
- El sujeto se produce como el objeto que falta en el universo del discurso, como el objeto que da consistencia y tapa
la falta del otro, da consistencia al goce del otro. De esta manera trata de hacerse representar en este universo
mediante la invención del nueve significante de La mujer.
DESDE EL CASO DE LA SEÑORA BV: DIFERENTES POSICIONES DEL ANALISTA (TESTIGO, DESTINATARIO, SECRETARIO
Y GARANTE)
- Testigo: El psicótico es testigo de la negación de la castración de la madre, del Otro y de su estructura, pero al
mismo tiempo sufre la falta de testigo que imposibilita el reconocimiento de la imagen especular. Por lo tanto,
podría decirse que el psicótico es un testigo mártir del inconsciente. El analista se ofertará como relevo, siendo
testigo de su testimonio. Testigo de su incontinencia y de su sinceridad. El analista ocupa el lugar de guardián de los
límites del goce, hace de barrera al goce apuntalando la posición del propio sujeto. Las intervenciones apuntan al NO
como respuesta del analista al goce del otro, y al SI como respuesta frente a la posible localización de un goce propio
del sujeto. El analista en esa posición de objeto a es donde desempeñará una función de condensador de goce,
efectuándose una simbolización de sus fondos de goce.
 Señora BV: Cuando inicia el tratamiento hacia 6 meses que no hablaba y yacía en la cama. La estrategia del
analista consistía en funcionar como un límite al goce del Otro, ofreciéndose como significante para que en algún
momento hable. Amelia iba todos los días a verla, la saludaba y se retiraba. Hasta que un día empieza a ver la
diferencia: cuando ella llegaba, la señora Bv se tapaba la cara, acá aparece el límite al goce. Por otro lado, teniendo
que afrontar una intervención quirúrgica, la paciente le solicita a Amelia su presencia, "sólo si usted está son
cirujanos, cuando se va son torturadores". De esta forma el analista cumple función de testigo que hace límite a la
invasión masiva del goce del Otro.
- Destinatario: El analista por la transferencia es destinatario de un mensaje. Es revelador de la transferencia y es
sobre quien recae la transferencia, por lo tanto es al mismo tiempo destinatario y lector del mensaje.
 Señora BV: Luego de una interrupción de seis meses, la señora Bv decide reiniciar sus sesiones, pero ahora hay
una diferencia, viene porque quiere hablar de algunas cosas que están en su cabeza y además quiere pagar ella sus
cuentas. De esta forma Amelia es la destinataria de su mensaje, que se relaciona con el mito familiar, con su
sufrimiento y con los secretos que oculta su familia.
- Secretario: Analista en tanto guardián de secretos. El papel del secretario es concentrado sobre el mensaje, es un
papel técnico, casi administrativo. Tiene que ver con la cuestión de la difusión del mensaje que está en su posesión:
darle escritura, archivarlo, conservarlo secreto o publicarlo. El analista como secretario es convertido por el psicótico
en destinatario y garante.
 Señora BV: La noche anterior a su operación la señora Bv escribe su testamento y se lo entrega a Amelia, quien la
indica que este quedará en su consultorio.
- Garante: El analista esta allí prestando su significante, su persona, para que la palabra se articule construyendo un
lugar de garantía para el acotamiento que el significante hace del goce. La dirección de un tratamiento posible va
desde el analista, en tanto lugar hacia dónde dirigirse, al analista como objeto a, condensador del goce. Garante es
aquel que con su patrimonio soporta a otro para una gestión, alguien que lo sostenga.
 Señora BV: La señora Bv llama reiteradamente a Amelia y deja mensajes en su contestador "Amelia dónde está soy
la Señora Bv". Llama solo para escuchar su voz en el contestador. El nombre de la analista y el nombre que ella se inventa,
funcionan como sostén del agujero, siendo el objeto contestador el condensador del goce.
DESDE EL CASO MALIATO: INTERVENCION DEL ANALISTA
1° intervención: el analista se ofrece con su presencia testigo, ofrece su nombre como Significante En la primera
semana de internado Maliato no parece registrar a nadie, ni nada alrededor suyo.
Efecto: la segunda semana comienza a responder a la presencia del analista con una frase repetitiva a modo de
musitación, que luego de unos días logro entenderse: “pajita, caquita al hocico”.
2°intervencion: “no, lo que sale por el ano queda afuera” (intervención limitada) única intervención seguida por el
corte de sesión, que se vuelve un instrumento para separar al S de su goce. Opera el NO como prohibición que falta
en la estructura.
Efecto: comienza a significar la presencia del analista, lo mira y escabulle la mirada, escucha el saludo y lo contesta
con un movimiento de cabeza. Al día siguiente el analista se acerca a su cama, lo saluda y se retira. Luego el paciente
lo busca en su consultorio de un modo intrusivo, no pide permiso, lo mira, baja la vista y se retira
3°intervencion: reiteración de las pautas: Luego de varias veces sucedido esto, el analista le dirige la palabra y le
ofrece tres horarios posibles para atenderlo, e indicándoles pautas como espera afuera (el analista ofrece su
presencia como destinatario). Las pautas no se cumplieron desde el inicio y el analista tratando de acotar el goce
intrusivo calcula una respuesta: la reiteración de las pautas (como otra intervención): llamar a la puerta y esperar
dejando dos baldosas de distancia de la puerta.
