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Mercè Romans Siques Guillem Viladot Voegeli

La educación de las personas adultas Cómo


optimizar la práctica diaria
"
CONCEPTOS, CONTEXTOS Y GESTIÓN
La educación de personas adultas es diversa y compleja. Sólo hace falta
profundizar un poco cuando reflexionamos + sobre ella, para damos cuenta de la
existencia de un inmenso
entramado de cuestiones personales, familiares, sociales, económicas,
culturales, laborales que, entre otras, la envuelven hasta que las personas
mueren.
Para adentrarnos en esta complejidad, iniciaremos el desarrollo de este
apartado con la descripción de uno de los ejes, probablemente el principal,
en torno al cual gira y se desarrolla esta educación: el aumento de la
demanda de educación. Este es un hecho que trataremos de comprender a
través del fenómeno de la aceleración de los cambios, la aceleración del
desarrollo de los conocimientos y la tecnología, como una de sus causas
subyacentes y la incógnita sobre el aumento o disminución del tiempo
libre real
. Asimismo describiremos algunas de las modificaciones que se están
produciendo en los modos de vida de las personas, como consecuencia de este
nuevo estado de las cosas. Son hechos cuya interpretación positiva o negativa,
dependerá en última instancia de la percepción de cada cual sobre la realidad en
la que vive. .
Seguidamente, daremos paso a una exposición de carácter básico de los
conceptos de educación permanente, educación de adultos, desarrollo
comunitario, formación profesional continua y educación no formal, a través de
los cuales se llega a comprender mejor hacia qué nuevo orden educativo
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Aceleración de los cambios
parece que nos estamos dirigiendo. Nos acercaremos al conocimiento de los
ámbitos de intervención de la educación de adultos, de la complejidad de
actuaciones que se dan cita en éstos, y del tipo de intervención que se asume
desde el conjunto de la estructura institucional
A continuación nos centraremos, dada la creciente importancia que está adquiriendo en
nuestros días, en describir de un modo general dos modelos de gestión de la formación
profesional continua. El primero corresponde al que se ejecuta en el sector no lucrativo
(básicamente instituciones públicas) español. Y el segundo al sector lucrativo o
estrictamente empresarial
Finalmente daremos.cuenta de la necesidad de conseguir dos logros
estructurales. Esto es, el aprovechamiento de todas las sinergias educativas y la
incorporación masiva de educadores, indispensables para conseguir que
cualquier sistema social pueda prestar servicio educativo permanentemente y en
el más amplio sentido de la palabra a cada uno de nosotros.
Vivimos en una época que se caracteriza por el aumento de la velocidad con
que los cambios se producen. Esta rapidez provoca que muchos de nosotros
asistimos con perplejidad a la aparición de nuevas situaciones que apenas
llegamos a comprender puesto que desaparecen antes de lograrlo. O incluso más
aún, como afirmó Legrand (1987, pág. 10) en su momento, actualmente el mundo
ya no se parece nada a la imagen que los hombres se habían hecho desde su
infancia. Se les vuelve ininteligible. Y a esto podemos añadir que incluso hostil.
Otro de los autores que más páginas ha dedicado a las hondas repercusiones de la
aceleración de los cambios sobre la vida de las gentes y las sociedades, Toffler, nos
advierte de la catástrofe social en la que podemos vernos inmersos, si no aprendemos a
adaptarnos a esta irreversible realidad. -
Según nos describe en sus conocidas. obras El shock del futuro y La tercera
ola, nuestra vida cotidiana está presidida por una nueva concepción de la
temporalidad o duración de las cosas: la transitoriedad. Define ésta en términos
de la velocidad con la que cambian nuestras relaciones, cada vez más breves,
con las personas, los lugares, las organizaciones, las ideas y el mundo en
general -". La transitoriedad afecta profundamente a nuestra percepción de la
vida más afín a un paradigma propio de sociedades agrarias que industriales o
postindustriales, como a menudo nos obsesionamos en creer. En este sentido,
afirma que el ritmo creciente del cambio en d mundo que nos rodea perturba
nuestro equilibrio interior, alterando nuestra experiencia misma de la vida. La
aceleración externa se traduce en aceleración interna- (Toffler, 1978, pág. 46).
En definitiva, a menos que el ser humano y también la sociedad en general,
aprenda a dominar el ritmo del cambio en sus asuntos, a menos que aprenda a
vivir en la transitoriedad, verá entorpecida e incluso anulada su capacidad de
adaptación, creándose el peligro de un colapso en el futuro.
El aumento de la demanda de formación
El convencimiento de que todo ser humano vive inmerso en la
educación, que no-cesa de aprender a lo largo de su vida, ha estado
presente en la historia del pensamiento de la humanidad. Sin embargo, en
nuestros tiempos no sólo no ignoramos esta realidad, sino que estamos
obligados a hablar de ella.
La clave de toda esta situación probablemente esté en el claro aumento de la
demanda de educación que estamos experimentando y parece que habremos de
experimentar aún más en el futuro.
Tratemos, pues, de aproximamos a la comprensión de algunas de las causas
y consecuencias que están en juego en el contexto de esta situación.
Desarrollo tecnológico
cación que lo incapacitan para proporcionar al público unos medios formativos
suficientes para ayudarle a hacer frente a semejante situación.
En el campo laboral (véase la fig. 2) este acelerado progreso tiene importantes
consecuencias:
Valores básicos de la industrialización como la estandarización o uniformización, la
sincronización, la especialización y la centralización, están siendo seriamente
cuestionados por la actual revolución tecnológica.
El fenómeno de la aceleración de los cambios puede comprenderse un poco más a
través de la observación de lo que se denomina desarrollo tecnológico. De hecho los
avances tecnológicos y las técnicas de trabajo que se derivan de ellas, continuamente
están generando necesidades cuya resolución sólo es posible con la intervención de
acciones formativas,
+ En este sentido, fácilmente se detectan dos factores que al actuar
estrechamente relacionados entre sí, provocan que el período de tempo entre
dos cambios son cada vez menor (fig. 1).
Existe una relación de interdependencia entre el mundo de los conocimientos
y el progreso científico técnico. Las Innovaciones o variaciones en ambos no
sólo repercuten mutuamente entre sí, sino que, además, juntos son un factor
provocador de cambios, los cuales, a su vez, crean situaciones en que las
necesidades de adquirir nuevos aprendizajes para hacerles frente, aparecen con
claridad.
Actualmente el saber pierde rápidamente su vigencia. Lo aprendido queda pronto
anticuado. Al mismo tiempo la extensión y el crecimiento cuantitativo de los conocimientos
fundamentales es tal que es imposible para un individuo llegar a asimilarlos. A todo esto deben
añadirse también las limitaciones estructurales de nuestro sistema formal de edu
INDUSTRIALIZACIÓN
POSTINDUSTRIALIZACIÓN
VALORES EN DECADENCIA
VALORES EN ALZA.
Estandarización
Diseflo a medida con alto nivel tecnológico
Uniformización
Uniformización expresión individual
Sincronización
Diversidad, creatividad
División del trabajo y Especialización
Polivalencia
El equipo prima sobre el individuo
Potenciación del individuo y d equipo
CRECIMIENTO Y OBSOLESCENCIA DE LOS CONOCIMIENTOS
PROGRESO DE LA CIENCIA Y LA TÉCNICA

