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ESCENARIOS

POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
AGENDA, OPORTUNIDADES Y HOJA DE RUTA
RELATORIA DEL SEMINARIO
BARCELONA, 5, 6 Y 7 DE MAYO DE 2014

DOCUMENTS 12/2014
ESCENARIOS
POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
AGENDA, OPORTUNIDADES Y HOJA DE RUTA
RELATORIA DEL SEMINARIO
BARCELONA, 5, 6 Y 7 DE MAYO DE 2014
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Pablo Aguiar, Laia Balcells, Alfons Barceló, Gemma Collantes-Celador,
EstaCaterina
relatoríaGarcia,
corresponde
Abel al seminario
Escribà, internacional
Tica Font, Antoni“Escenarios posconflicto
Pigrau, Xavier Pons, en Colombia. Agenda,
oportunidades y hoja de ruta” organizado por el Institut Català Internacional per la Pau (ICIP). El seminario
Alejandro
se realizó en la Pozo, Mònica
Casa de Sabata, Jaume
la Convalescència Saura,
(Recinto delJosep Maria
Hospital de laTerricabras
Santa Creu i Sant Pau) en Barcelona,
los ydías
Léonie
5, 6 yVan
7 deTongeren
mayo de 2014.

Director del Seminario: Rafael Grasa


Grafismo e impresión
Fundació Tam-Tam
Relatora
Esta relatoría ha sido elaborada por Pamela Lozano
ISSN
Maquetación
2013-5793 (edición en línea)
Atona Víctor Igual,
2013-5785 SL en papel)
(edición

DL
DL
B 19836-2014
B-38.039-2009

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons de Reconocimiento – No Comercial – Compartir bajo la
misma licencia 2.5 España. Para leer una copia de esta licencia visitar el siguiente enlace:
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se realice un uso comercial del mismo y se respete la autoría original.

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SUMARIO

1. INTRODUCCIÓN  9

RAFAEL GRASA

2. DOCUMENTO MARCO: EL TRÁNSITO DE


«HACER LAS PACES» A «CONSTRUIR LA PAZ»  12

RAFAEL GRASA

3. DESARROLLO DEL SEMINARIO  45

PRESENTACIÓN E INAUGURACIÓN DEL SEMINARIO  45

RAFAEL GRASA
HBLE. SR. LLUIS BELTRÁN
CONFERENCIA INAUGURAL: LOS PROCESOS DE PAZ
COMPARADOS: CLAVES PARA CONSTRUIR PAZ EN COLOMBIA 48

JOHN PAUL LEDERACH


EJE 1. LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN COLOMBIA:
DE LOS ACUERDOS A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS,
EN CLAVE COMPARADA. LA DIMENSIÓN HUMANITARIA  58

¿SE HACE CAMINO AL ANDAR? REFLEXIONES SOBRE LOS MITOS,


RETOS Y OPORTUNIDADES PARA LA TRANSFORMACIÓN
DEL CONFLICTO COLOMBIANO 58
VIRGINIA BOUVIER

EL TRÁNSITO DE HACER LAS PACES A CONSTRUIR PAZ: APUNTES SOBRE EL CASO


COLOMBIANO EN CLAVE COMPARADA 61
RAFAEL GRASA

DEBATE EJE 1. INTERVENCIONES INICIALES 65

Comentarista: KRISTIAN HERBOLZHEIMER

Comentarista: FRANCISCO REY

DEBATE FINAL EJE 1 68

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 5


EJE 2. LA DIMENSIÓN POLÍTICA: SISTEMA POLÍTICO,
DESCENTRALIZACIÓN Y ACTORES TERRITORIALES  69

LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ Y LOS DESAFÍOS DEL CAMBIO EN COLOMBIA 69


MARÍA VICTORIA LLORENTE

EL POSCONFLICTO EN COLOMBIA, CLAVES POLÍTICAS 71


LEÓN VALENCIA

DEBATE EJE 2. INTERVENCIONES INICIALES 74

Comentarista: IVÁN MARULANDA

Comentarista: MARCELA JARAMILLO

DEBATE FINAL EJE 2 77

EJE 3. EL DESARROLLO Y LA DIMENSIÓN ECONÓMICA


(CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO, RURALIDAD, TIERRAS,
CULTIVOS ILÍCITOS, INFRAESTRUCTURAS)  78

HACIA UN MODELO DE DESARROLLO SOCIALMENTE INCLUYENTE, SOSTENIBLE


Y TRANSFORMADOR EN COLOMBIA. A PROPÓSITO DEL POSCONFLICTO 78
LUIS JORGE GARAY

EL SECTOR EMPRESARIAL Y LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ 81


JORGE MARIO DÍAZ

DEBATE EJE 3. INTERVENCIONES INICIALES 84

Comentarista: GERARDO VEGA

Comentarista: LINA MARÍA GARCÍA

DEBATE FINAL EJE 3 87

EJE 4. LOS ACTORES NO POLÍTICOS Y LA DIMENSIÓN


SOCIAL: PARTICIPACIÓN, DERECHOS HUMANOS,
COMUNIDADES ORIGINARIAS Y AFRO-DESCENDIENTES  88

ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR LOS CICLOS DE LA VIOLENCIA INTERGENERACIONAL


EN COLOMBIA: HACIA UNA «VIOLENTOLOGÍA» QUE SIRVA A LA PAZ 88
JENNY PEARCE

INFRAESTRUCTURAS DE PAZ: HACIA UN SISTEMA DE APOYO A LA CONSTRUCCIÓN


DE PAZ EN COLOMBIA 90
BORJA PALADINI

6 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL EN EL PROCESO DE PAZ COLOMBIANO:
EL CASO ESPECIAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS 92
FELIPE GÓMEZ ISA
DEBATE EJE 4. INTERVENCIONES INICIALES 94
Comentarista: CAROLINA ALBORNOZ
Comentarista: ADRIANA BENJUMEA
DEBATE FINAL EJE 4 96

EJE 5. POLÍTICAS DE MEMORIA Y DE PASADO:


LA RECONCILIACIÓN COMO HORIZONTE FUTURO  97

LA MEMORIA Y LA JUSTICIA EN ÉPOCAS DE TRANSICIÓN: EL CASO COLOMBIANO 97


FARID BENAVIDES
LAS TAREAS DE LA MEMORIA EN TIEMPOS DE CONFLICTO ARMADO
Y POSTCONFLICTO 99
GONZALO SANCHEZ
DEBATE EJE 5.INTERVENCIONES INICIALES 101
Comentarista: JORDI PALOU-LOVERDOS
Comentarista: MARÍA CAMILA MORENO
DEBATE FINAL EJE 5 104

EJE 6. POLÍTICAS DE SEGURIDAD Y DE DEFENSA.


EL PAPEL DE LOS ACTORES NO DIRECTAMENTE
POLÍTICOS  105

¿HACIA UNA PAX MAFIOSA EN COLOMBIA? 105


FRÉDÉRIC MASSÉ

EL CONFLICTO DESPUÉS DE LA PAZ CON LAS FARC. LAS LUCHAS POR EL PODER
EN EL ÁMBITO LOCAL 107
GUSTAVO DUNCAN

LAS VARIABLES TRANSNACIONALES DE LA CRISIS DEL NARCOTRÁFICO: COLOMBIA


Y MÉXICO EN PERSPECTIVAS COMPARADAS 108
RAÚL BENÍTEZ-MANAUT

Presentó la ponencia JUAN PABLO SORIANO

DEBATE EJE 6. INTERVENCIONES INICIALES 109

Comentarista: CARLOS VELASQUEZ

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 7


Comentarista: YEZID ARTETA

DEBATE FINAL EJE 6 112

CONCLUSIONES  113

RAFAEL GRASA
CONFERENCIA FINAL: REFLEXIONES EN TORNO
AL POSCONFLICTO EN COLOMBIA  118

SHLOMO BEN AMI

4. RECOMENDACIONES  123

ANEXOS  125

ANEXO 1: PROGRAMA DEL SEMINARIO  125

ANEXO 2: BIOGRAFIA BREVE DE LOS PONENTES  129

ANEXO 3: LISTADO DE PARTICIPANTES  139

8 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


1. INTRODUCCIÓN 1

PREPARAR EL TRÁNSITO DE HACER LAS PACES A CONSTRUIR


LA PAZ, TAREA URGENTE Y CONSTANTE
RAFAEL GRASA
Presidente del ICIP, coordinador del programa «Seguridad humana, trans-
formación de conflictos y construcción de paz» y director del seminario.

Colombia vive actualmente inmersa en el intento de alcanzar una salida pacífica a diver-
sos conflictos armados que se suceden desde hace más de 50 años y que habían sido pre-
cedidos por décadas previas de presencia frecuente de violencia política. Como pusieron
de manifiesto diversas comisiones de investigación, que se han sucedido desde los prime-
ros trabajos realizados por la creada en 1958, parecen existir pautas de largo aliento (en el
sentido de Braudel) que, junto a diversos aceleradores o multiplicadores y a detonantes de
diverso tipo, han hecho que exista una reproducción de la violencia política intergenera-
cional, aunque con frecuentes y profundas modificaciones de la naturaleza, ubicación y
ocurrencia de la misma. También han menudeado desde hace décadas las negociaciones,
con diferentes grados de éxito, los acuerdos y, también, diferentes procesos de desarme,
desmovilización y reintegración. Puede decirse que todos los presidentes han fomentado,
sin excepción aunque con enfoques bien diferentes, vías de salida.
Actualmente están en marcha los diálogos de Paz de la Habana, iniciados a finales del
2012, entre el Gobierno colombiano presidido por Juan Manuel Santos (reelegido el pasa-
do 15 de junio) y los dirigentes de las FARC-ERP, con todos los frentes representados
desde hace unos meses. Las conversaciones, cuyo procedimiento combina reglas clásicas
en diplomacia como que «todo es revisable hasta que todo esté acordado» con métodos
innovadores tanto para la experiencia colombiana como en clave comparada ( y no sólo
por la ausencia de alto el fuego), están avanzadas, con tres puntos acordados (aunque con
algunos temas pendientes en todos ellos) y en breve se abordará el tema de las víctimas
con presencia, acordada poco antes de la segunda vuelta de las presidenciales, de repre-
sentantes de las asociaciones de víctimas, y todo lo relativo al fin de los enfrentamientos

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 9


armados, acantonamiento, desarme, desmovilización y reinserción. En este contexto, el
pasado mes de junio se hizo público, con un comunicado conjunto, que se habían iniciado
conversaciones exploratorias entre el Gobierno y el ELN. Un breve receso en la reanuda-
ción de las negociaciones de La Habana permite que se den desde mediados de junio con-
tactos socializadores, conocidos y abiertos, entre las FARC y el ELN, así como al Gobierno
poner un énfasis nuevo en lo que se estaba convirtiendo en un punto débil, la difusión y
pedagogía de lo acordado. Por consiguiente, los próximos meses se convierten en una
oportunidad, real y esperanzadora, de alcanzar acuerdos y, posteriormente, de refrendar-
los, algo que compete al conjunto de la sociedad colombiana, y, de acabar negociaciones y
refrendación de forma positiva, empezar a aplicarlos.
Por decirlo con el lenguaje usado en el documento marco que sirvió para armar los seis
ejes de debate del seminario, se va agotando el tiempo de «hacer las paces» y se va acer-
cando el momento de construir la paz, algo que necesariamente implica tiempo y constan-
cia. Falta todavía un tiempo para hacer las paces, probablemente de seis a ocho meses,
pero el nuevo contexto parece impulsar noticias en los próximos tiempos. Personalmente,
apuesto porque pronto se dará algún tipo de acuerdo humanitario bilateral, en el caso de
las FARC que puede contener elementos de limitación mutua de blancos o de uso de cier-
tas armas, y, probablemente, por la apertura de negociaciones sustantivas con el ELN, que
podrían darse también en Cuba. En cualquier caso lo sustantivo es que podemos hablar
ya, objetivamente, no sólo de posibilidad real de hacer las paces sino de probabilidades
reales de construir la paz.
Preparar el tránsito de hacer las paces a construir fue justamente el sentido del seminario
y es justamente la tarea del Instituto Catalán Internacional para la Paz (www.icip.cat) en
su programa de construcción de paz en Colombia, orientado a facilitar la mejora de capa-
cidades en dicho ámbito. El ICIP trabaja desde hace un par de años en tareas de construc-
ción de paz en Colombia.1 Por ello, en el marco de su programa de investigación «Seguri-
dad humana, transformación de conflictos y construcción de paz» organizó el seminario
internacional «Escenarios posconflicto en Colombia. Agenda, oportunidades y hoja de
ruta», en Barcelona del 5 al 7 de mayo de 2014. El foco del evento era justamente la cons-
trucción de la paz, es decir, lo que acaecerá a partir de la firma y refrendación del eventual
acuerdo con las FARC, o acuerdos, al haberse iniciado las conversaciones y negociaciones
con el ELN.
Los tres días de seminario fueron posibles por la colaboración de muchas personas, no
sólo del ICIP, y contaron con la colaboración de la Agencia Catalana de Cooperación al
Desarrollo, el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputación de Barcelona. Reunieron sesen-
ta expertos y casi dos decenas de observadores, más de la mitad de ellos colombianos, así

1. Con convenios y tareas compartidas en este momento con la Cámara de Comercio de Bogotá, la Alcaldía y la Goberna-
ción de Antioquía, la Escuela Superior de Guerra, la Federación Colombiana de Municipios, el Centro Nacional de Me-
moria Histórica y otros en preparación.

10 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


como a diferentes actores relevantes para el tránsito entre hacer las paces y construir la
paz. La participación de los representantes colombianos (pertenecientes a sectores de la
sociedad civil, la academia y centros de investigación, las administraciones centrales y
territoriales, profesionales militares, los empresarios, etcétera) fue clave para el desem-
peño del seminario, así como la participación de expertos e instituciones catalanas, es-
pañolas, europeas y estadounidenses. Muchas gracias por el entusiasmo, esfuerzo, disci-
plina y generosidad.
El seminario hizo hincapié en la importancia de la fase de construcción de la paz como
etapa posterior a los acuerdos que se puedan alcanzar en la mesa de negociaciones. En
este sentido, se visualizaron diferentes escenarios y se analizó el proceso de los diez-quin-
ce años posteriores a los acuerdos a partir de un enfoque articulado alrededor de las tres
«Rs», reconstrucción, resolución y reconciliación.
La relatoría que tienen en sus manos pretende reflejar, de forma sintética pero fiel, los
debates con el objeto de aportar visiones, oportunidades y alternativas y transmitir el in-
tenso intercambio de opiniones, y la progresiva gestación de complicidades, vivido duran-
te el encuentro. A su vez, pretende convertirse en un material que resulte útil y contribuya
a los numerosos esfuerzos de construcción de paz que desde Colombia se están llevando a
cabo.
La relatoría recoge el documento marco elaborado, el programa íntegro y un resumen de
las diferentes sesiones. En los próximos meses le seguirá una publicación, en España y en
Colombia, de todas las ponencias en forma de libro.
Espero que su lectura sea de interés, porque, como dijo Aristóteles, más importante que
ganar una guerra (en nuestro caso, acordar su final de forma consensuada y sostenible),
es organizar la paz.
Bogotá, 5 de Julio de 2014
Rafael Grasa

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 11


2. DOCUMENTO MARCO: EL TRÁNSITO DE
«HACER LAS PACES» A «CONSTRUIR LA PAZ»
2
RAFAEL GRASA
Presidente del ICIP y director del seminario

PRESENTACIÓN
El documento es sólo para uso del seminario y de la relatoría, puesto que en la versión de
libro será un texto bastante diferente. Ha sido elaborado por Rafael Grasa, usando en va-
rias partes otros textos del autor sobre Colombia elaborados en los últimos meses, aún
inéditos, pero en curso de publicación.
Concretamente, se divide en cuatro apartados. El primero se dedica a establecer asuncio-
nes de partida, sobre hacer las paces, construir la paz y comprender los conflictos. El se-
gundo presenta qué debe entenderse y cómo se practica la construcción de la paz. El ter-
cero, para recordar que los Escenarios posconflicto en Colombia deben ubicarse en el
contexto internacional, se ocupa de caracterizar el contexto internacional, latinoamerica-
no y colombiano. El cuarto y último, dando un salto expositivo que llenarán las diversas
ponencias marco en cada uno de los ejes, establece una serie de preguntas generadoras o
elementos de discusión para cada uno de dichos ejes, diferenciando entre elementos com-
partidos y elementos sugeridos por cada ponencia. Naturalmente, deben considerarse
producto de la lectura personal y, simplemente, sugerencias para articular el debate
Especialmente relevante es el apartado final, que a partir de las ponencias marco presenta
las preguntas generadoras para el debate.
Por tanto, vale la pena fijarse sobre todo en el primer y último apartado.

Sumario

1. Asunciones de partida sobre «hacer las paces», «construir «la paz y comprender los
conflictos.
2.  La construcción de la paz: qué es y cómo se practica
2.1.  Contexto de surgimiento y aclaraciones conceptuales
2.2.  El debate intelectual en curso
2.3.  Definición operativa que se propone

12 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


3.  Nuevos contextos y nuevos retos en la esfera internacional, regional y nacional
3.1.  Las relaciones Internacionales en proceso de transformación: agenda, actores,
proceso
3.2. Las Américas, América Latina y el Caribe y el Pacífico
3.3. Colombia en la esfera internacional y regional: nuevos retos y desafíos hacia afue-
ra y hacia adentro
4. Preguntas generadoras para el debate, articuladas en torno a los seis ejes en que discu-
rre el seminario

1. ASUNCIONES DE PARTIDA SOBRE «HACER LAS PACES»,


«CONSTRUIR LA PAZ» Y COMPRENDER LOS CONFLICTOS
Se parte de varios a priori, es decir, asunciones que se dan por descontadas, a
­saber:
1. Al hacer las paces, el protagonismo le corresponde a los actores más directamente
enfrentados en el conflicto armado. Los restantes actores, por tanto, a lo sumo influyen,
pero no deciden. Es por tanto, básicamente un asunto de élites, y, en particular, de
combatientes directos. Existen casos de influencia de otros actores, muchos, pero no de
participación continuada e importante en todas las fases, es decir, como sujetos deci-
sionales.
2. Para construir la paz hacen falta todos los actores de la vida social: administraciones
e instituciones de diferente nivel (nacionales, departamentales, locales), academia y
universidad, sociedad civil y actores comunitarios diversos (incluyendo pueblos origi-
narios y afrodescendientes), empresarios, etcétera. Su grado de influencia y decisión
depende de lo previsto por el sistema político-institucional, pero, también de la capaci-
dad de acción colectiva y de las diversas dinámicas sociales tras la firma de los eventua-
les acuerdos.
3. Especialmente importante es el papel de los actores privados, tanto de las organiza-
ciones de la sociedad civil (que incluye ong, fundaciones, agrupaciones de organizacio-
nes empresariales, etcétera) como las organizaciones empresariales.
4. Debe considerarse siempre que los actores en la fase de hacer las paces y en la
de construcción de la paz, son tanto nacionales como internacionales, aun-
que en algunos casos y circunstancias (como las negociaciones en curso en el caso co-
lombiano) los actores internacionales pueden tener menor papel o escasa visibilidad).
Ello no quieres decir, empero, que no convenga que tengan alguna influencia, o que no
vayan a tenerla, en la fase de construcción de la paz.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 13


  5. Hacer las paces e implementar los eventuales acuerdos de paz es sólo una
parte de la construcción de la paz, importante pero limitada. No obstante, el
cumplimiento y verificación, en clave comparada, han mostrado ser un claro factor
coadyuvante al éxito de la construcción de la paz.
  6. Construir la paz exige tiempo, es un proceso que, cuando el conflicto armado ha
sido largo, exige no menos de 10-15 años. En ese proceso, paz y desarrollo, entendidos
como bienes colectivos, se entrelazan fuertemente. Se trata, en suma, de acometer
una auténtica transición, con cambios profundos en muchas dimensiones de la vida
de la nación.
  7. Hacer las paces y construir la paz se relacionan entre sí: al empezar a hacer
las paces (implementación de lo acordado en las negociaciones) la agenda del país
cambia. Por ello, hacer las paces y construir la paz se complementan, de forma que
cambian, progresivamente, todas las dimensiones de la vida social y nacional: social,
económica, política e incluso la cultural. El cambio, naturalmente, dependerá de la
acción colectiva de los diversos actores. En experiencia comparada, ello supone que el
proceso de construir la paz se independiza, al menos relativamente, de la agenda de-
rivada del cumplimiento de sólo lo estrictamente acordado en la mesa de negocia­
ciones.
  8. La primera fase del proceso de hacer las paces, tras la firma de los acuer-
dos de paz, implica hacer frente a muchos retos, en particular en la esfera de
la seguridad. Conviene tener presente que, estadísticamente, según las diferentes
fuentes existentes, entre el 35% y el 50% de los acuerdos de paz negociados «fraca-
san» (recidiva de la violencia directa por parte de una o ambas partes) en un plazo de
cinco años. Los temas relacionados con el control de las armas y de la capacidad de re-
currir a la violencia son claves, y, por tanto, todo lo relativo al llamado proceso de
DDR, desarme, desmovilización y reinserción, y, luego, la reforma de los diversos
componentes del sector de seguridad.
  9. Construir la paz, en sentido estratégico, implica ocuparse muy activa-
mente de 3 Rs, siguiendo la lógica propia de la transformación de conflic-
tos: resolver (los problemas o incompatibilidades que dieron origen a la fase violen-
ta), reconstruir (todo lo que se dañó en la fase de violencias, material e inmaterial),
reconciliar (tratar el derecho a la verdad, a la justicia, las reparaciones y la garantía de
no repetición, centrándose en las personas y las comunidades, en particular en las
víctimas). Y ello supone entrar a fondo en lo que se conoce como transformación de
los conflictos o construcción de paz estratégica.
10. Contra lo que suele pensarse, en las fases posteriores a los acuerdos de paz, menu-
dean y se multiplican los conflictos sociales, eso sí, entendidos como suele ser
habitual en ciencias sociales, «debates o pugnas entre actores que consideran que

14 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


tienen objetivos incompatibles respecto de uno o diversos puntos de la agenda y con-
texto». Eso sí, esos conflictos no se manifiestan, al menos los más numerosos e im-
portantes, a través de conductas violentas, sino en el ámbito de la confron-
tación social, económica y política.
Adicionalmente, todo lo anterior está escrito desde una óptica que considera el conflic-
to, en tanto que disputa o antagonismo entre partes que –merced a las interacciones pro-
ducto de las relaciones sociales- consideran que tienen en algún momento objetivos con-
trapuestos o incompatibles, es algo inevitable, puesto que los seres humanos somos
seres que vivimos en sociedad. Por tanto, conflicto no es ni debe ser considerado sinónimo
de violencia, aunque ésta sea una de las conductas posibles en alguna de sus fases.

Premisas sobreentendidas a propósito de la comprensión del conflicto

Construir la paz significa cambiar la concepción del conflicto, mediante la educación en y


para la paz, de manera que se cumplan al menos estas cuatro premisas.
Primero, que debe considerarse el conflicto como un fenómeno intrínseco a las relaciones
sociales, inevitable, la sal de la vida y, si se maneja bien, un elemento que propicia el cambio
y el desarrollo social. En suma, algo, una visión positiva que, siguiendo el trabajo pionero de
Lewis Coser a mediados de los años cincuenta, se centra no en la eliminación del conflicto,
lo cual sería prácticamente imposible, sino en administrarlo, regularlo y gestionarlo adecua-
damente, con el objeto de maximizar los beneficios potenciales y minimizar sus consecuen-
cias destructivas. Esta gestión y resolución debe insertarse en un marco en el que las partes
puedan trabajar de forma cooperativa y manejar sus incompatibilidades y diferencias.
Segundo, en ese contexto, el enfoque que aspira a transformar (o trascender, en la ver-
sión de Galtung) los conflictos, es clave: aprehende mejor la naturaleza del conflicto y vi-
sualiza la paz como algo más que ausencia de violencia, al centrarse en la raíz, en las diver-
sas causas, estructurales, aceleradoras/multiplicadores y desencadenantes, e intentar
desactivarlas.
Tercero, de ello se deriva que acercarse a los procesos de paz y extraer lecciones desde el
punto de vista de la transformación de los conflictos, significa poner las bases de procesos
de cambio de las relaciones sociales. Ello supone poner el énfasis en promover cambios
largos (que no acaban con las negociaciones ni poco después de éstas), en priorizar inicial-
mente los problemas que dieron origen a la confrontación armada, a buscar cómo movili-
zar y organizar múltiples voluntades y grupos humanos en favor de la solución negociada
(con un importante papel de la diplomacia multinivel) y, por último, aceptar que el prota-
gonismo del proceso, pese a la importancia de la mediación en la posguerra fría, debe co-
rresponder a las partes y sociedades que son actores primarios. Dicho de otra forma, una
de las claves del éxito es que las formas de solución para que la paz sea duradera no pue-

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 15


den ser impuestas desde afuera: deben surgir de los actores directos y de las comunidades
y sociedades afectadas por el conflicto. En ese punto radica la preferencia de la solución
negociada frente a la «resolución por la vía de la fuerza», que dificulta la reconciliación y
puede sembrar futuras resurgencias. Negociar es pues un elemento central de la perspec-
tiva de la transformación de conflictos, y, en ese caso, la aportación/intervención de ter-
ceras partes es crucial. Y la negociación no acaba el día después de la firma de los acuerdos
de paz. De hecho, no hace más que empezar.
Y cuarto, de todas formas, hay que estar preparados para los reveses, para los resultados
no satisfactorios, al menos en un primer momento. Los datos son contundentes respecto
de los acuerdos negociados; en el siglo xx sólo el 15 por ciento de los conflictos armados
internos se resolvió mediante acuerdos negociados y de éstos, entre un 30% y un 50%
fracasaron –al menos parcialmente- en los cinco años siguientes al acuerdo, al reiniciarse
la fase violenta, armada.

2. LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ: QUÉ ES Y CÓMO SE PRACTICA


La idea de «peacebuilding», construcción de paz en sentido amplio (consolidación de la
paz en la terminología oficial de Naciones Unidas) tiene un origen vinculado a la conflic-
tividad violenta en la postguerra fría y al marco de Naciones Unidas.

2.1. CONTEXTO DE SURGIMIENTO Y ACLARACIONES CONCEPTUALES

La aparición de nuevos conflictos y el fin del enfrentamiento bipolar revolucionó las


operaciones de paz, que empezaron a ocuparse de casos internos. Entre 1989 y 1992,
Naciones Unidas desplegó un total de siete misiones (Namibia, Angola, El Salvador,
Camboya, Bosnia-Herzegovina, Somalia y Mozambique) con mandatos mucho más am-
plios que el del envío clásico de fuerzas de interposición y que contemplaba, entre otros
aspectos, el desarme de ex combatientes, la preparación de elecciones o la formación en
derechos humanos. Ello se refleja en un texto clásico, Agenda para la Paz, del entonces
Secretario General de Naciones Unidas, Boutros Boutros Ghali, que dio legitimidad ins-
titucional al proceso. El documento reinventaba la Carta y ofrecía un mapa conceptual
del nuevo tipo de misiones, diferenciando entre «diplomacia preventiva» (preventive
diplomacy), «mantenimiento de la paz», (peacekeeping), «imposición de la paz» (pea-
ce enforcement,) y «construcción de paz posbélica» (post-conflict peacebuilding).
Por construcción de paz se entendía, en el contexto de un acuerdo para acabar con la vio-
lencia armada, todo tipo de esfuerzos para identificar y apoyar estructuras que tendieran
a consolidar la paz y a mejorar la confianza y bienestar de las personas. Por tanto, ahí se
incluían cosas como: desarme, desmovilización, reinserción de combatientes, custodia o

16 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


destrucción de armas, acuartelamiento/acantonamiento de combatientes, repatriación de
refugiados, formación y asesoramiento de personal de seguridad, preparación y verifica-
ción de elecciones, protección de los derechos humanos, apoyo a procesos formales e in-
formales de participación política.... eran mandatos contemplados en dicho documento
bajo este epígrafe.
Posteriormente, esa visión amplia de la construcción de la paz iría ampliándose, hasta
llegar, a abordar las causas últimas de los conflictos armados. El discurso sobre las «nue-
vas guerras», y, tras el impacto de las masacres en Ruanda y Grandes Lagos en 1994, la
articulación del concepto de «emergencias políticas complejas» para referirse a crisis hu-
manitarias a gran escala insisten en la idea de necesidad de organizar operaciones relati-
vamente largas en el tiempo, con múltiples actores, lo que se denominará «respuesta sis-
témica y coordinada».
El salto cualitativo de esas operaciones hace que el término sea usado también por la in-
vestigación para la paz y los organismos no gubernamentales dedicados a resolución y
transformación de conflictos. Lo mismo puede decirse de la literatura académica. Empie-
za el embrollo, al que me referiré después: el campo de la construcción de la paz se origina
en diferentes lugares, más o menos al mismo tiempo, y con diferentes elementos de base
y a prioris de partida.
Resultado: menudean los usos diferentes del mismo término, aunque, tras la coincidencia
terminológica se esconde una clara diferencia de objetivos Por poner dos ejemplos: ¿El
conflicto debe gestionarse o manejarse, mitigarse, negociarse, mediarse, resolverse, pre-
venirse o transformarse? ¿La paz es algo que debe mantenerse, hacerse o construirse?
Todo depende de la amplitud de los objetivos y del campo semántico que se dé a la expre-
sión construcción de la paz, como veremos luego: de cuán lejos se quiera llegar en el tra-
tamiento de las causas –inmediatas y estructurales- de los conflictos.
Por otro lado, si bien el primer gran salto cualitativo y cuantitativo de las operaciones de
paz se debió al nuevo humanitarismo político y a la creciente convergencia entre seguri-
dad y desarrollo que se dio por la euforia internacionalista de posguerra fría y en un con-
texto de recuperación de los ideales liberales, tras el 11 de septiembre de 2001, se dio un
nuevo giro, un salto cuantitativo y cualitativo.
Un salto que llevará a partir de 2005, en un contexto ya algo menos «securitario», a la
creación de la Comisión de Consolidación de la Paz. Con la «resecuritización» de la agen-
da internacional y la «lucha contra el terrorismo», el modelo de «peacebuilding» fue evo-
lucionando hacia la noción de «construcción de estado» («statebuilding»), merced a la
aparición del problema de los «estados frágiles», entendidos no sólo como un obstáculo
para la reducción de la pobreza, sino como fuente de inestabilidad internacional, santua-
rio del terrorismo, o, más recientemente, cobijo de la violencia criminal vinculada a nar-
cotráfico y a tráfico de personas.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 17


A partir de ese entonces, el modelo estándar de construcción de paz, en NNUU,
suele contener los siguientes componentes o dimensiones:

Resumen del modelo estándar de construcción de paz (NNUU)

1. Seguridad: 1. desarme, desmovilización y reintegración de los combatientes


(DDR); reforma del sector de la seguridad (ejército, cuerpos policiales y, a veces,
algunos ministerios, así como la administración de justicia),
2. Reconstrucción y recuperación socioeconómica, con objetivos macro y
meso: planes estratégicos de reducción de la pobreza, liberalización económica e
impulso del sector privado, creación de empleo y de crecimiento, retorno de despla-
zados y refugiados, recuperación de servicios sociales básicos, derechos de propie-
dad de la tierra, sistemas de fiscalidad, políticas e juventud...
3. Reconciliación y justicia transicional, o mejor, justicia durante la época
de transición: encuestas, Comisiones de la Verdad, tribunales especiales, refor-
ma del sector de la justicia, reparación...
4. Liberalización: reformas diversas y paulatinas que permitan democratización.
Tres suelen ser los componentes básicos: a) celebración de elecciones, lo que impli-
ca disponer de procesos de participación y de inclusión política y social; b) restable-
cimiento del imperio de la ley y el estado de derecho, con normas como separación
de poder, y respeto de las leyes; c) procesos de descentralización política.

Por consiguiente, al ocuparse de las diferentes fases de la construcción de la paz, y en par-


ticular en la primera fase muy vinculada a la estabilización del alto el fuego, deben con-
templarse siempre, como se hace al ocuparse de una emergencia médica, que siempre
estarán presentes. O lo que es lo mismo, que aunque sea en la primera fase hay que contar
con todas las dimensiones y fases, muy relacionadas con la mencionada formulación de
las 3 Rs.

2.2. EL DEBATE INTELECTUAL EN CURSO

Todo ello ha generado un enorme debate intelectual en múltiples campos. No es


momento de ocuparse del mismo. Me limitaré a señalar tres aspectos del debate en curso.
El primero, el generado por las crecientes críticas al llamado «consenso liberal acerca
del peacebuilding», que se divide a su vez, en polémicas más generales vinculadas a la
influencia de ideas como la «paz democrática» y al neocolonialismo que pueda haber
tras los modelos, a las razones, ubicación geográfica de las misiones, a los dilemas y
contradicciones que aparecen en el desarrollo de las mismas, o a las alternativas a la
misma.

18 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


El segundo tiene que ver con la evaluación del impacto y resultado de las operaciones y con
las lecciones que se desprenden de las mismas respecto de mandados, actores y conduc-
ción de las mismas. Gira en torno a temas como la relación entre desarrollo y construcción
de paz, el carácter más o menos intrusivo y/o dependiente de la intervención, la duración,
la coherencia y coordinación, la participación, y, sobre todo, cómo evaluar su impacto real.
El tercero tiene que ver con la terminología, aunque, como veremos a continuación es
mucho más profundo, e importante, que un debate nominalista. Hemos comentado ya el
embrollo terminológico y el origen de «peacebuilding»: Boutros Boutros Ghali y su Agen-
da for Peace (1992), dónde usó el término junto a «diplomacia preventiva», «peacekee-
ping y peacemaking».
Aunque inicialmente se tradujo Peacebuilding por «consolidación de la paz», por considerar
que era lo propio de la fase postviolencia o postconflicto de las actividades, todo ha ido cam-
biando. Pronto académicos y ONG empezaron a usar el término como un concepto paraguas
para aludir y cubrir todo un amplio espectro de actividades posibles en todas las fases del con-
flicto, latente, y manifiesto, violento o no. La atribución de significados, por ende, varía bastan-
te: unos se centran en la simple gestión de conductas de actores individuales y colectivos (ges-
tión de conflictos), otros aspiran a resolver las incompatibilidades entre actores (resolución de
conflictos y prevención de recaídas) y otros a lograr el cambio social en todos los niveles de la
sociedad y en todos los aspectos y dimensiones del conflicto (transformación del conflicto).
Para entender lo que está en juego, puede ayudarnos el siguiente gráfico sobre los espec-
tros de significado al usar el término.

  Espectros de significado en la terminología de construcción de la paz 

Foco en fase post-violencia Foco en todas las fases conflicto


Foco en actividades concretas como: Foco en actividades amplias como: seguimiento de
reconstrucción, desarrollo, relaciones, resolución los derechos humanos, peacekeping, mediación,
de conflictos... desarrollo, educación, gobernanza...
Foco en resolver las causas estructurales de los
Foco en acabar con la violencia directa
conflictos violentos, incluyendo injusticias
Foco en los resultados/soluciones Foco en los procesos/transformación
Foco en el rol de los expertos y capacidades
Foco en el rol de expertos externos
internas
Foco en intervenciones nacionales e internacional Foco en intervenciones de todos los niveles:
de alto nivel comunitarias, locales, regionales, nacionales....
Foco en enfoques no militares para construir la paz
Foco en operaciones de paz militares
y la seguridad
Intención Resultado

Figura 1.  Significados posibles de construcción de paz


Fuente. Elaboración propia

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 19


Lo que está en juego en cada una de estas dicotomías es diferente, y debe ser abordado al
diseñar una intervención de construcción de paz.

2.3. DEFINICIÓN OPERATIVA QUE SE PROPONE

Operativamente, y pensado en la Colombia actual, diremos que por construc-


ción de paz debe entenderse:
1. Un conjunto estructurado de actuaciones en la fase posviolencia, para evitar la recu-
rrencia o continuación del conflicto armado». Es decir, se opta por un significado mo-
deradamente amplio y con múltiples actores y campos de actividad, que busca resulta-
dos a corto, medio y largo plazo.
2. Una serie amplia de actividades concretas y multidimensionales: todo lo que permita
restaurar o instaurar relaciones sociales y políticas entre personas y grupos con el fin
de evitar el recurso a la violencia. Ello incluye gestión, prevención, resolución, recons-
trucción y reconciliación; es decir, transformación
3. Un objetivo de acabar no sólo con la violencia directa sino también con las causas de
fondo, la violencia estructural y simbólica.
4. Un proceso, largo, de no menos de diez o quince años.
5. Protagonismo básico de actores internos, locales, aunque pueda existir apoyo externo.
Esos actores pueden ser privados y públicos y de diferente naturaleza
6. Una distinción entre tres grandes dimensiones de la construcción de paz: a) política; b)
estructural (causas profundas diversas); y c) social y relacional, orientada a mejorar las
relaciones entre personas, comunidades, grupos de interés, una auténtica transforma-
ción de la situación de conflicto.
Por todo ello, la construcción de paz puede entenderse en un sentido estratégi-
co, de largo plazo y largo aliento, como un empeño que coincide con lo que se
denomina trasformación de los conflictos.
Dicho de forma breve, habida cuenta que el conflicto, entendido como disputa o antagonis-
mo entre partes (personas o colectividades) que creen tener respecto de algún tema incom-
patibilidades o necesidades enfrentadas, es universal inevitable, lo que debe lograrse es in-
teriorizar mecanismos que impidan que el conflicto se maneje mediante conductas violentas.
A largo plazo, pues, construir la paz y transformar los conflictos coinciden: hacer que la
probabilidad que las partes resuelvan sus incompatibilidades de forma violenta sea prác-
ticamente nula.
Insistiremos de nuevo en que el enfoque de transformación de conflictos, siguiendo a Le-
derach, supone un valor añadido. Puesto que parte de la idea que para entender y abarcar

20 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


el conflicto necesitamos de tres lentes: una para la situación inmediata, otra para ver el
contexto a través de los patrones de relación entre las partes y la última que nos permita
ver la totalidad de la situación.

3. NUEVOS CONTEXTOS Y NUEVOS RETOS EN LA ESFERA


INTERNACIONAL, REGIONAL Y NACIONAL
El mundo ha cambiado fuertemente en las últimas décadas y ese cambio se refleja en la
esfera internacional, regional y nacional, de forma clara, 25 años después del fin de la
guerra fría. El cambio del sistema internacional no ha concluido y diferentes aconteci-
mientos, sin olvidar la crisis económica y financiera, lo están acelerando. Dichos cambios
están generando nuevos contextos y nuevos retos, que presentaremos brevemente me-
diante afirmaciones, señaladas en negrita en un primer momento y luego comentadas en
cada uno de los sub-epígrafes en que se ha dividido el apartado.
Esos cambios son claves, puesto que una premisa de partida del seminario ha sido, para el
autor, que el proceso de implementación de los acuerdos y de construcción de la paz, irá
acompañado de acompañamiento, acordado y sin injerencia alguna, de diferentes actores,
privados y públicos, internacionales.

3.1. LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN PROCESO


DE TRANSFORMACIÓN: AGENDA, ACTORES, PROCESO

Las relaciones internacionales se han transformado en lo concerniente a la agenda, los actores


y, sobre todo, a las interacciones de conflicto y de cooperación entre dichos actores. Asistimos
a la progresiva sustitución de un sistema internacional clásico, con fronteras y reglas de fun-
cionamiento bastante precisas, por un sistema internacional globalizado, en que se producen
fenómenos parcialmente contradictorios a la vez: globalización, regionalización, fragmenta-
ción y localización. Un sistema, con contornos desdibujados, con una regulación en parte
aleatoria y donde se combinan lógicas y órdenes diferentes en sus diversas dimensiones.

El cambio del sistema internacional

Se pueden resumir los ejes de básicos de ese cambio así:


a) En el centro del sistema se encuentran ahora los factores económicos, ya no los polí­
ticos.
b) La concepción del poder se ha transformado, así como la distribución y difusión del
mismo, a nivel de estados, regiones y de actores transnacionales y no gubernamentales.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 21


c) Los países emergentes, y en general el Sur, están ganando una creciente centralidad,
cuantitativa y cualitativa.
d) El desarrollo, entendido ya de forma plural y no sólo como crecimiento económico,
está en el centro de las preocupaciones del sistema, más que antes, junto con los nue-
vos rostros de la pobreza y la desigualdad.
e) Ha surgido una nueva concepción de la seguridad —entendida como proceso multi­
dimensional, orientada también a las personas y no sólo a las naciones—, que debe
prestar atención a nuevos riesgos y peligros, como las nuevas formas o rostros de la
violencia.
f) Las agendas de paz, de seguridad, de desarrollo y de derechos humanos están total-
mente interconectadas, con muchos elementos compartidos y/o solapados.
Conviene recordar, volviendo a la centralidad de los factores económicos y a su impacto
en todas las dimensiones de la vida internacional, que ello ha seguido siendo cierto inclu-
so durante la presente crisis económica presente, que, globalmente, ha afectado poco al
crecimiento del Sur (en términos macroeconómicos) y, en términos comparativos, mucho
más al Norte que al Sur.
Valga como ejemplo de lo afirmado, el crecimiento económico acelerado, con impacto
directo e indirecto en América Latina y el Caribe, de los países emergentes y el creciente
interés por las industria extractivas. Un crecimiento, que, empero, se da sobre bases dife-
rentes, difícilmente comparables. Así, en Asia oriental se asienta en las manufacturas,
cada vez más basadas en la mejora de la tecnología, mientras que en América Latina y el
Caribe se fundamenta en una «reprimarización» de la economía, es decir, en el resurgi-
miento del sector primario (agricultura, pesca, silvicultura y actividades extractivas),
acompañado en algunos casos de creciente industrialización.
Mención especial tiene lo relativo a la concepción del poder, su difusión y las relaciones de
poder entre actores. Todo ello está cambiando, en un sentido que podemos resumir así:
Primero, el poder fundamental procede ahora de lo que se ha llamado «poder estructural»
(la capacidad de conformar las reglas de juego) y «poder suave» (la capacidad de persua-
dir, de convencer), con una clara erosión del poder «duro» (militar). Dicho de otra forma,
el poder no depende sólo, o no tanto, de lo que tienes (poder como recursos), sino de tus
relaciones (poder relacional), de tu capacidad de conformar el sistema (poder estructural)
y de tu capacidad de ofrecer insumos y relaciones atractivas, de interés mutuo, para otros
actores (poder «suave»). Tal cosa es habitual en todos los países: la combinación de poder
relacional y de poder suave puede detectarse en la política exterior colombiana reciente y,
probablemente, seguirá estando aún más presente en el futuro.
En segundo lugar, se están alterando las estructuras del poder internacional. El proce-
so en curso muestra la combinación de tres fenómenos, interrelacionados: 1) la debi-

22 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


litación progresiva, al menos en términos relativos, de las grandes potencias del Nor-
te; 2) la creciente centralidad de potencias emergentes (BRICS, por ejemplo), con
sistemas débiles de articulación entre ellas y la reformulación regional y subregional
de las potencias regionales y de países con alto potencial de crecimiento; 3) la presen-
cia de diferentes liderazgos (potencias hegemónicas y aspirantes) en las diferentes
dimensiones de la vida internacional (política, militar, económica, financiera, tecno-
lógica...).
En tercer lugar, esos cambios de la estructura del poder internacional pueden describirse
como una «des-occidentalización» del mundo, con una presencia creciente –no sólo eco-
nómica- del Sur y del Oriente, un traslado del eje de gravitación de la actividad económica
y del poder mundial del Atlántico al Pacífico. Existen, sin embargo, dudas acerca de si el
futuro lleva hacia una situación de reparto del poder crecientemente multipolar, a un «G-
2» (con EEUU y China al frente) o incluso a un «G-0», un orden en el que ningún estado
u organismo multilateral quiera o pueda gobernar el sistema.

Las nuevas concepciones del desarrollo, de la paz y de la seguridad

Los cambios en curso afectan a los dos bienes públicos básicos que deben proveer los es-
tados, el bienestar o desarrollo y la seguridad, en particular física, de la ciudadanía.
Respecto del desarrollo, el desarrollo humano, entendido como proceso multidimen-
sional orientado a satisfacer necesidades humanas mediante actores privados y públicos,
sigue ocupando una posición central en la agenda del sistema. Se observa, en concreto,
una doble recuperación o retorno a los orígenes: a) la sostenibilidad o sustentabilidad del
desarrollo, en el centro de la agenda nuevamente tras la conferencia Río + 20; y b) la con-
cepción del desarrollo como proceso global, con modelos diferentes, base de la Declara-
ción del Derecho al Desarrollo de NNUU.1 Dicha Declaración alude al desarrollo como «...
un proceso global, económico, social, cultural y político, que tiende al mejoramiento cons-
tante del bienestar de toda la población y de todos los individuos, sobre la base de su par-
ticipación activa, libre y significativa en el desarrollo y en la distribución justa de los bene-
ficios que de él se derivan» (párrafo segundo del preámbulo).
En suma, el desarrollo se entiende como derecho humano, caracterizado por ser
multidimensional en sus objetivos y componentes, tener diferentes titulares (en la medida
que el desarrollo se predica de personas y de colectivos), por ser de realización progresiva,
(proceso de mejoramiento y satisfacción de necesidades siempre perfectible) y de imple-
mentación tanto en la esfera nacional como la internacional. Por si fuera poco, no puede
lograrse de cualquier manera, importa tanto la finalidad como la forma de llegar a la mis-
ma, lo que pone la participación en el centro.