Efecto: Tras ello el paciente se presentó en el próximo horario indicado y se iniciaron los encuentros.
DIRECCION DE LA CURA:
CUALES SON LOS PAGOS DEL ANALISTA
Pagar con palabras: el analista debe leer, implica el acto ético de establecer una lectura y no otra. La interpretación
no está abierta a todos los sentidos, exige del trabajo del analista para establecerla.
Y esta lectura es necesaria para precisar la estructura del A (Otro) que le tocó al sujeto.
Se trata de la táctica, es en relación a la interpretación.
Pagar con su persona, ofertarse como soporte para el establecimiento de la transferencia, o sea soportar la
complejidad de trabajar con una materialidad de dos dimensiones, como es el discurso que se produce entre
analizante-analista, teniendo que estar en tres dimensiones.
Tiene que ver con la estrategia, relacionado con la transferencia.
Pagar con lo más esencial, con su falta en ser, haciendo semblante del objeto a. Ser la causa de deseo. Puesto que el
deseo es el deseo del Otro.
“EL ANALISTA PAGA CON SU CARENCIA EN SER”
“el analista es aún menos libre en aquello que domina estrategia y táctica: a saber, su política, en la cual haría mejor
en ubicarse por su carencia de ser que por su ser”. La dimensión en la cual es menos libre en su acción, constituye el
impolítico que comporta para el análisis la función del deseo del analista. Ubicamos así al deseo del analista como la
política del psicoanálisis, aquel siempre debe atenderse en toda dirección.
Se trata de la política en relación a la ética del psicoanálisis. Paga desde su lugar de castración, desposeído de su yo,
de sus propios prejuicios y del no saber.
INTERPRETACION
La interpretación para descifrar la diacronía de las repeticiones inconscientes, debe introducir en la sincronía de los
significantes que allí se componen, algo que bruscamente haga posible su traducción. Esto implica que la
interpretación permita al paciente poder dar cuenta de cuál es la significación que se esconde detrás de lo que dice
Dado que el significante tiene una vertiente real, es que lo principal que está en juego en un análisis es la
transferencia en su vertiente energética.
La transferencia en su vertiente imaginaria lleva a transferir en la figura del analista, las imagos parentales. Y si hay
analista en la dirección de la cura, es lo que permite que haya transferencia de fondos de goce. Lacan va a hablar de
transferencia de fondos al estilo bancario, ya que se trata esto del modo de satisfacción pulsional de cada sujeto.
La vertiente real de la transferencia implica la simpleza freudiana donde plante que en cambio de repetir hay que
recordar, modo de hacer naufragar la repetición. Esto permite lograr que el goce quede en suspenso, modificando la
modalidad del mismo. Para esto el analista debe poner en suspenso sus propios objetos de deseo. Si no se abstiene
de ellos, el analizante se colocara como su objeto. Es necesario que el analista halla atravesado su propia castración.
La transferencia la podemos ver como repetición, como resistencia, como sugestión y como fenómeno
transfenoménico, dado que apunta al sujeto supuesto a saber.
Si no hubiese inconsciente como lugar de tramitación de la pulsión, como lugar donde trabajar las operaciones de
metáfora y metonimia, y de transferencia de goce, no habría analista.
La interpretación implica también, la sustitución de un significante por otro abriendo lugar a la multivocidad del
mismo, dado que la formación del síntoma es una interpretación inexacta del sujeto.

ENTREVISTAS PRELIMINARES:
SUJETO SUPUESTO A SABER
Cuando Lacan crea al “sujeto supuesto al saber” en el seminario 9 “La Identificación”, trata de fundamentar la no
existencia previa de un sujeto garante del saber al estilo del sujeto cartesiano, ni de un saber absoluto. “Supuesto
saber” es un oxímoron que lo que hace es desestabilizar el peso del saber
No se refiere con esto a lo que relata el psicoanalista, sino justamente a la situación analítica. La relación es disimétrica,
puesto que uno entrega material, mientras que el otro tiene como función estructural interpretar este material,
escucharlo, recibirlo, apreciarlo.
Para Lacan hay apertura a la transferencia por el hecho de que el paciente se coloca en posición de entregarse a la
asociación libre, de buscar la verdad sobre sí mismo, sobre su identidad, sobre su verdadero deseo.
El paciente busca su verdad en el analista, en tanto que gran Otro, y por ello su silencio es tan esencial y no debe
precipitarse a satisfacer la demanda del paciente, que es la demanda de ¿quién soy? ¿cuál es mi deseo? ¿qué quiero
verdaderamente?