Jerarquización compleja
Centralización Contación
Reducción cadena de mando Descentralización, networking
ACELERACIÓN
DE LOS CAMBIOS
Fusión de los eddigos catedrales de las sociedades agraria e industrial
Fusión de los códigos culturales de las sociedades agraria, industrial y postindustrial
FIGURA 1

FIGURA 2
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Fabricación de un zapato
A medida artesanado
Estándar mecanizado
A medida mecanizado
FIGURA 3
Aparecen nuevas profesiones o las ya existentes amplían sus aplicaciones en
nuevas ocupaciones, provocando la desaparición de otras. Las técnicas para
desarrollar los trabajos se perfeccionan y cambian de un año para otro. Las
instituciones están modificando sus estructuras organizativas buscando modelos
de funcionamiento que lejos de las clásicas estructuras funcionales y
divisionales sean más flexibles, descentralizados, unidos telemáticamente y
adaptables a los cambios del entorno. La racionalización del trabajo,
contrariamente a lo que ocurría antaño, está aportando una simplificación del
mismo, que a su vez facilita la cooperación entre los trabajadores, organizados
en cadenas de mando más reducidas. Se están diseñando estructuras más
horizontales en contra de las habituales verticales." La especialización está
dejando paso a formas más globales de ejecución del trabajo basadas en la
polivalencia. La incorporación del control lógico programable (PLC). que ha
ayudado a optimizar y reducir los costes de los procesos de producción, a la vez
que ha permitido flexibilizar la fabricación, por ejemplo, en el sector del
automóvil. Se está regresando al diseño a rcdida, en contra del estandarizado,
pero con un alto nivel tecnológico.
bajo, el panorama que presenta la etapa industrial no tiene nada que ver con el
existente en períodos anteriores. La evolución consistió en pasar del trabajo artesanal a
la construcción de maquinaria para el trabajo en serie y, en consecuencia, pasar de los
trabajos que se realizaban en un ciclo completo al trabajo más especializado y
parcelado, hasta llegar al trabajo en cadena. Es la especialización traducida en una
repetición Rutinaria de tareas, una de las características más claramente definitorias
del trabajo en la etapa industrial.
Sin embargo la etapa postindustrial está asistiendo a la aparición de otro tipo de trabajos
basados en la explotación, el control y el mantenimiento, sobre todo preventivo, de las nuevas
tecnologías. Como bien dice el autor antes citado, esta orientación está conduciendo a que
muchos trabajos
sean cada vez más generalistas, con exigencias de mayores y mejores
conocimientos, con superior capacidad de razonamiento a la que era legible en otro
tipo de trabajos, con capacidad de análisis y síntesis, en suma, con capacidad para
solucionar problemas» (Sánchez, 1995, pág. 186).
Este es un nuevo enfoque que reorganiza a las personas que ejecutan el trabajo en
tres grandes grupos: el especialista con un alto nivel de cualificación que se ocupará de
aspectos muy concretos; el polivalente que realizará las tareas que al no ser propias de
un especialista serán comunes, por lo que requerirá una formación generalista; y un
reducido número de trabajadores que requerirán una mínima cualificación para realizar
sus trabajos.
Éste no es un tema de última hora, sino que hace ya más de dos décadas que está
preocupando, también desde el pun
Si tomamos como ejemplo algo de uso tan cotidiano como es un zapato (véase la
fig. 3), comprobamos diferentes maneras de protagonizar esta evolución
Originariamente el zapato se confecciona artesanalmente a medida del pie del que
lo iba a calzar. Era la época del zapatero remendón. Posteriormente el calzado empezó
a confeccionarse de una manera estandarizada mediante el uso de máquinas
gobernadas por un operario. Hoy en día, de la mano de la técnica ortopédica
empezamos a disfrutar de zapatos diseñados con la ayuda de la informática a la
medida de nuestro pie y que pueden ser confeccionados por un autómata.
En el mismo sentido, Sánchez (1995, pág. 181) al hablarnos de la etapa industrial afirma
que: «En el mundo del tra
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to de vista educativo, a los autores. Una muestra de ello la podemos encontrar, por
ejemplo, en H. Janne que, ya a principios de los años setenta en la obra dirigida por
Dave (1979. pág. 157) y cuya lectura es básica, al hablarnos de las agencias
educativas del sistema nos describe la situación que estamos tratando, como propia de
una super industrialización a la que corresponden cambios de enorme rapidez y largo
alcance en cuanto a ciencia y tecnología Entre estos cabe mencionar la progresiva
mecanización de los procesos industriales Hasta alcanzar la automatización), la
extensa aplicación de la electrónica, los nuevos procesos químicos (conducentes a la
sustitución de materias primas), la producción de energía, la expansión de la industria
automovilística, de la radio y la televisión o la mecanización de la agricultura, del
trabajo administrativo y del doméstico. En todos los campos, la investigación científica,
el control técnico y las nuevas formas organizativas, han conseguido transformar el
trabajos.
La realidad es que ahora a punto de entrar en el 2000, nos encontramos no sólo
con una auténtica necesidad de información, que está provocando una auténtica
revolución en las tecnologías que aumentan las posibilidades de comunicación, sino
también con un reto enorme para todos los sistemas de educación.
Podemos pensar que estamos asistiendo a una auténtica revolución. Pero las
revoluciones generan víctimas como históricamente se demostró y se está
demostrando. De hecho, existen ya personas que si bien todavía no han perdido la
esperanza de llegar a trabajar algún día, viven su profesión y las ocupaciones que se
derivan de ella, bajo la alarma de la inestabilidad. Una inestabilidad que continuamente
está generando demandas y preguntas que el sistema de educación no puede
permitirse dejar de atender o responder
bre este asunto en términos de posibilidad, ya que para el logro de esta situación, se
dan cita, como es normal, fuerzas que juegan a favor y otras en contra.
En cualquier caso, debemos establecer antes de iniciar este tema qué entendemos
por tiempo libre,
Según nuestra concepción, es aquella parcela de tiempo que no dedicamos al
compromiso social y de supervivencia representado por el trabajo.
En nuestras sociedades industriales existe una tendencia a reducir el tiempo de
trabajo. Schwartz (1976, pág. 37), nos recuerda que en consecuencia con lo descrito
antes «el progreso de la producción, la racionalización del trabajo y la presión social de
los trabajadores originan conjuntamente una disminución regularizada del tiempo de
trabajo. Y de berta añadirse que a un uso inteligente de los avances y ventajas
producidos por el desarrollo de la tecnología tendrá que corresponder una extensión
del tiempo libre.
Pero la realidad hoy por hoy es bastante diferente. Ni todo el mundo dispone de la
misma cantidad de tiempo libre, ni todo el mundo disfruta cualitativamente igual del
mismo. Tanto es así que ello nos obliga, provisoriamente, a replantearnos el concepto
que tenemos de tiempo libre y el uso que de éste hacemos (véase la fig. 4).
La verdad es que, hoy por hoy, al tiempo natural que ocupamos en
recuperamos del trabajo, se le está sumando un tiempo cada vez mayor que
ocupamos en prepararnos para el trabajo. En consecuencia, no conseguimos
mantener el tiempo de ocio, sino que, al contrario, lo estamos disminuyendo.
Es bastante común la afirmación de que la vida en la sociedad futura sólo va a ser
posible en el marco de unas concepciones bien diferentes de las actuales.
Concepciones que tomaron cuerpo específico con el arranque de la revolución
industrial y la filosofía que vino a sustentar la misma. En un principio parecía que con la
industrialización vamos a necesitar menos tiempo en la realización de tareas
necesarias para la supervivencia Tareas que antes originan una dedicación constante,
larga y cansada. Sin embargo, no hace falta ir más allá de la alocada carrera en la que
nos ha inmerso, por ejemplo el afán de consumo, para darnos cuenta de que sucede lo
contrario a esta indeseable situación. El tiempo ocupa
Aumento del tiempo libre
El aumento del tiempo libre y del ocio, deseable caracteRÍstico de las sociedades
postindustriales, es también una de las cuestiones que más preocupan. Por supuesto
se habla so
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NOSOTROS
TIEMPO DE TRABAJO
TIEMPO LIBRE
TIEMPO PREPARACIÓN PARA |

