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En el norte de chile
Y sus costumbres.
Pueblos Aymara en Chile
Pesquisar la historia de los aymara durante los siglos XIX y XX implica revisar la historia andina desde las
distintas visiones (y versiones) elaboradas tanto por la historiografía chilena como la peruana, matizadas por
las acciones sociopolíticas de los estados que invisibilizaron a los segmentos indígenas de sus relatos. Así,
acontecimientos como la incorporación de comuneros andinos al modelo económico de exportación de
guano y salitre desde mediados del siglo XIX, los programas de "chilenización" en los albores del 1900, los
efectos de la escuela fiscal, los procesos migratorios, entre otros, han sido los principales hitos y temas de
preocupación de los investigadores/as para develar la experiencia histórica de los aymaras del actual norte
de Chile, que antes habitaron en territorio peruano y boliviano respectivamente (González, 2002a; Díaz,
Galdames y Ruz, 2010).
Teniendo en cuenta las complejidades que supone reconstituir el pasado reciente de los indígenas andinos,
proponemos realizar un recuento de su historia poscolonial que nos permita identificar su protagonismo
como agentes en la construcción de su devenir. Para ello, nos detendremos en el periodo que arranca a
fines del siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, puesto que se trata de uno de los periodos de mayor
preocupación disciplinaria, dadas sus múltiples repercusiones a nivel regional como del área Centro Sur
Andina.
A inicios del siglo XIX los procesos independentistas hispanoamericanos cambiaron el rostro a la América
colonial. nacen numerosos estados, la mayoría de ellos utilizando las divisiones administrativas coloniales,
cuyas fronteras no fueron precisadas por los líderes de la emancipación. Estas repúblicas contaron con un
número no menor de étnicos, siendo Ecuador, Perú y Bolivia los países que concentraron más del 50% del
total de la población indígena. Contraria a la tesis de la expoliación de los comuneros andinos, ésta
experimentó un importante crecimiento durante el siglo XIX (Díaz, Ruz y Galdames, 2011). Entre las razones
que ayudan a entender tal fenómeno, estaba la necesidad de usufructuar de la contribución indígena que
alimentaba buena parte del fisco de las emergentes repúblicas en los Andes
Tienen una economía complementaria, ya que los que viven en el altiplano poseen abundantes
rebaños y escasos cultivos, mientras que los que lo hacen en la precordillera producen bastantes
verduras frutas y semillas gracias al eficaz uso del suelo, mediante las tradicionales terrazas.
Esta forma de subsistencia se basa en el principio del ayne, que se refiere a la reciprocidad entre
los aymara: la petición de ayuda en el presente, será correspondida en el futuro.
Ubicación Geográfica
El pueblo Aymara habita en dos zonas del norte de Chile, concentrándose principalmente en la
Región de Tarapacá y, en menor proporción, en la Región de Atacama.
La primera zona abarca la franja precordillerana y altiplánica, desde la frontera con Perú y Bolivia
hasta las localidades de Ayquina y Toconce.
Por el este limita con Bolivia, y por el oeste sigue una línea que va desde Visviri a Ayquina, pasando
por Putre, Livilcar, Mamiña, Pica y Lequena.
La segunda zona abarca un pequeño territorio dentro del actual territorio atacameño. Se prolonga,
de norte a sur, desde las afueras de Caspana hasta Talabre.
A través de este territorio se ha generado una amplia y compleja difusión y expansión cultural.
Sociedad
La familia extensa ocupa un conjunto habitacional con viviendas separadas para cada familia
nuclear, ésta es monógama. Al interior de las familias se entrena a los niños de ambos sexos a ser
sumisos con sus padres y obedientes con los adultos. Además se espera que cada niño se
incorpore temprano a las labores pastoriles, agrícolas o domésticas más sencillas, las que se van
complejizando con el tiempo.
A nivel comunitario coexisten dos formas: el Ayllu que es la comunidad andina aymara altiplánica
tradicional y la comunidad campesina precordillerana hispanizada.
