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POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
AGENDA, OPORTUNIDADES Y HOJA DE RUTA
RELATORIA DEL SEMINARIO
BARCELONA, 5, 6 Y 7 DE MAYO DE 2014
DOCUMENTS 12/2014
ESCENARIOS
POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
AGENDA, OPORTUNIDADES Y HOJA DE RUTA
RELATORIA DEL SEMINARIO
BARCELONA, 5, 6 Y 7 DE MAYO DE 2014
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Pablo Aguiar, Laia Balcells, Alfons Barceló, Gemma Collantes-Celador,
EstaCaterina
relatoríaGarcia,
corresponde
Abel al seminario
Escribà, internacional
Tica Font, Antoni“Escenarios posconflicto
Pigrau, Xavier Pons, en Colombia. Agenda,
oportunidades y hoja de ruta” organizado por el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP). El seminario
Alejandro
se realizó en la Pozo, Mònica
Casa de Sabata, Jaume
la Convalescència Saura,
(Recinto delJosep Maria
Hospital de laTerricabras
Santa Creu i Sant Pau) en Barcelona,
los ydías
Léonie
5, 6 yVan
7 deTongeren
mayo de 2014.
DL
DL
B 19836-2014
B-38.039-2009
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1. INTRODUCCIÓN 9
RAFAEL GRASA
RAFAEL GRASA
RAFAEL GRASA
HBLE. SR. LLUIS BELTRÁN
CONFERENCIA INAUGURAL: LOS PROCESOS DE PAZ
COMPARADOS: CLAVES PARA CONSTRUIR PAZ EN COLOMBIA 48
EL CONFLICTO DESPUÉS DE LA PAZ CON LAS FARC. LAS LUCHAS POR EL PODER
EN EL ÁMBITO LOCAL 107
GUSTAVO DUNCAN
CONCLUSIONES 113
RAFAEL GRASA
CONFERENCIA FINAL: REFLEXIONES EN TORNO
AL POSCONFLICTO EN COLOMBIA 118
4. RECOMENDACIONES 123
ANEXOS 125
Colombia vive actualmente inmersa en el intento de alcanzar una salida pacífica a diver-
sos conflictos armados que se suceden desde hace más de 50 años y que habían sido pre-
cedidos por décadas previas de presencia frecuente de violencia política. Como pusieron
de manifiesto diversas comisiones de investigación, que se han sucedido desde los prime-
ros trabajos realizados por la creada en 1958, parecen existir pautas de largo aliento (en el
sentido de Braudel) que, junto a diversos aceleradores o multiplicadores y a detonantes de
diverso tipo, han hecho que exista una reproducción de la violencia política intergenera-
cional, aunque con frecuentes y profundas modificaciones de la naturaleza, ubicación y
ocurrencia de la misma. También han menudeado desde hace décadas las negociaciones,
con diferentes grados de éxito, los acuerdos y, también, diferentes procesos de desarme,
desmovilización y reintegración. Puede decirse que todos los presidentes han fomentado,
sin excepción aunque con enfoques bien diferentes, vías de salida.
Actualmente están en marcha los diálogos de Paz de la Habana, iniciados a finales del
2012, entre el Gobierno colombiano presidido por Juan Manuel Santos (reelegido el pasa-
do 15 de junio) y los dirigentes de las FARC-ERP, con todos los frentes representados
desde hace unos meses. Las conversaciones, cuyo procedimiento combina reglas clásicas
en diplomacia como que «todo es revisable hasta que todo esté acordado» con métodos
innovadores tanto para la experiencia colombiana como en clave comparada ( y no sólo
por la ausencia de alto el fuego), están avanzadas, con tres puntos acordados (aunque con
algunos temas pendientes en todos ellos) y en breve se abordará el tema de las víctimas
con presencia, acordada poco antes de la segunda vuelta de las presidenciales, de repre-
sentantes de las asociaciones de víctimas, y todo lo relativo al fin de los enfrentamientos
1. Con convenios y tareas compartidas en este momento con la Cámara de Comercio de Bogotá, la Alcaldía y la Goberna-
ción de Antioquía, la Escuela Superior de Guerra, la Federación Colombiana de Municipios, el Centro Nacional de Me-
moria Histórica y otros en preparación.
PRESENTACIÓN
El documento es sólo para uso del seminario y de la relatoría, puesto que en la versión de
libro será un texto bastante diferente. Ha sido elaborado por Rafael Grasa, usando en va-
rias partes otros textos del autor sobre Colombia elaborados en los últimos meses, aún
inéditos, pero en curso de publicación.
Concretamente, se divide en cuatro apartados. El primero se dedica a establecer asuncio-
nes de partida, sobre hacer las paces, construir la paz y comprender los conflictos. El se-
gundo presenta qué debe entenderse y cómo se practica la construcción de la paz. El ter-
cero, para recordar que los Escenarios posconflicto en Colombia deben ubicarse en el
contexto internacional, se ocupa de caracterizar el contexto internacional, latinoamerica-
no y colombiano. El cuarto y último, dando un salto expositivo que llenarán las diversas
ponencias marco en cada uno de los ejes, establece una serie de preguntas generadoras o
elementos de discusión para cada uno de dichos ejes, diferenciando entre elementos com-
partidos y elementos sugeridos por cada ponencia. Naturalmente, deben considerarse
producto de la lectura personal y, simplemente, sugerencias para articular el debate
Especialmente relevante es el apartado final, que a partir de las ponencias marco presenta
las preguntas generadoras para el debate.
Por tanto, vale la pena fijarse sobre todo en el primer y último apartado.
Sumario
1. Asunciones de partida sobre «hacer las paces», «construir «la paz y comprender los
conflictos.
2. La construcción de la paz: qué es y cómo se practica
2.1. Contexto de surgimiento y aclaraciones conceptuales
2.2. El debate intelectual en curso
2.3. Definición operativa que se propone
Los cambios en curso afectan a los dos bienes públicos básicos que deben proveer los es-
tados, el bienestar o desarrollo y la seguridad, en particular física, de la ciudadanía.
Respecto del desarrollo, el desarrollo humano, entendido como proceso multidimen-
sional orientado a satisfacer necesidades humanas mediante actores privados y públicos,
sigue ocupando una posición central en la agenda del sistema. Se observa, en concreto,
una doble recuperación o retorno a los orígenes: a) la sostenibilidad o sustentabilidad del
desarrollo, en el centro de la agenda nuevamente tras la conferencia Río + 20; y b) la con-
cepción del desarrollo como proceso global, con modelos diferentes, base de la Declara-
ción del Derecho al Desarrollo de NNUU.1 Dicha Declaración alude al desarrollo como «...
un proceso global, económico, social, cultural y político, que tiende al mejoramiento cons-
tante del bienestar de toda la población y de todos los individuos, sobre la base de su par-
ticipación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribución justa de los bene-
ficios que de él se derivan» (párrafo segundo del preámbulo).
En suma, el desarrollo se entiende como derecho humano, caracterizado por ser
multidimensional en sus objetivos y componentes, tener diferentes titulares (en la medida
que el desarrollo se predica de personas y de colectivos), por ser de realización progresiva,
(proceso de mejoramiento y satisfacción de necesidades siempre perfectible) y de imple-
mentación tanto en la esfera nacional como la internacional. Por si fuera poco, no puede
lograrse de cualquier manera, importa tanto la finalidad como la forma de llegar a la mis-
ma, lo que pone la participación en el centro.
Esos cambios han impactado también la región que conforman las diversas Américas y
sus diferentes subsistemas. Los cambios económicos, políticos y sociales en la región, jun-
to a los cambios en curso en la economía y las relaciones internacionales, alteran fuerte-
mente las dimensiones y el futuro de los procesos de desarrollo en la región y de la región
con las Américas y con el resto del mundo. Veamos algunos de ellos
Asistimos, desde los años ochenta, a un refuerzo y/o consolidación, según los casos, de los
procesos democráticos en una parte muy importante de los países de la zona latinoa-
mericana. Ello ha tenido diversos impactos, como el refuerzo de la institucionalidad y de
la división de poderes en el sistema político, una clara disminución de la importancia de
los militares en la vida política (al menos como militares con uniforme), la generalización
de reformas constitucionales y políticas, que, entre otras cosas, han buscado la creciente
inclusión de los pueblos originarios y/ de grupos tradicionalmente marginados. Esos fe-
nómenos, iniciados en los años ochenta, han recibido nuevo impulso entre finales de los
años noventa y los dos mil.
No obstante, se observan también tendencias, mucho más heterogéneas y tenues, que pueden
debilitar la calidad de la democracia: incremento del clientelismo, restricciones a libertades
fundamentales, intentos de reforzar en exceso el poder presidencial en algunos países,5 así
como actitudes neo-populistas y la disminución o desaparición de contrapesos institucionales.
Por otra parte, hay que señalar un incremento de los intercambios económicos
externos de América Latina y el Caribe, una tendencia clara y en aumento. Dicha
tendencia se puede percibir en diversas dimensiones: en la comercial, con un aumento
progresivo de los intercambios Sur-Sur y una disminución de los Norte-Sur; en la produc-
tiva, con un crecimiento de la inversión directa extranjera (IDE), especialmente impor-
tante en el caso de China; y en la financiera, con un acceso renovado y creciente de la re-
gión a los mercados financieros internacionales.
Un primer resultado de lo anterior es que, como veremos luego, se reduce aún más la im-
portancia de la AOD, dinamiza fuertemente la cooperación Sur-Sur (aunque desafiando
su formulación tradicional) y supone un reto creciente a las estructuras tradicionales de la
cooperación al desarrollo tradicional, incluida la iberoamericana.
5. Bastará con recordar la difusión y amplitud de los fenómenos de reforma constitucional para forzar nuevas reelecciones
de los presidentes, que han ido desde una potencia regional, como Brasil, a un país de tamaño pequeño como Nicaragua,
pasando por muchos otros intermedios.
Nos referiremos, por último, a dos cambios en curso de gran trascendencia, uno relacio-
nado con el impacto de los cambios económicos en la esfera social, y el otro.
Se detectan en la región cambios sociales y en la estructura de la sociedad que plantean
retos presentes y futuros de gran magnitud. Concretamente, pese a las diferencias subre-
gionales, nacionales e intra-nacionales, se detectan cuatro rasgos compartidos, en mayor
o menor medida. Primero, una disminución de la pobreza pero con aumento de las des-
igualdades, habida cuenta que el crecimiento se da merced a ventajas comparativas está-
ticas. Segundo, un incremento, al menos en muchos países, de la brecha social, que sólo
se puede contrarrestar (parcialmente) con medidas como la reforma y aumento de la
presión fiscal y, en algunos casos, con políticas de bonos o subsidios directos. En tercer
lugar, un incremento de las clases medias, que tiene un impacto en el consumo pero tam-
bién, y crecientemente, en las políticas públicas, al demandar servicios al Estado. Y cuar-
to, un progresivo agotamiento del impacto positivo del bono demográfico,7 cuyo efecto
era clave para el crecimiento; al agotarse su impacto, no basta para atenuar la pobreza y
la desigualdad.
6. La expresión, literalmente «plato o bol de spaghetti», alude a un fenómeno de política económica internacional: la
complicación derivada de la aplicación de reglas de origen domésticas al firmar acuerdos de libre comercio entre estados
(spaghetti), en el marco de la proliferación de tratados regionales. El efecto comporta políticas comerciales discriminatorias
al estar una misma mercancía sujeta a diferentes tarifas o a aranceles y a diferentes cursos de reducción tarifaria, en virtud
de las preferencias internas. El fenómeno ha provocado, a partir de la proliferación de acuerdos de libre comercio, resulta-
dos paradójicos y a veces contradictorios entre socios comerciales bilaterales y multilaterales. Cuando se aplica al caso de
comercio entre naciones asiáticas se denomina «noodle bowl effect».
7. Expresión que alude a la situación en que la proporción de población en edad de trabajar continúa creciendo más rápi-
damente que la población dependiente en edad escolar o en edad de retiro o jubilación. En otras palabras, se cuenta con una
mayor proporción de población en edad de ahorrar, invertir, trabajar y producir, mientras que cada vez un menor número
de personas requieren de inversiones en educación y salud. Suele considerarse que, si se aprovecha la situación, el bono
demográfico incrementa la acumulación de activos y fomenta el crecimiento económico.
Colombia enfrenta también dichos cambios, y los retos y desafíos que comportan. Tanto
en su inserción en el sistema internacional y regional, hacia fuera, como hacia dentro. De
forma sucinta, podemos destacar al menos lo siguiente.
Es bien sabido que Colombia ha seguido, desde hace décadas, una estrategia de liberaliza-
ción económica. Esta se ha basado sobre todo principalmente, en tres instrumentos:
a) participación activa en el sistema económico (comercial y financiero) internacional;
b) estímulo a los diversos avances en los procesos de integración regional10 e interés por
algunos procesos de integración más allá de la región (Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico, APEC; ingreso al Consejo Económico del Pacífico (PBEC) y al Consejo Eco-
nómico de Cooperación del Pacífico (PECC)); y c) negociación, firma y ratificación de di-
versos tratados de libre comercio con diferentes países y grupos de países. Adicionalmen-
te, desde su creación en el 2011 Colombia ha apostado fuertemente por la Alianza del
Pacífico, que puede ya considerarse un bloque comercial en construcción, clave para la
región latinoamericana al reunir a países que suponen el 40% de la economía regional.
No obstante, pese a los resultados, persiste, un problema estructural: la escasa diversifica-
ción regional y sectorial de dicha inserción económica internacional. Dicho de otra forma:
9. Indonesia, Suráfrica y Turquía son miembros del G-20 y participan muy activamente en la gestación de la nueva agen-
da de desarrollo. Suráfrica preside, junto a Corea del Sur, el Grupo de trabajo sobre el Desarrollo (surgido en el marco del
CAD), en el que Turquía e Indonesia han liderado esfuerzos para intercambios de conocimiento. Colombia e Indonesia, por
último, dirigen el grupo ad hoc para el intercambio del conocimiento Sur-Sur.
10. Por ejemplo, creación de la Caricom, relanzamiento del Pacto Andino y creación de la Comunidad Andina o CAN,
Acuerdo de complementación CAN-Mercosur.... integración sectorial...
Colombia, pese a todo, sigue teniendo un problema de desarrollo de largo aliento: pro-
blemas de tasas de desempleo significativas, pobreza, desigualdad, hambre y
carencias en términos de bienestar.
Ello, pese a que el indicador de ingreso per cápita ha llegado ya a los 8.711 dólares anuales
y que ocupa el lugar 91, en la actualidad, del mundo en términos de índice de desarrollo
humano.
La desigualdad, como es sabido, es un problema endémico de América Latina y no sólo de
Colombia. En todo caso, perjudica el impacto de desarrollo de las mejoras en el Índice de
Desarrollo Humano. Según datos del Informe de Desarrollo Humano Mundial (2013), el
IDH de Colombia en el 2012, que mejora constantemente desde el 2000, era de 0,719. Sin
embargo, ajustado en términos de igualdad, descendería hasta el 0,519. Esa pérdida no
afecta por igual a los tres componentes del índice: el impacto más negativo se da en los
ingresos (el índice desciende hasta el 0,336); seguido de la educación (el descenso lo sitúa
en el 0,523) y es muy escaso en las expectativas de vida.
Los problemas de pobreza y desigualdad están particularmente concentrados en ciertos
territorios y en ciertas comunidades y poblaciones vulnerables. Y tienen un fuerte compo-
nente rural, pese al gran avance en términos de urbanización en los últimos 40 años, datos
recientes de los últimos informes del PNUD muestran que el 32% de los colombianos son
pobladores rurales, y en las tres cuartas partes de los municipios, cuya área ocupa la ma-
yoría del territorio nacional, predominan relaciones propias de sociedades rurales.
A todo lo anterior hay que añadir una última consideración: las negociaciones de paz
en curso entre las FARC y el Gobierno, de tener éxito, afectarán fuerte y lar-
gamente la vida política, social y económica del país.
Más allá del impacto a corto, mediano y largo plazo en la vida política e institucional co-
lombiana, per se y por la implementación de lo que en las conversaciones se pueda acor-
dar respecto de los puntos sujetos a negociación, el impacto será estructural por varias
razones.
Primero, porque negociar la paz («hacer las paces»), pese a las dificultades y obstáculos,
es siempre mucho más fácil y toma menos tiempo que hacer la paz o «construir la paz».
Segundo, porque se abrirá un proceso de construcción de la paz, que por experiencia com-
parada, durará no menos de diez-quince años, un proceso que transformará la sociedad
colombiana y las políticas públicas. En el centro de los procesos de cambio estarán no sólo
los procesos de desarme, desmovilización y reinserción, o la reforma del sector de la segu-
ridad, sino las tres «Rs»: resolución (incompatibilidades que generaron el conflicto entre
partes), reconstrucción (rehacer todo lo que, en la esfera material y no material, dañó la
fase violenta del conflicto) y reconciliación (políticas de memoria y pasado, derecho a la
verdad, derecho a la justicia, reparaciones y garantía de no repetición).
En tercer lugar, porque el desarrollo, los modelos de desarrollo, estarán en el centro del
debate y de la vida social, política y económica, con tensiones importantes en una primera
fase, la vinculada justamente al desarrollo rural.
En cuarto lugar, porque ello afectará fuertemente al desarrollo territorial, con rubros im-
portantes en la agenda como sostenibilidad, descentralización e infraestructuras.
En quinto lugar, por su impacto en la vida institucional, en el sistema político colombiano y
en el sistema de partidos. Será importante, aunque difícil de prever a priori, más allá de los
cambios obvios en las leyes electorales. Como he dicho, afectará al sistema de partidos y a las
interacciones de éstos en las dos cámaras legislativas. En suma, parece claro que se incre-
mentará el papel del poder legislativo en el proceso de construcción de paz, así como el de los
diversos actores privados que intentan influir en la conformación de la agenda institucional.
En sexto y último lugar, afectará a los flujos de AOD, que han crecido en los últimos siete
años pese a ser Colombia un país de renta media alta, a causa justamente de la persisten-
cia del conflicto armado y sus consecuencias humanitarias. Sin duda alguna, el coste im-
portante de los procesos de construcción de paz exigirá movilizar recursos, internos y ex-
ternos. Sin embargo, no es previsible que la ayuda internacional adicional sea muy
importante, al menos a medio y largo plazo. De hecho ni siquiera es probable que siga
incrementándose el total de fondos asignados
C. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
D. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Iván Marulanda que, desde la perspectiva del Programa piloto de diagnóstico e inter-
vención realizado en Antioquía (Preparémonos para la Paz) intente establecer generali-
zaciones para el conjunto de los departamentos y que nos diga cuál podría el papel del
órgano que reúne a los diversos gobernadores.