EL TRABAJO
TEMPO RECUPERACIÓN DEL TRABAJO
TIEMPO
DE OCIO
FIGURA 4
do, sea en la ejecución o en la preparación de actividades destinadas a
garantizar la supervivencia, se ha ido extendiendo hasta desbordar la
parcela razonable que le correspondía, inundando ilícitamente el terreno de
todas las restantes actividades y disposiciones humanas. El tiempo libre,
entre éstas, se ha visto arrinconado, convirtiéndose en un período de
recuperación para las personas cansadas por el trabajo. Le ha sido
asignada la categoría de paréntesis en una vida enteramente dedicada a la
producción. +
Las actividades productivas y de consumo son necesarias no sólo para
mejorar y alargar la vida sino también para conservarla. Pero nuestra
sociedad produce, entre muchas insensateces, la inversión de esta
relación. La vida, que se entiende como un periodo de tiempo corto, es en
nuestro sistema de libre mercado indispensable - hay que apurarse para
conservar y mejorar la producción. La existencia de los hombres y mujeres
gira en torno a las tareas productivas y consumistas. El hombre
ilógicamente vive para producir y consumir en vez de producir y consumir
para vivir. Así, la consideración que del factor tiempo se tiene en la actual
organización social está casi exclusivamente relacionada con la
rentabilidad. El tiempo se nos desglosa en dos aspectos prin
cipales: el tiempo productivo, primordial, y el tiempo improductivo. Este
último es sinónimo de tiempo mal utilizado, en tanto no comporta ningún
tipo de beneficio en el sentido material Hay que aprovechar el tiempo al
máximo pues es una preciosa inversión para mañana.
No faltan razones para entender por qué se concibe el tiempo como aquel personaje
diabólico, obstinado en desbaratar la vida de los hombres y sus obras. Él se ha
convertido en algo adverso puesto que les advierte de su condición de mortales, les
convierte y pervierte en seres finitos. Así pues, esta nueva forma de la temporalidad de
la que hablábamos antes, la transitoriedad, en tanto que sucesión vertiginosa de
momentos, adquiere un nuevo matiz mortificador y perturbador de la vida del ser
humano. Somos víctimas, en definitiva, de la cronofobia.
Con respecto al ocio, si lo entendemos como la posibilidad de liberar,
disfrutar o recrear capacidades vitalmente significativas (lúdicas,
reflexivas, artísticas, intelectuales, como tiempo de recreación y
autocreación, donde tenemos la posibilidad de manifestar todo nuestro
potencial creador, de hacer y hacernos según nuestros gustos y
aspiraciones), entonces el tiempo libre debe ser entendido como tiempo de
ocio.
Pero no debemos engañarnos al hacer una supervaloración del tiempo de ocio. Si
bien hay un tiempo de trabajo y otro libro, éstos deben coodstir armoniosamente.
El ser humano, en tanto que ente indisociable, actúa globalmente. Si la
vivencia en una de sus partes es negativa repercutirá en el contenido de las
demás. Así, si una persona no se realiza en su faceta profesional puede afirmarse
que el ocio, aunque se llevaran a cabo los mayores esfuerzos educativos, no
llegará a ser más que poco gratificador
Todo ello nos lleva a afirmar que no podemos empezar a hablar de ocio si
antes no hemos hablado de las condiciones materiales, de la calidad de vida de
cada individuo. En caso contrario, posiblemente ofreceremos un odio
demagógico y falso.
Para una correcta puesta en marcha hacia este objetivo, deben crearse ocasiones
y posibilidades de cultura para las personas mucho más amplias. Pero, como señala
Legrand
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la contradicción entre una tecnología avanzada y los valores anticuados con que ésta
se aplica».
Una revolución Cultural que se suele denominar posinodema, y sobre la cual se
apuntan comentarios tales como que:
(1987, pág. 20), esto no será posible si antes no ha sido creada la conciencia de que el
mundo de las personas y las cosas están repletos de mensajes que, en cada momento
de la vida podrán enriquecer la existencia de cada unos. Deberán poDerse además
todos los medios necesarios para que las personas no se conviertan en víctimas del
tedio.
Esta es la realidad de muchas personas que, embrutecidas y fatigadas por largas y
nada realizados jornadas de trabajo, llegan a no saber qué hacer con su tiempo Libre.
Se abandonan a un modo pasivo, consumidor y generalmente no gratuito, el cual es
vivido como olvido y evasión. En este sentido, Avanzini (1979, pág. 298) nos advierte
que todavía no sabemos hasta dónde pueden Llegar las consecuencias de un
aburrimiento colectivo vivido simultáneamente por millones de seres humanos
aglutinados en megápolis..
En cualquier caso, está claro que deberíamos hacer un esfuerzo para no olvidar tan
a menudo la sana costumbre
un tiempo para cada cosas y dejar de mezclarlo todo.
Aparece con:
— La diversidad de los modos de vida.
La tendencia a la personalización. El retroceso del orden disciplinario, revolucionario y
convencional. Esto es, el rechazo a la socialización disciplinaria.
Rompe con:

