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VÍCTOR MÁXIMO
CHARLES DUNLOP
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UNA EXPLICACIÓN PRELIMINAR
Así pues, hay que tener en cuenta esta reforma sufrida por nuestro
ordenamiento jurídico, que modifica tácitamente numerosos artículos del
Código Penal y diversas leyes especiales, y al efecto se observa que
cuantas veces en la presente obra se haga mención de la pena de
trabajos públicos, deberá leerse reclusión.
EL AUTOR
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PAGINA LIMINAR
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A LOS ESTUDIANTES DE LA ESCUELA DE DERECHO
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Para concluir, el autor sólo desea fundamentalmente experimentar la
satisfacción de demostrar su espíritu de cooperación, con su voto para
que dicho trabajo sea de la mayor utilidad a sus destinatarios.
GENERALIDADES
Objeto de la parte general y de la parte especial del derecho penal
dominicano.
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La segunda parte, o sea la parte especial del derecho penal, tiene por
objeto la descripción y delimitación de las infracciones en particular y la
pena con que es castigada cada infracción, esto es, el estudio de cada
figura delictiva en sus elementos especiales y la determinación de las
sanciones aplicables a los autores de las infracciones.
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En el libro cuarto, exclusivamente consagrado a las contravenciones de
policía, se ocupa en el Capítulo 1, de las penas en materia de policía; en
el Capítulo II, de las contravenciones y penas correspondientes a cada
una de las tres clases de contravenciones en que la ley agrupa estas
infracciones ligeras.
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a) Crímenes y delitos contra la cosa pública:
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- Heridas y golpes voluntarios no calificados homicidio y otros crímenes
y delitos voluntarios.
- Homicidio, heridas y golpes involuntarios, y crímenes y delitos
excusables o no que no se reputan crimen ni delito.
- Delitos contra la honestidad.
- Detención y encierros ilegales.
- Crímenes y delitos tendientes a impedir o destruir la prueba del estado
civil de un niño, o a comprometer su existencia; sustracción de menores
e infracciones a las leyes relativas a las inhumaciones.
- Perjurio, difamación, injuria y revelación de secretos.
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colectividad y los del individuo: y de otro lado, se objeta la ubicación
inexacta de ciertas infracciones, Tal acontece, por ejemplo, con la fal-
sedad en escritura privada (Arts. 150 y 151) que figura entre las infrac -
ciones contra la cosa pública, a pesar de ser atentatoria a la persona
humana individual, e inversamente con el ultraje público al pudor (Art
330), que se incluye absurdamente entre las infracciones contra los
particulares, mientras atenta de modo principal a la moral pública. Los
ejemplos podrían multiplicarse.
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"En las perturbaciones de los ministros de cultos en el ejercicio de su
ministerio", no se trata de delitos en los cuales sea necesario que los
ministros obren en el ejercicio de sus funciones; otra cuestión; "en la
asociación de malhechores, vagancia y mendicidad", la asociación no es
ya una condición esencial de la primera de estas infracciones, etc. Esto
ocurre también con otras secciones, tanto en esta parte del código como
en la correspondiente a las infracciones contra los particulares.
TRAICIÓN - ESPIONAJE
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c) Criterio psicológico: depende de los móviles del agente; para
perjudicar a la nación, será la traición: por ambición o ligereza, será el
espionaje.
1ro. Tomar las armas contra la República (Art. 75). Este crimen
presupone evidentemente una acción de guerra y una actividad militar:
tomar las armas, como es lo correcto, contra la Patria, no portar las
armas, como dice el Código francés: port d'armes contre la France. El
hecho de alta traición, en sí mismo, esto es, el de tomar las armas contra
la República, suele ser imputado como tal a los nacionales.
La ley castiga con la pena más grave este hecho, que es lícito para el
extranjero, tan sólo por la criminalidad que toma en la calidad del autor,
quien viola con el crimen los deberes que lo unen a la Patria. El que
delinque contra la seguridad exterior del Estado, desgarra el seno mismo
de la sociedad que le vio nacer (Isaías Sánchez-Tejerina, Derecho Penal
Español, II, parte especial, p. 18).
Los elementos de este crimen, además del psicológico, son dos: 1ro. El
crimen de traición supone, en primer término, que el autor sea
dominicano. El artículo 75 se refiere sólo al dominicano y no al
extranjero; y
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2do. El tomar las armas contra la República, que consiste en servir
contra la República en el ejército de una nación extranjera en guerra
contra ella. No es preciso haber combatido efectivamente.
Es peor la situación del dominicano que tome las armas contra su patria.
Entonces con mayor razón se le debe castigar con la pérdida de la
nacionalidad dominicana. Así las cosas, entendemos que las
disposiciones de los artículos 75 del Código Penal y 21 del Código Civil
deben ser consideradas en conjunto, lo que viene a significar que a la
sanción penal se agrega una sanción civil, la del artículo 21 del Código
Civil, que prevé en su parte final, lo siguiente: "Todo sin perjuicio de las
penas pronunciadas por la ley criminal contra los dominicanos que hayan
hecho o hagan armas contra su Patria".
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Ciertamente que los insurgentes que, en esta hipótesis, combatan contra
las tropas regulares, no lo hacen contra su país. Sin embargo, si el
movimiento insurreccional, en este estado de revuelta contra el gobierno
regular, apela a los recursos de una potencia extranjera, es evidente que
los dominicanos que combatan en tales condiciones podrían, en rigor, ser
pasibles de la pena prevista por el artículo 75 (V. Garraud, tome III, Traite
Théorique et Pratique du Droit Penal; París, 1916, p. 516).
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El hecho cometido en Santo Domingo por extranjeros, a quienes la
hospitalidad que les ofrece la República les impone cuando menos el-
deber de respetarla, es castigado también de acuerdo con el artículo 76
modificado. Anteriormente este hecho no era castigable, pues el antiguo
texto exigía la condición de dominicano.
3ro. Las tramas o conciertos con los enemigos del Estado previstos
por el Art. 77. Los elementos del crimen, además del elemento subjetivo
intencional, son dos:
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1ro. el hecho material de las tramas o conciertos, que es como el
legislador dominicano precisa las inteligencias o maquinaciones que
prevé la disposición correlativa del Código Penal francés, maquinaciones
que la ley no ha definido y son como las del artículo 76 de apreciación
soberana del juez;
2do que las tramas o conciertos sean sostenidos con los enemigos del
Estado lo que supone un estado de guerra y que tengan por objeto uno
de los hechos indicados por la ley (Ver sentencia de la Corte de Casación
írancesa del 28 de noviembre de 1834 (Sirey 34.1.822). Estos hechos
son:
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En efecto, en este caso no estaría caracterizado uno de los elementos
Constitutivos del crimen, pues no podría decirse que los suministros han
sido hechos como resultado de I tramas o conciertos con el enemigo.
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Dice el extinto profesor Rosell que "la palabra correspondencia es una
traducción falsa de correspondance, que significa comunicación. Nada
más incorrecto, correspondance equivale a correspondencia, y a ese
respeto Garraud aclara que puede tratarse de una correspondencia
escrita, de una correspondencia telefónica y aun de viva voz (T. III, No
1193, p. 532).
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Los elementos constitutivos del crimen previsto por el texto, son
cinco:
4to. La cuarta condición es que este secreto haya sido comunicado a los
agentes de alguna nación extranjera, o a los del enemigo. Importa poco
que la revelación haya sido hecha directamente al jefe de la nación
extranjera enemiga, o indirectamente, por intermedio de sus agentes.
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del enemigo, será castigado con la pena de 30 años de trabajos públicos.
Si los planos han sido entregados a los agentes de una Potencia amiga,
aliada o neutral, la pena será la de la detención".
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c) Los planos entregados deben relacionarse con fortificaciones,
arsenales, puertos, ensenadas, abras o radas, es decir, a medios
defensivos del Estado.
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¿Se trata de planos conocidos del público o de planos secretos? En
verdad la ley no hace especificaciones, pero como lo que ésta prevé es
una infracción grave, que castiga con la pena de 30 años de trabajos
públicos cuando su autor es funcionario o agente público, es inconcebible
la aplicación de semejante sanción a la entrega de planos que han sido
publicados. El carácter secreto de éstos es esencial.
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Por lo demás, el campesino que hubiera dado asilo a uno o varios
soldados enviados a la descubierta, no será castigable si solamente ha
cedido por la fuerza (C.P., Art. 64).
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El crimen previsto por el artículo 84 puede ser cometido por toda
persona, sin distinción de nacionalidad; "Aquel". Tres condiciones son
necesarias para la constitución del mismo, además del elemento
psicológico:
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Esta no es una expresión caprichosa o inútil, y a la cual tampoco es
posible acordarle el sentido de colocar al Estado en la ridícula situación
de aprobar o desaprobar actos privados que carezcan de sentido público.
Ese agregado parece estar vinculado con la facultad de expedir o negar
patentes de curso que tenían algunas naciones civilizadas de Europa.
Los actos materiales definidos como actos hostiles son, más o menos, la
ruptura de una bandera, la organización de una expedición
insurreccional, el suministro de armas, municiones o pertrechos de
guerra a los enemigos de una nación con la cual el Estado se encuentra
actualmente en paz, etc.
Por otra parte, el artículo 85 castiga con la pena de destierro: "a todo
aquel que, con actos no aprobados ni autorizados por el Gobierno,
expusiere a los dominicanos a experimentar represalias, en sus personas
o en sus bienes". Esta disposición es aplicable bajo dos condiciones,
amén del elemento psicológico:
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Estos actos constituyen, sin duda crímenes o delitos especiales,
previstos y sancionados por otros artículos de la ley. Es el perjuicio
eventual para la seguridad del Estado o de sus nacionales que la ley
protege.
En fin, puede ser contemplado bajo dos calificaciones, pero una sola
pena debe ser aplicada, puesto que se trata de un hecho único y de una
sola resolución criminal. Se estaría ante un caso de concurso ideal de
infracciones.
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progreso de las armas adversas o de comprometer gravemente la
seguridad del Estado).
Los artículos 109 al 113 del Código Penal castigan las infracciones contra
los derechos políticos. Ahora, por derechos políticos se entiende las
facultades que la Constitución garantiza a los ciudadanos para participar
en el poder político del Estado, ya siendo elegidos en la representación
de este poder, ya eligiendo a otros, o aun siendo consultados, como en
los plebiscitos; en una palabra los derechos de votar, de elegir y de ser
elegido. Se trata de garantizar la participación del pueblo en el gobierno
de la nación, que es la base de la democracia.
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Se han agrupado en tres categorías los hechos que el Código Penal
erige en delitos para garantizar los derechos políticos del voto en
general:
El sufragio debe ser libre: es necesario reprimir los actos que impidan o
perturben el ejercicio de los derechos electorales; es preciso además
garantizar al elector contra los inconvenientes que puedan acarrearle el
conocimiento de su voto.
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El sufragio debe ser sincero: importa reprimir dos órdenes de delitos: el
fraude y la corrupción que provienen de los miembros de las asambleas y
de los demás organismos electorales.
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Estos dos artículos han sido completados por las siguientes dispo-
siciones de la Ley Electoral No. 5884, del 8 de mayo de 1962: "Art. 68...
"Se prohíbe a los partidos toda actividad que tienda o tenga por
resultado... influir por medio de violencia, amenaza o engaños sobre los
ciudadanos para obtener votos en favor de sus candidatos o en contra de
los otros partidos. "Art.118…
4to. Por cualquiera otra irregularidad grave que sea suficiente para
cambiar el resultado de la elección".
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Los fraudes en el escrutinio
Los artículos 111 y 112 del Código Penal castigan los fraudes
consistentes en la falsificación de boletas de inscripción, en la distracción
de la urna electoral "o agregando en ella boletas distintas a las que
depositaren los sufragantes, inscribiendo en las de los electores que no
sepan escribir, nombres distintos de los que ellos les hubieren indicado".
El artículo 112 prevé que cuando el fraude ha sido cometido por cualquier
otra persona, al hecho se le da la calificación de delito y la pena es la de
prisión de seis meses a dos años, y la interdicción del derecho de elegir y
ser elegido, durante un año a lo menos, y cinco a lo más.
Los artículos 111 y 112 están ampliados por las siguientes disposiciones
de la Ley Electoral, comprendidas desde el artículo 185 al 195, ambos
inclusive.
Ley No. 5884 del 6 de mayo de 1962.- Gaceta oficial No. 8654 (Ley
Electoral).
"Art. 185. Serán castigados por el tribunal correccional con prisión de
seis meses a dos años y con multa de doscientos a mil pesos las
personas que en una solicitud de inscripción de partida hagan
declaración falsa respecto del número de sus afiliados.
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(Suprimidos los apartados 1, 2, 3 y 4 de este artículo por la Ley No. 205,
de fecha 2 de abril de 1984).
"5.- Los que firmen con nombre distinto del suyo un documento de
propuesta.
"6.- Los que falsificaren un documento de propuesta.
"7.- Los que firmen un documento de propuesta no siendo electores en la
división política a que dicho documento corresponda.