1.  Resolución 41/128 de 4 de diciembre de 1986.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 23


Respecto a la seguridad, ha surgido una nueva concepción de la seguridad, entendida
como proceso multidimensional, que debe atender sobre todo a amenazas, retos y peligros
que afectan a las personas, habida cuenta de la disminución de los conflictos armados y de
la violencia mortal con intencionalidad política. Han surgido, pues, nuevos rostros de la
violencia.
Por un lado, la violencia homicida sin intencionalidad política directa. Por ejemplo, según
datos del Informe trianual de Global Burden of Armed Violence,2 las muertes por arma de
fuego suponen un promedio de 500.000 bajas al año. Un ochenta por ciento de las mis-
mas no se deben a violencia intencionalmente política (conflictos armados, terrorismo),
sino a otras razones (crimen organizado, inseguridad ciudadana, bandas juveniles....). In-
cluso en países que solucionaron sus conflictos armados internos mediante negociaciones
políticas o procesos de paz hace ya décadas (El Salvador, Guatemala...), el reto que plan-
tean estos nuevos rostros de la violencia son muy importantes. Por otro, el impacto de lo
que se ha llamado «violencia crónica», un fenómeno que describe el hecho de que en al-
gunos países la población se encuentra enfrascada en una espiral creciente de violencia
social, que afecta las relaciones sociales, el desempeño de la democracia y la práctica ciu-
dadana en la región. Estudios recientes3 muestran los mecanismos por los que una gama
de fuerzas profundamente enraizadas estimulan y reproducen la violencia crónica, des-
truyen o erosionan el tejido social de comunidades y países vulnerables, hasta el punto de
correrse el riesgo de que tales tendencias puedan convertirse en normas sociales de facto.
Aunque América Latina encabeza los índices de violencia a nivel global, el fenómeno de la
violencia crónica también se presenta en varios países de ingreso bajo y medio en el África
sub-Sahariana, Asia y el Medio Oriente. El problema también afecta a grupos crónicamen-
te marginales en países más ricos, como por ejemplo los migrantes indocumentados y
ciertas minorías en Estados Unidos, Europa y otras regiones. Según datos del Informe de
Desarrollo Mundial 20114 se estima que el 25 por ciento de la población mundial —tanto
ricos como pobres— viven con altos niveles de violencia de largo plazo y con repercusiones
trans-generacionales, es decir, violencia crónica y cronificada. Entre los grupos más vul-
nerables destacan los jóvenes (80 por ciento de quienes viven en países del Sur), las mu-
jeres y ciertos grupos étnicos.
Las dinámicas negativas vinculadas a la violencia sin intencionalidad política y a la violen-
cia crónica son retos cruciales, en la actualidad, para los procesos de desarrollo y de cons-
trucción de paz.

2.  Declaración De Ginebra, Global Burden of Armed Violence, 2011.


3.  Véase: Jenny Pearce, Citizenship in the Contexts of Chronic Violence, en Pearce,J.& Pearson, M. with Sam Cameron,
The Ivory Tower and Beyond: The University of Bradford at the Heart of Its Communities Bradford’s REAP approach to
measuring Community Engagement, ICPS-University of Bradford, 2007. También Tany Adams, Chronic Violence and its
Reproduction: Perverse Trends in Social Relations, Citizenship, and Democracy in Latin America, Washington, Wilson
Center, 2012.
4.  Banco Mundial, Informe Mundial de Desarrollo, Washington, 2011

24 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


3.2. LAS AMÉRICAS, AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Y EL PACÍFICO

Esos cambios han impactado también la región que conforman las diversas Américas y
sus diferentes subsistemas. Los cambios económicos, políticos y sociales en la región, jun-
to a los cambios en curso en la economía y las relaciones internacionales, alteran fuerte-
mente las dimensiones y el futuro de los procesos de desarrollo en la región y de la región
con las Américas y con el resto del mundo. Veamos algunos de ellos

Refuerzo y consolidación de la democratización

Asistimos, desde los años ochenta, a un refuerzo y/o consolidación, según los casos, de los
procesos democráticos en una parte muy importante de los países de la zona latinoa-
mericana. Ello ha tenido diversos impactos, como el refuerzo de la institucionalidad y de
la división de poderes en el sistema político, una clara disminución de la importancia de
los militares en la vida política (al menos como militares con uniforme), la generalización
de reformas constitucionales y políticas, que, entre otras cosas, han buscado la creciente
inclusión de los pueblos originarios y/ de grupos tradicionalmente marginados. Esos fe-
nómenos, iniciados en los años ochenta, han recibido nuevo impulso entre finales de los
años noventa y los dos mil.
No obstante, se observan también tendencias, mucho más heterogéneas y tenues, que pueden
debilitar la calidad de la democracia: incremento del clientelismo, restricciones a libertades
fundamentales, intentos de reforzar en exceso el poder presidencial en algunos países,5 así
como actitudes neo-populistas y la disminución o desaparición de contrapesos institucionales.

Cambios en las interacciones económicas

Por otra parte, hay que señalar un incremento de los intercambios económicos
externos de América Latina y el Caribe, una tendencia clara y en aumento. Dicha
tendencia se puede percibir en diversas dimensiones: en la comercial, con un aumento
progresivo de los intercambios Sur-Sur y una disminución de los Norte-Sur; en la produc-
tiva, con un crecimiento de la inversión directa extranjera (IDE), especialmente impor-
tante en el caso de China; y en la financiera, con un acceso renovado y creciente de la re-
gión a los mercados financieros internacionales.
Un primer resultado de lo anterior es que, como veremos luego, se reduce aún más la im-
portancia de la AOD, dinamiza fuertemente la cooperación Sur-Sur (aunque desafiando
su formulación tradicional) y supone un reto creciente a las estructuras tradicionales de la
cooperación al desarrollo tradicional, incluida la iberoamericana.

5.  Bastará con recordar la difusión y amplitud de los fenómenos de reforma constitucional para forzar nuevas reelecciones
de los presidentes, que han ido desde una potencia regional, como Brasil, a un país de tamaño pequeño como Nicaragua,
pasando por muchos otros intermedios.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 25


No obstante, dichos cambios económicos parecen tener un doble impacto potencial-
mente negativo, al menos como reto a resolver. Por un lado, que el llamado «spaguetti
bowl»6 de los acuerdos comerciales genera, en un contexto de cambios, un gran coste de
transacción —por el tiempo y esfuerzos invertidos— para la región, pro el tiempo y esfuer-
zo invertidos. En suma, la economía política y la formulación de nuevos acuerdos interna-
cionales va muy por detrás de los rápidos cambios en la inserción externa, lo que, además
de los costes de transacción, genera problemas de implementación y, a veces, de incohe-
rencia de modelos y/o instrumentos.
Por otro, los cambios en el hecho de que las estructuras económicas aumentan las des-
igualdades intrarregionales, hasta el punto de que puede hablarse ya de una América La-
tina a dos velocidades. Ello, además, refuerza los desfases o brechas ya antiguos en la re-
gión, como la fiscalidad, la inversión, la productividad o la sostenibilidad ambiental.
Además, refuerza la desigualdad y la exclusión social, mal endémico de la región.

Cambios en la esfera social y en las relaciones internacionales

Nos referiremos, por último, a dos cambios en curso de gran trascendencia, uno relacio-
nado con el impacto de los cambios económicos en la esfera social, y el otro.
Se detectan en la región cambios sociales y en la estructura de la sociedad que plantean
retos presentes y futuros de gran magnitud. Concretamente, pese a las diferencias subre-
gionales, nacionales e intra-nacionales, se detectan cuatro rasgos compartidos, en mayor
o menor medida. Primero, una disminución de la pobreza pero con aumento de las des-
igualdades, habida cuenta que el crecimiento se da merced a ventajas comparativas está-
ticas. Segundo, un incremento, al menos en muchos países, de la brecha social, que sólo
se puede contrarrestar (parcialmente) con medidas como la reforma y aumento de la
presión fiscal y, en algunos casos, con políticas de bonos o subsidios directos. En tercer
lugar, un incremento de las clases medias, que tiene un impacto en el consumo pero tam-
bién, y crecientemente, en las políticas públicas, al demandar servicios al Estado. Y cuar-
to, un progresivo agotamiento del impacto positivo del bono demográfico,7 cuyo efecto
era clave para el crecimiento; al agotarse su impacto, no basta para atenuar la pobreza y
la desigualdad.

6.  La expresión, literalmente «plato o bol de spaghetti», alude a un fenómeno de política económica internacional: la
complicación derivada de la aplicación de reglas de origen domésticas al firmar acuerdos de libre comercio entre estados
(spaghetti), en el marco de la proliferación de tratados regionales. El efecto comporta políticas comerciales discriminatorias
al estar una misma mercancía sujeta a diferentes tarifas o a aranceles y a diferentes cursos de reducción tarifaria, en virtud
de las preferencias internas. El fenómeno ha provocado, a partir de la proliferación de acuerdos de libre comercio, resulta-
dos paradójicos y a veces contradictorios entre socios comerciales bilaterales y multilaterales. Cuando se aplica al caso de
comercio entre naciones asiáticas se denomina «noodle bowl effect».
7.  Expresión que alude a la situación en que la proporción de población en edad de trabajar continúa creciendo más rápi-
damente que la población dependiente en edad escolar o en edad de retiro o jubilación. En otras palabras, se cuenta con una
mayor proporción de población en edad de ahorrar, invertir, trabajar y producir, mientras que cada vez un menor número
de personas requieren de inversiones en educación y salud. Suele considerarse que, si se aprovecha la situación, el bono
demográfico incrementa la acumulación de activos y fomenta el crecimiento económico.

26 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


En cuanto a las relaciones internacionales de la región, se observa una alteración de las
pautas de interacción política internacional en la región y de ésta con otras.
Por un lado, se observa, por la creciente multipolaridad del sistema tras la guerra fría, una
brecha creciente entre EEUU y América Latina, con desencuentros dentro y fuera de la
región sobre temas de integración comercial y con críticas a algunas políticas estadouni-
denses, así como una pérdida parcial de hegemonía. A ello ha contribuido también el pa-
pel de nuevas alianzas subregionales, como las vinculadas a las diversas asociaciones alre-
dedor de los llamados países del ALBA. Sin embargo, el vacío hegemónico parcial en la
zona, derivado de esa brecha o mayor aislamiento de EEUU, no ha reforzado claramente
el liderazgo de «hegemones» regionales de Brasil y México, o, no al menos, para ocupar
claramente ese vacío en condiciones de producir bienes colectivos regionales.
Se puede concluir al respecto que la hegemonía regional y subregional será un tema crecien-
temente importante en el futuro, tanto para las grandes potencias regionales y subregiona-
les (Brasil, México, Chile), como para países como Colombia, que está en los últimos años
diversificando y alterando sus relaciones exteriores. Loa anterior se refleja y reflejará en
cambios en las políticas exteriores (y en toda la acción exterior, en general), con un peso
destacado para las políticas de cooperación internacional al desarrollo y ayuda al desarrollo.

3.3. COLOMBIA EN LA ESFERA INTERNACIONAL Y REGIONAL:


NUEVOS RETOS Y DESAFÍOS HACIA AFUERA Y HACIA ADENTRO

Colombia enfrenta también dichos cambios, y los retos y desafíos que comportan. Tanto
en su inserción en el sistema internacional y regional, hacia fuera, como hacia dentro. De
forma sucinta, podemos destacar al menos lo siguiente.

El crecimiento económico como tendencia de largo aliento

Por un lado, el crecimiento de Colombia ha llamado la atención de muchos analistas inter-


nacionales, hasta el punto de formar parte de lo que se han llamado «Civets» (siglas que
aluden a Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), una manera de alu-
dir a los países que podrían tener mayor crecimiento económico en los próximos diez años
y tener un papel muy importante en la conformación de la nueva agenda de desarrollo.
La expresión Civets8 designa una serie de países atractivos para el comercio, las inversio-
nes y los bienes públicos mundiales por la combinación de factores como: creciente mer-
cado de consumo; renta media con economías parcialmente diversificadas, con crecimien-
to altos- incluso tras la crisis económica- y perspectivas de mantenerlos; son oferentes y
receptores de cooperación al desarrollo y aceptan y/o participan en los estándares creados

8.  Alude a un pequeño felino que se encuentra en África y Asia.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 27


en el contexto del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), de la OCDE, lo que facilita el in-
tercambio de conocimiento entre socios y la cooperación triangular. Finalmente, tienen
una clara presencia internacional9 y los organismos multilaterales los perciben como po-
tenciales proveedores de bienes regionales y en bancos de «buenas prácticas».
Se trata de un factor, como tendencia fuerte, positivo y con raíces antiguas. Es decir, no se
trata de un cambio repentino, sino de una tendencia fuerte, que tiene que ver con una es-
trategia de inserción internacional y económica ya dilatada en el tiempo, aunque acelera-
da desde mediados de la primera década del nuevo siglo. Dicha tendencia está vinculada
a la apertura y liberalización económica.
No obstante, no todo lo relacionado con la tendencia es visto de forma positiva por los
analistas. Suelen destacarse dos problemas: la persistencia de déficits y carencias de po-
breza y exclusión, que lastran el impacto general del crecimiento; que los resultados tan-
gibles a corto plazo, en términos de desarrollo y bienestar equitativamente distribuido
para las personas, son escasos.
Sea como fuere, según datos del Informe de Desarrollo Humano de 2013, Colombia, junto
a Turquía, obtiene los mejores resultados de todos los países CIVETS (Colombia sigue a
Turquía en términos globales, pero la supera en los indicadores relacionados con los fac-
tores educativos y de capital humano).

Liberalización e inserción económica

Es bien sabido que Colombia ha seguido, desde hace décadas, una estrategia de liberaliza-
ción económica. Esta se ha basado sobre todo principalmente, en tres instrumentos:
a)  participación activa en el sistema económico (comercial y financiero) internacional;
b) estímulo a los diversos avances en los procesos de integración regional10 e interés por
algunos procesos de integración más allá de la región (Foro de Cooperación Económica
Asia-Pacífico, APEC; ingreso al Consejo Económico del Pacífico (PBEC) y al Consejo Eco-
nómico de Cooperación del Pacífico (PECC)); y c) negociación, firma y ratificación de di-
versos tratados de libre comercio con diferentes países y grupos de países. Adicionalmen-
te, desde su creación en el 2011 Colombia ha apostado fuertemente por la Alianza del
Pacífico, que puede ya considerarse un bloque comercial en construcción, clave para la
región latinoamericana al reunir a países que suponen el 40% de la economía regional.
No obstante, pese a los resultados, persiste, un problema estructural: la escasa diversifica-
ción regional y sectorial de dicha inserción económica internacional. Dicho de otra forma:

9.  Indonesia, Suráfrica y Turquía son miembros del G-20 y participan muy activamente en la gestación de la nueva agen-
da de desarrollo. Suráfrica preside, junto a Corea del Sur, el Grupo de trabajo sobre el Desarrollo (surgido en el marco del
CAD), en el que Turquía e Indonesia han liderado esfuerzos para intercambios de conocimiento. Colombia e Indonesia, por
último, dirigen el grupo ad hoc para el intercambio del conocimiento Sur-Sur.
10.  Por ejemplo, creación de la Caricom, relanzamiento del Pacto Andino y creación de la Comunidad Andina o CAN,
Acuerdo de complementación CAN-Mercosur.... integración sectorial...

28 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


Colombia no tiene suficiente presencia en los mercados globales. Lo anterior es
visible tanto el destino de las principales exportaciones: con datos oficiales (nacionales y
de organismos internacionales) de finales de los años 2000, más del 60% de total se des-
tina a tres «socios», EEUU (39%), Venezuela, (12%) y la UE (14%). En cuanto a las impor-
taciones, la situación es similar: EEUU (28%), UE, (13%), China (11%), México (8%) y
países del Mercosur (8%). África, Asia y el Pacífico, en suma, siguen teniendo un porcen-
taje escaso en las relaciones económicas internacionales de Colombia. Respecto de la di-
versificación sectorial, las mismas fuentes señalan que más del 50% de las exportaciones
son de tipo tradicional (carbón, petróleo) y sólo el resto tiene algún valor añadido adicio-
nal (con cerca de un 40% vinculado al sector industrial), aunque está aumentando.
En los últimos años se está trabajando fuertemente en el tema, con un papel creciente
otorgado a la promoción de nuevas relaciones internacionales, algo, que, como veremos
luego, se relaciona también con la cooperación Sur-Sur.

Un desarrollo con debilidades y retos para el futuro

Colombia, pese a todo, sigue teniendo un problema de desarrollo de largo aliento: pro-
blemas de tasas de desempleo significativas, pobreza, desigualdad, hambre y
carencias en términos de bienestar.
Ello, pese a que el indicador de ingreso per cápita ha llegado ya a los 8.711 dólares anuales
y que ocupa el lugar 91, en la actualidad, del mundo en términos de índice de desarrollo
humano.
La desigualdad, como es sabido, es un problema endémico de América Latina y no sólo de
Colombia. En todo caso, perjudica el impacto de desarrollo de las mejoras en el Índice de
Desarrollo Humano. Según datos del Informe de Desarrollo Humano Mundial (2013), el
IDH de Colombia en el 2012, que mejora constantemente desde el 2000, era de 0,719. Sin
embargo, ajustado en términos de igualdad, descendería hasta el 0,519. Esa pérdida no
afecta por igual a los tres componentes del índice: el impacto más negativo se da en los
ingresos (el índice desciende hasta el 0,336); seguido de la educación (el descenso lo sitúa
en el 0,523) y es muy escaso en las expectativas de vida.
Los problemas de pobreza y desigualdad están particularmente concentrados en ciertos
territorios y en ciertas comunidades y poblaciones vulnerables. Y tienen un fuerte compo-
nente rural, pese al gran avance en términos de urbanización en los últimos 40 años, datos
recientes de los últimos informes del PNUD muestran que el 32% de los colombianos son
pobladores rurales, y en las tres cuartas partes de los municipios, cuya área ocupa la ma-
yoría del territorio nacional, predominan relaciones propias de sociedades rurales.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 29


Un factor que puede resultar crucial

A todo lo anterior hay que añadir una última consideración: las negociaciones de paz
en curso entre las FARC y el Gobierno, de tener éxito, afectarán fuerte y lar-
gamente la vida política, social y económica del país.
Más allá del impacto a corto, mediano y largo plazo en la vida política e institucional co-
lombiana, per se y por la implementación de lo que en las conversaciones se pueda acor-
dar respecto de los puntos sujetos a negociación, el impacto será estructural por varias
razones.
Primero, porque negociar la paz («hacer las paces»), pese a las dificultades y obstáculos,
es siempre mucho más fácil y toma menos tiempo que hacer la paz o «construir la paz».
Segundo, porque se abrirá un proceso de construcción de la paz, que por experiencia com-
parada, durará no menos de diez-quince años, un proceso que transformará la sociedad
colombiana y las políticas públicas. En el centro de los procesos de cambio estarán no sólo
los procesos de desarme, desmovilización y reinserción, o la reforma del sector de la segu-
ridad, sino las tres «Rs»: resolución (incompatibilidades que generaron el conflicto entre
partes), reconstrucción (rehacer todo lo que, en la esfera material y no material, dañó la
fase violenta del conflicto) y reconciliación (políticas de memoria y pasado, derecho a la
verdad, derecho a la justicia, reparaciones y garantía de no repetición).
En tercer lugar, porque el desarrollo, los modelos de desarrollo, estarán en el centro del
debate y de la vida social, política y económica, con tensiones importantes en una primera
fase, la vinculada justamente al desarrollo rural.
En cuarto lugar, porque ello afectará fuertemente al desarrollo territorial, con rubros im-
portantes en la agenda como sostenibilidad, descentralización e infraestructuras.
En quinto lugar, por su impacto en la vida institucional, en el sistema político colombiano y
en el sistema de partidos. Será importante, aunque difícil de prever a priori, más allá de los
cambios obvios en las leyes electorales. Como he dicho, afectará al sistema de partidos y a las
interacciones de éstos en las dos cámaras legislativas. En suma, parece claro que se incre-
mentará el papel del poder legislativo en el proceso de construcción de paz, así como el de los
diversos actores privados que intentan influir en la conformación de la agenda institucional.
En sexto y último lugar, afectará a los flujos de AOD, que han crecido en los últimos siete
años pese a ser Colombia un país de renta media alta, a causa justamente de la persisten-
cia del conflicto armado y sus consecuencias humanitarias. Sin duda alguna, el coste im-
portante de los procesos de construcción de paz exigirá movilizar recursos, internos y ex-
ternos. Sin embargo, no es previsible que la ayuda internacional adicional sea muy
importante, al menos a medio y largo plazo. De hecho ni siquiera es probable que siga
incrementándose el total de fondos asignados

30 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


Todo ello recomienda afrontar inmediatamente los retos que el proceso de construcción
de la paz generará al país, fortaleciendo capacidades y preparándose para el proceso de
hacer la paz.

4. PREGUNTAS GENERADORAS DE DEBATE PARA LOS SEIS EJES


DEL SEMINARIO, A PARTIR DE LAS PONENCIAS INICIALES
Se presentan a continuación preguntas para generar y organizar el debate, a partir de las
ponencias iniciales presentadas para cada eje. Se sugieren también líneas de intervención
para los «discusssants» o personas a las que les hemos pedido que inauguren los debates tras
las ponencias de cada eje. En todos los casos se sigue el mismo esquema: preguntas compar-
tidas; preguntas derivadas de cada ponencia; sugerencias para las intervenciones iniciales.

EJE 1. LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ. DE LOS ACUERDOS


A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN CLAVE COMPARADA.
LA DIMENSIÓN HUMANITARIA
A. Compartidas
1. ¿Cuáles son los principales retos y obstáculos para pasar de la fase de hacer las paces a
construir la paz, tanto como políticas públicas como de aportaciones de todos los secto-
res y actores de la sociedad colombiana?
2. ¿Cómo se puede aportar a la paz desde la diferencia, de manera individual y colectiva,
y, sobre todo, de manera más estratégica, pensando más en el medio y largo plazo?
3. ¿Quiénes y cómo van a monitorear los acuerdos? ¿Se necesita algún instrumento espe-
cial de seguimiento?
4. Pensando desde una perspectiva de inclusión y diversidad, ¿cómo se pueden aterrizar
los acuerdos en los territorios y cuál es el papel de la sociedad en la construcción de
pactos de paz regionales?
5. ¿Cómo se puede preparar la sociedad civil, y a través de ella la sociedad colombiana,
para la implementación de los acuerdos y para la traducción de los acuerdos en políti-
cas públicas? ¿Qué estructuras existen que pueden facilitar una respuesta adecuada a
las tareas? ¿Cuáles son las herramientas (psicológicas, sociales, políticas, económicas,
académicas) que hacen falta?
6. ¿Cuáles son y serán los recursos necesarios para implementar políticas públicas que
enfrenten las raíces del conflicto, así como los mitos y falsas creencias, de manera
que contribuyan a una transformación real de Colombia?

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 31


  7. ¿Cómo manejar las expectativas de resultados rápidos y dividendos de paz entre la
misma sociedad?
  8. ¿Cómo asegurar que se disponga de políticas públicas que responden rápidamente a
las prioridades de las comunidades situadas en zonas de conflicto violento?
  9. ¿Cómo puede la comunidad internacional apoyar la transformación desde la guerra
hacia la paz? ¿Cuáles son los cambios que tendría que hacer en sus acercamientos al
país, tanto en sus políticas exteriores como en sus políticas de cooperación al desarro-
llo y de fomento de la paz?
10. ¿Cómo se puede apoyar desde el ámbito internacional una profundización democráti-
ca en Colombia?
11. ¿Cómo se puede asegurar que la comunidad internacional no abandone a Colombia
antes de la transformación?
12. ¿Cómo se puede asegurar que las políticas públicas internacionales no apoyen sólo a
un individuo (s) o a un gobierno, sino a un proceso, y, por tanto, a toda la sociedad y
en concreto a la sociedad civil?
13. ¿Cómo se puede mantener el apoyo para la defensa de los derechos humanos en una
época del pos-Acuerdo cuando se quiere creer (en el exterior tanto como dentro de
Colombia) en la paz?

A. Preguntas a partir de la ponencia de Rafael Grasa


1. En clave comparada, tanto interna como internacional, este proceso de paz tiene carac-
terísticas muy diferentes a otros y parciamente contradictorias. ¿Están de acuerdo que,
pese a la concisión de la agenda pactada en el acuerdo marco, la novedad es que parece
aceptarse que el proceso de posconflicto, o de construcción de paz o transición, impli-
cará desafíos importantes que cambiarán las dimensiones social, política y económica
del país?
2. Dicho de otra forma, al hacer las paces, las dos partes están aceptando que la construc-
ción de la paz será muy importante. ¿Podría afirmarse que, en ese contexto, lo que está
en juego es como desarmar las bases que alimentan las raíces profundas, los acelerado-
res y los desencadenantes de la violencia política intergeneracional?
3. ¿Puede sostenerse que, así las cosas, los cuatro grandes componentes de la construc-
ción de paz desarrollados por la comunidad internacional durante los años 90 y 2000,
enumerados en la ponencia, tendrán una presencia clara en la construcción de la paz
4. Los dos grandes puntos que marcan el inicio de la insurrección armada y que atravie-
san la totalidad de la agenda de la Habana, tierra y sistema político incluyente (es decir,

32 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


dónde pueda perseguirse democráticamente y sin violencia cualquier objetivo), han
cambiado a lo largo de estos cincuenta años. ¿Puede entenderse, al construir la paz,
tierra sólo en alusión a la reforma agraria y la tenencia de la tierra? ¿Qué implicaciones
tiene en el momento actual que tierra signifique también territorio, tanto en el sentido
de ordenación espacial y política como de control de los recursos que puede generar su
superficie y su subsuelo? ¿Qué implicaciones tiene en la actualidad hablar de un siste-
ma político incluyente, tanto a nivel de relación entre la capital y los territorios (gober-
naciones y alcaldías) como entre élites capitalinas y territoriales?
5. Partiendo de la tesis de que desarrollo, paz y derechos humanos son procesos y puntos
de la agenda parcialmente solapados e indisolublemente unidos, ¿qué implicaciones
tiene para la construcción de la paz o posconflicto que la paz y el desarrollo afecten tan-
to a la agenda de lo eventualmente acordado en La Habana como al núcleo duro de los
arreglos que están tras las causas de la reproducción intergeneracional de la violencia?
6. Partiendo de las cuatro dimensiones de la construcción de la paz reseñadas, ¿pueden
establecerse prioridades para cada una de ellas?

B. Preguntas a partir de la ponencia de Virginia Bouvier


1. ¿Cómo se puede asegurar que los intereses y preocupaciones de la sociedad civil se co-
nocen y se toman en serio en la mesa de negociaciones y, sobre todo, después? ¿Se
puede sustituir la participación directa de la sociedad civil con un conocimiento de lo
que quiere? ¿El ejercicio de ventriloquía funciona realmente?
2. ¿Cómo poner en diálogo los mitos que han sostenido la guerra con memorias y, en par-
ticular, con memorias históricas?
3. ¿Qué políticas publicas pueden asegurar que las narrativas que surjan sobre las memo-
rias dignifiquen las víctimas y contribuyan a la reconciliación del país?
4. ¿Cuál es la fórmula de la justicia transicional que reconoce los compromisos de Colom-
bia de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional y ofrece a las
víctimas garantías de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición?
5. ¿Cómo asegurar que las políticas públicas que apoyan procesos de diálogo entre el go-
bierno y los movimientos sociales generen acuerdos que sean implementados, es decir
que no se conviertan en, simplemente, una estrategia de postergación y ofuscación?

C. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 33


• Kristian Herzbolzheimer: que se centre en la dimensión comparada, en particular
en la primera fase de implementación de los acuerdos y en posibles lecciones aprendi-
das a tener en cuenta.
• Francisco Rey: que se centre en la dimensión humanitaria, en particular en cómo la
decisión de alto el fuego puede afectar a la situación ya complicada, a tenor de los últi-
mos informes.

EJE 2. LA DIMENSIÓN POLÍTICA. SISTEMA POLÍTICO,


DESCENTRALIZACIÓN Y ACTORES TERRITORIALES
A. Compartidas
1. ¿Puede afirmarse que este proceso de paz tiene como principal novedad aceptar que
Colombia tiene aún saldos pendientes para construir la nación y que, de no afrontarlos
y resolverlos, se favorece el caldo de cultivo de la reproducción sostenida de la violencia
en sus distintas manifestaciones?
2. ¿Qué implicaciones para la dimensión política tiene que se parta de la tesis de que, en
sentido fuerte, los diferentes procesos de paz previos, y aún acuerdos importantes
como el Frente Nacional o el que originó la Constitución de 1991, no hayan tenido au-
téntico posconflicto, en particular en los territorios, ni hayan involucrado en su realiza-
ción a todas las fuerzas en conflicto?
3. ¿Hasta qué punto puede afirmarse que la descentralización será un tema clave en el
posconflicto? ¿Bastará con poner en marcha lo previsto en la Constitución? ¿Es previ-
sible que surjan nuevos cambios?

B. Preguntas a partir de la ponencia de María Victoria Llorente


1. ¿Cuáles serían los arreglos profundos que deberían desactivarse, siguiendo lo señalado
en la ponencia, para asegurar al máximo la no repetición de la violencia?
2. La ponencia, sugiere, citando a Lederach, que hay que transformar el conflicto. Se
apunta concretamente que deben transformarse las relaciones sociales y entre actores
en clave de reconciliación y debe abordarse el desarrollo (económico, social, político)
en clave transformadora. ¿Qué opinas de los obstáculos que, presuponiendo voluntad
sincera de las partes, se señalan: desconfianza y mentiras; falta de sistema protectora
de los derechos y garante de las capacidades, mantenimiento de la inercia y falta de
protagonismo de muchos de los actores, poca capacidad de involucrar en su proceso de
cambio a los actores de poder, que deben cambiar eventuales pérdidas a corto plazo
con ganancias futuras? ¿Existen otros obstáculos?

34 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


3. ¿Está bien caracterizado lo que se llama primer desafío, la herida social, visible en las
brechas regionales y en el arreglo del poder en la periferia? ¿Cómo se puede combatir
la desigualdad y el dominio, o imperio, de la «institucionalidad extractiva»?
4. Respecto del segundo desafío, la herida de guerra, y la necesidad de contar con una
noción de justicia cercana o afín a la reconciliación, ¿qué lecciones a futuro pueden
extraerse del ejemplo de que las nociones de víctima y de victimario que a menudo se
han utilizado o se utilizan, resultan poco útiles por su incapacidad de reflejar cabal-
mente la complejidad del fenómeno al que aluden?
5. ¿Cómo poner en práctica lo que sugiere la ponencia, construir o reconstruir un sentido
de lo justo más cercano a la reconciliación que a la «vendetta»? Dejando el tema para
el eje de justicia y políticas de memoria y de pasado, ¿puede ayudar trabajar más el
papel de la justicia restauradora o restaurativa?
6. ¿Qué sugerencias para poner en marcha ese cambio, en concreto respecto a cómo lo-
grar ese liderazgo fuerte de qué se habla?

C. B. Preguntas a partir de la ponencia de León Valencia


1. ¿Estás de acuerdo en el diagnóstico de que no se ha logrado el fin de la violencia, en
procesos anteriores, por qué no ha habido posconflicto, transición, ni reconstrucción
del Estado en las zonas donde hubo guerra?
2. La ponencia insiste en la magnitud e importancia de las zonas donde el «estado» o la
normalidad ha estado representada por la guerrilla, los paramilitares y las mafias, con
procesos de captación de local. Se habla de centenares de municipios y de la centrali-
dad de establecer posconflicto para ellos. ¿Quién, cómo y con qué legitimidad debería
construir esos planes de posconflicto?
3. La ponencia sostiene que la paz pasa por abolir el recurso de la violencia en la política.
¿Qué cambios, priorizados, deberían darse en el sistema político y en el sistema de
partidos para lograr esa abolición?
4. ¿Cómo incide, todavía hoy, la parapolítica en el escenario político? ¿Puede tener un
impacto importante en la gestación de los marcos de implementación de los acuerdos?
¿Puede convertirse en un elemento disruptor, en un «spoiler» significativo, tanto en
las institucionales nacionales como en la esfera política de los territorios?
5. La ponencia insiste en que construir estado en los territorios no consiste simplemente
en llegar y ponerse a hacerlo. En esas zonas de alta conflictividad violenta, hubo «esta-
do» sustitutorio, hay más penetración social de la base ideológica y social de las guerri-
llas de lo que pueda parecer, pese a la coacción y subordinación también operante.
¿Cómo enfrentar el fenómeno de que, pudiera suceder, que el apoyo electoral en las

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 35


circunscripciones especiales y en general en los territorios se mostrara en el 2015 y
elecciones posteriores más fuerte del previsible? ¿Está el sistema en condiciones de
aceptar eso, de fomentar la inclusión y eliminar el riesgo de represalias e incluso de
violencia selectiva contra los electos? ¿Qué debería arbitrarse para garantizarlo?
6. La ponencia sostiene que una primera reconciliación a lograr es política. ¿Qué implica-
ciones y derivadas, para la agenda política y de construcción de paz, tiene esa tesis?

D. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Iván Marulanda que, desde la perspectiva del Programa piloto de diagnóstico e inter-
vención realizado en Antioquía (Preparémonos para la Paz) intente establecer generali-
zaciones para el conjunto de los departamentos y que nos diga cuál podría el papel del
órgano que reúne a los diversos gobernadores.
• Marcela Jaramillo que, desde la perspectiva de la Federación Colombiana de Munici-
pios, con varios programas en marcha en preparación del posconflicto, nos hable del
diagnóstico, prioridades, estrategias e instrumentos que están elaborando los municipios.

EJE 3. EL DESARROLLO Y LA DIMENSIÓN ECONÓMICA


(CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO, RURALIDAD, TIERRAS,
CULTIVOS ILÍCITOS, INFRAESTRUCTURAS)
A. Compartidas
1. ¿Qué modelo de desarrollo debe y puede acordarse a futuro, más allá de lo previsto en
los eventuales acuerdos de La Habana sobre desarrollo rural o sustitución de cultivos
ilícitos? ¿Hay condiciones para realizar un debate, franco y con posibilidad de llegar a
acuerdos, al respecto?
2. ¿Cuál sería el lugar y el método más conveniente para afrontar un eventual acuerdo o
consenso sobre el modelo de desarrollo en el futuro? ¿Qué actores deberían participar
en la gestación, firma e implementación de ese eventual acuerdo, pacto o consenso?
3. ¿Podrían establecerse criterios o condiciones previas para favorecer la realización del
proceso de obtención de dicho pacto o acuerdo? De considerarse posibles, ¿cuáles se-
rían?
4. ¿Qué papel deben jugar los actores privados empresariales y, en particular, sus órganos
de representación, fomento y cabildeo de segundo nivel?

36 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


B. Preguntas a partir de la ponencia de Luis Jorge Garay
1. La tesis de partida es que la sociedad colombiana, en el marco del ejercicio de su deber
ciudadano y compromiso global con la democracia moderna, la que debe aprovechar el
cese del conflicto armado para debatir, decidir y poner en marcha compromisos que
deriven, al cabo de un tiempo, en transformaciones que lleven a un estado democrático
y social de derecho. Y, para ello, debe partirse de una doble premisa: a) que en el pos-
conflicto inmediato menudearán los conflictos y luchas sociales, el debate sobre mode-
los, e incluso formas de violencia directa, pese a la desactivación formal de la violencia
guerrillera; y b) que habrá obstáculos e incluso bloqueos de las transformaciones acor-
dadas y de las requeridas. ¿Están de acuerdo con el diagnóstico o quieren hacer señala-
mientos al respecto?
2. La transición, se plantea, ha de tomar en cuenta problemas estructurales y endémicos,
presentes en el ordenamiento social, económico, político y cultural del país. Para ello
se propone: establecer una direccionalidad y una alianza de fuerzas a favor de ello;
implantar principios rectores fundacionales; realizar reformas sistémicas para lograr
un modelo de desarrollo socialmente incluyente y sostenible; disponer de un recurso
fiscal suficiente, con un aporte claro y proporcional de todos los actores. ¿Coinciden
con el diagnóstico? ¿Hay señalamientos? ¿Cuál sería, si se puede cuantificar indicati-
vamente, el monto de recursos fiscales y económicos necesarios para la transición y el
nuevo modelo de desarrollo? ¿Cómo podrían obtenerse?
3. A propósito del modelo de desarrollo incluyente desde la óptica de sistema complejos.
¿Coinciden con el diagnóstico en sus dos componentes, desarrollo rural incluyente y
modelo minero social y ambientalmente sostenible?
4. Respecto del desarrollo rural incluyente. ¿Señalamientos o críticas a las bases progra-
máticas del modelo (incluyente y transformador socialmente; focalizado en el territo-
rio, entendido como unida de análisis y de planeación/implementación de políticas;
reparación transformadora y restitución de tierras a víctimas)?
5. Respecto del modelo minero, ¿señalamientos al diagnóstico? ¿Comentarios o críticas a
las bases programáticas explicitadas?
6. Respecto del modelo de desarrollo y del sistema de financiamiento en perspectiva. ¿Es-
tán de acuerdo o matizarían lo que se dice respecto del descenso paulatino del déficit
estructural y de la deuda del GNC y el escenario de las finanzas públicas? ¿Qué señala-
mientos harían respecto de comentarios sobre el escenario final posconflicto como la
reducción del gasto militar y de seguridad (entendido como exceso la reorientación del
ahorro así obtenido y otra medidas tributarias señaladas? ¿Ideas adiciónales?

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 37


C. Preguntas a partir de la ponencia de Jorge Mario Díaz
1. ¿Están de acuerdo con el diagnóstico que hace el documento sobre el contexto ma-
croeconómico del país? Concretamente, ¿sobre la estabilidad de la economía colombia-
na, su estructura productiva, el papel preponderante de lo urbano y capitalismo, la
creación de empleo, el alto nivel de IDE o la fortaleza empresarial? ¿Están de acuerdo
en la valoración negativa de la inequidad y desigualdad?
2. ¿Señalamientos sobre el impacto o costo que se hace del conflicto armado? Concreta-
mente sobre la afirmación que sin el conflicto armado el PIB se duplicaría cada 8,5
años y no cada 18,5?
3. ¿Están de acuerdo en la descripción del marco institucional que ha coadyuvado a la
permanencia del conflicto? Concretamente en la triple incapacidad del Estado (pro-
puesta uniforme para el país, monopolio legítimo de la fuerza y transparencia de sus
instituciones para hacer cumplir la ley? ¿Harían algún señalamiento adicional? En
caso afirmativo, ¿cuál o cuáles?
3. ¿Cómo valoran el análisis que se hace de la relación del sector empresarial con el con-
flicto? En primer lugar, la acomodación, activa o pasiva, del empresariado que operaba
en zonas de conflicto armado a las reglas impuestas por los actores armados. En segun-
do lugar, el triple escenario de actuación posible en territorios: a) apoyo a la institucio-
nalidad y a la transición hacia la paz; b) generación de nexos directos o indirectos con
actores ilegales para lograr objetivos empresariales; y c) actividades en la zona gris,
entre legalidad e ilegalidad. ¿Cómo valorar la estimación, explícita, que el texto hace
del creciente avance de la opción por la transparencia de las actividades empresariales
y por tanto de predominio del escenario de apoyo a la institucionalidad? ¿Pueden orga-
nizaciones importantes como la CCB, y similares, ayudar a lograr que eso sea cada vez
más la regla generalizada, la norma, estadística y ética?
4. ¿Qué señalamientos harían a las consideraciones sobre la rural preliminar de reco-
mendaciones y transformaciones para la transición hacia la paz desde la perspectiva
del sector privado?
5. Concretamente, y a partir de un documento elaborado por el ICIP en curso de publica-
ción para la CCB, se identifican cuatro grandes sectores (seguridad y gobernanza, de-
mocratización y participación política, recuperación socioeconómica y justicia transi-
cional) y se establecen temas prioritarios en cada sector o dimensión para el caso
colombiano desde la óptica del empresariado. ¿Qué opinan de ellos? ¿Señalamientos,
cambios?

38 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


D. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Gerardo Vega que plantee, desde la perspectiva de los estudios realizados por su Fun-
dación, cómo ve la agenda de desarrollo futura y el papel de los territorios y de la socie-
dad civil en su elaboración e implementación-
• Lina María García que reflexione sobre cómo un eventual acuerdo en La Habana
puede influir en la planeación del desarrollo, en la tarea del DNP.

EJE 4. LOS ACTORES NO POLÍTICOS Y LA DIMENSION SOCIAL:


PARTICIPACIÓN, DERECHOS HUMANOS, COMUNIDADES
ORIGINARIAS Y AFRODESCENDIENTES
A. Compartidas
1. ¿Qué papel debe tener la participación desde el inicio de la implementación, para paliar
los déficits de la fase negociadora?
2. ¿Cómo garantizar la participación de las comunidades originarias y afrodescendientes?

B. Preguntas a partir de la ponencia de Jenny Pearce


1. ¿Qué lecciones consideras más importantes de las que se establecen sobre la violento-
logía en Colombia y su contribución a la paz, en clave de evitar la reproducción de la
violencia, en su fase inicial?
2. ¿Qué lecciones del período de la guerra fría y del informe Colombia: violencia y demo-
cracia»?
3. ¿Qué lecciones de la etapa preludio a las negociaciones de paz presentes, en particular
a partir de 2005?
4. ¿Qué lecciones aporta la mirada con sesgo femenino, a partir de la Verdad de las Mu-
jeres, elaborada por Ruta Pacífica?

C. Preguntas a partir de la ponencia de Borja Paladini


1. ¿Qué aportes podemos derivar de la noción de infraestructura de paz como sistema de
apoyo al proceso de construcción de paz?
2. ¿Cómo operativizar dicha noción, partiendo de las características generales?

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 39


3. ¿Podría haber infraestructuras de paz en función del tipo de tema y de territorios?
4. ¿Se nota que la propuesta de la ponencia se ha pensado desde un territorio periférico?
¿En qué?
5. ¿Cómo aterrizar la propuesta de diálogos e infraestructuras de paz en lo que se llaman
territorios de paz?

D. Preguntas a partir de las ponencias de Felipe Gómez Isa


1. ¿Qué señalamientos o comentarios hacer a la revisión del papel de la sociedad civil en
los diferentes momentos o fases de negociación, refrendo o validación, implementa-
ción...?
2. ¿Qué sugerencias o señalamientos a las recomendaciones que se hacen en las páginas
14 y 15?
3. ¿Qué señalamientos a la tesis general de que los conflictos armados contemporáneos
incrementan fuertemente la vulnerabilidad de grupos atávicamente excluidos y margi-
nados como los pueblos indígenas? ¿Exige algún matiz o comentario la caracterización
del caso colombiano?
4. ¿Cómo operativizar el problema del confinamiento?
5. ¿Debe tener rasgos distintivos el tema de la reparación y reparaciones en el caso de los
pueblos originarios? En caso afirmativo, ¿cuáles?

E. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Adriana Benjumea que comente, de forma general y no sólo para el caso concreto de
las mujeres, qué beneficios tendría aplicar el sesgo propio de la mujer a la totalidad del
caso de la participación social
• Paula Gaviria que comente cómo el papel de las víctimas, y las políticas diversas vin-
culadas a la gestión de las consecuencias que el conflicto armado y la revictimización
recurrente, debería estar presente de forma transversal y sectorial en el proceso de cons-
trucción de paz.

40 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


EJE 5. POLÍTICAS DE MEMORIA Y DE PASADO: LA RECONCILIACIÓN
COMO HORIZONTE FUTURO

A. Compartidas
1. ¿Tienen las políticas de pasado y de memoria la centralidad necesaria en las negocia-
ciones y, sobre todo, en el proceso de construcción de paz?
2. ¿Cómo afrontar la demanda de distinguir entre esclarecimiento histórico, centrado en
las causas y consecuencias del conflicto, y comisión de la verdad?
3. ¿Qué características debieran tener una Comisión de Esclarecimiento Histórico y una
Comisión de la Verdad, a la luz de la experiencia comparada y de lo ya realizado o en
curso de realización en Colombia?

B. Preguntas a partir de la ponencia de Farid Benavides


1. Se ha insistido en la importancia de la justicia penal en la construcción de la verdad y
de la memoria y, por ende, en el fortalecimiento del estado de derecho.
2. ¿Está el marco jurídico-normativo colombiano en condiciones de garantizar, normati-
vamente, materialmente y competencialmente, la centralidad de la justicia?
3. ¿Cuál es el espacio donde debe construirse pues la memoria del conflicto colombiano?
¿Puede hablarse de memoria en singular?
4. ¿Puede construirse memoria desde enfoques diferentes pero complementarios, como
los historiográficos, los sociológicos y los jurídicos?
5. ¿Hay lugar para la justicia restaurativa o restauradora en la construcción de la paz? En caso
afirmativo, ¿en toda Colombia o sólo en territorios con fuertes elementos comunitarios?

C. Preguntas a partir de la ponencia de Gonzalo Sánchez y el CNMH


1. ¿Qué balance hacer de la proliferación de experiencias de reconstrucción de memoria
durante la fase violenta del conflicto? ¿Puede y debe hacerse un mapa, dinámico, de las
iniciativas en marcha?
2. ¿Se puede asegurar, dada la proliferación de iniciativas, algún esquema que garantice
la complementariedad, en clave polifónica, de las diferentes memorias?
3. ¿Cómo superar definitivamente, en el horizonte de una o dos comisiones surgidas de
los eventuales acuerdos, el riesgo analizado en la ponencia de convertir la memoria y
las políticas de pasado en un ejercicio de negociación política?