La sociedad moderna democrática considerada como disciplinaria, universalista,


rigorista, ideológica y coercitiva.
Evita:
Sumergir al individuo y sus particularidades idiosincrásicas en reglas uniformes,
homogéneas y univer
Nuevas actitudes
Persigue:
- Vivir libremente sin represiones. Escoger Integramen
te el modo de existencia. La propia identidad y no la universalidad.
A punto de abrir la puerta del siglo Xl, ya hemos afirmado que estamos
asistiendo como protagonistas no sólo a una revolución tecnológica, sino
también ideológica y cultural. Revolución que aunque está llena de buenas
intenciones, todavía no tiene claro hacia qué horizonte dirigirse. Son muchos los
autores que reflexionan sobre estos temas. Por esta razón, berdos creído
conveniente no ignorar sus aportaciones. Para esta ocasión, hemos tomado
como referencia las obras de Gilles Lipovetsky y Luis Racionero, con el objetivo
de proceder a una descripción, aunque sea genérica, de algunas nuevas
actitudes que están apareciendo y con las que los educadores habrán de tratar
en su trabajo diario.
Según Luis Racionero (1983, pág. 126), la revolución cultural está comportando un
cambio radical en los valores y pautas de comportamiento que estructuran el modo de
vida de la sociedad, valores que defienden la calidad de vida, el Estado estacionarlo, la
descentralización espacial y tecnológica, el ocio creativo. Una revolución, en suma, que
resuelva
Busca una sociedad flexible basada en:
La información y la estimulación de necesidades. Un mínimo de coacciones y un
máximo de elecciones. El culto a la liberación y expresión libre del yo. El
despliegue de la personalidad Íntima y la asunción de los factores humanos. El
culto a lo natural. El culto a la cordialidad y al sentido del humor. El respeto por
las diferencias y los movimientos alternativos.
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‫לל‬
des, todas las alturas se doblegan, todo se desliza en una indiferencia relajada».
Estas consecuencias aún pueden complementarse más,
añadiendo que:
A efectos políticos:
- El posmodernismo representa el fin de la esperanza
futurista. No hay proyectos históricos movilizadores. — Las ideologías políticas no
entusiasman.
En relación a estos comentarios, que cada uno juzgará en función de su propia
percepción de la realidad, no podemos olvidar que una de las consecuencias más
preocupantes de la sociedad postindustrial es la aparición de la apatía sobre su propio
fundamento: el cambio. De hecho, esta indiferencia de mucha gente hacia los sistemas
sociales en general puede dejar en una situación muy comprometida al sistema
educativo y los esfuerzos que respecto a éste se están llevando a cabo (véase la fig.
5).
Ésta es una cuestión que sin duda debe ya preocupar y ocupar a
pedagogos, filósofos y educadores sociales.
Una apatía que Lipovetsky (1986, pág. 13) nos describe
irónicamente con el siguiente símil deportivo: <Windsurf, skate, ala
delta, la sociedad postmoderna es la edad del deslizamiento, imagen
deportiva que ilustra con exactitud un tiempo en que la res pública ya
no tiene una buena base sólida, un anclaje emocional estable. En la
actualidad las cuestiones cruciales que conciernen a la vida colectiva
conocen el mismo destino que los discos más vendidos de los hit-
para
A efectos personales:
Queremos vivir enseguida, aquí y ahora. Realizarnos emocionalmente.
Conservarnos jóvenes y relacionar* nos con entusiasmo y solidaridad. --
Analizamos la innovación y expresamos nuestro de
sencanto en una actitud de monotonía hacia lo nuevo.
A efectos institucionales:
Las instituciones tratan de humanizarse y diversificarse. Adaptarse a las
motivaciones y deseos de los individuos. Incitan a la participación y ofrecen sus
servicios a la carta. La administración imperativa, la del menú, está acabándose.
NUEVAS SITUACIONES
NUEVAS NECESIDADES
DE APRENDIZAJE

Ante todo este panorama de cambios y novedades en nuestra sociedad,


observamos nuevamente cómo se nos pone de manifiesto que uno de sus
mecanismos, el educativo, continúa anclado en la ya caduca sociedad industrial,
entorpeciendo la progresiva implantación de esta otra que se ha acordado en
denominar postindustrial.
Y es precisamente la apuesta por desbloquear esta situación la que está en
juego cuando se Defiende la idea de que el sistema educativo debe estar
permanentemente al servicio de toda persona.
INQUIETUD
POR EL CAMBIO
APATÍA HACIA EL CAMBIO