"8.- Los que firmen más de un documento de propuesta para un mismo
cargo, a no ser que todos los anteriormente firmados hubieren sido
retirados o declarados nulos.
"9.- Los que presentaren un documento de propuesta a sabiendas de
que contiene alguna firma falsa o de que está firmado por alguno que no
sea elector de la división política a la que corresponda, o que es
fraudulento en cualquiera de sus partes.
"10.- Los que votaren sin tener derecho para hacerlo.
"11.- Los que votaren más de una vez en una misma elección.
"12.- Los que a sabiendas depositaren dos o más boletas.
13.- Los que votaren usando cualquier nombre que no sea el suyo.
"14.- Los electores que directa o indirectamente solicitaren dádivas o
presentes para votar a favor de cualquier candidato o grupo de
candidatos en una elección.
"15.- Los que mediante soborno o de otra manera procuraren que una
persona investida por la ley de un cargo oficial en relación con las
elecciones deje de cumplir o se niegue a cumplir los deberes que éste le
impone.
"16.- Los que mediante soborno o por cualquier otro medio procuraren
que una persona investida por la ley con un cargo oficial en relación con
las elecciones cometa o permita a otra persona cometer algún hecho que
constituya infracción a las disposiciones legales relativas a la elección.
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"17.- Los que amenazaren o cometieren excesos de poder en relación
con las materias electorales.
"18.- Los delegados de partidos ante Mesas Electorales a quienes les
fueren rechazadas diez o más propuestas o impugnaciones contra;
electores.
"19.- Los que indujeren o auxiliaren a otro a cometer cualquiera dalos
hechos expresados en este artículo.
Art. 187. Serán castigados con prisión correccional de seis meses a dos
años o con multa de doscientos a mil pesos, o con ambas penas:
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"13.- Los que maliciosamente dejaren de incluir en el libro de votación el
nombre de alguna persona que hubiere votado.
"14.- Los que hicieren o permitieren que otro haga un escrutinio o
relación fraudulentos de los votos emitidos.
"15.- Los que firmaren un certificado de elección a favor de persona que
no tenga derecho a ello.
"16.- Los que se negaren o dejaren de firmar un certificado de elección a
favor de cualquier persona que tenga derecho al mismo.
17.- (Suprimido por Ley 205, año 1964).
"18.- Los que solicitaren dádivas o accedieren al soborno en los casos
previstos por disposiciones anteriores.
"19.- Los miembros de las Mesas Electorales en las cuales
desaparecieren las boletas y no se hubiere podido determinar el
culpable.
"20.- Los que careciendo de atribuciones para ello actuaren o
pretendieren actuar con el carácter de funcionarios autorizados por esta
ley.
"21.- Los funcionarios administrativos o judiciales que se mezclaren en
los actos electorales usando de su influencia oficial para las elecciones.
"22.- Los individuos de cualquier cuerpo de policía o de fuerza pública
que intimidaren a cualquier elector o ejercieren presión en su ánimo, para
impedir el ejercicio de las atribuciones y prerrogativas que le estén
acordadas por la Constitución y por esta Ley, o sea inmiscuyeren de
cualquier modo en cualquier elección o en el resultado de la misma.
"23.- Los que amenazaren, prometieren o acordaren, directa o
indirectamente, separar o rebajar de su categoría o sueldo a un
funcionario o empleado público, o procurar que se le separe o se le
rebaje de categoría o sueldo, con el propósito de ejercer influencias
sobre las determinaciones de dicho funcionario o empleado en el
ejercicio de su derecho electoral.
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"24.- Los que indujeren, auxiliaren u obligaren a otra persona a cometer
cualquiera de los hechos previstos por este artículo.
(Ver asimismo los artículos 188 al 195: estos artículos relativos también a
las disposiciones penales, se contraen a asegurar la libertad, la legalidad
y la sinceridad del sufragio).
El artículo 113 del Código Penal castiga a "todo ciudadano que, en las
elecciones, hubiere comprado o vendido un sufragio, cualquiera que sea
su precio". Este artículo establece como sanción la pena de inhabilitación
para cargos y oficios públicos, desde uno hasta cinco años, y multa de
diez a cien pesos.
Distingamos:
a) las del Código Penal son evidentemente políticas, por virtud de la Ley
del 28 de junio de 1911, que siguiendo la doctrina objetiva, les confiere
esta calificación;
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infracción lesiona y a pesar de no figurar en la lista que da la Ley del 28
de junio de 1911 de las infracciones políticas, porque esta ley, restrictiva
en cuanto al Código Penal, no alcanza las infracciones no previstas en
éste, tal se desprende de su economía y de la enumeración que hace.
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Prescripción de los delitos electorales
Esto tiene una larga tradición histórica, que arranca de la Carta Magna
de 1215, pasando por el Bill de Habeas Corpus de 1679 y la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
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Todas las Constituciones de la República, con leves variantes, destinan
una sección para consagrar los derechos y garantías fundamentales de
los habitantes que, al encontrarse en la base de nuestro sistema político,
de orientación democrática y liberal, constituyen presupuestos esenciales
de la ley procesal.
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Elementos constitutivos. Son cuatro:
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El legislador dominicano ha completado las disposiciones del artículo 114
con la Ley de Habeas Corpus. No es nuestro propósito ahondar estos
problemas, sino simplemente enunciarlos, porque se relacionan con el
tema.
Este texto constituye una especie de sanción general contra los excesos
o los abusos de poder de los representantes del Estado que conlleven
una violación a los derechos constitucionales.
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C) Tercer elemento. El funcionario, agente o delegado del Gobierno,
debe actuar en esta calidad, en el ejercicio de sus funciones y abusando
de su autoridad. Cae bajo las sanciones del artículo 341 el funcionario
que actúe en interés privado.
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justifique que ha obrado por orden de superiores a quienes debía
obediencia jerárquica en asuntos de su competencia, caso en el cual
queda exento de la pena, "la que en este caso se aplicará a sus
superiores que hubieren dado la orden" (Art. 114, párrafo 2).
La ley crea así, no como ella ha dicho, un hecho justificativo, sino una
excusa absolutoria en beneficio del funcionario, agente o delegado del
Gobierno, que hubiere cometido un acto arbitrario o atentatorio a la
libertad individual. En verdad, el artículo 114 se refiere con la expresión
"si justificaren" (los agentes), no a la naturaleza del hecho que exceptúa
al agente de la pena, sino a las condiciones de las cuales ella depende,
por ello se decide generalmente que es una excusa.
a) Es preciso que una orden haya sido dada por un superior a un inferior,
debiéndole éste obediencia jerárquica al primero.
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c) Es necesario, asimismo, que la orden sea anterior al atentado. No será
suficiente que el superior jerárquico declare, después de cometido el
hecho y para cubrir a su subordinado, que sólo él es responsable del
hecho. No debe admitirse la excusa en este caso.
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de la fuerza pública, para impedir la ejecución de una ley, la percepción
de una contribución legal, la ejecución de un auto o de mandamiento
judicial, o de cualquiera otra disposición emanada de autoridad legítima.
En este caso, las penas pronunciadas por los artículos que preceden, no
se impondrán sino a los superiores que primitivamente hubieren dado
esas órdenes".
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Violación de domicilio cometida por los funcionarios
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No es suficiente que el local sirva de habitación, es necesario también
que esté ocupado {Bourges, 4 junio 1885, S. 87.2.180, D, 87.2.219). Mas
poco importa que cuando ocurra la violación, el ocupante esté presente o
ausente (Cas. 1ro. marzo 1890, S. 91 .1.140, D. 90 1.334). Pero si se
penetra a un edificio no habitado no hay violación de domicilio.
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En efecto, la Suprema Corte dominicana proclamó que el párrafo 9 del
artículo 6 de la Constitución (ahora párrafo 3 del artículo 8), que
consagra el principio de la inviolabilidad del domicilio, tiende a evitar los
actos arbitrarios de los funcionarios públicos, pero no de la acción legal
de la Policía Judicial, cuyos agentes son competentes para realizar una
visita domiciliaria en los casos previstos por la ley y con las formalidades
que ella prescribe;
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Examinaremos los casos en que la ley autoriza el allanamiento y las
formas que prescribe para realizar esta medida, que, como se ve, son
excepciones al principio de la inviolabilidad del domicilio, pero que aun
así son necesariamente tan numerosas que sólo podemos indicar las
principales separándolas por las leyes que las prevén: el Código de
Procedimiento Civil, el Código de Procedimiento Criminal y las leyes
especiales.
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II. Casos previstos por el Código de Procedimiento Criminal: La ley
permite el allanamiento en dos categorías de casos:
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La Ley de Rentas Internas autoriza a los oficiales correspondientes a
introducirse en el domicilio de otro cuando se sospeche que allí se
fabrican o depositan mercancías sujetas a impuestos: a) en los lugares o
parte de ellos que sirven de residencia privada, con orden del Juez de
Paz u otro oficial competente; b) en los lugares que no sirven de
residencia, sin necesidad de orden de allanamiento y en cualquier mo-
mento.
Según vimos ya, existen varias disposiciones legislativas que regulan los
modos y oportunidades en que el allanamiento puede tener lugar.
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Cuando un Oficial de Rentas Internas sospeche, por ejemplo, de que en
una casa utilizada como residencia privada se fabrican, almacenan o
esconden mercancías o artículos sujetos a impuestos sin que éstos
hayan sido pagados, solicitará, por escrito, al juez de Paz u otro
funcionario competente de la localidad, una orden de allanamiento.
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La Ley para el Régimen de las Aduanas dispone que, en materia de
contrabando: cuando se dictare orden de allanamiento por funcionario
competente, éste podrá señalar su ejecución fuera de las seis de la
mañana y las seis de la tarde.
Por lo demás, una pesquisa domiciliaria puede ser llevada a efecto, sin
orden de allanamiento, por un Oficial de la Policía Judicial o aún por la
Policía, si el interesado lo consiente libremente.
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Esta inviolabilidad sufre varias excepciones (Ley del 19-22 de julio de
1791, ley del 28 germinal año VI): no se aplica ni a los sitios abiertos al
público (fondas, cafés, tiendas), ni a las casas de juego, ni a los
establecimientos de corrupción, ni a las empresas industriales en las
cuales se trabaje durante la noche.
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conocimiento de todas sus condiciones: esto es, con conocimiento de
que el agente:
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3ro. La intención delictuosa. (Cas. 15 diciembre 1942, B.J. 389. ps. 984-
985).
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funcionario. En realidad, en esta última hipótesis, así se ha precisado, es
suficiente que el funcionario se haya introducido contra la voluntad del
ocupante. En el caso del simple particular es necesario que haya
violencias o amenazas.
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debe haber actuado con conocimiento de causa, sea cual fuere el móvil
que le impulsó a actuar.
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En consecuencia, no hay falsedad por falta de alteración de la ver-
dad:
a) en el hecho de llevar la mano de una persona enferma haciéndole
escribir de ese modo un testamento o su revocación, si el escrito expresa
fielmente la voluntad del suscribiente (Cas. 18 marzo 1830, Dalloz Faux
105); en el hecho de borrar o rayar la cláusula de un testamento, si ha
quedado aun legible;
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Así, un comerciante, de común acuerdo con otro comerciante quebrado,
hace constar falsamente en sus libros, como envío al quebrado, una
suma cobrada por cuenta de éste y que él ha conservado para sustraerla
en perjuicio de los acreedores.
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capaz de engañar, esta alteración de la verdad, para que sea constitutiva
de delito, ha de estar realizada por algunos de los procedimientos o
medios especificados en la ley.
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con otro nombre o un seudónimo bajo el cual se es conocido. La falsedad
por colocación de una firma falsa es una falsedad material.
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solamente en el artículo 147. La falsificación puede ser más o menos
perfecta pero basta con que el escrito sea susceptible de hacer creer que
él emana de la persona cuya escritura se imita. El hecho es seguido
frecuentemente de una firma falsa.
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Si él no sabía del fraude, se admite que la suposición de personas
cometida por un individuo en el acto auténtico constituye una falsedad
mediante la confección falsa de convenciones (C. P. Art. 147). Cas. 19,
abril 1866, S. 67.1.90, D.66.1.413.
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Tal es el caso de aquel que declara al Oficial del Estado Civil el
nacimiento de un fiiño como hijo de una mujer que no es la madre. Resta
señalar que la falsedad intelectual puede ser cometida en escrituras
comerciales o privadas, donde se confunde entonces con la falsa
confección o la alteración de cláusulas.
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ser de otra manera a menos que la copia fuera certificada, corro una
copia de acta del estado civil); la producción de facturas falsificadas con
el propósito de hacerse conceder indemnizaciones indebidas de una
compañía de seguros (Cas. 18 junio 1925, S.1926 1.92, D. 1927.1.92);
la presentación por un comerciante quebrado de un balance inexacto
(Cas. 14 junio 1873, S. 73.1.427, D. 74.1.41); la presentación por los
administradores de una sociedad comercial, de un balance que ofrece
una falsa situación activa y pasiva (París, 31 enero 1905, D. 1905.2.377).