• Marcela Jaramillo que, desde la perspectiva de la Federación Colombiana de Munici-
pios, con varios programas en marcha en preparación del posconflicto, nos hable del
diagnóstico, prioridades, estrategias e instrumentos que están elaborando los municipios.
E. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Adriana Benjumea que comente, de forma general y no sólo para el caso concreto de
las mujeres, qué beneficios tendría aplicar el sesgo propio de la mujer a la totalidad del
caso de la participación social
• Paula Gaviria que comente cómo el papel de las víctimas, y las políticas diversas vin-
culadas a la gestión de las consecuencias que el conflicto armado y la revictimización
recurrente, debería estar presente de forma transversal y sectorial en el proceso de cons-
trucción de paz.
A. Compartidas
1. ¿Tienen las políticas de pasado y de memoria la centralidad necesaria en las negocia-
ciones y, sobre todo, en el proceso de construcción de paz?
2. ¿Cómo afrontar la demanda de distinguir entre esclarecimiento histórico, centrado en
las causas y consecuencias del conflicto, y comisión de la verdad?
3. ¿Qué características debieran tener una Comisión de Esclarecimiento Histórico y una
Comisión de la Verdad, a la luz de la experiencia comparada y de lo ya realizado o en
curso de realización en Colombia?
D. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Jordi Palou-Loverdos que nos diga, desde la experiencia comparada africana y des-
de el modelo de amnesia con recuperación parcial y selectiva de la memoria del caso
español, qué lecciones pueden interesar a Colombia.
• María Camila Moreno que, desde la óptica de la experiencia de un centro que fue
clave en el desarrollo de las primeras propuestas prácticas de justicia transicional, gene-
re reflexiones sobre las prioridades y cronograma en el caso colombiano.
E. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Carlos Velásquez que reflexiones sobre la visión de las Fuerzas Armadas del nuevo
papel de las mismas, en particular su visión del DDR y de la reforma del sector de segu-
ridad, incluyendo la eventual incorporación futura de algunos elementos de las antiguas
guerrillas en aparatos de seguridad.
• Yezid Arteta, que intente ilustrarnos sobre cómo ven los temas de la agenda de la po-
lítica de seguridad los actores armados guerrilleros y si es pensable que algunos puedan
incorporarse a cuerpos de seguridad públicos.
Rafael Grasa, Presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), inauguró,
el seminario. En un primer momento agradeció a las diversas entidades presentes (del
orden municipalista, del Gobierno, de la sociedad civil, de la academia) su colaboración e
interés. De manera introductoria explicó que el ICIP es una institución atípica por cuanto
pertenece a la administración pública, a través de su creación por parte del Parlamento
Catalán, pero que cuenta con plena autonomía decisoria, en el maro de lo previsto por su
ley de creación. Recalcó las tres tareas fundamentales del ICIP, que son: investigación y
transferencia de conocimientos, formación y trabajo sobre el terreno para fomentar la
resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la paz. Unas tareas que desarrolla,
en Cataluña y en diversos lugares del mundo, colaborando siempre con administraciones,
la sociedad civil y academia, los tres beneficiarios o socios previstos en la ley de creación.
El Sr. Grasa explicitó que el ICIP organizó este seminario en virtud de la larga tradición de
trabajo que desde el instituto mismo y desde las administraciones y otras organizaciones
catalanas se viene desarrollando en relación con Colombia. Parecía pues obvio, que, en el
marco de las negociaciones de Paz que el Gobierno colombiano está desarrollando con las
FARC en la Habana, convenía ocuparse de cómo afrontar los retos de la agenda, las opor-
tunidades, la hoja de ruta, y los escenarios del posconflicto. La razón, que el evento, así
como la tarea del ICIP en Colombia, está focalizada no en lo relativo a hacer las paces, algo
que corresponde a las partes y a actores facilitadores restringidos y con reglas estrictas, sino
en la tarea de construir la paz. El foco, dijo, el punto de atención es la agenda y los escena-
rios a partir del día después en que haya un acuerdo, eventualmente un acuerdo también
con el ELN. Por tanto, la naturaleza de los tiempos, el tipo de actores, la agenda y los ins-
trumentos que forman parte del posconflicto serán, dijo, el marco de trabajo del evento.
El profesor John Paul Lederach inició su presentación relatando una investigación que ha
apoyado desde el Instituto Kroc en la Universidad de Notre Dame, denominada «matriz
de acuerdos de paz». Es un instrumento de investigación comparativa y por el cual, según
señaló, tuvo que pedir un permiso especial para realizar su presentación en el marco del
seminario que nos atañe. Explicó que presentaría una serie de imágenes gráficas que ayu-
darían a visualizar el significado de la implementación de un acuerdo de paz, desde la
perspectiva de sus disposiciones, en especial desde una perspectiva de décadas, es decir,
seguir acuerdos de paz más allá de la firma, para medir lo que ha sucedido comparativa-
mente en el mundo. Indicó que realizaría comentarios sobre las claves de construcción de
paz en relación a los resultados de la investigación adelantada, anotando la sugerencia de
dejar de lado el término «posconflicto» debido a que, a su modo de ver no es el más ade-
cuado, dado que la conflictividad no termina con la firma de paz. Abogó por la idea de
posacuerdo la cual cobija la revisión de lo que sucede después del acuerdo.
El ponente aclaró que la persona que inició la investigación fue el profesor John Darby
basado en la curiosidad comparativa que surgió en su lugar de residencia en Irlanda del
En primer lugar, el ponente presentó la matriz que contenía 34 acuerdos globales y com-
pletos. Acuerdos que abarcaron temas sustantivos e importantes que crearon el conflicto,
abarcando también los grupos armados que formaron parte de la oposición, mayormente
con gobiernos; lo cual fue estudiado por 51 disposiciones o temas que irían ampliándose
cada año. Asimismo, fue estudiado con narrativa a través de 10 años, año a año, en cada
una de las disposiciones con el fin de conocer su implementación. Indicó que en los últi-
mos dos años lograron situarlo de manera cuantitativa. En otras palabras, comentó que
era una base de datos que se puede estudiar de manera cualitativa y cuantitativa.
A continuación, el ponente presentó las gráficas que como punto de partida contemplaron
perspectivas de 10 años.
Con respecto a grupos paramilitares, el ponente indicó que dichos grupos general-
mente tenían una implementación rápida, pero lo que no se cumplía en el primer año rara
vez se cumplía luego. Del mismo modo, fue enfático en afirmar que la presencia en esas
dos primeras gráficas de las posibles implicaciones de tener personas no totalmente des-
armadas a partir del 3, 4 o 5 año, significaría un reto de gran magnitud para la sociedad.
Desplazados (as)
Es un tema fuerte en Colombia porque contempla más de cinco millones de personas según
muchas de las cifras en las décadas de conflicto armado que ha habido. En este punto se resal-
tó que la implementación es bastante lenta, e incluso a los 8 años apenas llega a un 50%. En
palabras del ponente, cuando el número es muy elevado y la expectativa es muy elevada esta
Derechos Humanos
El profesor Lederach señaló que este campo constituye un debate muy fuerte para los es-
tudiosos de la transformación del conflicto y la construcción de la paz, que a veces definen
el debate entre resolución y derechos, «rights or resolution», siendo la queja de muchos
de los que trabajan desde la perspectiva de derechos humanos, que la impunidad es dema-
siado fuerte en los procesos que se dan desde la mesa de negociación. Ante lo cual el expo-
sitor resaltó: la verdad es que deberíamos tomar nota que en algo tienen razón, decir que
cuando han habido 21 acuerdos globales, acuerdos sobre derechos humanos, pero no
logran pasar en los 10 años casi, o apenas un 50% de la implementación, otra vez nos
llama la atención sobre la existencia de un vacío muy importante a trabajar.
En este punto, se señalaron seis casos que incluyeron disposiciones sobre derechos de
minorías indígenas, pero la implementación fue pésima. El expositor indicó que eso debe-
Recursos Naturales
Con relación al uso de recursos naturales, el ponente indicó que siendo un tema largo y
profundo, no entraría en detalles. Mencionó que 10 acuerdos tenían algo muy específico
sobre el uso de recursos naturales sin haber logrado avances significativos. Hubo un inicio
en el que se comenzó a hacer un poco, y luego una especie de volver a lo que había antes.
En cuanto a posibles fuentes de conflictividad futura de manera comparativa, se señala-
ron tres elementos. Uno, los fenómenos de exclusión, es decir, cuando la gente se siente
excluida seguramente inician nuevamente algunas pugnas, más aún, si a través de los ca-
nales oficiales, no encuentran una forma de hacer frente a sus necesidades. El segundo
sobre el uso de recursos naturales, en algunos lugares por petróleo y Colombia tendría
eso, y tercero, la cuestión de la tierra, su significado y el acceso a este recurso, que es un
tema que se trata en la reforma agraria.
En la gráfica correspondiente a la sociedad civil, el expositor señaló dos líneas, la azul que
va de arriba abajo, referente al número de acuerdos firmados por año y en la cual es noto-
rio como desde el año 1986 hasta el 1989, al final de la Guerra Fría, empieza a haber un
incremento de acuerdos superando 30 por cada año. Sin embargo, al revisar la participa-
ción de la sociedad civil firmando en el acuerdo, es decir, cuando el acuerdo reconoce el
papel de la sociedad civil, no sigue la misma altura y esto se expresa como un vacío. En la
siguiente dirección (www.peaceaccords.nd.edu) es posible encontrar una narrativa de lo que
es año por año, lo que es la base de datos cuantitativa. Concluyendo, el profesor Lederach
enumeró cuatro claves sobre el pos acuerdo:
La presentación de Virginia Bouvier se centró en dos ejes, el primero fue el análisis de los
roles de la sociedad civil colombiana en las distintas fases del actual proceso de paz, reco-
nociendo que existen necesidades distintas que cambian sobre el tiempo y el contexto. Ar-
gumentó también que la participación en la fase preparatoria para una solución política
genera condiciones favorables para la posterior implementación de acuerdos regionales,
locales, sectoriales y nacionales que permita en una resolución no violenta de los conflictos.
El segundo eje fue el análisis de algunos mitos, retos y oportunidades para la transforma-
ción del conflicto colombiano y el tránsito de una cultura de guerra a una cultura de paz.
De manera introductoria y teniendo en cuenta que los acuerdos de paz son en su mayoría
entre élites y actores armados que no representan todos los intereses de toda una socie-
dad, Virginia Bouvier nos induce a reconocer que en el caso colombiano más del 80% de
los 220.000 ciudadanos que murieron en el conflicto armado interno y gran parte de los
más de 6.000.000 desplazados, provienen de la sociedad civil, con lo cual existe una deu-
da por acción y omisión por parte del Estado.
La Sra. Bouvier señaló que las organizaciones de mujeres víctimas, indígenas y afrocolom-
bianos han reclamado un lugar en la mesa de conversaciones en la Habana. Un ejemplo
exitoso fue el de la presión ejercida desde la cumbre de mujeres en octubre de 2013, la cual
se tradujo en la inclusión de dos mujeres en el equipo del gobierno en la Habana. Ante el
Rafael Grasa destacó inicialmente dos aspectos centrales del proceso de paz en Colombia
en clave comparada, a partir de los cuales se enlazarían los cuatro momentos de su inter-
vención. Primero, la idea de que en ninguna parte hay paz exprés, rapidita y refrendada/
ejecutada en poco tiempo. Las paces siempre se construyen, dijo, en el marco de un tiem-
po largo. La paz en Colombia, argumentó, será lo que quieran los y las colombianos, lo que
ellos y ellas construyan y realicen. Segundo, pese a las especificidades importantes, el pro-
El ponente retomó el título de la ponencia de Virginia Bouvier «se hace camino al andar»,
señalando que su significado ofrecía una perspectiva positiva frente a la tendencia de la
sociedad colombiana a fijarse en los obstáculos inmediatos.
Destacó dos avances de Colombia en cuanto al proceso de negociación y construcción de
paz. Por un lado, destacó que el proceso de paz está muy bien diseñado, que no se ha inte-
rrumpido, y ha producido serios avances. A diferencia de procesos anteriores, cuenta con
unos objetivos, agenda, actores y tiempos bien acotados. Con la novedad de que la guerri-
lla y gobierno son conscientes de que la paz no sólo se debate en la mesa de negociación de
la Habana, sino que concierne al conjunto de la sociedad. Resaltó también la comunidad
internacional que en esta ocasión tiene una presencia más discreta.
Al mismo tiempo en Colombia también se han producido avances significativos: 1. Resur-
gir de movimientos sociales a pesar de los años de «plomo» donde ejercer oposición era
fácilmente asociado con terrorismo. 2. Tendencia a la normalización del diálogo y la con-
certación entre actores sociales, y entre los mismos y el Estado. Como ejemplo se refirió al
reciente desarrollo de políticas públicas en el ámbito de los derechos humanos y de apoyo
a las víctimas, que han sido fruto de la concertación, superando la tendencia histórica a la
confrontación. 3. Hay una nueva conciencia de la magnitud de la tragedia humanitaria del
conflicto armado. Resaltó el trabajo de la corporación Arco Iris en desenmascarar las di-
mensiones de la parapolítica; de las mujeres en visibilizar la violencia de género; y el cre-
ciente interés sobre la memoria histórica, que se ha estado desarrollando incluso antes de
ser abordado en La Habana.
Frente al escepticismo de la sociedad civil sugirió que se trata de un fenómeno normal,
considerando que la mayoría de la ciudadanía nunca ha vivido en paz; y resaltó que el es-
cepticismo no es necesariamente negativo en cuanto evita generar falsas expectativas.
El ponente planteó que no era habitual tener en cuenta las cuestiones humanitarias en espa-
cios de discusión académicos y seminarios sobre construcción de paz, frente a lo cual relató
la sorpresa de muchos cuando al inicio del diálogo en Oslo y revisando el acuerdo marco, se
encontró una ausencia absoluta de referencias humanitarias. Señaló que en otros casos
cuando no se dialoga en medio del conflicto, sí se habla del Derecho Internacional Humani-
tario, y con base a esta ausencia desde el momento de Oslo, se comenzó a dilucidar por qué
y cómo se podrían incluir elementos humanitarios en el proceso de diálogo, debido a que
frente a la esperanza de la paz, se continúa con la realidad de la guerra y se generan víctimas.
Manifestó no estar de acuerdo con el empleo de los tiempos verbales que hasta el momento
han realizado los ponentes respecto a la realidad de las víctimas en Colombia. Indicó que se
habla en pasado y futuro, «ha habido y tendrá que haber», pero no se habla de que se siguen
produciendo víctimas, y que desde que se iniciaron los diálogos, decenas de nuevos despla-
zados se han producido, el reclutamiento de niños y niñas ha continuado, se sigue sembran-
do minas antipersona y sigue habiendo violaciones del Derecho Internacional Humanitario
también por parte de las fuerzas armadas. Relató cómo desde diferentes sectores y desde el
gobierno se señalaba que no era momento de ir a las cuestiones humanitarias, debido a que
significaba comprometerse o que sería mejor esperar y tratarlo al llegar al punto de víctimas.
Manifestó que su posición es la de abordar las consecuencias humanitarias desde una
perspectiva más comprometida con las víctimas. Reconoció que hablar de ello puede ser
incómodo, no sólo en Colombia, también en otros lugares, porque es también hablar de
victimarios. Así como aquella ocasión en la que se le preguntó a un miembro de las FARC
en La Habana si pediría perdón y contestó «quizás, quizás, quizás».
Señaló que deben existir ciertos compromisos mínimos en materia humanitaria, compro-
miso de no reclutamiento de menores y uso de violencia sexual contra mujeres, temas que
deberían incorporarse a la agenda de La Habana, y que después del receso electoral po-
drían ser tratados.
Por otro lado, resaltó que cuando se habla de temas humanitarios, a pesar de que muchos
actores consideran que con la aprobación de la Ley de Víctimas se aclara el panorama y
hay mecanismos administrativos para abordar la asistencia y protección de las víctimas,
lo que en sus estudios han encontrado es que a pesar de los avances de la Ley de Víctimas,
León Valencia inició su intervención haciendo la precisión que las dimensiones políticas
de la paz son las mismas que las del conflicto, de donde surge la necesidad de hablar de
cuáles son las dimensiones del conflicto. Planteó que existe un antagonismo en este pro-
pósito debido a que por un lado, las FARC con una conciencia heroica consideran que lle-
van 50 años en representación popular, en contraste, la mayoría del país tiene en su ima-
ginario que las FARC son una gente sin apoyo social que no tiene razones para estar en el
conflicto y que están derrotadas militarmente. Señaló entonces que sobre esa base se habla
de negociación y que ninguna de las dos versiones es una verdad absoluta, sin embargo,
enfatizó que el apoyo popular hacia las FARC plantea un gran interrogante y se dispuso a
responderlo a través de dos anécdotas que reflejan la alta influencia que las FARC tienen
Iván Marulanda inició su intervención destacando que el actual proceso de paz con las
FARC cuenta con la novedad de que existe un acuerdo para trabajar en la construcción de
paz o posconflicto, o posviolencia. Señaló que desde el gobierno del Departamento de An-
tioquia desde que hubo conocimiento sobre el proceso, se puso en marcha el programa
«Preparémonos para la Paz», en ese sentido indicó: para nosotros está claro que si las
cosas siguen como están, no habrá paz.
Exhortó a los colombianos a resolver diferentes problemas, sanar el dolor, recuperar el
amor en la vida y la confianza en la propia existencia, reconciliarse con el mundo exterior,
con la idea de convivir en armonía, perdonar y recuperar el sentido de comunidad. Habló
de la necesidad de construir consensos sobre los acuerdos, decidir el poder por la razón en
la palabra, la conciencia, compromiso con la gente, capacidad para organizar e impulsar el
colectivo social, la necesidad del voto libre, limpio y a conciencia. Caracterizó la política en
Colombia como tramposa, corrupta, violenta y señaló la urgencia de movilizar la econo-
mía para que trabaje por la equidad, la distribución de oportunidades y llevar soberanía a
los territorios. Recordó que la Colombia con Estado es poca, ni siquiera en las ciudades
hay Estado, algunas son dominadas como colcha de retazos por bandas, al tiempo que la
provincia es ese espacio donde los campesinos sobreviven bajo la ley del más fuerte y aún
subsisten problemas para resolver. Destacó la necesidad de dominar el suelo colombiano,
según Naciones Unidas el más contaminado por minas del planeta, relató que, en 1998,
124 municipios de Antioquia se encontraban minados.