AUMENTO DEMANDA FORMACIÓN


La educación permanente
Al hablar de educación permanente nos vemos abocados inevitablemente a
revisar en profundidad nuestros cisternas
FIGURA 5
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Veamos, pues, algunas de estas definiciones a las que añadiremos
nuestra propia versión.
Concepto
educativos. Éstos todavia presentan serias dificultades para responder a las
necesidades educativas que la transformación global y acelerada de la sociedad cita en
las personas, La demanda de educación, de formación e instrucción es hoy dfa tan
grande, y lo será más el día de mañana, que no puede ser absorbida en los límites de
los sistemas educativos actuales. Esta inoperancia es una de las causas principales de
la Inadaptación acusada por hombres y mujeres que acaban viviendo en contradicción,
cuando no en oposición, con su entorno y consigo mismos.
De hecho cuando hablamos de educación permanente lo que queremos decir
es que:
Es una respuesta al hecho crítico de que en nuestra sociedad ya no es suficiente
concentrar el aprendizaje en los niveles formales de educación, en un solo momento de
la vida. Se presenta como una necesidad de supervivencia dada la celeridad y
profundidad de los cambios. Pretende evitar la vivencia de la formación como una
maldición, ya que su carencia puede implicar marginación.
El error más comúnmente cometido ha sido confundir la educación permanente,
que abarca todo el sistema educativo, con la educación de adultos, que es una fase en
el tiempo de aquella (véase la fig. 6). Este tipo de definiciones, además, suelen
entender equívocamente la educación permanente como una extensión de la actividad
educativa a la etapa postescolar. Por otro lado, gran parte de estas
conceptualizaciones suelen centrarse en aspectos parciales (recuperación,
compensación, actualización, etc.), las cuales, como luego veremos, son.constitutivos
de la educación de adultos.
Otro tipo de definiciones más acertadas son aquellas que al ser
globalizadoras implican todo el sistema educacional Dentro de esta línea
podemos citar 1 modo de ejemplo las que nos proponen Enrique Palladino,
Edgar Faure y Paul Lengrand.
Para el primero la educación permanente es el «perfeccionamiento integral y sin
solución de continuidad de la persona humana desde el nacimiento hasta su muerte»
(Palladino, 1981, pág. 90).
EDUCACIÓN PERMANENTE
Tal situación anacrônia del sistema educativo llevó a autores como Schwartz
(1976, pág. 51) a comentar que no podemos permitir que el hombre camine en una
dirección y el mundo lo haga en otra. Sin embargo, tampoco debemos aceptar la idea
de adaptar al hombre a las edgencias del mundo moderno. Aquél no puede ser un
sujeto de la civilización; debe ser el protagonista directo y agente de la misma».
Las teorías sobre la educación permanente surgen de las reflexiones en la
búsqueda de respuestas a la necesidad de ampliar nuestras concepciones sobre la
educación y sobre el ser humano sujeto de la misma. Por esta razón se ha planteado
como el modelo de educación para la sociedad del futuro.
Ahora bien: en qué consiste esta nueva visión de la educación? ¿Cómo definir la
educación permanente?
Esta tarea ha dado lugar a cierta confusión, puesto que los autores han partido
desde puntos de vista diferentes y a veces erróneos.
EDUCACIÓN INFORMAL
EDUCACIÓN
BÁSICA FORMAL Y
NO FORMAL
EDUCACIÓN
ADULTOS NO FORMAL Y
FORMAL
FIGURA 6
Comprende la educación formal, no formal e informal. Supone una educación
continuada a lo largo de toda la vida, de acuerdo con las necesidades de cada
etapa y edad. Es abierta y flexible con respecto al tiempo y lugar del aprendizaje.
No admite la separación entre lo escolar y lo extraescolar. Entre la edad escolar y
la edad de trabajo o productiva Favorece tanto la adaptación del individuo a la
sociedad como su capacidad de transformarla.
Bases de la educación permanente: continuidad, movilidad, globalidad y
educatividad.
El segundo, entendiendo la educación como un proceso educativo global
cree, en consecuencia, que la educación permanente «deviene la expresión de
una relación envolvente entre todas las formas, las expresiones y los momentos
del acto educativo» (Faure y otros, 1977, pág. 220).
Para el tercero y desde una perspectiva humanista la educación permanente
representa un esfuerzo para reconciliar y armonizar estos diferentes momentos
de la formación a fin de que el hombre no esté en oposición consigo mismo. Por
la importancia que da a la unidad, la globalidad y la continuidad del desarrollo de
la persona, obliga a concebir programas e instrumentos de educación que
establezcan comunicaciones permanentes entre las necesidades y las
enseñanzas de la profesión, de la expresión cultural, de la formación general y de
las diversas situaciones por y para las cuales cada individuo se realiza y
completa (Legrand, 1987, pág. 27).
Estas definiciones, entre otras, aunque aporten ciertas peculiaridades de
matiz, identifican la noción de educación como un proceso que se vive
irremediablemente de un modo continuo.
Por nuestra parte, creemos que la educación permanente es una nueva forma
de entender la educación que cuestiona las raíces mismas del sistema educativo
actual y plantea modificaciones profundas y globales. Sienta nuevas bases a
partir de las cuales reformula la teoría y la práctica educativa. Busca, en
definitiva, un nuevo orden educativo que responda a la totalidad de las
necesidades e inquietudes educativas.
Esta expresión debe utilizarse, además, para resaltar la importancia de aquella
realidad que comentábamos según la cual toda persona y en todo tiempo
descubre, conoce, cambia y, en definitiva, aprende. Esta realidad debe disfrutar
de un reconocimiento social pleno.
Ante todo esto podemos deducir que la educación permaNente:
Existen puntos en común entre los autores cuando establecen cuáles han de ser las bases
en las que debe apoyarse la educación permanente.
En síntesis, éstos coinciden en afirmar que el sistema educativo
debería, desde una organización flexible y accesible, garantizar la
continuidad, la movilidad, la globalidad y la
educatividad de lo que es común a cada usuario del sistema.
Esta formulación de bases no constituye un sistema ceRrado sino que queda
abierto a nuevas aportaciones. Debemos saber que si bien se tienen ideas sobre
la organización general de este nuevo sistema, sobre todo a nivel de los adultos
están todavía vacíos en cuanto a la realización práctica de este modelo de
educación.
Es mediante el derecho a la continuidad por el que se garantiza a toda
persona a formarse o instruirse cuando quiera. Se defiende el derecho a
continuar, abandonar o reemprender la formación sin interrupciones
impuestas para satisfacer las exigencias profundas del ser humano en su
desarrollo Y para responder a las demandas de educación en un mundo de
estructuras cambiantes.
Para ello la educación permanente se configura como un sistema abierto, donde