En efecto, en todas estas hipótesis, la alteración de la verdad en los
documentos, I no puede engendrar ningún derecho.
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Contrariamente, en el caso de falsedad material, el agente disimula su
personalidad y emplea maniobras físicas y concretas.
La nulidad del acto quita al escrito todo valor, esto es, la torna
jurídicamente inexistente y, por lo tanto, no puede ser objeto de este
crimen: quod nullum est nullum producit effectum (lo nulo no produce
efecto alguno).
Con relación al acto anulable, se afirma, por el contrario, que
jurídicamente existe mientras su nulidad no haya sido juzgada. De
manera que los documentos anulables pueden constituir objeto material
del crimen de falsedad. Asimismo, no hay falsedad si el documento se
refiere a hechos imposibles.
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No constituyen, por tanto, falsedades: la alteración de un acta sin firma,
la presentación de una reproducción falsa de una fotografía. Sin
embargo, no es necesario que el perjuicio haya resultado: es suficiente
que el perjuicio sea posible en el momento en que el documento es
elaborado.
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difamación o la injuria; la inscripción de un niño natural bajo el nombre
de una joven que no es su madre, con el fin de
desconsiderarla, etc.
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Sería de otro modo si el alguacil hubiera actuado con el propósito de
perjudicar a otra persona. Como en nuestra legislación no se encuentran
disposiciones semejantes al decreto francés del 14 de junio de 1813, en
la República Dominicana hay falsedad culpable:
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Sin embargo, se debe admitir que el oficial público que voluntariamente
altere la verdad en un acto de su ministerio no puede ignorar que causa
perjuicio a la sociedad (Cas. 11 octubre 1860, ya indicada). Desde el
momento que la alteración voluntaria quede establecida, incurre en las
penas con que el código sanciona la falsedad.
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Así, cuando la falsedad afecta un acto entero, la pieza debe estar
revestida de la calidad y de la firma del supuesto oficial público. Poco
importa, por lo demás, que la falsedad sea la obra de un oficial público o
de un simple particular (Art. 147).
1°.-Actos Políticos.
Son los actos que emanan de los poderes constituidos: leyes, decretos,
tratados.
Son los actos redactados por los notarios, los alguaciles, los tasadores,
los agentes de cambio, los corredores juramentados.
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La jurisprudencia considera que la calidad de funcionario concurre como
un elemento constitutivo del crimen y no como una simple circunstancia
agravante,
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El artículo 147 del Código Penal no toma en cuenta la calidas del autor
de la falsedad: poco importa que sea o no comerciante. La ley sólo toma
en consideración la naturaleza intrínseca de la escritura falsa. (Cas. 23
dic. 1853: 8. 594). Se coloca en un punto de vista puramente objetivo.
314
Pagaré a domicilio.- Este pagaré es pagadero en el domicilio de un
tercero, en un lugar que no sea aquel donde fue suscrito. No tiene
carácter comercial, conforme los términos de los artículos 632 y 637 del
Código de Comercio, a menos que este suscrito por un comerciante o un
individuo que presume serlo, o cuando tiene por objeto un acto de
comercio (Cas. 30 enero 1852: B. 45; 27 agosto 1863: B. 231).
314
endosado por un individuo no negociante, la falsedad cometida en el
endoso es aún una falsedad en escritura privada (Cas. 16 mayo 1828; D.
Vo. Faux, No. 310).
314
civil ante el Juez de Instrucción, esto es, presentando en contra del autor
de la infracción una querella con constitución en parte civil.
314
Si los comparecientes o alguno de entre ellos no supiesen o no quisieren
firmar, se mencionará en acta. En caso de negligencia o de omisión, el
secretario será penado con diez pesos de multa (Art. 318).
314
Los particulares podrán ser obligados a presentar las escrituras privadas
en su poder como documento de comparación, conforme el
procedimiento instituido por el artículo 324. Cuando los testigos dieren
explicaciones sobre algún documento del expediente, la firmarán y
rubricarán, y si no pueden firmar, se hará mención de ello en el acta (Art.
325).
314
Si la falsedad es la obra de un simple particular, se le aplicará la pena de
tres a diez años de trabajos públicos (C. P., Art. 147).
314
Si el tribunal ha omitido ordenar el restablecimiento o la radiación, puede
hacerlo en una sesión ulterior a requerimiento del Ministerio Público
(Cas. 20feb. 1789, D. 79.1484).
No hay ningún lazo entre las dos, esto es, el uso no se considera
integrado en la falsedad realizada. Son dos infracciones completas,
abstracción hecha una de la otra. Si el mismo autor de la falsedad utiliza
la pieza falsa que ha elaborado o alterado, cometería dos crímenes
sucesivos, y en este caso habría concurso de infracciones.
314
1ra. En primer lugar, es necesario que haya un hecho de uso. La ley
misma no ha precisado lo que se debe entender por el uso de una pieza
falsa. Pero es evidente que usa el documento falso quien se sirve del
documento (no de su materia), haciéndolo aparecer como genuino (si
es materialmente falso) o como verídico (si es intelectualmente falso)
para cualquier fin jurídicamente eficiente, de conformidad con la índole y
destino del documento, bastando que salga de la esfera reservada del
culpable (Manzini, Lombardi).
3ra En tercer lugar, es necesario que el autor haya actuado de mala fe, lo
que significa que debía tener conocimiento, en el momento de hacer uso
de la pieza, de la falsedad del documento. Pero no hay que tomar en
cuenta el fin o móvil del agente.
314
Elemento moral consiste, pues, en la voluntad consciente de hacer uso
del documento a sabiendas de que es falso. No hay crimen si la persona
que hizo uso de la cosa falsa no tenía conocimiento de la falsedad (Art.
163).
Rebelión
La ley incrimina la rebelión con el propósito de asegurar el respeto que
se debe a los funcionarios y agentes de la fuerza pública, encargados de
la ejecución de las leyes u órdenes de la autoridad. No reprime la simple
desobediencia, ni la resistencia pasiva. Castiga el ataque o la resistencia
violenta, en la medida en la cual tiende a entorpecer el ejercicio del poder
público y a paralizar los medios de acción.
314
Veremos primero la concepción francesa del delito de rebelión y luego los
efectos jurídicos del artículo 209 del Código Penal dominicano.
Sin embargo, el artículo 219 dispone que hay rebelión fuera de toda
violencia y que las simples amenazas son suficientes, cuando la rebelión
emana sea de obreros en los talleres o en las fábricas, sea de individuos
admitidos en los hospicios, sea de prisioneros prevenidos, acusados o
condenados.
314
b) Los actos de violencia deben ser dirigidos contra ciertos funcionarios o
determinados agentes. El artículo 209 designa limitativamente las
personas protegidas. La ley no protege todos los funcionarios; todos los
ciudadanos encargados de un servicio público, sino solamente algunos
de ellos, ya que ejecutan las órdenes de la autoridad.
314
La ley no protege la persona de los agentes: quiere solamente asegurar
la ejecución de las leyes y de las órdenes de la autoridad. Desde este
punto de vista, es necesario distinguir entre los agentes cuya misión
constante es asegurar la ejecución de las leyes y fallos de la autoridad
(tales como agentes y oficiales de policía) y los agentes que
accidentalmente han sido encargados de tal misión.
Los primeros son protegidos por el artículo 209 todas las veces que ellos
se encuentren en el ejercicio de sus funciones, con la precisión, sin
embargo, de que las violencias dirigidas contra ellos no constituyen el
delito de rebelión a menos que su finalidad sea obstaculizar o impedir la
ejecución; por ellos, de las leyes y órdenes de la autoridad o de fallos de
la justicia.
314
d) En fin, el delincuente debe haber actuado con intención culpable, es
decir, con conocimiento de causa. Poco importa el móvil al cual obedeció.
Poco importa que el agente de la autoridad lleve o no su uniforme o sus
insignias, desde que conste que el prevenido conocía su calidad y sabía
que obraba en la ejecución de las leyes.
El artículo 209 del Código Penal dominicano no exige, por una parte, que
la rebelión sea cometida contra los encargados de la ejecución de las
leyes u órdenes de la autoridad, extendiendo su protección a todos los
funcionarios y empleados públicos y a sus delegados o encargados, ni
impone la condición de que se realice el hecho en el momento en que
ejecutan su mandato sino en el ejercicio de sus funciones, con lo cual
podrá pensarse que no es necesaria una oposición, bastando sólo con
las violencias; y por otra parte, el texto del artículo 209 dominicano,
interpretado literalmente, tampoco exige-que el ataque (acometimiento) o
la resistencia sean acompañados de violencias o vías de hecho, sino que
parece establecer cuatro formas en la rebelión: acometimiento,
resistencia, violencias o vías de hecho.
Aunque una sentencia de casación identifica las vías de hecho con las
violencias declarando sinónimas ambas expresiones, se distinguen de
éstas en que no pueden ser cometidas sino sobre las personas, y se
agrega además que son menos graves que las violencias, consistiendo,
por ejemplo, en escupir al funcionario, en asustarlo con un disparo, etc.
314
a) Rebelión cometida por una o dos personas.- La pena es de prisión
de seis días a seis meses (Art. 212).
314
SUSTRACCIONES COMETIDAS POR LOS DEPOSITARIOS
PÚBLICOS
(ARTS. 169 A 173)
La ley penal castiga con penas severas las sustracciones cometidas por
los depositarios públicos. Los artículos 169 a 172 del Código Penal
prevén las sustracciones cometidas por estos funcionarios o empleados;
el artículo 173, las sustracciones cometidas por otros funcionarios, como
veremos más adelante.
314
Cualquier funcionario o empleado público, convicto de desfalco, será
castigado con una multa no menor de la suma desfalcada y no mayor de
tres veces dicha cantidad y con la pena de RECLUSIÓN (la reclusión
tiene una duración de dos a cinco años).
314
Si se trata de sustracción o robo de documentos, autos, registros, actos,
expedientes y papeles en un archivo u oficina pública, no se aplican los
artículos 169 y 173: el hecho está previsto por los artículos 254 y 255 del
Código Penal. Esta distinción es importante porque la pena no es la
misma en todos los casos.
314
Concusión (Art. 174 y Ley de Costas Judiciales)
314
Oficiales ministeriales: Son también funcionarios que reciben mandato
directo y personal de la ley; pero se distinguen de los primeros en que su
mandato se refiere a los servicios que prestan ai los particulares en sus
relaciones con la justicia. Por ejemplo, los secretarios de los tribunales,
alguaciles, notarios, etc.
314
artículo 174 les reconoce la libertad de fijar sus remuneraciones como les
plazca.
Los abogados podrán, no obstante, cobrar a los que utilicen sus servicios
profesionales, los honorarios que hubiesen estipulado previamente; pero
los litigantes no podrán repetir contra la parte que sucumba, sino los
establecidos en esta tarifa".
314
Es fácil de confundir a veces la corrupción con la concusión. Mientras la
concusión consiste, como se ha dicho, en recibir u ordenar percepciones
ilegales a sabiendas de su ilegalidad, la corrupción consiste en aceptar
promesas o recibir dádivas para abstenerse de cumplir un deber atinente
al cargo o función.
La tentativa
314
menos y cinco a lo más, contados desde el día en que hubieren cumplido
la condenación principal; podrá además el tribunal, por la misma
sentencia, someter a los culpables bajo la vigilancia de la alta policía,
durante igual número de años.
314
En consecuencia, las disposiciones mencionadas del Código Civil --ley
general- quedaron derogadas por la Ley de Actos del Estado Civil --ley
especial de aplicarse las reglas de la derogación tácita, según las cuales
la incompatibilidad que produce esta puede resultar, tanto de
disposiciones diferentes, contradictorias, como de disposiciones idénticas
y por eso sólo contradictorias. Cabe preguntarse entonces si estas
infracciones continúan teniendo el carácter que el Código Civil les
atribuye.
314
INFRACCIONES PENALES E INFRACCIONES CIVILES: LEYES
QUE PREVÉE CADA CLASE Y REGLAS DE FONDO Y DE
FORMA QUE LAS DISTINGUEN
A).- Infracciones penales previstas por el Código Pena, que basta con
enumerar:
- Redacción de actas sobre hojas sueltas o de cualquier otro modo que
no sea en los registros (Art. 192).
- Celebración del matrimonio sin el consentimiento de los terceros que
deben darlo (Art. 193).
- Celebración de un matrimonio antes de los 10 meses después de la
viudez de la mujer. Debía decir de la disolución del matrimonio, para
abarcar el divorcio (Art.194).
B).- Infracciones penales previstas por la Ley de Actos del Estado Civil,
que es imposible mencionar individualmente, ante el crecido número de
ellas; pero que pueden agruparse en dos clases:
a) Las infracciones castigadas individualmente por esta ley, que son las
siguientes-
314
- Celebración de un matrimonio, en caso de oposición, antes de la
sentencia de desestimación (Art. 58, Ap.18).
b) Las infracciones a las disposiciones de esta ley se encuentran
castigadas de un modo general por el artículo 107 de la misma con la
pena de multa de RD$50.00 a RD$1,000.00.