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 41


4. ¿Podemos precisar colectivamente qué entender y cómo avanzar hacia esa eventual
reconciliación de víctimas con victimarios? En caso afirmativo, ¿cuáles? ¿Qué reco-
mendaciones deberían hacerse al respecto?
5. Podemos precisar colectivamente qué entender y cómo avanzar hacia esa eventual re-
conciliación de víctimas con el Estado? En caso afirmativo, ¿cuáles? ¿Qué recomenda-
ciones deberían hacerse al respecto?
6. ¿Qué complementariedad puede establecerse entre instrumentos jurídicos e instrumen-
tos de memoria e historia en la construcción de la paz y en la lucha contra la impunidad?

D. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Jordi Palou-Loverdos que nos diga, desde la experiencia comparada africana y des-
de el modelo de amnesia con recuperación parcial y selectiva de la memoria del caso
español, qué lecciones pueden interesar a Colombia.
• María Camila Moreno que, desde la óptica de la experiencia de un centro que fue
clave en el desarrollo de las primeras propuestas prácticas de justicia transicional, gene-
re reflexiones sobre las prioridades y cronograma en el caso colombiano.

EJE 6. POLÍTICAS DE SEGURIDAD Y DE DEFENSA. EL PAPEL


DE LOS ACTORES NO DIRECTAMENTE POLITICOS
A. Compartidas
1. ¿Tiene complejidades adicionales a las habituales el proceso de DDR derivado de un
eventual acuerdo con las FARC? En caso afirmativo, ¿cuáles? ¿Qué recomendaciones
deberían hacerse al respecto?
2. ¿Tiene complejidades adicionales a las habituales el proceso de reforma del sector de
seguridad derivado de un eventual acuerdo con las FARC?
3. ¿Qué soluciones tomar para el tema de la presencia de policía en territorios que salen
del conflicto armado? ¿Puede tener sentido, tanto a corto plazo como a partir de la
propuesta de reforma del sector de seguridad, contar, siguiendo la propuesta de la po-
nencia de Rafael Grasa, con algo parecido a una Gendarmería, especializado en entor-
nos rurales?
4. ¿Cómo afrontar el delicado y complejo tema de la probable persistencia, o incluso in-
cremento, de la violencia de origen ilegal o criminal?

42 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


B. Preguntas a partir de la ponencia de Frédéric Massé
1. ¿Qué señalamientos y sugerencias pueden hacerse al diagnóstico y a las propuestas que
la ponencia hace sobre el riesgo, y las medidas, para evitar una pax mafiosa?
2. ¿Cómo valoran y qué señalamientos hacer a la presentación de las dificultades inhe-
rentes al procesos de DDR, en particular en lo relativo a la posible división de las FARC
o su desmovilización incompleta?
3. La ponencia dedica especial atención al contexto específico colombino, analizando el
caso del ELN, la eventual persistencia de entre 7000 y 9000 armados derivados de
restos de grupos armados y de Bacrim, o la liberación de paramilitares. ¿Señalamien-
tos o sugerencias al diagnóstico?
4. ¿Señalamiento al análisis, en particular escenarios contemplados, sobre eventual y po-
sible camino hacia la «maficización»?

C. Preguntas a partir de la ponencia de Gustavo Duncan


1. La ponencia se sitúa en un escenario de conflicto violento tras la paz con las FARC,
concretamente en los territorios y zonas locales, que podrían ser a la vez zonas donde
construir la paz y zonas en que se libren luchas por el orden. ¿Señalamientos sobre el
diagnóstico general?
2. Clave en el análisis es el hecho de que, pese a la guerra del Estado contra las organiza-
ciones ilegales dedicadas al negocio de las drogas, el Estado delega –aunque sea invo-
luntariamente- a las mafias la regulación de ciertas comunidades, territorios y transac-
ciones sociales. Concretamente, ¿qué señalamientos al análisis, en el caso colombiano,
del papel de las FARC en la regulación del narcotráfico?
3. La ponencia dedica un espacio al análisis del hecho de que el proceso de paz se ha he-
cho desde las élites guerrilleras y a espaldas de las comunidades coqueras, emparenta-
das con sectores bajos e intermedios de las guerrillas. ¿Qué impacto puede tener el
diagnóstico, si es compartido, en procesos de DDR y de reforma del sector de seguri-
dad? ¿Aumenta sensiblemente, respecto de otros procesos, el papel de los disruptores
o «spoilers» y el riesgo de recidiva temprana de la violencia? ¿Qué podría hacerse al
respecto?
4. ¿Qué señalamientos sobre el análisis de un eventual nuevo escenario de Bacrines post
FARC, las que la ponencia llama «Farcrines»?

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 43


D. Preguntas a partir de la ponencia de Raúl Benítez Manaut
1. ¿Señalamientos o comentarios al diagnóstico general de la comparación entre los casos
mexicano y colombiano desde las variables transnacionales de la crisis del narcotrá­
fico?
2. La ponencia parte del hecho de que pensar en la exportación del modelo mexicano a
Colombia, más allá de que sea viable o deseable, no tiene por qué producir los mismos
efectos, en virtud de las especificidades de ambos casos, claves para diseñar estrategias
de combate contra las drogas. ¿Qué señalamientos respecto a esos análisis?
3. ¿Qué señalamientos sobre la descripción de eventuales éxitos y fracasos, como balance
incompleto, de la lucha contra las drogas?
4. ¿Qué opiniones o sugerencias sobre las capacidades de los estados respectivos en térmi-
nos militares, policiales y de seguridad? ¿Y qué señalamientos respecto de las ventajas
de usar o no fuerzas militares y reforzar las capacidades de las instituciones policíacas?
5. ¿Señalamientos acerca del balance final sobre semejanzas y diferencias entre ambos
países?

E. Intervenciones iniciales
Con pleno respeto a su compromiso, reaccionar a las presentaciones escritas de los ponen-
tes desde su conocimiento y total libertad, pedimos particularmente a:
• Carlos Velásquez que reflexiones sobre la visión de las Fuerzas Armadas del nuevo
papel de las mismas, en particular su visión del DDR y de la reforma del sector de segu-
ridad, incluyendo la eventual incorporación futura de algunos elementos de las antiguas
guerrillas en aparatos de seguridad.
• Yezid Arteta, que intente ilustrarnos sobre cómo ven los temas de la agenda de la po-
lítica de seguridad los actores armados guerrilleros y si es pensable que algunos puedan
incorporarse a cuerpos de seguridad públicos.

44 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


3. DESARROLLO DEL SEMINARIO 3

PRESENTACIÓN E INAUGURACIÓN DEL SEMINARIO


Rafael Grasa
Presidente
Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP)

Rafael Grasa, Presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), inauguró,
el seminario. En un primer momento agradeció a las diversas entidades presentes (del
orden municipalista, del Gobierno, de la sociedad civil, de la academia) su colaboración e
interés. De manera introductoria explicó que el ICIP es una institución atípica por cuanto
pertenece a la administración pública, a través de su creación por parte del Parlamento
Catalán, pero que cuenta con plena autonomía decisoria, en el maro de lo previsto por su
ley de creación. Recalcó las tres tareas fundamentales del ICIP, que son: investigación y
transferencia de conocimientos, formación y trabajo sobre el terreno para fomentar la
resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la paz. Unas tareas que desarrolla,
en Cataluña y en diversos lugares del mundo, colaborando siempre con administraciones,
la sociedad civil y academia, los tres beneficiarios o socios previstos en la ley de creación.
El Sr. Grasa explicitó que el ICIP organizó este seminario en virtud de la larga tradición de
trabajo que desde el instituto mismo y desde las administraciones y otras organizaciones
catalanas se viene desarrollando en relación con Colombia. Parecía pues obvio, que, en el
marco de las negociaciones de Paz que el Gobierno colombiano está desarrollando con las
FARC en la Habana, convenía ocuparse de cómo afrontar los retos de la agenda, las opor-
tunidades, la hoja de ruta, y los escenarios del posconflicto. La razón, que el evento, así
como la tarea del ICIP en Colombia, está focalizada no en lo relativo a hacer las paces, algo
que corresponde a las partes y a actores facilitadores restringidos y con reglas estrictas, sino
en la tarea de construir la paz. El foco, dijo, el punto de atención es la agenda y los escena-
rios a partir del día después en que haya un acuerdo, eventualmente un acuerdo también
con el ELN. Por tanto, la naturaleza de los tiempos, el tipo de actores, la agenda y los ins-
trumentos que forman parte del posconflicto serán, dijo, el marco de trabajo del evento.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 45


Como retos del seminario, señaló dos mediante dos referencias literarias. La primera, se-
gún Rafael Grasa, es la necesidad de evitar la tentación Lampedusiana, ilustrada en la
novela El Gatopardo: «a veces es necesario que todo cambie para que nada cambie. La
segunda, recordando el título de un conocido ensayo de James Robinson sobre Colombia,
«evitar que se den de nuevo cien años de soledad». Ambas referencias nos recuerdan que
el reto de Colombia es cambiar, acabar, dijo Grasa, con el carácter atípico de Colombia en
América Latina en los últimos cien años, que se caracteriza por:
1. Una reproducción de la violencia política intergeneracional.
2. Ser, uno de los países más desiguales de América Latina, la región más desigual del
mundo.
Como recomendación especial, el Presidente del ICIP exhortó a ponentes y participantes
a evitar nuevos cien años de soledad, teniendo en cuenta que como resultados del semina-
rio se tendrían ideas, relatoría y mecanismos para ofrecer a la sociedad y actores colom-
bianos, quiénes deberán decidir qué hacer con ello.
Para concluir y recordando que el lugar donde se desarrollaba el seminario era la Casa de
la Convalecencia, perteneciente al conjunto del antiguo Hospital de la Santa Creu i Sant
Pau (una joya del modernismo catalán que es ahora Patrimonio de la Humanidad), Rafael
Grasa presentó algunos paralelismos basados en la historia del Hospital, que pusieron el
acento en la necesidad de innovar, de pensar en un futuro esperanzador, donde diversos
saberes y diálogos ayuden a crear nuevos instrumentos que garanticen una resistencia
frente al riesgo de recurrencia de la violencia, en particular la violencia política.

Hble. Sr. Lluís Beltrán


Secretario general de Gobernación y Relaciones Institucionales
de la Generalitat de Catalunya

A modo introductorio el Sr. Lluís Beltrán se refirió a la dilatada tradición de Cataluña en


la promoción de la paz y la resolución pacífica de controversias, así como a los vínculos
fraternales con Colombia, reflejados en la extensa comunidad catalana presente en ese
país y viceversa.
Recalcó la importancia de Colombia, su pasado y en particular su futuro como parte del
compromiso constante por parte de la ciudadanía catalana, Parlamento y Gobierno. En
este sentido, el Sr. Beltrán planteó que las negociaciones en curso en la Habana entre el
Gobierno colombiano y las FARC ofrecen una oportunidad para hacer las paces y empezar
a construir la paz. De allí la importancia de preparar la paz del día después de los eventua-
les acuerdos, una paz que debe pensarse.

46 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


Hablando desde la experiencia de la guerra civil española, recordó que aun cuando el fin
de las hostilidades surge de la victoria militar de una de las partes contendientes, resulta
difícil construir la paz y las consecuencias de los conflictos se proyectan a menudo sobre
el medio y el largo plazo. De ahí la vigencia de las políticas de memoria que hoy perduran
en España aunque hayan transcurrido más de 70 años del fin de este conflicto.
A modo de recomendación, el Sr. Lluís Beltrán mencionó que la paz a construir, una paz
estable, debería sustentarse sobre tres puntos clave: Condiciones de contexto favorables,
diálogo empático y confianza. Las condiciones de contexto favorables mezclan elementos
objetivos, retos y ventanas de oportunidades con elementos subjetivos como voluntades y
afanes armonizados que permiten establecer reglas de juego en escenarios compartidos.
Con respecto al diálogo, el Sr. Lluís Beltrán hizo énfasis en que este debe estar alimentado
de empatía la cual facilita la búsqueda de soluciones compartidas para gestionar diferen-
cias y controversias de cualquier índole. Entendiendo la empatía como la capacidad de
ponerse en el lugar del otro, de establecer puentes y canales de comunicación reales, no
meramente formales. Por último mencionó que la confianza juega un papel central en
todo aquello que funciona medianamente bien y que todo se complica si ésta es insuficien-
te y que sin diálogo ni empatía, difícilmente crecerá robusta dicha confianza.
Con respecto a otros retos de la construcción de paz en Colombia, mencionó que hay que
reconstruir, resolver los motivos de incompatibilidad y sobretodo reconciliar haciendo
una adecuada gestión del pasado, verdad, justicia y reparación y hacer posible en la esfera
personal, el perdón.
Para finalizar, el Sr. Lluís Beltrán nos recordó que vivimos en un mundo interconectado e
interdependiente donde todos tenemos responsabilidades compartidas, entre ellas, la
más importante es la creación de intereses compartidos, probablemente el principal ins-
trumento de paz de que disponemos para crear un mundo mejor.
Finalizó su discurso afirmando que la construcción de la paz en Colombia a la que se iban
a dedicar los tres días de seminario no sólo era buena para Colombia y para América Lati-
na sino para todos nosotros.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 47


CONFERENCIA INAUGURAL: PROCESOS DE PAZ COMPARADOS:
CLAVES PARA CONSTRUIR LA PAZ EN COLOMBIA
JOHN PAUL LEDERACH
Profesor de construcción de paz internacional en el Instituto Joan B. Kroc
para Estudios Internacionales sobre la Paz de la Universidad de Notre Dame.

El profesor John Paul Lederach inició su presentación relatando una investigación que ha
apoyado desde el Instituto Kroc en la Universidad de Notre Dame, denominada «matriz
de acuerdos de paz». Es un instrumento de investigación comparativa y por el cual, según
señaló, tuvo que pedir un permiso especial para realizar su presentación en el marco del
seminario que nos atañe. Explicó que presentaría una serie de imágenes gráficas que ayu-
darían a visualizar el significado de la implementación de un acuerdo de paz, desde la
perspectiva de sus disposiciones, en especial desde una perspectiva de décadas, es decir,
seguir acuerdos de paz más allá de la firma, para medir lo que ha sucedido comparativa-
mente en el mundo. Indicó que realizaría comentarios sobre las claves de construcción de
paz en relación a los resultados de la investigación adelantada, anotando la sugerencia de
dejar de lado el término «posconflicto» debido a que, a su modo de ver no es el más ade-
cuado, dado que la conflictividad no termina con la firma de paz. Abogó por la idea de
posacuerdo la cual cobija la revisión de lo que sucede después del acuerdo.

El ponente aclaró que la persona que inició la investigación fue el profesor John Darby
basado en la curiosidad comparativa que surgió en su lugar de residencia en Irlanda del

48 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


Norte, lugar de numerosas visitas turísticas de estudios de paz. Señaló, que el Profesor
Darby empezó a indagar el porqué del interés desde diversas partes del mundo, en cono-
cer cuál había sido el tratamiento que desde Irlanda se había dado a la resolución de su
conflicto, frente a lo cual encontró que al relatar la experiencia irlandesa, las personas
manifestaban apreciación por dicho proceso. Sin embargo, eran enfáticas en confesar que
tenían contextos diferentes, en el sentido de meditar sobre la aplicación de soluciones si-
milares en sus países de origen.

En primer lugar, el ponente presentó la matriz que contenía 34 acuerdos globales y com-
pletos. Acuerdos que abarcaron temas sustantivos e importantes que crearon el conflicto,
abarcando también los grupos armados que formaron parte de la oposición, mayormente
con gobiernos; lo cual fue estudiado por 51 disposiciones o temas que irían ampliándose
cada año. Asimismo, fue estudiado con narrativa a través de 10 años, año a año, en cada
una de las disposiciones con el fin de conocer su implementación. Indicó que en los últi-
mos dos años lograron situarlo de manera cuantitativa. En otras palabras, comentó que
era una base de datos que se puede estudiar de manera cualitativa y cuantitativa.
A continuación, el ponente presentó las gráficas que como punto de partida contemplaron
perspectivas de 10 años.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 49


El profesor Lederach destacó los siguientes aspectos:
— Ningún acuerdo se implementó completamente y muchos necesitaron de una serie de
renegociaciones fuertes entre las partes.
— La implementación llevó mucho tiempo, mucho más de lo contemplado en lo que firma-
ron. Concretó que a menudo, cuando las partes firman un acuerdo tienen la perspectiva
de que las cosas pueden hacerse en uno, dos o tres años, forman comisiones, proponen
procesos de cambio, desmovilizaciones y toda una serie de disposiciones que se estable-
cen en marcos de tiempo que no corresponden cuando se estudia la implementación. Es
muy importante reconocer esto porque de allí se genera conflictividad, interpretación,
evaluación y necesidad de diálogos sostenidos.
— En cuestiones más significativas, la implementación fue aún más lenta o fracasó. Los
fracasos son unos de los retos más importantes, porque cuando fracasa una parte del
acuerdo se empiezan a poner en cuestión otros aspectos.
— Cuando se sigue más directamente lo acordado, es decir, cuando la implementación es
más robusta, la calidad de paz social aumenta de forma significativa.
Al iniciar la presentación de las gráficas, el ponente recordó que representaban un aspecto
cuantitativo desde la escala de implementación y respondían a la pregunta de ¿qué por-
centaje han implementado de lo que han acordado? En ese sentido, recomendó fijar pun-
tos límites sobre lo que representaba el estudio. El punto de partida sería el texto firmado,
no cómo llegaron a escribir ese texto y que hablaron después del texto, sino exactamente
el texto del acuerdo.
Anotó que, como resultado, se podía evidenciar que el contexto del posacuerdo era muy
dinámico y podría haber toda una serie de contingencias. En la gráfica «Desmovilización»
indicó que en la parte vertical se ubicaba el porcentaje de éxito de implementación y en
qué momento, con lo cual era posible visualizar cómo eran los patrones a través de diez
años de implementación de la desmovilización.

50 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


Por ejemplo, es notable que a partir de los 2 o 3 años se llegue un poco más allá del 60%,
pero no existe mayor avance frente a lo que no se logró a partir de ese momento.

Con respecto a grupos paramilitares, el ponente indicó que dichos grupos general-
mente tenían una implementación rápida, pero lo que no se cumplía en el primer año rara
vez se cumplía luego. Del mismo modo, fue enfático en afirmar que la presencia en esas
dos primeras gráficas de las posibles implicaciones de tener personas no totalmente des-
armadas a partir del 3, 4 o 5 año, significaría un reto de gran magnitud para la sociedad.

En cuanto a participación política y electoral, el profesor Lederach indicó que existía un


avance bastante fuerte en los primeros dos años, a menudo porque la idea era pasar de una
firma a procesos políticos y en muchos lugares eso contemplaba también una forma de
elecciones donde participarían personas y grupos que antes estuvieron en una lucha arma-
da. Entonces, el cómo pasar de la oposición armada a tener espacios políticos siempre ha
sido un reto muy grande porque, como se señalará más adelante, a menudo esto significa
algún tipo de amnistía. A su vez, el hecho de que quienes están encarcelados salgan a la
calle para poder participar en lo que es el espacio político, estaría ligado a posibilidades de
que el conflicto pase de ser un conflicto armado a ser un conflicto delimitado, democráti-
co, es decir, de participación y de una forma no violenta de hacer frente a las diferencias.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 51


En este punto, el ponente presentó una serie de gráficas que, a su modo de ver, eran las
más preocupantes, es decir, temas y disposiciones que no eran directamente políticas ni
militares. Explicó que lo que se reflejaba en dichas gráficas era que la implementación era
mucho más lenta de lo esperado. Por ejemplo, en cuanto a mecanismos de comisiones
de verdad, reparación y todo lo que contempla justicia transicional, mostró que a me-
nudo en los primero dos años la implementación era muy lenta, sin llegar al 50%. Por
ejemplo, en el caso de Nepal que es un caso muy concreto, donde acordaron crear una
comisión de la verdad y esta requería de una propuesta de ley—en Nepal están en el sépti-
mo año- solamente en el año en curso, dicha comisión llegó a tener una forma concreta, y
la propuesta de ley aún no ha sido aprobada, al igual que varias comisiones previstas.
Aquí vemos que en apenas 8 años no se pasó del 60% de implementación de éxito.

Desplazados (as)

Es un tema fuerte en Colombia porque contempla más de cinco millones de personas según
muchas de las cifras en las décadas de conflicto armado que ha habido. En este punto se resal-
tó que la implementación es bastante lenta, e incluso a los 8 años apenas llega a un 50%. En
palabras del ponente, cuando el número es muy elevado y la expectativa es muy elevada esta

52 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


nota comparativa por lo menos debería llamarnos la atención sobre lo que es el gran reto de
hacer frente al desplazamiento forzado, y las comunidades afectadas por este fenómeno.

Derechos Humanos

El profesor Lederach señaló que este campo constituye un debate muy fuerte para los es-
tudiosos de la transformación del conflicto y la construcción de la paz, que a veces definen
el debate entre resolución y derechos, «rights or resolution», siendo la queja de muchos
de los que trabajan desde la perspectiva de derechos humanos, que la impunidad es dema-
siado fuerte en los procesos que se dan desde la mesa de negociación. Ante lo cual el expo-
sitor resaltó: la verdad es que deberíamos tomar nota que en algo tienen razón, decir que
cuando han habido 21 acuerdos globales, acuerdos sobre derechos humanos, pero no
logran pasar en los 10 años casi, o apenas un 50% de la implementación, otra vez nos
llama la atención sobre la existencia de un vacío muy importante a trabajar.

Derechos de minorías indígenas

En este punto, se señalaron seis casos que incluyeron disposiciones sobre derechos de
minorías indígenas, pero la implementación fue pésima. El expositor indicó que eso debe-

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 53


ría ser un motivo para mirar más de cerca lo que podría significar sobretodo en un país
como Colombia, donde entre otras cosas, las comunidades indígenas y afros forman una
parte muy importante del discurso, aunque su representación en la mesa no va a estar
siempre asegurada.

Recursos Naturales

Con relación al uso de recursos naturales, el ponente indicó que siendo un tema largo y
profundo, no entraría en detalles. Mencionó que 10 acuerdos tenían algo muy específico
sobre el uso de recursos naturales sin haber logrado avances significativos. Hubo un inicio
en el que se comenzó a hacer un poco, y luego una especie de volver a lo que había antes.
En cuanto a posibles fuentes de conflictividad futura de manera comparativa, se señala-
ron tres elementos. Uno, los fenómenos de exclusión, es decir, cuando la gente se siente
excluida seguramente inician nuevamente algunas pugnas, más aún, si a través de los ca-
nales oficiales, no encuentran una forma de hacer frente a sus necesidades. El segundo
sobre el uso de recursos naturales, en algunos lugares por petróleo y Colombia tendría
eso, y tercero, la cuestión de la tierra, su significado y el acceso a este recurso, que es un
tema que se trata en la reforma agraria.

54 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


En este apartado, el ponente presentó dos gráficas para comparar lo que se podría decir
que son los vacíos de la implementación. La línea naranja que es la que va más arriba co-
rresponde a la implementación de amnistías. Se contemplan en los acuerdos de paz como
una forma de crear un empuje para entrar en el diálogo, así como en los procesos políticos
que inician después de la firma del acuerdo.
Amnistía. En este punto fue notorio que existe una implementación rápida en el primer año
de amnistías, casi llega a tocar el 60% o el 65% en los casos comparativos. Lo que no se hace en
los primeros años casi no se hace a posteriori. En cambio, al comparar lo anterior con derechos
humanos, mecanismos, reparación y derechos de minorías, va mucho más lento y aquí es don-
de, según el ponente, surge el gran reto de ver que «los procesos de paz son procesos de impu-
nidad». Procesos, donde rápidamente van saliendo aquellos que estuvieron implicados en suce-
sos muy fuertes en el pasado y entran en el mundo político, mientras, quienes sufrieron mucho
no tienen apoyo frente a necesidades concretas: deseos sobre reparación, retorno, entre otros.
Por último, y para provocar el debate, el profesor Lederach se refirió al significado del
papel de la sociedad civil en los procesos de implementación, en los cuales, comúnmen-
te se asume la idea de que construir la paz es una tarea exclusiva de los políticos. Señaló
que debe ser un proceso que abarque muchos más segmentos de la sociedad.

En la gráfica correspondiente a la sociedad civil, el expositor señaló dos líneas, la azul que
va de arriba abajo, referente al número de acuerdos firmados por año y en la cual es noto-
rio como desde el año 1986 hasta el 1989, al final de la Guerra Fría, empieza a haber un
incremento de acuerdos superando 30 por cada año. Sin embargo, al revisar la participa-
ción de la sociedad civil firmando en el acuerdo, es decir, cuando el acuerdo reconoce el
papel de la sociedad civil, no sigue la misma altura y esto se expresa como un vacío. En la
siguiente dirección (www.peaceaccords.nd.edu) es posible encontrar una narrativa de lo que
es año por año, lo que es la base de datos cuantitativa. Concluyendo, el profesor Lederach
enumeró cuatro claves sobre el pos acuerdo:

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 55


1. ¿Cómo aumentar la participación de la sociedad civil y actores más allá de
la mesa y hacerlo de una manera estratégica?
Mucho énfasis sobre cómo lograr que la sociedad civil participe de forma directa en la
mesa, la preocupación del día después, que es el tema del encuentro. ¿Cuál es el papel
estratégico de la sociedad civil en la implementación? A continuación comentó algunos
aspectos que se deben ir desarrollando:
Comisión de mesas regionales y locales, en muchos casos han sido claves, compuestas por
personas que son de estos lugares, son aún más importantes en procesos de reparación,
conflictividad social, y procesos de retorno. Los procesos de retorno pueden imaginarse
como escenarios de conflicto, el retorno nunca se hace fácilmente debido a que después de
muchos años las personas se encuentran con que su lugar de origen ha cambiado. Aque-
llos que han permanecido en esos territorios tienen también su propia perspectiva de de-
recho y a menudo existe de por medio mucha conflictividad. La pregunta es ¿a quién co-
rresponden los apoyos, la capacidad de contener la conflictividad para que no vuelva una
lucha violenta armada? Esto significa que existe la necesidad de pensar en dos cosas, pri-
mero ¿quiénes tienen capacidad de convocar, a nivel regional y nivel local? El papel de
convocar es muy importante porque es el nivel de crear un espacio donde la gente esté
dispuesta a verse en forma de diálogo, pero la capacidad de convocar no siempre corres-
ponde a la capacidad de facilitar, entonces hay dos capacidades importantes, quienes son
los actores estratégicos en lugares concretos donde habrá más conflicto, quienes logran
convocar a partes que están en conflicto y cuáles son los espacios y equipos que tienen la
capacidad de facilitar esos diálogos en el tiempo. Para el ponente, esto corresponde mu-
cho a una participación que debería estar acompañada de formas de gobernanza y partici-
pación de la sociedad civil.

2. Sincronizar. Cómo compaginar tiempos, sincronizar los procesos políti-


cos con procesos reparativos
El expositor señaló que la mayoría de énfasis que se pone desde la perspectiva de la comu-
nidad internacional recae en el eje de procesos políticos y procesos de DDR (Desarme,
Desmovilización y Reintegración) y allí vemos la mayor cantidad de tiempo y mayor can-
tidad de dinero. Destacó también otro eje, que es la desincronización que existe entre
procesos reparativos y procesos políticos. La imagen reparativa significa, a su modo de
ver, no solamente la transición, sino la transformación, que en el caso de Nepal fue una
metáfora que tomó 11 años de trabajo con políticos y comunidad internacional así como a
nivel de las comunidades más afectadas. Según indicó, 11 años después del conflicto y el
séptimo después de la firma del acuerdo, la comunidad internacional está todavía hablan-
do de la transición.

56 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


A modo de recomendación, el ponente mencionó que existe la necesidad de buscar la forma
de integrar la política para que no se distancie en el tiempo de procesos de verdad, derechos
y reparaciones. Reiteró que si hay una nueva política pero transcurren 10 años sin que nada
pase a nivel de comisión de derechos, reparación o verdad, esta brecha será muy fuerte, con
lo cual habría que acelerar la implementación de comisiones claves en lo relacionado con
desplazamiento, retorno, derechos humanos y protección de minorías en el caso colombiano.

3.  Asegurar la seguridad humana y comunitaria en territorios clave


En este inciso, asentó que Colombia es un país grande y que gran parte del problema es
cómo hacer frente a todas las necesidades. En su opinión, no va a ser posible hacerlo de
manera simultánea en todos los lugares y por igual, con lo cual valdría la pena hablar de
una perspectiva geográfica-estratégica de lo que es la seguridad comunitaria con un enfo-
que rural. En primer lugar, el ponente resaltó la necesidad de reconocer la existencia de
una fuerte tensión entre lo urbano y lo rural que aún no se ha debatido en la agenda públi-
ca. En segundo lugar, hizo hincapié en la importancia de esclarecer cómo y de qué forma
se llevará a cabo el acompañamiento de los llamados «amigos» del proceso y la comuni-
dad internacional, señalando el efectivo apoyo que esta última podría ofrecer para crear
capacidad de monitoreo adecuado.
Tercero, habría que preparar una plataforma de equipos de respuesta rápida, que en otros
lugares ha logrado tener un impacto sobre mantener la escala de probable retorno de la
violencia armada; Rapid Response Teams (RRT) son equipos ya preparados para moverse
más rápido en posibles lugares donde retorna el conflicto armado. Planteó la pregunta de
cuál sería el modelo que debería pensarse en cuanto a esta estrategia.
El cuarto, evitar la dinámica de repartir el país. Indicó que existe la idea de que Colombia
es un pastel a compartir y que la seguridad es entendida como la frase «cada uno en su
casa y Dios en la de todos» lo cual podría generar problemas sobre la marcha, por lo cual
se necesitará una acción conjunta y acompañada, con valores compartidos acerca de lo
que significa la seguridad humana y la seguridad comunitaria.

4.  El diálogo no termina con la firma


Es un error pensar que con la firma termina la necesidad de negociar y dialogar. Habrá
que prepararse para el fenómeno del surgimiento de interpretaciones conflictivas y distin-
tas de lo que se firmó, las cuales requerirán concertación política continua. Anotó que los
casos exitosos son aquellos en los que en el interior del acuerdo, crearon calendario de
encuentros y evaluaciones que permitían que sobre la marcha hubiese una evaluación
continuada en relación a la implementación de los acuerdos.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 57


A modo de conclusión, el profesor Lederach realizó una recomendación desde la perspec-
tiva comparativa, y fue, crear formas más intencionales y explícitas de hacerle seguimien-
to a la calidad de lo implementado, para lo cual serán necesarios espacios no solamente
nacionales sino también regionales y locales en donde se contemple la participación de
actores que van más allá de la mesa.

EJE 1. LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN COLOMBIA:


DE LOS ACUERDOS A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS,
EN CLAVE COMPARADA. LA DIMENSIÓN HUMANITARIA
Moderador: Julián Artacho

¿SE HACE CAMINO AL ANDAR? REFLEXIONES SOBRE LOS MITOS,


RETOS Y OPORTUNIDADES PARA LA TRANSFORMACIÓN
DEL CONFLICTO COLOMBIANO
VIRGINIA BOUVIER
Responsable de América Latina del Instituto de Paz de EE.UU (USIP)

La presentación de Virginia Bouvier se centró en dos ejes, el primero fue el análisis de los
roles de la sociedad civil colombiana en las distintas fases del actual proceso de paz, reco-
nociendo que existen necesidades distintas que cambian sobre el tiempo y el contexto. Ar-
gumentó también que la participación en la fase preparatoria para una solución política
genera condiciones favorables para la posterior implementación de acuerdos regionales,
locales, sectoriales y nacionales que permita en una resolución no violenta de los conflictos.
El segundo eje fue el análisis de algunos mitos, retos y oportunidades para la transforma-
ción del conflicto colombiano y el tránsito de una cultura de guerra a una cultura de paz.
De manera introductoria y teniendo en cuenta que los acuerdos de paz son en su mayoría
entre élites y actores armados que no representan todos los intereses de toda una socie-
dad, Virginia Bouvier nos induce a reconocer que en el caso colombiano más del 80% de
los 220.000 ciudadanos que murieron en el conflicto armado interno y gran parte de los
más de 6.000.000 desplazados, provienen de la sociedad civil, con lo cual existe una deu-
da por acción y omisión por parte del Estado.
La Sra. Bouvier señaló que las organizaciones de mujeres víctimas, indígenas y afrocolom-
bianos han reclamado un lugar en la mesa de conversaciones en la Habana. Un ejemplo
exitoso fue el de la presión ejercida desde la cumbre de mujeres en octubre de 2013, la cual
se tradujo en la inclusión de dos mujeres en el equipo del gobierno en la Habana. Ante el

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reciente anunció que realizó el gobierno de convocar un Consejo Nacional de Paz para
canalizar los reclamos de la sociedad civil, Virginia Bouvier planteó que si bien se espera
participación de las víctimas en el punto que tratará sobre ellas, todavía se hace necesario
profundizar en la idea de participación dada la existencia de una gran desconfianza del
público colombiano hacia el proceso. Así mismo, destacó como beneficios de la participa-
ción de la sociedad civil en los procesos de paz, una mayor calidad del contenido del acuer-
do, mayor sostenibilidad y legitimidad del mismo.
La ponente citó un estudio cuantitativo de 83 acuerdos de paz firmados entre 1989 y 2004,
realizado por Desireé Nilsson en el cual se demostró que los procesos de paz son más exi-
tosos cuando participan grupos de la sociedad civil junto a partidos políticos, con un papel
o bien en la mesa de negociación o con un papel explícito definido en el acuerdo. Señaló
también que el impacto de esta participación conjunta en diversos países se traduce en
una reducción del riesgo de retorno a la guerra y repetición en un 64%, incluyendo un
posible rol de los partidos políticos.
En cuanto a la participación de la sociedad civil dentro de la mesa de negociación, Virginia
Bouvier enfatizó que la participación de mujeres tiene un alto impacto debido a su capaci-
dad para representar los intereses más allá de los llamados «temas de mujeres». Citó
distintos ejemplos de países como Afganistán, Liberia, Colombia, Guatemala e Irlanda del
Norte, entre otros, en los cuales las mujeres introdujeron temas como las minas anti-
persona, el tema del reclutamiento de niños y jóvenes, las necesidades de grupos particu-
lares de víctimas, víctimas de violencia sexual y de violencia de género, discapacitados,
huérfanos, viudas, desplazados, y mujeres amas de hogar, temas como la educación, la
seguridad comunitaria, los presos políticos, las viviendas integradas, y oportunidades
para los jóvenes. Concluyó este resumen señalando que el papel de la sociedad civil en la
construcción de paz, sin embargo, ha sido mayor fuera de la mesa de diálogo.
Haciendo referencia al caso colombiano, la ponente resaltó que la sociedad civil ha ayuda-
do a preparar lo que se llama el «momento maduro» para las negociaciones, a visibilizar
el lugar de las víctimas y los costos de la guerra y se ha movilizado masivamente para pre-
sionar a las partes para la humanización del conflicto y una solución política dialogando
con los actores armados y creando espacios de resistencia civil noviolenta, comunidades
de paz y zonas humanitarias, generando análisis, ideas e innumerables insumos para crear
políticas públicas para la paz. Destacó a su vez el desarrollo de diversas propuestas, resul-
tado de consensos intersectoriales.
Respecto a la próxima fase de construcción de la paz, Virginia Bouvier se concentró en
destacar que si bien el acuerdo marco entre el gobierno de Colombia y las FARC reconoce
la necesidad de participación de todos los actores sin distinción e insiste en la profundiza-
ción de la democracia, algunos de los roles van a seguir siendo los mismos en un espacio
pos acuerdo, la creación de espacios de diálogo, generación de ideas y propuestas y crea-
ción de la voluntad política para la paz.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 59


Como retos de la sociedad civil en el posconflicto la ponente señaló la necesidad de que
ésta sea autónoma y fuerte para hacer la incidencia necesaria para socializar, implementar
y hacer cumplir los compromisos pactados en la mesa en los territorios, así como exigir,
mientras tanto, la protección de los derechos. Reconoció sin embargo que la sociedad civil
está polarizada, fragmentada y socializada para la guerra.
Virginia Bouvier mencionó dos aspectos que desde su perspectiva son muy relevantes para
la construcción de paz en Colombia. El primero, la necesidad de deconstruir mitos que ha
mantenido la sociedad en guerra y siguen creando polarización y violencia. Recalcó unos de
profundo alcance que reclaman que el triunfo militar es posible, que es preferible a la ne-
gociación y que esa ruta puede traer la paz y la reconciliación. Añadió que con el Cagúan
quedó demostrado que los procesos de paz no funcionan y otros sobre la naturaleza de la
insurgencia que pueden incidir negativamente en su la integración en política en el poscon-
flicto. Segundo, la necesidad de la sociedad civil de manejar las expectativas propias y las
de la sociedad, dando esperanza, pero no creando falsas expectativas. Señaló que le toca a
la sociedad tanto como al gobierno manejar este imaginario y construir nuevos lenguajes y
nuevas visiones del país y, para logarlo, mencionó que hay que reconocer ciertas verdades.
En cuanto a retos inmediatos Virginia Bouvier listó las siguientes ideas y expectativas so-
bre las cuales será indispensable trabajar para favorecer el contexto del posconflicto en
Colombia.
1. Habrá que promover la idea de que un proceso de paz requiere tiempo y estrategia.
2. El proceso no termina con la firma del acuerdo.
3. La paz requiere cambios. Existe una idea en la sociedad colombiana de que la paz se
hace en la Habana y ya, que no hay que sacrificar ideas ni cambiar perspectivas.
4. El proceso de paz va a parar la violencia. Habrá que entender que el proceso tiene cier-
to ritmo y la violencia tiene un papel dentro de ese ritmo.
5. El fin del conflicto con las FARC acaba con la violencia en Colombia. Frente a esta ex-
pectativa Virginia Bouvier recalcó que en el conflicto armado en Colombia, las FARC
no son los únicos y principales responsables de la violencia, mencionó que en 2012
hubo 14.000 homicidios en Colombia, producto del conflicto armado interno, de los
600 (4%) eran relacionas a enfrentamientos entre militares y FARC, los otros 13.400
homicidios (96%) se les atribuyó a narcotraficantes, helenos, neo paramilitares, ban-
das criminales (Bacrim) y otros.
Según la ponente las acciones militares deberían parar con el cese al fuego bilateral, así
como una reducción de secuestros y ataques a los bienes, modalidades comunes de violen-
cia de las FARC, así como la posibilidad de anticipar más violencia entre los grupos que
quieren apropiarse de las tierras, recursos y de corredores de transporte y tráfico que hoy
controlan las FARC.

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A modo de conclusión Virginia Bouvier destacó la importancia de políticas públicas enca-
minadas a resolver algunos retos fundamentales de la construcción de paz y su sosteni-
miento, entre ellas mencionó políticas públicas de diversos enfoques:
1. Políticas públicas encaminadas a prevenir y transformar la violencia: desarticular re-
des, prevenir la transformación de la violencia y dar solución a la violencia desde el
contexto social, político y económico dentro del cual se manifiesta.
2. Revisión de la política antinarcóticos de Colombia con el fin de ofrecer un desarrollo
alternativo para los campesinos y jóvenes que se meten en esa situación por razones
económicas o por amedrentamiento. Reconociendo que el problema va más allá de la
coca, y va más allá de los que están en la mesa.
3. Políticas públicas de inclusión que promuevan la integración, coexistencia y reconcilia-
ción de los desplazados y los excombatientes, que promuevan los derechos humanos y
los derechos de las víctimas a la verdad, justicia y reparación. Se construirá esta cultu-
ra con la participación directa de la sociedad civil, sobretodo de las víctimas y los sec-
tores históricamente excluidos o tocados por la violencia estructural, mujeres, indíge-
nas, afro-colombianos, campesinos, y otros sectores sociales. Como dicen las mujeres,
«Nada sobre nosotras sin nosotras».
Finalmente, la ponente ofreció un cierre esperanzador y lleno de retos con un papel cen-
tral de la sociedad civil. Concluyó con estas palabras:
«Un acuerdo de paz es el heraldo de una época nueva, pero un acuerdo de paz no puede
garantizar por sí sólo la sostenibilidad de la paz o la protección de los derechos huma-
nos. Mucho depende de la sociedad civil, voluntad del público colombiano de aceptarlo y
la voluntad del gobierno de implementar los acuerdos. El camino está por construirse.
Sólo hay que andar».

EL TRÁNSITO DE HACER LAS PACES A CONSTRUIR PAZ:


APUNTES SOBRE EL CASO COLOMBIANO EN CLAVE COMPARADA
RAFAEL GRASA
Presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP)

Rafael Grasa destacó inicialmente dos aspectos centrales del proceso de paz en Colombia
en clave comparada, a partir de los cuales se enlazarían los cuatro momentos de su inter-
vención. Primero, la idea de que en ninguna parte hay paz exprés, rapidita y refrendada/
ejecutada en poco tiempo. Las paces siempre se construyen, dijo, en el marco de un tiem-
po largo. La paz en Colombia, argumentó, será lo que quieran los y las colombianos, lo que
ellos y ellas construyan y realicen. Segundo, pese a las especificidades importantes, el pro-

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 61


ceso de paz colombiano en la fase actual tiene una semejanza muy importante con otros:
usa la negociación política para poner fin a la violencia, al menos temporalmente, puesto
que se considera que un acuerdo es exitoso si como mínimo en cinco años no hay vuelta a
la violencia directa.
Resaltó, posteriormente, que el país ha negociado mucho y que los acuerdos que se han
firmado en los últimos veinte años sólo se han ocupado de una parte pequeña de la violen-
cia del país. Concretamente, señaló que la violencia intencionalmente política (conflictos
armados y terrorismo) en todo el mundo no supone más del 20% de las muertes por ho-
micidio en los últimos veinte años. Y, dijo, Colombia no es una excepción.
El ponente puso el acento en la necesidad de diferenciar entre «hacer las paces» y «construir
las paces», como la mejor manera de entender la expresión «posconflicto» que se usa en
Colombia. El posconflicto significa que se han hecho las paces, y que toca implementar lo
acordado, entrando en un terreno de trabajo largo y complejo, que no supone nunca el fin
de todas las violencias. En suma, señaló, con la eventual firma de la paz, se entrará en un
momento de posconflicto, donde menudearán los conflictos sociales, para poner en marcha
lo acordado, y donde seguirá existiendo violencia directa. Desde la óptica del análisis y reso-
lución de conflictos, eso es inevitable: los conflictos existen y de lo que se trata es de gestio-
narlos y usar su potencial de cambio. Aclarado el significado de «posconflicto», Rafael Gra-
sa sostuvo que el centro de la tarea de los próximos 10 o 15 años en Colombia será el empeño
en evitar o, siendo realistas, minimizar la probabilidad de recurso de nuevo a la violencia
intencionalmente política, el gran problema desde hace más de un siglo en Colombia.
En un segundo momento, el ponente destacó algunos aspectos de los acuerdos de paz en
clave comparada. Destacó que en todos los acuerdos de paz ha habido siempre tres actores
protagónicos: élites (incluido actores armados), sociedad civil, comunidad internacional;
los tres con diferentes grados de combinación, y también lo estarán durante el proceso de
construcción de paz. Recordó además que la sociedad civil ha influido en algunos casos
para generar la agenda, pero no en la firma como tal y que existían pocos ejemplos al res-
pecto. En segundo lugar, Rafael Grasa aludió a la dinámica cambiante de los acuerdos. Por
un lado, las pautas de cumplimiento son irregulares, y mucho de lo que se ha previsto que
se realice de forma multidimensional y a la vez, acaba ejecutándose de forma secuencial.
Por otro lado, se suelen renegociar los acuerdos, no sólo en virtud de la necesidad de vol-
ver sobre lo acordado, sino también al hecho de que en la fase de construcción de paz hay
una eclosión social de temas y conflictividad, que alteran y amplían la agenda acordada,
que queda obsoleta o insuficiente.
En el caso colombiano, el presidente del ICIP sostuvo que la sociedad civil colombiana, a
pesar de estar fragmentada, es muy viva y capaz, con lo cual se prevé que la agenda acor-
dada cambie, en el sentido de que existirá una agenda adicional, a los dos o tres años de la
firma de los acuerdos. También llamó la atención en la necesidad de consenso para gestio-

62 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


nar esos cambios: hacen falta espacios de diálogo y seguimiento, puesto que no sólo hay
que contar con los cambios de la agenda sino con instrumentos para que los actores que
no estuvieron en la mesa participen de la construcción de paz. También habrá que contar
con la comunidad internacional, que ofertará, en concertación con actores colombianos,
conocimientos técnicos. Explicó que en ausencia de consenso, no hay facilitación, apro-
piación ni legitimación plena de lo acordado, elementos claves para poner en marcha las
políticas públicas para la paz.
Para ilustrar la problemática que puede suponer la ausencia de consenso en el marco del
posconflicto, el ponente ofreció algunas preguntas abiertas: ¿Se puede trabajar con un
plan de desarrollo cada cuatro años para poner en marcha los temas de paz, sabiendo
que luego ese plan se debe alinear a planes locales de cada gobernación, cada departa-
mento y cada municipio?, ¿es eso razonable?, o ¿hay que pensar en planes más amplios?.
En el tercer momento de su intervención, dedicada a las lecciones de casos latinoamerica-
nos, Grasa destacó que en los casos de América Latina y Centroamérica la democratiza-
ción entendida como profundización de la democracia ha sido consecuencia del proceso
de construcción de paz. Planteó que los esfuerzos por construir una sociedad integrada
con un proyecto en común están ligados a un proceso de transición, procesos en los que el
sistema político, el sistema de partidos y el sistema electoral sufrirán cambios. De igual
modo, la presencia de las élites y actores armados también es clave, según expresó. Como
particularidades del caso colombiano el ponente señaló, por un lado, que el proceso de
construcción de paz dependerá de la magnitud del empeño que los actores demuestren
frente a la dificultad de evitar la reproducción intergeneracional de la violencia política
como forma de solución de controversias en un período de entre diez o quince años. Del
mismo modo, señaló la existencia de una ambigüedad frente a la discreción que ha facili-
tado el éxito del proceso en la Habana, ya que a su vez ésta constituye la principal debili-
dad del presente, la falta de conocimiento sobre lo que se discute, en todos los órdenes, en
la administración pública colombiana y en la sociedad civil podría generar un punto de
quiebra en el marco de favorabilidad tanto en el momento de la refrendación como en el
de la socialización, legitimación y concreción de los acuerdos. Parece inminente que haya
cambios y se dé mejor y más profunda comunicación en ese punto.
Para concluir, Rafael Grasa expuso una serie de retos que tendrá Colombia frente a las
diferentes dimensiones de la construcción de la paz, tal y como se entiende en el modelo
estándar de Naciones Unidas y sus grandes áreas de construcción de paz: seguridad y go-
bernanza; reconstrucción y recuperación económica; participación y profundización de la
democracia; justicia en período transición.
Respecto de la reforma del sector de seguridad, destacó la importancia y trascendencia del
DDR, que en modo alguno podrá ser semejante al implementado hasta ahora, empezando
porque muy probablemente habrá zonas de acantonamiento en casi todos los territorios

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 63


con presencia territorial de grupos armados. La reforma del sector de seguridad, impor-
tante y que afectará a las fuerzas armadas y a las fuerzas policiales, y en particular todo lo
relativo a cómo garantizar una presencia policial, quizás con una fuerza nueva tipo gen-
darmería, en las zonas con mayores enfrentamientos armados en las últimas décadas.
Destacó que en su opinión no es tema solamente técnico, sino profundamente político y
que requerirá de acompañamiento y de asistencia para la verificación de la comunidad
internacional, de fuerzas y países con experiencia sólida y demostrada.
En segundo lugar y en relación a la reconstrucción y recuperación, expresó su preocupa-
ción por la conflictividad social que se prevé alrededor del debate sobre el modelo de de-
sarrollo, puesto que existen al menos tres opciones muy polarizadas sobre cómo afrontar-
lo, por lo que se deberán pensar mecanismos para manejar dicha conflictividad.
En relación a la participación y la profundización de la democracia, el presidente del ICIP
manifestó que hay un problema latente: los legisladores, que van a tener que legislar los
primeros acuerdos para poner en marcha lo que se acordó en la Habana, no saben mucho
de temas de construcción de paz, por lo que convendría facilitar su formación y asesora-
miento. Por otro lado, puesto que la paz se hará en los territorios, la relación entre Legis-
lativo y Ejecutivo y los poderes territoriales, una relación frecuente y colaborativa, deviene
clave. Gobernaciones y municipios tendrán una responsabilidad central en la construc-
ción de la paz, así como en el desarrollo. Sobre el sistema de partidos políticos colombia-
no, dijo, que es frágil, al estar basado en liderazgos individuales, lo que genera cierta ines-
tabilidad y tendencia a los pactos de tiempo corto, a lo sumo de cuatro años. Y el país va a
necesitar pactos más sólidos, de mayor alcance temporal y por tanto capaces de generar
estabilidad. Continuando con los retos del país en la esfera política, se refirió a la descen-
tralización, una cuestión pendiente. Grasa partió de una paradoja: Colombia tiene proba-
blemente uno de los mejores tratamientos del tema en la Constitución, pero la implemen-
tación real es claramente insuficiente. En términos técnicos hay más desconcentración
que descentralización. Descentralizar supone devolver competencias, recursos económi-
cos, capacidad decisional y también recursos humanos.
En cuanto al sector de justicia transicional, Rafael Grasa ofreció dos ideas para debatir,
una es la necesidad de tomar en serio el debate reciente en La Habana, fuera del entorno
político: la diferencia obvia, en competencias, misión y resultados previsibles, entre una
Comisión de Esclarecimiento Histórico y una Comisión de la Verdad. Alertó también de
que el tema de las políticas de memoria ha tenido un enorme florecimiento de iniciativas,
de todo tipo, por lo que urge tener un inventario que se actualice permanentemente.
El ponente finalizó su intervención señalando que la clave de lo que pueden hacer todos
los actores, incluyendo la comunidad internacional, gira en torno a dos ideas:
1. Recordar que institución no es sinónimo de organización formal. Por tanto, institucio-
nalizar el proceso de construcción de paz no supone crear, al menos sólo, organizacio-

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nes y burocracia, sino consensuar reglas de juego y procedimientos. Hoy por hoy, dijo,
hacen falta más reglas institucionalizadas en Colombia.
2. Reconocer que el gran déficit colombiano es que hasta ahora no hay experiencia de
grandes acuerdos nacionales, no hay grandes consensos nacionales, fuera de uno no
inclusivo (Frente Nacional). Hay que trabajar en ello: sin acuerdos o consensos muy
amplios y que duren más de una legislatura, será muy difícil implementar un acuerdo
y aún más construir una paz duradera y sustentable.