El Sr. Gerardo Vega se concentró en aseverar que el tema de la tierra constituye el eje cen-
tral de la construcción de la Paz y el posconflicto en Colombia reconociendo que Colombia
cuenta con una guerrilla presente en las regiones hace 50 años y que el primer punto de
La Habana coloca al Estado en posición de dialogar sobre la existencia de un problema
social ligado a la tierra. Es una cuestión importante entendiendo que el tema de restitu-
ción es pequeño frente al problema de la tierra, numéricamente, de las 115.000.000 de
hectáreas que tiene Colombia 6.005.000 han sido despojadas (5%), con lo cual el proble-
ma radica en la redistribución, y en los 40.000.000 de hectáreas en manos de ganaderos,
citando la ponencia de León Valencia.
Con respecto a una solución, el ponente señaló que el capítulo de tierras en la Ley de Víc-
timas tiene ese propósito, buscar un ambiente favorable en la negociación. Resaltó que
desde la Fundación que lidera ha realizado varios informes en los momentos previos y
posteriores a la existencia de la Ley de Víctimas, identificando como se podría ayudar a la
implementación. Señaló que la restitución no tiene como único fin legalizar el despojo, y
que por el contrario las personas afectadas tienen derecho a la propiedad que les han qui-
tado en un marco sano de justicia. En ese sentido, mencionó que a la fecha van cuatrocien-
tas sentencias, que cobijan novecientos cuarenta casos de familias en las que 96% han sido
falladas favorablemente para las víctimas. Desde el punto de vista del sistema judicial,
resaltó el fallo de justicia transicional. Sin embargo hizo la salvedad de que en el orden
nacional los casos equivalían a 370.000 y después de dos años de la Ley de Víctimas, sólo
han llegado el 15% de los reclamantes de los cuales se ha restituido el 1,7% (20.000.000
hectáreas). Esta situación ha sido estudiada, identificando que las personas no acuden al
reclamo por temor al asesinato o por desconfianza de las autoridades —bien por complici-
dad por acción u omisión— o porque el estándar probatorio es cada vez más alto. A su vez,
el 70% de las solicitudes que se han presentado se encuentran represadas porque no hay
condiciones de seguridad, con lo cual no inician procedimientos por no tener concepto
previo de las fuerzas militares sobre seguridad, sin embargo la ley establece que si no hay
seguridad se debe compensar a la persona en otro lugar o con dinero. La realidad demues-
tra que las restituciones se realizan bajo los lineamientos de espacios micro focalizados
Lina García expuso el trabajo que adelanta desde el DNP y explicó que no realizaría una
presentación institucional sino que se concentraría en presentar lo que para ella es una
oportunidad a partir del proceso de paz y el surgimiento de una visón rural en la que se
está repensando el país desde el nivel técnico que puede llevar a espacios valiosos.
Relató que su primera tarea ha sido comenzar a hablar de construcción de paz y no de
posconflicto en el DNP, institución de orden nacional que lidera las políticas del desarro-
llo en Colombia. Hizo énfasis en que la intención es llegar a un lenguaje común en térmi-
nos conceptuales sobre que significa construcción de paz, transición, que implica no ha-
blar de posconflicto, y como los agentes de desarrollo que ven el país de forma sectorial
podrían comenzar a ver el país entendiendo que todo lo que se hace contribuye a garanti-
zar derechos y ver esos conflictos existentes.
Con respecto a la perspectiva institucional, señaló que el objetivo es conectar con el Alto
Comisionado de Paz, y con la visión de que más allá de una negociación, lo que se viene
adelantando son diálogos que permitirán iniciar la tarea de construir la paz y resolver los
conflictos que tradicionalmente no se han resuelto en el país. En ese sentido, la ponente
enfatizó que la labor del DNP apunta a lograr la necesaria conexión para que desde la ins-
titucionalidad colombiana se genere la adecuada interpretación y disposición para hacer
parte de la implementación de los acuerdos de paz.
Rescató la visión del Alto Comisionado en relación a que los temas del posconflicto tienen
que ver prioritariamente con el mundo rural y con la profundización de la democracia, la
territorialidad y la transformación del campesinado como sujeto. Incluso aprovechando
la experiencia de la cooperación internacional, no tanto desde el marco del posconflicto,
en donde Colombia cuenta con experiencia y a su vez es referente, sino más bien desde la
transformación de lo rural y la profundización de la democracia.
Destacó el trabajo que realizan desde el DNP para contribuir con la identificación de las
zonas en donde se priorizará la implementación del punto 1 del acuerdo de paz. Mencionó
que los criterios con los cuales se lleva a cabo ese proceso son: pobreza, economías ilícitas,
debilidad institucional y afectación por conflicto, con la intención de ofrecer un insumo
técnico a la oficina del Alto Comisionado para tomar una decisión que finalmente será
política. Comentó que existen diversas lecturas desde otras entidades en el entendimiento
de lo que es «territorialidad» y «enfoque territorial», lo cual supone una dificultad por
superar.
Con relación a la función de crear el Plan Nacional de Desarrollo, indicó que su función ha
sido priorizar el tema de construcción de paz, no como un capítulo con apuestas de repa-
ración y reintegración, sino con todo lo que sectorialmente deben ser apuestas para no
La Sra. Jenny Pearce inició su ponencia haciendo énfasis en situar el enfoque del proceso
de paz de La Habana en la violencia y sus mecanismos de reproducción. En especial, en el
desafío que implicaría construir condiciones para convivir sin la violencia, el cual, según
la ponente es el principal reto en la construcción de la paz. Frente a este enfoque realizó
tres aclaraciones. Primero, la reducción de la violencia en sí no es necesariamente un ín-
Al iniciar su ponencia, Felipe Gómez Isa comparó la función social de las murallas cons-
truidas en Barcelona para defenderse de los pueblos bárbaros con aquellas construidas
por los españoles en distintos países de Latinoamérica, siendo los pueblos indígenas des-
de la colonia española lo que los bárbaros a Europa. En ese sentido, explicó que con res-
pecto a los pueblos indígenas se superponen injusticias y violaciones graves a sus dere-
chos, las cuales son de carácter histórico y prevalecen hoy día. Indicó que estas injusticias
están reconocidas en el decreto 4336 de 2011 que con el fin de aplicar la Ley de Víctimas,
señala como consecuencias de esta perspectiva histórica la afectación o impacto diferen-
cial a estas poblaciones en el marco del conflicto.
Expuso su hipótesis central, la cual indica que el conflicto armado en diversos países y, en
particular en Colombia, ha generado e incrementado la situación de vulnerabilidad de
grupos históricamente excluidos, indígenas, afrodescendientes e incluso mujeres.
Retomó algunos aspectos legales del contexto colombiano, mencionó una ley de 1891, la cual
sigue vigente y encarga a la iglesia católica la civilización y evangelización de los pueblos indí-
genas. Asimismo, recordó cómo en los años 70 América Latina inició un proceso de visibiliza-
ción de los derechos de los pueblos indígenas, y como en la Constitución política de 1991,
junto con la constitución de Nicaragua de 1987 se inició el llamado «constitucionalismo indí-
gena», marcando la hoja de ruta para el reconocimiento de los derechos de estos pueblos en
La ponente inició su presentación indicando que ante la pregunta del papel de las víctimas
en el marco del posconflicto, los demás ponentes ya habían acotado los temas que se abor-
darían desde la presentación que le concernía. En ese sentido, se concentró en resaltar
algunos puntos a su consideración importantes.
En primer lugar, se refirió a un momento específico del posconflicto señalado por diferen-
tes ponentes: la necesaria retoma de los acuerdos de paz en los territorios por parte de los
diversos actores y su posible consecuencia de retorno a la conflictividad social. En ese
sentido, explicó que el papel de la participación de las víctimas apunta a constituirse en el
mecanismo que permita tramitar esas diferencias y lograr esos consensos en el territorio
en un contexto de diversos actores que fueron partícipes de las dinámicas de conflictivi-
dad anterior.
En cuanto a la preparación de las condiciones para la construcción de paz, indicó que si
bien es un proceso que se inició con la Ley de Víctimas, al referirnos al momento posterior
a la firma del acuerdo, existe un reto para el Estado y es el asumir desde este momento las
reformas que se exigen para lograr lo que Borja Paladini denominó como «acciones tem-
pranas». Indicó que existen acciones concretas por parte de la institucionalidad que re-
quieren ser implementadas con inmediatez con el fin de compensar la falta de continuidad
de proyectos y políticas que han afectado el cumplimiento de las expectativas de las vícti-
mas en los últimos años, con lo cual se requiere un fortalecimiento del Estado.
Frente a la reparación, señaló que esta tiene rasgos distintivos dependiendo de cada caso
en el que se trabaje. No sólo las víctimas desde su plano individual, sino también desde el
punto de vista colectivo para que éstas puedan participar de sus procesos de reparación.
Estos rasgos distintivos hacen que el ejercicio de la participación sea necesario, el recono-
cimiento que son las víctimas las que conocen sus necesidades y sus metas, y que el papel
del Estado es facilitar que los objetivos se tramiten y generar los espacios para la construc-
ción de consensos y diálogos que permitan tramitar los conflictos de forma no violenta.
Resaltó que desde la Unidad de Reparación el «cómo» llevar a cabo algunos procesos es la
instancia en la cual se hace posible mejorar en el día a día. Retomando al profesor Lede
rach, quien relataba la lentitud de los procesos de reparación y construcción de verdad, la
ponente señaló como la Ley de Victimas llevaba dos años y medio en proceso de imple-
100 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
latinoamericanos, que es el recurso de la amnistía, y colocó como ejemplo el Frente Nacio-
nal. Indicó que hace diez o quince años, la amnistía era percibida como un punto positivo de
la tradición jurídica de Colombia, una sociedad propensa a la violencia y también al diálogo
y consenso, con esa misma valoración. Según señaló el ponente, hoy nos encontramos con
que la amnistía es igual a la impunidad. Lo cual tiene que ver con el cambio de la valoración
jurídico-política del delito, con lo cual, las guerrillas nacieron en el imaginario del derecho a
la rebelión y rebeldía frente a la tiranía y, hoy día, se encuentran negociando con un marco
normativo diferente y adaptado a la realidad del Derecho Internacional Humanitario, la
Corte Penal Internacional y otras instancias, lo cual supone un desafío para las FARC.
Gonzalo Sánchez finalizó su ponencia, destacando que, en materia de memoria, el caso de
Colombia es único, debido a que ha existido una precedencia del proceso social frente al
proceso de construcción institucional y se caracteriza por un acumulado de dos o tres dé-
cadas de organización social de víctimas por la memoria y experiencias de memoria muy
notables que han sido reconocidas en el marco de una nueva institucionalidad.
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 101
dictadura y respondiendo a la segunda y, sobre todo, la tercera generación que reclaman
esas políticas de memoria. Comparativamente hablando, reseñó las valoraciones de Pablo
de Greiff, colombiano y relator especial de la ONU de verdad, justicia y reparación y ga-
rantías de no repetición, al indicar la necesidad de revisar la normativa de amnistía espa-
ñola que nació en la segunda mitad de los años 70 cuando los movimientos anti franquis-
tas la percibieron como una conquista social puesto que pretendían sacar a los presos
políticos de las cárceles, lo cual suponía generar impunidad, a su vez, a los perpetradores.
Indicó que existen conexiones entre el caso ruandés y el colombiano, en el primero existió
el condicionante de un Tribunal Penal Internacional Ad Hoc (TPIR) y en caso colombiano
la Corte Penal Internacional (CPI), mientras en España se generaron las políticas de am-
nistía sin un contexto jurisdiccional internacional condicionante. Señaló que estos con-
textos condicionan los procesos transicionales y con ello la memoria.
En relación al movimiento o cambio de fechas que se sucede en el marco de las políticas de
memoria y que fue mencionado por Gonzalo Sánchez, el Sr. Palou-Loverdos relató el efecto
que tuvo esta decisión en el caso ruandés en el marco del Tribunal Penal Internacional para
Rwanda, estableciendo una competencia temporal limitada al año 1994 (y cuando no había
acabado el conflicto), a diferencia del caso del Tribunal Penal para la ex-Yugoslavia (que se fijó
la fecha de inicio de competencia temporal pero no la de finalización), fijándose fechas para
el reconocimiento de crímenes a través decisiones político-jurídicas, condicionando así la
construcción de la memoria y aplicación de los ejes de verdad, justicia y reparación. Señaló,
en este caso, la importancia de la justicia penal internacional y su enlace con la justicia nacio-
nal y cómo en España, a pesar de haber sido pioneros en justicia universal, facilitando que las
primeras denuncias de investigaciones de las dictaduras argentinas y chilenas llegaran a in-
vestigaciones de crímenes en el lugar donde se cometieron los crímenes (incluso aboliendo
leyes de amnistía y punto final por parte de órganos jurisdiccionales), hoy día se ha cerrado
esa posibilidad en el caso Español (mediante sentencia del Tribunal Supremo, que ha afirma-
do la vigencia de las leyes de amnistía). Un ejemplo de los nuevos movimientos en materia de
jurisdicción universal es la existencia de casos de víctimas españolas y argentinas de la Gue-
rra Civil que hoy día carecen de posibilidad para que sus procesos sean abiertos en España
pero que sin embargo los tribunales argentinos instruyen con determinación. Sigue siendo
vigente para España, por lo tanto, la recomendación de revisar la Ley de Amnistía para poder
llevar a cabo los procedimientos necesarios, según han recomendado víctimas y expertos
nacionales y varios expertos internacionales y organismos de la ONU. La cuestión de la am-
nistía por los abusos del pasado sigue siendo materia sensible y es una cuestión sobre la que
Colombia deberá tomar decisiones que resulten satisfactorias a la luz de las víctimas, de la
normativa internacional y de la Corte Penal Internacional de la que Colombia es parte.
El ponente culminó indicando que las ponencias de Farid Benavides y Gonzalo Sánchez lo
llevaron a concluir que existe un convencimiento colectivo de que hay diferentes instru
mentos en el marco de la justicia transicional, la resolución pacífica de conflictos y las
102 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
La ponente señaló que se referiría a cuatro temas. El primero, introducir al debate la creación
de una Comisión de la Verdad en Colombia, recordó que el marco jurídico para la paz faculta
al Congreso para que por medio de una ley ordinaria inauguré esta instancia. Señaló que este
punto abre un debate que ya se inició con la polémica propuesta de las FARC de hacer una
diferenciación con una Comisión de Esclarecimiento que a su vez proponen sea conformada
cuanto antes, con el propósito de tener un punto de partida donde se reconozcan diferentes
responsabilidades. A su vez, plantean que una vez firmado el acuerdo se cree la Comisión de
la Verdad que tiene una función en la medida de identificar responsabilidades para trasladar-
las a la justicia transicional. Enfatizó que la mayoría de las comisiones de la verdad en el mun-
do se han creado después de la firma de un acuerdo y donde no existían procesos judiciales en
marcha, impulsando procesos en la justicia penal. Aterrizando al caso colombiano, la ponente
indicó que en Colombia sí existen procesos penales vigentes, que hacen pensar que una Comi-
sión de la Verdad no puede ser en Colombia un mecanismo residual de la justicia penal.
El llamado de María Camila Moreno en este sentido fue que no se puede caer en la tram-
pa de pensar que aquello que no se ha esclarecido y sancionado penalmente en la justicia
penal pase a la Comisión de la Verdad, según indicó, esto significaría trasladar la lógica de
investigación que fracasó en la justicia penal hacia una Comisión de la Verdad, hecho que
no ha sido posible en ningún lugar mundo.
Con respecto a la verdad, señaló que es un derecho, por tanto la Comisión de la Verdad re-
presenta un valor y es a su vez la oportunidad para no sólo conocer lo que pasó sino también
para que se reconozca lo sucedido. Esto se traduce en una comisión para las víctimas y tam-
bién para todos los actores que tienen y han tenido participación en el conflicto, de manera
que ese espacio donde la sociedad se confronta con el pasado facilita el reconocimiento de
responsabilidades directas o indirectas. Destacó el hecho de que las comisiones de la verdad
ofrecen un momento crucial para la sociedad en el que la confrontación con lo sucedido
genera una catarsis social que tiene un valor como proceso mismo, valor para la refundación
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 103
de ese contrato social, es el escenario u momento en el que es posible entender el dolor del
otro. Es cuando la sociedad se mueve y dice esto que nos pasó no nos puede volver a pasar.
De allí surge la importancia de la verdad para la garantía de no repetición.
Concluyendo, se refirió al delito político y a su relación con dos temas fundamentales. Por
un lado, amnistía e indulto y su efecto penal y en segundo lugar, la posibilidad de abrir un
espacio a la participación política. Valoró el delito político como un instrumento limitado
que tiene un valor simbólico con efecto político para la negociación. En este marco, la po-
nente indicó que si se desea que el delito político tenga un valor practico, sería necesario
pensar en cómo ampliar su margen, respuesta que está dada en el marco jurídico para la
paz, donde se establece la posibilidad de ampliar los delitos conexos al delito político. Seña-
ló que llevar a cabo este procedimiento de revisión es urgente debido a que si no se amplían
los delitos conexos la consecuencia será que no se podrá concretar la participación en polí-
tica y además, habrá una serie de delitos que serán judicializados o que incurrirán en una
renuncia a la persecución penal sin seguridad jurídica para excombatientes suponiendo un
riesgo de que las víctimas perciban este proceso como un proceso de impunidad.
104 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
to y aceptación de la organización guerrillera como víctimas. Desde esta perspectiva, las
FARC contarían con insumos para socializar su proyecto político y legitimar su lucha armada.
Luis Jorge Garay llamó la atención sobre la complementariedad que existe entre la justicia
transicional, la memoria historia y la Comisión de la Verdad, las cuales, a pesar de tener tem-
poralidad y objetivos diferentes, se solapan en un propósito común que es la verdad. Rafael
Grasa, a su vez, señaló que en Colombia no existe debate sobre justicia restaurativa, indicó que
la memoria es dinámica y la justicia es estática, por lo cual se entiende que no pueden unirse.
Resaltó el resultado de diversos estudios que han demostrado que el impacto de las comisio-
nes de verdad es mayoritariamente mediático y medible en el plazo de unos 10 a 11 años.
Sobre el delito político, Farid Benavides indicó que éste generaría problemas en relación
a las amnistías y tránsito a la participación política, con lo cual lo más acertado sería hacer
uso del Derecho Internacional Humanitario. Indicó que en el marco de la Comisión de la
Verdad surgirían expectativas que seguramente deberán ser tramitadas por la justicia or-
dinaria, evitando la impunidad absoluta.