314
c) a la expedición de copias, requisitos mencionadas en los artículos
10,11, 12, 13,14,17, 24, 26, 28, 29, 30, 31, 32, y 35 de la nueva ley.
Estas infracciones escapan a la aplicación de las reglas de fondo y de
forma de las infracciones penales. Así, se distinguen de las demás
infracciones, principalmente:
314
Pero no es necesario que la detención sea justa, en el sentido de que si
el evadido resulta más tarde inocente no deba ser castigado Corle de
Alger, 26 oct. 1899, D. 1901, 2.348).
2do. Además, el evadido debe haber sido detenido por crimen o delito,
condición que excluye las detenciones por contravenciones y que resulta
de los artículos 239 y 240 para los acusados o condenados a penas
aflictivas o infamantes, y del 238 para los acusados correccionalmente.
Pero Garraud extiende estas disposiciones, invocando la necesidad, a
los detenidos por contravenciones.
314
de llaves lalsas, que sirven para calificar el robo, integran este elemento
(para el escalamiento: Cas. 28 enero 1904, D. 1904.1.479).
314
Penalidad: prisión de seis meses a un año
314
3) En fin, es preciso que el delito ha cometido por negligencia del
guardián. Este no es responsable si no ha cometido falta pero, pero la
negligencia se presume. De modo que le toca al guardián probar que él
no ha sido negligente.
En los tres casos de que trata el párrafo anterior, la pena que se imponga
al guardián o conductor culpable por negligencia de la evasión de presos
confiados a su cuidado, cesará de pleno derecho, al momento en se
capturen los evadidos, siempre que esto se efectúe dentro de los cuatro
meses de la evasión, y que no haya sido aquellos aprehendidos por
delitos cometidos después de su fuga (Art. 247 del Código Penal
dominicano).
314
II. Connivencia de los encargados de la guarda, de los detenidos
1ro. La calidad;
2do. La connivencia;
3ro. La evasión de los detenidos.
Según veremos más adelante, las personas que no han sido legalmente
encargados de la guarda de los detenidos no pueden ser autores de esta
infracción; pero, ajenas a la guarda de los detenidos, deberán ser
castigadas si proceden intencionalmente por el hecho de procurar o
facilitar la evasión (Arts. 238 a 240).
314
El delito debe ser cometido por connivencia
314
procuran la evasión de éstos y la ley las castiga con penas inferiores a
las de los guardianes porque no violan como éstos deberes particulares
de sus cargos.
314
Circunstancias agravantes. El artículo 241 agrava la pena aplicable a
los terceros cuando hubieren favorecido la fuga suministrando
instrumentos propios para efectuarla. La pena será entonces en los tres
casos previstos por la ley: de tres meses a un año de prisión si el evadido
se halla en uno de los casos del artículo 238; de uno o dos años de
prisión correccional si el evadido se encuentra en uno de los casos del
artículo 239 y será la de reclusión si el evadido se halla en el caso del
artículo 240 y de una multa de diez a cuatrocientos pesos en los tres
casos.
El artículo 242 decide que los culpables deben ser castigados con las
penas aplicables a los carceleros, guardianes y custodias de los presos,
cuando para favorecer o proporcionar la evasión de los detenidos,
sobornaren a dichos carceleros, guardianes o custodias (Crim. 1ro. abril
1952, Bul!, crim. 97).
314
b) Todos los culpables de connivencia en la evasión de los detenidos,
serán solidariamente responsables de las indemnizaciones que las
personas perjudicadas por la infracción -constituidas en parte civil.
314
porte y la tenencia de armas, y se pusieron de manifiesto todos los
elementos que le dan tipicidad a la nueva figura delictiva.
El Decreto No. 62, del 4 de mayo de 1923, sobre Armas Blancas y la Ley
No. 1216, del 15 de noviembre de 1929, sobre Armas de Fuego, fueron
las primeras disposiciones sobre la materia.
314
El artículo 1ro. De este Decreto prohibe a toda persona "portar en cual-
quier forma cortaplumas, navajas, machetes, sevillanas, cuchillos,
estoques, verduguillos, dagas, sables, espadas o cualquiera otra clase
de instrumentos afilados o con punta cuyas dimensiones excedan de tres
pulgadas de largo por media de ancho, con la sola excepción,
establecida en el artículo 2, de los machetes, sables y espadas, que
pueden ser usados por las autoridades policiales".
Este Decreto fue abrogado por el Decreto No. 122, del 25 de abril de
1931. "en cuanto se refiere al porte de cuchillos y machetes, los cuales
podrán ser usados con fines de trabajo". El artículo 6 del Decreto No. 62
castigaba el porte de armas blancas con multa de RDS25.00 a
RDS300.00, o prisión de uno a seis meses.
Esta ley derogó y sustituyó todo el viejo estatuto, ya que por ella misma
se especificó que quedaba derogada y sustituida la Ley No. 392. Del 20
de septiembre de 1943, y más aún el citado precepto legal expresó que
quedaba derogada cualquiera disposición sobre el particular que le fuese
contraria.
314
El artículo 101 del Código Penal da una definición de esta palabra. Dice
así: "La palabra armas comprende todas las máquinas, instrumentos o
utensilios cortantes, punzantes o contundentes". Arma es. Pues, todo
instrumento que sirva para atacar o defenderse.
Pero debe observarse que el artículo 101 está ampliado por la Ley No.
36. Del 17 de octubre de 1965. Sobre Comercio, Porte y Tenencia de
Armas, publicada en la Gaceta Oficial No. 8950; veamos, pues, los
siguientes artículos de dicha ley:
314
Art. 1.- La expresión armas de fuego como se usa en esta ley comprende
fusiles, rifles, carabinas, revólveres, pistolas, escopetas y todas las
demás armas mortíferas con las cuales se pueda disparar balas y otros
proyectiles por medio de pólvora o de otro explosivo.
PÁRRAFO III.- A las pistolas calibre 38, los revólveres calibre 45, los
revólveres c libre 44 y los revólveres "Magnun" 380 milímetros con las
características de armas de guerra, solamente podrán otorgárseles
licencias para la tenencia.
314
Basta la realización de una sola de esas conductas para la integración
cabal del delito consignado en el artículo de que se trata).
(La Ley No. 589, de fecha 16 de junio de 1970. modifica los Párrafos I, II,
III y IV del artículo 39 de la Ley No 36, reformada para que rijan de la
siguiente manera:)
314
minantes, será castigada con prisión correccional de dos (2) a seis (6)
meses y multas de cincuenta (RD$50.00) a doscientos pesos oro
(RDS200.00)
314
"Art. 40.- Toda persona que negocie o trafique en armas de fuego, sus
piezas o partes sueltas, municiones o fulminantes para las mismas, o que
las importe o de cualquier otro modo las adquiera o posea, con la
intención de negociar o traficar con ellas en contravención a las
disposiciones de esta ley, será castigada con las penas establecidas en
el Párrafo IV del artículo 39 de esta ley.
(La Ley No. 589 modifica igualmente la parte capital del artículo 43 de la
Ley No. 36, reformada, para introducir una serie de agravaciones):
"Art. 43.- Se castigará con la pena cien diez (10) a veinte (20) años de
trabajos públicos a toda persona que recorte o haga recortar carabinas,
escopetas, rifles y cualquier otra clase de armas de fuego; o que coopere
en tales operaciones o proporcione los medios para ejecutarlas; o que
tuviere en su poder, oculte o conduzca armas así modificadas; o que de
manera general haya facilitado o ayudado a la comisión de este crimen.
En estos casos el tribunal ordenará siempre la confiscación de las armas.
En cuanto al artículo 101 del Código Penal, si bien parece que se refiere
exclusivamente a crímenes políticos, establece una regla general cuya
314
aplicación se extiende a toda la legislación. Al definir las armas, atribuye
ese carácter, como ya vimos, a todas las máquinas, instrumentos o
utensilios cortantes, punzantes o contundentes.
314
Cuáles son armas de fuego para los fines de la Ley No. 36.
314
Este valor se calculará a base del precio que conste en los documentos
de compra.
314
Excepción: miras telescópicas
314
Registro Legal de Armas de Fuego, expedida por el Intendente General
del Material Bélico de las Fuerzas Armadas (Ley No. 333 de fecha 18 de
julio de 1968, que modifica el artículo 25 de la Ley No. 36).
En el caso de que una misma arma vaya a ser usada por varias
Personas, en su calidad de guardianes, serenos o celadores de una
industria, empresa o entidad comercial, agrícola o ganadera, se podrán
expedir tantas licencias como personas vayan a portarla, una vez
llenados los requisitos exigidos por la ley.
No es posible detallar uno por uno los pagos sujetos al impuesto. Baste
decir que cuando se trata de una licencia para el porte de armas de
fuego destinada a la defensa propia, o de sus intereses, el solicitante
deberá pagar previamente en la Colecturía de Rentas Internas
correspondiente, la suma de RD$50.00 cada año calendario, como valor
de la licencia.
314
Las licencias para el porte y tenencia de escopeta de cartuchos para la
caza están gravadas con impuestos menores, y se sigue el mismo
procedimiento de calcular el valor de la licencia a base de los meses por
transcurrir, a razón de RD$2.09 por cada mes o fracción de mes que
faltare por transcurrir desde la fecha de solicitud hasta el próximo
diciembre, inclusive.
314
por sus dueños. Se exceptúa de esta disposición el caso de
almacenamiento de armas por la persona autoriza para comerciar en
armas de fuego previsto por el artículo 22 de la Ley No. 36.
En cuanto a las armas de fuego que figuren como cuerpo del delito en los
procesos de que estén poderados los tribunales ordinarios, la ley dispone
lo siguiente:"... serán depositadas en los Campamentos Militares, y a
falta de estos en el Departamento de la Policía Nacional de la
demarcación del tribunal que deba conocer del caso, donde serán
requeridas por el funcionario judicial competente, el día del conocimiento
de la causa, o para realizar cualquiera medida de instrucción, debiendo
dicho funcionario devolverlas al encargado de su custodia, tan pronto
termine la vista de la causa o la medida de instrucción para la cual fueron
requeridas" (Ley No. 301 de fecha 25 de abril de 1968, que agrega un
Párrafo II al artículo 58 de la Ley No. 36). Las disposiciones contenidas
en el texto transcrito, dada su claridad no requieren explicación alguna.
314
Caso de particulares que pueden llevar armas de guerra
314
Cuando se trata de las armas señaladas en el párrafo II (escopetas de
cartuchos, esto es, construidas para disparar perdigones exclusivamente
con fines de caza o partes o piezas de estas armas o sus municiones o
proyectiles), se castigará con prisión correccional de uno (1) a dos (2)
anos y multa de cien (RD$100.00) a quinientos pesos oro (RDS500.00)
El tribunal correccional es, pues, la jurisdicción competente para juzgar y
fallar en ambos casos.
314
Este artículo estatuye que "todas las sanciones establecidas
anteriormente serán aplicadas sin perjuicio de aquellos en que pueda
incurrir el inculpado por otros hechos punibles cumplidos por él
correlativamente con aquellos incriminados por esta Ley".
314
Conviene fijar este concepto. Toda sentencia condenatoria por el delito
de porte ilegal de armas blancas debe contener comprobaciones acerca
de las dimensiones de las armas portadas, lo cual constituye un
elemento especial de dicha infracción (B. J. 470, sept. 1949, p.736).
314
confiado y siempre que lleven consigo un permiso de la autoridad que les
ordenó dichos servicios (Art. 51).
314
La expresión "introducción" que utiliza el artículo 55 no es, por cierto,
afortunada, pues si la importación se hace legalmente se actúa en el
ejercicio de un derecho. A lo que el artículo 55 quiso referirse y no acertó
a expresar en forma adecuada y precisa, es a la introducción clandestina
y no a la importación de dichas armas. Y la introducción clandestina ha
de referirse a tas armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas o
sujetas a control.
Confiscación
314
En efecto, "cada vez que en la comisión de un crimen o un delito figuren
armas u otros objetos, conforme a los artículos 35 y 39 del Código de
Procedimiento Criminal, dichos objetos deben ser ocupados por el Fiscal
y presentados al procesado o al apoderado que puede nombrar para
fines de reconomiento de todo lo cual se extenderá esta, que firmará el
inculpado, o se hará constar su negativa: particularmente, en lo que se
refiere a las armas de fuego.
Párrafo II. "Las armas de fuego que figuren como cuerpo del delito en los
procesos de que están apoderados los tribunales ordinarios, serán
depositadas en los Campamentos Militares y a falta de éstos en el
-Departamento de la Policía Nacional de la demarcación del tribunal que
deba conocer del caso, donde serán requeridas por el funcionario judicial
competente.