existen las entradas y salidas necesarias para un libre acceso o abandono del mismo.
Es un punto de partida para la revisión crítica de los conceptos fundamentales de la
educación. Integra y articula todas las estructuras y pasos de la educación.
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educativo de todas las actividades sociales, económicas, etc. Implica, en definitiva, la
utilización como vías educativas de todo lo formal, no formal e informal.
La educación de personas adultas
Está claro que el tiempo para aprender no se encajona en la primera parte de la
vida. Debe invalidar definitivamente la idea tradicional según la cual recibir la
enseñanza en los primeros años es suficiente.
Cada persona ha de poder acceder al sistema educativo cuando lo precise. Esto
implica articular en el sistema educativo tantos subsistemas como sean necesarios
para que los adultos, con independencia de su edad, puedan acceder al mismo.
Veamos con mayor detalle esta cuestión:
Concepto
El derecho a la movilidad garantiza a cada persona formarse en lo que ella quiera.
Esta movilidad en el interior del sistema ha de ser horizontal y vertical a través del
mundo de los conocimientos teó. ricos y prácticos. La realización de esto implica la
posibilidad de poder saltar las barreras entre los diferentes órdenes y niveles de
enseñanza.
Por su parte, el principio de globalidad responde al hecho de que la vida de cada
persona está formada por variedad de aspectos vitales que no sólo se suceden sino
que también co- - edsten. Por eso, si el sistema ha de tomar a su cargo a esta persona,
tendrá que dar entrada a todas las perspectivas de la vida y hacer caer las fronteras
entre ellas.
El especialista, como señala Goguelin (1963, pág. 36). debe estar al corriente de la
evolución de otras ramas que le puedan interesar: Ha de tender hacia la síntesis frente
a la cada vez mayor entropía del sistema de conocimientos. Es decir, no alcanzará un
alto grado de especialización sino es en el marco de una formación pluridisciplinaria
continuada, que debe comenzar desde la salida del colegio (y la universidad)
manteniendo sus conocimientos al día en todo lo que sea importante para El.
La educación no debe cerrarse en alguna parcela de conocimientos ni debe
establecer distinciones dgidas desde la enseñanza primaria, entre una de tipo teórico-
general, cienTífico y otra de tipo práctico-tecnológico.
Ahora bien, nada de esto será posible si no está apoyado por una libre y variada
posibilidad de elección en función de las capacidades y aspiraciones de cada uno.
Finalmente, es mediante la garantía de educabilidad desde donde se posibilita el
derecho de toda persona a recibir una educación de calidad sea cual sea el lugar
donde desec o pueda acudir:
La consecución de grupos de población educativos, propios de sociedades que
hacen suya tal fundiốn, implica la multiplicación, la articulación e interrelación de todos
los tipos de instituciones y medios que puedan ser educativos (centros educativos,
empresas, asociaciones, centros culturales, radio, televisión, etc.), una cooperación
activa de aquellos que se dedican a tareas formativas y el uso con un fin
El interés por conceptualizar la educación de adultos ha propiciado la aparición de
múltiples definiciones. Esto se debe a las diferentes concepciones del campo educativo
50bre el que se cree debe actuar. Asimismo, se pueden encontrar títulos o rótulos
sinónimos para referirse a un mismo aspecto de su campo de actuación
Un ejemplo de esta situación algo confusa lo encontramos en Apps (1982), cuando
metafóricamente nos expone que la educación de adultos es como un bosque, siendo
sus funciones los diferentes tipos de árboles. Normalmente los que trabajan en este
campo sólo ven un tipo de árboles y al concentrarse en estos, no ven todo el bosque.
Formulan sus definiciones a partir de los diferentes aspectos-árboles de ese campo-
bosque en el que están trabajando. Así podemos encontrar -educación vitalicia»,
«educación continuas, educación postsecundarias, educación recurrentes, educación
informales, andragogía», estudio no tradicional», -educación básica de adultos,
educación secundaria para adultos», extensión educacionales, desarrollo comunitario,
sedu
34
adultos (véase la fig. 7). Estas funciones tienen la particularidad de ser capaces
de generar actividad en las demás. Este hecho, sin embargo, se constata con
mayor claridad en las funciones social, recurrente y compensatoria.
En su vertiente personal, la educación de adultos busca la sustitución de
actitudes negativas por otras más positivas para el desarrollo equilibrado e
integrado de la personalidad. Así pues, la formación del adulto se nos configura
como una pedagogía antropológica y psicológica que tiene por objeto la vida
intelectual y social a lo largo de las edades del adulto.
La educación de adultos también interviene en aquello que es social en cada
individuo. En este sentido, se dirige a aqueLlos adultos que buscan adquirir aptitudes y
conocimientos
cación no dirigida», «aprendizaje autodirigido», «educación no escolars,
educación a distancia», «educación profesional permanentes, educación sin
paredes, alfabetización de adultos», «educación para la tercera edad», etc.
El problema estriba en que los profesionales han tratado de conseguir que la
gente comprenda algo acerca de los diferentes árboles, pero no acerca del
bosque como un todo.
En realidad, la educación de adultos es cada una de estas partes y a la vez la suma
de todas ellas. Por esta razón es necesaria una definición amplia que abarque estos
aspectos diferentes y de manera que ningún árbol nos impida ver el resto.
Este requisito se cumple en la definición dada por la Conferencia
General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (Unesco), realizada en Nairobi en 1976. Dice lo
siguiente: la educación de adultos #designa la totalidad de los procesos
organizados de educación, sea cual sea el contenido, el nivel o el método,
sean formales o no formales, ya sea que prolonguen o reemplacen la
educación inicial dispensada en las escuelas y universidades, y en forma
de aprendizaje profesional, gracias a las cuales las personas consideradas
como adultos por la sociedad a la que pertenecen desarrollan sus
aptitudes, enriquecen sus conocimientos, mejoran sus competencias
técnicas o profesionales o les dan una nueva orientación, y hacen
evolucionar sus actitudes o su comportamiento en la doble perspectiva de
un enriquecimiento integral del hombre y una participación en un
desarrollo socioeconómico y cultural equilibrado e independiente»
(Unesco, 1976, pág. 89).
Dicho con otras palabras, la educación de adultos es educación de todo
ser humano adulto y llevada a cabo por todo ser humano asulto. Se
fundamenta en el hecho de que la adultez es capaz de educabilidad (es
educable) y educatividad (es educadora).
EDUCACIÓN DE ADULTOS FUNCIONES
ACCIONES
PERSONAL
ELIMINAR DESARROLLAR
- SOCIAL.