Jordi Palou-Loverdos culminó el debate planteando que la estrategia de un «phármakon» o
dosis correcta para tratar la memoria en el marco de la reconciliación, debe considerar varios
aspectos. Primero, la memoria es cambiante y los reclamos mutan con el tiempo y el contex-
to. Segundo, no se debe pensar en términos de demasiado olvido o demasiada verdad, debe
ser un ejercicio consensuado y democrático con voluntad de impactar y contribuir positiva-
mente a reivindicar la memoria y tercero, la justicia penal debe considerarse de forma estra-
tégica, identificando planes criminales y sus responsables máximos. Todo contribuirá con el
consenso social acerca de lo que no se volvería a aceptar en la sociedad colombiana.
La hipótesis del ponente fue que en Colombia existe un terreno fértil que dificulta espe-
cialmente el posconflicto y que podría derivar en lo que él denominó «la pax mafiosa». El
primer elemento que respaldó su hipótesis fue que el grado o nivel de división de los gru-
pos guerrilleros durante y después del conflicto no es claro. Hizo énfasis en que después
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 105
de un acuerdo la guerrilla estará más dividida. Su argumento se apoyó en la tesis de un
filósofo- antropólogo francés que plantea que algún grado de división dentro de las orga-
nizaciones es necesario para construir consenso, lo que el ponente denominó, la búsqueda
de una especie de chivo expiatorio. Aplicando esta idea al caso colombiano, Frédéric Mas-
sé señaló que la construcción de un acuerdo de paz en Colombia pasará por este proceso,
recordó que en El Salvador, la Comisión de la Verdad realizó un ajuste en la versión de la
historia de los victimarios, frente a lo cual, planteó la pregunta de si en el caso colombiano
sería viable que la Comisión de la Verdad precipitara la división interna de las FARC y
concentrara la culpabilidad de delitos de lesa humanidad en alguna columna como la de
Teófilo Forero y así salvaguardar a los miembros negociadores de La Habana.
La posibilidad de padecer un posconflicto mafioso en Colombia la constituyen diversos
factores, entre ellos el ELN, debido a que no existe claridad sobre qué pasará con ellos; las
BACRIM que se constituyen en terreno fértil para ser receptoras de quienes no se desmo-
vilicen o lo hagan con la presunción de tomar nuevamente las armas y crear alianzas. Otro
factor es la próxima liberación de comandantes paramilitares y, por último, el hecho de
que todos los grupos mencionados cuentan con capacidad económica para sobrevivir,
producto del narcotráfico, la minería ilegal u otras actividades.
Indicó que en el marco del posconflicto la violencia no sólo va a transformarse y seguir,
sino que va a derivar en lo que llamó «pax mafiosa», y será consecuencia de la transforma-
ción del conflicto armado clásico en uno de carácter mafioso que ha asimilado las lógicas
de criminalidad mafiosa que podrían desarrollarse y fortalecerse. Sus argumentos fueron,
en primer lugar, que las BACRIM son mafias en armas, herederas de la capacidad militar
de los paramilitares. Segundo, que asistimos a un cambio en las relaciones de dominación
donde como dice Mancur Olson «el lobo se volvió pastor», con lo que analizar la violencia
sólo con base a los actos violentos es insuficiente. Tercero, existe una estrategia de invisi-
bilización por parte de los actores. Las FARC necesitaban visibilidad, pero los grupos ac-
tuales y los grupos que seguirán, conformarán, o reconformarán, requieren de la máxima
invisibilidad, característica fundamental de los grupos mafiosos.
Frédéric Massé ofreció algunas ideas sobre cómo podría ser la respuesta del Estado y cuá-
les serían los escenarios futuros. Primero, nada desaparece, todo se transforma, si se quie-
re ofrecer una respuesta eficiente será necesario analizar la naturaleza del problema. Si
hay amenazas híbridas, se requerirán respuestas híbridas. Segundo, habrá una necesidad
de cambio cualitativo entre las fuerzas militares y la policía, una transferencia u otra es-
trategia para aumentar el número de policías. Tercero, uno de los riesgos del posconflicto
es que haya una normalización y no una pacificación que conlleve a la congelación de pro-
blemas latentes. Señaló la posibilidad de que algunos grupos sobrevivan controlando al-
gunas zonas en donde sea necesario aplicar pactos para controlar la violencia, siendo usa-
da ocasionalmente para renegociar los pactos con el Estado.
106 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
El ponente concluyó que lo importante es analizar cómo será la transformación de la violen-
cia en el posconflicto y ser conscientes de que aunque no existan indicadores altos de violen-
cia, estos podrían disimular lógicas mafiosas o que la paz se asimile como una «pax mafiosa».
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 107
regiones. Destacando, que el fin de las FARC supone la eliminación del único grupo que
en la periferia de Colombia tiene una aspiración de poder político nacional.
Gustavo Duncan finalizó su ponencia, vaticinando, en alguna medida, la mexicanización
del caso colombiano: grupos armados locales contra un gobierno incapacitado para pro-
veer demandas sociales de inclusión, protección y justicia. Señalando, que el gran proble-
ma del Estado es que no tiene instituciones para regular el narcotráfico, las economías
ilegales y además, la gestión de estas zonas periféricas le es costosa.
El inicio de la ponencia estuvo marcado por la mención a la reciente entrevista del líder
mexicano de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, quien describió la rup-
tura de las autodefensas en bandas criminales y grupos paramilitares, como la colombia-
nización de las autodefensas mexicanas. Señaló que el eje central de su presentación sería
mostrar las similitudes sobre cómo México y Colombia han enfrentado el narcotráfico y
sus diferencias, reconociendo que aunque la gestión de los cárteles ha sido exitosa en Co-
lombia, habría que dudar de si es un modelo exportable a México y a otros países.
El ponente describió los elementos de fracaso en el caso colombiano. Mencionó que el
cultivo de coca y la violencia criminal no se han eliminado y el modelo de lucha criminal
promovido por Estados Unidos que vincula narcotraficantes y terrorismo ha generado
problemas en términos de rendición de cuentas, transparencia, y respeto a los Derechos
Humanos en Colombia. Añadió que este modelo es puesto en tela de juicio por diferentes
sectores y políticos en América Latina, lo que está generando nuevas respuestas, como es
el caso de la legalización de marihuana en Uruguay e incluso en Estados Unidos, lo que
conlleva a repensar el enfoque sobre el manejo del narcotráfico.
En referencia a las similitudes, el ponente señaló que, primero, la penetración de la co-
rrupción en ambos Estados es similar para facilitar el comercio de la cocaína con colabo-
ración del aparato del Estado. Por tanto, la injerencia del narcotráfico en las fuerzas mili-
tares las ha transformado en una fuerza de contención. Otra similitud son los efectos o
daños colaterales que afectan a la población civil, los abusos por parte de las fuerzas de
108 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
seguridad, en Colombia con casos como los «falsos positivos» y, en México, masacres de
emigrantes y de otros sectores de la sociedad.
Como diferencias, Juan Pablo Soriano, citando a Raúl Benítez, destacó seis elementos. Pri-
mero, la forma en la que se ha conceptualizado la lucha antinarcóticos, en Colombia con el
uso del terrorismo y en México se prefirió hablar de la «guerra» contra el narcotráfico. Se-
gundo, en Colombia el problema ha estado focalizado en lo rural, mientras en México ha
estado más extendido en el territorio y vinculado a zonas urbanas a fin de usar rutas de dis-
tribución hacia Estados Unidos. Tercero, en Colombia existe vinculación de los grupos ar-
mados con actividades del narcotráfico. En México, el Ejército Zapatista de Liberación Na-
cional (EZLN) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) no se han vinculado con el
comercio de drogas. Cuarta, las autodefensas mexicanas no parecía que se fueran a convertir
en bandas criminales, tesis que quedó desvirtuada con las recientes declaraciones del jefe de
las Autodefensas de Michoacán, quien señaló que las autodefensas cada vez se parecen más
a las BACRIM. Quinto elemento, en Colombia no existe un nacionalismo militar antiestado-
unidense. La colaboración entre las fuerzas armadas y Estados Unidos no se ha puesto en
tela de juicio mientras que en México el nacionalismo de sus fuerzas armadas dificultó du-
rante mucho tiempo la cooperación con Estados Unidos. Una última diferencia que planteó
el ponente hizo referencia a que parte del éxito en Colombia fue una voluntad política clara
de combatir la corrupción, demostrada con la encarcelación de servidores públicos, políti-
cos, miembros del servicio de inteligencia y seguridad, mientras en México, aunque se enfa-
tiza el discurso político, la lucha contra la corrupción en la realidad no ha dado resultados.
Como conclusión, Juan Pablo Soriano mencionó que los principales elementos positivos
del caso colombiano se centran en la reconstrucción institucional del aparato de seguri-
dad, principalmente la Policía Nacional, pero el factor negativo más notable es la falta de
consideración a los Derechos Humanos y la impunidad de las fuerzas armadas y policia-
les. Ésta es la principal vulnerabilidad de la estrategia de la lucha contra el narcotráfico en
ambos países ya que afecta a los civiles inocentes.
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 109
anteriores procesos de desmovilización en Colombia, que según cifras de la Comisión Na-
cional de Reparación y Reconciliación (CNRR) que él mencionó, han sido procesos en un
80% exitosos con un 20% de reincidencia. Con relación a la reintegración llamó la aten-
ción que será un proceso largo, de 10 años o más, e hizo énfasis en la necesaria identifica-
ción de los diversos actores que forman parte del esquema jerárquico de las FARC, para
así reconocerlos en un proceso de reintegración diferenciado.
Otra línea de tiempo señalada por el ponente fue la relacionada con la refrendación de los
acuerdos. Sugirió la pregunta de ¿Qué tienen que hacer las FARC para que el pueblo co-
lombiano tenga confianza en el proceso de paz? Y en ese mismo sentido, insinuó la posi-
bilidad de que se lleve a cabo la desmovilización de algunas estructuras concentradas en
puntos particulares, en un momento previo a la refrendación de los acuerdos como estra-
tegia para generar confianza de la sociedad colombiana. Planteó la posibilidad de que el
acuerdo fuese votado negativamente, en un período posterior a esa desmovilización estra-
tégica, con lo cual ofreció la pregunta abierta de ¿qué habría que hacer?
En relación al éxito o no de un proceso de desmovilización, el ponente se refirió a la garan-
tía que supone la tenencia de una Comisión de Verificación, entendiendo que debe ser
diseñada bajo el esquema colombiano y adaptada al contexto del país, compuesta por
miembros de las FARC, el Estado y militares.
El último apartado de su presentación se concentró en el proceso de reinserción y el papel
de las fuerzas militares. El ponente puso el acento en que el problema radica en el control
territorial, recordó los anteriores procesos de desmovilización y como los territorios en los
que un grupo armado son desocupados luego se constituyen en espacios de vulnerabilidad
en donde el rol de las fuerzas militares pasa a ser fundamental para garantizar seguridad,
no sólo de la comunidad, sino también de los desmovilizados que podrían ser blanco u
objetivo de grupos disidentes o bandas criminales. En ese contexto, el ponente señaló la
urgencia de que las fuerzas militares y de policía adquieran nuevos roles y más coherentes
con sus funciones connaturales.
El ponente se concentró en explicar las oportunidades y retos de las fuerzas militares y las
FARC en el marco del posconflicto. En primer lugar se refirió a aspectos compartidos por
las dos organizaciones. Ambas desconfían de los políticos y son leales a sí mismas, tienen
su propia estructura jerarquizada de mandos, roles y generan su propia subcultura, con la
ventaja de que sí están al mismo nivel de civilización y comparten su estructura primaria,
lo que supone una ventaja para llegar a acuerdos.
110 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
El ponente resaltó el reto que ambas organizaciones tienen en la necesidad de despolitización.
En el caso de las fuerzas militares para que no tengan que inmiscuirse en lo relacionado con
el ámbito civil. En el caso de las FARC, ya que ha sido una estructura militar extremadamen-
te política, siendo ello distinto a un partido político y a la forma de hacer política, tienen el reto
de hacer la transición hacia un partido con estructura horizontal y dinámicas diferentes.
Con relación a la desmovilización, sugirió una transformación del modelo de cooptación con
el que el Estado ha establecido relaciones con los guerrilleros desmovilizados, convencién-
dolos de que el proyecto político del Estado es la panacea. Recomendó una necesaria peda-
gogía bajo el entendido de que «el uso de las armas, no es el instrumento para forzar cam-
bios», con lo cual la tarea de la reinserción debería ser el reforzamiento de los ideales de la
guerrilla, desvirtuando el uso de las armas para la consecución de sus fines. Señaló como
errónea la propuesta de invitar a los desmovilizados a participar de planes de delación o ac-
tividades operacionales en la medida en que no correspondería a un proceso de reinserción.
El ponente se refirió a los recursos con los que cuenta las FARC. Indicó que en los procesos
de paz existen cosas que no están a la vista y planteó la necesidad de legalizar los recursos
de la organización para que sean destinados a la operativización y funcionamiento de su
propuesta política, de acuerdo a las reglas democráticas.
Hizo énfasis en la necesidad de evitar que las FARC pierdan mando y control —«la
orden que proviene de una comandancia hasta el último combatiente»—. Señaló,
apartándose de la tesis de Frédéric Massé, que el riesgo de una «pax mafiosa» sólo se
sucedería en la medida en que la organización guerrillera pierda el mando y el control
en el marco del proceso de transición. Indicó que las FARC no son un ejército de ocu-
pación, relató la existencia de vínculos afectivos y consanguíneos que hacen que la
relación de la estructura armada con la población local no sea un problema para la
organización.
Adentrándose en el tema de la implementación, y apartándose de las élites políticas que
según planteó tienen una actitud de desdeño frente a las capacidades de las FARC fuera
de la lucha armada en términos administrativos, destacó la capacidad organizativa de las
FARC, la cual le ha permitido, a través de la planificación estratégica, subsistir por más de
50 años. En ese sentido, resaltó la alta capacidad de resolver problemas sobre la marcha
indicando que son elementos intrínsecos de la subcultura guerrillera que deberían ser
aprovechados en el marco de un proceso de transición e implementación de los acuerdos.
Para acabar, se refirió a la necesidad de humanización de los combatientes tanto militares
como guerrilleros. Llamó la atención sobre algunos sectores académicos, medios y organi-
zaciones no gubernamentales que, en algún momento, contribuyeron presentando una
imagen distorsionada de la realidad de la organización guerrillera. Por este motivo surge
la necesidad de humanizar a los combatientes para que la sociedad colombiana tenga la
capacidad de reconocerlos y entenderlos.
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En relación al cese al fuego, señaló que su negociación no consiste en un tema táctico, sino
estratégico, y que una vez se pacte el contexto será irreversible para las FARC, con el per-
juicio de que otorgarán una ventaja de carácter militar a unas fuerzas militares que, sin
impedimentos operativos, desarrollarán operaciones militares contra otros factores de
violencia presentes en el territorio nacional. Indicó que este proceso llevará tiempo, pre-
paración y definición de espacios, frente a lo que manifestó la previsible solicitud por
parte de las FARC de varias zonas de concentración, que le permitan tener una retaguar-
dia estratégica y rutas de escape, elementos de índole militar. En este sentido, alertó sobre
la imposibilidad de verificar el cumplimiento de un cese al fuego en ausencia de un acuer-
do de este tipo con el ELN.
Yezid Arteta concluyó su presentación refiriéndose al papel de la comunidad internacio-
nal. Señaló que se hace necesario contar con un mandato robusto que tenga capacidad de
«golpear» si existen amenazas al cese al fuego, con misiones tripartidas y presencia de la
comunidad, así como ayuda humanitaria.
112 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
sobre el papel que han tenido los diversos actores del conflicto. Compartió los resultados
de investigaciones previas, y señaló que las Fuerzas Militares, contrariamente a lo que se
dice, no son las principales perpetradoras de las violaciones de los derechos humanos en
Colombia, sino la clase política. Por su parte, Yezid Arteta y Andrés Suarez, destacaron el
componente ideológico de las FARC, presente en sus años de existencia a través de los
intentos de creación de partidos políticos, el apoyo a diversas organizaciones y la penetra-
ción de movilizaciones sociales, lo que evidencia un sentido de lucha que legitima su in-
tención de vincularse a la vida política.
Gustavo Duncan hizo énfasis en que las demandas sociales que se manifiestan en los terri-
torios se constituyen en el eje legitimador de la presencia de bandas criminales, en la
medida en que estos se encuentren capacitados para satisfacerlas. En ese punto, indicó
que, a su modo de ver, el papel del Estado será el de ente regulador, puesto que la dinámi-
ca de la economía ilegal seguirá fortalecida como fuente de inclusión en el mercado global.
En ese sentido se mencionó la necesidad de reconvertir las Fuerzas Armadas, destacando
la probable creación de un Ministerio de la Seguridad Ciudadana en cabeza de la Policía
Nacional. Se llamó la atención al riesgo que implicaría el trasladar a los soldados inope-
rantes —producto del fin de la confrontación— hacia las fuerzas policiales, sin una adecua-
da preparación.
CONCLUSIONES
RAFAEL GRASA
Presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP)
Rafael Grasa inició esta parte final del seminario diciendo que transitaría de lo más abs-
tracto y general hacia un punto concreto. Y que serían unas conclusiones poco convencio-
nales, dejando unas recomendaciones concretas para la fase posterior.
Concretamente, partió del recurso de Alonso Salazar en La parábola de Pablo, un libro
dedicado, siguiendo las características de las parábolas como género narrativo-prescripti-
vo, a deducir una enseñanza a partir del relato de la historia de Pablo Escobar. La ense-
ñanza que nos recordó Salazar era sucinta: Escobar no fue un hecho fortuito, sino fruto de
la combinación de diferentes factores, de diversas circunstancias culturales e históricas,
combinadas con un contexto que convirtió en enormemente rentable la producción y dis-
tribución de drogas ilícitas.
Con el objeto de extraer enseñanzas y siguiendo a Salazar, Grasa utilizó un recurso plural.
Centró su atención en las ocurrencias lingüísticas, los grandes temas y palabras usados en
el seminario, así como su uso semántico.
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 113
En este orden de ideas, dijo que en un análisis de contenidos, cualitativo, las expresiones
usadas en el seminario reflejaban más optimismo que pesimismo, pese a la importancia
dada a señalar retos y dificultades. Dicho de otra forma, ironizó Grasa, «aunque academia
y sociedad civil, bien representados aquí, tienen tendencia a ver la botella medio vacía, en
este seminario han mostrado confianza y esperanza en hacer las paces y construir la paz».