DEBATE EJE 1. INTERVENCIONES INICIALES


Comentarista: KRISTIAN HERBOLZHEIMER
Director de los Programas Colombia y Filipinas de Conciliation Resources

El ponente retomó el título de la ponencia de Virginia Bouvier «se hace camino al andar»,
señalando que su significado ofrecía una perspectiva positiva frente a la tendencia de la
sociedad colombiana a fijarse en los obstáculos inmediatos.
Destacó dos avances de Colombia en cuanto al proceso de negociación y construcción de
paz. Por un lado, destacó que el proceso de paz está muy bien diseñado, que no se ha inte-
rrumpido, y ha producido serios avances. A diferencia de procesos anteriores, cuenta con
unos objetivos, agenda, actores y tiempos bien acotados. Con la novedad de que la guerri-
lla y gobierno son conscientes de que la paz no sólo se debate en la mesa de negociación de
la Habana, sino que concierne al conjunto de la sociedad. Resaltó también la comunidad
internacional que en esta ocasión tiene una presencia más discreta.
Al mismo tiempo en Colombia también se han producido avances significativos: 1. Resur-
gir de movimientos sociales a pesar de los años de «plomo» donde ejercer oposición era
fácilmente asociado con terrorismo. 2. Tendencia a la normalización del diálogo y la con-
certación entre actores sociales, y entre los mismos y el Estado. Como ejemplo se refirió al
reciente desarrollo de políticas públicas en el ámbito de los derechos humanos y de apoyo
a las víctimas, que han sido fruto de la concertación, superando la tendencia histórica a la
confrontación. 3. Hay una nueva conciencia de la magnitud de la tragedia humanitaria del
conflicto armado. Resaltó el trabajo de la corporación Arco Iris en desenmascarar las di-
mensiones de la parapolítica; de las mujeres en visibilizar la violencia de género; y el cre-
ciente interés sobre la memoria histórica, que se ha estado desarrollando incluso antes de
ser abordado en La Habana.
Frente al escepticismo de la sociedad civil sugirió que se trata de un fenómeno normal,
considerando que la mayoría de la ciudadanía nunca ha vivido en paz; y resaltó que el es-
cepticismo no es necesariamente negativo en cuanto evita generar falsas expectativas.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 65


También destacó que la agenda de la Habana ha logrado generar un amplio y constructivo
debate en Colombia sobre los mismos temas (tierra, participación política, victimas y dro-
gas). Resaltó que a pesar de los adalides de la guerra, cada vez menos personas defienden
públicamente la guerra como método para «derrotar a los terroristas» o para el «triunfo
de una revolución». Por el contrario, hay una conciencia creciente de la necesidad de pro-
fundización de la democracia; y del gran reto de la reconciliación.
Se refirió de nuevo a la ponencia de Virginia Bouvier, en cuanto a la importancia de cues-
tionar mitos y transformar los imaginarios. Específicamente sugirió analizar críticamente
quién, cómo y cuándo se hace la paz, para poder identificar nuevas oportunidades para la
participación ciudadana. Aludiendo a la confusión conceptual que mencionaba Rafael
Grasa, el ponente planteó la necesidad de diferenciar claramente entre los términos pro-
ceso de negociación y proceso de paz. El proceso de negociación es fundamental dentro de
un proceso de paz, pero un proceso de paz es mucho más que un proceso de negociación y
ofrece un abanico más amplio para la participación en la deliberación y toma de decisio-
nes sobre transformaciones que necesita el país. Indicó que la actual confusión en el ma-
nejo de los términos contribuía con mitificar la mesa de negociación como el principal
espacio donde se construye la paz.
En este sentido resaltó que Colombia viene construyendo paz desde muchos otros espa-
cios: académico, social, institucional, económico…, y que todos los actores serán impres-
cindibles para esa construcción de paz. En definitiva: hay que identificar, reconocer y re-
correr los múltiples caminos hacia la paz
En cuanto a la necesidad de deconstruir otros imaginarios resaltó el papel de la metáfora
de la «ley de la papaya». Su origen se puede fundamentar en la necesidad del rebusque en
un contexto de escasez, pero su significado es tremendamente dañino «si sucede algo
malo es culpa del otro, no culpa mía». Indicó que mientras esta ley esté normalizada en
la sociedad, perdurará en el subconsciente nacional la idea de que «todo vale»; es más, el
«vivo» recibe reconocimiento social. Manifestó que si el país avanza en cambios de imagi-
narios, se entenderá mucho mejor que la paz no se delega. Por tanto no será cuestión de
culpar al gobierno y las FARC, sino de asumir el papel que cada quien tiene desde su espa-
cio social, político y económico en las necesidades de transformación del país, que son
políticas, económicas, también culturales y de actitudes éticas.
Ofreció una pregunta a los colombianos presentes,
¿El país tiene una visión común para todos y todas? ¿Una visión a un horizonte de vein-
te o treinta años, con la cual se pueda identificar toda persona? Señaló que un ejercicio
de concertación facilitaría el conocer esa visión del país en el que cabemos todas y todos,
y del camino a recorrer para alcanzar la meta común.
El ponente concluyó recordando que el acuerdo marco del proceso de paz anuncia una
fase tres de «construcción de paz» incluyente, en Colombia. No está claro si esa fase con-

66 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


sistirá en implementar lo acordado en La Habana o en iniciar un proceso de deliberación
y decisión más participativa. Manifestó que la vaguedad en el anunciado es una oportuni-
dad para que la sociedad civil aporte propuestas sobre su contenido y desarrollo.

Comentarista: FRANCISCO REY


Miembro fundador y codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos
y Acción Humanitaria (IECAH)

El ponente planteó que no era habitual tener en cuenta las cuestiones humanitarias en espa-
cios de discusión académicos y seminarios sobre construcción de paz, frente a lo cual relató
la sorpresa de muchos cuando al inicio del diálogo en Oslo y revisando el acuerdo marco, se
encontró una ausencia absoluta de referencias humanitarias. Señaló que en otros casos
cuando no se dialoga en medio del conflicto, sí se habla del Derecho Internacional Humani-
tario, y con base a esta ausencia desde el momento de Oslo, se comenzó a dilucidar por qué
y cómo se podrían incluir elementos humanitarios en el proceso de diálogo, debido a que
frente a la esperanza de la paz, se continúa con la realidad de la guerra y se generan víctimas.
Manifestó no estar de acuerdo con el empleo de los tiempos verbales que hasta el momento
han realizado los ponentes respecto a la realidad de las víctimas en Colombia. Indicó que se
habla en pasado y futuro, «ha habido y tendrá que haber», pero no se habla de que se siguen
produciendo víctimas, y que desde que se iniciaron los diálogos, decenas de nuevos despla-
zados se han producido, el reclutamiento de niños y niñas ha continuado, se sigue sembran-
do minas antipersona y sigue habiendo violaciones del Derecho Internacional Humanitario
también por parte de las fuerzas armadas. Relató cómo desde diferentes sectores y desde el
gobierno se señalaba que no era momento de ir a las cuestiones humanitarias, debido a que
significaba comprometerse o que sería mejor esperar y tratarlo al llegar al punto de víctimas.
Manifestó que su posición es la de abordar las consecuencias humanitarias desde una
perspectiva más comprometida con las víctimas. Reconoció que hablar de ello puede ser
incómodo, no sólo en Colombia, también en otros lugares, porque es también hablar de
victimarios. Así como aquella ocasión en la que se le preguntó a un miembro de las FARC
en La Habana si pediría perdón y contestó «quizás, quizás, quizás».
Señaló que deben existir ciertos compromisos mínimos en materia humanitaria, compro-
miso de no reclutamiento de menores y uso de violencia sexual contra mujeres, temas que
deberían incorporarse a la agenda de La Habana, y que después del receso electoral po-
drían ser tratados.
Por otro lado, resaltó que cuando se habla de temas humanitarios, a pesar de que muchos
actores consideran que con la aprobación de la Ley de Víctimas se aclara el panorama y
hay mecanismos administrativos para abordar la asistencia y protección de las víctimas,
lo que en sus estudios han encontrado es que a pesar de los avances de la Ley de Víctimas,

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sigue habiendo objeciones y escasa presencia de instituciones del Estado en las zonas más
remotas, como Chocó y Putumayo. Consideró que el rol de la comunidad internacional y
las organizaciones humanitarias internacionales sigue siendo fundamental en el caso co-
lombiano, debido a que la labor asistencial que se hace desde las instituciones estatales no
siempre se hace desde los principios y criterios del derecho internacional humanitario
clásico, sino simplemente con el principio de imparcialidad o atención en función de las
necesidades, garantizando la protección.
Por último, indicó que la firma de un acuerdo con las FARC, no pondrá fin a la crisis hu-
manitaria. Se siguen registrando datos de desplazamiento, violaciones y víctimas produ-
cidos por grupos de desmovilizados, como las BACRIM, y otras formas de violencia que en
Colombia tienen consecuencias humanitarias. Enfatizó en que los vacíos que pueden cu-
brir estos grupos en las zonas donde hay desmovilizados son una amenaza para la paz. En
cuanto a propuestas, indicó que será preciso avanzar en mínimos acuerdos humanitarios,
temas más fáciles, como el de los desaparecidos, reclutamiento y minas.
Concluyó su presentación relatando una anécdota que según él contextualiza sus plantea-
mientos: «Cuando presentamos nuestro informe, el año pasado, coincidió con la visita
del vicepresidente Angelino Garzón y el ex presidente Samper. Tuvimos la oportunidad
de compartir nuestro informe, y el vicepresidente Angelino Garzón nos criticó duramen-
te y dijo que no era momento de hablar de las cuestiones humanitarias. Pasaron los
meses y luego, cuando él fue nominado Embajador de Brasil, propuso que hubiese un
acuerdo humanitario por motivo del mundial. Sorprendentemente esta propuesta fue
muy bien acogida por La Habana, pues entonces, mi deseo es que Falcao se recupere y
pueda ir al mundial y que por este motivo se dé ese acuerdo humanitario.

DEBATE FINAL EJE 1


En el debate se plantearon cuestiones referentes al papel de la sociedad civil organizada y
la sociedad colombiana en general. Por un lado, surgieron preguntas frente a cómo cons-
truir paz desde la diversidad y cómo lograr conectar con la sociedad civil, en un contexto
donde la desconfianza y el desconocimiento frente a los diálogos de paz aumentan paula-
tinamente. Las diferentes etapas electorales que supone el sistema político colombiano se
constituyen en escenarios de alta polarización, enemigos y rechazos, según señaló el pro-
fesor John Lederach. En este sentido, Virginia Bouvier destacó el trabajo adelantado en
los acuerdos sobre reforma agraria y política, los cuales lograron consensos ciudadanos
que se constituyeron en insumos para los actores de la mesa. Se insistió en la alta frag-
mentación de la sociedad y la necesidad de identificar actores convocantes en diferentes
niveles para lograr enlazar en un diálogo sostenido aquellas personas que nunca han par-
ticipado de los temas relacionados con la construcción de paz.

68 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


La propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente surgió por parte de diversos parti-
cipantes, entendiendo que puede constituirse en un espacio de debate en el cual la socie-
dad civil pueda decidir de forma consensuada el país que sueña y desea, un espacio en el
que confluyan actores sociales y políticos tradicionalmente excluidos.
En cuanto a retos, León Valencia llamó la atención sobre los «opositores» al proceso, los
cuales no sólo son políticos sino que también provienen de sectores ganaderos en los cua-
les se concentra la tenencia de la tierra y víctimas de las FARC, entre otros. Actores que no
ha sido posible incluir en los diálogos.
En relación al fin de la violencia, los participantes coincidieron en que ésta no finaliza con
la firma del acuerdo, por el contrario, puede constituirse el posconflicto en un escenario
de nuevas conflictividades. Para evitar ese retorno a la violencia se plantearon diversas
soluciones. Carlos Velásquez mencionó el reconocimiento del papel que los militares, la
iglesia, empresarios y medios de comunicación podrán jugar para facilitar el contexto de
consenso nacional. Andrés Suarez se refirió a la necesidad de superar los problemas se-
mánticos que se han derivado de las perspectivas políticas de la guerra, terrorismo vs
conflicto armado. Rafael Grasa apuntó que si bien la polarización no acabará y existe poca
claridad sobre lo que piensa la opinión pública en Colombia, será necesario minimizar los
riesgos de los spoilers internos y facilitar el seguimiento a los avances de lo recorrido en el
posconflicto, en especial lo relacionado a la gestión del gobierno y así mismo con relación
a qué se está haciendo desde la sociedad civil.

EJE 2. LA DIMENSIÓN POLÍTICA: SISTEMA POLÍTICO,


DESCENTRALIZACIÓN Y ACTORES TERRITORIALES
Moderadora: Tica Font

LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ Y LOS DESAFÍOS DEL CAMBIO


EN COLOMBIA
MARÍA VICTORIA LLORENTE
Directora Ejecutiva de la Fundación Ideas para la Paz (FIP)

María Victoria Llorente inició su intervención señalando que no presentaría el documen-


to- ponencia y que se concentraría en hacer un diálogo entre las ideas de su ponencia y las
planteadas previamente.
En la parte introductoria de su presentación la ponente se refirió al momento presente
que ofrecía el seminario, en el que los participantes coincidían en que está claro que la

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 69


firma del acuerdo de paz es distinto a la paz, momento que calificó de emocionante y es-
peranzador, debido al reto que suponía pensar en términos de una paz estratégica para
afrontar los cambios necesarios que transformen el escenario violento. Manifestó que, a
su modo de ver, detrás de la dimensión de cambio se esconde un tema escalofriante y es el
de empezar a hacer en la transición lo que no se ha hecho en 50 años. Esa inquietud gene-
ró la pregunta de ¿qué hay que hacer y por dónde empezar?
La ponente señaló diversos temas que son objeto de su preocupación partiendo de la base
de reconocer el momento histórico presente. En primer lugar, mencionó que Colombia ha
venido en las últimas décadas de un proceso de pacificación paulatina que se percibe en
las cifras y no de manera homogénea. El segundo tema que planteó fue que en Colombia
se tiene un entendido de construcción de paz relacionado con experiencias ya exploradas
en construcción de paz y posconflicto, así como una idea general de que este proceso im-
plica una política de DDR. Por otro lado, en relación al tema de las víctimas, María Victo-
ria Llorente se planteó la pregunta, ¿qué haremos para resarcir sus derechos? Es decir, si
las iniciativas genéricas sobre construcción de paz se confunden debido a que todo lo que
tenga que ver con política social tiene que ver con la paz eventualmente. Recomendó la
necesidad de tener un norte e identificar qué de todo lo que se ha trabajado es lo que real-
mente apunta hacia la construcción de paz sostenible.
Indicó que el concepto de transición es muy útil para salir de la lógica escalofriante o emo-
cionante, que se constituye en una oportunidad de diálogo entre diversos actores, y para
plantear la pregunta de ¿Cómo logramos esta oportunidad para desactivar esos acuer-
dos profundos que alimentan la violencia en Colombia?
Con respecto a las áreas de trabajo que considera relevantes en el marco del posconflicto,
la ponente resaltó en primer lugar la herida social que tiene que ver con las brechas socia-
les, la gobernabilidad, y sobre todo con el arreglo perverso con la periferia. Sugirió el inte-
rrogante de cómo podemos resolver, trabajar para cerrar esas brechas y convertir a Co-
lombia en una nación para todos, al tiempo que todas las regiones dejen de ser unas zonas
vedadas para unos y para otros. En segundo lugar, señaló las heridas de la guerra y la di-
ficultad que representan las diversas nociones alrededor del propósito de la justicia, en
donde es difícil identificar quién es víctima y quién es victimario, se preguntó cómo poder
conciliar esa visión que prima en el imaginario del país. En tercer lugar, mencionó la vi-
sión de lo local y como las nociones de institucionalidad que se tienen en el campo colom-
biano difieren de las de Bogotá. Planteó que ahí persiste una contradicción y frente a la
cual le surge la idea de ¿cómo construir la noción de justicia?
Por último, mencionó dos retos: 1. Cómo repensamos nuestra historia en relación a qué es
lo que nos ha pasado y 2. Cómo podemos trabajar en ello. Para abordar esas dos líneas de
trabajo, la ponente mencionó que es necesario no sólo pensar en los cambios en relación
a cómo hacer un programa, sino repensarlo culturalmente, cómo se entiende la institucio-

70 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


nalidad en lo local, cuáles son los arreglos sociales en lo local. Para ejemplificar esta nece-
sidad, la ponente mencionó el desconocimiento que se tiene frente a los sitios que se su-
pone son de las FARC, sobre los cuales no se conoce, cuáles son esos arreglos sociales, y
cómo es que ahí se construye institucionalidad. Para finalizar esta idea, María Victoria
Llorente sugirió la necesidad de trabajar en cambios culturales que permitan entender de
manera distinta como fue la construcción de nación en esas regiones.
Como tema final, la directora de la FIP señaló la importancia de instalar la idea del cam-
bio, debido a que en Colombia existe una trampa al pensar que el que tiene que cambiar
es el otro. Hizo énfasis en que el tema de la negociación con la guerrilla se ha convertido
en pensar en cómo es que podemos cambiar a esas personas que viven por allá en unas
regiones y que han gobernado allá y los domesticamos. En ese mismo sentido, planteó que
las interpretaciones que las FARC tienen sobre otros versan sobre cómo vamos a cambiar
al centro y hacemos entender que tenemos lugar en esta democracia.
Para concluir destacó el reto de ¿Cómo desbloquear la visión de que el cambio no viene de
nosotros y de pensar en cómo cambiamos al otro? Resaltó las palabras del profesor Lede-
rach en relación al tema de los espacios de diálogo no probables y recordó que se ha habla-
do mucho de que la construcción de paz debe hacerse de abajo hacia arriba e indujo las
preguntas: ¿Cómo lo vamos a hacer? ¿Cuáles son esos espacios de diálogo? ¿Quiénes son
esos actores que deben estar allí en esos espacios?
Por último, la ponente se refirió a la necesidad de promover nuevos liderazgos para la paz,
más allá de quienes desde diversos sectores apoyan el proceso y de los líderes a nivel políti-
co y local. Reflexionó acerca de la necesidad de descubrir nuevos y emocionantes liderazgos.

EL POSCONFLICTO EN COLOMBIA, CLAVES POLÍTICAS


LEÓN VALENCIA
Director de la Fundación Paz y Reconciliación y escritor.

León Valencia inició su intervención haciendo la precisión que las dimensiones políticas
de la paz son las mismas que las del conflicto, de donde surge la necesidad de hablar de
cuáles son las dimensiones del conflicto. Planteó que existe un antagonismo en este pro-
pósito debido a que por un lado, las FARC con una conciencia heroica consideran que lle-
van 50 años en representación popular, en contraste, la mayoría del país tiene en su ima-
ginario que las FARC son una gente sin apoyo social que no tiene razones para estar en el
conflicto y que están derrotadas militarmente. Señaló entonces que sobre esa base se habla
de negociación y que ninguna de las dos versiones es una verdad absoluta, sin embargo,
enfatizó que el apoyo popular hacia las FARC plantea un gran interrogante y se dispuso a
responderlo a través de dos anécdotas que reflejan la alta influencia que las FARC tienen

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 71


en diferentes zonas. En un primer momento, se refirió a la composición de Marcha Patrió-
tica, personas que provienen de zonas donde han estado las FARC durante 50 años, cam-
pesinos sin armas que constituyen su base social. En ese mismo sentido, relató un encuen-
tro con la candidata presidencial Marta Lucia Ramírez, quien en alguna ocasión desestimó
el apoyo nacional hacia las FARC por no superar el 4% de las encuestas, frente a lo cual el
ponente señaló que se constituía en el mismo apoyo de esa candidata y equivalía a
2.000.000 de colombianos en un país de 50.000.000 en unas encuestas urbanas.
Continuando con algunos argumentos acerca de la relación de las FARC con su base so-
cial, resaltó las palabras del actual Ministro del Interior Aurelio Iragorry, quien en alguna
ocasión mencionó: «existe otro país en las zonas de las FARC». Considerando que esa es
la mejor definición que se ha trasmitido al país en los últimos tiempos por parte de un
representante del gobierno de Colombia, debido a que cuando se habla de lo político se
habla de integrar ese país. En este sentido, el ponente continuó su reflexión señalando que
a partir de la base de sus milicianos actuales, que alcanzan entre 10.000 y 20.000, y aque-
llos que han salido de sus filas, se forja un vínculo que se extiende a las familias de estos
miembros de la organización. Recordó que existe una cara depredadora de las FARC, la de
secuestradores y asesinos que impide a los ciudadanos expresar simpatía alguna hacia
este grupo. Pero, así mismo, recordó que en 50 años de guerra también se han consumado
matrimonios, se han curado niños de fiebres intensas en zonas campesinas, con médicos
de la guerrilla, que existe gratitud hacia las FARC en esa Colombia profunda y que esta es
una información mayoritariamente desconocida a la que el país tendrá que acceder en
algún momento.
En cuanto a las razones políticas del conflicto, León Valencia enfatizó que el fenómeno de
la democracia colombiana es que ha estado atravesada por las mafias y la violencia, recor-
dando las cifras de la parapolítica que alcanzaron 61 condenados y 67 más investigados en
un parlamento de 263 curules. Rescató las palabras del periodista Daniel Samper quien,
con motivo de su retiro profesional, expresó: mire, los que dirigimos al país somos un
grupo chiquitico, la oligarquía; cerrando estas ideas. Señaló que a diferencia de otros
países de América Latina, Colombia cuenta con unas élites muy estrechas que han dirigido
el país a lo largo del siglo xx y que todavía lo hacen, recordó que cuando en toda la región
Suramericana hubo recambio de las élites políticas, en Colombia no y que este es un as-
pecto que habrá que cambiar en el marco para la paz.
Al referirse a la dimensión del cambio político y de la magnitud del conflicto y la política,
el director de la Fundación Paz y Reconciliación, hizo hincapié en que cuando se realizó el
primer proceso de paz, hace 30 años con las FARC, que derivó en el acuerdo con la Unión
Patriótica para que participara en política, los resultados electorales del 1986 y 1988 deri-
varon en 23 alcaldes propios y 102 por coalición en el 1988. Esas 125 alcaldías, según
mencionó, se encuentran directamente relacionadas con las zonas de enclave petrolero,
zona bananera, zona palmera y enclaves agrícolas importantes. En ese sentido, señaló que

72 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


ese mapa hoy día da como resultado 242 municipios donde en estos últimos 30 años hubo
presencia de alguna de las dos guerrillas ELN y FARC y que de esos municipios hay 112
que además están fijados en el plan «Espada y Honor» de las fuerzas militares, y cuentan
con presencia intensa de la guerrilla hoy, y 130 más donde tienen presencia lateral, subor-
dinada o poca. Según el ponente, dichos municipios constituyen 20% de los municipios
del país y 40% del territorio nacional, debido a que son los municipios más extensos y
equivalen a un 10 o 12% de la población.
Frente a la institucionalidad que se ha construido en las zonas de influencia de las FARC,
León Valencia expresó su preocupación sobre cuál podría ser el tratamiento adecuado
para aquellos lugares donde las normas de convivencia que rigen son las mismas que se
han dictado por las FARC. Para ejemplificar esta afirmación, el ponente relató cómo, al
haber investigado la implementación del plan de zonas de consolidación del gobierno Uri-
be en la zona del Macarena, encontró que dicha implementación se había realizado a tra-
vés de las organizaciones sociales que habían construido las FARC a través del campesina-
do, esto debido a que eran más fuertes que la propia institucionalidad.
En relación al propósito de las FARC en la mesa de negociación, León Valencia mencionó que
está directamente relacionado con el tema agrario. Hizo énfasis en que la conciencia heroica
de la organización y la percepción de alta manipulación que los medios de comunicación
realizan frente a ellos, son elementos que los llevan a plantearse la necesidad de conservar las
zonas donde hoy día tienen influencia. El ponente enlazó esta afirmación con el esquema que
se desarrolló en el tema agrario, el cual se concentró en las zonas de reserva campesina, que
son unos espacios donde ellos quieren que el campesinado que ha convivido con ellos tenga
unas condiciones de vida y que al mismo tiempo se constituyan en su base social. Recordó
que ya las FARC cuentan con la experiencia de la primera zona de reserva campesina que fue
«El Pato» en donde hubo alta inversión, incluso por parte del Banco Mundial.
Con respecto al núcleo del acuerdo político, el orador fue enfático afirmando que existe
coherencia entre zonas de reserva campesina y zonas de circunscripción especial de paz.
Las zonas de circunscripción especial plantean la pregunta de cuántos parlamentarios van
a haber en esas zonas, en las que no sólo votarán las FARC, sino también la mayoría de
campesinos cocaleros a quienes seguramente se les vinculará a un proceso masivo de ce-
dulación, lo cual, según el ponente, se constituirá en un proceso político muy interesante.
Por último, el ponente se refirió al proceso de reinserción, frente al cual persiste una visión
poco realista. Por un lado recordó las palabras del representante de Naciones Unidas, quien
piensa que dicho proceso se hará en ciudades. Por otro lado recordó las palabras del diri-
gente de la Agencia Colombiana de Reinserción que planteó, en alguna ocasión, que dicho
proceso sería como el de las Autodefensas. En relación a estas dos visiones, León Valencia
manifestó su percepción sobre el modo en que se desarrollará la reinserción: será colectiva,
in situ, en los terrenos donde están, y lideradas políticamente por las FARC. Hizo hincapié

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 73


en que este modelo es bueno para el país y lógico, debido a que la política tendrá la dimen-
sión de construir Estado con la presencia de las FARC en esas zonas, en el marco de una
transición que deberá vincular la institucionalidad construida por la organización guerri-
llera (nivel de organización social y pautas de convivencia), lo cual, según planteó, se cons-
tituye en un reto para la sociedad civil, la sociedad en general y el Estado colombiano.
Como conclusión, León Valencia recordó que el proceso de transición estará ligado a las
dimensiones del conflicto. Primero, construir capitalismo de forma más elemental, cons-
truir un mercado legal donde convive un mercado ilegal. Segundo, construir ciudadanía
donde un actor violento ha impuesto normas de convivencia y tercero, construir vida de-
mocrática y una nueva institucionalidad a partir de dos realidades, una realidad vigente
construida en base a la Constitución de 1991 y unas instituciones de facto construidas por
las FARC durante 50 años.

DEBATE EJE 2.INTERVENCIONES INICIALES


Comentarista: IVÁN MARULANDA
Asesor de la Gobernación de Antioquia-Coordinador del Programa «Preparémonos para la Paz».

Iván Marulanda inició su intervención destacando que el actual proceso de paz con las
FARC cuenta con la novedad de que existe un acuerdo para trabajar en la construcción de
paz o posconflicto, o posviolencia. Señaló que desde el gobierno del Departamento de An-
tioquia desde que hubo conocimiento sobre el proceso, se puso en marcha el programa
«Preparémonos para la Paz», en ese sentido indicó: para nosotros está claro que si las
cosas siguen como están, no habrá paz.
Exhortó a los colombianos a resolver diferentes problemas, sanar el dolor, recuperar el
amor en la vida y la confianza en la propia existencia, reconciliarse con el mundo exterior,
con la idea de convivir en armonía, perdonar y recuperar el sentido de comunidad. Habló
de la necesidad de construir consensos sobre los acuerdos, decidir el poder por la razón en
la palabra, la conciencia, compromiso con la gente, capacidad para organizar e impulsar el
colectivo social, la necesidad del voto libre, limpio y a conciencia. Caracterizó la política en
Colombia como tramposa, corrupta, violenta y señaló la urgencia de movilizar la econo-
mía para que trabaje por la equidad, la distribución de oportunidades y llevar soberanía a
los territorios. Recordó que la Colombia con Estado es poca, ni siquiera en las ciudades
hay Estado, algunas son dominadas como colcha de retazos por bandas, al tiempo que la
provincia es ese espacio donde los campesinos sobreviven bajo la ley del más fuerte y aún
subsisten problemas para resolver. Destacó la necesidad de dominar el suelo colombiano,
según Naciones Unidas el más contaminado por minas del planeta, relató que, en 1998,
124 municipios de Antioquia se encontraban minados.

74 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


Con respecto a la reintegración de los guerrilleros, indicó estar de acuerdo con León Va-
lencia, las cifras son más altas de lo que se dice, sólo en Antioquia las estructuras de las
FARC cuentan con 1.300 guerrilleros encuadrillados por cada frente, por cada uno hay
diez mimetizados en el tejido social que cumplen funciones de apoyo y logística en la
sociedad. En el Nudo de Paramillo, Antioquia, hay zonas de cuatro generaciones de las
FARC, donde la población se pregunta que si se desmovilizan las FARC quienes los cui-
darán. Señaló estar de acuerdo con León Valencia respecto a los vínculos y cercanía de la
población civil con las FARC, y llamó la atención en la inocencia con la que se le acerca al
país a esta situación.
Para el ponente la construcción de paz es integral; tiene que ver con toda la sociedad y
todo el territorio, no es sólo asunto de los armados. Rescató la visión que de la construc-
ción de paz tienen desde el Departamento de Antioquia: aprender a relacionarse de forma
diferente los unos de los otros, con la sociedad e instituciones, aprender a ver la vida dis-
tinta, tarea, que como bien dijo empieza por aprender a imaginarse la vida en paz, y la
necesidad de paradigmas que destierren la violencia y la fatalidad como factores estructu-
rales de la cotidianidad. La construcción de paz es aprender a ver lo que puede ser la vida
en paz, recordó que en Colombia no se conoce la vida en paz y relató cómo en Antioquia
trabajan en el diseño de una pedagogía para la paz, con la conciencia de que tomará tiem-
po y generaciones, y que el reto es sembrar en la conciencia del pueblo, en las instituciones
y sus dirigentes para encaminar el departamento.
En relación al posconflicto indicó que tiene que traer reformas en diferentes sentidos, re-
formas del Estado debido a que con la situación actual difícilmente se harían las paces. En
sus palabras, «paz habrá si se construye un consenso acerca del Estado bajo el cual esta-
mos dispuestos a convivir sin matarnos». Planteó que el asunto no es sólo entre las FARC
y el gobierno, resaltó la urgencia de vincular al ELN, involucrar a la oposición política que
tiene partidos organizados, líderes visibles que permiten discusiones libres y transparen-
tes, también convocar a los indignados, escépticos e indiferentes para que se hagan partici-
pes en la discusión y formación del consenso. Este proceso lo denominó «otra constituyen-
te», no indicó límite de tiempo, pero recalcó la debilidad de la institucionalidad colombiana,
y la destrucción del consenso sobre el cual se creó la Constitución Política de 1991. Dijo que
hablar de otra constituyente no debe ser frustrante, si bien la del 91 impulsó la democracia,
las instituciones en Colombia se construyen a «empeñones» y al mismo ritmo aun es nece-
sario construir nación. Con respecto a quienes se encuentran en la mesa de La Habana, dijo
que representan poca Colombia, debido a que 65 años de conflicto no se resuelven en un
recinto cerrado. Denunció que quienes representan al país en el Congreso se encuentran
invalidados para hacer el diálogo de la nación lo cual se confronta con la necesidad de diá-
logos amplios y de mayorías verdaderas que se comprometan con la construcción de paz.
Para finalizar, el ponente hizo un llamado a la urgencia de una nueva «constituyente»
debido a que los acuerdos de paz donde la oposición política de izquierda o derecha que-

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 75


den por fuera, no serán acuerdos de paz sino desafíos, y con sus propias palabras finalizó
diciendo «y todos conocemos como se resuelven los desafíos en Colombia».

Comentarista: MARCELA JARAMILLO


Directora técnica de la Federación Colombiana de Municipios.

La ponente inauguró su intervención hablando de la claridad de los retos de la implementa-


ción del posconflicto en el marco político administrativo de Colombia. En ese sentido señaló
que la Federación Colombiana de Municipios agremia 1.001 municipios, los cuales 968 son
de sexta categoría, muy pequeños en recursos y con un equipo humano muy escaso. Las
grandes ciudades en Colombia sólo son 5, frente a lo cual, indicó que el reto será la imple-
mentación del acuerdo de paz en lo local, célula del estado colombiano, los municipios.
En cuanto a los retos de la institucionalidad pública en lo local, señaló los siguientes puntos.
Primero, todo lo que tiene que ver con la transformación de la institucionalidad en lo local
en relación a temas sociales, culturales, y dos temas centrales: el sistema general de partici-
pación, no sólo los recursos sino como ejecutarlos y destinarlos a una nueva cultura para la
paz, a la calificación de los funcionarios públicos en Colombia y, por supuesto todas las ta-
reas en el territorio que incluyen ciudadanía (nuevo relacionamiento del estado local con los
habitantes de cada municipio, tarea que se viene haciendo con la comunidad internacional
y el Estado, haciendo extensiva cualquier intervención frente al tema de paz de la mano de
la sociedad civil). Resaltó el trabajo que vienen adelantando de la mano del Alto Comisiona-
do para la Paz en relación a dos tareas: por un lado informar a alcaldes y alcaldesas sobre
qué pasa en La Habana, buscando otros esquemas y elementos de la territorialidad, también
pensando en los departamentos y reconociendo que los temas de autonomía local son fuen-
te de conflictos, motivo por el cual vienen ofreciendo herramientas para solucionarlos, y
pensar en cómo hacer ese territorio atractivo para los desmovilizados que van a llegar.
En cuanto a la dinámica de las instituciones locales, resaltó que al igual que la sociedad
civil, en ellas confluyen divergencias de pensamiento, postura y abordaje de las perspecti-
vas. Con lo cual se hace necesaria una labor particular de convocatoria y movilización para
que alcaldes y alcaldesas participen de la construcción de políticas públicas de paz desde
lo local, señalando que también en mandatarios locales hay escepticismo. Relató cómo en
algunas ocasiones los funcionarios públicos, también han sido víctimas, lo cual genera
aprehensiones para la atención de desmovilizados y supone una tarea de aprendizaje de
cultura para la paz y la noviolencia.
La ponente llamó la atención en la necesidad de que el gobierno central reconozca la im-
portancia de implementar un enfoque diferencial en conceptos y geopolítica de los muni-
cipios así como diferencias de conflicto en los territorios. Hizo memoria acerca del surgi-
miento de la «Red de Municipios para la Paz» trabajo que, según contó, realizó de la mano

76 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


de León Valencia y desde el cual se vienen preparando los municipios, aún con la dificul-
tad que representan planes de desarrollo de cuatro años. Concluyó, resaltando la impor-
tancia de que la política pública de paz para lo local esté construida con la participación de
todos los actores, lo cual constituye la única vía para que haya sostenibilidad, y los candi-
datos de períodos de tiempo futuro puedan tener en cuenta lo que diversos actores y so-
ciedad civil esperan y demandan.

DEBATE FINAL EJE 2


Las intervenciones de este debate, más que preguntas y respuestas, se constituyeron en
valoraciones y propuestas alrededor de los tres temas de la mesa: sistema político, descen-
tralización y actores territoriales. En relación al sistema político se planteó nuevamente la
inminencia de un proceso constituyente que facilite la confluencia de lugares comunes,
actores e iniciativas de regeneración democrática. Ponentes y participantes coincidieron
en que el actual Congreso no sería el idóneo para llevar a cabo dicho proceso. Los lideraz-
gos políticos permeados por prácticas políticas corruptas difícilmente abogarían por la
«refundación del Estado». Rafael Grasa apuntó a que el cambio constitucional será inevi-
table, producto del proceso de paz y, a su vez, de los cambios cíclicos de ajustes constitu-
cionales que se han desarrollado en América Latina con una reincidencia de aproximada-
mente 17 años. También exhortó la necesidad de contar con una Comisión de Verificación
para la implementación de los acuerdos.
En ese mismo sentido, surgieron diversas dudas acerca del rol de las FARC en el escenario
político. En relación a su capacidad o no para constituirse en un partido político; para hablar
en el lenguaje legislativo y ser legítimos tramitadores de las demandas de las comunidades de
su influencia. Frédéric Massé llamó la atención acerca de la dudosa correlación del cambio de
«armas por votos» puesto que tener rol y dominio con armas no es lo mismo que sin ellas.
Tica Font fue enfática en señalar que el rol de la sociedad civil no sólo se debe valorar en
relación a su participación o no en la mesa de La Habana, puesto que su capacidad de in-
fluencia también puede ser alta y medible en otros escenarios.
En cuanto a la descentralización, existió consenso alrededor de la idea de que este modelo,
si bien se haya plasmado en la constitución política de 1991, en su implementación se ha
enfrentado a enormes dificultades derivadas del conflicto armado, incluso María Victoria
Llorente señaló que se ha comprobado que la descentralización ha favorecido a la guerra
en vez de favorecer a la paz. A su vez, diversos ponentes señalaron su influencia en el de-
bilitamiento del poder e instituciones locales. Se mencionaron dos factores que agravaron
esa situación, los nexos empresariales con las fuerzas de seguridad ilegales en los territo-
rios y la centralización administrativa del estado colombiano.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 77


EJE 3. EL DESARROLLO Y LA DIMENSIÓN ECONÓMICA
(CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO, RURALIDAD, TIERRAS, CULTIVOS
ILÍCITOS, INFRAESTRUCTURAS)
Moderadora: Anna Ayuso

HACIA UN MODELO DE DESARROLLO SOCIALMENTE INCLUYENTE,


SOSTENIBLE Y TRANSFORMADOR EN COLOMBIA. A PROPÓSITO
DEL POSCONFLICTO
LUIS JORGE GARAY
Coordinador de investigaciones de Planeta Paz y director del Proceso Nacional de Verificación
de la Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado.