Cada Ayllu está formado por un conjunto de aldeas pastoriles, cada una de las cuales se compone
de varias familia extensa. El segundo modelo corresponde al modelo español que gravita en torno
a una plaza con su iglesia y varios edificios públicos.
Formas de Vida
La sequía, el deseo de educar a sus hijos y los conlfictos religiosos, son las principales causas del
desplazamiento de los Aymara hacia las ciudades donde, gracias a su gran habilidad para el
comercio e inclinación por el ahorro, han encontrado mejores opciones de trabajo. Lo que
caracteriza esta situación es que son autónomos, tanto en actividades comerciales como
empresariales a nivel regional y local.
Actualmente existen 48.477 Aymara (censo de 1992), de los cuales sólo 2.397 residen en sus
territorios originarios, ubicados en la provincia de Parinacota-Putre y General Lagos.
A pesar de ello, en la precordillera de Iquique, existen tres unidades étnicas aymara que viven en
la zona desde hace 1000 años.
El apego a los ciclos naturales rige sus vidas y el desplazamiento entre los pisos ecológicos que
requiere para sustentarse.
El aymara mantiene su costumbre ancestral de cultivar la tierra en terrazas (papa, maíz, ají)en la
precordillera, usando los canales de regadío comunitarios y en los valles del norte de Chile (Codpa,
Lluta, Azapa). En el altiplano, sin embargo, se continúa el pastoreo (alpacas y llamas).
En todas las celebraciones rituales se recuerda a los Achachillas o Mallkus (señor o mandatario) y a
la T'alla (señora). Se les invoca también en situación de crisis o necesidad.
Su culto específico y solemne es el Día del Compadre y se realiza en el mes de febrero. Ese día la
gente de la comunidad, sube al cerro y levanta un palo llamado arco, que es revestido como
pastor para representar el espíritu. El Arco significa «nueva vida de la muerte». Es, también, la
semilla que cae en la tierra, muere y produce nueva vida.
Estas celebraciones se realizan en casas, campos y corrales. En estos ritos el aymara es celebrante
y sacrificador o suplicante; al contrario. En cambio, en las fiestas de la religión sólo es el suplicante.
El brujo llamado Laika es el celebrante de sus ritos. Su dominio es la noche y los roqueríos
inaccesibles, como las cuevas y las minas.
Situación Actual
Así es como se ha producido una migración masiva hacia los puertos de Arica e Iquique, como
también hacia poblados pampinos vecinos.
Este proceso tiene como consecuencia el uso cada vez menor de la lengua aymara, siendo su
futuro incierto.
Según opiniones de los propios migrantes aymara, las principales causas de este proceso han sido
la sequía, el conflicto religioso, los problemas educacionales, la presión social y la búsqueda de
nuevas fuentes laborales.
El hábitat lo constituyó preferentemente la puna andina, sobre los 3800 a 4000 mts. de altitud. Debido
a sus actividades de pastoreo ascendían hasta los 5000 mts. con el ganado en la época de verano.
Los conquistadores hispanos reorganizaron el espacio chileno nortino, donde los aymaras fueron
desplazados de la costa y valles bajos, al altiplano. Forzados a ser católicos, nunca dejaron de lado su
antiguos rituales, por ejemplo el culto a la Madre Tierra Pachamama, fue reemplazado por la
veneración a la Virgen María; y los antiguos rituales de fertilidad, se convirtieron en las fiestas de
carnaval, en que arrojan agua y semillas.
Diseminados en un rosario de pueblos ubicados a una altura promedio de 4000 m., subsisten hasta hoy
en día de una precaria agricultura. Pese a que las transformaciones del aymara ha afectado su vida
económica y cultural (nada más que un 40% de los aymara hablaría su propia lengua) todavía se
mantienen algunos espacios que aseguran su reproducción y diversos mecanismos de cohesión étnica.
La población Aymara del norte de Chile es mayoritariamente urbana, de acuerdo al Censo de 1992, la
población se estima en 48 mil personas, de esta cantidad dos tercios de su población son emigrantes y
un tercio mantiene su carácter rural, campesino o minifundista.