PARTICIPAR RELACIONAR

COMPENSATORIA
COMPENSAR RECUPERAR

RECURRENTE
ACTUALIZAR

Funciones
OCIOSA
RECREAR CULTIVAR CREAR

Analicemos, ahora, cómo se puede articular dentro del aparato


educativo la acción pedagógica de la educación de
FIGURA 7
37
36
vinculados con la acción comunitaria. Se le pretende preparar para lo social
orientándose en su proceso de adaptación o para la Intervención que le permitir
relacionarse y participar crítica, consciente y constructivamente en el mundo de los
valores, actividades y responsabilidades que le CORRESPONden en cuanto adulto. La
educación de adultos, por tanto, edende aquí su acción a todo el grupo o comunidad en
la que viven los individuos.
Existe una variedad enorme de modelos educativos para adultos que, centrándose
en esta fundón, implican verdaderas experiencias de desarrollo comunitario. Entre
estos cabe destacar los que se promueven desde el ámbito institucional no lucrativo
(asociaciones, fundaciones, etc.).
Mediante la función compensatoria, la educación de adultos ofrece la posibilidad de
realizar los estudios que en cada contexto se consideren básicos a las personas que en
su momento no tuvieron la oportunidad de realizarlos. Estos estudios suelen
complementarse con experiencias formativas de tipo cultural. Esta acción también
pretende rehabilitar al adulto dándole los medios que necesite para que pueda acceder
a niveles superiores del mismo sistema.
"La fundó recurrente implica todas las acciones formativas que una persona
adulta emprende a lo largo de su vida en teletón a su actividad laboral.
Engloba todas las posibles resultantes de la necesaria alternancia entre trabajo y formación
que surge en cualquier actividad profesional normal. Así es educación recurrente la lectura
autoformativa que realiza un formador para profundizar sobre su trabajo, el curso de una
semana que realiza un técnico comercial para mejorar sus técnicas de venta o la asistencia de
un cirujano a un congreso médico para aprender una nueva técnica quinúrgica.
Este diseño para la alternancia, aurique requiere una dotación Inmensa de medios
de toda índole, tiene importantes consecuencias para el orden sodal, financiero y para
el desa
Tollo económico.
Socialmente se garantiza la oportunidad permanente de recurrir a la formación.
Financieramente supone una gran carga económica, ya que hay que remunerar a
las personas en formación que han
dejado de trabajar temporalmente, a los formadores y abastecer de recursos materiales
a los diferentes cursos.
Pero por otra parte es positivo para el desarrollo económico. Nadie se atreve a
negar hoy en día que la formación ga
rantizar el mantenimiento de la actividad productiva.
Desde una perspectiva más amplia que la meramente laboral, en esta función se
contempla también la posibilidad de adaptarse a toda suerte de cambios producidos
por la sociedad en su desarrollo. El adulto ha de poder, cuando en el transcurso de su
vida lo crea oportuno, dedicarse a jornada completa o parcial a su propia formación
profesional, cultural, social, personal, etc.
Dentro del contexto de la educación permanente, la educación de adultos tiene una
muy concreta dimensión de educación para el ocio. De hecho gran número de
actividades de formación intelectual, artística, etc., tienen lugar en nuestro tiempo libre.
Por esta razón se insiste en la necesidad de poner a disposición de cada uno los
medios que sean necesarios para el desarrollo y enriquecimiento de la personalidad.
En definitiva, se pretende ofrecer a través de la educación en, pana y del ocio aquellos
medios que faciliten un empleo gratificador del mismo.
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EDUCACIÓN INFORMAL
EDUCACIÓN NO FORMAL
EDUCACIÓN FORMAL
NIÑO / JOVEN / ADULTO / ANCIANO
FIGURA 15
Educación de adultos y educación no formal
Inicialmente se relacionaba la educación formal con la estrictamente
institucionalizada y más concretamente escolar. Los conceptos de
educación no formal e Informal se utilizaban para designar todo tipo de
proceso educativo que se generaba fuera del ámbito escolar.
Esta concepción de la educación no se adecuaba a las necesidades sentidas por
los individuos y la sociedad. No contemplaba claramente otras formas de
aprendizaje fuera del marco institucional.
A principios de los años setenta se impone una concepción más amplia de la
educación. Como afina Coombs (1986, pág. 43): -El concepto de educación, en sentido
amplio, se identificaba con el de aprendizaje, sin tener en cuenta dónde, cuándo o a
qué edad se producía el aprendizaje. Se consideraba, pues, la educación como un
proceso que dura toda la vida y abarca desde la primera infancia hasta el final de la
vida».
De esta forma, obligados por la necesidad de clasificar la enorme variedad de
acciones educativas existentes al margen de los centros escolares, y atendiendo a los
criterios de nivel de intencionalidad, sistematismo y oficialidad, se han llegado a acotar
con bastante claridad estos tres grandes sectores de la educación.
Un ejemplo de esto nuevamente nos lo ofrece Coombs (1986, pág. 46) en su
estudio sobre la crisis mundial de la
Las actividades de formación dirigidas a adultos se sitúan en su mayoría
dentro de la educación no formal.
Ésta, junto a la educación formal e informal, son las tres grandes áreas de
incidencia educativa que constituyen la ya clásica triple distinción del universo de
la educación.
En cualquier caso, esta distinción continúa siendo algo confusa debido a la lógica
imprecisión de límites entre un tipo de educación u otro, puesto que en la realidad encontramos
la coexistencia de las tres (véase la fig. 15), aunque predomine una según la situación que se
trate.
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págs. 13-14) a propósito de la elaboración del libro blanco sobre la educación de
adultos:
educación Para este autor la educación no formal cubre
toda actividad educativa organizada, sistemática, impartida fuera del marco del
sistema formal, para suministrar determinados tipos de aprendizaje o subgrupos
concretos de la población, tanto adultos como nikos.
Respecto a la educación Informal, Coombs (1986, pág. 47) apunta que hace
referencia al proceso a lo largo de la vida por el que cada persona ndquiere y ecumula
conocimientos, habilidades, actitudes y criterios a través de las experiencias cotidianas
y de su relación con el medio; en casa, en el trabajo, en el juego; a través del ejemplo y
de las actitudes de familiares y amigos; de los viajes, de la lectura de periódicos y
libros; escuchando la radio o viendo dne o televisión. Por lo general, la educación
informal no está organizada, es asistemática, no intencional en ocasiones, pero a ella
se debe el gran bagaje de conocimientos que cualquier persona incluso de alto nivel
cultural, adquiera a lo largo de su vida..
Con similar orientación, TAlla (1984. págs. 304-341) Dos sitúa la educación no formal
frente a la formal e informal resaltando que la educación no formal se distinguiría de la
informal en que la primera es intencional; es sistemática y metódica; cuenta con