Respecto de las frases o usos semánticos más destacados, señaló tres ocurrencias lingüís-
ticas bien claras, vinculadas a palabras o expresiones como «camino», «oportunidad/
oportunidades» y «gestión de las expectativas».
Con relación a la expresión «camino», Grasa resaltó las diferentes maneras en las cuales
se mencionó la palabra. Inició Virginia Bouvier con el título de su ponencia, «se hace ca-
mino al andar». Otros hablaron de «andares» y numerosas veces se recordó a Muste y su
«no hay camino para la paz, la paz es el camino». Destacó la importancia, al hablar de
camino como recorrido, clave en términos de estrategia, de saber de dónde partimos, ha-
cia dónde vamos, y, naturalmente, cómo queremos llegar. Recordó al respecto que, en la
vida real, hay siempre más de un camino para llegar a algún lugar, puesto que siempre
habrá azares, errores e incluso retrocesos que influyan en la marcha y en el caso de Colom-
bia, en las posibilidades de recorrer un camino hacia el cambio social, pacífico y noviolen-
to. De hecho, ese cambio social se caracteriza por trabajar con lentitud y acumulación.
Recordó, empero, de la mano del diálogo entre Alicia y el gato de Cheshire, que de nada
sirve moverse por un camino sino se sabe cómo y a dónde se quiere llegar, es decir, si, se
carece de estrategia, en su sentido etimológico, camino hacia.
La segunda expresión que se menudeó en el seminario fue, en singular o plural, oportu-
nidad. A veces se usó, con el optimismo al que aludió Grasa al principio, para referirse a
la ventana de oportunidad: acabar con el conflicto armado, y, pese a que ello devele y haga
surgir otros conflictos sociales, generará posibilidades y probabilidades de cambio. Dicho
de otra forma, señaló Grasa, las oportunidades surgen del hecho de que el fin de la violen-
cia armada develará otros conflictos, liberará fuerzas, generará nueva conflictividad y po-
sibilidades de cambio. Se abrirá paso a todo un imaginario sobre cómo reconstruir la na-
ción y el Estado, «esa Colombia que decían parece a medio hacer». Condiciones nuevas
para llevarlo a cabo, en suma, oportunidades de rehacer Colombia, de refundarlo como
país de países, con nuevos límites y virtudes en que, dijo Grasa, sea posible la vida en dig-
nidad para todas las personas.
La tercera expresión que destacó Grasa fue «gestión de las expectativas». La sociedad
colombiana está esperanzada, quiere resultados, cambios, mejora, y todo rápido. Eso no
es posible en poco tiempo, pero si factible, porque, como dijo un poeta catalán, «no todo
está por hacer ni todo por inventar». Se trata, dijo el ponente, de hacer comprender que
«todo es posible, sí, pero a largo plazo». Partiendo de la base de que no existe un condicio-
nante biológico a la repetición cíclica de la violencia intergeneracional, señaló que el prin-
114 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
cipal obstáculo será aprender a manejar las tensiones, a lo que dedicó la segunda parte de
su resumen conclusivo.
El segundo momento de la presentación de las conclusiones lo dedicó Rafael Grasa a se-
ñalar las «tensiones» sobre los escenarios de posconflicto en Colombia, que ocuparon
muchas de las discusiones en cada uno de los ejes. Concretamente señaló cinco grandes
tensiones para él previsibles: respecto del tiempo; respecto de los actores y los lugares;
respecto de los mecanismos de producción y reproducción de la violencia; a propósito de
las estrategias y la capacidad de combinar visiones diferentes; y, por último, sobre la eje-
cución, aplicación, seguimiento y evaluación.
Primero, respecto del tiempo, Grasa señaló la dificultad para combinar tiempos diferen-
tes; lo urgente, lo importante, lo que exige capilaridad y el tiempo largo, el camino que
habrá que recorrer con lentitud para llegar a lo planeado «a largo plazo». Por un lado,
aparecerá la tensión entre la urgencia y la importancia, y a menudo, habrá riesgo de que,
en sus palabras, «lo urgente se coma lo importante». Señaló que en el cambio social lo
importante es el tiempo largo, como sucede con la irrigación por goteo. Por ello, señaló
que en el caso colombiano el tiempo de pasar a hacer las paces a construir la paz tendrá
elementos temporales con riesgos importantes en el primer y segundo año, y, nuevamen-
te, al acabar el ciclo presidencial que se inaugura el 7 de agosto de 2014. Señaló que la
clave está en la política, con mayúsculas, a la que compete manejar los tiempos. Adicional-
mente, existe otro riesgo ligado a los tiempos, pero en clave mucho más cultural: será ne-
cesario reconocer que en Colombia hay tiempos culturalmente distintos y percepciones
temporales muy diferentes, como en el caso de los pueblos originarios y su apreciación del
tiempo, o con las mujeres —merced a siglos de atávico proceso de exclusión de la esfera
pública— y, también como en el caso de los jóvenes, que representan las expectativas de
futuro y que ven —por falta de oportunidades— que están cuasi excluidos del presente.
Segundo, una tensión entre actores y lugares, clave a medio y largo plazo. Esta estará
determinada por la tensión territorial, puesto que si bien todo el mundo reconoce que la paz
se hará en los territorios y que resulta clave el enfoque territorial, casi nunca se baja a lo con-
creto, dijo Grasa. Continuó señalando el cómo hacerlo, cediendo protagonismo y aceptando
que existirán diferentes proyectos en contraste. Habrá, pues, tensiones entre actores políti-
cos y actores sociales y económicos, tanto a nivel nacional como de cada territorio o comuni-
dad. Rafael Grasa señaló que esa tensión se evidenciará en el escenario de la construcción de
paz, entre los diferentes actores e incluso dentro de cada actor. Recordó que hay visiones
empresariales enfrentadas y también una gran heterogeneidad en la sociedad civil. Eso, de
no manejarse bien, podría conllevar que algunos actores se convirtieran, intencionalmente o
no, en disruptores del proceso de construcción de paz, en lo que se denominan spoilers.
Se ocupó luego de las tensiones a propósito de los mecanismos de producción y re-
producción de la violencia, presentes en diferentes niveles y ámbitos de la vida colom-
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 115
biana: interpersonal, comunitaria, educativa, local y comunitaria y política, entre otros.
Indicó que, si bien aún sabemos poco sobre cómo funcionan estas tensiones y cómo influ-
yen las unas en las otras, incluyendo el papel de la glorificación de la violencia simbólica y
de la violencia directa, al diseñar políticas de fomento de la educación para la paz, de cul-
tura de paz y de manejo pacífico de los conflictos, será clave el conocerlas así como su in-
terrelación con los mecanismos que las producen y reproducen.
El cuarto tipo de tensiones, dijo, es la que se ha manifestado respecto de cómo conciliar
estrategias, visiones diferentes, evitando el riesgo del uniformismo, de la vi-
sión única, unidimensional. En este punto señaló que hay alternativas, están en Co-
lombia y se han practicado con éxito en los últimos años. No en vano existen centenares
de buenas prácticas de construcción de paz en Colombia. Propuso, para manejar este tipo
de tensiones, generar más diálogos de saberes, de experiencias e, incluso, citando a Jenny
Pearce, de «cuerpos», habida cuenta de la importancia de la masculinidad en la produc-
ción y reproducción de la violencia. El ponente sugirió apelando a los académicos, «inven-
tar, probar conjeturas y refutaciones y descartar». Y recordó que no se trata de inventar ex
novo, de crear un mundo nuevo totalmente perfecto. Podemos aprender, metafóricamen-
te, del refrán africano; «la cebra no se salva del león que persigue a la manada por ser más
rápida que el león, sino por correr más que otras cebras».
Por último, existe una última tensión, relativa a la ejecución, aplicación, segui-
miento y evaluación de los acuerdos y de la agenda de construcción de paz
que se vaya acordando. Es temprano para pensar en ella, pero por experiencia
comparada señaló dos posibles fuentes de tensión, la primera derivada de cómo com-
paginar y dejar espacio a la participación de todos los actores y la segunda, el papel de
la comunidad internacional, con sus diversos actores, bilaterales y multilaterales, pú-
blicos y privados. Un reto fundamental, en el caso de la comunidad internacional será
respetar y acompañar, y recordó que acompañar supone «ser capaz de entender y de
estar con».
En el tercer momento de su intervención, el presidente del ICIP se ocupó de subrayar
las diversas tareas planteadas en el seminario para el futuro. Empezó recordan-
do que hay dos grandes tareas macro, parcialmente conectadas y parcialmente indepen-
dientes: hacer las paces y construir la paz, o las paces. Ambas tareas implican numerosos
retos y temas, al ser multidimensionales y necesitar de múltiples actores.
El seminario estableció ya algunas guías o directrices para esas tareas:
1. Deconstruir mitos, como los mitos e imaginarios de buenos y malos absolutos. Recordó
al respecto que «las verdades se descubren y las mentiras se construyen». Se necesita-
rá, por el contrario, un imaginario consistente y un proyecto ilusionante para la gene-
ración presente y las futuras, construir una nación de naciones, de valores compartidos
entre quienes viven en el territorio colombiano.
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2. Buscar la claridad conceptual. Resultará clave tener claro qué significa cada cosa, sin
necesidad de adoctrinar ni de establecer definiciones canónicas sino simplemente ope-
rativas. Señaló que hacen falta ya mediadores lingüísticos que permitan transitar bien
de la teoría a la práctica, del proyecto a la implementación, entre diferentes actores y
diferentes culturas. A ese respecto, dio ya una definición operativa para construcción
de la paz, de la mano de Galtung: «construir la paz supone trabajar la implementación
o aplicación práctica del cambio social pacifico mediante reconstrucción y desarrollo
socio-económico».
Finalmente, Rafael Grasa, partiendo de la mencionada multidimensionalidad de la tarea
de construir la paz, señaló que no puede haber una hoja de ruta estática y fija. Construir la
paz es un proceso multidimensional y multinivel que se da en un sistema complejo y adap-
tativo, por lo que el cambio y la evolución son la norma y no la excepción. Además, empe-
zar a construir la paz contagia, cambia las cosas. En suma, no todo es programable, hay
que hacer camino al andar y hay que fomentar el capital social y cultural que permita re-
sistir y adaptarse.
Resaltó dos ideas al respecto, alertando de su potencial de cambio. Primero, lo local es
clave y da sustentabilidad pero implica diversidad y se conjuga de diferentes maneras, por
lo que exigirá diálogo, es decir, procesos de conversación entre las partes orientado a bus-
car entendimiento y acuerdo. Segundo, el papel de cambio que supondrá también el papel
de la comunidad internacional, en concreto su cooperación técnica.
Todo ello, concluyó, exige contar con métodos, observatorios e informes, que permitan
medir —de forma independiente y fiable— los avances hacia la paz. Rafael Grasa señaló
que convendría disponer al menos de dos instrumentos de medición. Por un lado, una
medida de favorabilidad al proceso, que debe diseñarse con un indicador permanente en
el tiempo. Por otro, y como algo más estructural, una medición de la paz como un factor
estructural que debe permear toda la sociedad y cultura colombiana. Para ese último caso,
invitó a los asistentes a revisar la medida del índice de paz global que existe desde hace
una década y que mide paz negativa con elementos de justicia ponderando ocho factores
o indicadores. Cinco de ellos son condiciones, de posibilidad, necesarias pero no suficien-
tes, en las que siempre hay que mejorar: 1. El grado de flujo de información libre de que
goza la sociedad; 2. Un bajo nivel de corrupción; 3. La aceptación de las reglas del estado
de derecho; 4. Un buen nivel educativo; y 5. Las buenas relaciones con los vecinos. Adicio-
nalmente, según la propuesta del índice otros tres factores o indicadores actúan como fa-
vorecedores o multiplicadores: 6. El entorno empresarial favorable; 7. El buen gobierno:
y 8. La distribución equitativa de la riqueza.
Las palabras finales de Rafael Grasa, resumen de su intervención, fueron la cita de un
poema que es a la vez el lema del ICIP: «la paz no es una ráfaga de viento, sino una pie-
dra en la que hay que esculpir día a día el esfuerzo de conquistarla» (Miquel Martí i Pol).
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 117
CONFERENCIA FINAL: REFLEXIONES EN TORNO
AL POSCONFLICTO EN COLOMBIA
SHLOMO BEN AMI
Vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz
El Sr. Shlomo Ben Ami inició su presentación aclarando no ser colombianista y haber lle-
gado al país durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, en particular durante la implemen-
tación de la Ley de Justicia y Paz. En relación a las negociaciones con las FARC, relató que
el Presidente Juan Manuel Santos fue quien lo introdujo como asesor del equipo negocia-
dor colombiano, haciendo énfasis en no conocer miembros de la organización guerrillera
de las FARC, a excepción de algunos desertores. En este sentido, indicó que se concentra-
ría en reflexiones sobre el actual proceso de paz en Colombia. En primer lugar, y retoman-
do a Rafael Grasa, se refirió al largo plazo como marco de referencia entre las opciones de
paz y guerra, frente a las cuales los ciudadanos se suscriben —citando al economista John
Maynard Keynes—, a la idea del «in the long term» o en el largo plazo. Así, indujo a la re-
flexión acerca del dilema del líder que conduce un proceso de paz en un contexto político
del cual no puede desligarse y que a su vez, según lo demuestra la experiencia, es el mismo
contexto que puede derrotar el proceso, aun en estados democráticos como el colombiano.
Planteó la tesis de que además de guerras asimétricas, también existen procesos de paz
asimétricos, no en el sentido de dos fuerzas que no son iguales en términos militares —como
el caso del poder militar del ejército colombiano vs el ejército de las FARC—, sino en el tipo
de preocupaciones y comportamiento de cada una de las partes. Indicó que el presidente
Juan Manuel Santos tiene un espacio político rígido, en el cual no tiene margen de manio-
bra, en la medida en que existen factores como la oposición y la opinión pública. Aclaró que
no desvirtúa las preocupaciones que la organización guerrillera de las FARC pueda tener,
pero señaló que son seguramente menores ya que actúan en una esfera política radicalmen-
te distinta, debido a que en el marco de una democracia, el inicio de conversaciones de un
actor no estatal con un actor estatal, supone una desventaja en el punto de partida. El tiem-
po político de una democracia es distinto al tiempo político de una organización al margen
de la ley, más aún en el caso de las FARC, que hace más de 50 años permanecen con una
mentalidad propia y burbuja de ideología que ni siquiera en el contexto de crisis y colapso
ético y sistémico del capitalismo, ha encontrado un lugar para ofrecer una respuesta de tipo
ideológico. Situación que según manifestó, pudo haber sido diametralmente opuesta en los
años 60 o 70. El ponente definió este suceso como producto de la prisión intelectual en la
que líderes de una organización no estatal como las FARC pueden llegar a encontrarse.
El Sr. Ben Ami manifestó que nota cierta indiferencia de las partes frente a las considera-
ciones del otro. Con relación al presidente Santos, señaló que si bien se podría decir que
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es la salvación de las FARC-por ser la paz su política esencial y de gobierno-, las posibili-
dades de que un nuevo presidente lleve a cabo un proceso de paz no implica que pueda
llegar más lejos de lo que ha logrado el Presidente Juan Manuel Santos. En su opinión, los
avances del proceso de paz han estado suscritos al poco interés de las FARC de llegar a un
acuerdo político razonable para el presidente. Señaló que no tienen prisa, aludiendo al
anunció de la organización guerrillera en donde señalaban no estar interesados en llegar
a un acuerdo previo a las elecciones presidenciales del 2014, cuando, según el ponente, sí
era factible.
A modo de crítica, señaló que el acuerdo de paz no debe ser tan minuciosamente detallado
como lo está siendo al señalar número de personas, hectáreas y etapas, entre otros ele-
mentos. Señaló que pudiera ser más ligero y dejar otras cuestiones específicas a un proto-
colo posterior, en la etapa de implementación. En ese punto, recordó el caso de Israel,
cuando en 1979 el primer Ministro Menájem Beguín y el presidente egipcio Anwar Sadat
llegaron a un acuerdo de paz con mediación de la Casa Blanca, por el cual recibieron el
Premio Nobel y en el cual, un año después de la firma del acuerdo, continuaba siendo ne-
cesario el apoyo del entonces Presidente Norteamericano Jimmy Carter, quien enlazó te-
mas concretos a través de un protocolo. En este sentido, llamó la atención sobre el caso
colombiano en el cual se negocia con una guerrilla que no cuenta con una opción militar
viable para ganar la guerra, sino para sobrevivir, que a su vez —y destacando la labor del
gobierno colombiano en estos avances—, ha perdido el espacio político que llegó a tener
en los mejores tiempos «bolivarianos».
El Sr. Ben Ami, indicó que el proceso de paz colombiano está respondiendo al «libro de
texto» de cómo se hacen los procesos de paz en el mundo. Iniciando como se hizo en Cen-
troamérica y en Medio Oriente, en donde a raíz del fin de la Unión Soviética comienzan los
procesos de paz. Señaló que a pesar de no tener Unión Soviética, en el caso colombiano sí
se inició una política que cambió la realidad regional. El acercamiento con Venezuela y el
papel positivo que jugó Chávez se constituyen en el equivalente a lo que en otras latitudes
se considera como crear condiciones.
El ponente también resaltó la tarea del presidente Santos en cuanto a gestionar las condi-
ciones regionales que han hecho factible el inicio y desarrollo del proceso de paz en La
Habana. La reconciliación con Ecuador, y demás «amigos» de las FARC en la región, y el
haberlos convertido en partícipes del proceso, al tiempo que lograba diezmar a la organi-
zación guerrillera. Retomando a Rafael Grasa, denominó este contexto como una ventana
de oportunidades ideal.
Con relación a posibles riesgos del proceso, señaló el surgimiento de un choque de tiempo
y espacio relacionado con la asimetría entre las FARC y el gobierno. Hizo alusión al caso
palestino, en el que hoy día permanecen negociando con el Primer Ministro israelí Benja-
mín Netanyahu, a quien denominó como una especie de «Uribe», que no ofrece ni el 50%
de lo que se ofertó desde el Estado de Israel en las negociaciones adelantadas en el año
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2000, cuando él fue Ministro de Asuntos Exteriores. Relató cómo, en aquel entonces, las
negociaciones se desarrollaron previas a elecciones presidenciales, en un ambiente de opi-
nión favorable para la oposición política israelí, liderada por Ariel Sharon y en donde los
ciudadanos percibían las concesiones ofertadas a Palestina como un regalo. En este orden
de ideas, el ponente indicó que las concesiones normalmente se diluyen en la grandeza del
momento histórico que representa un acuerdo de paz. Cuando no se diluyen, lo único que
resta es castigar al político, lo cual finalmente sucedió en los resultados electorales en los
cuales Sharon salió victorioso.