La República de Chile los considera una minoría indígena, lo cual les ha permitido acceder a préstamos
especiales, y a tener los fondos necesarios para una adecuada educación, como por ejemplo los
colegios municipales de Ayquina y Putre.
El solsticio de invierno, momento en el que el Sol está más alejado de la Tierra, marcará para el pueblo
Aymara el comienzo de un nuevo año, el año 5.510.
Cerca de un millar de aymaras inaugurarán el Año Nuevo en medio de ritos y ofrendas al Inti (Sol) y la
Pachamama (Tierra), en el templo de Kalasasaya y la Puerta de Sol, las ruinas arqueológicas más
importantes de Tiwanaku, en el altiplano próximo a La Paz.
La tradición señala que los primeros rayos del Sol, cerca de las 06.00 hora local (10.00 GMT), fecundan
la tierra en el inicio de un nuevo año agrícola para los aymaras que repiten simultáneamente el rito de
Tiwanaku en las ruinas arqueológicas de Cochabamba y en el fuerte de Samaipata, en Santa Cruz, en el
este de Bolivia. Tiwanaku, supuestamente la ciudad más antigua de Sudamérica, y el fuerte de
Samaipata, un bloque megalítico, posterior a la cultura tiwanakota, tienen el rango de Patrimonio
Cultural de la Humanidad para la UNESCO. Según algunos antropólogos bolivianos, el sentido del rito es
asegurar la reproducción de la vida con las bendiciones del Sol para la siembra y la cosecha y, aunque
se realiza desde la década de los años 80 en la ciudad de Tiwanaku, rememora antiguas prácticas de las
comunidades aymaras.
Los indígenas invocan también la fertilidad de la tierra con el sacrificio de llamas, cuya sangre es una
ofrenda al Sol y la Tierra y otras deidades andinas para asegurar la prosperidad agrícola y pecuaria,
según el líder campesino, Alejo Véliz. En su opinión, más que un año aymara para los habitantes de Los
Andes, ésta es una fiesta de las naciones originarias, porque el homenaje al Sol también la realizan los
quechuas, el otro grupo indígena mayoritario que habita Bolivia.
La Cosmovisión
La Cosmovisión del pueblo Aymara
Los Aymara, al igual que otras culturas, transmiten de boca en boca sus historias, leyendas, ritos y
costumbres.
COSTUMBRES Y RITOS
LEYENDAS
Los Aymara, al igual que otras culturas, transmiten de boca en boca sus historias, haciendo de la
tradición oral el vehículo de enseñanza con que padres y abuelos dieron a conocer el mundo a sus
hijos y nietos. En las leyendas, la vida silvestre y los paisajes que coexisten con los pueblos ocupan
un papel preponderante y se entremezclan con la vida común, dando fundamento a los conceptos
de dualidad, complementaridad y reciprocidad, principios ordenadores del cosmos Aymara.
Por más compleja que parezca, la cosmovisión Aymara puede entenderse a partir de una idea muy
simple: la comprensión y adaptación a la naturaleza andina. En la existencia de pisos ecológicos
diversos, es que encontramos el fundamento a los conceptos de dualidad, complementariedad y
reciprocidad, principios ordenadores del cosmos Aymara. Es, en definitiva, una sacralización del
medio natural.
Para los Aymara todo es dual, macho/hembra, día/noche, arriba/abajo, pero los opuestos no
luchan entre sí buscando la hegemonía, son parte del todo, se complementan y sin uno no hay
otro. Los opuestos forman así un abanico tripartito de posibilidades (macho, hembra y macho con
hembra). Todos los opuestos se complementan y establecen una triple alternativa. Es así como se
configura la existencia de tres espacios:
El Arajpacha: Tierra de arriba, cielo, mantención del cosmos ideal.
El Akapacha: la tierra de “acá” donde viven los aymará, compuesto por los Mallkus,
la Pachamama y el Amaru. Mantención del mundo cultural, equilibrio
El Manqhapacha: tierra de adentro (abajo), Fuerzas destructivas. Mantención del caos.
