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enfermedades o lesiones que amenazan la vida, aplicados hasta que el paciente reciba
atención médica completa. Puede suministrarse por personal médico capacitado,
incluyendo técnicos en emergencias médicas y por personas que hayan recibido formación
sobre el SVB. Por lo general el SVB se utiliza en situaciones de emergencia prehospitalarias y
puede suministrarse sin equipos médicos.
Muchos países tienen directrices sobre cómo proporcionar el soporte vital básico que son
formuladas por organismos profesionales médicos en esos países. Las directrices describen
algoritmos para el abordaje de una serie de trastornos, incluyendo la parada
cardiorrespiratoria, asfixia y ahogamientos.
El SVB no suele incluir el uso de fármacos o maniobras invasivas y puede ser contrastado con
la prestación del soporte vital avanzado (SVA). La mayoría de los ciudadanos legos (no
profesional de salud) pueden dominar las habilidades del SVB después de asistir a un curso
breve. Por lo general, la Cruz Roja, los bomberos y policías son quienes deben ser certificados
en el SVB. Estas medidas son inmensamente útiles para muchas otras profesiones, tales
como los empleados de guarderías, profesores y personal de seguridad o aerolíneas.2
Índice
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1Cadena de supervivencia
2Secuencia en la RCP básica
o 2.1Valoración del nivel de conciencia
o 2.2Valoración de la ventilación
o 2.3Comprobar si existe pulso carotídeo
o 2.4Maniobras de reanimación cardiopulmonar
3Véase también
4Referencias
Cadena de supervivencia[editar]
La Cadena de Supervivencia es el conjunto de acciones -sucesivas y coordinadas- que
permite salvar la vida (y mejorar la calidad de la sobrevida) de la persona que es víctima de
una emergencia cardiorrespiratoria. Para que esta cadena sea eficaz, se requiere de
eslabones sólidos (acciones adecuadas) unidos con firmeza (acciones inmediatas y bien
coordinadas). Como se detalla más adelante, la Cadena de Supervivencia del adulto (¨llame
primero¨) es diferente a la del niño (¨llame rápido¨), pero en ambos casos la Reanimación
Cardiopulmonar es un eslabón fundamental.
La necesidad de optar por el enfoque ¨llame primero¨ o ¨llame rápido¨ es aplicable únicamente
si usted está solo. Por supuesto, si hay 2 o más personas presentes, una debe llamar al
Servicio de Emergencias Médicas y la otra persona debe iniciar la RCP.
La Cadena de Supervivencia en el adulto (mayores de 8 años)
En el adulto, la mayoría de los paros cardiorrespiratorios súbitos no traumáticos son de origen
cardiaco y el ritmo cardiaco más común es la fibrilación ventricular. La única forma de
transformar este ritmo potencialmente letal en un ritmo normal es a través de la desfibrilación
precoz. Por ello, la cadena de supervivencia del adulto pone el acento en la desfibrilación
inmediata ("llame primero") e incluye 5 eslabones:
Llamar: Reconocimiento inmediato del paro cardíaco y pedir ayuda al Servicio de Emergencias
Reanimar: Reanimación Cardiopulmonar (RCP) precoz con énfasis en las compresiones
torácicas
Desfibrilar: Aplicar rápidamente el Desfibrilador Externo Automático (DEA)
Tratar: Otorgando Apoyo Vital Avanzado efectivo
Monitorizar: Cuidados integrados post-paro cardiaco.
Valoración de la ventilación[editar]
Escuchar si la víctima respira, sentir el aliento o el movimiento del tórax, ver los movimientos
del tórax. Todo ello por espacio de no menos de 10 segundos antes de presumir que la
respiración está ausente.
1. Si respira normalmente, y no ha habido un traumatismo que lo contraindique, situar a la
víctima en posición lateral de seguridad(decúbito lateral con extremidad superior del mismo
lado flexionada a modo de almohada y extremidad inferior contraria semiflexionada hacia
delante). Solicitar ayuda especializada lo antes posible, mientras esta llega vigilar que la
víctima sigue respirando normalmente.
2. Si no respira o la respiración es dificultosa o ineficaz se debe proceder a realizar ventilación
manual, mandar a alguien a pedir ayuda. Antes de darle ventilación manual, mirar que la vía
aérea sea permeable
Compresión torácica
El masaje cardíaco externo mediante maniobras vigorosas aplicadas sobre el tórax cerrado debe ser
efectuado en forma oportuna, técnicamente bien realizado y con los medios adecuados de apoyo
posterior.3
Las compresiones torácicas efectivas hacen que la sangre circule hacia los órganos vitales
como elcorazón y el cerebro durante la RCP y cuanto mejor sea la técnica de compresión
sobre el tórax, mayor será el flujo sanguíneo que se produce. Para que éstas sean efectivas
los reanimadores comprimen con firmeza y rapidez, a razón de, al menos, 100 veces por
minuto para todas las víctimas, excepto los recién nacidos.4 La víctima debe estar acostado
sobre una superficie firme y el reanimador situado a un lado del sujeto.
Palpar el reborde costal del esternón hasta identificar la apófisis xifoides. A unos dos o tres
centímetros por encima de la misma y siempre situados sobre el tercio distal del esternón,
tendremos el punto que nos servirá de referencia para situar el talón de la mano derecha.
Según últimas recomendaciones (2005), se colocan las manos en el centro del pecho de la
víctima, en lugar de perder más tiempo en utilizar el método de "el borde de las costillas".
Situar la mano izquierda encima de la derecha, entrelazar los dedos y sin que estos toquen el
tórax, efectuar presiones manteniendo los brazos extendidos de manera perpendicular al
tronco de la víctima. Las compresiones deben hacer que el pecho se hunda 5 cm.
Se debe permitir que el pecho recupere completamente su posición normal después de cada
compresión y la compresión y la relajación deben durar el mismo tiempo. Durante el regreso
de las paredes del tórax la sangre vuelve a llenar el corazón. Si el reanimador no permite que
el pecho vuelva a expandirse o vuelva a la posición original después de cada compresión, se
reduce el flujo sanguíneo durante la siguiente compresión, ya que el corazón no se habrá
llenado adecuadamente de sangre. Intente limitar el número de interrupciones de las
compresiones torácicas, cada vez que se interrumpen la sangre deja de circular.
Diversas instituciones internacionales recomiendan una relación compresión-ventilación de
30:2 para todos los reanimadores únicos y todas las víctimas, excepto recién nacidos,
desde lactantes hasta adultos,4 es decir, después de 30 compresiones, abrir la vía aérea y
hacer 2 insuflaciones. Para esto se utilizan diversos elementos de barrera y mejora de la
maniobra al abrir vías, como la cánula y el reanimador orofaríngeo. Volver a buscar el área del
esternón y volver a repetir la secuencia indefinidamente (30:2), sólo se interrumpen las
maniobras en caso de que aparezcan signos de circulación: el paciente respire, se mueva o
tosa, o en el caso de que el reanimador esté extenuado o de que sea relevado por el Sistema
Médico de Emergencias. En caso de que recupere los signos de circulación, el paciente se
colocará en posición lateral de seguridad.