objetivos pedagógicos previos y explícitos; está generalmente institucionalizada y se
realiza mediante procesos específicos y diferenciados. Por otro lado, lo que distinguirla
a los procesos educativos no formales de los formales sería, más que su carácter
escolar o no escolar, si se ubican o no en el sistema educativo graduado y
jerarquizado, esto es, si están o no dirigidos a la repartición de los grados académicos
oficializados, desde el preescolar a los estudios superiores, con sus diferentes ramales
y especialidades».
Así, en una escuela de adultos reglada cuyo objetivo principal es la obtención de
una titulación oficial, aunque por sus características quedará ubicada en el modo
formal de educación, se dan paralela e inevitablemente tanto aprendizajes no
formales (cursillos, conferencias, cine fórum, etc.), como aprendizajes informales
fruto, por ejemplo, de la relación cotidiana entre las personas.
Finalmente y con el fin de ampliar el marco conceptual que existe sobre estos
temas, presentamos las definiciones que establece el Ministerio de Educación y
Ciencia español (1989.
Educación formal: educación estructurada institucionalmente, con un programa de
estudios planificado y dirigido al reconocimiento formal del logro de ciertos objetivos
educativos, tales como créditos, diplomas, grados académicos o capacitación
profesional Se podría relacionar con el término educación reglada y probablemente aún
más con el término francés educación institucional. Educación no formal: educación
estructurada cuya finalidad esencial no es la obtención de un reconocimiento oficial
como crédito, diploma, grado académico o capacitación profesional. Se podría
relacionar con el término educación no reglada o educación no institucional, pero puede
tener reconocimiento académico en determinadas condiciones. Educación Informal:
proceso educativo no organizado que transcurre a lo largo de la vida de una persona,
proveniente de las influencias educativas de la vida diaria y el medio ambiente. En este
sentido se utiliza también el término educación incidental Así pues, se podría decir que
la educación informal es también educación no reglada, no institucional.
Finalmente reproducimos sintéticamente de Thilla (1984, págs. 340-341) une
clasificación de la gran variedad de actividades que, más allá de la educación de
adultos, se ubica conceptualmente dentro de la educación no formal:
1. Alfabetización y educación fundamental de adultos. 2. Capacitación profesional para
el primer empleo. 3. Reciclaje, perfeccionamiento y promoción profesional. 4.
Reconversión profesional de individuos que ya forman
parte de la población activa. 5. Orientación profesional y vocacional. 6. Formación e
información laborales no relacionadas con
la estricta cualificación técnica.
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hecheado la aparición y, por otro, ccante el aur
7. Complemento y apoyo de la educación formal escolar. 8. Recuperación y
reintegración de sujetos marginados, de
sectores y fracasados del sistema escolar. 9. Pedagogía de la tercera edad.
10. Pedagogía del ocio infantil y juvenil 11. Formación y animación cultural en
general. 12. Formación política. 13. Formación religiosa y espiritual. 14.
Formación estética y artística. 15. Formación física y deportiva. 16. Formación
intelectual. 17. Educación ambiental y ecológica. 18. Educación higiénica y
sanitaria. 19. Educación sexual y familiar. 20. Educación cívica y ciudadana. 21.
Formación e instrucción de otros aspectos relativos a la
vida cotidiana. 22. Desarrollo personal y entrenamiento para las relaciones
humanas. 23. Educación especial para disminuidos físicos y psíquicos. 24.
Reinserción y rehabilitación social.
gualdad actual en la formación, podría llegar a desembocar en un nada deseable
cisma en la población, alejándose de su necesaria participación en el progreso
económico y social,
Estamos viendo, por un lado, cómo la oferta tradicional está mostrando
signos de fatiga ante el aumento de la demanda de educación y, por otro, cómo la
existencia de ésta ha generado la aparición de nuevas ofertas. En la actualidad,
de hecho, hemos visto que existen nuevos conductos educativos no formales y
nuevos entornos que están asumiendo las tareas formativas, sin que éstas hayan
sido nunca su razón principal de ser
El cambio hacia un nuevo orden social nos compromete a todos si queremos que el
futuro sea esperanzador. Son muchos las incógnitas y los problemas que han de ser
resueltos ahora y prever para el mañana. No en vano en los últimos años del siglo xx
ya es habitual advertir acerca de los retos que habremos de afrontar en los años
venideros.
El problema formativo ya no pertenece a un solo sector sino que compete a todos.
Por esta razón, todas las instituciones de todos los sectores habrán de esforzarse en
encontrar más espacios comunes de los actuales, donde intercambiar planteamientos,
trabajar juntos y beneficiarse mutuamente.
Por otra parte, es necesario extender la conciencia de que cualquier persona
podrá ser reclamada en el transcurso de su vida profesional para actuar como
educador de otros.
Sin embargo, no debemos olvidar que la formación es una cuestión compleja
y que cualquier aspecto de esta provoca que se acuda en busca de ayuda y
respuestas que casi nunca son fáciles de encontrar.
Como veremos en el apartado 3, la función docente implica muchas tareas, algunas
de las cuales para su correcta realización requieren de una sólida formación
pedagógica. Hoy en día, ya intervienen habitualmente en formación permanente
profesionales (ingenieros, informáticos, médicos, abogados, etc.), cuyos currículos
académicos no contemplan capacitaciones ni teóricas ni prácticas relacionadas
específicamente con cuestiones pedagógicas. Todo ello no sólo es causa de
desorientación en estos formadores, sino que pone de manifiesto la necesidad de
apoyarles y formales en este sentido.
Probablemente, el lector habrá encontrado enseguida ejemplos educativos en cada
uno de los apartados, si es que no ha sido capaz de establecer algún apartado nuevo.
En cualquier caso, sería una discusión provocada por la misma riqueza del sector y por
consiguiente positiva.
Basándonos en todo lo comentado hasta aquí, podemos afirmar sin temor a
equivocarnos que la sociedad está viviendo una situación sin precedentes, propiciada
por el aumento generalizado de la demanda de educación. Una situación que, además,
nos revela su carácter de complicada y difícil urgencia cuando nos darnos cuenta de
que la sociedad, por una parte, depende para mantener el ritmo de su desarrollo del
auxilio de un sisterna, el educativo, que debe renovarse profundamente: y, por otra,
como se analiza por ejemplo en los estudios de Flecha (1990), ve que el nivel mínimo
de formación requerido para todos es cada vez más elevado, al mismo tiempo que el
número de personas que, por alguna razón, no pueden alcanzarlo crece. Una situación
que, dada la desi
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