El Aymara ordena su tiempo de manera cíclica, definido a partir de ciclos naturales (especialmente
del año solar, del clima y del ciclo vital humano) y del ciclo laboral-festivo estructurado sobre la
base de los anteriores.
MÚSICA
CONCEPTOS
ACHACHILA
Dios tutelar protector de los Aymara
AKA PACHA
Dentro de la concepción del universo Aymara, el Aka Pacha corresponde al espacio donde viven,
se reproducen y mueren todos los seres vivos
AMARU
Serpiente. Simboliza a los espíritus vinculados con la distribución de las aguas y se le asocia con los
ríos y los canales de regadío
AYLLU
Comunidad, conjunto de familias en cuyo interior se realiza la mayor parte de las actividades
sociales, políticas, económicas y religiosas. En esta organización también podemos encontrar el
principio de complementariedad entre el Janan Saya, que representa a la posesión de arriba, y el
Jurin Saya, que representa a la posesión de abajo, correspondiente a los espacios territoriales
masculinos y femeninos, respectivamente.
AYNI
Reciprocidad, ayuda mutua, relativa al trabajo o al intercambio de regalos
CH’ALLA
Aspersión, derrame de gotas de alcohol al suelo en honor a la Pachamama
CHAKANA
Es la cruz andina. Representa la organización socioeconómica y política del Tawantinsuyu
conformado por los distintos Ayllu.. En el espacio celeste, se encuentra simbolizada con la
constelación de la Cruz del Sur
CHUQU
Trabajo de solidaridad, es una de las formas de ayuda recíproca
INTI
Dios Sol, también se le llama Tata Inti y forma una pareja con Phaxsi (luna). Inti representa a lo
masculino y Phaxsi a lo femenino
KUKA
Coca
MACHAQ MARA
Año nuevo Aymara. Es el nacimiento de un nuevo sol y se celebra el 21 de junio
MALLKU
Son los espíritus protectores para los Aymara. Tienen un carácter local por lo que cada comunidad
tiene los suyos. Los Mallkus habitan generalmente en las altas cumbres nevadas
MANQHA PACHA
El Manqha pacha corresponde a la “tierra de adentro” donde habitan muchos espíritus asociados
a las fuerzas del mal.
MARKA
Pueblo
MINK’A
Suplencia por otro
MIT’A
Servicio obligatorio
PACHAMAMA
Madre tierra, es la divinidad femenina principal para los Aymara
PHAXSI
Es el nombre que recibe la luna. Junto a Inti forman una pareja divina donde Phaxsi es la deidad
femenina e Inti representa a lo masculino
PHAYNA
Trabajo relámpago
QUTU
Constelación de las pléyades. Representa los principios de unidad e igualdad del pueblo Aymara.
Esos principios los podemos observar por ejemplo en la reciprocidad o Ayni, en la Mink’a que es el
trabajo colectivo, y en el Chuqu, que es una forma de trabajo de solidaridad. Todo esto se expresa
como el Suma qamaña que es el vivir bien con bienestar y armonía en cada familia
SUMA QAMAÑA
Vivir bien
T’ALLA
Son espíritus protectores que, a diferencia de los Mallkus, representan a la parte femenina
TAMA
Organización familiar
WILANCHA
Sacrificio de un animal que se realiza como ofrenda a la Pachamama y también a los Achachilas
WIPHALA
Bandera andina, multicolor, cuadrada y cuadriculada con los colores del arco iris
SAWU
Telar
Rituales y Sacrificios
Sobre una mesa de piedra (altar) se lleva a cabo la Wilancha o sacrificio de sangre, sahumerio,
coca, alcohol y oraciones.
Se realiza una comida ritual con la carne de la oveja sacrificada. Se acompaña con bailes y en
ciertas ocasiones, un yatiri (sacerdote) consulta al cerro en voz alta: habla como si fuera el cóndor
que, en esta ceremonia representa al cerro.
En este ritual la comunidad espera que el espíritu del cerro le beneficie con sus riquezas de aguas
productivas y que la proteja.