Queda, por último, señalar que la confiscación del armas ocupada es una
medida de simple policía, destinada a retirar de la circulación un
instrumento peligroso, y debe ser pronunciada siempre sin que sea
preciso determinar si el arma pertenecía o no al delincuente (Cas. 26
junio 1886. D. 86.1.478).
314
Destrucción de puñales, estoques, etc
314
puramente moral que produce, por ejemplo, una difamación o una injuria
que la ley incluye en el mismo capítulo.
El capítulo de los crímenes y delitos contra las personas, tal como está
concebido, se encuentra integrado por las siguientes secciones:
314
A continuación son estudiadas estas figuras delictivas en sus elementos
y problemas que puedan plantearse.
Definición del homicidio dada por el Art 295 del Código Penal
dominicano.- El Código Penal dominicano ha adoptado la siguiente
definición del homicidio: "El que voluntariamente mata a otro, se hace reo
de homicidio", expresa el artículo 295.
314
De igual modo, el hecho de que el nacido tenga caracteres monstruosos
no altera la cuestión; el monstruo puede ser sujeto pasivo de homicidio.
Tan solo es necesario que haya una relación directa de causa a efecto
entre el hecho cometido por el agente y la muerte de la víctima. Y así hay
que llegar a la conclusión de que no puede haber homicidio si la víctima,
aterrorizada ante un malhechor que le apunta con un revólver
(descargado), muere instantáneamente por parálisis cardíaca producida
por la impresión.
314
Ahora bien, la ley incrimina el "homicidio cometido voluntariamente", sin
preocuparse de los medios empleados para llegar a ese resultado. Pero
en ausencia de medios materiales, será muy difícil probar la intención,
pues la relación entre el homicidio y el medio moral empleado, no será
jamás lo bastante directa ni lo bastante evidente para establecer que las
torturas morales empleadas contra la víctima han sido la causa eficiente
y directa de la muerte. Faltará siempre en este caso un anexo causal
entre la conducta del agente y el resultado letal. Los tribunales de justicia
deben ser muy prudentes al enjuiciar estos casos.
314
En el primer caso, en el error en la persona: A, queriendo matar a C.
dispara contra B, a quien ha confundido con C, y le mata. Hay un
homicidio doloso, pues se quería dar muerte a una persona, la intención
de matar es evidente. Es la opinión más socorrida entre los autores.
314
Homicidio intencional (voluntario) y no intencional (involuntario)
Cuando al reñir dos personas quitan la vida sin querer a otra que se
acerca;
314
Cause la muerte de algún transeúnte; cuando el agente al empujar a otro
por juego, le ocasione la muerte como resultado de la caída;
Homicidio accidental
314
enfermedad a la víctima, prueba casi siempre imposible de obtener,
porque la intención, es decir, la dirección de la voluntad hacia este
resultado, se manifiesta ordinariamente por un acto positivo y material, y
no por una inacción.
314
La ley moral puede censurar la actividad pasiva de aquel que,
voluntariamente, no socorra a su semejante, pero la ley penal no podría
equipararlo a un acto de homicidio.
314
muerte o una enfermedad. Esta situación fue en parle prevista y
reglamentada en Francia por una ley especia) del 18 de abril de 1898,
llamada "sobre los niños mártires", que asimiló a los "golpes y heridas"
previstos por el artículo 312 del Código Penal, la privación de cuidados o
alimentos en lo que concierne a los niños de menos de quince años. Con
excepción de este caso particular, la jurisprudencia francesa no se había
atrevido jamás a asimilar la omisión a la comisión, lo que parecía
"imposible por ausencia de previsiones legales".
314
voluntariamente pasiva es "una de las formas de realización a las cuales
el criminal puede recurrir para alcanzar su finalidad positiva".
314
para abreviar los sufrimientos que la rodean, para hacer su fin más
humano, más compasivo. Ya hicimos expresa referencia a este caso.
El segundo caso, de eutanasia denominada "por omisión" o "eutanasia
pasiva", resulta por cesación de los artificios de mantenimiento de una
persona condenada por la ciencia médica y que vive vegetativamente.
Desde el punto de vista particular del injerto de corazón, la eutanasia
pasiva presenta una situación muy delicada.
314
Las normas culturales que imperan en todo el orbe en esta hora de la
historia, no pueden aceptar en el ámbito del Derecho los conceptos de
"muerte encefalografía", "muertefuncional" o "muerte cerebral", ni
tampoco admitir por vía de excepción para el restringido campo de los
trasplantes cardíacos estos conceptos especiales de muerte. Basta
pensar que ningún médico se atrevería a extender un certificado de
muerte basado en dichas ideas ni Oficial alguno del Estado Civil a
levantar en tales circunstancias un acta de defunción.
314
El artículo 74 de la Ley No. 659 dice que cuando haya señales de muerte
violenta, indicativa de crimen, el Comandante de Destacamento de la
policía Nacional, no permitirá la inhumación hasta que las autoridades
competentes que dicho texto señala, levanten el acta de lugar. El artículo
12 del Reglamento sobre Policía Mortuoria, añade: "En los casos de
defunciones en las cuales convenga esclarecer los aspectos sanitarios o
médicos legales, se comunicará a la autoridad sanitaria o judicial para
que ésta realice u ordene realizar la autopsia o cualquier otra
investigación necesaria para aclarar el caso".
SUICIDIO
314
Etimología.- El término suicidio procede del idioma latín, de sui -a sí
mismo-, y caédese -matará-, literalmente suicidarse es matarse a sí
mismo; el hecho de privarse una persona de su propia vida.
314
Y en el mismo orden de ideas, Middendorff anota también que "el hombre
está ligado a la sociedad sólo para el bienestar; cuando únicamente
encuentra en ella miseria- es libre de abandonarla" (Sociología del Delito,
p. 210).
314
A este teléfono, que funciona ininterrumpidamente las veinticuatro horas
del día deben llamar las personas angustiadas, deprimidas e inmersas en
la desesperación y que se sientan al borde del suicidio.
314
¿El sobreviviente puede ser perseguido como homicida? El sobreviviente
en el llamado "suicidio mutuo" es personalmente responsable de la
muerte del otro, pues el consentimiento de la víctima no borra la
culpabilidad.
314
sin deslealtad ni perfidia" (Cas. 8 abril 1819, 21 mayo, 19 septiembre
1822, 4 diciembre 1824, 11 mayo y 29 junio 1827, y 8 agosto 1828).
Pero esta interpretación que se apoyaba en los textos del Código Penal y
en el espíritu de la legislación anterior, ha sido variada por dos
sentencias que han declarado, por el contrario, "que las disposiciones de
los artículos 295 y 304 son absolutas y no comportan ninguna
excepción", que, en consecuencia, ellas se aplican al homicidio cometido
en un duelo (Cas. 22 jun. 1837: B.184; 25 dic. 1837: B.430).
314
Esto es, los homicidios y las heridas que resultan de un duelo se
equiparan a los hechos comunes de homicidios y heridas. Nadie tiene
derecho a hacerse justicia por su propia mano.
No acontece así con los médicos que asisten al encuentro con el fin
exclusivo de prestar sus servicios técnicos en caso de que los mismos
fueren necesarios, pues su presencia no solamente no coadyuva a la
comisión de la conducta principal, sino que tiene por fin impedir que la
muerte pueda producirse a consecuencia del encuentro.
314
309 y 310 (Cas. 4 enero 1845: B. 5). Si la herida produce una mutilación
o una enfermedad curable en más de 20 días, el hecho es no obstante
pasible de la aplicación de los mismos artículos (Faustin Hélie No. 375).
314
¿Qué se debe entender por premeditación? En el artículo 297 del
Código Penal se establece que la premeditación consiste en el designio,
formado antes de la acción, de atentar contra una persona determinada o
que sea hallada o encontrada, aun cuando ese designio sea dependiente
de cualquier circunstancia o condición.
314
La premeditación como agravante queda caracterizada aun cuando
dependa de alguna circunstancia o condición (Art. 297). Así, premeditan
su crimen los asaltantes de un banco que, previa sería y reflexiva
deliberación, deciden matar al cajero si éste se niega a abrir la caja y
entregar los valores depositados en la misma.
314
b) Empleo de actos de babarie y torturas. El hecho de que un crimen
cualquiera haya sido precedido de torturas o actos de barbarie es
considerado por el artículo 303 del Código Penal, como una circunstancia
agravante. El agente será considerado como asesino y castigado nomo
tal, aunque no haya cometido necesariamente un asesinato.
Los crímenes previstos por el artículo 303 del Código Penal, tienen un
carácter puramente arbitrario en cuanto a su calificación. En efecto, si tal
hecho es un acto de tortura o si tal otro es un acto de barbarie, es una
cuestión de la soberana apreciación de los jueces. Este carácter obedece
a la vaguedad de los términos con que el legislador se expresa al hacer
esta incriminación.
314
Para explicar el sentido y el alcance de los términos del artículo 303, es
preciso remontarnos a la fuente donde tuvo su origen dicho artículo.
Evidentemente, el legislador francés quería prevenir las crueldades de
las bandas que se habían desarrollado en Francia, como resultado de las
guerras civiles.
Estas bandas, a las que los medios más horripilantes nada importaban
con tal de llegar a realizar sus fines, sembraban el terror y la desolación
donde quiera que se encontraban. En efecto, en la redacción de este
artículo gravitó el ánimo de castigar a los bandoleros que todavía
asolaban diversas regiones de Francia en el momento de la redacción
del Código.
314
Ahora bien, la primera parte del artículo 304 es aplicable desde que los
dos crímenes sean simultáneos o concomitantes. La ley no exige
ninguna correlación entre los dos crímenes, ni que uno haya tenido por
objeto facilitar el otro. El mismo individuo debe ser el autor de los dos
crímenes.
Poco importa que uno de los dos crímenes haya constituido una simple
tentativa. Esto es, la circunstancia agravante puede estar constituida por
una simple tentativa de homicidio o el homicidio consumado puede
encontrarse con la tentativa de la infracción concomitante. Poco importa,
asimismo, que el homicidio sea concomitante con un crimen político.
314
Poco importa, igualmente, que el delito haya sido consumado o no; es
suficiente que el homicidio haya tenido por objeto preparar, facilitar o
ejecutar el delito. Tal es el caso de un malhechor que, sorprendido en el
momento en que se dispone a cometer un robo, mata el testigo.
314
a) Homicidio de un funcionario público. Conforme los términos del
artículo 233 del Código Penal, los qolpes o heridas que se infieran a uno
de los funcionarios o agentes designados en los artículos 228 y 230.
En el ejercicio o con motivo del ejercicio de sus funciones, se castigarán
con la pena de trabajos públicos, si la intención del agresor hubiere sido
causar la muerte al agraviado. Se trata en este caso de un crimen
particular, caracterizado por sus propios elementos.
Mientras los particulares sólo pueden invocar en esta clase de delitos los
artículos 309 y siguientes, los funcionarios públicos tienen además la
protección particular de estas disposiciones.
314
El término parricidio deriva de las voces latinas: pater (padre), Parens
(pariente), par (semejante), caedere (matar).
314
Lo mismo si el agente se trata de un hijo adulterino o incestuoso cuya
filiación pueda legalmente ser establecido. ¿Pero, no excede esto las
disposiciones de la ley que no se ocupa más que del parentesco legal?
Según Garraud (5to., p. 171), hay parricidio en la muerte dada por el hijo
al padre o la madre naturales cuando lo hayan reconocido, pero no hay
parricidio si la filiación no está legalmente probada. Para la mayoría de
los autores el hijo espúreo que mata a cualquiera de sus ascendientes,
no puede ser reo de parricidio.
314
Si una persona dispara contra quien creía que era un extraño y mata a su
padre, no es responsable de parricidio, pues falta el dolo especial exigido
en el crimen de parricidio.
314
En efecto, para nuestra jurisprudencia el hecho del autor y el del
cómplice no son hechos distintos, sino uno solo, pero entiende que la ley
establece una pena atenuada en un grado en relación al cómplice, que lo
es del hecho y no del autor. B.j. 587, junio 1959, p.1203.
Infanticidio
314
Alcanzó su mayor frecuencia en el último tercio del siglo pasado y en los
primeros años del presente. En su creciente progresión influyeron la
entonces notoria incultura y el cruel desamparo en que la mujer se
hallaba, las presiones familiares y religiosas prevalecientes en el medio
social en que vivía y los conceptos que sobre el honor imperaban, los
que imponían a la mujer fecundada fuera del matrimonio la apremiante
necesidad de acudir al crimen brutal para ocultar hipócritamente la
deshonra, ya que un nacimiento extramatrimonial era signo de vitalicio
oprobio no sólo para la madre sino también para el hijo.
Bien puede, por tanto, afirmarse que los fundamentos esgrimidos por los
viejos penalistas para hacer del infanticidio un crimen especial
sancionado con la pena capital conjuntamente con el asesinato, el-
parricidio y el envenenamiento, se esfuman más cada día, y se prevé que
en un futuro más o menos cercano carecerá de toda razón de ser.