Al iniciar su presentación el ponente indicó que se concentraría en problemas relaciona-


dos con el territorio, por dos razones, primera por ser el centro en la actual etapa de la
globalización, siendo un sistema complejo fruto de una trasformación societal que abarca
las instancias ecológica, humana, cultural, económica y social. Un sistema social en el que
se desarrolla una disputa de la globalización en lo local. Y, en segundo lugar, porque es en
el territorio donde se reproducen los conflictos, entre ellos el conflicto armado territorial.
Señaló que en Colombia subsisten otros conflictos más allá del armado. Indicó que un
acuerdo de desmovilización es una ventana de oportunidad para que la sociedad pueda
debatir y reflexionar sobre cambios que Colombia requiere y que nunca se han abordado.
Partió de la base de que al estar en el marco del sistema capitalista se cuentan con limita-
ciones, las cuales no impiden la posibilidad de hacer cambios en el modelo de desarrollo y
reterritorialización del país, así como la superación de varios de los conflictos en el terri-
torio.
Luis Jorge Garay describió a Colombia como un país desigual, no sólo por la distribución
de ingreso (coeficiente Gini) sino por la exagerada participación del decil más alto de ingre-
sos, la cual consideró perversa con una marcada desigualdad en el territorio consecuente
con una aún mayor mayor inequidad en la distribución de la tierra, con tendencia a la re-
concentración, fruto del proceso de abandono forzado de tierras y apropiación por parte de
agentes ilegales y especialmente «opacos» que se mueven entre ilegalidad y legalidad.
En su descripción de la problemática de la tierra, enfatizó que la disputa no sólo se con-
centra en el suelo, sino fundamentalmente alrededor del subsuelo y sobre la superficie de
vuelo. Es decir, hoy las grandes movilizaciones que ocurren en el país, no sólo sociales
sino también en la institucionalidad a nivel local, están inmersas ante la competencia exa-
cerbada por el acaparamiento del uso del suelo y subsuelo para la producción de biocom-

78 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


bustibles y producción de agroalimentos, así como la explotación de recursos no renova-
bles, producto de la etapa actual de la globalización.
Con respecto al modelo agrario de Colombia, señaló que es básicamente un modelo de exclu-
sión social con falta de reconocimiento social, político y productivo del campesinado, relacio-
nando esta situación con, por ejemplo, la ausencia de censos agropecuarios que aumentan el
desconocimiento de la realidad colombiana, ocultándola a la opinión pública, y con el hecho
de que más del 50% del territorio nacional no está titulado, con lo cual, no existe claridad
sobre la titularidad de la mitad del territorio del país, aparte de que en los últimos 25 años se
han abandonado o despojado de manera forzada más de 7,5 millones de hectáreas.
Con relación a la población desplazada, la cual fue despojada de su territorio o lo abando-
nó de manera forzada, señaló que la informalidad llega al 82%- 85%.
Continuando, el ponente señaló que si bien se han reducido los niveles de pobreza, la del
sector agropecuario todavía supera el 50% aún con los nuevos indicadores que asumió el
gobierno, y manteniéndose muy elevados índices de pobreza extrema. En este sentido,
afirmó que desde la economía política, en la ruralidad colombiana el campesino ha sido
productiva y socialmente excluido del sistema, adrede, por política y estrategia, y no por
el azar. El ponente señaló que esto se debe a un exacerbado rentismo que va más allá de la
extracción de rentas, definiéndolo como un modelo en el cual los agentes poderosos en la
estructura social, económica y política concentrada, ejercen su poder e influencia para
satisfacer sus intereses de índole económica, política y también social. Este rentismo, en
sus palabras, tiene dos consecuencias: rompe con la confianza ciudadana, obstaculizando
el desarrollo de la democracia, y además bloquea la construcción de mercado, razón por la
cual, según dijo, en Colombia no existe un verdadero mercado de tierras en amplias regio-
nes del país. Situación que podría cambiar con la vindicación de los derechos de propie-
dad y los derechos de los diferentes agentes sociales en el campo. Finalizó su análisis indi-
cando que la salida a esta problemática podría ser una transformación social rural radical,
incluso si se quiere crear un mercado capitalista como superación de un rentismo exacer-
bado. Un proceso así sería fundamental para que el actual modelo de restitución que no
parece resultar exitoso pueda alcanzar los resultados esperables como sería revertir el
despojo sistemático y masivo de tierras observado en el país en las últimas décadas.
Con respecto a la minería, Luis Jorge Garay indicó que es el tema que se ha exacerbado
recientemente por la competencia internacional en torno al uso del subsuelo, con severas
implicaciones en relación al ordenamiento del territorio. Y señaló que si bien el subsuelo
es propiedad del Estado colombiano, desde el 2000, bajo el lineamiento inicial de entida-
des como el Banco Mundial se siguió un modelo neo-extractivista tipo enclave. El país hoy
día exporta el 95% de lo que produce en minería, la renta minera es una de las más bajas
en América Latina, según la CEPAL, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OECD.
El ponente destacó que la renta minera sólo aporta el 3,7% de los ingresos del gobierno

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 79


central nacional, mientras el petrolero e hidrocarburos el 22%, con el agravante de que,
consecuencia de un régimen especial para las empresas transnacionales mineras, se ge-
nera una balanza cambiaria ampliamente negativa para el país.
Relató además que, hoy día, legalmente hay más de 5,5 millones millones de hectáreas
adjudicadas por minería, sin claridad sobre cómo se debe fiscalizar la explotación en el
territorio y sin institucionalidad para asegurar el pago de compensaciones por el daño
ambiental. Por lo tanto, el país exporta su riqueza natural al exterior en un intercambio
desigual que no genera divisas, sin recaudar ingresos de compensación garantizados y
generándose un impacto altamente negativo sobre el medio ambiente. Señaló que no in-
tenta promover una postura antiminera, pero sí que es necesario reformular el modelo de
enclave neo-extraccionista a ultranza. Por último, sostuvo que no existe fiscalización a las
empresas, con lo cual los impuestos se cobran con base en los volúmenes explotados y
exportados que reportan de buena fe éstas, y no en lo que debiera fiscalizar efectivamente
el Estado.
El ponente mencionó que la situación descrita con anterioridad exacerba los conflictos so-
bre el territorio debido a que las comunidades cercanas a los proyectos mineros han sufrido
y han reaccionado, pidiendo que haya consenso entre autoridades locales, centrales y co-
munidades locales sobre cómo proceder con la extracción de recursos naturales no renova-
bles. Resaltó que un último fallo de la Corte Constitucional, en la dirección correcta —y
contrario a lo que se ha insistido en el código minero y por los últimos gobiernos, incluyen-
do el actual— exige que se deban alcanzar acuerdos entre las partes involucradas antes de
seguir con la exploración y la explotación en los territorios. Sin embargo, existe oposición
por parte de algunas instituciones como la Procuraduría General de la República que aten-
ta con imponer sanciones a los funcionarios públicos que promuevan la realización de con-
sultas previas en municipios susceptibles de afectación por proyectos mineros, situación
que, según señaló, ha despertado una serie de conflictos en diversas zonas del país.
Luis Jorge Garay fue enfático en que si se cartografiaban los títulos mineros aprobados y
solicitados, licencias ambientales, zonas de recursos naturales, y ubicación de los conflictos
tradicionales por desplazamiento, se encontraría una alta correlación. El ponente aclaró
que no se trata de estigmatizar per se a las multinacionales pero si de alertar, como lo ha
hecho el Parlamento Europeo en respaldo al informe de la Contraloría General de la Repú-
blica, en el que se exhorta a las empresas mineras europeas a tener extremo cuidado y vigi-
lancia para no verse involucrados en la comisión de delitos frente a los derechos humanos
en Colombia. Indicó que esto se constituye en una alerta de que en el territorio donde ope-
ran las empresas mineras confluyen una serie de violencias y conflictos debido a que la
extracción minera en su mayoría es informal, ilegal y abiertamente criminal por parte de
las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), «Los Rastrojos» y «Los Urabeños».
Por multiplicidad de consideraciones como las mencionadas, señaló que Colombia debe

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moverse hacia un ordenamiento territorial y a un modelo de desarrollo con enfoque terri-
torial que consulte debidamente la multiplicidad de conflictos.
Ultimando, el ponente propuso una serie de recomendaciones para asegurar que la extrac-
ción de recursos naturales no renovables contribuya al desarrollo nacional, la inclusión social
y la reducción de la pobreza, por lo cual se requerirá una estrategia minero-energética inte-
gral alternativa y una institucionalidad sólida y eficaz en hacer prevalecer el interés colectivo.
Concluyó con una llamada de atención al desconocimiento de la Constitución de 1991 por
parte de los últimos gobiernos, recordando que, en primer lugar, a diferencia del minero-
energético, el único sector al que se le da un papel privilegiado en el marco constitucional
es al de la producción de alimentos y al campesinado como agente social. Relató que en los
últimos gobiernos y en contra de la Constitución, al sector minero se le da el carácter de
sector de utilidad pública de interés social. En segundo lugar, la Carta constitucional in-
cluye el derecho al ambiente sano. Tal como indica la OECD, Colombia es de los países con
una regulación medioambiental que deja mucho que desear. Tercero, un Estado de dere-
cho ha de reconocer la consulta popular previa y popular como mecanismos para la defi-
nición consensuada del ordenamiento y uso del territorio. Si el país no avanza en que las
comunidades con mecanismos de deliberación puedan intervenir en la decisión sobre el
uso del territorio, el binomio de explotación de recursos naturales y uso del suelo es y se-
guirá siendo fuente de la multiplicidad de violencias existentes en el territorio.
Finalmente, hizo énfasis en la necesidad de revertir la reprimarización de la economía
colombiana, destacando que el país tiene buenas posibilidades gracias a su alta biodiver-
sidad y riqueza, así como la producción agropecuaria no solo empresarista sino especial-
mente de sistemas de pequeños y medianos productores potencialmente eficentes y ren-
tables socio-económicamente, y recursos naturales que se pueden salvaguardar y explotar
estratégicamente generando riqueza, sin exacerbar la pobreza y sin promover y profundi-
zar conflictos de muy diversa índole. Y concluyó: «Debemos movernos a otro modelo in-
cluyente, transformador y no reprimarizador».

EL SECTOR EMPRESARIAL Y LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ


JORGE MARIO DÍAZ
Vicepresidente de Gobernanza de la Cámara de Comercio de Bogotá.

El ponente se concentró en la definición de un rol activo y fundamental del empresariado


en el esfuerzo de ir construyendo un escenario de paz en Colombia.
El primer tema que mencionó fue la necesidad de construir una nueva institucionalidad
para abordar el posconflicto que en el caso de la justicia sigue generando problemas ins-
titucionales, así como en el de las relaciones culturales de los diferentes actores que tienen

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que ver con la construcción de paz. Como segunda idea, señaló que esa nueva institucio-
nalidad debe configurarse en el país y en los territorios, con el reto de reconocer las gran-
des asimetrías a nivel regional promoviendo el cierre de las brechas entre el sector rural y
urbano. Las dos ideas mencionadas configuran, a su modo de ver, el eventual rol del em-
presariado que actúa en esos territorios, el cual se ha visto moldeado por la precariedad
institucionalidad, al tiempo que ha contribuido a ella.
Jorge Mario Díaz expuso un breve resumen de la caracterización del sector empresarial en
Colombia. Señaló que está constituido por 1.000.000 de empresas, de las cuales el 88%
son microempresas, un 11% medianas y pequeñas y el 1% son empresas grandes. En su
mayoría se encuentran en el sector urbano, con lo cual el 50% del PIB en Colombia se
concentra en las 5 principales ciudades (Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Bucara-
manga). Señaló que una de cada dos empresas es informal y el 68% del empleo se encuen-
tra en la informalidad. En este escenario empresarial, es evidente que el país ha tenido un
crecimiento reconocido a nivel internacional, con tasas envidiables pero que aún tiene
grandes retos en la disminución de la inequidad y la pobreza. Por otra parte, el sector em-
presarial ha mostrado una baja capacidad de innovación, que a la luz del compromiso de
construcción de escenarios de posconflicto, requiere un mayor énfasis cuyo aporte se re-
fleje en relaciones más equitativas y transparentes en el territorio y que influyan el desa-
rrollo regional. Destacó que el sector empresarial debe trabajar la construcción de tejido
social de las comunidades y de los entornos más afectados por el conflicto.
El ponente resaltó que las empresas han desarrollado sus actividades económicas en un
entorno caracterizado por dos factores, el primero la limitada capacidad institucional para
hacer cumplir los derechos de los ciudadanos —respaldado en un estudio del Ministerio
de Justicia que arrojó como resultado que sólo el 3% de delitos cometidos en el país tienen
posibilidad de ser juzgados y condenados—. Y el segundo, la desconfianza en la justicia,
una de las prioridades que habrá que reconstruir en el marco del posconflicto. En ese es-
cenario, según mencionó el ponente, el sector empresarial ha asumido posiciones distin-
tas; por un lado, ha apoyado el fortalecimiento institucional mediante relaciones cons-
tructivas con los gobiernos locales y las comunidades y por otro lado, ha aprovechado esa
debilidad institucional para privilegiar sus intereses individuales, alejándose de la legali-
dad, generando una serie de espacios grises definidos en la ponencia de Luis Jorge Garay
como instituciones «opacas» en el territorio.
En relación a la necesidad de redefinir las relaciones del empresariado con la débil ins-
titucionalidad, el ponente se remitió al modelo de construcción de paz de Naciones Uni-
das, y sobre esa base analizó la posible participación del empresariado en el marco del
posconflicto. Retomó la tesis de León Valencia, sobre la correspondencia entre los ámbi-
tos de actuación para la reconstrucción de la sociedad y aquellos donde se han generado
las condiciones para el conflicto. En primer lugar, se refirió al proceso de la reintegra-
ción de excombatientes, en donde los retos, según él, son enormes. Mencionó cifras de

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la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) con respecto a los desmovilizados y
la baja respuesta que hoy día persiste frente a la oferta de empleos y oportunidades para
los mismos; en la esfera del emprendimiento dijo que a pesar de los esfuerzos del gobier-
no para generar iniciativas, este sector tiene niveles bajísimos de sostenibilidad. Finalizó
su análisis señalando que si bien existen expectativas de desmovilización masiva in situ,
que tendrán que recurrir a las estructuras que hoy día se encuentran en esos territorios,
aún existen dos retos: ¿cuál sería el rol del empresariado para absorber esas desmovi-
lizaciones? y ¿cuál sería el acompañamiento e incentivos para acuerdos públicos y pri-
vados?
En materia de cultura de legalidad y lucha contra la corrupción, reiteró el gran reto del
sector empresarial para reducir la participación del empresariado en la generación de
condiciones para la corrupción y ejercer mecanismos efectivos para prevenir y reducir la
influencia de intereses privados en la apropiación indebida de lo público. La corrupción
en Colombia equivale a aproximadamente el 2% del PIB. Asimismo mencionó que hay un
problema de cultura, y señaló que el 94 % de los empresarios colombianos considera que
para conseguir un contrato se debe sobornar y que un 71 % desconoce la existencia del
estatuto de anticorrupción. En este sentido, indicó que se requiere un modelo que genere
mecanismos de autoregulación y de información con el sector público para fomentar rela-
ciones público-privadas más transparentes.
Al referirse al ámbito de la democratización y participación política, hizo énfasis en que el
gran reto del empresariado es contribuir en el fortalecimiento de la descentralización,
cambiando las relaciones asimétricas que tradicionalmente han existido entre gobiernos
locales, sociedad civil y sector privado. En este sentido, el empresariado deberá contribuir
con el cumplimiento, sostenimiento y seguimiento de lo pactado en los territorios, en el
marco de un relacionamiento público-privado en equilibrio.
En materia de descentralización y participación política resaltó las posibilidades que desde el
sector privado existen para contribuir con el fortalecimiento de la sociedad civil, en materia
de veeduría, proyectos con poblaciones vulnerables, entre otros. Otro reto que señaló fue la
apropiación del territorio que surgirá con el fin del conflicto, la cual debe hacerse en el marco
de la formalidad y con participación del sector privado que incentive el desarrollo productivo.
Un desarrollo económico en el que el Estado provea mínimos para el uso adecuado de recur-
sos de la mano del empresariado y con retribución adecuada del uso del territorio.
El último ámbito de actuación al que se refirió Jorge Mario Díaz fue el de la justicia
transicional, señalando que a pesar del debate de la sociedad colombiana en relación
a los elementos que deben configurar este tipo de justicia, debe haber un esfuerzo en
el mantenimiento de la verdad y la reparación y así las empresas como victimarios
tendrán un papel para restaurar su participación en procesos que han ahondado el
conflicto.

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Concluyó en señalar que desde la Cámara de Comercio de Bogotá trabajan para generar
una narrativa para saber cuál sería el rol activo, propositivo del empresariado y buscando
enseñanzas para diseñar una hoja de ruta que les permita ser partícipes de la construcción
de una sociedad en paz.

DEBATE EJE 3. INTERVENCIONES INICIALES


Comentarista: GERARDO VEGA
Presidente de la Fundación Forjando Futuros.

El Sr. Gerardo Vega se concentró en aseverar que el tema de la tierra constituye el eje cen-
tral de la construcción de la Paz y el posconflicto en Colombia reconociendo que Colombia
cuenta con una guerrilla presente en las regiones hace 50 años y que el primer punto de
La Habana coloca al Estado en posición de dialogar sobre la existencia de un problema
social ligado a la tierra. Es una cuestión importante entendiendo que el tema de restitu-
ción es pequeño frente al problema de la tierra, numéricamente, de las 115.000.000 de
hectáreas que tiene Colombia 6.005.000 han sido despojadas (5%), con lo cual el proble-
ma radica en la redistribución, y en los 40.000.000 de hectáreas en manos de ganaderos,
citando la ponencia de León Valencia.
Con respecto a una solución, el ponente señaló que el capítulo de tierras en la Ley de Víc-
timas tiene ese propósito, buscar un ambiente favorable en la negociación. Resaltó que
desde la Fundación que lidera ha realizado varios informes en los momentos previos y
posteriores a la existencia de la Ley de Víctimas, identificando como se podría ayudar a la
implementación. Señaló que la restitución no tiene como único fin legalizar el despojo, y
que por el contrario las personas afectadas tienen derecho a la propiedad que les han qui-
tado en un marco sano de justicia. En ese sentido, mencionó que a la fecha van cuatrocien-
tas sentencias, que cobijan novecientos cuarenta casos de familias en las que 96% han sido
falladas favorablemente para las víctimas. Desde el punto de vista del sistema judicial,
resaltó el fallo de justicia transicional. Sin embargo hizo la salvedad de que en el orden
nacional los casos equivalían a 370.000 y después de dos años de la Ley de Víctimas, sólo
han llegado el 15% de los reclamantes de los cuales se ha restituido el 1,7% (20.000.000
hectáreas). Esta situación ha sido estudiada, identificando que las personas no acuden al
reclamo por temor al asesinato o por desconfianza de las autoridades —bien por complici-
dad por acción u omisión— o porque el estándar probatorio es cada vez más alto. A su vez,
el 70% de las solicitudes que se han presentado se encuentran represadas porque no hay
condiciones de seguridad, con lo cual no inician procedimientos por no tener concepto
previo de las fuerzas militares sobre seguridad, sin embargo la ley establece que si no hay
seguridad se debe compensar a la persona en otro lugar o con dinero. La realidad demues-
tra que las restituciones se realizan bajo los lineamientos de espacios micro focalizados

84 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


determinados por las fuerzas militares, desvirtuando la naturaleza de la Ley de Víctimas.
En ese mismo sentido, indicó que la recomendación de la Procuraduría General de la Na-
ción de Colombia de crear segunda instancia a estos procesos, representaría un retorno a
la justicia ordinaria.
Aportando elementos desde la experiencia de la Fundación Forjando Futuros, el ponen-
te relató que cuentan con casos pendientes de fallos de primera instancia represados
desde el año 2005 y recordó que la ley establece que deben darse garantías a los segun-
dos ocupantes, ocupadores o testaferros. Estudiando 372 sentencias que incluyen 964
casos, se han presentado 82 personas como opositores, y 6 personas representan el 65%
de oposiciones en el país. Es así como se evidencia el grado de concentración de poder
ilegal para apropiarse de la tierra, y de falta de las garantías para los reclamantes.
Como dato adicional, agregó que de las 20.000 hectáreas que se han restituido, 12.269
corresponden a baldíos, frente a lo cual surge la tesis del gobierno de que no es posible
restituir en zonas de reserva poniendo en riesgo el proceso de restitución de 35.000 fami-
lias. Señaló el ponente que en Colombia hay familias que viven en esas tierras hace mu-
chos años, y la Corte ha expresado que hay que reconocerles ese derecho que en la prácti-
ca se ha visto restablecido con la aprobación de 14 sentencias en las cuales diversos jueces
han ofrecido reconocimiento y compensación.
A modo de conclusión, Gerardo Vega hizo énfasis en que este proceso no fracasará, contro-
virtiendo la tesis de Luis Jorge Garay. Mencionó el surgimiento de un reciente proyecto de
ley de iniciativa presidencial que incluye 43 artículos que establecen la restitución vía admi-
nistrativa, sin llevarlo a los jueves, debido a que el 70% de los casos no ha tenido opositor.
Consideró que la voluntad política llega hasta allí, pero en los casos en los que las familias
indican que no retornarán por diversos motivos, como la edad, porque no está en condi-
ción de trabajar o porque no hay seguridad, el ponente propone que se le compensen con
dinero u otra tierra, al tiempo que el Estado recupere esas tierras sin reclamante y las lle-
ve a un fondo necesario para la redistribución.
El ponente finalizó su intervención exponiendo lo que para él sería un panorama posible
en el marco de un acuerdo de paz que incluya el tema de tierras. Señaló que podría desa-
rrollarse una dinámica en la que nadie iría a la cárcel, no habría penas y los militares,
guerrilla y parapolíticos encarcelados saldrían, lo cual sería una especie de ley de punto
final que llevaría a que todo quede como está, incluso para los ocupantes de tierras, que
podrían quedarse con esos territorios en el marco de un proceso en el que no hubo vence-
dores ni vencidos. Con los despojados, el Estado haría un esfuerzo de comprar tierras y
entregarlas a las víctimas. Por esa vía, Gerardo Vega aseguró que todo podría salir mal en
la restitución.

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Comentarista: LINA MARÍA GARCÍA
Coordinadora del Grupo de Proyectos Especiales del Departamento Nacional de Planeación (DNP)

Lina García expuso el trabajo que adelanta desde el DNP y explicó que no realizaría una
presentación institucional sino que se concentraría en presentar lo que para ella es una
oportunidad a partir del proceso de paz y el surgimiento de una visón rural en la que se
está repensando el país desde el nivel técnico que puede llevar a espacios valiosos.
Relató que su primera tarea ha sido comenzar a hablar de construcción de paz y no de
posconflicto en el DNP, institución de orden nacional que lidera las políticas del desarro-
llo en Colombia. Hizo énfasis en que la intención es llegar a un lenguaje común en térmi-
nos conceptuales sobre que significa construcción de paz, transición, que implica no ha-
blar de posconflicto, y como los agentes de desarrollo que ven el país de forma sectorial
podrían comenzar a ver el país entendiendo que todo lo que se hace contribuye a garanti-
zar derechos y ver esos conflictos existentes.
Con respecto a la perspectiva institucional, señaló que el objetivo es conectar con el Alto
Comisionado de Paz, y con la visión de que más allá de una negociación, lo que se viene
adelantando son diálogos que permitirán iniciar la tarea de construir la paz y resolver los
conflictos que tradicionalmente no se han resuelto en el país. En ese sentido, la ponente
enfatizó que la labor del DNP apunta a lograr la necesaria conexión para que desde la ins-
titucionalidad colombiana se genere la adecuada interpretación y disposición para hacer
parte de la implementación de los acuerdos de paz.
Rescató la visión del Alto Comisionado en relación a que los temas del posconflicto tienen
que ver prioritariamente con el mundo rural y con la profundización de la democracia, la
territorialidad y la transformación del campesinado como sujeto. Incluso aprovechando
la experiencia de la cooperación internacional, no tanto desde el marco del posconflicto,
en donde Colombia cuenta con experiencia y a su vez es referente, sino más bien desde la
transformación de lo rural y la profundización de la democracia.
Destacó el trabajo que realizan desde el DNP para contribuir con la identificación de las
zonas en donde se priorizará la implementación del punto 1 del acuerdo de paz. Mencionó
que los criterios con los cuales se lleva a cabo ese proceso son: pobreza, economías ilícitas,
debilidad institucional y afectación por conflicto, con la intención de ofrecer un insumo
técnico a la oficina del Alto Comisionado para tomar una decisión que finalmente será
política. Comentó que existen diversas lecturas desde otras entidades en el entendimiento
de lo que es «territorialidad» y «enfoque territorial», lo cual supone una dificultad por
superar.
Con relación a la función de crear el Plan Nacional de Desarrollo, indicó que su función ha
sido priorizar el tema de construcción de paz, no como un capítulo con apuestas de repa-
ración y reintegración, sino con todo lo que sectorialmente deben ser apuestas para no

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contribuir a la exacerbación de las violencias y como se gestionan las existentes. Enten-
diendo que el desarrollo es fuente misma de violencia y conflictividad en el país.
Hizo énfasis en que debemos reconocer que Colombia ha tenido avances en términos de
políticas públicas que incluyan la paz, como la Ley 1448 a través de la cual avanza el pro-
ceso de reintegración. Resaltó la necesidad de manejar la tensión que produce el ciclo de
fin e inicio de los gobiernos cada 4 años y la necesidad de trabajar con un enfoque que
identifique lecciones aprendidas y convocando de forma horizontal a las entidades para
llevar a cabo ese proceso.
La ponente listó algunos retos, entre ellos la alineación dentro del Gobierno de un lengua-
je común con el cual se debe superar el hermetismo del Alto Comisionado, y apostar por
una claridad sobre los alcances del posconflicto. Desde su visión personal, señaló, existe
una resistencia institucional a la paz por parte de la generación de funcionarios jóvenes
que trabajan en restitución y reparación, quienes a pesar de atender las consecuencias del
conflicto, no ven la paz como algo moralmente viable. Otro reto se relaciona con la coope-
ración internacional, sitio donde se resguardó la construcción de paz en el gobierno pasa-
do, y se requiere coordinación para explicar cuál es su apuesta común frente a la construc-
ción de paz en Colombia y evitar lugares comunes para así poder comprender quién se
beneficia en el territorio cuando no se profundiza la democracia.
Concluyó señalando que Colombia se mueve en un marco de incertidumbre dictado por el
contexto político-electoral que, a su modo de ver, pone en riesgo no sólo los avances de la
mesa de negociación sino lo avanzado en reparación a través de la Ley 1448. Frente a lo
cual surge la pregunta de ¿en un marco de 2 meses tendremos otro país y qué es lo que
viene? En ese sentido, Lina García hizo un llamado, retomando a Lederach, para recono-
cer que la planeación puede ser un sitio interesante de interconexión que lleve a los acto-
res que confluyen en ese proceso a tener debates y evitar lugares comunes que deriven en
la satanización o romantización del Estado o la sociedad civil, situación que no contribuye
a la construcción de Paz.

DEBATE FINAL EJE 3


Por un lado, la discusión se concentró en la dualidad de la economía formal y la economía
informal que suponen la ausencia de oportunidades laborales y el vehículo para la crimi-
nalidad. Iván Marulanda señaló como la infraestructura para la economía, carreteras y
vías de acceso para el campesinado se podrían constituir en impulsadores de una econo-
mía sostenible que genere empleo en el marco de lo legal. Como señaló María Victoria
Llorente el desafío es conectar el centro con la periferia y las regiones.
En cuanto al desarrollo rural, Rafael Grasa planteó que si bien la paz es desarrollo, se
hace necesario evitar los balanceos en las políticas públicas en el marco de un sistema

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 87


político en el que cada cuatro año se desmontan las instituciones y se realizan transfor-
maciones. Hizo un llamado a vincular la paz dentro de la transversalidad de las políticas
públicas.
Luis Jorge Garay respondió a diversas preguntas que le invocaban en el sentido de cono-
cer a profundidad el porqué de su afirmación sobre el fracaso de la Ley de Víctimas, a lo
que respondió que, el papel de la violencia en relación a los conflictos en la sociedad está
ligado al problema del rentismo, debido a que cuando es exacerbado, todas las formas
para acceder al poder económico y social se dan trámite a través del uso de la violencia.
Tica Font, por su parte, planteó la urgencia de desmontar prácticas criminales que a través
del uso de la violencia obtengan algún tipo de rédito. Jorge Mario Díaz indicó que a pesar
de que el sector empresarial tiene responsabilidad en el afianzamiento de las prácticas
criminales violentas, el cambio hacia una cultura de la legalidad se constituye en el prin-
cipal objetivo de ese sector.
Lina María García resaltó que en términos de construcción de paz no se debería subesti-
mar la necesidad de hacer pedagogía en las instituciones técnicas, las cuales tienen la
responsabilidad de diseñar las rutas del desarrollo en el país, y lo hacen desconociendo las
dinámicas locales de conflictividad.

EJE 4. LOS ACTORES NO POLÍTICOS Y LA DIMENSIÓN SOCIAL:


PARTICIPACIÓN, DERECHOS HUMANOS, COMUNIDADES
ORIGINARIAS Y AFRO-DESCENDIENTES
Moderadora: Dorys Ardila

ESTRATEGIAS PARA ENFRENTAR LOS CICLOS DE LA VIOLENCIA


INTERGENERACIONAL EN COLOMBIA: HACIA UNA
«VIOLENTOLOGÍA» QUE SIRVA A LA PAZ
JENNY PEARCE
Directora del Centro Internacional de Estudios de Participación del Departamento de Estudios
de Paz de la Universidad de Bradford, Reino Unido.

La Sra. Jenny Pearce inició su ponencia haciendo énfasis en situar el enfoque del proceso
de paz de La Habana en la violencia y sus mecanismos de reproducción. En especial, en el
desafío que implicaría construir condiciones para convivir sin la violencia, el cual, según
la ponente es el principal reto en la construcción de la paz. Frente a este enfoque realizó
tres aclaraciones. Primero, la reducción de la violencia en sí no es necesariamente un ín-

88 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


dice del cual se deriven las condiciones para convivir sin violencia. Esta reducción puede
provenir de diversas motivaciones, de pactos entre actores, como en el caso de El Salvador
y Medellín donde los índices de reducción están relacionados con acuerdos y treguas entre
diversos grupos. Segundo, la violencia es somática, se trata del cuerpo, todos los tipos de
violencia, directa, estructural o simbólica realmente son impactos sobre el cuerpo de las
personas. Resaltó que sería idóneo poner el «cuerpo» dentro del tema, hablando del cuer-
po vulnerable, lo cual se tendría que poner en perspectiva de la violencia intergeneracio-
nal. Tercero, señaló que la violencia también puede ser valorada como un motor de cam-
bio social que, en ausencia del miedo y trauma, cambiaría los patrones de la participación,
condición necesaria para la paz. A su vez, llamó la atención sobre la necesidad de que los
movimientos sociales se manifiesten con respecto a la normalización de la violencia en
Colombia, con el fin de esclarecer que ésta no es normal.
En su propósito de ofrecer otra perspectiva sobre cómo se entiende la violencia en Co-
lombia, la ponente destacó el papel de los violentólogos, quienes han ofrecido herra-
mientas para entender la violencia en general e indicó que había explorado cuatro textos
emblemáticos para identificar dichas herramientas. Jeanny Pearce utilizó los tomos de
1962 y 1964 de Guzmán Campos, el libro «Colombia: violencia y democracia» de 1987,
el informe «Basta Ya» y el de la Ruta Pacífica, «La Verdad de las mujeres». Señaló que
los mensajes implícitos en estos libros han tenido dificultad para llegar al país, debido a
que se han convertido en parte del conflicto mismo, en la medida en que la discusión de
la violencia se polarizó entre quienes rechazaron la idea de que la violencia puede per-
mear a toda la sociedad y los que desean poner énfasis en la parte estructural. Indicó que
en los textos esa dicotomía no está, y son claros en que la violencia no se puede reducir
a un solo factor, sin embargo, indicó que la violentología desde la perspectiva en que se
ha desarrollado difícilmente se podría vincular a una «pazología». Para ella, las dos co-
sas deberían juntarse. Resaltó que la violencia se reproduce en todos los espacios de
socialización, desde lo íntimo hacia la comunidad y que en Colombia las escuelas son
locales para la socialización.
Frente a la pregunta de cuáles son las dinámicas globales, históricas, que nos hacen pen-
sar por qué en Colombia no se ha podido tratar la reproducción de la violencia transge-
neracional, la ponente indicó que con el fin de conocer otras herramientas, realizó una
revisión del libro de Steven Pinker en el cual se analiza la reducción de la violencia en la
historia y en el mundo encontrando cinco conclusiones. Primero, el Estado ha sido uno de
los actores que más ha disminuido la violencia en el mundo. En Colombia el Estado es
reproductor de violencia, es perverso, reproduce la violencia sin legitimarla. La gran pre-
gunta que le surgió sobre Colombia es ¿por qué las élites no han tenido el incentivo de
construir un Estado de derecho? La segunda conclusión se relaciona con el denominado
«comercio suave». Siendo la historia de Colombia la de un capitalismo feroz que sigue
vigente, habría que pensar que el comercio suave es un motor de la interacción que fundó

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 89


algún tipo de incentivo para la disminución de la violencia y amplió relaciones. Ante esta
afirmación, la Sra. Pearce se preguntó ¿por qué eso no ha sucedido en Colombia?, a lo que
respondió que habría que plantearse ¿qué es una economía para la paz?, ¿cómo el empre-
sariado podría pagar el costo de haber acumulado capital de forma violenta? Tercero, la
«feminización». Destacó que en Colombia la mujer empieza a ser parte de lo político en
las negociaciones, ofreció el ejemplo de la «Ruta Pacífica de las Mujeres», la cual repre-
senta la primera experiencia en la que se ha puesto la verdad desde la perspectiva de las
mujeres, al tiempo que surge la pregunta de ¿Qué tipo de masculinidades están detrás de
las violencias que hay en Colombia?. Por último, se refirió al «círculo de la expansión de
la empatía», señalando que los movimientos sociales han logrado poner sobre la mesa
demandas importantes, alzar nuevas voces y repensar la violencia de grupos vulnerables
como indígenas y afrodescendientes.
Jenny Pearce concluyó señalando que hay una tensión en los movimientos sociales en Co-
lombia, los cuales a pesar de ser muy importantes en la discusión, en su relación con la jus-
ticia parece que se inclinan por darle más vigencia a la violencia. Cerró su ponencia con el
interrogante de ¿Cómo se puede convertir el reclamo por la justicia en formas noviolentas?

INFRAESTRUCTURAS DE PAZ: HACIA UN SISTEMA DE APOYO


A LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN COLOMBIA
BORJA PALADINI
Trabaja en el PNUD, Colombia. Especialista en construcción de paz desde la práctica de la
transformación noviolenta de conflictos.

Borja Paladini inició su ponencia partiendo de la explicación de dos términos que en su


trabajo con comunidades han servido para inspirar las dinámicas de construcción de Paz.
Estos son «disueño», como una forma de soñar y diseñar el cambio que nos lleva el futuro y
«co-inspirar», en el sentido de cómo me inspiro desde las otras personas. Ambos términos,
según indicó, son útiles para el diseño de la construcción de paz de forma estratégica desde
los territorios. Señaló que en el caso colombiano es necesario centrarse en no convertir la
paz en una nueva forma de conflictividad en el territorio lo cual implica una nueva forma de
dialogar, relacionarse y transformar los conflictos, relacionarnos con la realidad y los otros,
lo que corresponde al modelo de una «infraestructura de paz» pensada desde los territorios
y no desde los imaginarios de los internacionales, institutos y agencias de cooperación.
Aclaró que una «infraestructura de paz» no se entiende como la creación de nuevas insti-
tuciones, pero sí de agendas, relaciones y propuestas que conlleven a transformar el Estado
en un actor capaz de arbitrar situaciones de conflicto. En cuanto a los retos, mencionó que
los hay temáticos y éticos pero que en esta ocasión se concentraría en los retos metodoló-

90 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


gicos, en particular sobre ¿Cómo vamos a hacer para construir paz? ¿Cómo vamos a ser
coherentes con esos medios y fines para construir la paz? Indicó que la metodología de
construcción de paz será clave para poder valorar la calidad, durabilidad, capacidad trans-
formadora y de auto sostenibilidad de la paz y listó once retos para llevarla a la práctica.
  1. Cómo dar respuesta a las urgencias de la paz una vez firmado el acuerdo. Si no se con-
siguen cosas en los seis primeros meses, difícilmente se va a conseguir después.
  2. El reto de la escala. El reto es muy grande, más de 800.000 personas que viven en
zonas de colonización agraria donde tal vez no ha llegado el Estado.
  3. Dilema de la legitimidad territorial. Cómo un acuerdo de La Habana se va a implantar
en un terreno escéptico que no ha sido parte de los acuerdos y cómo una paz instau-
rada por «hombres mayores» va a ser leída por comunidades indígenas, mujeres y
niños, artistas, empresarios, entre otros.
  4. Relación entre territorio, gobernanza y política. Concentrándose en las lógicas de cri-
minalidad que generan gobernanza no-política y peligros de la ilegalidad. Y en ese
sentido entender la importancia de la gobernanza democrática considerando el terri-
torio como sujeto.
  5. Liderazgo local. El traslado de lo acordado en La Habana hacia los territorios.
  6. La coherencia y la construcción de paz: local, regional, nacional e internacional y la
coordinación horizontal en el territorio.
  7. Pluralización y estigmatización del otro. Instaurar la lógica del diálogo y el reconoci-
miento del otro para transformar la realidad y co-inspirar.
  8. Mantenimiento de mecanismos de protección y asistencia humanitaria en un contex-
to dónde quizá no se terminará la violencia con el acuerdo.
  9. Construcción de la agenda de paz a nivel territorial, incluyendo a los actores locales en
donde estos tengan la capacidad de construir su propia agenda de paz.
10. Acompañamiento del proceso: campaña de comunicación, estrategia de desarrollo
institucional, promover el monitoreo para desarrollar capacidades que les permitan
ejercer un papel frente a la construcción de paz.
11. Creación de mecanismos vinculantes que obliguen al Estado a que exista una perma-
nencia en los planes de desarrollo y haya asignaciones presupuestales frente a lo des-
crito arriba.
El ponente señaló otras recomendaciones que podrían contribuir a la infraestructura de paz.
Desde el nivel territorial, la creación de mecanismos de gobernanza, entendidos como una
especie de comité, basados en el consenso con control multiplural y participación de los des-
armados, del cual participen personas con capacidad y confianza en el territorio, que puedan

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 91


construir relaciones y ser un referente moral. En el nivel departamental se podría reproducir
esta infraestructura, algún tipo de mecanismo que ayude a esta implementación, algún tipo
de apoyo burocrático o gerencia regional que cuente con una estructura de rendición de
cuentas entre el territorio y el nivel departamental; pensar en unidades de implementación
de las agendas de paz territoriales. Desde el nivel nacional, planteó la necesidad de un siste-
ma de gobernanza como un ejercicio de apoyo financiero y técnico a las agendas territoriales
desde el nivel central y la posible transformación de algunas instituciones como la defenso-
ría, que podría transformar su sistema de alertas tempranas a un sistema de prevención de
la violencia y transformación de las conflictividades desde que éstas emanen y surjan.
El ponente concluyó planteando la pregunta ¿Cuál debería ser el papel de los actores in-
ternacionales? Se refirió a la necesidad de atender la lógica colombiana desde una postu-
ra de acompañamiento y pensando en cómo generar instrumentos para que se coordinen
las estrategias de cooperación con todos los sectores.

PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD CIVIL EN EL PROCESO DE PAZ


COLOMBIANO: EL CASO ESPECIAL DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
FELIPE GÓMEZ ISA
Profesor titular de Derecho Internacional Público en la Universidad de Deusto.

Al iniciar su ponencia, Felipe Gómez Isa comparó la función social de las murallas cons-
truidas en Barcelona para defenderse de los pueblos bárbaros con aquellas construidas
por los españoles en distintos países de Latinoamérica, siendo los pueblos indígenas des-
de la colonia española lo que los bárbaros a Europa. En ese sentido, explicó que con res-
pecto a los pueblos indígenas se superponen injusticias y violaciones graves a sus dere-
chos, las cuales son de carácter histórico y prevalecen hoy día. Indicó que estas injusticias
están reconocidas en el decreto 4336 de 2011 que con el fin de aplicar la Ley de Víctimas,
señala como consecuencias de esta perspectiva histórica la afectación o impacto diferen-
cial a estas poblaciones en el marco del conflicto.
Expuso su hipótesis central, la cual indica que el conflicto armado en diversos países y, en
particular en Colombia, ha generado e incrementado la situación de vulnerabilidad de
grupos históricamente excluidos, indígenas, afrodescendientes e incluso mujeres.
Retomó algunos aspectos legales del contexto colombiano, mencionó una ley de 1891, la cual
sigue vigente y encarga a la iglesia católica la civilización y evangelización de los pueblos indí-
genas. Asimismo, recordó cómo en los años 70 América Latina inició un proceso de visibiliza-
ción de los derechos de los pueblos indígenas, y como en la Constitución política de 1991,
junto con la constitución de Nicaragua de 1987 se inició el llamado «constitucionalismo indí-
gena», marcando la hoja de ruta para el reconocimiento de los derechos de estos pueblos en

92 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


la región, a lo cual Colombia se sumó ratificando el convenio 269 de la OIT que reconoce el
derecho a la consulta. Recordó que en el año 2007 Naciones Unidas aprobó el derecho de te-
rritorio a indígenas y Colombia se abstuvo de aprobar dicha declaración debido a que contaba
con la militarización de sus territorios e imposibilitaba el cumplimiento de la exigencia de
buscar consentimiento de carácter previo, libre e informado para intervenir en el territorio.
El ponente destacó el papel de la Corte Constitucional de Colombia en el reconocimiento
y garantía de los derechos, jurisdicción especial y resguardos indígenas. Indicó también
que además de esos avances los pueblos indígenas se han constituido en protagonistas y
han participado de ellos, gracias a que alrededor de los años 70 se crearon organizaciones
como la CRIC y ONIC. Dijo que aún se debe reconocer que la distancia entre la retórica y
la realidad es abismal, y que el conflicto armado ha sido la excusa para convertir los terri-
torios indígenas en escenarios en conflicto, no siempre por causas relacionadas con el
conflicto sino con el problema de la tierra y el territorio.
En relación a las principales afectaciones sobre pueblos indígenas, el ponente señaló las
siguientes: Primero, el desplazamiento forzado, una afectación muy significativa con ries-
go de etnocidio, desaparición y peligro de extinción, fruto de los impactos del conflicto.
Señaló que la Corte Constitucional, en su auto 024, reconoce 34 pueblos en peligro. En
segundo lugar, los asesinatos selectivos, lo que supone acabar con los liderazgos de la co-
munidad en el proceso de emergencia indígena. Indicó que la tasa de homicidios es cuatro
veces superior si se toma el número total de la población de indígenas. Tercero, la cuestión
del confinamiento donde no pueden salir de su propio territorio. Cuarto, la militariza-
ción  de los territorios indígenas, que interrumpe la vida comunitaria, conlleva la apro­
piación de sus recursos naturales y el rompimiento de las reglas y patrones de convivencia
que finalmente modifican sus vidas, así como utilización de mujeres para servicios sexua-
les y reclutamiento de menores, entre otros. Por último, señaló algo que no sólo afecta a
Colombia (en México, Guatemala y Chile también sucede) y es la apropiación del territo-
rio para proyectos hidroeléctricos debido al boom del acceso a los recursos naturales, y la
conversión de los bienes primarios en un elemento central de la exportación.
El ponente concluyó que el conflicto armado en Colombia ha aumentado la vulnerabilidad
de los pueblos, debido un elemento que está alrededor del conflicto: la apropiación de
recursos naturales presentes en los territorios indígenas.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 93


DEBATE EJE 4. INTERVENCIONES INICIALES
Comentarista: CAROLINA ALBORNOZ
Subdirectora de reparación colectiva de la Unidad para la Atención y Reparación Integral
a las Víctimas, entidad del Sector de la Inclusión Social de la Presidencia de la República
de Colombia.

La ponente inició su presentación indicando que ante la pregunta del papel de las víctimas
en el marco del posconflicto, los demás ponentes ya habían acotado los temas que se abor-
darían desde la presentación que le concernía. En ese sentido, se concentró en resaltar
algunos puntos a su consideración importantes.
En primer lugar, se refirió a un momento específico del posconflicto señalado por diferen-
tes ponentes: la necesaria retoma de los acuerdos de paz en los territorios por parte de los
diversos actores y su posible consecuencia de retorno a la conflictividad social. En ese
sentido, explicó que el papel de la participación de las víctimas apunta a constituirse en el
mecanismo que permita tramitar esas diferencias y lograr esos consensos en el territorio
en un contexto de diversos actores que fueron partícipes de las dinámicas de conflictivi-
dad anterior.
En cuanto a la preparación de las condiciones para la construcción de paz, indicó que si
bien es un proceso que se inició con la Ley de Víctimas, al referirnos al momento posterior
a la firma del acuerdo, existe un reto para el Estado y es el asumir desde este momento las
reformas que se exigen para lograr lo que Borja Paladini denominó como «acciones tem-
pranas». Indicó que existen acciones concretas por parte de la institucionalidad que re-
quieren ser implementadas con inmediatez con el fin de compensar la falta de continuidad
de proyectos y políticas que han afectado el cumplimiento de las expectativas de las vícti-
mas en los últimos años, con lo cual se requiere un fortalecimiento del Estado.
Frente a la reparación, señaló que esta tiene rasgos distintivos dependiendo de cada caso
en el que se trabaje. No sólo las víctimas desde su plano individual, sino también desde el
punto de vista colectivo para que éstas puedan participar de sus procesos de reparación.
Estos rasgos distintivos hacen que el ejercicio de la participación sea necesario, el recono-
cimiento que son las víctimas las que conocen sus necesidades y sus metas, y que el papel
del Estado es facilitar que los objetivos se tramiten y generar los espacios para la construc-
ción de consensos y diálogos que permitan tramitar los conflictos de forma no violenta.
Resaltó que desde la Unidad de Reparación el «cómo» llevar a cabo algunos procesos es la
instancia en la cual se hace posible mejorar en el día a día. Retomando al profesor Lede­
rach, quien relataba la lentitud de los procesos de reparación y construcción de verdad, la
ponente señaló como la Ley de Victimas llevaba dos años y medio en proceso de imple-

94 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


mentación con avances importantes, críticas y retos. En este sentido hizo una llamada de
atención en la necesidad de extender el marco temporal de 10 años a tal vez 15 años, tiem-
po en el cual probablemente sea posible construir unos mínimos consensos sociales.
Finalizando, la ponente fue enfática en señalar que cada proceso colectivo de reparación
tenía unas particularidades: acceso a la tierra, retorno, desestigmatización de comunida-
des o territorios indígenas, lo que implica retos que únicamente se resuelven de manera
participativa con la comunidad. Resaltó que hoy día esa participación ya no se discute, y
se da por sentado que en el caso de víctimas y poblaciones de territorios se deben ofrecer
herramientas, espacios y reglas de juego claras para que esos acuerdos tengan continui-
dad y apoyen la reconstrucción de los proyectos de vida de estas comunidades.

Comentarista: ADRIANA BENJUMEA


Feminista y Directora de la Corporación Humanas, Centro Regional de Derechos Humanos y
Justicia de Género.