El psicoanalista no debe identificarse al sujeto supuesto al saber: el sujeto supuesto al saber es un efecto de la
estructura de la situación analítica, lo cual es muy distinto a identificarse a esta posición.
El psicoanalista parte de la base de que todo sujeto tiene una suposición acerca de si mismo, la transferencia y la
suposición a saber parten del sistema analítico. La transferencia va desde la transferencia imaginaria, donde se le cree
una suposición de saber al analista. Esto le permite la apertura del trabajo analítico, dado que abre un espacio de
confianza. Hay toda una suposición del analizante al analista.
La segunda vertiente es la que el analista le supone un saber al sujeto. Mediante la abstinencia del analista se lo invita
al sujeto a que hable de cualquier cosa. Si el analista le supone un saber lo invita a la asociación libre, a hablar en pura
perdida, por lo tanto la pareja que se sostiene es la de sujeto supuesto a saber en relacion a la abstinencia.

ENTREVISTAS PRELIMINARES
Freud planteaba las entrevistas preliminares para el diagnostico y para poder ver si un sujeto era analizable o no, es
decir para ver si se instala la transferencia.
Lacan toma a Freud pero marca que la transferencia esta en el inicio del análisis y no de la cura. La entrada del
análisis implica la instalación del sujeto supuesto a saber
Las entrevistas preliminares se dan desde la caída de la aserción subjetiva, de las certidumbres, hasta la instalación
del significante de la transferencias.
Implica una caída de aquel saber por el cual viene al analista. Le adjudica al otro un saber de lo que el no sabe. Esa
transferencia al inicio es de orden imaginario, lo que el paciente quiere es transformarse en el analista.
Las entrevistas preliminares esta en relacion al concepto de temporalidad, rectificación sujetiva del sujeto respecto
de lo real, que el sujeto se implique en lo que esta diciendo.
Son preliminares para el analizante e implican poner en trabajo las vascilaciones subjetivas.
Lacan dice que son preliminares si después de ellas se instala el análisis, sino simplemente es una entrevista.
El objetivo de las entrevistas preliminares es la apertura del inconsciente y ello depende de la posición del analista,
dando cuenta que el sujeto es un significante para otro significante.
La transferencia esta al inicio del análisis, no esta de entrada. La entrada implica la instalación del sujeto supuesto a
saber, luego de la rectificación subjetiva, en un segundo tiempo, se produce la instalación de la transferencia y en un
tercer momento se produce la interpretación
Las entrevistas preliminares terminan como la sanción de un análisis, allí donde se produce el significante de la
transferencia, que para lacan es un significante cualquiera, pero con significación en suspenso.
Mediante las entrevistas preliminares el analista no solo hara un diagnostico sino una evaluación diagnostica
discursiva, de como el sujeto se dirige al otro, porque es un modo de dar cuenta de que el estatuto tiene ese otro al
cual se dirige el analizante.
Para el analista lacaniano todo sujeto tiene posibilidad de análisis, ya que no tiene que ver con niveles de intelecto o
de entendimiento lógico sino con la posibilidad de apertura del icc, y si es posible la caída de ciertas acepciones
subjetivas.

OBJETO A EN LA PERVERSION
En la renegación, se produce una división en el aparato psíquico donde van a convivir dos corrientes de manera
simultanea: una acorde a la realidad (la mujer no tiene falo) y una acorde al deseo (existencia del objeto eleva el
objeto a condición fetiche). El objeto “a” en la perversión es el fetiche. El perverso apunta a colmar el Ste que falta
(el Ste sobre la mujer) con un objeto que cuenta, el objeto fetiche, como el falo que le falta a la mujer castrada.
El perverso es aquel que poniéndose como objeto, intenta tapar la falta, renegando que el otro es un sujeto en falta.
El perverso se elige como falta, como objeto tapon de la falta en el otro.
El psicótico rechaza la falta, el neurótico la reprime y el perverso la reniega, se vale de la falta del otro para ubicarse
como objeto tapon.
Por eso en la perversión se realiza un efecto inverso del fantasma, es el inverso del de la neurosis. En la perversión el
S no se divide, sino que se identifica con el objeto de la pulsión, no se siente dividido, sino que divide al otro que es a
quien coloca en posición de objeto.
El “objeto fetiche” es un sustituto del falo simbólico faltante en la madre. No acepta el deseo causado por una falta,
sino que cree que el deseo es causado por una presencia: “el fetiche”. El fetichista queda detenido un paso previo a
la visión de los genitales, produciendo ahí un objeto fetiche posterior a su visión. El punto es sostenerse por fuera de
la angustia de castración.
Utiliza el objeto fetiche para angustiar al otro y gozar de el. Articula goce y saber, sin implicar la vertiente del amor.
Ama la verdad sobre la castración, pero niega la división del sujeto. Necesita producir un saber, manteniendo la
barra sobre el otro. Se dirige al otro sabiendo que es consistente.

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