314
Al redactarse el Código francés de 1810, aún no se había organizado el
sistema de las circunstancias atenuantes, de modo que todo aquel que
era declarado culpable de infanticidio era ejecutado. El 21 de noviembre
de 1901 el legislador francés introdujo una reforma en los artículos 300 y
302, acordándose con esta reforma castigar a la madre con trabajos
forzados.
314
Elementos constitutivos de la infracción.- Los elementos constitutivos
de la infracción son, conforme jurisprudencia dominicana los siguientes:
1ro. El hecho material de homicidio.
2do. Es preciso que la víctima sea un recién nacido.
3ro. Finalmente, es necesario que el autor haya actuado con intención de
darle muerte. (B. J. 477, abril 1950, p. 368).
314
Dijimos que el segundo elemento que se requiere para que haya
infanticidio es que la víctima sea un recién nacido. Pero la circunstancia
de que el niño no fuera "viable", es decir, que no poseyera al momento
de su nacimiento, condiciones que hubieran hecho posible su vida, para
nada influye en la caracterización del crimen. En efecto, la ley no exige
para caracterizar el infanticidio que el niño nazca viable, sino solamente
vivo.
El artículo 725 del Código Civil que declara incapaz de suceder al niño
que no nace viable, tiene por objeto proteger intereses y no personas. La
investigación judicial tiene, pues, que encaminarse para evitar la
hipótesis del crimen imposible a probar que el niño ha vivido.
314
notablemente la densidad del órgano, que sobrenada en el agua"
(Bafthazard, Medicina Legal, p. 534). En el primer caso, la prueba es
negativa.
314
Procedentes de partos clandestinos, en los que no hay asistentes
capaces de practicar en el niño recién nacido en estado de muerte
aparente, maniobras de respiración artificial, porque el pulmón insuflado,
de manera general, se encuentra más distendido por el aire que los
pulmones de niños que han respirado normalmente; además, el pulmón
insuflado no está uniformemente distendido por el aire y con frecuencia
un lóbulo presenta infiltración de aire, mientras los demás permanecen
aplastados.
314
¿Qué se entiende por niño recién nacido? La cuestión más interesante
que se presenta en varias legislaciones es la interpretación de las
palabras recién nacido: el elemento característico del infanticidio.
314
"El plazo para la inscripción del nacimiento expresa Rosell-ha sido dic-
tado, no en vista del crimen, sino de la necesidad de la declaración". El
límite, agrega, debe ser "hasta el momento en que la existencia del niño
sea pública, pero a condición de que esté todavía dentro del concepto
popular de niño recién nacido".
314
Penalidad: El crimen de infanticidio se sanciona con 30 años de trabajos
públicos. Pero esta pena no suele imponerse a la madre sino rara vez, no
sólo por la dificultad que hay de reunir las pruebas necesarias para
calificar de intencional el infanticidio, sino también por" la necesidad de
tomar en consideración el estado particular en que se encuentra la
madre, y el móvil que la arrojo a cometer el crimen.
314
Tentativa. La tentativa de infanticidio es castigable como toda tentativa
de crimen.
314
Elementos del crimen.- En primer lugar, el crimen se caracteriza por un
atentado a la vida. Es una infracción formal, definida como un atentado
que se castiga cualesquiera que sean sus consecuencias.
314
En segundo lugar, no basta con que se haya atentado contra la vida de
una persona, sino que además es preciso que este atentado se cometa
mediante el empleo de sustancias que puedan producir la muerte con
más o menos prontitud. En efecto, el agente debe haber atentado contra
la vida humana por medio del empleo o la administración de sustancias
que puedan producir la muerte con más o menos prontitud.
314
puramente químicos, y estos mismos autores asimilan la inoculación de
virus o bacilos mortíferos a la administración de sustancias tóxicas
(Vouin, p. 139). Una inyección de virus tetánico, rábico, o diftérico, con la
intención de producir la muerte, caracterizaría, según Garcon, el crimen
del artículo 301.
Por otra parte, como el artículo 301 habla de sustancias que puedan
producir la muerte, podríamos nosotros convenir que el empleo o la
administración de una sustancia inofensiva, aun con intención de
producir la muerte, no caracteriza el crimen de envenenamiento.
Estamos frente a un caso de crimen imposible, si queremos ser fieles al
texto preciso de la ley que se refiere a sustancias capaces, de causar la
muerte. Sin embargo, el profesor Garcon no admite aquí la tesis del
crimen imposible.
Para él, esta hipótesis del crimen imposible cae dentro del campo de una
tentativa punible. Agrega que aunque la ley no castiga la simple
intención, cuando el agente ha creído administrar una sustancia
venenosa, ha manifestado su voluntad por un acto material que puede
configurar un comienzo de ejecución y que sólo falla en sus efectos por
circunstancias fortuitas.
314
Tampoco hay envenenamiento en el caso de que una sustancia capaz de
determinar la muerte, pierda sus propiedades tóxicas como consecuencia
de haber sido mezclada con otra sustancia capaz de neutralizar sus
efectos (Cas. 20 nov. 1812 y 14 feb. 1814: D. Vo. Crimes contre les pers.,
No. 106); en este caso el hecho material desaparece y no queda sino
una intención criminal que escapa a la represión. Con la manera de
razonar del profesor Garcon habría un hecho punible, no un caso de
crimen imposible.
314
Diversas formas de represión de las amenazas.- El derecho penal
reprime las amenazas, pero esta represión se manifiesta, según los
textos, de varios modos:
314
El artículo 436 prevé las amenazas de incendiar una vivienda o
cualquiera otra propiedad. Se aplican aquí las distinciones y las penas
previstas en el caso de amenaza de asesinato, envenenamiento, etc.,
contemplado por los artículos 305 al 307.
314
El artículo 436, relativo a las amenazas de incendiar una vivienda, o
cualquier otra propiedad, remiten a lo que podríamos llamar el derecho
común de las amenazas, esto es, a los artículos 305 al 307, por lo que se
aplican en este caso las distinciones y penas previstas en ocasión de la
amenaza de asesinato.
El escrito.- Poco importa que el escrito que anuncie el mal esté firmado o
sea un anónimo. Esto así, en lo que concierne a la aplicación del artículo
305. Por lo demás, el escrito puede dirigirse directamente a la persona
amenazada y aun de un modo indirecto (por mediación de un tercero).
Cas. 20 jul. 1882, D.83,1.46, 5.84.1.350; 28 marzo 1935, Gaz. Pal.,
1935.1.922.
314
La amenaza escrita es producto de un estado reflexivo del agente por lo
tanto reviste mayor gravedad que la amenaza verbal que puede resultar
de irritaciones o alteraciones anímicas del agente.
314
a) Golpes y heridas. Por golpe se entiende toda impresión producida en
el cuerpo de una persona mediante una agresión o ataque, sea
directamente con la mano o el pie, o indirectamente con un objeto:
piedra, bastón, etc... Aun por medio de un animal que uno excite. El
golpe no deja ninguna lesión orgánica. La herida produce, por el
contrario, una lesión en el cuerpo humano. Las lesiones pueden
clasificarse, según el medio empleado para causarlas, en;
314
Las heridas y los golpes tienen necesariamente que alcanzar a la
víctima. En el caso de las violencias, se reprimen, por el contrario, las
agresiones que, sin alcanzar directamente a la víctima, dejan en ella una
impresión tan viva como si se hubieran ejercido en su cuerpo.
314
La Corte de Casación francesa se ha pronunciado decididamente en este
sentido en una sentencia del 15 de noviembre de 1945 (B. 114). Lo
mismo el médico que ha causado voluntariamente heridas a un paciente
con un propósito científico, puede ser culpable de violencias.
314
pruebe, por ejemplo, que erró sobre la persona... en quien quiso cometer
el delito.
Circunstancias agravantes
La infracción se agrava:
I) en razón del resultado material que ha tenido para la víctima;
II) en razón de las condiciones en las cuales la infracción ha sido
cometida;
III) en razón de la calidad de la víctima.
314
No hay que tener en cuenta el hecho de que la víctima estaba en un
estado precario de salud y que por tal motivo las heridas han tenido
consecuencias más graves. Basta que haya relación de causa a efecto
entre las heridas y la incapacidad. Sólo la infracción consumada es
castigable. La ley no incrimina la tentativa.
314
No puede haber ninguna dificultad en relación con la privación del uso de
un miembro o la pérdida de la vista o de un ojo, pero la Corte de
Casación francesa no admite que el simple debilitamiento de la agudeza
visual constituye una lesión permanente. Por el contrario, como la ley no
ha incriminado especialmente la sordera absoluta, la jurisprudencia
francesa ha fallado que el debilitamiento de la audición como resultado
del desprendimiento del pabellón de la oreja constituye una lesión
permanente (Cas. 8 marzo 1912, 5. 1913.1.532).
314
c) Cuando resulta la muerte sin la intención de darla.- La infracción
es un crimen castigado aún más severamente. En esta hipótesis, así
como en las dos anteriores, basta que haya la relación de causalidad
entre el hecho voluntario y la muerte de la víctima.
La muerte, sin importar el plazo en el cual ocurra, debe ser, por lo menos,
la consecuencia directa de la violencia. Pero faltaría esta relación -de
causa a efecto cuando la víctima recibe una herida no mortal por
necesidad, y luego muere por su imprudencia o por una falta del médico.
314
III.- Circunstancias agravantes tomando en cuenta la calidad la
víctima.
Cuando la víctima es un ascendiente, la infracción se reprime más
severamente. En efecto, los golpes voluntarios constituyen un crimen si
son inferidos por el agente a sus padres legítimos, naturales o adoptivos,
o a sus ascendientes legítimos (Art. 312). El motivo de esta severidad se
aprecia fácilmente: es cosa odiosa ver a un hijo levantar la mano contra
sus padres.
La ley francesa del 19 de abril de 1898 protege a los niños del maltrato
que puedan sufrir, sea de parte de sus padres, sea de parte de terceros.
El niño menor de quince (15) años está en realidad en una situación de
inferioridad con respecto a los adultos; sus medios de defensa son
débiles.
314
El artículo 309 incrimina las heridas, los golpes y las vías de hecho, con
la condición de que esos actos delictuosos hayan tenido como
consecuencia, para el agente pasivo del delito, una enfermedad o
imposibilidad de dedicarse al trabajo durante más de veinte días.
Pero es el caso que ese artículo omitía las violencias, haciendo así
imposible su represión. Claro es que en muchas ocasiones las violencias
ligeras no debieran quedar impunes. Sin embargo, tal como estaba
redactado, ese artículo consagraba la impunidad para esos hechos.
Para subsanar ese error, la Corte de Casación Francesa lo que hacía era
aplicar, durante largo tiempo, leyes casi enteramente derogadas, al decir
de Faustin Hélie: la ley 19.22 de junio de 1791, cuyo artículo 10 era
aplicable al caso que nos ocupa, y el Código del 3 de Brumario año IV en
su artículo 605, como hemos explicado anteriormente.
314
Sin embargo, la ley de 1863 estuvo muy lejos de hacer desaparecer
todas las dificultades. Por lo pronto, no derogó el artículo 605 del Código
Brumario, dejando en vigor la contravención de violencia ligera. Una ley
del gobierno de Vichy del 13 de marzo de 1942, válida después de la
Liberación en virtud de una ordenanza del 28 de junio de 1945, incorporó
esta contravención al Código Penal francés. La ordenanza del 4 de
octubre de 1945, suprimir la antigua disposición, colocó esta
contravención entre las de 4ta Clase.
314
Esta disposición, relativa a la competencia, debe, por su carácter
excepcional, ser interpretada restrictivamente, y ser aplicada
exclusivamente a los delitos mencionados en dicho primer párrafo. Por
tanto, cuando en la comisión de esos delitos haya concurrido además la
circunstancia de la premeditación o de la acechanza, prevista en el
párrafo 2do. Del susodicho artículo 311, los Jueces de Paz son
incompetentes para conocer los hechos así agravados (B. J. 587, p.
1176). Ciertamente, el Juzgado de Primera Instancia es el competente
para ponderar las agravantes.
Penalidades
314
c) Heridas que han acarreado incapacidad permanente:
- Sin otras circunstancias agravantes. La pena es de reclusión (Art.
309).
- Con premeditación o acechanza. Se castiga al inculpado con trabajos
públicos por un período de tres a diez años {Art. 310).
- Sobre un ascendiente. La pena es de detención.
Castración
314
Pero además de esta forma en que la castración aparece ligada a la trata
de hombres, hay en los archivos criminológicos casos que podríamos
llamar "sado-fetichistas", en que la mujer, obsesionada por un impulso
antagónico del sexo, sacrifica la sexualidad del varón, como en el
proceso de "MANUELA LA CAPADORA", famoso en la época de
Fernando Vil.
314
La mutilación del pene efectuada en un anciano con vida sexual ya
liquidada, no constituye esta infracción, aunque se podría dar lugar a la
aplicación del artículo 311, pues la castración o mutilación del pene en
este supuesto no tiene la significación funcional de la infracción
específicamente mencionada en el artículo 316, sino sólo la anatómica
recogida en el artículo 309.