Al iniciar su presentación la ponente se refirió a la violentología para la paz planteada por


Jenny Pierce señalando, primero, que la mayoría de las mujeres víctimas de la violencia
no están incluidas en el marco del conflicto, y que no por ello no creen necesario un acuer-
do de paz, teniendo claro que una vez se firmé el acuerdo no se dejará de violentar contra
la mujer.
Por otro lado, llamó la atención en como la bajada de índices de homicidios no puede ser
indicador de la violencia, y por tanto sería necesario pensar que los indicadores de violen-
cia han cambiado.
En tercer lugar, sobre la violentología, indicó que muchos se han vuelto expertos y que es
necesario pensar en nuevas categorías como la «pazología» y en aspectos como la econo-
mía para la paz, la educación para la paz y las tierras donde se firma la paz.
La ponente realizó una crítica frente al esquema de participación presentado por Felipe
Gómez en su ponencia, en especial en lo referente a la participación de las organizaciones
de la sociedad civil en el marco del proceso de paz. Señaló que en la participación se hace
una llamada bajo la denominación de «experto» o «experta», o a través de foros y pro-
puestas que pueden ser enviadas a La Habana pero que no dan lugar a sentarse en la mesa.
A su modo de ver, quienes se sientan en la mesa lo hacen debido a que tienen «poder» y,
en ese sentido, recalcó que el «poder» que tienen las víctimas o los pueblos indígenas
también debería estar en la mesa. Hizo énfasis en que el proceso podría ser distinto y me-
jor y que se hace necesario esclarecer un tema político; si las conversaciones que se ade-
lantan son un diálogo, una negociación o una ventana de oportunidades que va a permitir
gestionar después del acuerdo lo fundamental, es decir, violencias contra las mujeres,
tierra y repartición de la riqueza.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 95


Adriana Benjumea culminó su presentación refiriéndose a las infraestructuras para la paz,
resaltando elementos importantes en cuanto a lo ético y temático que fueron señalados
por Borja Paladini. Valoró positivamente la experiencia de Pasto y Nariño en lo relaciona-
do a infraestructura de paz, al tiempo que consideró que en general las infraestructuras de
paz que tiene Colombia difieren de lo que deberían ser, debido a la constante comparación
con casos como el de Sudáfrica, que desde su perspectiva, aparte de las negociaciones, fue
un proceso parecido a un ministerio público, por lo cual no es comparable a Colombia. En
ese punto, señaló la importancia de concentrarse en experiencias locales como relató Bor-
ja Paladini en el caso de Nariño, en donde el secretario de Gobierno y gobernador hablan
de estarse preparando para afrontar la paz, en un departamento en donde existió la pre-
sencia de todos los actores armados y confluye una diversidad étnica de víctimas, pero que
aun así, dice, nos estamos preparando para la paz.

DEBATE FINAL EJE 4


En el debate sobre los actores no políticos y la dimensión social, más que preguntas sur-
gieron retos y propuestas, en el sentido de ofrecer salidas para lograr el reconocimiento y
el rol activo de diversos sectores sociales en el marco del posconflicto.
En cuanto a los retos se planteó la pregunta de cómo hacer que la actividad criminal sea
menos violenta y afirmar el imperio de la ley en lo local; María Camila Moreno realizó una
invitación para llevar a cabo la reconstrucción de la confianza cívica y así reafirmar el con-
trato social. Se objetó la normalización de la violencia, la cual ha sido afianzada por los
medios de comunicación y la televisión colombiana en especial, frente a lo cual surge el
reto de crear consensos para entender que la violencia es indeseable.
Como retos en relación a las víctimas, Juan Carlos Villamizar y Carolina Albornoz realiza-
ron un llamado al reconocimiento de los exiliados y refugiados políticos en el marco de la
reparación integral. Los elementos que se consideraron para desarrollar este proceso tie-
nen que ver con la ruptura del sistema político excluyente, un modelo de renovación polí-
tica que permita llegar a todos los ciudadanos, y la feminización de la política. Esta última,
estrechamente ligada a la primacía masculina, característica de la reproducción interge-
neracional de la violencia en Colombia en diferentes esferas. En contraposición, las vícti-
mas del conflicto que permanecen en el país y han sido despojadas de sus tierras, en su
mayoría, no desean regresar a sus lugares de origen y otras lo han hecho fuera del marco
de la Ley de Víctimas, lo que dificulta llevar a cabo el proceso de restitución como se había
planeado, esta contextualización fue ofrecida por Carolina Albornoz.
Farid Benavides señaló que la existencia de una Comisión de la Verdad en Colombia debe
responder a una indisoluble relación entre verdad y justicia. Advirtió que el uso del térmi-
no «delito político» podría generar confusiones en la aplicación de amnistías e implemen-

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tación de la participación en política. Recomendó hacer uso del Derecho Internacional
Humanitario (DIH). Por su parte, Jordi Palou-Loverdos llamó la atención sobre el riesgo
que implicará hacer uso de una Comisión de la Verdad al tiempo que se generen procesos
judiciales, indicando que la confesión de verdades que impliquen consecuencias penales
podría generar la negación por parte de algunos victimarios y, por ende, la disminución de
efectividad de este mecanismo de reparación.
La respuesta ofrecida por Jenny Pearce apuntó al reto de concentrarse en reconocer nue-
vas formas de manifestación de la violencia en la sociedad colombiana. Indicó que el esta-
do central deberá contar con la capacidad de responder a la adecuada distribución de los
recursos, minimizando así el riesgo de aumentar la violencia. En este sentido, María Vic-
toria Llorente planteó la necesidad de seguir usando el homicidio como índice de violen-
cia, ya que las tasas en Colombina son significativas y explicativas.
Por su parte, Adriana Benjumea señaló la necesidad de promover la sanción social y ahon-
dar en la feminización del proceso de restitución y reconocer que el homicidio no es el
único indicador de la violencia. En relación a los pueblos indígenas y afrodescendientes
los ponentes coincidieron en la urgencia de buscar nuevas fórmulas y miradas para valo-
rar el impacto del conflicto de manera diferenciada, sobre la marcha y reconociendo las
dinámicas propias de cada grupo social.

EJE 5. POLÍTICAS DE MEMORIA Y DE PASADO:


LA RECONCILIACIÓN COMO HORIZONTE FUTURO
Moderador: Pablo Aguiar

LA MEMORIA Y LA JUSTICIA EN ÉPOCAS DE TRANSICIÓN:


EL CASO COLOMBIANO
FARID BENAVIDES
Profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes.

El profesor Farid Benavides se centró en el tema de memoria en relación con la justicia,


indicando que siempre que se habla de memoria se habla de lo que uno recuerda, de la
colectiva, de la individual y de la histórica. En ese sentido, definió memoria histórica como
un relato que parte de la idea de aquello que es memorable. En ese punto, señaló la exis-
tencia de una conexión entre la justicia y la memoria, debido a que no sólo se hace justicia
cuando se recuerda a las víctimas, sino que la memoria está acompañada de un reclamo
de justicia a las víctimas. Recordó los trabajos de Arturo Arape en donde se encuentra
siempre un reclamo de justicia en relación al nacimiento de las FARC. Definió las memo-

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 97


rias como un espacio de luchas políticas, en las que surgen diversas perspectivas y ningu-
na es hegemónica. Hizo énfasis en que es necesario diferenciar entre la verdad judicial y la
verdad histórica, dado que la primera es definitiva y la segunda temporal.
Continuando con su exposición sobre la memoria, indicó que ésta corresponde a seleccio-
nes que hacen las élites y la ciudadanía en un espacio de contención en el que todos eligen,
en donde surge el interrogante de qué es lo que se va a ajusticiar. En el caso de Colombia y
el actual proceso de paz con las FARC, surge el tema del «delito político», en el cual se está
recupera su carácter simbólico, siendo ello una idea problemática en relación a la justicia y
que a su vez está siendo defendida por autores como Iván Orozco. Anotó que, sin embargo,
cuando se habla de necesidad de justicia en el marco de un proceso de paz surgen diversas
teorías del delito político, frente a lo cual señaló que en el marco del proceso de paz, la jus-
ticia interpela a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra y no
delitos políticos, dado que este último sólo sanciona actos de rebeldes alzados frente al Es-
tado y revelados frente a él, siendo incuestionable la condición de combatiente.
En relación al vínculo entre memoria y justicia, y cómo se utiliza en el marco colombiano,
Farid Benavides indicó que es necesario identificar qué es y qué no es justicia transicional
al delimitar su uso como herramienta para el proceso de paz. Indicó que no es una justicia
de excepción y que ésta responde a los mismos dilemas que la justicia ordinaria, que no es
degradada y debe garantizar la confiabilidad del Estado, respetando un esquema constitu-
cional, y respondiendo a la necesidad de garantizar la justicia durante la transición, en
especial enfocada en una lucha contra la impunidad.
El ponente se refirió al marco jurídico para la paz de manera crítica, indicando que en la
exposición de motivos se señala que los mecanismos de justicia transicional son una invi-
tación para que las FARC se sienten a la mesa, frente a lo cual planteó la pregunta de ¿por
qué se presenta la justicia transicional en esos términos a menos que se esté prometiendo
impunidad? Consideró este tema problemático ya que la única garantía de la justicia debe
ser que los hechos no se repitan, con lo cual el nuevo Estado que se funda al final del con-
flicto no puede estar basado en la impunidad.
Enlazando la memoria con la justicia, el ponente indicó que era necesario identificar los
espacios de la memoria, señalando que algunos de ellos podrían ser los procesos de justi-
cia penal y los relatos construidos desde el Centro de Memoria Histórica. Enfatizó en que
todos los espacios de memoria en Colombia son objeto de conflicto, y que en ella se actúa
o «performa» en el escenario de la justicia, en la medida en que es posible indicar «este
hecho es memorable» y como reclamo de las víctimas «lo debemos recordar».
Concluyendo, y frente a la pregunta de qué es lo que debemos recordar, el ponente resaltó
el trabajo de la Fiscalía con la creación de la Unidad de Contexto la cual organizará un
relato judicial del conflicto armado, patrones de victimización, entre otros. Según dijo, no
es un espacio de construcción de historia, sino un relato que permita la adjudicación de un

98 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta


juez. Indicó que en este marco se crearán diversas instituciones, y manifestó el temor de
que con ello se «aumente la confusión para reducir la complejidad» previendo el enfren-
tamiento de verdades entre lo que se diga desde la Unidad de Contexto, la de género y la
de víctimas, entre otras.
Por último, el autor listó los elementos que debería tener el relato de la memoria. Primero,
una base ideológica que se pregunte sobre quiénes lo cometieron, quiénes lo facilitaron y
financiaron, y ese trabajo debe estar orientado en primer lugar a sus principales y máxi-
mos responsables, como sugiere el Marco Jurídico para la Paz, con la intención de diferen-
ciar patrones de victimización e investigar a los máximos responsables. Como segundo
elemento, se debe tener una capacidad instalada y, tercero, se debe cumplir con compro-
misos adquiridos internacionalmente y con ello enviar un mensaje de fortaleza en el sen-
tido de hacer cumplir la ley.
Farid Benavides finalizó su ponencia haciendo énfasis en que es necesario atender los pro-
blemas de la verdad y la memoria y la cuestión de que ésta última, siendo un instrumento de
justicia transicional, debe apuntar al recuerdo de esos hechos para que no se repitan.

LAS TAREAS DE LA MEMORIA EN TIEMPOS DE CONFLICTO


ARMADO Y POSTCONFLICTO
GONZALO SANCHEZ
Director General del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia.

Gonzalo Sánchez inició su intervención definiendo la memoria hoy en Colombia como un


lugar de reclamos y deudas en una situación de conflicto abierto. En ese sentido, al re-
flexionar sobre el papel que cumple hoy, lo comparó con lo que fue el rol de un instru-
mento creado en el periodo posterior a los años 50, que eran los denominados «planes de
rehabilitación», los cuales contenían una mirada integral de las consecuencias de la vio-
lencia en las regiones. Para la construcción de planes de rehabilitación, Gonzalo Sánchez
señaló que fue necesario atravesar varias miradas, en primer lugar se habló de rehabilitar
individuos afectados por la violencia, luego de la rehabilitación de las zonas de la violen-
cia y así se escalonó hacia la necesidad de rehabilitar el país. El ponente evocó el instru-
mento «planes de rehabilitación», debido a que hoy día la construcción de las funciones
de la memoria, se están desarrollando de manera similar, desde una mirada escalonada
que vincula sobre la marcha diversas visiones. Rescató que, en un contexto de conflicto,
el elemento central de la negociación es la negociación del pasado, que bien podríamos
decir es lo que se está llevando a cabo en La Habana. Esto lleva a que el tema de la me-
moria que está relacionado con las víctimas en un escenario de negociación se amplíe y
pase a ser asunto de todos los protagonistas del conflicto y de la sociedad como tal.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 99


El ponente indicó que hace cuatro o cinco años la memoria histórica era un tema marginal
en el universo de las víctimas y que la construcción del informe «Basta Ya» se realizó en
un marco de paz indefinido. Sin embargo, hoy estamos frente a un cambio, por un lado,
para las FARC el tema de memoria es central, reclamando la creación de la Comisión de
Esclarecimiento y el derecho de poner en la escena pública su memoria, la memoria de sus
ideas. De igual manera para el Estado, el cual desea incluir su perspectiva. Al finalizar el
trabajo, según relató, se encontró con que la memoria se había constituido en un tema
parte de la agenda pública, el cual también es puesto por la guerrilla, el Ministerio de De-
fensa y las organizaciones de víctimas que sienten que no están reconocidos y que no for-
man parte del relato. Estos reclamos constituyen un problema frente al cual no hay res-
puesta, en relación con el tiempo de vida institucional.
Como segundo elemento, el ponente señaló que la pluralización de la memoria histórica
del país los ha llevado a la necesidad de integrar elementos de la experiencia de la violen-
cia desde la mirada de los «perpetradores», que según el argumento del autor guatemal-
teco Arturo Taracena, son quienes tienen el mapa general de la violencia, lo que a su vez
sirve para conocer la verdad reclamada por las víctimas.
Gonzalo Sánchez señaló que el Centro de Memoria Histórica tiene hoy un escenario que
les permite y obliga a dar respuesta a ese reclamo. Mencionó que dentro de las muchas
funciones que tienen, existe una unidad que se llama Acuerdos de Verdad, que tiene la
tarea de recibir el testimonio de entre 12.000 y 15.000 desmovilizados paramilitares, con
lo cual se encuentran construyendo esa memoria desde la perspectiva de que la verdad
que surge contribuirá a esclarecer las dinámicas del conflicto y a esclarecer los reclamos
de ciertas comunidades. Señaló que este trabajo se desarrolla con la conciencia de que la
relación entre esas múltiples memorias no es de igualdad, sino de asimetría.
Un tercer tema que resaltó Gonzalo Sánchez, como dificultad, fue cómo negociar simultá-
neamente momentos tan distintos del conflicto. Hoy día existe un debate, incluso de que
en el informe «Basta Ya» se colocó una fecha demasiado reciente del inicio del conflicto,
lo cual tiene un sentido para las FARC, dado que su reclamo de poner el origen de la vio-
lencia en el 1948 sería aceptar social, política e institucionalmente que la cadena de la
violencia en Colombia se inició con ellos como víctimas en los años cuarenta y años cin-
cuenta. Este reclamo, según el ponente, supone un problema en cuanto a lo negociable,
indicó que en la mesa de negociación se encuentran ante dos países, uno, el país agrario,
el de las raíces estructurales del conflicto, y otro país, el minero, que está entrando y será
el del conflicto de aquí a unos veinte o treinta años, que está en proyección y a partir del
cual seguramente se generarán vínculos con el escenario de posconflicto derivado de los
acuerdos con las FARC.
En el cuarto punto, el ponente señaló que los conflictos en Colombia, los grandes enfrenta-
mientos, se resolvieron con algo que se constituyó en ritual mucho antes que en otros países

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latinoamericanos, que es el recurso de la amnistía, y colocó como ejemplo el Frente Nacio-
nal. Indicó que hace diez o quince años, la amnistía era percibida como un punto positivo de
la tradición jurídica de Colombia, una sociedad propensa a la violencia y también al diálogo
y consenso, con esa misma valoración. Según señaló el ponente, hoy nos encontramos con
que la amnistía es igual a la impunidad. Lo cual tiene que ver con el cambio de la valoración
jurídico-política del delito, con lo cual, las guerrillas nacieron en el imaginario del derecho a
la rebelión y rebeldía frente a la tiranía y, hoy día, se encuentran negociando con un marco
normativo diferente y adaptado a la realidad del Derecho Internacional Humanitario, la
Corte Penal Internacional y otras instancias, lo cual supone un desafío para las FARC.
Gonzalo Sánchez finalizó su ponencia, destacando que, en materia de memoria, el caso de
Colombia es único, debido a que ha existido una precedencia del proceso social frente al
proceso de construcción institucional y se caracteriza por un acumulado de dos o tres dé-
cadas de organización social de víctimas por la memoria y experiencias de memoria muy
notables que han sido reconocidas en el marco de una nueva institucionalidad.

DEBATE EJE 5. INTERVENCIONES INICIALES


Comentarista: JORDI PALOU-LOVERDOS
Director del Memorial Democrático de la Generalitat de Cataluña

El Sr. Jordi Palou-Loverdos enmarcó su intervención con una aproximación en cascada en


relación a los conflictos violentos en Colombia, África Central y España, y señaló en pri-
mer lugar que cuando se habla de memoria también se habla de «memorias» en las cuales
se contrastan diferentes realidades y perspectivas, tanto individuales como colectivas.
Ejemplificó esta afirma­ción con el caso de España y de Ruanda en donde se podían distin-
guir memorias oficiales que correspondían a políticas públicas de memoria, pero que a su
vez no eran las que espe­raban los ciudadanos, por ejemplo el Valle de los Caídos en Espa-
ña que calificó como polí­tica pública nefasta en el marco de la dictadura del general Fran-
cisco Franco que ha producido heridas en la sociedad y que hoy día no ha logrado resigni-
ficar el espacio de memoria de esas víctimas. También se refirió al caso del Memorial del
Gisozi de Ruanda, impulsado por el régimen del general Paul Kagame, que visualiza y re-
conoce únicamente a las víctimas Tutsi y olvida las víctimas Hutus y Twas, que ni siquiera
son consideradas en el relato oficial del conflicto. Ambos casos se desarrollaron en contex-
tos de gobiernos auto bautizados como democráticos pero que no pueden considerarse así
según los estándares internacionales.
Al referirse al caso colombiano calificó el esfuerzo institucional de memoria que se produ­
ce en medio del conflicto como una situación admirable y diametralmente opuesta de lo
que se hace en España donde se inició el proceso memorial casi 40 años después de la

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 101
dictadura y respondiendo a la segunda y, sobre todo, la tercera generación que reclaman
esas políticas de memoria. Comparativamente hablando, reseñó las valoraciones de Pablo
de Greiff, colombiano y relator especial de la ONU de verdad, justicia y reparación y ga-
rantías de no repetición, al indicar la necesidad de revisar la normativa de amnistía espa-
ñola que nació en la segunda mitad de los años 70 cuando los movimientos anti franquis-
tas la percibieron como una conquista social puesto que pretendían sacar a los presos
políticos de las cárceles, lo cual suponía generar impunidad, a su vez, a los perpetradores.
Indicó que existen co­nexiones entre el caso ruandés y el colombiano, en el primero existió
el condicionante de un Tribunal Penal Internacional Ad Hoc (TPIR) y en caso colombiano
la Corte Penal Internacio­nal (CPI), mientras en España se generaron las políticas de am-
nistía sin un contexto jurisdiccional internacio­nal condicionante. Señaló que estos con-
textos condicionan los procesos transicionales y con ello la memoria.
En relación al movimiento o cambio de fechas que se sucede en el marco de las políticas de
memoria y que fue mencionado por Gonzalo Sánchez, el Sr. Palou-Loverdos relató el efecto
que tuvo esta decisión en el caso ruandés en el marco del Tribunal Penal Internacional para
Rwanda, estableciendo una competencia temporal limitada al año 1994 (y cuando no había
acabado el conflicto), a diferencia del caso del Tribunal Penal para la ex-Yugoslavia (que se fijó
la fecha de inicio de competencia temporal pero no la de finalización), fijándose fechas para
el reconocimiento de crímenes a través decisiones político-jurídicas, condicionando así la
construcción de la memoria y aplicación de los ejes de verdad, justicia y reparación. Señaló,
en este caso, la importancia de la justicia penal internacional y su enlace con la justicia nacio-
nal y cómo en España, a pesar de haber sido pioneros en justicia universal, facilitando que las
primeras denuncias de investigaciones de las dictaduras argentinas y chilenas llegaran a in-
vestigaciones de crímenes en el lugar donde se cometieron los crímenes (incluso aboliendo
leyes de amnistía y punto final por parte de órganos jurisdiccionales), hoy día se ha cerrado
esa posibilidad en el caso Español (mediante sentencia del Tribunal Supremo, que ha afirma-
do la vigencia de las leyes de amnistía). Un ejemplo de los nuevos movimientos en materia de
jurisdicción universal es la existencia de casos de víctimas españolas y argentinas de la Gue-
rra Civil que hoy día care­cen de posibilidad para que sus procesos sean abiertos en España
pero que sin embargo los tribunales argentinos instruyen con determinación. Sigue siendo
vigente para España, por lo tanto, la reco­mendación de revisar la Ley de Amnistía para poder
llevar a cabo los procedimientos ne­cesarios, según han recomendado víctimas y expertos
nacionales y varios expertos internacionales y organismos de la ONU. La cuestión de la am-
nistía por los abusos del pasado sigue siendo materia sensible y es una cuestión sobre la que
Colombia deberá tomar decisiones que resulten satisfactorias a la luz de las víctimas, de la
normativa internacional y de la Corte Penal Internacional de la que Colombia es parte.
El ponente culminó indicando que las ponencias de Farid Benavides y Gonzalo Sánchez lo
llevaron a concluir que existe un convencimiento colectivo de que hay diferentes instru­
mentos en el marco de la justicia transicional, la resolución pacífica de conflictos y las

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iniciativas de memoria por los abusos del pasado y que hay que adaptar a la situación
concreta, contexto y momento preciso. Lo que nos lleva al término griego phármakon,
que significa a la par, veneno o remedio, la misma pa­labra dependiendo de cómo se use,
del momento de utilización y sobre todo de la dosis o medida, con lo cual en los ámbitos
de justicia, verdad, diálogo social, participación, audiencias públicas, diálogo inclusivo,
entre otros, cada sociedad deberá estudiar con detenimiento los elementos nacionales e
internacionales más adecuados al caso particular con el fin de remediar, es decir, encon-
trar un nuevo centro dinámico conducente a la armonía social.­

Comentarista: MARÍA CAMILA MORENO


Directora para Colombia del Centro Internacional para la Justicia Transicional

La ponente señaló que se referiría a cuatro temas. El primero, introducir al debate la creación
de una Comisión de la Verdad en Colombia, recordó que el marco jurídico para la paz faculta
al Congreso para que por medio de una ley ordinaria inauguré esta instancia. Señaló que este
punto abre un debate que ya se inició con la polémica propuesta de las FARC de hacer una
diferenciación con una Comisión de Esclarecimiento que a su vez proponen sea conformada
cuanto antes, con el propósito de tener un punto de partida donde se reconozcan diferentes
responsabilidades. A su vez, plantean que una vez firmado el acuerdo se cree la Comisión de
la Verdad que tiene una función en la medida de identificar responsabilidades para trasladar-
las a la justicia transicional. Enfatizó que la mayoría de las comisiones de la verdad en el mun-
do se han creado después de la firma de un acuerdo y donde no existían procesos judiciales en
marcha, impulsando procesos en la justicia penal. Aterrizando al caso colombiano, la ponente
indicó que en Colombia sí existen procesos penales vigentes, que hacen pensar que una Comi-
sión de la Verdad no puede ser en Colombia un mecanismo residual de la justicia penal.
El llamado de María Camila Moreno en este sentido fue que no se puede caer en la tram-
pa de pensar que aquello que no se ha esclarecido y sancionado penalmente en la justicia
penal pase a la Comisión de la Verdad, según indicó, esto significaría trasladar la lógica de
investigación que fracasó en la justicia penal hacia una Comisión de la Verdad, hecho que
no ha sido posible en ningún lugar mundo.
Con respecto a la verdad, señaló que es un derecho, por tanto la Comisión de la Verdad re-
presenta un valor y es a su vez la oportunidad para no sólo conocer lo que pasó sino también
para que se reconozca lo sucedido. Esto se traduce en una comisión para las víctimas y tam-
bién para todos los actores que tienen y han tenido participación en el conflicto, de manera
que ese espacio donde la sociedad se confronta con el pasado facilita el reconocimiento de
responsabilidades directas o indirectas. Destacó el hecho de que las comisiones de la verdad
ofrecen un momento crucial para la sociedad en el que la confrontación con lo sucedido
genera una catarsis social que tiene un valor como proceso mismo, valor para la refundación

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 103
de ese contrato social, es el escenario u momento en el que es posible entender el dolor del
otro. Es cuando la sociedad se mueve y dice esto que nos pasó no nos puede volver a pasar.
De allí surge la importancia de la verdad para la garantía de no repetición.
Concluyendo, se refirió al delito político y a su relación con dos temas fundamentales. Por
un lado, amnistía e indulto y su efecto penal y en segundo lugar, la posibilidad de abrir un
espacio a la participación política. Valoró el delito político como un instrumento limitado
que tiene un valor simbólico con efecto político para la negociación. En este marco, la po-
nente indicó que si se desea que el delito político tenga un valor practico, sería necesario
pensar en cómo ampliar su margen, respuesta que está dada en el marco jurídico para la
paz, donde se establece la posibilidad de ampliar los delitos conexos al delito político. Seña-
ló que llevar a cabo este procedimiento de revisión es urgente debido a que si no se amplían
los delitos conexos la consecuencia será que no se podrá concretar la participación en polí-
tica y además, habrá una serie de delitos que serán judicializados o que incurrirán en una
renuncia a la persecución penal sin seguridad jurídica para excombatientes suponiendo un
riesgo de que las víctimas perciban este proceso como un proceso de impunidad.

DEBATE FINAL EJE 5


En el debate se plantearon preguntas relacionadas con la fórmula idónea de enlazar la
memoria, el olvido y la justicia como ejes de la reconciliación de la sociedad colombiana y
claves para garantizar la no repetición. En ese sentido, surgieron dudas sobre los posibles
impactos de diversos procesos que se han propuesto en el marco de las negociaciones en
La Habana, tales como la reforma de la Fiscalía General de la Nación; el reclamo de las
FARC sobre la creación de una Comisión de Esclarecimiento; y la ausencia de claridad
sobre la responsabilidad del Estado en el tema de falsos positivos de la responsabilidad de
la guerrilla en relación a los secuestros y responsabilidad de los empresarios al haber fi-
nanciado grupos ilegales. Surgió consenso frente a la necesidad de hacer uso de la memo-
ria para trazar la línea de lo indeseable e irrepetible, en la medida en que no exista claridad
acerca del uso de la justicia.
En relación a la posible creación de una Comisión de la Verdad, María Victoria Llorente ma-
nifestó su preocupación puesto que existen procesos ya adelantados y casos en los que se ha
administrado justicia. Jenny Pearce por su parte, señaló que la creación de dicha comisión se
podría constituir en un espacio de catarsis nacional que a su vez desate nuevas conflictivida-
des por lo que debería ser tratado desde la óptica democrática. Virginia Bouvier resaltó el
valor de las comisiones de verdad en la medida en que pueden llegar a reemplazar la justicia.
Frente a la solicitud de las FARC de creación de una Comisión de Esclarecimiento, los diver-
sos ponentes señalaron que ésta se constituye en una herramienta que busca desestimar los
resultados que arroje la Comisión de la Verdad y, en esa medida, acomodar el reconocimien-

104 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
to y aceptación de la organización guerrillera como víctimas. Desde esta perspectiva, las
FARC contarían con insumos para socializar su proyecto político y legitimar su lucha armada.
Luis Jorge Garay llamó la atención sobre la complementariedad que existe entre la justicia
transicional, la memoria historia y la Comisión de la Verdad, las cuales, a pesar de tener tem-
poralidad y objetivos diferentes, se solapan en un propósito común que es la verdad. Rafael
Grasa, a su vez, señaló que en Colombia no existe debate sobre justicia restaurativa, indicó que
la memoria es dinámica y la justicia es estática, por lo cual se entiende que no pueden unirse.
Resaltó el resultado de diversos estudios que han demostrado que el impacto de las comisio-
nes de verdad es mayoritariamente mediático y medible en el plazo de unos 10 a 11 años.
Sobre el delito político, Farid Benavides indicó que éste generaría problemas en relación
a las amnistías y tránsito a la participación política, con lo cual lo más acertado sería hacer
uso del Derecho Internacional Humanitario. Indicó que en el marco de la Comisión de la
Verdad surgirían expectativas que seguramente deberán ser tramitadas por la justicia or-
dinaria, evitando la impunidad absoluta.
Jordi Palou-Loverdos culminó el debate planteando que la estrategia de un «phármakon» o
dosis correcta para tratar la memoria en el marco de la reconciliación, debe considerar varios
aspectos. Primero, la memoria es cambiante y los reclamos mutan con el tiempo y el contex-
to. Segundo, no se debe pensar en términos de demasiado olvido o demasiada verdad, debe
ser un ejercicio consensuado y democrático con voluntad de impactar y contribuir positiva-
mente a reivindicar la memoria y tercero, la justicia penal debe considerarse de forma estra-
tégica, identificando planes criminales y sus responsables máximos. Todo contribuirá con el
consenso social acerca de lo que no se volvería a aceptar en la sociedad colombiana.

EJE 6. POLÍTICAS DE SEGURIDAD Y DE DEFENSA. EL PAPEL


DE LOS ACTORES NO DIRECTAMENTE POLÍTICOS
Moderadora: Alexandra Abello

¿HACIA UNA PAX MAFIOSA EN COLOMBIA?


FRÉDÉRIC MASSÉ
Director del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE) de la Universidad
Externado de Colombia.

La hipótesis del ponente fue que en Colombia existe un terreno fértil que dificulta espe-
cialmente el posconflicto y que podría derivar en lo que él denominó «la pax mafiosa». El
primer elemento que respaldó su hipótesis fue que el grado o nivel de división de los gru-
pos guerrilleros durante y después del conflicto no es claro. Hizo énfasis en que después

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 105
de un acuerdo la guerrilla estará más dividida. Su argumento se apoyó en la tesis de un
filósofo- antropólogo francés que plantea que algún grado de división dentro de las orga-
nizaciones es necesario para construir consenso, lo que el ponente denominó, la búsqueda
de una especie de chivo expiatorio. Aplicando esta idea al caso colombiano, Frédéric Mas-
sé señaló que la construcción de un acuerdo de paz en Colombia pasará por este proceso,
recordó que en El Salvador, la Comisión de la Verdad realizó un ajuste en la versión de la
historia de los victimarios, frente a lo cual, planteó la pregunta de si en el caso colombiano
sería viable que la Comisión de la Verdad precipitara la división interna de las FARC y
concentrara la culpabilidad de delitos de lesa humanidad en alguna columna como la de
Teófilo Forero y así salvaguardar a los miembros negociadores de La Habana.
La posibilidad de padecer un posconflicto mafioso en Colombia la constituyen diversos
factores, entre ellos el ELN, debido a que no existe claridad sobre qué pasará con ellos; las
BACRIM que se constituyen en terreno fértil para ser receptoras de quienes no se desmo-
vilicen o lo hagan con la presunción de tomar nuevamente las armas y crear alianzas. Otro
factor es la próxima liberación de comandantes paramilitares y, por último, el hecho de
que todos los grupos mencionados cuentan con capacidad económica para sobrevivir,
producto del narcotráfico, la minería ilegal u otras actividades.
Indicó que en el marco del posconflicto la violencia no sólo va a transformarse y seguir,
sino que va a derivar en lo que llamó «pax mafiosa», y será consecuencia de la transforma-
ción del conflicto armado clásico en uno de carácter mafioso que ha asimilado las lógicas
de criminalidad mafiosa que podrían desarrollarse y fortalecerse. Sus argumentos fueron,
en primer lugar, que las BACRIM son mafias en armas, herederas de la capacidad militar
de los paramilitares. Segundo, que asistimos a un cambio en las relaciones de dominación
donde como dice Mancur Olson «el lobo se volvió pastor», con lo que analizar la violencia
sólo con base a los actos violentos es insuficiente. Tercero, existe una estrategia de invisi-
bilización por parte de los actores. Las FARC necesitaban visibilidad, pero los grupos ac-
tuales y los grupos que seguirán, conformarán, o reconformarán, requieren de la máxima
invisibilidad, característica fundamental de los grupos mafiosos.
Frédéric Massé ofreció algunas ideas sobre cómo podría ser la respuesta del Estado y cuá-
les serían los escenarios futuros. Primero, nada desaparece, todo se transforma, si se quie-
re ofrecer una respuesta eficiente será necesario analizar la naturaleza del problema. Si
hay amenazas híbridas, se requerirán respuestas híbridas. Segundo, habrá una necesidad
de cambio cualitativo entre las fuerzas militares y la policía, una transferencia u otra es-
trategia para aumentar el número de policías. Tercero, uno de los riesgos del posconflicto
es que haya una normalización y no una pacificación que conlleve a la congelación de pro-
blemas latentes. Señaló la posibilidad de que algunos grupos sobrevivan controlando al-
gunas zonas en donde sea necesario aplicar pactos para controlar la violencia, siendo usa-
da ocasionalmente para renegociar los pactos con el Estado.

106 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
El ponente concluyó que lo importante es analizar cómo será la transformación de la violen-
cia en el posconflicto y ser conscientes de que aunque no existan indicadores altos de violen-
cia, estos podrían disimular lógicas mafiosas o que la paz se asimile como una «pax mafiosa».

EL CONFLICTO DESPUÉS DE LA PAZ CON LAS FARC.


LAS LUCHAS POR EL PODER EN EL ÁMBITO LOCAL
GUSTAVO DUNCAN
Profesor de Ciencia Política en la Universidad EAFIT y en la Universidad de los Andes.

El ponente se concentró en tratar 3 temas relacionados con el narcotráfico y los escenarios


de trayectoria del posconflicto después de las negociaciones con las FARC.
En primer lugar, declaró que existen dos decisiones importantes sobre las drogas. Por un
lado, una guerra muy clara contra el tráfico de substancias ilegales. Por otro lado, una
contra delincuentes que además del tráfico de drogas pueden gobernar sociedades. Apor-
tó algunos ejemplos: Pablo Escobar, Chapo Guzmán y paramilitares, quienes además han
tenido influencia en la administración de justicia y cobran impuestos para garantizar se-
guridad, siendo estos dos elementos los ejes de la relación con el Estado, el cual comparte
gobierno con estos grupos, debido a que no ha logrado proveer la satisfacción de necesi-
dades de seguridad y justicia así como otras materiales, según el ponente.
En relación al papel de las FARC como forma de gobierno, indicó que se desarrolló a tra-
vés del control de una fase del narcotráfico, el ponente relató que el proyecto político na-
cional de la organización guerrillera se vio atravesado por la llegada de la coca a sus zonas
de influencia, con lo cual se inició un proceso de tributación, vigilancia y uso de retaguar-
dia estratégica que facilitó el control local. Con respecto a las fracturas de las FARC men-
cionadas por Frédéric Massé, Gustavo Duncan señaló que éstas se concentran en los man-
dos medios que ejercen control de la economía extractiva y obtienen de ello una renta, y
que no han asimilado la retórica de la organización guerrillera, lo que dificultará su inser-
ción en el proceso de paz y al tiempo podría estimular su permanencia en la ilegalidad
criminal.
El tercer lugar, el ponente expresó que, si bien Colombia es un país en el que hay demasia-
do rentismo, éste funciona muy bien en las áreas periféricas del país, en sectores donde
hay poca acumulación de capital. Desde la economía ilegal se pueden producir enormes
volúmenes de capital que, mediados por grupos criminales, permiten la producción de un
medio de cambio valioso en el mercado internacional, posibilitando la inclusión en los
mercados globales legitimando a los grupos armados. En este sentido, lo que se espera del
posconflicto es el desarrollo de nuevos grupos que faciliten la gestión efectiva del produc-
to ilegal, que a su vez generarán flujo de capital y mantendrán los flujos internos de las

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 107
regiones. Destacando, que el fin de las FARC supone la eliminación del único grupo que
en la periferia de Colombia tiene una aspiración de poder político nacional.
Gustavo Duncan finalizó su ponencia, vaticinando, en alguna medida, la mexicanización
del caso colombiano: grupos armados locales contra un gobierno incapacitado para pro-
veer demandas sociales de inclusión, protección y justicia. Señalando, que el gran proble-
ma del Estado es que no tiene instituciones para regular el narcotráfico, las economías
ilegales y además, la gestión de estas zonas periféricas le es costosa.

LAS VARIABLES TRANSNACIONALES DE LA CRISIS DEL


NARCOTRÁFICO: COLOMBIA Y MÉXICO EN PERSPECTIVAS
COMPARADAS
RAÚL BENÍTEZ-MANAUT
Investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad
Nacional Autónoma de México, UNAM.
Presentó la ponencia JUAN PABLO SORIANO, profesor de Relaciones Internacionales de la
Universidad Autónoma de Barcelona.

El inicio de la ponencia estuvo marcado por la mención a la reciente entrevista del líder
mexicano de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, quien describió la rup-
tura de las autodefensas en bandas criminales y grupos paramilitares, como la colombia-
nización de las autodefensas mexicanas. Señaló que el eje central de su presentación sería
mostrar las similitudes sobre cómo México y Colombia han enfrentado el narcotráfico y
sus diferencias, reconociendo que aunque la gestión de los cárteles ha sido exitosa en Co-
lombia, habría que dudar de si es un modelo exportable a México y a otros países.
El ponente describió los elementos de fracaso en el caso colombiano. Mencionó que el
cultivo de coca y la violencia criminal no se han eliminado y el modelo de lucha criminal
promovido por Estados Unidos que vincula narcotraficantes y terrorismo ha generado
problemas en términos de rendición de cuentas, transparencia, y respeto a los Derechos
Humanos en Colombia. Añadió que este modelo es puesto en tela de juicio por diferentes
sectores y políticos en América Latina, lo que está generando nuevas respuestas, como es
el caso de la legalización de marihuana en Uruguay e incluso en Estados Unidos, lo que
conlleva a repensar el enfoque sobre el manejo del narcotráfico.
En referencia a las similitudes, el ponente señaló que, primero, la penetración de la co-
rrupción en ambos Estados es similar para facilitar el comercio de la cocaína con colabo-
ración del aparato del Estado. Por tanto, la injerencia del narcotráfico en las fuerzas mili-
tares las ha transformado en una fuerza de contención. Otra similitud son los efectos o
daños colaterales que afectan a la población civil, los abusos por parte de las fuerzas de

108 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
seguridad, en Colombia con casos como los «falsos positivos» y, en México, masacres de
emigrantes y de otros sectores de la sociedad.
Como diferencias, Juan Pablo Soriano, citando a Raúl Benítez, destacó seis elementos. Pri-
mero, la forma en la que se ha conceptualizado la lucha antinarcóticos, en Colombia con el
uso del terrorismo y en México se prefirió hablar de la «guerra» contra el narcotráfico. Se-
gundo, en Colombia el problema ha estado focalizado en lo rural, mientras en México ha
estado más extendido en el territorio y vinculado a zonas urbanas a fin de usar rutas de dis-
tribución hacia Estados Unidos. Tercero, en Colombia existe vinculación de los grupos ar-
mados con actividades del narcotráfico. En México, el Ejército Zapatista de Liberación Na-
cional (EZLN) y el Ejército Popular Revolucionario (EPR) no se han vinculado con el
comercio de drogas. Cuarta, las autodefensas mexicanas no parecía que se fueran a convertir
en bandas criminales, tesis que quedó desvirtuada con las recientes declaraciones del jefe de
las Autodefensas de Michoacán, quien señaló que las autodefensas cada vez se parecen más
a las BACRIM. Quinto elemento, en Colombia no existe un nacionalismo militar antiestado-
unidense. La colaboración entre las fuerzas armadas y Estados Unidos no se ha puesto en
tela de juicio mientras que en México el nacionalismo de sus fuerzas armadas dificultó du-
rante mucho tiempo la cooperación con Estados Unidos. Una última diferencia que planteó
el ponente hizo referencia a que parte del éxito en Colombia fue una voluntad política clara
de combatir la corrupción, demostrada con la encarcelación de servidores públicos, políti-
cos, miembros del servicio de inteligencia y seguridad, mientras en México, aunque se enfa-
tiza el discurso político, la lucha contra la corrupción en la realidad no ha dado resultados.
Como conclusión, Juan Pablo Soriano mencionó que los principales elementos positivos
del caso colombiano se centran en la reconstrucción institucional del aparato de seguri-
dad, principalmente la Policía Nacional, pero el factor negativo más notable es la falta de
consideración a los Derechos Humanos y la impunidad de las fuerzas armadas y policia-
les. Ésta es la principal vulnerabilidad de la estrategia de la lucha contra el narcotráfico en
ambos países ya que afecta a los civiles inocentes.

DEBATE EJE 6. INTERVENCIONES INICIALES


Comentarista: CARLOS VELASQUEZ
Coordinador del Centro de Memoria Histórico Militar de las Fuerzas Militares.

Para explicar el concepto de DDR: Desarme, Desmovilización y Reintegración, el ponente


tomó como punto de partida de su presentación el momento posterior a la firma del acuer-
do. Con respecto al desarme, resaltó que es necesario reconocer que en Colombia convi-
ven diversas manifestaciones del uso de las armas; frente a la desmovilización, planteó la
pregunta de quiénes se desmovilizarán y sugirió la revisión de casos internacionales y los

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 109
anteriores procesos de desmovilización en Colombia, que según cifras de la Comisión Na-
cional de Reparación y Reconciliación (CNRR) que él mencionó, han sido procesos en un
80% exitosos con un 20% de reincidencia. Con relación a la reintegración llamó la aten-
ción que será un proceso largo, de 10 años o más, e hizo énfasis en la necesaria identifica-
ción de los diversos actores que forman parte del esquema jerárquico de las FARC, para
así reconocerlos en un proceso de reintegración diferenciado.
Otra línea de tiempo señalada por el ponente fue la relacionada con la refrendación de los
acuerdos. Sugirió la pregunta de ¿Qué tienen que hacer las FARC para que el pueblo co-
lombiano tenga confianza en el proceso de paz? Y en ese mismo sentido, insinuó la posi-
bilidad de que se lleve a cabo la desmovilización de algunas estructuras concentradas en
puntos particulares, en un momento previo a la refrendación de los acuerdos como estra-
tegia para generar confianza de la sociedad colombiana. Planteó la posibilidad de que el
acuerdo fuese votado negativamente, en un período posterior a esa desmovilización estra-
tégica, con lo cual ofreció la pregunta abierta de ¿qué habría que hacer?
En relación al éxito o no de un proceso de desmovilización, el ponente se refirió a la garan-
tía que supone la tenencia de una Comisión de Verificación, entendiendo que debe ser
diseñada bajo el esquema colombiano y adaptada al contexto del país, compuesta por
miembros de las FARC, el Estado y militares.
El último apartado de su presentación se concentró en el proceso de reinserción y el papel
de las fuerzas militares. El ponente puso el acento en que el problema radica en el control
territorial, recordó los anteriores procesos de desmovilización y como los territorios en los
que un grupo armado son desocupados luego se constituyen en espacios de vulnerabilidad
en donde el rol de las fuerzas militares pasa a ser fundamental para garantizar seguridad,
no sólo de la comunidad, sino también de los desmovilizados que podrían ser blanco u
objetivo de grupos disidentes o bandas criminales. En ese contexto, el ponente señaló la
urgencia de que las fuerzas militares y de policía adquieran nuevos roles y más coherentes
con sus funciones connaturales.

Comentarista: YEZID ARTETA


Consultor en temas de paz y antibelicismo e investigador sobre temas de conflictos en la Escola
de Cultura de Pau de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El ponente se concentró en explicar las oportunidades y retos de las fuerzas militares y las
FARC en el marco del posconflicto. En primer lugar se refirió a aspectos compartidos por
las dos organizaciones. Ambas desconfían de los políticos y son leales a sí mismas, tienen
su propia estructura jerarquizada de mandos, roles y generan su propia subcultura, con la
ventaja de que sí están al mismo nivel de civilización y comparten su estructura primaria,
lo que supone una ventaja para llegar a acuerdos.

110 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
El ponente resaltó el reto que ambas organizaciones tienen en la necesidad de despolitización.
En el caso de las fuerzas militares para que no tengan que inmiscuirse en lo relacionado con
el ámbito civil. En el caso de las FARC, ya que ha sido una estructura militar extremadamen-
te política, siendo ello distinto a un partido político y a la forma de hacer política, tienen el reto
de hacer la transición hacia un partido con estructura horizontal y dinámicas diferentes.
Con relación a la desmovilización, sugirió una transformación del modelo de cooptación con
el que el Estado ha establecido relaciones con los guerrilleros desmovilizados, convencién-
dolos de que el proyecto político del Estado es la panacea. Recomendó una necesaria peda-
gogía bajo el entendido de que «el uso de las armas, no es el instrumento para forzar cam-
bios», con lo cual la tarea de la reinserción debería ser el reforzamiento de los ideales de la
guerrilla, desvirtuando el uso de las armas para la consecución de sus fines. Señaló como
errónea la propuesta de invitar a los desmovilizados a participar de planes de delación o ac-
tividades operacionales en la medida en que no correspondería a un proceso de reinserción.
El ponente se refirió a los recursos con los que cuenta las FARC. Indicó que en los procesos
de paz existen cosas que no están a la vista y planteó la necesidad de legalizar los recursos
de la organización para que sean destinados a la operativización y funcionamiento de su
propuesta política, de acuerdo a las reglas democráticas.
Hizo énfasis en la necesidad de evitar que las FARC pierdan mando y control —«la
orden que proviene de una comandancia hasta el último combatiente»—. Señaló,
apartándose de la tesis de Frédéric Massé, que el riesgo de una «pax mafiosa» sólo se
sucedería en la medida en que la organización guerrillera pierda el mando y el control
en el marco del proceso de transición. Indicó que las FARC no son un ejército de ocu-
pación, relató la existencia de vínculos afectivos y consanguíneos que hacen que la
relación de la estructura armada con la población local no sea un problema para la
organización.
Adentrándose en el tema de la implementación, y apartándose de las élites políticas que
según planteó tienen una actitud de desdeño frente a las capacidades de las FARC fuera
de la lucha armada en términos administrativos, destacó la capacidad organizativa de las
FARC, la cual le ha permitido, a través de la planificación estratégica, subsistir por más de
50 años. En ese sentido, resaltó la alta capacidad de resolver problemas sobre la marcha
indicando que son elementos intrínsecos de la subcultura guerrillera que deberían ser
aprovechados en el marco de un proceso de transición e implementación de los acuerdos.
Para acabar, se refirió a la necesidad de humanización de los combatientes tanto militares
como guerrilleros. Llamó la atención sobre algunos sectores académicos, medios y organi-
zaciones no gubernamentales que, en algún momento, contribuyeron presentando una
imagen distorsionada de la realidad de la organización guerrillera. Por este motivo surge
la necesidad de humanizar a los combatientes para que la sociedad colombiana tenga la
capacidad de reconocerlos y entenderlos.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 111
En relación al cese al fuego, señaló que su negociación no consiste en un tema táctico, sino
estratégico, y que una vez se pacte el contexto será irreversible para las FARC, con el per-
juicio de que otorgarán una ventaja de carácter militar a unas fuerzas militares que, sin
impedimentos operativos, desarrollarán operaciones militares contra otros factores de
violencia presentes en el territorio nacional. Indicó que este proceso llevará tiempo, pre-
paración y definición de espacios, frente a lo que manifestó la previsible solicitud por
parte de las FARC de varias zonas de concentración, que le permitan tener una retaguar-
dia estratégica y rutas de escape, elementos de índole militar. En este sentido, alertó sobre
la imposibilidad de verificar el cumplimiento de un cese al fuego en ausencia de un acuer-
do de este tipo con el ELN.
Yezid Arteta concluyó su presentación refiriéndose al papel de la comunidad internacio-
nal. Señaló que se hace necesario contar con un mandato robusto que tenga capacidad de
«golpear» si existen amenazas al cese al fuego, con misiones tripartidas y presencia de la
comunidad, así como ayuda humanitaria.