Comparativamente hablando, el Sr. Ben Ami recordó como el líder nacionalista palestino
Yasser Arafat, al encontrarse ad portas de concretar una negociación con Israel, decidió
esperar a un «próximo» gobierno que ofreciera mejores ofertas a sus peticiones, lo cual a
día de hoy ha sido imposible. En este contexto, el ponente manifestó que las asimetrías del
caso colombiano eran para él causa de preocupación, puesto que, en el período posterior
a las elecciones presidenciales de mayo de 2014, cuando se retomen los tres capítulos pen-
dientes por negociar, en el mes de agosto, el tiempo recorrido podría llevar a un estanca-
miento definitivo del proceso. Como factor agravante recordó la conformación del Con-
greso de Colombia para la próxima legislatura en donde el Uribismo tendría un respaldo
ciudadano más institucionalizado, contando con 20 senadores y un candidato, que si no
gana habrá, conseguido gran parte del apoyo del país, creando un espacio político e insti-
tucional sofocante para el presidente Santos. En este contexto, se desarrolla la primera
asimetría que el Sr. Ben Ami relató, un Presidente que tendrá un margen de maniobra
menor y unas FARC que parecen obviar esta situación agravante.
El ponente se refirió al impacto que la guerra y la paz generan en las sociedades como otro
elemento que genera asimetría. Indicó que mientras las guerras suelen unir a las naciones, la
paz suele dividirlas, debido a que esta última, comúnmente se relaciona con consideración de
que puede traer impunidad, que a pesar de ser un anhelo social, se ha construido sobre la idea
de que no existen costos para conseguirla y sin reconocimiento de los límites del conflicto. En
este punto surge la problemática de cómo reconciliar la paz con la justicia y con aquellos ac-
tores que la reclaman, como el caso de los uribistas y su lema de «Paz sí, pero sin impunidad».
Enfatizó que la paz debe considerarse desde una perspectiva político-social, y no jurídica.
Recordó que la paz se construye de la mano de los políticos y no de los tribunales o los
campos de batalla. Recomendó de manera especial, el respeto y reconocimiento a las víc-
timas, indicando que el camino a seguir debe considerar la compensación moral a las
víctimas y en ocasiones, económica, lo cual supone volver al dilema del líder, ¿qué es más
importante, las víctimas del pasado o las potenciales víctimas del futuro? Frente a este
reto reconoció que existen decisiones que rompen el corazón de todo líder responsable.
En relación a la política colombiana, introdujo la idea de que es muy fácil hacer campaña des-
de la oposición sin impunidad. Listó escenarios posibles como la extradición y la cárcel para
120 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
guerrilleros señalando que con su aplicación sería imposible concretar un acuerdo de paz y, en
esa medida, seguir con la guerra sería una decisión legítima, lo cual supone decir una cosa y
hacer lo contrario, partir de la base del castigo a guerrilleros supondría eliminar las posibili-
dades de acuerdo. Denominó esta postura como hacer política, no hacer política de paz.
Enlazando con los argumentos de los dilemas a los que se enfrenta un líder, señaló el reto
de como a lo largo del proceso de paz, el Presidente Juan Manuel Santos deberá cooptar
la administración y el ejército hacia su política de paz, lo cual en el caso colombiano no
será tarea fácil para unas fuerzas armadas que llevan más de 50 años planeando una de-
rrota militar. Llamó la atención sobre el impacto que tiene para víctimas y militares la idea
de ver a líderes guerrilleros en el Congreso. Ampliando este punto, el ponente realizó una
comparación con el caso Israelí-Palestino, en donde en el año 2000 el ejército israelí se
encontraba tan opuesto a las concesiones ofrecidas a los palestinos que no aceptaban co-
laborar facilitando al gobierno los mapas necesarios para tomar decisiones estratégicas.
Incluso, en ese entonces, después de ser publicados los parámetros de Clinton, el jefe del
ejército israelí, en contraposición, realizó una rueda de prensa donde manifestaba que
dichos parámetros se constituían en una amenaza para la existencia del Estado de Israel,
llevando a cabo una acción que fue interpretada como una especie de golpe de Estado.
Con relación al cese al fuego, explicó desde su punto de vista, las justas razones —en clave-
por las cuales el Gobierno del presidente Santos se opuso. En primer lugar, porque es muy
complejo monitorear el cese al fuego en una geografía como la colombiana y teniendo una
estructura como la de las FARC que podría facilitarles un rearme. La otra razón fue la ne-
cesidad del presidente Santos de mostrar que no tiene debilidad, que no cede, y así captar
el apoyo social. Indicó que estas eran consideraciones de tipo político-estratégicas legíti-
mas, pero que al mismo tiempo crean problemas de cara a la opinión pública, en la medida
en que siguen muriendo personas y se sigue atentando contra la población civil. Señaló
que este dilema de actuación para el Presidente podría constituirse en una debilidad que
favorece las dudas frente a la naturaleza del proceso de paz. En ese contexto, el ponente
afirmó que tendría sentido seguir la guerra si ésta cumple un tercer requisito, y es que el
equipo negociador identifique que la guerra y los ataques al grupo opositor influyen o cam-
bian las posiciones y ritmo de las negociaciones. De no ser así, el aumento de armamento
y la agudización de los ataques deberían servir para que el gobierno logre influenciar las
posiciones de la guerrilla frente a la urgencia de avanzar en las negociaciones de paz.
Con relación a la aplicación de la amnistía, sí o no, señaló que el dilema que tiene Colom-
bia es el de tener un conflicto de dimensiones africanas en el cual los fundamentalistas en
temas de Derecho Internacional esperan se resuelva considerando la Ley de la Haya, lo
cual planteó sería casi imposible. Indicó que habrá que buscar distintos caminos, como el
caso de Sudáfrica, en el que se hizo una catarsis nacional que conllevó a crear una sensa-
ción de compensación y el de Perú, en donde se desarrollaron comisiones de la verdad,
creando la sensación de que existe compensación. El ponente reconoció la existencia de
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 121
diferencias entre el caso colombiano y el sudafricano en cuanto a la posibilidad que hubo
en este último de evitar la justicia, dado que la paz significó un cambio fundamental en la
estructura del Estado constituyéndose en una revolución. En el caso colombiano, la pos-
tura del gobierno apunta a que no se trata de implementar un nuevo modelo político como
el socialismo. Afirmó que el gobierno colombiano pretende llegar a un acuerdo de paz con
las FARC sobre una base mínima, de cambios muy puntuales de la estructura del Estado.
Resaltó como algunos de esos cambios ya se han adelantado, como lo es en el caso la Ley
de Víctimas y Restitución de Tierras que precede a las negociaciones, siendo avances sui
generis que en el contexto de los procesos de paz normalmente se producen a posteriori y
han sido definidos por el líder guerrillero Alfonso Cano como «una revolución mayor que
puede llevar a la paz». Con lo cual se evidencia que no habrá un cambio radical en relación
al capitalismo como modelo, ni con relación a las sensibilidades sociales que caracterizan
al Estado colombiano, como lo es la lucha contra la pobreza.
Concluyendo, el Sr. Ben Ami manifestó que pertenece a la escuela que considera que la paz
no es un intento de llegar a la justicia, sino un intento de buscar un equilibrio sensato y
razonable entre partes en un conflicto. Con justicia frecuentemente no habrá paz y ésta
siempre tendrá que ser contextualizada en el contexto social y político para sacar a un país
de la guerra.
Aportó dos reflexiones. En primer lugar, señaló que Colombia tiene una ventaja frente a
otros procesos de paz como los de Guatemala y El Salvador, países que al ingresar en el
proceso de paz eran estados fallidos. Resaltó que Colombia es un Estado vertebrado insti-
tucionalmente, lo cual le da la primacía de poder absorber las consecuencias del proceso
de paz en el seno de sus instituciones, lo cual se constituye en una ventaja. Complemen-
tando su idea, aludió al caso del ex presidente palestino Yasser Arafat, quien temía que un
acuerdo de paz con Israel desencadenara una guerra civil palestina, debido a que las con-
cesiones necesarias para llegar a tal fin, podrían ser percibidas como ilegitimas por los
palestinos, para quienes su narrativa nacional desaparecería.
En relación al caso colombiano, señaló que el acuerdo de paz con las FARC no desencade-
naría en una guerra civil, puesto que el marco democrático e institucionalizado en el que
se desarrollan las negociaciones hace pensar que prevalecerá la lógica de las mayorías. En
este sentido, reafirmó que Colombia cuenta con una enorme ventaja.
Para culminar, invitó a los asistentes a reflexionar sobre cómo evitar que la violencia siga
en caso de que haya un acuerdo de paz. Afirmó que el factor explicativo de la violencia en
Colombia lo constituye la magnitud de su territorio, en relación con la incapacidad estatal
de hacer presencia en cada lugar; factor que a su vez se constituye en el principal riesgo en
el marco del posconflicto. Sugirió la obligación del Estado colombiano de permear el terri-
torio nacional con la presencia máxima de su institucionalidad y gobernando el país de
una forma equitativa, evitando así los vacíos que podrían ser llenados por otros actores.
122 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
4. RECOMENDACIONES
1. Las presentes recomendaciones han sido elaboradas por Rafael Grasa, María Fanlo y Pamela Lozano.
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 123
9) Establecer fórmulas que aborden las cuestiones de verdad y memoria,
haciendo un ejercicio de conocimiento y reconocimiento de los hechos, a
través, quizás, de diferenciar entre comisión de la verdad y comisión de esclareci-
miento histórico, así como estableciendo fórmulas que permitan trabajar, e incluso
sesionar formalmente, en diferentes territorios. Todo ello será el primer paso para
establecer políticas públicas sólidas, y persistentes en el tiempo, de pasado y de me-
moria, claves para la reconciliación.
10) Avanzar en el diseño de una reforma del sector de seguridad y de las po
líticas de seguridad, tanto en la dimensión policial como militar. Parece
conveniente proceder con alto nivel de consenso, contemplando la transición de las
fuerzas armadas y de las fuerzas policiales y militares hacia nuevos modelos, contem-
plando quizás fuerzas policiales diferentes en las zonas rurales (del tipo Gendarme-
ría). Habrá que prestar especial atención a la forma de minimizar los riesgos de incre-
mentar o permitir manifestaciones violentas de tipo criminal en los territorios más
directamente afectados por el conflicto y que, en el proceso de desarme y desmovili-
zación, pueden padecer «vacíos» de fuerzas de seguridad. Se considera también im-
portante pensar en la creación de un Ministerio de Seguridad, con un enfoque ciuda-
dano y civil, habida cuenta de los cambios sociales, no exentas de violencia, que
supondrá el posconflicto.
11) Garantizar que el papel de la mujer sea central en el proceso de construc-
ción de paz en Colombia y que su contribución sea efectiva y sustancial en todas
las fases del proceso.
12) Alentar a la comunidad internacional a contribuir a la creación de capa-
cidad de acompañamiento, y eventualmente de monitoreo, acordada con
el Gobierno y demás actores de la sociedad colombiana. Ello permitiría se-
guir, con los procedimientos que se decidieran, de forma neutral y objetiva los avan-
ces, retrocesos y necesarias adecuaciones de lo pactado en un acuerdo de paz, así
como acompañar, si se considera conveniente, a las diferentes instituciones colom-
bianas en sus procesos de generación de consenso y diálogo entre actores y de crea-
ción de capacidades e institucionalización de procesos.
124 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
ANEXOS
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014
Casa de la Convalescència
(Recinto del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau) Aula Magna
C/ Sant Antoni Maria Claret 171 · Barcelona
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014
■ Gonzalo Sánchez
Las tareas de la memoria en tiempos de conflicto armado
y postconflicto
MIÉRCOLES, 7 DE MAYO
SESIÓN PÚBLICA: RESULTADOS DEL SEMINARIO
9.00 h Miércoles 7 de mayo de 2014
EJE 6. POLÍTICAS DE SEGURIDAD Y DE DEFENSA. EL PAPEL De 17.30 a 19.30 h
DE LOS ACTORES NO DIRECTAMENTE POLÍTICOS
Presentación del acto
■ Frédéric Massé Marta Macías, directora general de Cooperación
¿Hacia una Pax Mafiosa en Colombia? al Desarrollo
12.00 h
CONCLUSIONES Y CONFERENCIA FINAL
■ Rafael Grasa. Relatoría
■ Shlomo Ben Ami
Reflexiones en torno al postconflicto en Colombia
13.15 h
CLAUSURA
■ Imo. Sr. Jordi Martí, Regidor de Presidencia y Territorio
Ayuntamiento de Barcelona
■ Excmo. Sr. Salvador Esteve, presidente de la
Diputación de Barcelona
ORGANIZA:
www.icip.cat
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014
Abello Colak, Investigadora asociada del Centro Internacional de Estudios en Participación del Departamento de Estudios
Alexandra de Paz de la Universidad de Bradford (Reino Unido). También es candidata a doctorado en Estudios de Paz
de la misma universidad y asesora académica del Observatorio de Seguridad Humana de Medellín. Su tra-
bajo académico se centra en tres aéreas: la provisión de seguridad en contextos urbanos, especialmente en
comunidades afectadas por altos índices de violencia e inseguridad, la conexión entre discursos y prácticas
de seguridad, la transformación social y la participación, y finalmente, innovaciones metodológicas para el
estudio de la seguridad en contextos de violencia crónica. Alexandra es profesional en Relaciones Interna-
cionales de la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia, magister en Resolución de Conflictos de la Uni-
versidad de Bradford y recientemente se desempeñó como investigadora asociada del programa Marie Curie
en el Centro para el Estudio de Conflictos de la Universidad de Utrecht (Países Bajos).
Aguiar Molina, Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Cooperación para
Pablo el Desarrollo por el CIDOB. Ha sido profesor de Relaciones Internacionales en la Universitat Autònoma de
Barcelona, concentrando sus investigaciones en las políticas de cooperación para el desarrollo, especialmente
las de la Unión Europea y sus países miembros. Formó parte del equipo encargado de poner en marcha el
Instituto de Paz de la Generalitat de Cataluña. Ha impartido cursos en diversas universidades y centros como
la Universitat de Lleida o los cursos para preparación de la escuela diplomática del Centro de Estudios Inter-
nacionales de la Universitat de Barcelona. Actualmente trabaja como técnico en políticas públicas de fomento
y construcción de la paz para el Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), también es miembro de la
Red de Expertos del PNUD para América Latina y el Caribe. Su más reciente publicación ha sido “Seguridad
Humana. Un marco de análisis”, junto con Javier Alcalde en Seguridad humana y construcción de paz en
Colombia (2011) coordinado por David Bondia y Manuel Ramiro Muñoz (Barcelona, Huygens).
Aragón Gil Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ingresó en la Carrera Diplomática en
de la Serna, diciembre de 2000. Ha ocupado puestos en la Dirección General de Asuntos Generales UE en el Ministerio
Carlos de Asuntos Exteriores y Cooperación, ocupándose del seguimiento de la ampliación de la UE.
Ha estado destinado en las Embajadas de España en Namibia, Noruega y Australia, donde entre otras res-
ponsabilidades se ha encargado de asuntos políticos, de cooperación, culturales y consulares.
Desde 2011 desarrolla sus funciones en AECID, dentro de la Dirección de Cooperación con América Latina y
el Caribe, donde ha sido responsable de coordinación de los programas de cooperación transversales y más
específicamente del seguimiento de la cooperación iberoamericana. En la actualidad es Jefe del Departa-
mento de Cooperación con los Países Andinos y el Cono Sur.
Ardila, Dorys Jurista Universidad de la Amistad de los Pueblos Moscú. Máster en Derecho Internacional de la Universi-
dad Lómonosov. Máster en Relaciones Internacionales del programa del IAED -Universidad Externado de
Colombia y estudiante de Doctorado Instituto Gutiérrez Mellado. Profesora Universitaria en Derecho in-
ternacional Público, Derecho Internacional Humanitario, Derecho Internacional de los Derechos Humanos
desde 1.985 en diferentes Universidades de Colombia y en la Escola de Cultura de Pau de la UAB. Durante
su trayectoria profesional se ha destacado por asumir los siguientes cargos: Exsecretaria de las Comisiones
de Paz y Derechos Humanos del Senado de Colombia, Exdirectora del Programa de Resolución de conflictos
de la Cruz Roja Colombiana, Exdirectora Programa de difusión del Derecho Humanitario de la Cruz Roja
Colombiana, Investigadora Adjunta externa Programa Procesos de Paz de la ECP-UAB y consultora inde-
pendiente en temas de Derechos Humanos, Derecho Humanitario, Justicia Transicional.
Artacho Maestro y geógrafo. Trabaja en cooperación al desarrollo desde hace más de veinte años, tanto desde el sec-
Valverde, tor no gubernamental como desde las instituciones públicas. En este último campo, destaca su trabajo como
Julián responsable de Cooperación del Ayuntamiento de Sabadell y también su trabajo en el Ayuntamiento de Bar-
celona y el Fondo Catalán de Cooperación. Fue coordinador técnico de la Agencia Catalana de Cooperación
al Desarrollo (ACCD) y, desde hace más de tres años, es el representante de esta agencia en la delegación de
Colombia. En este país ha sido miembro del Consejo Consultivo Internacional de Memoria Histórica para
el Informe General de Memoria ¡Basta ya!. Recientemente ha sido nombrado, también, representante de la
ACCD en Ecuador y Bolivia.
Arteta, Yezid Estudió leyes y sociología en Barranquilla, Colombia. Su vida ha transcurrido entre la lucha social, la guerri-
lla y la prisión. Ha publicado dos novelas (La Tramacua y De la locura y otros demonios), sendos libros de
relatos (Trocha de ébano y Relatos de un convicto rebelde) e innumerables artículos y ensayos (“Qué, cómo
y cuándo negociar con las FARC”) para distintos medios. Luego de recuperar su libertad en 2006 dedica su
tiempo a la literatura, el antibelicismo y la investigación sobre temas de conflictos en la Escola de Cultura de
Pau de la Universidad Autónoma de Barcelona y otras instituciones internacionales.
Ayuso, Anna Doctora en Derecho Internacional Público y Master en Estudios Europeos por la Universidad Autónoma de
Barcelona (UAB). Investigadora principal para América Latina del Centro de Estudios y Documentación In-
ternacionales de Barcelona (CIDOB) donde coordinó el Programa América Latina (2002-2009) y el Área de
Cooperación internacional (1996-2002).