314
Ahora bien, la extirpación de los órganos genitales hecha por un cirujano
con finalidad exclusivamente curativa y con el consentimiento del
operado, no constituye esta infracción, pues el cirujano obra, en
semejante caso, en el ejercicio legítimo de su profesión y por tanto está
exento de responsabilidad criminal (Garcon, 11,6.97).
314
permanentes, porque implica una especie de premeditación, incompatible
con la excusa ordinaria de la provocación, y dicen estos autores que de
no admitirse, expresamente el caso del crimen especial de castración,
podría presentarse la duda de si debía aplicarse o no el artículo 321.
314
La mayoría de los autores interpretan las palabras "ultraje violento" en el
sentido de ultraje por violencias físicas ejercidas sobre personas. Estos
autores invocan al respecto que el artículo 325 del Código Penal es una
aplicación, en una especie particular, del principio establecido en el
artículo 321 del mismo Código.
314
Efecto de la excusa. Resta señalar que el artículo 326 determina el
efecto de la excusa de provocación. Este texto establece que en el caso
del crimen excusable de castración, la pena se reduce a prisión
correccional de seis meses a dos años, con la pena complementaria de
la vigilancia de la alta policía durante un tiempo igual al de la condena.
El aborto
314
Bien jurídico tutelado. La vida humana es un bien jurídico de tanta
trascendencia y jerarquía que es tutelado no sólo en su autónoma
existencia sino también en su fisiológica gestión que patentiza el fe-
nómeno de la preñez.
Los códigos penales colocan junto a los delitos que lesionan dicho bien
jurídico en su existencia autónoma -homicidio, parricidio e infanticidio,
aquel otro que, como en el de aborto, se lesiona la vida humana en su
germinación biológica.
314
Elementos constitutivos. Para Rousselet y Patín, los elementos
constitutivos del crimen de aborto son los siguientes:
314
Esta condición quedó suprimida también por el Decreto-ley de 1939, que
modifica el artículo 317 en su primer párrafo. Las maniobras abortivas
son. Pues, castigables en Francia aun cuando fueran llevadas a efecto
en una mujer "supuestamente encinta".
314
Los jurisconsultos y los médicos se preguntan si se debe castigar un
aborto provocado por el empleo de vestidos demasiado estrechos, por
ejercicios violentos como el baile, el salto, las carreras a pies o a caballo,
por caídas voluntarias, etc. En derecho, si estos medios se emplean con
la firme intención de provocar el aborto, se consideran medios artificiales,
al igual que los alimentos, brevajes, medicamentos, sondeos, etc.
314
Hay que presumir, en relación con el que conoce el estado de embarazo
de la mujer, que tuvo que prever como efecto probable de su acción
violenta el resultado de aborto, y que si, a pesar de ello, no se abstuvo de
actuar, se puede presumir, en definitiva, que aceptó en su voluntad de
acción ese resultado. Sin embargo, este hecho no constituye la figura
delictiva prevista en el artículo 317.
Pero cuando el agente propina los golpes con fines de que la mujer
aborte, en este caso no podrá escapar del crimen de aborto. Es la
situación que el legislador francés ha previsto como un comportamiento
de violencia. Aunque el texto dominicano no incluye la violencia entre los
medios que pueden producir el aborto, no nos parece que haya sido con
intención de excluirla. Sin duda, la violencia queda incluida en la fórmula
empleada por el legislador dominicano: "o de otro modo cualquiera".
314
La ley no establece distinción respecto a si la víctima ha consentido o se
ha realizado el delito contra su voluntad, lo que ha motivado la crítica de
algunos penalistas que entienden con razón que el aborto procurado
contra la voluntad de la mujer, encierra un mayor grado de criminalidad
que el que se efectúa con su consentimiento, debiendo, por lo tanto, ser
castigado con penas más severas. A este respecto, ya algunas
legislaciones han admitido la enmienda.
314
la mujer; es cómplice, en cambio, si se limita a indicar a la mujer 105
medios de producirse el aborto ella misma, sin tomar parte directamente
en el mismo, y que, en consecuencia, no interviene sino accesoriamente
en los hechos que constituyen la infracción.
314
Las dudas y las incertidumbres que engendraría una tentativa de aborto
justifican suficientemente la excepción introducida aquí por el legislador.
Todo caso de consentimiento está fuera de esta situación, pues para que
pueda hablarse de "la mujer que se practica el aborto sobre sí misma",
se requiere que la mujer sea quien ejecute el aborto.
314
La propia ley estima delictiva la prestación de ese consentimiento. Sujeto
activo sólo puede ser la mujer que se causa el aborto o da su
consentimiento para producirlo.
314
El aborto es, pues, resultado de la conducta del tercero y, por eso mismo,
se le castiga a éste como coautor de aborto consentido en los términos
previstos en la primera hipótesis del Art. 317. Por otra parte, es evidente
que de la efectiva producción del aborto por el tercero depende la
punibilidad de la mujer que prestó su consentimiento.
En esta modalidad del aborto, el texto prevé dos hechos diversos: causar
el aborto de una mujer o cooperar al aborto de una mujer. En este último
caso no es preciso que se cause el aborto, basta que el facultativo haga
algo encaminado directamente a la provocación del aborto (que indique
un tratamiento, aconseje un abortivo, etc.).
314
Esa actividad ha de referirse a un aborto determinado. En este caso se
equipara la conducta de simple cooperación al hecho del autor. Este no
es sino una consecuencia más del sentido agravatorio que informa a esta
especie delictiva. Las personas, pues, con calidad para agravar el hecho
son consideradas siempre como coautores, nunca como cómplices
(Vouin, p. 182).
314
Además, por esta misma disposición, la ley tiene la intención de reprimir
una efectiva verificación del aborto. Eso quiere significar el Código
cuando dice: "si el aborto se efectuare". ¿Quiere esto significar que la
tentativa no es punible? En realidad, parece que la tentativa de aborto
realizada por los profesionales médicos no es castigable y que, en
cambio, la tentativa de aborto realizada por los terceros sí es castigable.
Por esta distinta redacción empleada por el legislador, hay, pues, una
discrepancia entre la doctrina y la jurisprudencia. En el caso de los
médicos, cirujanos, etc., la ley determina el crimen "si el aborto se
efectuare", lo que no impide a la jurisprudencia interpretar que la
agravación de la pena en virtud de la calidad de esas personas, se
aplicará si el aborto se efectuare, pero que en el caso de que no se
realizare, ellos quedan bajo el rigor general del primer párrafo del artículo
317, esto es, incluidos en la expresión "el que" (El texto francés dice
"cualquiera").
314
Por otra parte, como los procedimientos en el caso de aborto presentan a
menudo dificultad en las pruebas, la segunda acusación podrá asegurar
la represión necesaria. Asimismo, las violencias empleadas para producir
el aborto pueden constituir, cuando la mujer se muere como
consecuencia de estas prácticas abortivas, el crimen de heridas y golpes
inferidos voluntariamente que han ocasionado la muerte sin intención de
causarla.
Nuestro código tampoco habla del aborto necesario. Sin embargo, podría
resolverse la situación entre nosotros como un caso corriente de estado
de necesidad, conforme a la opinión dominante entre los criminalistas
franceses. Pero una cosa es el aborto terapéutico preventivamente
practicado, y otra muy distinta es la situación de necesidad, de urgencia.
314
Nos parece que la justificación se debe apoyar, como ya dijimos, en el
estado de necesidad. Pero no existiendo esa situación, es lógico que el
aborto practicado en frío, presenta las características de un crimen.
314
finalmente, también se acepta el aborto por motivos económicos en
Dinamarca, Islanda, Rumania, Finlandia y Letonia.
314
Elementos constitutivos.- Los delitos de homicidio o de golpes y
heridas involuntarios son de la misma naturaleza y se distinguen
solamente por la gravedad del perjuicio sufrido por la víctima, Los
elementos de estos delitos son los siguientes:
314
Conviene señalar que no se trata de una falta cualquiera, sino de una de
las faltas enumeradas limitativamente por el artículo 319: la torpeza, la
imprudencia, la inadvertencia, la negligencia, la inobservancia de los
reglamentos.
314
La torpeza consiste en un hecho material o moral derivado de la
ignorancia o de la impericia de su autor (Dalloz, Repertorio Alfabético, Vo
Homicidio, P. 771, No. 106). Hecho material: deseando matar una pieza
de caza, el cazador alcanza un transeúnte (Trib. Corr. Toull, 14 nov. 1935,
Gaz Pal. 1936. 1. 152, Rep. Com. 1936, No. 12. 857).
Esta torpeza moral es reprimida por el Art. 319 del Código Penal en el
ejercicio de todos los oficios y de todas las profesiones: como
consecuencia de los vicios de un plano levantado por un arquitecto la
casa se viene abajo y mata una persona (Cas. 8 marzo 1867 S.68.1.95; 2
mayo 1929, D.H.1929, p.318); como resultado de un vicio de
construcción, la obra que realiza, un maestro constructor se desploma y
los materiales hieren a un transeúnte; un médico prescribe un remedio
manifiestamente demasiado enérgico y el enfermo muere
Pero para que el delito sea caracterizado, no podría bastar una falta
cualquiera, por mínima que sea; es necesario una falta suficientemente
grave, que de note en su autor una imprevisión y una ligereza
imperdonables (A. Carpentier y G. F. Du Saint, Repertorio de Derecho
francés, t. 7, Vo. Homicidio Involuntario, p. 749, No. 269). Por ejemplo,
314
comete una imprudencia el conductor de un vehículo de motor que
marche a una velocidad excesiva en una vía donde la circulación es
intensa y hiere a algunos peatones. Comete también una imprudencia el
industrial que no proteja debidamente las partes peligrosas de sus
maquinarias o que no toma tas precauciones necesarias para evitar un
accidente cualquiera.
314
La falta de inobservancia de los reglamentos es independiente de todo
hecho de torpeza, de imprudencia o de negligencia. Se basta por sí sola
para retener la culpa de su autor si ella guarda relación con el accidente
(Cas. 22 enero 1883, S. 85. 1.464, D. 83.1.587; 29 nov. 1928, D. 1921.
1.41). Por tanto, la única prueba a producir será la violación misma del
reglamento.
Algunas sentencias han juzgado que la ley no exige que la falta sea la
causa directa o inmediata del accidente (Cas. 16 junio 1864, B. 155; S.
65.1.68; D.65.1.198; 10 julio 1952, B.185; D. 1952.618), pero es
necesario que la relación de causa a efecto entre la falta y el accidente,
sea cierta.
314
Sin embargo, la aplicación de los artículos 319 y 320 al padre esta
justificada cuando éste incurre también en una falta personal.
314
Penalidad.- El autor del delito de homicidio involuntario es castigado con
prisión correccional de tres meses a dos años, y multa de veinticinco a
cien pesos (Art. 319). Si sólo se han causado heridas o golpes, la prisión
es de seis días a dos meses, y la multa de diez a cincuenta pesos, o una
de estas dos penas solamente (Art. 320).
Tales son los casos causados por los obreros de una empresa, a pesar
de haber sido tomadas todas las precauciones reglamentarias; por
derrumbarse las tribunas de un hipódromo invadido por una
muchedumbre en el momento de una tormenta (Cas. 22 enero 1872; D.P.
72.1.30); Por la caída de una persona que se encontraba montada en un
vehículo accidentado, cuya presencia no advirtió el conductor (Cas. 18
julio 1929: B. 206).
314
Tal interpretación sería errónea: el artículo 320 se refiere al artículo 319 y
no hace sino aplicar a la hipótesis de los golpes y heridas las
disposiciones de este último artículo relativo al homicidio.
Por lo demás, no existe ningún motivo que haga suponer que el artículo
320 ha limitado las faltas que en el artículo 319 comprometen la
responsabilidad del agente; el delito es el mismo, la diferencia sólo reside
en el resultado material y. por supuesto, en la penalidad (Cas. 30 marzo
1812, 20 junio 1813, 30 marzo 1815, 9 sept. 1826).
Creemos útil añadir que el artículo 320, al hacer mención de las heridas
que sean el resultado material de la falta cometida, se refiere
necesariamente a todas las lesiones corporales. Como lo hemos hecho
observar, este término genérico comprende no solamente las lesiones
exteriores previstas por el artículo 309 sino también las lesiones internas
o enfermedades (Arg. Art. 327; París 20 agosto 1841: S. 41. 1907; Cas.
22 sept. 1904: D. P. 1907, 1.392). Por lo demás, el artículo 320 no hace
ninguna distinción en razón de la mayor o menor gravedad de las heridas
que incrimina.
314
Según el artículo 319, en caso de homicidio involuntario la pena es de
prisión correccional de tres (3 meses a dos (2) años y multa de
veinticinco (25) a cien (100) pesos.
314
La falta a que se refiere la ley es la misma de los artículos 319 y 320 del
Código Penal. No se trata de una falta cualquiera, sino de una de las que
limitativamente señala: imprudencia, inadvertencia, negligencia o
inobservancia de las leyes y reglamentos. No hay por que examinarlas
de nuevo.