DEBATE FINAL EJE 6


Las preguntas relacionadas con el eje de políticas de seguridad y defensa y el papel de
actores no directamente políticos, se resumen en la preocupación de cómo evitar que la
desmovilización se constituya en una fuente de formación o consolidación de bandas cri-
minales al servicio del narcotráfico y delitos como la extorsión. Rafael Grasa indicó que
estos riesgos se concentran en el proceso de DDR y señaló tres elementos claves para
el análisis: la temporalidad, ligada al momento previo a la refrendación de los acuerdos; el
«mercado de violentos» que supondrán las estructuras ilegales armadas y, tercero, el mer-
cado de armas en sí. En ese contexto, exhortó a preguntarse sobre qué actor ayudaría a la
verificación de la implementación y a pensar en la necesaria transformación de la política
de seguridad en Colombia.
León Valencia, Andrés Suarez y Yezid Arteta invitaron a los ponentes a diferenciar el pro-
ceso de paz que se adelanta con las FARC de otros anteriores y del proceso con los para-
militares. Señalaron, en clave comparada, que las FARC han hecho uso del narcotráfico
para efectos de financiar la guerra, mientras los paramilitares sacaron rédito de este uso y
se perfilaron como «señores de la Guerra», término acuñado por Gustavo Duncan quien
también defendió esta tesis. Estos argumentos sirvieron de base para objetar la tesis de
Frédéric Massé sobre el posible devenir de una «pax mafiosa», ampliando el debate sobre
la naturaleza puramente criminal de las FARC, sus vínculos con la economía ilegal y los
posibles escenarios de transformación de la criminalidad en el posconflicto.
En este orden de ideas, León Valencia señaló como necesario superar la inercia de la gue-
rra en la que las partes aún se perciben como enemigas, lo que conlleva afianzar mitos

112 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
sobre el papel que han tenido los diversos actores del conflicto. Compartió los resultados
de investigaciones previas, y señaló que las Fuerzas Militares, contrariamente a lo que se
dice, no son las principales perpetradoras de las violaciones de los derechos humanos en
Colombia, sino la clase política. Por su parte, Yezid Arteta y Andrés Suarez, destacaron el
componente ideológico de las FARC, presente en sus años de existencia a través de los
intentos de creación de partidos políticos, el apoyo a diversas organizaciones y la penetra-
ción de movilizaciones sociales, lo que evidencia un sentido de lucha que legitima su in-
tención de vincularse a la vida política.
Gustavo Duncan hizo énfasis en que las demandas sociales que se manifiestan en los terri-
torios se constituyen en el eje legitimador de la presencia de bandas criminales, en la
medida en que estos se encuentren capacitados para satisfacerlas. En ese punto, indicó
que, a su modo de ver, el papel del Estado será el de ente regulador, puesto que la dinámi-
ca de la economía ilegal seguirá fortalecida como fuente de inclusión en el mercado global.
En ese sentido se mencionó la necesidad de reconvertir las Fuerzas Armadas, destacando
la probable creación de un Ministerio de la Seguridad Ciudadana en cabeza de la Policía
Nacional. Se llamó la atención al riesgo que implicaría el trasladar a los soldados inope-
rantes —producto del fin de la confrontación— hacia las fuerzas policiales, sin una adecua-
da preparación.

CONCLUSIONES
RAFAEL GRASA
Presidente del Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP)

Rafael Grasa inició esta parte final del seminario diciendo que transitaría de lo más abs-
tracto y general hacia un punto concreto. Y que serían unas conclusiones poco convencio-
nales, dejando unas recomendaciones concretas para la fase posterior.
Concretamente, partió del recurso de Alonso Salazar en La parábola de Pablo, un libro
dedicado, siguiendo las características de las parábolas como género narrativo-prescripti-
vo, a deducir una enseñanza a partir del relato de la historia de Pablo Escobar. La ense-
ñanza que nos recordó Salazar era sucinta: Escobar no fue un hecho fortuito, sino fruto de
la combinación de diferentes factores, de diversas circunstancias culturales e históricas,
combinadas con un contexto que convirtió en enormemente rentable la producción y dis-
tribución de drogas ilícitas.
Con el objeto de extraer enseñanzas y siguiendo a Salazar, Grasa utilizó un recurso plural.
Centró su atención en las ocurrencias lingüísticas, los grandes temas y palabras usados en
el seminario, así como su uso semántico.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 113
En este orden de ideas, dijo que en un análisis de contenidos, cualitativo, las expresiones
usadas en el seminario reflejaban más optimismo que pesimismo, pese a la importancia
dada a señalar retos y dificultades. Dicho de otra forma, ironizó Grasa, «aunque academia
y sociedad civil, bien representados aquí, tienen tendencia a ver la botella medio vacía, en
este seminario han mostrado confianza y esperanza en hacer las paces y construir la paz».
Respecto de las frases o usos semánticos más destacados, señaló tres ocurrencias lingüís-
ticas bien claras, vinculadas a palabras o expresiones como «camino», «oportunidad/
oportunidades» y «gestión de las expectativas».
Con relación a la expresión «camino», Grasa resaltó las diferentes maneras en las cuales
se mencionó la palabra. Inició Virginia Bouvier con el título de su ponencia, «se hace ca-
mino al andar». Otros hablaron de «andares» y numerosas veces se recordó a Muste y su
«no hay camino para la paz, la paz es el camino». Destacó la importancia, al hablar de
camino como recorrido, clave en términos de estrategia, de saber de dónde partimos, ha-
cia dónde vamos, y, naturalmente, cómo queremos llegar. Recordó al respecto que, en la
vida real, hay siempre más de un camino para llegar a algún lugar, puesto que siempre
habrá azares, errores e incluso retrocesos que influyan en la marcha y en el caso de Colom-
bia, en las posibilidades de recorrer un camino hacia el cambio social, pacífico y noviolen-
to. De hecho, ese cambio social se caracteriza por trabajar con lentitud y acumulación.
Recordó, empero, de la mano del diálogo entre Alicia y el gato de Cheshire, que de nada
sirve moverse por un camino sino se sabe cómo y a dónde se quiere llegar, es decir, si, se
carece de estrategia, en su sentido etimológico, camino hacia.
La segunda expresión que se menudeó en el seminario fue, en singular o plural, oportu-
nidad. A veces se usó, con el optimismo al que aludió Grasa al principio, para referirse a
la ventana de oportunidad: acabar con el conflicto armado, y, pese a que ello devele y haga
surgir otros conflictos sociales, generará posibilidades y probabilidades de cambio. Dicho
de otra forma, señaló Grasa, las oportunidades surgen del hecho de que el fin de la violen-
cia armada develará otros conflictos, liberará fuerzas, generará nueva conflictividad y po-
sibilidades de cambio. Se abrirá paso a todo un imaginario sobre cómo reconstruir la na-
ción y el Estado, «esa Colombia que decían parece a medio hacer». Condiciones nuevas
para llevarlo a cabo, en suma, oportunidades de rehacer Colombia, de refundarlo como
país de países, con nuevos límites y virtudes en que, dijo Grasa, sea posible la vida en dig-
nidad para todas las personas.
La tercera expresión que destacó Grasa fue «gestión de las expectativas». La sociedad
colombiana está esperanzada, quiere resultados, cambios, mejora, y todo rápido. Eso no
es posible en poco tiempo, pero si factible, porque, como dijo un poeta catalán, «no todo
está por hacer ni todo por inventar». Se trata, dijo el ponente, de hacer comprender que
«todo es posible, sí, pero a largo plazo». Partiendo de la base de que no existe un condicio-
nante biológico a la repetición cíclica de la violencia intergeneracional, señaló que el prin-

114 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
cipal obstáculo será aprender a manejar las tensiones, a lo que dedicó la segunda parte de
su resumen conclusivo.
El segundo momento de la presentación de las conclusiones lo dedicó Rafael Grasa a se-
ñalar las «tensiones» sobre los escenarios de posconflicto en Colombia, que ocuparon
muchas de las discusiones en cada uno de los ejes. Concretamente señaló cinco grandes
tensiones para él previsibles: respecto del tiempo; respecto de los actores y los lugares;
respecto de los mecanismos de producción y reproducción de la violencia; a propósito de
las estrategias y la capacidad de combinar visiones diferentes; y, por último, sobre la eje-
cución, aplicación, seguimiento y evaluación.
Primero, respecto del tiempo, Grasa señaló la dificultad para combinar tiempos diferen-
tes; lo urgente, lo importante, lo que exige capilaridad y el tiempo largo, el camino que
habrá que recorrer con lentitud para llegar a lo planeado «a largo plazo». Por un lado,
aparecerá la tensión entre la urgencia y la importancia, y a menudo, habrá riesgo de que,
en sus palabras, «lo urgente se coma lo importante». Señaló que en el cambio social lo
importante es el tiempo largo, como sucede con la irrigación por goteo. Por ello, señaló
que en el caso colombiano el tiempo de pasar a hacer las paces a construir la paz tendrá
elementos temporales con riesgos importantes en el primer y segundo año, y, nuevamen-
te, al acabar el ciclo presidencial que se inaugura el 7 de agosto de 2014. Señaló que la
clave está en la política, con mayúsculas, a la que compete manejar los tiempos. Adicional-
mente, existe otro riesgo ligado a los tiempos, pero en clave mucho más cultural: será ne-
cesario reconocer que en Colombia hay tiempos culturalmente distintos y percepciones
temporales muy diferentes, como en el caso de los pueblos originarios y su apreciación del
tiempo, o con las mujeres —merced a siglos de atávico proceso de exclusión de la esfera
pública— y, también como en el caso de los jóvenes, que representan las expectativas de
futuro y que ven —por falta de oportunidades— que están cuasi excluidos del presente.
Segundo, una tensión entre actores y lugares, clave a medio y largo plazo. Esta estará
determinada por la tensión territorial, puesto que si bien todo el mundo reconoce que la paz
se hará en los territorios y que resulta clave el enfoque territorial, casi nunca se baja a lo con-
creto, dijo Grasa. Continuó señalando el cómo hacerlo, cediendo protagonismo y aceptando
que existirán diferentes proyectos en contraste. Habrá, pues, tensiones entre actores políti-
cos y actores sociales y económicos, tanto a nivel nacional como de cada territorio o comuni-
dad. Rafael Grasa señaló que esa tensión se evidenciará en el escenario de la construcción de
paz, entre los diferentes actores e incluso dentro de cada actor. Recordó que hay visiones
empresariales enfrentadas y también una gran heterogeneidad en la sociedad civil. Eso, de
no manejarse bien, podría conllevar que algunos actores se convirtieran, intencionalmente o
no, en disruptores del proceso de construcción de paz, en lo que se denominan spoilers.
Se ocupó luego de las tensiones a propósito de los mecanismos de producción y re-
producción de la violencia, presentes en diferentes niveles y ámbitos de la vida colom-

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 115
biana: interpersonal, comunitaria, educativa, local y comunitaria y política, entre otros.
Indicó que, si bien aún sabemos poco sobre cómo funcionan estas tensiones y cómo influ-
yen las unas en las otras, incluyendo el papel de la glorificación de la violencia simbólica y
de la violencia directa, al diseñar políticas de fomento de la educación para la paz, de cul-
tura de paz y de manejo pacífico de los conflictos, será clave el conocerlas así como su in-
terrelación con los mecanismos que las producen y reproducen.
El cuarto tipo de tensiones, dijo, es la que se ha manifestado respecto de cómo conciliar
estrategias, visiones diferentes, evitando el riesgo del uniformismo, de la vi-
sión única, unidimensional. En este punto señaló que hay alternativas, están en Co-
lombia y se han practicado con éxito en los últimos años. No en vano existen centenares
de buenas prácticas de construcción de paz en Colombia. Propuso, para manejar este tipo
de tensiones, generar más diálogos de saberes, de experiencias e, incluso, citando a Jenny
Pearce, de «cuerpos», habida cuenta de la importancia de la masculinidad en la produc-
ción y reproducción de la violencia. El ponente sugirió apelando a los académicos, «inven-
tar, probar conjeturas y refutaciones y descartar». Y recordó que no se trata de inventar ex
novo, de crear un mundo nuevo totalmente perfecto. Podemos aprender, metafóricamen-
te, del refrán africano; «la cebra no se salva del león que persigue a la manada por ser más
rápida que el león, sino por correr más que otras cebras».
Por último, existe una última tensión, relativa a la ejecución, aplicación, segui-
miento y evaluación de los acuerdos y de la agenda de construcción de paz
que se vaya acordando. Es temprano para pensar en ella, pero por experiencia
comparada señaló dos posibles fuentes de tensión, la primera derivada de cómo com-
paginar y dejar espacio a la participación de todos los actores y la segunda, el papel de
la comunidad internacional, con sus diversos actores, bilaterales y multilaterales, pú-
blicos y privados. Un reto fundamental, en el caso de la comunidad internacional será
respetar y acompañar, y recordó que acompañar supone «ser capaz de entender y de
estar con».
En el tercer momento de su intervención, el presidente del ICIP se ocupó de subrayar
las diversas tareas planteadas en el seminario para el futuro. Empezó recordan-
do que hay dos grandes tareas macro, parcialmente conectadas y parcialmente indepen-
dientes: hacer las paces y construir la paz, o las paces. Ambas tareas implican numerosos
retos y temas, al ser multidimensionales y necesitar de múltiples actores.
El seminario estableció ya algunas guías o directrices para esas tareas:
1. Deconstruir mitos, como los mitos e imaginarios de buenos y malos absolutos. Recordó
al respecto que «las verdades se descubren y las mentiras se construyen». Se necesita-
rá, por el contrario, un imaginario consistente y un proyecto ilusionante para la gene-
ración presente y las futuras, construir una nación de naciones, de valores compartidos
entre quienes viven en el territorio colombiano.

116 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
2. Buscar la claridad conceptual. Resultará clave tener claro qué significa cada cosa, sin
necesidad de adoctrinar ni de establecer definiciones canónicas sino simplemente ope-
rativas. Señaló que hacen falta ya mediadores lingüísticos que permitan transitar bien
de la teoría a la práctica, del proyecto a la implementación, entre diferentes actores y
diferentes culturas. A ese respecto, dio ya una definición operativa para construcción
de la paz, de la mano de Galtung: «construir la paz supone trabajar la implementación
o aplicación práctica del cambio social pacifico mediante reconstrucción y desarrollo
socio-económico».
Finalmente, Rafael Grasa, partiendo de la mencionada multidimensionalidad de la tarea
de construir la paz, señaló que no puede haber una hoja de ruta estática y fija. Construir la
paz es un proceso multidimensional y multinivel que se da en un sistema complejo y adap-
tativo, por lo que el cambio y la evolución son la norma y no la excepción. Además, empe-
zar a construir la paz contagia, cambia las cosas. En suma, no todo es programable, hay
que hacer camino al andar y hay que fomentar el capital social y cultural que permita re-
sistir y adaptarse.
Resaltó dos ideas al respecto, alertando de su potencial de cambio. Primero, lo local es
clave y da sustentabilidad pero implica diversidad y se conjuga de diferentes maneras, por
lo que exigirá diálogo, es decir, procesos de conversación entre las partes orientado a bus-
car entendimiento y acuerdo. Segundo, el papel de cambio que supondrá también el papel
de la comunidad internacional, en concreto su cooperación técnica.
Todo ello, concluyó, exige contar con métodos, observatorios e informes, que permitan
medir —de forma independiente y fiable— los avances hacia la paz. Rafael Grasa señaló
que convendría disponer al menos de dos instrumentos de medición. Por un lado, una
medida de favorabilidad al proceso, que debe diseñarse con un indicador permanente en
el tiempo. Por otro, y como algo más estructural, una medición de la paz como un factor
estructural que debe permear toda la sociedad y cultura colombiana. Para ese último caso,
invitó a los asistentes a revisar la medida del índice de paz global que existe desde hace
una década y que mide paz negativa con elementos de justicia ponderando ocho factores
o indicadores. Cinco de ellos son condiciones, de posibilidad, necesarias pero no suficien-
tes, en las que siempre hay que mejorar: 1. El grado de flujo de información libre de que
goza la sociedad; 2. Un bajo nivel de corrupción; 3. La aceptación de las reglas del estado
de derecho; 4. Un buen nivel educativo; y 5. Las buenas relaciones con los vecinos. Adicio-
nalmente, según la propuesta del índice otros tres factores o indicadores actúan como fa-
vorecedores o multiplicadores: 6. El entorno empresarial favorable; 7. El buen gobierno:
y 8. La distribución equitativa de la riqueza.
Las palabras finales de Rafael Grasa, resumen de su intervención, fueron la cita de un
poema que es a la vez el lema del ICIP: «la paz no es una ráfaga de viento, sino una pie-
dra en la que hay que esculpir día a día el esfuerzo de conquistarla» (Miquel Martí i Pol).

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 117
CONFERENCIA FINAL: REFLEXIONES EN TORNO
AL POSCONFLICTO EN COLOMBIA
SHLOMO BEN AMI
Vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz

El Sr. Shlomo Ben Ami inició su presentación aclarando no ser colombianista y haber lle-
gado al país durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, en particular durante la implemen-
tación de la Ley de Justicia y Paz. En relación a las negociaciones con las FARC, relató que
el Presidente Juan Manuel Santos fue quien lo introdujo como asesor del equipo negocia-
dor colombiano, haciendo énfasis en no conocer miembros de la organización guerrillera
de las FARC, a excepción de algunos desertores. En este sentido, indicó que se concentra-
ría en reflexiones sobre el actual proceso de paz en Colombia. En primer lugar, y retoman-
do a Rafael Grasa, se refirió al largo plazo como marco de referencia entre las opciones de
paz y guerra, frente a las cuales los ciudadanos se suscriben —citando al economista John
Maynard Keynes—, a la idea del «in the long term» o en el largo plazo. Así, indujo a la re-
flexión acerca del dilema del líder que conduce un proceso de paz en un contexto político
del cual no puede desligarse y que a su vez, según lo demuestra la experiencia, es el mismo
contexto que puede derrotar el proceso, aun en estados democráticos como el colombiano.
Planteó la tesis de que además de guerras asimétricas, también existen procesos de paz
asimétricos, no en el sentido de dos fuerzas que no son iguales en términos militares —­como
el caso del poder militar del ejército colombiano vs el ejército de las FARC—, sino en el tipo
de preocupaciones y comportamiento de cada una de las partes. Indicó que el presidente
Juan Manuel Santos tiene un espacio político rígido, en el cual no tiene margen de manio-
bra, en la medida en que existen factores como la oposición y la opinión pública. Aclaró que
no desvirtúa las preocupaciones que la organización guerrillera de las FARC pueda tener,
pero señaló que son seguramente menores ya que actúan en una esfera política radicalmen-
te distinta, debido a que en el marco de una democracia, el inicio de conversaciones de un
actor no estatal con un actor estatal, supone una desventaja en el punto de partida. El tiem-
po político de una democracia es distinto al tiempo político de una organización al margen
de la ley, más aún en el caso de las FARC, que hace más de 50 años permanecen con una
mentalidad propia y burbuja de ideología que ni siquiera en el contexto de crisis y colapso
ético y sistémico del capitalismo, ha encontrado un lugar para ofrecer una respuesta de tipo
ideológico. Situación que según manifestó, pudo haber sido diametralmente opuesta en los
años 60 o 70. El ponente definió este suceso como producto de la prisión intelectual en la
que líderes de una organización no estatal como las FARC pueden llegar a encontrarse.
El Sr. Ben Ami manifestó que nota cierta indiferencia de las partes frente a las considera-
ciones del otro. Con relación al presidente Santos, señaló que si bien se podría decir que

118 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
es la salvación de las FARC-por ser la paz su política esencial y de gobierno-, las posibili-
dades de que un nuevo presidente lleve a cabo un proceso de paz no implica que pueda
llegar más lejos de lo que ha logrado el Presidente Juan Manuel Santos. En su opinión, los
avances del proceso de paz han estado suscritos al poco interés de las FARC de llegar a un
acuerdo político razonable para el presidente. Señaló que no tienen prisa, aludiendo al
anunció de la organización guerrillera en donde señalaban no estar interesados en llegar
a un acuerdo previo a las elecciones presidenciales del 2014, cuando, según el ponente, sí
era factible.
A modo de crítica, señaló que el acuerdo de paz no debe ser tan minuciosamente detallado
como lo está siendo al señalar número de personas, hectáreas y etapas, entre otros ele-
mentos. Señaló que pudiera ser más ligero y dejar otras cuestiones específicas a un proto-
colo posterior, en la etapa de implementación. En ese punto, recordó el caso de Israel,
cuando en 1979 el primer Ministro Menájem Beguín y el presidente egipcio Anwar Sadat
llegaron a un acuerdo de paz con mediación de la Casa Blanca, por el cual recibieron el
Premio Nobel y en el cual, un año después de la firma del acuerdo, continuaba siendo ne-
cesario el apoyo del entonces Presidente Norteamericano Jimmy Carter, quien enlazó te-
mas concretos a través de un protocolo. En este sentido, llamó la atención sobre el caso
colombiano en el cual se negocia con una guerrilla que no cuenta con una opción militar
viable para ganar la guerra, sino para sobrevivir, que a su vez —y destacando la labor del
gobierno colombiano en estos avances—, ha perdido el espacio político que llegó a tener
en los mejores tiempos «bolivarianos».
El Sr. Ben Ami, indicó que el proceso de paz colombiano está respondiendo al «libro de
texto» de cómo se hacen los procesos de paz en el mundo. Iniciando como se hizo en Cen-
troamérica y en Medio Oriente, en donde a raíz del fin de la Unión Soviética comienzan los
procesos de paz. Señaló que a pesar de no tener Unión Soviética, en el caso colombiano sí
se inició una política que cambió la realidad regional. El acercamiento con Venezuela y el
papel positivo que jugó Chávez se constituyen en el equivalente a lo que en otras latitudes
se considera como crear condiciones.
El ponente también resaltó la tarea del presidente Santos en cuanto a gestionar las condi-
ciones regionales que han hecho factible el inicio y desarrollo del proceso de paz en La
Habana. La reconciliación con Ecuador, y demás «amigos» de las FARC en la región, y el
haberlos convertido en partícipes del proceso, al tiempo que lograba diezmar a la organi-
zación guerrillera. Retomando a Rafael Grasa, denominó este contexto como una ventana
de oportunidades ideal.
Con relación a posibles riesgos del proceso, señaló el surgimiento de un choque de tiempo
y espacio relacionado con la asimetría entre las FARC y el gobierno. Hizo alusión al caso
palestino, en el que hoy día permanecen negociando con el Primer Ministro israelí Benja-
mín Netanyahu, a quien denominó como una especie de «Uribe», que no ofrece ni el 50%
de lo que se ofertó desde el Estado de Israel en las negociaciones adelantadas en el año

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 119
2000, cuando él fue Ministro de Asuntos Exteriores. Relató cómo, en aquel entonces, las
negociaciones se desarrollaron previas a elecciones presidenciales, en un ambiente de opi-
nión favorable para la oposición política israelí, liderada por Ariel Sharon y en donde los
ciudadanos percibían las concesiones ofertadas a Palestina como un regalo. En este orden
de ideas, el ponente indicó que las concesiones normalmente se diluyen en la grandeza del
momento histórico que representa un acuerdo de paz. Cuando no se diluyen, lo único que
resta es castigar al político, lo cual finalmente sucedió en los resultados electorales en los
cuales Sharon salió victorioso.
Comparativamente hablando, el Sr. Ben Ami recordó como el líder nacionalista palestino
Yasser Arafat, al encontrarse ad portas de concretar una negociación con Israel, decidió
esperar a un «próximo» gobierno que ofreciera mejores ofertas a sus peticiones, lo cual a
día de hoy ha sido imposible. En este contexto, el ponente manifestó que las asimetrías del
caso colombiano eran para él causa de preocupación, puesto que, en el período posterior
a las elecciones presidenciales de mayo de 2014, cuando se retomen los tres capítulos pen-
dientes por negociar, en el mes de agosto, el tiempo recorrido podría llevar a un estanca-
miento definitivo del proceso. Como factor agravante recordó la conformación del Con-
greso de Colombia para la próxima legislatura en donde el Uribismo tendría un respaldo
ciudadano más institucionalizado, contando con 20 senadores y un candidato, que si no
gana habrá, conseguido gran parte del apoyo del país, creando un espacio político e insti-
tucional sofocante para el presidente Santos. En este contexto, se desarrolla la primera
asimetría que el Sr. Ben Ami relató, un Presidente que tendrá un margen de maniobra
menor y unas FARC que parecen obviar esta situación agravante.
El ponente se refirió al impacto que la guerra y la paz generan en las sociedades como otro
elemento que genera asimetría. Indicó que mientras las guerras suelen unir a las naciones, la
paz suele dividirlas, debido a que esta última, comúnmente se relaciona con consideración de
que puede traer impunidad, que a pesar de ser un anhelo social, se ha construido sobre la idea
de que no existen costos para conseguirla y sin reconocimiento de los límites del conflicto. En
este punto surge la problemática de cómo reconciliar la paz con la justicia y con aquellos ac-
tores que la reclaman, como el caso de los uribistas y su lema de «Paz sí, pero sin impunidad».
Enfatizó que la paz debe considerarse desde una perspectiva político-social, y no jurídica.
Recordó que la paz se construye de la mano de los políticos y no de los tribunales o los
campos de batalla. Recomendó de manera especial, el respeto y reconocimiento a las víc-
timas, indicando que el camino a seguir debe considerar la compensación moral a las
víctimas y en ocasiones, económica, lo cual supone volver al dilema del líder, ¿qué es más
importante, las víctimas del pasado o las potenciales víctimas del futuro? Frente a este
reto reconoció que existen decisiones que rompen el corazón de todo líder responsable.
En relación a la política colombiana, introdujo la idea de que es muy fácil hacer campaña des-
de la oposición sin impunidad. Listó escenarios posibles como la extradición y la cárcel para

120 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
guerrilleros señalando que con su aplicación sería imposible concretar un acuerdo de paz y, en
esa medida, seguir con la guerra sería una decisión legítima, lo cual supone decir una cosa y
hacer lo contrario, partir de la base del castigo a guerrilleros supondría eliminar las posibili-
dades de acuerdo. Denominó esta postura como hacer política, no hacer política de paz.
Enlazando con los argumentos de los dilemas a los que se enfrenta un líder, señaló el reto
de como a lo largo del proceso de paz, el Presidente Juan Manuel Santos deberá cooptar
la administración y el ejército hacia su política de paz, lo cual en el caso colombiano no
será tarea fácil para unas fuerzas armadas que llevan más de 50 años planeando una de-
rrota militar. Llamó la atención sobre el impacto que tiene para víctimas y militares la idea
de ver a líderes guerrilleros en el Congreso. Ampliando este punto, el ponente realizó una
comparación con el caso Israelí-Palestino, en donde en el año 2000 el ejército israelí se
encontraba tan opuesto a las concesiones ofrecidas a los palestinos que no aceptaban co-
laborar facilitando al gobierno los mapas necesarios para tomar decisiones estratégicas.
Incluso, en ese entonces, después de ser publicados los parámetros de Clinton, el jefe del
ejército israelí, en contraposición, realizó una rueda de prensa donde manifestaba que
dichos parámetros se constituían en una amenaza para la existencia del Estado de Israel,
llevando a cabo una acción que fue interpretada como una especie de golpe de Estado.
Con relación al cese al fuego, explicó desde su punto de vista, las justas razones —en clave-
por las cuales el Gobierno del presidente Santos se opuso. En primer lugar, porque es muy
complejo monitorear el cese al fuego en una geografía como la colombiana y teniendo una
estructura como la de las FARC que podría facilitarles un rearme. La otra razón fue la ne-
cesidad del presidente Santos de mostrar que no tiene debilidad, que no cede, y así captar
el apoyo social. Indicó que estas eran consideraciones de tipo político-estratégicas legíti-
mas, pero que al mismo tiempo crean problemas de cara a la opinión pública, en la medida
en que siguen muriendo personas y se sigue atentando contra la población civil. Señaló
que este dilema de actuación para el Presidente podría constituirse en una debilidad que
favorece las dudas frente a la naturaleza del proceso de paz. En ese contexto, el ponente
afirmó que tendría sentido seguir la guerra si ésta cumple un tercer requisito, y es que el
equipo negociador identifique que la guerra y los ataques al grupo opositor influyen o cam-
bian las posiciones y ritmo de las negociaciones. De no ser así, el aumento de armamento
y la agudización de los ataques deberían servir para que el gobierno logre influenciar las
posiciones de la guerrilla frente a la urgencia de avanzar en las negociaciones de paz.
Con relación a la aplicación de la amnistía, sí o no, señaló que el dilema que tiene Colom-
bia es el de tener un conflicto de dimensiones africanas en el cual los fundamentalistas en
temas de Derecho Internacional esperan se resuelva considerando la Ley de la Haya, lo
cual planteó sería casi imposible. Indicó que habrá que buscar distintos caminos, como el
caso de Sudáfrica, en el que se hizo una catarsis nacional que conllevó a crear una sensa-
ción de compensación y el de Perú, en donde se desarrollaron comisiones de la verdad,
creando la sensación de que existe compensación. El ponente reconoció la existencia de

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 121
diferencias entre el caso colombiano y el sudafricano en cuanto a la posibilidad que hubo
en este último de evitar la justicia, dado que la paz significó un cambio fundamental en la
estructura del Estado constituyéndose en una revolución. En el caso colombiano, la pos-
tura del gobierno apunta a que no se trata de implementar un nuevo modelo político como
el socialismo. Afirmó que el gobierno colombiano pretende llegar a un acuerdo de paz con
las FARC sobre una base mínima, de cambios muy puntuales de la estructura del Estado.
Resaltó como algunos de esos cambios ya se han adelantado, como lo es en el caso la Ley
de Víctimas y Restitución de Tierras que precede a las negociaciones, siendo avances sui
generis que en el contexto de los procesos de paz normalmente se producen a posteriori y
han sido definidos por el líder guerrillero Alfonso Cano como «una revolución mayor que
puede llevar a la paz». Con lo cual se evidencia que no habrá un cambio radical en relación
al capitalismo como modelo, ni con relación a las sensibilidades sociales que caracterizan
al Estado colombiano, como lo es la lucha contra la pobreza.
Concluyendo, el Sr. Ben Ami manifestó que pertenece a la escuela que considera que la paz
no es un intento de llegar a la justicia, sino un intento de buscar un equilibrio sensato y
razonable entre partes en un conflicto. Con justicia frecuentemente no habrá paz y ésta
siempre tendrá que ser contextualizada en el contexto social y político para sacar a un país
de la guerra.
Aportó dos reflexiones. En primer lugar, señaló que Colombia tiene una ventaja frente a
otros procesos de paz como los de Guatemala y El Salvador, países que al ingresar en el
proceso de paz eran estados fallidos. Resaltó que Colombia es un Estado vertebrado insti-
tucionalmente, lo cual le da la primacía de poder absorber las consecuencias del proceso
de paz en el seno de sus instituciones, lo cual se constituye en una ventaja. Complemen-
tando su idea, aludió al caso del ex presidente palestino Yasser Arafat, quien temía que un
acuerdo de paz con Israel desencadenara una guerra civil palestina, debido a que las con-
cesiones necesarias para llegar a tal fin, podrían ser percibidas como ilegitimas por los
palestinos, para quienes su narrativa nacional desaparecería.
En relación al caso colombiano, señaló que el acuerdo de paz con las FARC no desencade-
naría en una guerra civil, puesto que el marco democrático e institucionalizado en el que
se desarrollan las negociaciones hace pensar que prevalecerá la lógica de las mayorías. En
este sentido, reafirmó que Colombia cuenta con una enorme ventaja.
Para culminar, invitó a los asistentes a reflexionar sobre cómo evitar que la violencia siga
en caso de que haya un acuerdo de paz. Afirmó que el factor explicativo de la violencia en
Colombia lo constituye la magnitud de su territorio, en relación con la incapacidad estatal
de hacer presencia en cada lugar; factor que a su vez se constituye en el principal riesgo en
el marco del posconflicto. Sugirió la obligación del Estado colombiano de permear el terri-
torio nacional con la presencia máxima de su institucionalidad y gobernando el país de
una forma equitativa, evitando así los vacíos que podrían ser llenados por otros actores.

122 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
4. RECOMENDACIONES

A continuación se aportan recomendaciones para la construcción de la paz en Colombia


4
surgidas a partir del análisis durante el seminario. Dichas recomendaciones son respon-
sabilidad del ICIP.1
1) Promover intensamente el diálogo y la concertación a través de la creación
de espacios propicios para ello, con el fin de al alcanzar consensos amplios sobre
diferentes temas que atañen a cómo resolver los conflictos en los diferentes sectores de
la sociedad colombiana.
2) Promover un discurso incluyente, de cambio, en el que todos los colom-
bianos y colombianas se sientan parte, quepan y estén representados, el
camino para construir un nuevo proyecto de una nueva Colombia, entendida como
nación de naciones y en paz.
3) Estudiar y profundizar en las causas de las diferentes violencias en Colom-
bia, siguiendo los trabajos ya existentes, con el fin de comprender lo suce-
dido, para poder incidir en esas causas y crear las condiciones necesarias para su pre-
vención, evitando su reproducción cíclica.
4) Establecer estrategias a medio y largo plazo que puedan dar respuesta a futu-
ros retos obstáculos y/o cambios, entendiendo que el proceso de construcción de la
paz no termina con la firma de los acuerdos ni con los primeros años de su implementación.
5) Apoyar la participación de la sociedad civil, con toda su heterogeneidad y
potencial de innovación, en el proceso de construcción de la paz, haciéndola
partícipe de los acuerdos y las decisiones legitimando así y con mayor fuerza su conte-
nido.
6) Dar especial atención y asegurar la participación en el proceso de paz de
las comunidades fuertemente afectadas por el conflicto, como las víctimas y
las comunidades tradicionalmente excluidas: mujeres, poblaciones indígenas, afro
descendientes y campesinos.
7)  Incrementar el conocimiento de los territorios, partiendo de sus especifi-
cidades, estableciendo un diálogo permanente con ellos y asegurando trasladar los
temas de las negociaciones y establecer procedimientos que les permitan decidir cómo
implementar y disponer de fondos para ello.
8) Dar tratamiento prioritario al problema de la restitución de tierras, por su
potencial disruptor de no obtener éxito, en diálogo permanente con el ámbito local y
otras formas de reparación a las víctimas.

1.  Las presentes recomendaciones han sido elaboradas por Rafael Grasa, María Fanlo y Pamela Lozano.

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 123
  9) Establecer fórmulas que aborden las cuestiones de verdad y memoria,
haciendo un ejercicio de conocimiento y reconocimiento de los hechos, a
través, quizás, de diferenciar entre comisión de la verdad y comisión de esclareci-
miento histórico, así como estableciendo fórmulas que permitan trabajar, e incluso
sesionar formalmente, en diferentes territorios. Todo ello será el primer paso para
establecer políticas públicas sólidas, y persistentes en el tiempo, de pasado y de me-
moria, claves para la reconciliación.
10) Avanzar en el diseño de una reforma del sector de seguridad y de las po­
líticas de seguridad, tanto en la dimensión policial como militar. Parece
conveniente proceder con alto nivel de consenso, contemplando la transición de las
fuerzas armadas y de las fuerzas policiales y militares hacia nuevos modelos, contem-
plando quizás fuerzas policiales diferentes en las zonas rurales (del tipo Gendarme-
ría). Habrá que prestar especial atención a la forma de minimizar los riesgos de incre-
mentar o permitir manifestaciones violentas de tipo criminal en los territorios más
directamente afectados por el conflicto y que, en el proceso de desarme y desmovili-
zación, pueden padecer «vacíos» de fuerzas de seguridad. Se considera también im-
portante pensar en la creación de un Ministerio de Seguridad, con un enfoque ciuda-
dano y civil, habida cuenta de los cambios sociales, no exentas de violencia, que
supondrá el posconflicto.
11) Garantizar que el papel de la mujer sea central en el proceso de construc-
ción de paz en Colombia y que su contribución sea efectiva y sustancial en todas
las fases del proceso.
12) Alentar a la comunidad internacional a contribuir a la creación de capa-
cidad de acompañamiento, y eventualmente de monitoreo, acordada con
el Gobierno y demás actores de la sociedad colombiana. Ello permitiría se-
guir, con los procedimientos que se decidieran, de forma neutral y objetiva los avan-
ces, retrocesos y necesarias adecuaciones de lo pactado en un acuerdo de paz, así
como acompañar, si se considera conveniente, a las diferentes instituciones colom-
bianas en sus procesos de generación de consenso y diálogo entre actores y de crea-
ción de capacidades e institucionalización de procesos.

124 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
ANEXOS

ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014

Casa de la Convalescència
(Recinto del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau) Aula Magna
C/ Sant Antoni Maria Claret 171 · Barcelona
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta
Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014

LUNES, 5 DE MAYO MARTES, 6 DE MAYO


9.00 h 9.00 h
INAUGURACIÓN EJE 3. EL DESARROLLO Y LA DIMENSIÓN ECONÓMICA
■ Hble. Sra. Joana Ortega, vicepresidenta de la (CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO, RURALIDAD, TIERRAS,
Generalitat CULTIVOS ILÍCITOS, INFRAESTRUCTURAS)
■ Sr. Rafael Grasa, presidente del Instituto Catalán
Internacional para la Paz (ICIP) ■ Luis Jorge Garay
Hacia un modelo de desarrollo socialmente incluyente,
9.30 h sostenible y transformador en Colombia. A propósito del
LECCIÓN INAUGURAL posconflicto
■ John Paul Lederach
Procesos de paz comparados: claves para construir la paz ■ Jorge Mario Díaz
en Colombia El sector empresarial y la construcción de paz

10.15 h · Descanso Moderadora: Anna Ayuso


Intervenciones iniciales: Gerardo Vega, Lina María
11.00 h García
EJE 1. LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN COLOMBIA: DE
LOS ACUERDOS A LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN CLAVE 11.30 h · Descanso
COMPARADA. LA DIMENSIÓN HUMANITARIA
12.00 h
■ Virginia Bouvier EJE 4. LOS ACTORES NO POLÍTICOS Y LA DIMENSIÓN SOCIAL:
¿Se hace el camino al andar? Reflexiones sobre los mitos, PARTICIPACIÓN, DERECHOS HUMANOS, COMUNIDADES
retos y oportunidades para la transformación ORIGINARIAS Y AFRO-DESCENDENTES
del conflicto colombiano
■ Jenny Pearce
■ Rafael Grasa Estrategias para enfrentar los ciclos de violencia
El tránsito de hacer las paces a construir paz: apuntes intergeneracional en Colombia: Hacia una “Violentología”
sobre el caso colombiano en clave comparada que sirva a la paz

Moderador: Julián Artacho ■ Borja Paladini


Intervenciones iniciales: Kristian Herbolzheimer, Infraestructuras de paz: hacia un sistema de apoyo
Francisco Rey a la construcción de paz en Colombia

13.30 h · Almuerzo ■ Felipe Gómez Isa


Participación de la sociedad civil en el proceso de paz
14.30 h colombiano: el caso especial de los pueblos indígenas
EJE 2. LA DIMENSIÓN POLÍTICA: SISTEMA POLÍTICO,
DESCENTRALIZACIÓN Y ACTORES TERRITORIALES Moderadora: Dorys Ardila
Intervenciones iniciales: Adriana Benjumea,
■ María Victoria Llorente Paula Gaviria
La construcción de la paz y los desafíos del cambio
en Colombia 14.00 h Almuerzo
■ León Valencia 15.00 h
El posconflicto en Colombia: claves políticas DEBATE FINAL EJE 4

Moderadora: Tica Font 16.00 h


Intervenciones iniciales: Iván Marulanda, Marcela EJE 5. POLÍTICAS DE MEMORIA Y DE PASADO:
Jaramillo LA RECONCILIACIÓN COMO HORIZONTE FUTURO
■ Farid Benavides
La memoria y la justicia en épocas de transición:
el caso colombiano

■ Gonzalo Sánchez
Las tareas de la memoria en tiempos de conflicto armado
y postconflicto

Moderador: Pablo Aguiar


Intervenciones iniciales: Jordi Palou-Loverdos,
María Camila Moreno
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Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014

MIÉRCOLES, 7 DE MAYO
SESIÓN PÚBLICA: RESULTADOS DEL SEMINARIO
9.00 h Miércoles 7 de mayo de 2014
EJE 6. POLÍTICAS DE SEGURIDAD Y DE DEFENSA. EL PAPEL De 17.30 a 19.30 h
DE LOS ACTORES NO DIRECTAMENTE POLÍTICOS
Presentación del acto
■ Frédéric Massé Marta Macías, directora general de Cooperación
¿Hacia una Pax Mafiosa en Colombia? al Desarrollo

■ Gustavo Duncan Presentación de las conclusiones


El conflicto después de la paz con las FARC. Las luchas Rafael Grasa, presidente del ICIP
por el poder en el ámbito local
Intervenciones de los ponentes:
■ Raúl Benítez-Manaut; presenta Juan Pablo Soriano Gustavo Duncan
Las variables trasnacionales de la crisis del narcotráfico: Luis Jorge Garay
Colombia y México en perspectivas comparadas María Victoria Llorente
Jenny Pearce
Moderadora: Alexandra Abello
Intervenciones iniciales: Carlos Velasquez, Yezid Arteta Palacio de la Generalitat
Plaça Sant Jaume, 4 · Barcelona
11.30 h · Descanso

12.00 h
CONCLUSIONES Y CONFERENCIA FINAL
■ Rafael Grasa. Relatoría
■ Shlomo Ben Ami
Reflexiones en torno al postconflicto en Colombia

13.15 h
CLAUSURA
■ Imo. Sr. Jordi Martí, Regidor de Presidencia y Territorio
Ayuntamiento de Barcelona
■ Excmo. Sr. Salvador Esteve, presidente de la
Diputación de Barcelona

Director del seminario: Rafael Grasa


Organización: María Fanlo y Marta López
Relatoria: Pamela Lozano
con la colaboración de Diego Torres y Judith Erill

Lugar: Casa de la Convalescència · Hospital de la Santa Creu


i Sant Pau · C/ San Antoni Maria Claret, 171 · 08041 Barcelona

ORGANIZA:

CON EL APOYO DE:

www.icip.cat
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BIOGRAFIAS DE LOS PARTICIPANTES


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Barcelona, 5, 6 y 7 de mayo de 2014

Abello Colak, Investigadora asociada del Centro Internacional de Estudios en Participación del Departamento de Estudios
Alexandra de Paz de la Universidad de Bradford (Reino Unido). También es candidata a doctorado en Estudios de Paz
de la misma universidad y asesora académica del Observatorio de Seguridad Humana de Medellín. Su tra-
bajo académico se centra en tres aéreas: la provisión de seguridad en contextos urbanos, especialmente en
comunidades afectadas por altos índices de violencia e inseguridad, la conexión entre discursos y prácticas
de seguridad, la transformación social y la participación, y finalmente, innovaciones metodológicas para el
estudio de la seguridad en contextos de violencia crónica. Alexandra es profesional en Relaciones Interna-
cionales de la Universidad del Rosario en Bogotá, Colombia, magister en Resolución de Conflictos de la Uni-
versidad de Bradford y recientemente se desempeñó como investigadora asociada del programa Marie Curie
en el Centro para el Estudio de Conflictos de la Universidad de Utrecht (Países Bajos).