(19 6-2002). Profesora asociada
asocia a en la UAB de Derecho Internacional Público,
Organizaciones Internacionales y Master Oficial de Estudios Internacionales. Profesora asociada del Instituto
Barcelona de Estudios Internacionales (IBEI). Experiencia en informes y consultorías para diversas institu-
ciones españolas y de la UE. Miembro del equipo de investigación ERJAIDI reconocido y financiado por la
Agencia de gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) de la Generalitat de Cataluña.
http://www.cidob.org/es/cidob/organizacion/expertos_cidob/anna_ayuso_pozo
Bello, Trabajadora Social de la Universidad Nacional de Colombia, Magister en Ciencia Política de la Universidad
Martha Nubia de Los Andes. Investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica. Profesora de Universidad Nacional
de Colombia. Directora del Departamento de Trabajo Social y coordinadora de la especialización Acción sin
daño y construcción de paz. Sus temáticas de investigación se articulan con los procesos de reconstrucción de
memoria, los Derechos Humanos y el Desplazamiento Forzado con énfasis en los impactos e intervenciones
psicosociales. Integrante de la Red Alfa de Investigación, “Migración, Exclusión y Derechos Humanos” y de
la REDIF – Red nacional de investigación sobre el desplazamiento forzado–.
Ben Ami, Vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz. Ex Ministro de Asuntos Exteriores de Israel.
Shlomo Estudió en la Universidad de Tel Aviv y realizó un doctorado en Historia en la Universidad de Oxford. Di-
rigió la Escuela de post-grado de Historia de la Universidad de Tel Aviv entre 1982 y 1986. Autor de varios
libros en inglés, español, francés y hebreo. El más reciente “Scars of War, Wounds of Peace, The Israeli-Arab
Tragedy (Oxford University Press, 2006)”
Fue nombrado Embajador de Israel en España de 1987 a 1991. Elegido para la Knesset en 1996. En el go-
bierno laborista de Ehud Barak (1999-2001) sirvió primero como Ministro de Seguridad Pública y después
Ministro de Asuntos Exteriores. Como tal, participo en la cumbre de paz de Camp
Cam David donde fue el prin-
cipal negociador de la parte israelí, y presidió el equipo negociador en Taba, el último intento de salvar la
paz. Siguió como miembro de la Knesset, donde sirvió en la Comisión de Exteriores y Defensa así como en
la de Constitución, Derecho y Justicia.
Actualmente es el Vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz, del que fue cofundador.
El Prof. Ben Ami es miembro del Consejo del International Crisis Group.
Benavides, Profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes. Tiene un doctorado en Ciencia
Farid Política de la Universidad de Massachusetts - Amherst y ha realizado estudios doctorales en la Universidad
Pompeu Fabra (Derecho) y la Universidad de Barcelona (Filosofía). Ha sido profesor en la Universidad Na-
cional de Colombia y en la Universidad de Connecticut en Storrs (EUA). Fue Viceministro de Política Cri-
minal y Justicia Transicional. Entre sus publicaciones están: Film and the Reconstruction of Memory: The
Catalan Case. En Anne Wagner. Treatise on Legal Visual Semiotics. London: Springer, 2013.; A Tutelazo
Limpio. Human Rights, Law and Resistance. Latin American Perspectives 39(1); “Colombia’s elusive peace:
perspectives for a peace process in Colombia”. Revista Criterios – Cuadernos de Ciencia Jurídica y Política
Internacional. Vol. 4:1 (2011);”Memoria y Verdad Judicial en Colombia: los procesos de justicia y paz”. En
Revista de Derecho Público Nro. 31 (Julio-Diciembre 2013); El delito político y el proceso de paz con las
FARC. Working Paper. Universidad de los Andes. Facultad de Derecho, 2013; Justicia en épocas de tran-
sición: Conceptos, modelos, debates, experiencias. Bogotá: Editorial Gustavo Ibáñez, 2013.
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Benítez- Investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma
Manaut, de México, UNAM. También es Presidente de la Organización no gubernamental “Colectivo de Análisis de la
Raúl Seguridad con Democracia. A.C.”. Tiene estudios de Sociología en la UNAM, de maestría en Economía y Polí-
tica Internacional en el CIDE y de doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM. Ha sido académico
visitante del Woodrow Wilson Center, en 1998 y 2003 y profesor de la Universidad de Columbia en Nueva
York (2001), de American University en Washington (2006-2007), del Centro de Estudios Hemisféricos de
la Defensa de la National Defense University de Washington (2004). Es profesor, entre otras instituciones,
del Centro de Estudios Superiores Navales, del Instituto Tecnológico Autónomo de México y del Instituto
Matías Romero. Entre sus publicaciones están La teoría militar y la guerra civil en El Salvador, UCA Edi-
tores, San Salvador, 1989; Mexico and the New Challenges of Hemispheric Security, Latin American Pro-
gram, Woodrow Wilson Internacional Center for Scholars, Washington, D.C., 2004, es coeditor del libro El
Rompecabezas. Conformando la seguridad hemisférica en el siglo XXI, Universidad de Bologna, Buenos
Aires, 2006, CASEDE, México, 2009; y editor es Crimen Organizado e Iniciativa Mérida en las relaciones
México-Estados Unidos, CASEDE, México, 2010. De igual manera es editor del Atlas de la Seguridad y la
Defensa de México, años 2009 y 2012.
Benjumea Rúa, Abogada de la Universidad de Antioquia de Medellín, Con estudios de Maestría en la Universidad Externado
Adriana María de Colombia, maestría la cual tiene acuerdos con la Universidad Carlos III. Adelanto estudios de Género e
incidencia realizados con la Universidad de Chile. De esta misma Universidad es docente en el Diplomado
en línea Derechos Humanos y Mujeres: Estrategias Jurídicas para la incidencia. Feminista y Directora de
la Corporación Humanas, Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género, que trabaja en Co-
lombia en acceso a la Justicia para mujeres víctimas de violencia en conflicto armado y por fuera de él. En
los últimos 5 años se ha dedicado con el equipo de Humanas a documentar la violencia sexual cometida por
los paramilitares en distintas regiones del país (Existe una publicación sobre ese tema: La Violencia sexual
como estrategia paramilitar en Colombia) aportando elementos socio jurídicos y jurídicos para imputar res-
ponsabilidad a los máximos comandantes paramilitares. Desde hace 4 años Humanas viene trabajando en
temas de Paz, cuando se anunciaron las conversaciones entre el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC,
con otras organizaciones de mujeres formamos lo que hoy es la Plataforma Mujeres por la paz, donde hemos
adelantado distintas acciones de incidencia nacional e internacional, pero también de movilización social y
de producción de documentos para la mesa de la Habana, insistiendo también en que el Gobierno nacional
debe conversar con el ELN, pero que además debe vincular a la sociedad civil a las conversaciones.
Bouvier, Responsable de América Latina del Instituto de Paz de EE.UU (USIP), una entidad financiada por el Con-
Virginia M. greso Norteamericano para contribuir a la prevención, resolución, y gestión de conflictos internacionales.
La Dra. Bouvier es autora y editora de seis libros, entre ellos cabe destacar Colombia: Building Peace in a
Time of War (USIP Press, 2009). En 2012-13, la Dra. Bouvier sirvió como experta en diseño de procesos en
el Equipo de Expertos en Mediación (Standby Team) de la Unidad de Apoyo para Mediación de las Nacio-
nes Unidas. Se desempeñó como profesora asistente de Literatura Latinoamericana en la Universidad de
Maryland, y trabajaba en la oficina de Washington sobre América Latina. Ha sido consultora para el Banco
Mundial, USAID, ONU Mujeres y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.
Cassinello Director General del Centro Internacional de Toledo para la Paz. Diplomático, Embajador de Carrera. Li-
Aubán, Emilio cenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de México y por la Universidad Complutense de Madrid.
Master in Laws (Ll.M.) por la Harvard Law School. Profesor adjunto de Teoría del Estado y Derecho Inter-
nacional en la UNAM; y de Derecho Político y Teoría del Estado en la Universidad de Madrid (1961-1963).
Subdirector General de África, Director General de Organismos y Conferencias Internacionales, Director
General de Iberoamérica y Director del Gabinete de Análisis y Previsión de Política Exterior. Encargado de
Negocios en las Embajadas de Addis Abeba y Dar es Salaam. Embajador en Angola (1978-79). Embajador en
México (1982-85). Cónsul General en Nueva York (1998-2003). Embajador en Misión Especial para Asuntos
de América del Norte (2003-04).
De 1985 a 1993: Presidente de EXPO’92 y Comisario General de la Exposición Universal de Sevilla 1992.
Díaz, Jorge Ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional – Colombia. MSc en Economía de la Universidad de Carolina
Mario del Norte – EEUU, Residencia en Políticas Públicas, Centro de Investigaciones para el Desarrollo – Francia.
El Sr. Díaz, tiene una amplia trayectoria en sector público y privado. Ha sido responsable de la formulación
y seguimiento de políticas públicas en entidades del gobierno nacional, dirigente gremial y de entidades de
investigación sectorial, consultor en políticas sectoriales y de desarrollo para el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Organización
de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Asumió la vicepresidencia de Gobernanza de la Cámara de Comercio de Bogotá en Agosto de 2012.
Duncan, Profesor de Ciencia Política en la Universidad EAFIT y en la Universidad de los Andes. Es investigador en
Gustavo temas de economía política del narcotráfico y sus efectos en la construcción de Estado. Actualmente realiza
su tesis doctoral en Ciencia Política para la Universidad de Northwestern acerca del papel político que tiene
el narcotráfico y la guerra contra las drogas en México y Colombia. Además ha realizado estudios de MsC en
Seguridad Global en la Universidad de Cranfield (Reino Unido). Es autor del libro Los Señores de la Guerra,
de paramilitares, mafiosos y autodefensas en Colombia y de numerosos artículos.
Font i Gregori, Licenciada en Física por la Universidad de Valencia. Profesionalmente ha sido profesora en educación no
Tica formal, tutora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y técnica en medio ambiente
en la Diputación de Barcelona. Es la fundadora del Centro de Estudios de Paz J.M Delàs y fue vicepresidenta
de Justicia y Paz. Ha sido, también, presidenta de la Federación Catalana de ONG para la Paz y desde 2009
es la directora del Instituto Catalán Internacional para la Paz. Experta en econom a de defensa, comercio de
economía
armas, presupuesto de defensa e industria militar. Colabora en numerosas investigaciones y publicaciones
sobre el área, recientemente: Informe 2011, exportaciones de Material de Defensa 2002-2011(2013); “Se-
guridad nacional, seguridad multidimensional, seguridad humana”; PAPELES nº 119, 161-172, Madrid.
(2012); Informe 2010, exportacions de Material de Defensa 2001-2010(2011); Filosofía de la Paz. Los retos
del movimiento por la paz. Icaria. (2010); Atlas del militaris
militarismo en España 2009. El comercio de armas
español. Ica ia. (2009); 40 años de Justicia i Paz, retos y alternativas en la España de hoy (2008);“El
Icaria.
millonario negocio de las armas”. Razón y Fe 1.318, 43-53, Madrid. (2008); “Balance de la política Espa-
ñola de exportaciones de armas 1990-2005”. A. Oliveres i P. Ortega (Editores): El militarismo en España;
Editorial Icaria, Barcelona, pp.191-223 (2007)
Garay Adelantó estudios de Ingeniería industrial, es magister en Economía de la Universidad de los Andes, Bogotá, Co-
Salamanca, lombia, y doctorado, PhD, en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachussetts, Estados Unidos. Investi-
Luis Jorge gador visitante de las universidades de Cambridge y Oxford (1981-1982), Inglaterra, y del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) (1994). Consultor del BID (1994-2001), del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(2000-2002), del Departamento Nacional de Planeación de Colombia (1996-1998) y de la Contraloría General
de la República de Colombia (2001-2002). Asesor especial del Ministerio de Hacienda en el manejo de la deuda
externa y lla programación macroeconómica (1984-1991), del Ministerio de Comercio Exterior en la negociación
de acuerdos de libre comercio (1993-1994) y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en asuntos
comerciales y temas relacionados con migración internacional (2003-2005). Actualmente es coordinador de
investigaciones de Planeta Paz, director del Proceso Nacional de Verificación de la Comisión de Seguimiento a
la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado (que reporta a la Corte Constitucional de Colombia), director
académico del Scientific Vortex Group, consultor de la Contraloría General de la República de Colo bia, director
Colombia,
del comité académico del Centro Internacional de Estudios sobre Redes Ilícitas Transnacionales (Roma, Italia)
y profesor visitante de Link Campus Uni ersity en Italia. Ha publicado más de cincuenta y cinco libros, así como
University
cerca de no enta artículos en revistas especializadas sobre temas como comercio internacional e integración
noventa
económica, migración internacional, desarrollo industrial, exclusión social, globalización, desplazamiento for-
za
zadoo y victimización, captura y reconfiguración del Estado, y construcción de sociedad.
García, Lina Antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia, desde enero de 2014 coordina el Grupo de Proyectos
María Especiales del Departamento Nacional de Planeación (DNP). Durante 2012-2013 fue asesora de la Agencia
Suiza de cooperación -COSUDE para la incorporación del enfoque de Acción sin Daño en el proceso de Res-
titución de Tierras del país. Su tesis de Maestría en Desarrollo Regional fue publicada en 2008: “Los aportes
que los Programas Regionales de Desarrollo y Paz realizan a la Construcción de paz en Colombia”. A partir
de entonces ha sido asesora de distintas Agencias Internacionales de Cooperación al Desarrollo (GIZ, CO-
SUDE, PNUD, AECID) en la incorporación de los enfoques de Acción sin daño y Sensibilidad a los conflictos
en diferentes programas y Proyectos. Durante 2009-2011 trabajó para Welthungerhilfe en Ecuador, Boli-
via y Perú realizando talleres de formación a las copartes sobre el enfoque de sensibilidad a los conflictos y
construcción de paz en los proyectos de tierras y ambientales. También es docente en la especialización de
Acción sin Daño y Construcción de Paz de la Universidad Nacional de Colombia.
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Gaviria Abogada de la Universidad de los Andes, con posgrados en periodismo, opinión pública y marketing político.
Betancur, Actualmente es Directora de la Unidad para la Atención y Reparación y Reparación Integral a las Víctimas,
Paula entidad del Sector de la Inclusión Social de la Presidencia de la República, encargada de liderar la política
pública del Estado para atender y reparar integralmente a las víctimas y de coordinar el Sistema Nacional
de Atención y Reparación, del cual hacen parte 42 instituciones del Estado Colombiano.
Anteriormente se desempeñó como Directora del Área de Incidencia en Política Pública de la Fundación
Social, en donde tuvo a su cargo la coordinación técnica de las audiencias regionales de discusión ciudadana
del proyecto de Ley que dio origen a la actual Ley de Víctimas. Fue Secretaria Privada, Delegada para las Co-
municaciones y Directora de Promoción y Divulgación de los Derechos Humanos en la Defensoría del Pueblo
de Colombia. En la Corte Constitucional ejerció funciones como Auxiliar Judicial y Jefe de Prensa.
En su vida profesional ha realizado diversos cursos internacionales especializados en Derechos Huma-
nos y Justicia Transicional y ha sido ponente invitada en escenarios sobre dichos temas en diferentes países
del mundo.
Gómez Isa, Profesor titular de Derecho Internacional Público en la Universidad de Deusto e investigador del Instituto de
Felipe Derechos Humanos Pedro Arrupe, donde ejerce como Director del European Master in Human Rights and
Democratisation. También dirige el Programa de Formación en Derechos Humanos para Líderes Indíge-
nas que se lleva realizando desde el año 2000 en colaboración con la Oficina de la Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Profesor visitante en diversas Universidades tanto europeas
como latinoamericanas y asiáticas. Entre sus libros destacan La Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos (1998), El derecho al desarrollo como derecho humano en el ámbito jurídico internacional (1999),
El Caso Awas Tingni contra Nicaragua. Nuevos horizontes para los derechos humanos de los pueblos in-
dígenas (2003), Privatisation and Human Rights in the Age of Globalisation (2005, edición junto a Koen
de Feyter), El derecho a la memoria (Director, 2006), Colombia en su laberinto. Una mirada al conflicto
(Director, 2008), International Human Rights Law in a Global Context (2009, edición junto a Koen de Fey-
ter), La plasmación política de la diversidad. Autonomía y participación política indígena en América La-
tina (2011), Rethinking Transitions. Equality and Social Justice in Societies Emerging from Conflict (2011,
edición junto a Gaby Oré), o Los derechos indígenas tras la Declaración. El desafío de la implementación
(2013, edición junto a Mikel Berraondo).
Grasa, Rafael Doctor en filosofía y profesor titular de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB). Fue vicerrector durante cuatro años y secretario general de la UAB. En la actualidad es presidente
del Instituto Catalán para la Paz y dirige su programa de “Seguridad humana, transformación de conflictos
e investigación para la paz”. Realiza investigación en teoría internacional, seguridad internacional, nego-
ciaciones medioambientales globales, resolución y transformación de conflictos, investigación para la paz,
desarrollo y políticas de cooperación al desarrollo. Ha publicado numerosos libros y artículos sobre estas
áreas. Forma – o ha formado parte- del Consejo de Redacción de numerosas publicaciones entre las cuales
destacan Global Governance,, Environment and Security, Afers Internacionals, Revista Española de Co-
operación, Anuario Cidob de Relaciones Internacionales, Ecología Política, Nova África, Spanish Yearbook
of International Law y ICIP Working Papers.
Desde el 2004 ha asesorado al Gobierno catalán en políticas de Cooperación al Desarrollo y de Fomento
de la Paz. Concretamente, coordinó el proceso de elaboración del Plan Director 2007-2010, elaboró el Libro
Verde del Codesarrollo y coordinó el proceso de elaboración de la Estrategia de Codesarrollo de la Coopera-
ción Catalana (2009) y ha presidido la Comisión de Expertos del Plan Director 2011-2013.
Guarín León, Coordinador del área de construcción de paz y postconflicto de la Fundación Ideas para la Paz (Bogotá, Co-
Sergio lombia). Historiador y magister en Ciencias Políticas. Antes de vincularse a la FIP fue coordinador nacio-
nal de la Red de Programas Regionales de Desarrollo y Paz (Redprodepaz), coordinador de los grupos Paz
y Desarrollo y Convivencia y Seguridad Ciudadana en el Departamento Nacional de Planeación (DNP), y
director del programa de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Tecnológica de
Bolívar, en Cartagena de Indias. Tiene una amplia experiencia en procesos de formulación y evaluación de
políticas y programas en las áreas de construcción de paz, convivencia y seguridad ciudadana, participación
ciudadana y educación.