Aguiar Molina, Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Cooperación para
Pablo el Desarrollo por el CIDOB. Ha sido profesor de Relaciones Internacionales en la Universitat Autònoma de
Barcelona, concentrando sus investigaciones en las políticas de cooperación para el desarrollo, especialmente
las de la Unión Europea y sus países miembros. Formó parte del equipo encargado de poner en marcha el
Instituto de Paz de la Generalitat de Cataluña. Ha impartido cursos en diversas universidades y centros como
la Universitat de Lleida o los cursos para preparación de la escuela diplomática del Centro de Estudios Inter-
nacionales de la Universitat de Barcelona. Actualmente trabaja como técnico en políticas públicas de fomento
y construcción de la paz para el Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP), también es miembro de la
Red de Expertos del PNUD para América Latina y el Caribe. Su más reciente publicación ha sido “Seguridad
Humana. Un marco de análisis”, junto con Javier Alcalde en Seguridad humana y construcción de paz en
Colombia (2011) coordinado por David Bondia y Manuel Ramiro Muñoz (Barcelona, Huygens).

Aragón Gil Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, ingresó en la Carrera Diplomática en
de la Serna, diciembre de 2000. Ha ocupado puestos en la Dirección General de Asuntos Generales UE en el Ministerio
Carlos de Asuntos Exteriores y Cooperación, ocupándose del seguimiento de la ampliación de la UE.
Ha estado destinado en las Embajadas de España en Namibia, Noruega y Australia, donde entre otras res-
ponsabilidades se ha encargado de asuntos políticos, de cooperación, culturales y consulares.
Desde 2011 desarrolla sus funciones en AECID, dentro de la Dirección de Cooperación con América Latina y
el Caribe, donde ha sido responsable de coordinación de los programas de cooperación transversales y más
específicamente del seguimiento de la cooperación iberoamericana. En la actualidad es Jefe del Departa-
mento de Cooperación con los Países Andinos y el Cono Sur.

Ardila, Dorys Jurista Universidad de la Amistad de los Pueblos Moscú. Máster en Derecho Internacional de la Universi-
dad Lómonosov. Máster en Relaciones Internacionales del programa del IAED -Universidad Externado de
Colombia y estudiante de Doctorado Instituto Gutiérrez Mellado. Profesora Universitaria en Derecho in-
ternacional Público, Derecho Internacional Humanitario, Derecho Internacional de los Derechos Humanos
desde 1.985 en diferentes Universidades de Colombia y en la Escola de Cultura de Pau de la UAB. Durante
su trayectoria profesional se ha destacado por asumir los siguientes cargos: Exsecretaria de las Comisiones
de Paz y Derechos Humanos del Senado de Colombia, Exdirectora del Programa de Resolución de conflictos
de la Cruz Roja Colombiana, Exdirectora Programa de difusión del Derecho Humanitario de la Cruz Roja
Colombiana, Investigadora Adjunta externa Programa Procesos de Paz de la ECP-UAB y consultora inde-
pendiente en temas de Derechos Humanos, Derecho Humanitario, Justicia Transicional.

Artacho Maestro y geógrafo. Trabaja en cooperación al desarrollo desde hace más de veinte años, tanto desde el sec-
Valverde, tor no gubernamental como desde las instituciones públicas. En este último campo, destaca su trabajo como
Julián responsable de Cooperación del Ayuntamiento de Sabadell y también su trabajo en el Ayuntamiento de Bar-
celona y el Fondo Catalán de Cooperación. Fue coordinador técnico de la Agencia Catalana de Cooperación
al Desarrollo (ACCD) y, desde hace más de tres años, es el representante de esta agencia en la delegación de
Colombia. En este país ha sido miembro del Consejo Consultivo Internacional de Memoria Histórica para
el Informe General de Memoria ¡Basta ya!. Recientemente ha sido nombrado, también, representante de la
ACCD en Ecuador y Bolivia.
Arteta, Yezid Estudió leyes y sociología en Barranquilla, Colombia. Su vida ha transcurrido entre la lucha social, la guerri-
lla y la prisión. Ha publicado dos novelas (La Tramacua y De la locura y otros demonios), sendos libros de
relatos (Trocha de ébano y Relatos de un convicto rebelde) e innumerables artículos y ensayos (“Qué, cómo
y cuándo negociar con las FARC”) para distintos medios. Luego de recuperar su libertad en 2006 dedica su
tiempo a la literatura, el antibelicismo y la investigación sobre temas de conflictos en la Escola de Cultura de
Pau de la Universidad Autónoma de Barcelona y otras instituciones internacionales.

Ayuso, Anna Doctora en Derecho Internacional Público y Master en Estudios Europeos por la Universidad Autónoma de
Barcelona (UAB). Investigadora principal para América Latina del Centro de Estudios y Documentación In-
ternacionales de Barcelona (CIDOB) donde coordinó el Programa América Latina (2002-2009) y el Área de
Cooperación internacional (1996-2002).
(19 6-2002). Profesora asociada
asocia a en la UAB de Derecho Internacional Público,
Organizaciones Internacionales y Master Oficial de Estudios Internacionales. Profesora asociada del Instituto
Barcelona de Estudios Internacionales (IBEI). Experiencia en informes y consultorías para diversas institu-
ciones españolas y de la UE. Miembro del equipo de investigación ERJAIDI reconocido y financiado por la
Agencia de gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) de la Generalitat de Cataluña.

http://www.cidob.org/es/cidob/organizacion/expertos_cidob/anna_ayuso_pozo

Bello, Trabajadora Social de la Universidad Nacional de Colombia, Magister en Ciencia Política de la Universidad
Martha Nubia de Los Andes. Investigadora del Centro Nacional de Memoria Histórica. Profesora de Universidad Nacional
de Colombia. Directora del Departamento de Trabajo Social y coordinadora de la especialización Acción sin
daño y construcción de paz. Sus temáticas de investigación se articulan con los procesos de reconstrucción de
memoria, los Derechos Humanos y el Desplazamiento Forzado con énfasis en los impactos e intervenciones
psicosociales. Integrante de la Red Alfa de Investigación, “Migración, Exclusión y Derechos Humanos” y de
la REDIF – Red nacional de investigación sobre el desplazamiento forzado–.

Ben Ami, Vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz. Ex Ministro de Asuntos Exteriores de Israel.
Shlomo Estudió en la Universidad de Tel Aviv y realizó un doctorado en Historia en la Universidad de Oxford. Di-
rigió la Escuela de post-grado de Historia de la Universidad de Tel Aviv entre 1982 y 1986. Autor de varios
libros en inglés, español, francés y hebreo. El más reciente “Scars of War, Wounds of Peace, The Israeli-Arab
Tragedy (Oxford University Press, 2006)”
Fue nombrado Embajador de Israel en España de 1987 a 1991. Elegido para la Knesset en 1996. En el go-
bierno laborista de Ehud Barak (1999-2001) sirvió primero como Ministro de Seguridad Pública y después
Ministro de Asuntos Exteriores. Como tal, participo en la cumbre de paz de Camp
Cam David donde fue el prin-
cipal negociador de la parte israelí, y presidió el equipo negociador en Taba, el último intento de salvar la
paz. Siguió como miembro de la Knesset, donde sirvió en la Comisión de Exteriores y Defensa así como en
la de Constitución, Derecho y Justicia.
Actualmente es el Vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz, del que fue cofundador.
El Prof. Ben Ami es miembro del Consejo del International Crisis Group.

Benavides, Profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes. Tiene un doctorado en Ciencia
Farid Política de la Universidad de Massachusetts - Amherst y ha realizado estudios doctorales en la Universidad
Pompeu Fabra (Derecho) y la Universidad de Barcelona (Filosofía). Ha sido profesor en la Universidad Na-
cional de Colombia y en la Universidad de Connecticut en Storrs (EUA). Fue Viceministro de Política Cri-
minal y Justicia Transicional. Entre sus publicaciones están: Film and the Reconstruction of Memory: The
Catalan Case. En Anne Wagner. Treatise on Legal Visual Semiotics. London: Springer, 2013.; A Tutelazo
Limpio. Human Rights, Law and Resistance. Latin American Perspectives 39(1); “Colombia’s elusive peace:
perspectives for a peace process in Colombia”. Revista Criterios – Cuadernos de Ciencia Jurídica y Política
Internacional. Vol. 4:1 (2011);”Memoria y Verdad Judicial en Colombia: los procesos de justicia y paz”. En
Revista de Derecho Público Nro. 31 (Julio-Diciembre 2013); El delito político y el proceso de paz con las
FARC. Working Paper. Universidad de los Andes. Facultad de Derecho, 2013; Justicia en épocas de tran-
sición: Conceptos, modelos, debates, experiencias. Bogotá: Editorial Gustavo Ibáñez, 2013.
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Benítez- Investigador del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma
Manaut, de México, UNAM. También es Presidente de la Organización no gubernamental “Colectivo de Análisis de la
Raúl Seguridad con Democracia. A.C.”. Tiene estudios de Sociología en la UNAM, de maestría en Economía y Polí-
tica Internacional en el CIDE y de doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM. Ha sido académico
visitante del Woodrow Wilson Center, en 1998 y 2003 y profesor de la Universidad de Columbia en Nueva
York (2001), de American University en Washington (2006-2007), del Centro de Estudios Hemisféricos de
la Defensa de la National Defense University de Washington (2004). Es profesor, entre otras instituciones,
del Centro de Estudios Superiores Navales, del Instituto Tecnológico Autónomo de México y del Instituto
Matías Romero. Entre sus publicaciones están La teoría militar y la guerra civil en El Salvador, UCA Edi-
tores, San Salvador, 1989; Mexico and the New Challenges of Hemispheric Security, Latin American Pro-
gram, Woodrow Wilson Internacional Center for Scholars, Washington, D.C., 2004, es coeditor del libro El
Rompecabezas. Conformando la seguridad hemisférica en el siglo XXI, Universidad de Bologna, Buenos
Aires, 2006, CASEDE, México, 2009; y editor es Crimen Organizado e Iniciativa Mérida en las relaciones
México-Estados Unidos, CASEDE, México, 2010. De igual manera es editor del Atlas de la Seguridad y la
Defensa de México, años 2009 y 2012.

Benjumea Rúa, Abogada de la Universidad de Antioquia de Medellín, Con estudios de Maestría en la Universidad Externado
Adriana María de Colombia, maestría la cual tiene acuerdos con la Universidad Carlos III. Adelanto estudios de Género e
incidencia realizados con la Universidad de Chile. De esta misma Universidad es docente en el Diplomado
en línea Derechos Humanos y Mujeres: Estrategias Jurídicas para la incidencia. Feminista y Directora de
la Corporación Humanas, Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género, que trabaja en Co-
lombia en acceso a la Justicia para mujeres víctimas de violencia en conflicto armado y por fuera de él. En
los últimos 5 años se ha dedicado con el equipo de Humanas a documentar la violencia sexual cometida por
los paramilitares en distintas regiones del país (Existe una publicación sobre ese tema: La Violencia sexual
como estrategia paramilitar en Colombia) aportando elementos socio jurídicos y jurídicos para imputar res-
ponsabilidad a los máximos comandantes paramilitares. Desde hace 4 años Humanas viene trabajando en
temas de Paz, cuando se anunciaron las conversaciones entre el gobierno nacional y la guerrilla de las FARC,
con otras organizaciones de mujeres formamos lo que hoy es la Plataforma Mujeres por la paz, donde hemos
adelantado distintas acciones de incidencia nacional e internacional, pero también de movilización social y
de producción de documentos para la mesa de la Habana, insistiendo también en que el Gobierno nacional
debe conversar con el ELN, pero que además debe vincular a la sociedad civil a las conversaciones.

Bouvier, Responsable de América Latina del Instituto de Paz de EE.UU (USIP), una entidad financiada por el Con-
Virginia M. greso Norteamericano para contribuir a la prevención, resolución, y gestión de conflictos internacionales.
La Dra. Bouvier es autora y editora de seis libros, entre ellos cabe destacar Colombia: Building Peace in a
Time of War (USIP Press, 2009). En 2012-13, la Dra. Bouvier sirvió como experta en diseño de procesos en
el Equipo de Expertos en Mediación (Standby Team) de la Unidad de Apoyo para Mediación de las Nacio-
nes Unidas. Se desempeñó como profesora asistente de Literatura Latinoamericana en la Universidad de
Maryland, y trabajaba en la oficina de Washington sobre América Latina. Ha sido consultora para el Banco
Mundial, USAID, ONU Mujeres y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.

Cassinello Director General del Centro Internacional de Toledo para la Paz. Diplomático, Embajador de Carrera. Li-
Aubán, Emilio cenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de México y por la Universidad Complutense de Madrid.
Master in Laws (Ll.M.) por la Harvard Law School. Profesor adjunto de Teoría del Estado y Derecho Inter-
nacional en la UNAM; y de Derecho Político y Teoría del Estado en la Universidad de Madrid (1961-1963).
Subdirector General de África, Director General de Organismos y Conferencias Internacionales, Director
General de Iberoamérica y Director del Gabinete de Análisis y Previsión de Política Exterior. Encargado de
Negocios en las Embajadas de Addis Abeba y Dar es Salaam. Embajador en Angola (1978-79). Embajador en
México (1982-85). Cónsul General en Nueva York (1998-2003). Embajador en Misión Especial para Asuntos
de América del Norte (2003-04).
De 1985 a 1993: Presidente de EXPO’92 y Comisario General de la Exposición Universal de Sevilla 1992.

Díaz, Jorge Ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional – Colombia. MSc en Economía de la Universidad de Carolina
Mario del Norte – EEUU, Residencia en Políticas Públicas, Centro de Investigaciones para el Desarrollo – Francia.
El Sr. Díaz, tiene una amplia trayectoria en sector público y privado. Ha sido responsable de la formulación
y seguimiento de políticas públicas en entidades del gobierno nacional, dirigente gremial y de entidades de
investigación sectorial, consultor en políticas sectoriales y de desarrollo para el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Organización
de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Asumió la vicepresidencia de Gobernanza de la Cámara de Comercio de Bogotá en Agosto de 2012.
Duncan, Profesor de Ciencia Política en la Universidad EAFIT y en la Universidad de los Andes. Es investigador en
Gustavo temas de economía política del narcotráfico y sus efectos en la construcción de Estado. Actualmente realiza
su tesis doctoral en Ciencia Política para la Universidad de Northwestern acerca del papel político que tiene
el narcotráfico y la guerra contra las drogas en México y Colombia. Además ha realizado estudios de MsC en
Seguridad Global en la Universidad de Cranfield (Reino Unido). Es autor del libro Los Señores de la Guerra,
de paramilitares, mafiosos y autodefensas en Colombia y de numerosos artículos.

Font i Gregori, Licenciada en Física por la Universidad de Valencia. Profesionalmente ha sido profesora en educación no
Tica formal, tutora de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y técnica en medio ambiente
en la Diputación de Barcelona. Es la fundadora del Centro de Estudios de Paz J.M Delàs y fue vicepresidenta
de Justicia y Paz. Ha sido, también, presidenta de la Federación Catalana de ONG para la Paz y desde 2009
es la directora del Instituto Catalán Internacional para la Paz. Experta en econom a de defensa, comercio de
economía
armas, presupuesto de defensa e industria militar. Colabora en numerosas investigaciones y publicaciones
sobre el área, recientemente: Informe 2011, exportaciones de Material de Defensa 2002-2011(2013); “Se-
guridad nacional, seguridad multidimensional, seguridad humana”; PAPELES nº 119, 161-172, Madrid.
(2012); Informe 2010, exportacions de Material de Defensa 2001-2010(2011); Filosofía de la Paz. Los retos
del movimiento por la paz. Icaria. (2010); Atlas del militaris
militarismo en España 2009. El comercio de armas
español. Ica ia. (2009); 40 años de Justicia i Paz, retos y alternativas en la España de hoy (2008);“El
Icaria.
millonario negocio de las armas”. Razón y Fe 1.318, 43-53, Madrid. (2008); “Balance de la política Espa-
ñola de exportaciones de armas 1990-2005”. A. Oliveres i P. Ortega (Editores): El militarismo en España;
Editorial Icaria, Barcelona, pp.191-223 (2007)

Garay Adelantó estudios de Ingeniería industrial, es magister en Economía de la Universidad de los Andes, Bogotá, Co-
Salamanca, lombia, y doctorado, PhD, en Economía en el Instituto Tecnológico de Massachussetts, Estados Unidos. Investi-
Luis Jorge gador visitante de las universidades de Cambridge y Oxford (1981-1982), Inglaterra, y del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) (1994). Consultor del BID (1994-2001), del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(2000-2002), del Departamento Nacional de Planeación de Colombia (1996-1998) y de la Contraloría General
de la República de Colombia (2001-2002). Asesor especial del Ministerio de Hacienda en el manejo de la deuda
externa y lla programación macroeconómica (1984-1991), del Ministerio de Comercio Exterior en la negociación
de acuerdos de libre comercio (1993-1994) y del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia en asuntos
comerciales y temas relacionados con migración internacional (2003-2005). Actualmente es coordinador de
investigaciones de Planeta Paz, director del Proceso Nacional de Verificación de la Comisión de Seguimiento a
la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado (que reporta a la Corte Constitucional de Colombia), director
académico del Scientific Vortex Group, consultor de la Contraloría General de la República de Colo bia, director
Colombia,
del comité académico del Centro Internacional de Estudios sobre Redes Ilícitas Transnacionales (Roma, Italia)
y profesor visitante de Link Campus Uni ersity en Italia. Ha publicado más de cincuenta y cinco libros, así como
University
cerca de no enta artículos en revistas especializadas sobre temas como comercio internacional e integración
noventa
económica, migración internacional, desarrollo industrial, exclusión social, globalización, desplazamiento for-
za
zadoo y victimización, captura y reconfiguración del Estado, y construcción de sociedad.

García, Lina Antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia, desde enero de 2014 coordina el Grupo de Proyectos
María Especiales del Departamento Nacional de Planeación (DNP). Durante 2012-2013 fue asesora de la Agencia
Suiza de cooperación -COSUDE para la incorporación del enfoque de Acción sin Daño en el proceso de Res-
titución de Tierras del país. Su tesis de Maestría en Desarrollo Regional fue publicada en 2008: “Los aportes
que los Programas Regionales de Desarrollo y Paz realizan a la Construcción de paz en Colombia”. A partir
de entonces ha sido asesora de distintas Agencias Internacionales de Cooperación al Desarrollo (GIZ, CO-
SUDE, PNUD, AECID) en la incorporación de los enfoques de Acción sin daño y Sensibilidad a los conflictos
en diferentes programas y Proyectos. Durante 2009-2011 trabajó para Welthungerhilfe en Ecuador, Boli-
via y Perú realizando talleres de formación a las copartes sobre el enfoque de sensibilidad a los conflictos y
construcción de paz en los proyectos de tierras y ambientales. También es docente en la especialización de
Acción sin Daño y Construcción de Paz de la Universidad Nacional de Colombia.
ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta

Gaviria Abogada de la Universidad de los Andes, con posgrados en periodismo, opinión pública y marketing político.
Betancur, Actualmente es Directora de la Unidad para la Atención y Reparación y Reparación Integral a las Víctimas,
Paula entidad del Sector de la Inclusión Social de la Presidencia de la República, encargada de liderar la política
pública del Estado para atender y reparar integralmente a las víctimas y de coordinar el Sistema Nacional
de Atención y Reparación, del cual hacen parte 42 instituciones del Estado Colombiano.
Anteriormente se desempeñó como Directora del Área de Incidencia en Política Pública de la Fundación
Social, en donde tuvo a su cargo la coordinación técnica de las audiencias regionales de discusión ciudadana
del proyecto de Ley que dio origen a la actual Ley de Víctimas. Fue Secretaria Privada, Delegada para las Co-
municaciones y Directora de Promoción y Divulgación de los Derechos Humanos en la Defensoría del Pueblo
de Colombia. En la Corte Constitucional ejerció funciones como Auxiliar Judicial y Jefe de Prensa.
En su vida profesional ha realizado diversos cursos internacionales especializados en Derechos Huma-
nos y Justicia Transicional y ha sido ponente invitada en escenarios sobre dichos temas en diferentes países
del mundo.

Gómez Isa, Profesor titular de Derecho Internacional Público en la Universidad de Deusto e investigador del Instituto de
Felipe Derechos Humanos Pedro Arrupe, donde ejerce como Director del European Master in Human Rights and
Democratisation. También dirige el Programa de Formación en Derechos Humanos para Líderes Indíge-
nas que se lleva realizando desde el año 2000 en colaboración con la Oficina de la Alta Comisionada de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Profesor visitante en diversas Universidades tanto europeas
como latinoamericanas y asiáticas. Entre sus libros destacan La Declaración Universal de los Derechos Hu-
manos (1998), El derecho al desarrollo como derecho humano en el ámbito jurídico internacional (1999),
El Caso Awas Tingni contra Nicaragua. Nuevos horizontes para los derechos humanos de los pueblos in-
dígenas (2003), Privatisation and Human Rights in the Age of Globalisation (2005, edición junto a Koen
de Feyter), El derecho a la memoria (Director, 2006), Colombia en su laberinto. Una mirada al conflicto
(Director, 2008), International Human Rights Law in a Global Context (2009, edición junto a Koen de Fey-
ter), La plasmación política de la diversidad. Autonomía y participación política indígena en América La-
tina (2011), Rethinking Transitions. Equality and Social Justice in Societies Emerging from Conflict (2011,
edición junto a Gaby Oré), o Los derechos indígenas tras la Declaración. El desafío de la implementación
(2013, edición junto a Mikel Berraondo).

Grasa, Rafael Doctor en filosofía y profesor titular de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Barcelona
(UAB). Fue vicerrector durante cuatro años y secretario general de la UAB. En la actualidad es presidente
del Instituto Catalán para la Paz y dirige su programa de “Seguridad humana, transformación de conflictos
e investigación para la paz”. Realiza investigación en teoría internacional, seguridad internacional, nego-
ciaciones medioambientales globales, resolución y transformación de conflictos, investigación para la paz,
desarrollo y políticas de cooperación al desarrollo. Ha publicado numerosos libros y artículos sobre estas
áreas. Forma – o ha formado parte- del Consejo de Redacción de numerosas publicaciones entre las cuales
destacan Global Governance,, Environment and Security, Afers Internacionals, Revista Española de Co-
operación, Anuario Cidob de Relaciones Internacionales, Ecología Política, Nova África, Spanish Yearbook
of International Law y ICIP Working Papers.
Desde el 2004 ha asesorado al Gobierno catalán en políticas de Cooperación al Desarrollo y de Fomento
de la Paz. Concretamente, coordinó el proceso de elaboración del Plan Director 2007-2010, elaboró el Libro
Verde del Codesarrollo y coordinó el proceso de elaboración de la Estrategia de Codesarrollo de la Coopera-
ción Catalana (2009) y ha presidido la Comisión de Expertos del Plan Director 2011-2013.

Guarín León, Coordinador del área de construcción de paz y postconflicto de la Fundación Ideas para la Paz (Bogotá, Co-
Sergio lombia). Historiador y magister en Ciencias Políticas. Antes de vincularse a la FIP fue coordinador nacio-
nal de la Red de Programas Regionales de Desarrollo y Paz (Redprodepaz), coordinador de los grupos Paz
y Desarrollo y Convivencia y Seguridad Ciudadana en el Departamento Nacional de Planeación (DNP), y
director del programa de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Tecnológica de
Bolívar, en Cartagena de Indias. Tiene una amplia experiencia en procesos de formulación y evaluación de
políticas y programas en las áreas de construcción de paz, convivencia y seguridad ciudadana, participación
ciudadana y educación.

Herbolzheimer, Director de los Programas Colombia y Filipinas de Conciliation Resources, una ONG con sede en Londres de
Kristian apoyo a iniciativas de paz (www.c-r.org). Con anterioridad fue director del programa Colombia en la Escola
de Cultura de Pau (2000 – 2007). También es analista en procesos de paz, con énfasis en terminación de
conflictos armados y el papel de la sociedad civil, específicamente de las mujeres. Como miembro del Gru-
po Intenacional de Contacto de Mindanao, asesora al gobierno de Filipinas y al Frente Moro de Liberación
Islámica (MILF) en el proceso de paz en Mindanao. Kristian es ingeniero agrónomo (Lleida, 1994), diplo-
mado en Cultura de Paz (Escola de Cultura de Pau UAB, 2001), y Máster en Estudios Internacionales de Paz
(Notre Dame, EEUU, 2009).
Jaramillo Abogada con Maestría en Gobierno y Políticas Públicas y especialización en Gobierno, Gerencia y Asuntos
Suárez, Públicos de la Universidad Externado de Colombia. Durante los últimos 7 años de actividad laboral se ha
Marcela desempeñado como directora del Departamento de Gestión Técnica de la Federación Colombiana de Muni-
cipios, donde ha tenido a cargo el direccionamiento y desarrollo de los proyectos para el fortalecimiento de
la gobernabilidad local y la descentralización en Colombia. Actualmente dirige la estrategia “Municipios por
la Construcción de Paz”, proyecto iniciado hace 5 años y que actualmente cuenta con el apoyo del Gobierno
Nacional y la Cooperación Internacional, presente en Colombia para el abordaje local de la construcción de
paz en el país.
Cuenta con amplia experiencia en la formación de redes y alianzas para el desarrollo, formando parte de
comités temáticos de las instituciones nacionales como el Congreso y el Senado de la República, y de distin-
tas agencias de cooperación internacional. De igual forma ha tenido experiencia en el ámbito de la gestión
académica como coordinadora del Centro de Posgrados de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones
Internacionales de la Universidad Externado de Colombia.

Lederach, Profesor en Construcción de paz internacional en el Instituto Joan B. Kroc para Estudios Internacionales
John Paul sobre la Paz de la Universidad de Notre Dame, fue director fundador del programa de transformación de
conflictos en la Universidad Menonita del Este, donde ha sido nombrado escolar distinguido. Trabaja exten-
sivamente como profesional en procesos de conciliación, activamente en regiones de América Latina, África,
Sudeste y Asia Central. Es ampliamente reconocido por desarrollar enfoques culturales apropiados para la
transformación de los conflictos y diseñar e implementar enfoques integradores y estratégicos para la conso-
lidación de la paz. Es autor de 18 libros y manuales, incluyendo Building Peace: Sustainable Reconciliation
in Divided Societies (US Institute of Peace Press), The Little Book of Conflict Transformation (Good Books),
and The Moral Imagination: The Art and Soul of Building Peace (Oxford University Press).

Llorente, Politóloga de la Universidad de los Andes, especialista en temas de crimen y violencia, en políticas de seguri-
María Victoria dad nacional y ciudadana y en reforma de la policía. Desde el 2006 se desempeña como Directora Ejecutiva
de la Fundación Ideas para la Paz (FIP). Entre 1998 y 2006 fue investigadora asociada del Centro de Estudios
sobre Desarrollo Económico, CEDE, de la Universidad de los Andes en donde coordinó el grupo de estudios
Paz Pública a través del cual se adelantaron múltiples investigaciones sobre violencia, seguridad y justicia
en Colombia. Entre 1988 y 1994 fue asesora de la Consejería Presidencial de Paz, la Consejería Presidencial
para la Defensa y la Seguridad Nacional y del Ministro de Defensa Nacional. Ha sido consultora del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (UNODC),
la Policía Nacional y la Alcaldía de Bogotá en diversos proyectos sobre políticas de seguridad ciudadana,
prevención de la violencia juvenil y reforma policial. Participó en la Comisión Asesora de Política Criminal
conformada por el Gobierno Nacional entre 2011 y 2012 y también la Comisión Asesora de Política de Dro-
gas integrada por el Gobierno Nacional entre 2013 y 2014. Ha escrito diversos artículos sobre crimen y vio-
lencia, políticas de seguridad ciudadana y policía que han sido publicados en libros y revistas especializadas
nacionales e internacionales. Es coautora de varios libros entre ellos Reconocer la guerra para construir la
paz (Norma 1999), Caracterización de la violencia homicida en Bogotá (Alcaldía de Bogotá 2002), Violencia
en las familias colombianas: costos socioeconómicos, causas y efectos (BID-DNP-CEDE, 2004), Conflicto
armado e iniciativas de paz en Colombia (Fundación Ideas para la Paz y Woodrow Wilson Center - Latin
American Program, 2009).

Marulanda, Economista nacido el 4 de Junio del año 1946, en la actualidad se desempeña como Asesor del Gobernador
Iván de Antioquia (Coordinador del Programa “Preparémonos para la paz.” Anteriormente, ocupó cargos de re-
levancia nacional como Alcalde de Pereira (1974), Senador de la Republica de Colombia (1986-1990), Dele-
gatario a la Asamblea Nacional Constituyente (1991), Embajador ante la Agencias de Naciones con Sede en
Roma (1992-1994) y Candidato a la Vicepresidencia de la Republica en el año 2006.

Massé, Doctor en Ciencia Política y Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios de América Latina de
Frédéric la Universidad de la Sorbona Nueva (Paris III). Lleva más de 20 años trabajando en América Latina en temas
de conflictos, resolución de conflictos, actores armados ilegales, y procesos de paz. Su tesis de doctorado fue
sobre el papel de las Naciones unidas en el proceso de paz de El Salvador e hizo también un posdoctorado
en el Centro de Estudios Interamericanos de la Universidad Laval (Quebec). Fue director del doctorado en
estudios políticos de la Universidad Externado de Colombia, director del área de DDR del Observatorio In-
ternacional DDR-Ley de Justicia y Paz del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITpax-Bogotá), y
es actualmente director del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE) de la Universidad Ex-
ternado de Colombia.
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ESCENARIOS
EN COLOMBI POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta

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Es autora de artículos y compilaciones sobre los temas mencionados.

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ESCENARIOS POSCONFLICTO
EN COLOMBIA
Agenda, oportunidades y hoja de ruta

Rey Marcos, Miembro fundador y codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH).
Francisco Tiene experiencia desde los años ochenta en ONG como Cruz Roja y en Cooperación Oficial en diversas ta-
reas de Cooperación para el Desarrollo y Acción Humanitaria.
Dedicado desde hace algún tiempo a las tareas de investigación, consultoría, reflexión y docencia sobre
cooperación y ayuda. Es profesor en numerosos Master y cursos de postgrado en universidades españolas y
extranjeras. Ha sido también consultor de la Comisión Europea, la Dirección General de Ayuda Humanita-
ria (DG-ECHO), el gobierno de los Países Bajos, la Agencia Sueca de Cooperación, el PNUD, la FAO, OCHA
y diversas instancias de la Cooperación Española (Agencia Española de Cooperación Internacional- AECID,
Agencia Catalana de Cooperación para el Desarrollo, etc.). También de numerosas ONG como Médicos sin
Fronteras, Intermón OXFAM o Acción contra el hambre.
Sus áreas de interés van desde aspectos generales sobre el papel de la acción humanitaria en el mundo
actual y las tendencias en su financiación, la rehabilitación posbélica y posdesastre, el papel de la ayuda en
la construcción de la paz, hasta cuestiones vinculadas con la calidad de la acción y los procedimientos de
planificación, gestión y evaluación.

Rubio, Entrenado como economista (1980) empezó a trabajar como criminólogo en los noventa. Por varios años
Mauricio (1995-2004) trabajó con los principales datos de la violencia colombiana y las distintas teorías de mafias y
crimen organizado. Tras una serie de consultorías al BID para programas de prevención de la violencia ju-
venil en Centroamérica se especializó en pandillas y maras. Un coproducto de estos trabajos fue el interés
en la prostitución adolescente. El renovado debate sobre el régimen legal del comercio sexual en Europa y
la relevancia del tema para Colombia le llevó mantener ese interés y ampliarlo a asuntos de género. En la
actualidad trabajo el tema “mujer y conflicto” y en particular la reinserción de mujeres combatientes en el
posconflicto. Está afiliado a la Universidad Externado de Colombia y escribe dos columnas periódicas en
medios colombianos. Sus publicaciones se pueden ver en http://mrpotros.blogspot.fr/.

Sánchez Abogado y filósofo de la Universidad Nacional de Colombia, con un máster de la Universidad de Essex, Ingla-
Gómez, terra y un PhD en Sociología Política de la Escuela de Altos Estudios de París, Francia. Dentro de su experien-
Gonzalo cia investigativa se cuenta su participación en el Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales
de la Universidad Nacional de Colombia. Simultáneo a su constante trabajo de análisis de la violencia, ha
sido profesor invitado en la Universidad de Duke y Texas, Estados Unidos; en la Escuela de Altos Estudios
de París y en la University College de Londres.
Su valioso aporte al estudio y al entendimiento del conflicto y la violencia en nuestra sociedad le han he-
cho merecedor de varias distinciones, entre las que se destacan la Orden Gerardo Molina de la Universidad
Nacional de Colombia y la Martin Diskin Memorial Lectureship otorgada por la Latin American Studies As-
sociation entregada en Miami en el año 2000.
Ha escrito y editado números libros, por nombrar algunos: Los días de la revolución: gaitanismo y 9 de
abril en provincia (1983), Bandoleros, gamonales y campesinos (en coautoría con Donny Meertens publi-
cado en 1983), Guerra y política en la sociedad colombiana (1991) y Museo, memoria y nación (2000).
Entre el 2007 y el 2010 fue el director del Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Repa-
ración y Reconciliación de Colombia. A partir de 2011, fue nombrado por la Presidencia de la República de
Colombia como el Director General del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Santiago Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense de Madrid. Funcionaria
Barragán, de Carrera, desempeñando funciones desde el año 1996 de Jefa de Servicio de Cooperación en la AECID.
Luisa María Hasta el año 2000 responsable en el Departamento de Cooperación con América Central y el Caribe del se-
guimiento de proyectos de cooperación al desarrollo con Nicaragua, Panamá y República Dominicana. Desde
el año 2000 hasta la fecha, responsable, en el Departamento de Cooperación con los países Andinos y Cono
Sur, de la coordinación bilateral de la cooperación con Uruguay, Programa MERCOSUR y Colombia y dán-
dole seguimiento al sector de prevención de conflictos y construcción de paz.

Soriano, Profesor e investigador en relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y


Juan Pablo profesor asociado en el Instituto Barcelona de Estudios Internacionales (IBEI). Es miembro del Grupo de
Investigación “Observatorio de Política Exterior Europea”, y actualmente participa el proyecto “La Unión
Europea en un sistema internacional en transición: crisis, polaridad y multilateralismo.” Sus temas de in-
vestigación abarcan cuestiones tales como: análisis de política exterior, seguridad internacional, política
exterior de la Unión Europea y relaciones UE-América Latina.
E CENARIO POSCONFLICTO
ESCENARIOS PO CONFLICTO
EN COLOMBIA
EN COLOMBIA
Agenda oportunidades
Agenda, oportunidades y hoja
hoja de
de ruta
ruta

Suárez, Andrés
Suárez, Andrés S i l g de
Sociólogo d lal Universidad
Uni ersidad Nacional
N i n l de d Colombia
C l mbi y Magíster
Magíst r ess Estudios
Estudi s Políticos
P líti s del
d l Instituto
Institut de
d Estudios
Estudi s
Fernando
Fernando P líti s R la i n s Int rna i n l s d l Uni ersidad N i n l d C l mbi
Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente es asesor A tu lm nt s s s r de
d la
l
Dire ión General
Dirección G n r l del d l Centro
C ntr de d Memoria
M m ri Histórica.
Hist ri
H sido
Ha sid analista
n list nacional
na i n l deld l Sistema
Sist m de d Alertas
Al rt s Tempranas
T mpr n s de d lal Defensoría
D fens rí del d l Pueblo,
Pu bl consultor
nsult r exter-
xt r
n d l C ntr d R feren i N i n l s br Vi l n i d l Institut d M di in L
no del Centro de Referencia Nacional sobre Violencia del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses,gal Ci n i s F rens s
in stig d r asociado
investigador s i d del d l Instituto
Institut de d Estudios
Estudi s Políticos
P líti s y Relaciones
R l i n s Internacionales,
Int rn i n l s consultor
nsult r externo
xt rn del
d l
Pr gram de
Programa d Fortalecimiento
F rt l imi nt y Acceso A s a la l Justicia
Justi i e investigador
in stigad r deld l Grupo
Grup de d Memoria
M m ri Histórica.
Hist ri Investi-
In esti
gad r prin ip l d l inf rm públi Basta Ya lombia m m rias
gador principal del informe público ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad. d gu rra y dignidad

Valencia Director
Valencia Dir t r ded la
l Fundación
Fund i n Paz P z y Reconciliación
R n ili i n y escritor.
s rit r Entre
Entr sus
sus libros
libr s están:
stán Adiós
Adi s a la
l política,
p líti bienvenido
bi n nid
Agudelo, León l gu rr (Ens ) on l Pu h d la Vida (N el ) Mis Añ s d Gu rra (Aut bi grafí
Agudelo, León a la guerra (Ensayo); Con el Pucho de la Vida (Novela) y Mis Años de Guerra (Autobiografía). Fue miembro ) Fu mi mbr
d l Comando
del C m nd Central
C ntral del
d l grupo
grup guerrillero
gu rrill r ELN
ELN enn la
l década
dé ad ded los
l s ochenta
h nt y en n 1994
1994 participó
p rti ipó en n la
l firma
firm
d un a u rd d p z n l G bi rn N i n l qu l ll ó su r int gra i n l
de un acuerdo de paz con el Gobierno Nacional que lo llevó a su reintegración a la vida civil. id i il
Es miembro
Es mi mbr deld l grupo
grup de d Memoria
M m ri Histórica,
Hist ri miembro
mi mbr fundador
fund d r deld l portal
p rt l independiente
ind p ndi nt www.Las2ori-L s2 ri
ll s m y columnista
llas.com lumnist de d lal revista
r ist Semana.
S m n

Vega, Gerardo
Vega, Gerardo Abogado
Ab gad de d la l Universidad
Uni rsidad Católica
C t li de d Colombia.
C l mbi Ha H sido
sid Coordinador
C rdinad r de d lal Comisión
C misi n Nacional
N i n l de d Repa-
R p
ra ión y Reconciliación;
ración R n ilia i n Diputado Diput d de d Antioquia
Anti qui en n ell periodo
p ri d 2001-2003;
2 1 2 3 Cónsul C nsul de d Colombia
C l mbi ante nt ell Reino
R in
d Bélgi Lux mburg nt l Uni
de Bélgica y Luxemburgo, ante la Unión Europea. n Eur p
As s r jurídico
Asesor jurídi y apoderado
p d rad judicial
judi i l de d víctimas
í tim s reclamantes
r l m nt s de d tierras
ti rras a nivel
ni el nacional.
na i n l Participó
P rti ip en n los
l s
a uerdos de
acuerdos de Paz
Paz dede 1991.
1991 Actualmente
A tualmente es es el
el presidente
presidente de de la
la Fundación
Funda ión Forjando
Forjando Futuros,
Futuros, desde
desde la la cual
ual haha
lid rad imp rt nt s pr s s n f r d l s mil s d í tim s r
liderado importantes procesos en favor de las miles de víctimas reclamantes en Colombia. l m nt s n C l mbi
En ell proceso
En pr s investigativo
in stigati ha h publicado:
publi d SeparataS p r t de d análisis:
nálisis Restitución
R stitu i n de d tierras
ti rras “Gota
G t a Gota”
G t avan- an
cess y dificultades,
difi ultad s Publicada
Publi ad en n la
l Revista
R ist Semana,
S m n (marzo (m rz de d 2014),
2 14) Separata
S p r t de d análisis:
nálisis 150
15 primeras
prim ras sen-s n
t n i s de
tencias d restitución
r stitu i n ded tierras.
ti rras LaL restitución
restitu i n si si ess posible!.
p sibl ! Publicada
Publi d en n la
l Revista
R ist Semana,
S m n (septiembre
(s pti mbre
d 2013),
de 2 13) Restitución
R stitu i n colectiva
l ti de d tierras
ti rr s en n Colombia.
C l mbi Fundación
Fund ión Forjando
F rj nd Futuros,
Futur s Instituto
Institut Popular
P pul r de d
C p ita i n (Juli d 2 12) Muj r N gr d spl zad m m ri s d l s
Capacitación. (Julio de 2012), Mujer, Negra, desplazada: memorias de las víctimas. Fundación Forjando í tim s Fund i n F rj nd
Futur s (Marzo
Futuros. (M rz 2012),2 12) Boletín
B l tín Informativo
Inf rm ti sobre s bre lal restitución
r stitu ión ded tierras:
ti rr s “La L Restitución
R stitu ión ded Tierras
Ti rr s sisi ess
p sibl en
posible n Colombia”.
C l mbi (Octubre
(O tubr 2010).
2 1 ) Participación
P rti ipa i n en n la
l documentación
d um nt i n y diseño dis ñ de d rutas
rut s de
d restitución,
r stitu i n
Las víctimas
Las ví timas en en contextos
ontextos dede violencia
violen ia ee impunidad,
impunidad, caso aso Medellín.
Medellín Año Año 2010.
010 Participación
Parti ipa ión en en el
el Comité
Comité
A adémi
Académico, Ví tim s violencia
Víctimas, i l n i y despojo.
d sp j (2009).
(2 9) Participación
P rti ip i n como m coautorut r y coordinación
rdin i n de d lal mesa
m s
adémi Transformación,
académica, Tr nsf rm i n consolidación,
ns lid i n escisión s isi n o privatización
pri tiz i n de d las
l s EPM.
EPM (2005)(2 5) y Antioquia,
Anti qui Cara C r y
S ll de
Sello d lal Energía,
En rgí ¿Equilibrio
¿Equilibri tarifario?
t rif ri ? (2002
(2 2 a 2005)
2 5)

Velásquez, Oficial
Velásquez, Ofi i l del
d l Ejército
Ejércit Nacional
N i n l durante
durant 30 3 años
ñ s de
d servicio
s r i i all país,
p ís alcanzando
l nz nd ell grado
grad de
d Coronel.
C r n l Magister
Magist r
Carlos n s guridad d fens n i n l n l Es u l Sup ri r d Gu rr Esp i liza ión n D n i Uni
Carlos en seguridad y defensa nacional en la Escuela Superior de Guerra. Especialización en Docencia Universita- ersit
ri Especialización
ria Esp i liz ión en n Gerencia
G r n i Integral
Int gr l de
d Proyectos
Pr e t s Actualmente
A tu lm nt ess ell coordinador
rdinad r del
d l Centro
C ntr ded Memoria
M m ri
Hist ri Militar
Histórico Milit r de
d las
l s Fuerzas
Fu rz s Militares.
Milit r s Exaltado
Exalt d como
m unoun de
d los
l s 10
1 jóvenes
j en s sobresalientes
s br s li nt s de
d Antioquia
Anti qui
p r la
por l Cámara
Cám r Junior,
Juni r por
p r sus
sus logros
l gr s y crecimiento
re imi nt personal
p rs n l en n ell año
ñ 2001.
2 1

ORGANIZA:

CON EL APOYO DE:

www.icip.cat
SEMINARIO INTERNACIONAL

ESCENARIOS POSTCONFLICTO EN COLOMBIA.


AGENDA, OPORTUNIDADES Y HOJA DE RUTA

PARTICIPANTES

1. Abello, Alexandra 24. García, Lina María


2. Aguiar, Pablo 25. García Guerrero, Jairo
3. Albornoz Herran, Carolina 26. García Lumbreras, Ignacio
4. Aragón, Carlos 27. Gómez, Lina María
5. Ardila, Dorys 28. Gómez, Paola Isabel
6. Arolas, Carme 29. Gómez Isa, Felipe
7. Artacho, Julián 30. Grau, Elena
8. Arteta, Yezid 31. Grasa, Rafael
9. Ayuso, Anna 32. Guarín, Sergio
10. Bello, Marta Nubia 33. Herbolzheimer, Kristian
11. Ben Ami, Shlomo 34. Jaramillo Suárez, Marcela
12. Benavides, Farid 35. Lederach, John Paul
13. Benjumea, Adriana 36. López, Eva
14. Bouvier, Virginia 37. López, Marta
15. Casij Peña, Natalia 38. Lozano, Pamela
16. Díaz, Jorge Mario 39. Llorente, María Victoria
17. Duncan, Gustavo 40. Macías, Marta
18. Erill, Judith 41. Marulanda, Iván
19. Fanlo, María 42. Massé, Frédéric
20. Fernández, Lorena 43. Moreno, María Camila
21. Font, Tica 44. Palacios, Luz Nelly
22. Fuentes, María 45. Paladini, Borja
23. Garay, Luis Jorge 46. Palou, Juan Carlos

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 139
47. Palou-Loverdos, Jordi 57. Saura Estapà, Jaume
48. Pearce, Jenny 58. Soriano, Juan Pablo
49. Prieto, Miquel Àngel 59. Suárez, Andrés Fernando
50. Rey, Francisco 60. Torres, Diego
51. Roca, Felip 61. Unger, Barbara
52. Rubio, Mauricio 62. Urgell, Jordi
53. Salas, Judith 63. Valencia, León
54. Sánchez, Gonzalo 64. Vega, Gerardo
55. Sanromà, Món 65. Velásquez, Carlos
56. Santiago, Luisa

140 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
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JANUARY 2013

10/2013

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OCTUBRE 2012

9/2012

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ENERO 2012

142 DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta
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Companies in Conflict situations: Advancing the research agenda


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Polarización y Conflictos en América Latina


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Conditions pour la consolidation de la paix en Côte d’Ivoire


SEPTEMBRE 2010

3/2010

Midiendo la paz. Iniciativas, limitaciones y propuestas


MARZO 2010

2/2010

The Barcelona Forum on Decentralized Governance and Conflict Prevention


6-8 JULY 2009

1/2010

Jornades del Moviment per la Pau


13 i 14 DE NOVEMBRE DE 2009

Todos los números disponibles en / All numbers available at / Tots els números disponibles a:

www.gencat.cat/icip/

DOCUMENTS 12/2014  Escenarios Posconflicto en Colombia. Agenda, Oportunidades y Hoja de Ruta 143
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