Herbolzheimer, Director de los Programas Colombia y Filipinas de Conciliation Resources, una ONG con sede en Londres de
Kristian apoyo a iniciativas de paz (www.c-r.org). Con anterioridad fue director del programa Colombia en la Escola
de Cultura de Pau (2000 – 2007). También es analista en procesos de paz, con énfasis en terminación de
conflictos armados y el papel de la sociedad civil, específicamente de las mujeres. Como miembro del Gru-
po Intenacional de Contacto de Mindanao, asesora al gobierno de Filipinas y al Frente Moro de Liberación
Islámica (MILF) en el proceso de paz en Mindanao. Kristian es ingeniero agrónomo (Lleida, 1994), diplo-
mado en Cultura de Paz (Escola de Cultura de Pau UAB, 2001), y Máster en Estudios Internacionales de Paz
(Notre Dame, EEUU, 2009).
Jaramillo Abogada con Maestría en Gobierno y Políticas Públicas y especialización en Gobierno, Gerencia y Asuntos
Suárez, Públicos de la Universidad Externado de Colombia. Durante los últimos 7 años de actividad laboral se ha
Marcela desempeñado como directora del Departamento de Gestión Técnica de la Federación Colombiana de Muni-
cipios, donde ha tenido a cargo el direccionamiento y desarrollo de los proyectos para el fortalecimiento de
la gobernabilidad local y la descentralización en Colombia. Actualmente dirige la estrategia “Municipios por
la Construcción de Paz”, proyecto iniciado hace 5 años y que actualmente cuenta con el apoyo del Gobierno
Nacional y la Cooperación Internacional, presente en Colombia para el abordaje local de la construcción de
paz en el país.
Cuenta con amplia experiencia en la formación de redes y alianzas para el desarrollo, formando parte de
comités temáticos de las instituciones nacionales como el Congreso y el Senado de la República, y de distin-
tas agencias de cooperación internacional. De igual forma ha tenido experiencia en el ámbito de la gestión
académica como coordinadora del Centro de Posgrados de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones
Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.
Lederach, Profesor en Construcción de paz internacional en el Instituto Joan B. Kroc para Estudios Internacionales
John Paul sobre la Paz de la Universidad de Notre Dame, fue director fundador del programa de transformación de
conflictos en la Universidad Menonita del Este, donde ha sido nombrado escolar distinguido. Trabaja exten-
sivamente como profesional en procesos de conciliación, activamente en regiones de América Latina, África,
Sudeste y Asia Central. Es ampliamente reconocido por desarrollar enfoques culturales apropiados para la
transformación de los conflictos y diseñar e implementar enfoques integradores y estratégicos para la conso-
lidación de la paz. Es autor de 18 libros y manuales, incluyendo Building Peace: Sustainable Reconciliation
in Divided Societies (US Institute of Peace Press), The Little Book of Conflict Transformation (Good Books),
and The Moral Imagination: The Art and Soul of Building Peace (Oxford University Press).
Llorente, Politóloga de la Universidad de los Andes, especialista en temas de crimen y violencia, en políticas de seguri-
María Victoria dad nacional y ciudadana y en reforma de la policía. Desde el 2006 se desempeña como Directora Ejecutiva
de la Fundación Ideas para la Paz (FIP). Entre 1998 y 2006 fue investigadora asociada del Centro de Estudios
sobre Desarrollo Económico, CEDE, de la Universidad de los Andes en donde coordinó el grupo de estudios
Paz Pública a través del cual se adelantaron múltiples investigaciones sobre violencia, seguridad y justicia
en Colombia. Entre 1988 y 1994 fue asesora de la Consejería Presidencial de Paz, la Consejería Presidencial
para la Defensa y la Seguridad Nacional y del Ministro de Defensa Nacional. Ha sido consultora del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC),
la Policía Nacional y la Alcaldía de Bogotá en diversos proyectos sobre políticas de seguridad ciudadana,
prevención de la violencia juvenil y reforma policial. Participó en la Comisión Asesora de Política Criminal
conformada por el Gobierno Nacional entre 2011 y 2012 y también la Comisión Asesora de Política de Dro-
gas integrada por el Gobierno Nacional entre 2013 y 2014. Ha escrito diversos artículos sobre crimen y vio-
lencia, políticas de seguridad ciudadana y policía que han sido publicados en libros y revistas especializadas
nacionales e internacionales. Es coautora de varios libros entre ellos Reconocer la guerra para construir la
paz (Norma 1999), Caracterización de la violencia homicida en Bogotá (Alcaldía de Bogotá 2002), Violencia
en las familias colombianas: costos socioeconómicos, causas y efectos (BID-DNP-CEDE, 2004), Conflicto
armado e iniciativas de paz en Colombia (Fundación Ideas para la Paz y Woodrow Wilson Center - Latin
American Program, 2009).
Marulanda, Economista nacido el 4 de Junio del año 1946, en la actualidad se desempeña como Asesor del Gobernador
Iván de Antioquia (Coordinador del Programa “Preparémonos para la paz.” Anteriormente, ocupó cargos de re-
levancia nacional como Alcalde de Pereira (1974), Senador de la Republica de Colombia (1986-1990), Dele-
gatario a la Asamblea Nacional Constituyente (1991), Embajador ante la Agencias de Naciones con Sede en
Roma (1992-1994) y Candidato a la Vicepresidencia de la Republica en el año 2006.
Massé, Doctor en Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios de América Latina de
Frédéric la Universidad de la Sorbona Nueva (Paris III). Lleva más de 20 años trabajando en América Latina en temas
de conflictos, resolución de conflictos, actores armados ilegales, y procesos de paz. Su tesis de doctorado fue
sobre el papel de las Naciones unidas en el proceso de paz de El Salvador e hizo también un posdoctorado
en el Centro de Estudios Interamericanos de la Universidad Laval (Quebec). Fue director del doctorado en
estudios políticos de la Universidad Externado de Colombia, director del área de DDR del Observatorio In-
ternacional DDR-Ley de Justicia y Paz del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax-Bogotá), y
es actualmente director del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE) de la Universidad Ex-
ternado de Colombia.
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ESCENARIOS
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EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
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Desde 2011 ocupa el ar o de Directora para Co ombia de Centro In e nacional pa a la Justic a Transi ional Internacional.
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Es autora de artículos y compilaciones sobre los temas mencionados.
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Rey Marcos, Miembro fundador y codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).
Francisco Tiene experiencia desde los años ochenta en ONG como Cruz Roja y en Cooperación Oficial en diversas ta-
reas de Cooperación para el Desarrollo y Acción Humanitaria.
Dedicado desde hace algún tiempo a las tareas de investigación, consultoría, reflexión y docencia sobre
cooperación y ayuda. Es profesor en numerosos Master y cursos de postgrado en universidades españolas y
extranjeras. Ha sido también consultor de la Comisión Europea, la Dirección General de Ayuda Humanita-
ria (DG-ECHO), el gobierno de los Países Bajos, la Agencia Sueca de Cooperación, el PNUD, la FAO, OCHA
y diversas instancias de la Cooperación Española (Agencia Española de Cooperación Internacional- AECID,
Agencia Catalana de Cooperación para el Desarrollo, etc.). También de numerosas ONG como Médicos sin
Fronteras, Intermón OXFAM o Acción contra el hambre.
Sus áreas de interés van desde aspectos generales sobre el papel de la acción humanitaria en el mundo
actual y las tendencias en su financiación, la rehabilitación posbélica y posdesastre, el papel de la ayuda en
la construcción de la paz, hasta cuestiones vinculadas con la calidad de la acción y los procedimientos de
planificación, gestión y evaluación.
Rubio, Entrenado como economista (1980) empezó a trabajar como criminólogo en los noventa. Por varios años
Mauricio (1995-2004) trabajó con los principales datos de la violencia colombiana y las distintas teorías de mafias y
crimen organizado. Tras una serie de consultorías al BID para programas de prevención de la violencia ju-
venil en Centroamérica se especializó en pandillas y maras. Un coproducto de estos trabajos fue el interés
en la prostitución adolescente. El renovado debate sobre el régimen legal del comercio sexual en Europa y
la relevancia del tema para Colombia le llevó mantener ese interés y ampliarlo a asuntos de género. En la
actualidad trabajo el tema “mujer y conflicto” y en particular la reinserción de mujeres combatientes en el
posconflicto. Está afiliado a la Universidad Externado de Colombia y escribe dos columnas periódicas en
medios colombianos. Sus publicaciones se pueden ver en http://mrpotros.blogspot.fr/.
Sánchez Abogado y filósofo de la Universidad Nacional de Colombia, con un máster de la Universidad de Essex, Ingla-
Gómez, terra y un PhD en Sociología Política de la Escuela de Altos Estudios de París, Francia. Dentro de su experien-
Gonzalo cia investigativa se cuenta su participación en el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales
de la Universidad Nacional de Colombia. Simultáneo a su constante trabajo de análisis de la violencia, ha
sido profesor invitado en la Universidad de Duke y Texas, Estados Unidos; en la Escuela de Altos Estudios
de París y en la University College de Londres.
Su valioso aporte al estudio y al entendimiento del conflicto y la violencia en nuestra sociedad le han he-
cho merecedor de varias distinciones, entre las que se destacan la Orden Gerardo Molina de la Universidad
Nacional de Colombia y la Martin Diskin Memorial Lectureship otorgada por la Latin American Studies As-
sociation entregada en Miami en el año 2000.
Ha escrito y editado números libros, por nombrar algunos: Los días de la revolución: gaitanismo y 9 de
abril en provincia (1983), Bandoleros, gamonales y campesinos (en coautoría con Donny Meertens publi-
cado en 1983), Guerra y política en la sociedad colombiana (1991) y Museo, memoria y nación (2000).
Entre el 2007 y el 2010 fue el director del Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Repa-
ración y Reconciliación de Colombia. A partir de 2011, fue nombrado por la Presidencia de la República de
Colombia como el Director General del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Santiago Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Funcionaria
Barragán, de Carrera, desempeñando funciones desde el año 1996 de Jefa de Servicio de Cooperación en la AECID.
Luisa María Hasta el año 2000 responsable en el Departamento de Cooperación con América Central y el Caribe del se-
guimiento de proyectos de cooperación al desarrollo con Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Desde
el año 2000 hasta la fecha, responsable, en el Departamento de Cooperación con los países Andinos y Cono
Sur, de la coordinación bilateral de la cooperación con Uruguay, Programa MERCOSUR y Colombia y dán-
dole seguimiento al sector de prevención de conflictos y construcción de paz.
Suárez, Andrés
Suárez, Andrés S i l g de
Sociólogo d lal Universidad
Uni ersidad Nacional
N i n l de d Colombia
C l mbi y Magíster
Magíst r ess Estudios
Estudi s Políticos
P líti s del
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Fernando P líti s R la i n s Int rna i n l s d l Uni ersidad N i n l d C l mbi
Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente es asesor A tu lm nt s s s r de
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Dire ión General
Dirección G n r l del d l Centro
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n d l C ntr d R feren i N i n l s br Vi l n i d l Institut d M di in L
no del Centro de Referencia Nacional sobre Violencia del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses,gal Ci n i s F rens s
in stig d r asociado
investigador s i d del d l Instituto
Institut de d Estudios
Estudi s Políticos
P líti s y Relaciones
R l i n s Internacionales,
Int rn i n l s consultor
nsult r externo
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Pr gram de
Programa d Fortalecimiento
F rt l imi nt y Acceso A s a la l Justicia
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in stigad r deld l Grupo
Grup de d Memoria
M m ri Histórica.
Hist ri Investi-
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gador principal del informe público ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad. d gu rra y dignidad
Valencia Director
Valencia Dir t r ded la
l Fundación
Fund i n Paz P z y Reconciliación
R n ili i n y escritor.
s rit r Entre
Entr sus
sus libros
libr s están:
stán Adiós
Adi s a la
l política,
p líti bienvenido
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Agudelo, León l gu rr (Ens ) on l Pu h d la Vida (N el ) Mis Añ s d Gu rra (Aut bi grafí
Agudelo, León a la guerra (Ensayo); Con el Pucho de la Vida (Novela) y Mis Años de Guerra (Autobiografía). Fue miembro ) Fu mi mbr
d l Comando
del C m nd Central
C ntral del
d l grupo
grup guerrillero
gu rrill r ELN
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de un acuerdo de paz con el Gobierno Nacional que lo llevó a su reintegración a la vida civil. id i il
Es miembro
Es mi mbr deld l grupo
grup de d Memoria
M m ri Histórica,
Hist ri miembro
mi mbr fundador
fund d r deld l portal
p rt l independiente
ind p ndi nt www.Las2ori-L s2 ri
ll s m y columnista
llas.com lumnist de d lal revista
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S m n
Vega, Gerardo
Vega, Gerardo Abogado
Ab gad de d la l Universidad
Uni rsidad Católica
C t li de d Colombia.
C l mbi Ha H sido
sid Coordinador
C rdinad r de d lal Comisión
C misi n Nacional
N i n l de d Repa-
R p
ra ión y Reconciliación;
ración R n ilia i n Diputado Diput d de d Antioquia
Anti qui en n ell periodo
p ri d 2001-2003;
2 1 2 3 Cónsul C nsul de d Colombia
C l mbi ante nt ell Reino
R in
d Bélgi Lux mburg nt l Uni
de Bélgica y Luxemburgo, ante la Unión Europea. n Eur p
As s r jurídico
Asesor jurídi y apoderado
p d rad judicial
judi i l de d víctimas
í tim s reclamantes
r l m nt s de d tierras
ti rras a nivel
ni el nacional.
na i n l Participó
P rti ip en n los
l s
a uerdos de
acuerdos de Paz
Paz dede 1991.
1991 Actualmente
A tualmente es es el
el presidente
presidente de de la
la Fundación
Funda ión Forjando
Forjando Futuros,
Futuros, desde
desde la la cual
ual haha
lid rad imp rt nt s pr s s n f r d l s mil s d í tim s r
liderado importantes procesos en favor de las miles de víctimas reclamantes en Colombia. l m nt s n C l mbi
En ell proceso
En pr s investigativo
in stigati ha h publicado:
publi d SeparataS p r t de d análisis:
nálisis Restitución
R stitu i n de d tierras
ti rras “Gota
G t a Gota”
G t avan- an
cess y dificultades,
difi ultad s Publicada
Publi ad en n la
l Revista
R ist Semana,
S m n (marzo (m rz de d 2014),
2 14) Separata
S p r t de d análisis:
nálisis 150
15 primeras
prim ras sen-s n
t n i s de
tencias d restitución
r stitu i n ded tierras.
ti rras LaL restitución
restitu i n si si ess posible!.
p sibl ! Publicada
Publi d en n la
l Revista
R ist Semana,
S m n (septiembre
(s pti mbre
d 2013),
de 2 13) Restitución
R stitu i n colectiva
l ti de d tierras
ti rr s en n Colombia.
C l mbi Fundación
Fund ión Forjando
F rj nd Futuros,
Futur s Instituto
Institut Popular
P pul r de d
C p ita i n (Juli d 2 12) Muj r N gr d spl zad m m ri s d l s
Capacitación. (Julio de 2012), Mujer, Negra, desplazada: memorias de las víctimas. Fundación Forjando í tim s Fund i n F rj nd
Futur s (Marzo
Futuros. (M rz 2012),2 12) Boletín
B l tín Informativo
Inf rm ti sobre s bre lal restitución
r stitu ión ded tierras:
ti rr s “La L Restitución
R stitu ión ded Tierras
Ti rr s sisi ess
p sibl en
posible n Colombia”.
C l mbi (Octubre
(O tubr 2010).
2 1 ) Participación
P rti ipa i n en n la
l documentación
d um nt i n y diseño dis ñ de d rutas
rut s de
d restitución,
r stitu i n
Las víctimas
Las ví timas en en contextos
ontextos dede violencia
violen ia ee impunidad,
impunidad, caso aso Medellín.
Medellín Año Año 2010.
010 Participación
Parti ipa ión en en el
el Comité
Comité
A adémi
Académico, Ví tim s violencia
Víctimas, i l n i y despojo.
d sp j (2009).
(2 9) Participación
P rti ip i n como m coautorut r y coordinación
rdin i n de d lal mesa
m s
adémi Transformación,
académica, Tr nsf rm i n consolidación,
ns lid i n escisión s isi n o privatización
pri tiz i n de d las
l s EPM.
EPM (2005)(2 5) y Antioquia,
Anti qui Cara C r y
S ll de
Sello d lal Energía,
En rgí ¿Equilibrio
¿Equilibri tarifario?
t rif ri ? (2002
(2 2 a 2005)
2 5)
Velásquez, Oficial
Velásquez, Ofi i l del
d l Ejército
Ejércit Nacional
N i n l durante
durant 30 3 años
ñ s de
d servicio
s r i i all país,
p ís alcanzando
l nz nd ell grado
grad de
d Coronel.
C r n l Magister
Magist r
Carlos n s guridad d fens n i n l n l Es u l Sup ri r d Gu rr Esp i liza ión n D n i Uni
Carlos en seguridad y defensa nacional en la Escuela Superior de Guerra. Especialización en Docencia Universita- ersit
ri Especialización
ria Esp i liz ión en n Gerencia
G r n i Integral
Int gr l de
d Proyectos
Pr e t s Actualmente
A tu lm nt ess ell coordinador
rdinad r del
d l Centro
C ntr ded Memoria
M m ri
Hist ri Militar
Histórico Milit r de
d las
l s Fuerzas
Fu rz s Militares.
Milit r s Exaltado
Exalt d como
m unoun de
d los
l s 10
1 jóvenes
j en s sobresalientes
s br s li nt s de
d Antioquia
Anti qui
p r la
por l Cámara
Cám r Junior,
Juni r por
p r sus
sus logros
l gr s y crecimiento
re imi nt personal
p rs n l en n ell año
ñ 2001.
2 1
ORGANIZA:
www.icip.cat
SEMINARIO INTERNACIONAL
PARTICIPANTES
DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 139
47. Palou-Loverdos, Jordi 57. Saura Estapà, Jaume
48. Pearce, Jenny 58. Soriano, Juan Pablo
49. Prieto, Miquel Àngel 59. Suárez, Andrés Fernando
50. Rey, Francisco 60. Torres, Diego
51. Roca, Felip 61. Unger, Barbara
52. Rubio, Mauricio 62. Urgell, Jordi
53. Salas, Judith 63. Valencia, León
54. Sánchez, Gonzalo 64. Vega, Gerardo
55. Sanromà, Món 65. Velásquez, Carlos
56. Santiago, Luisa
140 DOCUMENTS 12/2014 Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
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