314
Ya no es opcional para el representante del Ministerio Público el
incautarse o no de las licencias, como sucedía antes de la vigencia de la
Ley 241.
314
En estos casos es obligatorio para el Juez ordenar además la suspensión
de la licencia que para manejar un vehículo de motor posea el autor del
accidente, por un período no menor de seis (6) meses ni mayor de dos
12) años.
314
Si por un mismo accidente se producen, supongamos, una muerte,
golpes o heridas curables en menos de diez días y lesiones
permanentes, se aplicará la regla del no cúmulo de penas, debiendo el
juez, al juzgar los hechos, pronunciar la pena mas grave.
314
2) Que el conductor no se detenga a prestar auxilios a la víctima o
víctimas del mismo;
3) Un elemento intencional.
Nuestra legislación consagra aquí una gran diferencia con la ley francesa
sobre la materia, que extiende sus efectos a los daños causados a la
propiedad y a las cosas. En Francia, el "delito de fuga", como se le
conoce allí, esta previsto y sancionado por la Ley del 17 de julio de 1908.
314
con su accidente daños a las cosas (Encyclopedie Dalloz, Rep. Droit
Criminel, t.l, p. 404, Nos. 30 y siguientes).
Por esta razón, el conductor del vehículo no tiene que preguntarse, a los
fines de liberarse de la obligación puesta a su cargo por el artículo 50 de
la Ley No. 241, si el ha tenido o no la culpa del accidente, o si el mismo
no es más que la consecuencia de la falta exclusiva de la víctima.
Sólo nos resta agregar que tampoco es necesario que el accidente tenga
por causa la violación por inobservancia de los reglamentos por parte del
autor, o sea la consecuencia de una causa de fuerza mayor o caso
fortuito.
314
(1) dar su nombre, dirección, número de licencia o identificación de su
vehículo a la persona perjudicada, o a cualquier acompañante, o agente
del orden público;
314
Por ello la ley establece que el conductor, además de detenerse e
identificarse ante quienes sea de lugar, debe prestar su concurso en
socorro de la víctima.
314
Muchas veces el conductor se ve obligado a huir del lugar del hecho en
razón de que familiares o allegados de la víctima pretenden ejercer
violencias contra dicho conductor. Creemos que el conductor que huye,
en un caso como este, no podría ser válidamente condenado por
abandono de la víctima.
Las circunstancias atenuantes del artículo 463 del Código Penal podrán
ser aplicadas por los tribunales en los casos previstos por los artículo 49
y 50 de la presente Ley, excepto cuando el autor del accidente ha
manejado el vehículo de motor sin haberse provista nunca de licencia o
cuando al cometer el hecho abandoné injustificadamente a la víctima o
cuando se encuentre en estado (te embriaguez (Un vehículo de motor
conducido por un individuo bajo influjo del alcohol constituye una seria
amenaza para la sociedad, para la seguridad de las personas y para los
bienes ajenos debidamente comprobado por un certificado médico.
314
En este caso, la acumulación de dicha infracción con la de abandono de
la víctima es un obstáculo para la aplicación del artículo 463 del Código
Penal. Si además de haber causado golpes y heridas, el conductor
abandona la víctima, cierra asi toda posibilidad de que se le atenué la
pena a imponer de modo principal por el hecho de golpes y heridas, Este
hecho debe ser sancionado con el máximo de la pena correspondiente.
Por ejemplo, el hecho de no asegurar un vehículo que circula por 'as vías
terrestres de por si constituye un delito. El artículo 1ro. de la Ley No.
4117, de fecha 27 de abril de 1955, obliga a asegurar a los Propietarios o
l0s
poseedores de vehículos de motor, con fines de reparar daños-
corporales o la propiedad de terceras personas, cuando ocurra una
accidente.
314
Hasta que la Ley No. 126, de Seguros Privados de la República
Dominicana, promulgada en fecha 10 de mayo de 1971, entrará en vigor,
dominó en nuestro derecho el criterio de que en caso de accidente
producido por un conductor de vehículo de motor que no se hubiese
provisto nunca de licencia, las Compañías Aseguradoras quedaban
exentas de responsabilidad, en razón de disposiciones que figuraban en
las cláusulas de exclusión de riesgos consignadas en las pólizas de
seguro, y en vista del riesgo inminente de accidente que existe cuando
se conduce sin haber sido provisto de licencia el conductor, riesgo que
tiene su origen en la presunción seria que hay de falta de capacidad y de
habilidad para conducir.
314
Conexidad
Para que se juzgue otra vez a esas mismas personas por el mismo
hecho, ante el Juzgado de Primera Instancia (en sus atribuciones
penales), lo que además de trastornador para una buena administración
de justicia, implicaría un desconocimiento de la indivisibilidad del caso.
314
Causas de justificación y de excusa
Según el artículo 327 del Código Penal, el homicidio, los golpes y las
heridas no se reputan ni consideran crimen ni delito cuando han sido
ordenados por la ley o por la autoridad legítima. En ese orden de ideas,
la Corte de Casación dominicana ha decidido que este artículo "es una
aplicación, en cuanto a los crímenes y delitos de homicidio, heridas y
golpes, del principio establecido en el artículo 65 del mismo Código,
según el cual no hay crimen ni delito cuando al momento de cometer la
acción, el inculpado se vio constreñido a cometerlo por una fuerza a la
cual no pudo resistir.
314
En efecto, para que el inferior este cubierto por la orden de su superior
jerárquico es necesario que dicha orden no constituya evidentemente un
crimen o un delito, ya que la autoridad deja de ser legítima cuando
ordena un crimen o un delito.
De tal manera es asi que aun cuando se invoca que el militar no puede
discutir las órdenes recibidas, si recibe una orden evidentemente ilegal,
debe abstenerse de cumplirla, pues de lo contrario sería responsable del
hecho que comete y el superior jerárquico que hubiere dado la orden
sería su coautor o cómplice (Garcon, 1,181.222).
Vamos a ver una diferencia existente entre los artículos 327 francés y
dominicano. El Código francés dice: "No hay crimen ni delito cuando el
homicidio, las heridas y los golpes, sean ordenados por la ley y
mandados por la autoridad legítima", mientras en el Código dominicano
la copulativa "y" se sustituye por la disyuntiva "o". De manera que en
nuestro país basta una sola de las condiciones para justificar la acción,
aunque en hecho en casi todos los casos en que hay el mandato de la
autoridad, se trata de asuntos permitidos en la ley (L. Ramos, II, p. 82).
Cumple ahora que volvamos los ojos hacia el artículo 328, que habla de
la legítima defensa. Hay unidad de pareceres en cuanto a que es
necesario, para que exista el estado de legítima defensa previsto por
dicho texto, que el autor del hecho excusable se halle frente a una
inminente agresión injusta o frente a tal agresión ya comenzada y
siempre que no haya podido evitarla o repelerla sino por el ejercicio de la
violencia, y que su acción no exceda el límite de la necesidad de la
defensa.
314
Por lo demás, la ley presume como casos de legítima defensa, los
siguientes:
314
Por otra parte, el homicidio, las heridas y los golpes excusables, cuando
han sido precedidos de una provocación, en los casos siguientes:
2do. Cuando el homicidio, las heridas y los golpes han sido provocados
por un ultraje violento hecho a la honestidad;
3ro. cuando el homicidio, las heridas y los golpes han sido cometidos
repeliendo, durante el día, un hecho material de escalamiento o
rompimiento de paredes, cercados, o fracturas de puertas o entradas en
casas habitadas, viviendas o dependencias {C.P. Art. 322).
4to. en fin, cuando el homicidio, las heridas y los golpes han sido
cometidos por un cónyuge en perjuicio del otro, al cual ha sorprendido en
flagrante delito de adulterio, en la casa conyugal, extendiéndose la
excusa si la muerte alcanza también al cómplice del cónyuge adultero (C.
P. Art. 324).
314
Así como al legislador le ha parecido no conveniente excusar el parricidio
por razones morales, y consciente de que entre esposos son frecuentes
las provocaciones, ha considerado, con plausible razón, no excusar el
homicidio que un cónyuge puede cometer en la persona del otro
cónyuge, pues se trata de personas obligadas por el estado de vida en
común a no escatimar ningún sacrificio para mantener entre ellas una
perfecta unión (C.P. Art. 342, primera parte).
En efecto, son todos los hechos capaces de herir el pudor de otro. Por
ejemplo, la exhibición de partes sexuales, un acercamiento sexual, un
acto contra-natura. En fin, este delito puede producirse de miles maneras
y revestir diuersas formas.
314
En segundo lugar, conviene señalar que los crímenes de estupro y de
atentado al pudor constituyen necesariamente un ultraje al pudor público
cuando han sido cometidos públicamente.
Debe existir siempre un hecho material. De ahí que ni las palabras ni los
escritos ni los dibujos obscenos, aun públicos, constituyen el elemento
material del delito de ultraje público al pudor a que se refiere el artículo
330, aunque estos hechos pueden ser incriminados como un ultraje a las
buenas costumbres bajo las prescripciones de la Ley de Policía del 27 de
marzo de 1911.
314
Para conocer otras infracciones que están especialmente incriminadas,
ver Ley No.1450 de Registro de Marcas de Fábricas y Nombres
Comerciales e Industriales, del 30 de diciembre 1937; Ley No. 391, del
20 de septiembre 1943, que establece penas correccionales para las
personas que practiquen los espectáculos de "VOUDOU" o "LÚA" etc.
314
Ahora nos concretaremos a los lugares públicos. Se ha dicho que el
ultraje es público por el solo hecho de la publicidad inherente al lugar en
que se ha realizado (plaza, calle, camino o cualquier otro lugar público
"por naturaleza"), aunque no hubiere sido visto por ningún testigo. Poco
importa que el acto haya sido llevado a efecto durante la noche en un
sitio desierto (Cas. 1 marzo 1863, S.63.1.555, D.64.1.147).
314
Se supone que quienes realizan un acto íntimo deben tomar las
precauciones necesarias para no ser percibidos por extraños. Así, la
publicidad quedó suficientemente caracterizada cuando en una sala de
un club fue sorprendida una pareja en un acto obsceno.
314
Queda, por último, señalar, que la jurisprudencia nacional en esta materia
solamente habla de dos elementos constitutivos: el hecho material y la
publicidad, sin hacer mención del elemento intencional, por lo que es de
suponer que en nuestro pais prevalece el criterio de la doctrina francesa
(B. J. 317, ps. 697-98, año 1936).
Penalidad
Atentado al pudor
314
I.- Elementos comunes a todos los atentados al pudor.
314
B) La intención culpable. Supone, por parte del agente, la intención
culpable. Esta intención difícilmente se puede separar del hecho mismo.
El móvil perseguido por el agente es indiferente. La infracción existe, no
tan sólo si el agente culpable ha querido procurarse un goce sexual, sino
mas aun, si ha realizado el acto impúdico por venganza o para satisfacer
una curiosidad obscena.
314
El artículo 331 prevé dos crímenes distintos: 1) "el atentado al pudor,
consumado o intentado sin violencia en la persona de un niño menor de
once años de edad", y 2) "el atentado al pudor sin violencia en la persona
de un menor cuando este fuere de once o más años de edad, y siempre
que no estuviese ya emancipado por el matrimonio (cuando es cometido
por un ascendiente)".
314
2) Atentado al pudor sobre un menor de 11 o más años. El segundo
caso es aquel previsto por el párrafo del mencionado artículo en que se
lee: "Con igual pena se castigará (reclusión) al ascendiente que
cometiese et atentado al pudor sin violencia en la persona de un menor,
de uno u otro sexo, cuando este fuere de once o mas años de edad y
siempre que no estuviese ya emancipado por el matrimonio",
indicándose así, que esta infracción es diferente de la que sanciona la
primera parte del artículo 331. Y que, por lo tanto, sus elementos resultan
también distintos.
314
En este caso, la condición de ascendiente es un elemento constitutivo del
crimen, y no una circunstancia agravante. Además, no todas las causas
de agravación pueden referirse a dicho segundo caso. El texto
modificado del artículo 333, ha tenido el cuidado de precisar esas
situaciones. En efecto, el artículo 333 prevé dos especies de
circunstancias agravantes para los que cometan las infracciones
previstas por e artículo 331.
314
Por otra parte, es preciso despejar cualquier confusión entre el atentado
al pudor con violencia y el estupro, es necesario que el atentado al pudor
haya sido cometido para satisfacer una pasión sensual. Para la
existencia del atentado al pudor con violencia, basta un acto impúdico.
En efecto, difiere del estupro en que este tiene esencialmente por objeto
procurar a su autor goces sexuales, mientras que el crimen que nos
ocupa puede tener otro objetivo: el ultraje o la venganza.
314
erótico. Sobre esta cuestión no hay uniformidad de criterio en la
jurisprudencia francesa, que en ocasiones lo ha sancionado como un
atentado al pudor.
314
Es en ese sentido que se pronuncia la jurisprudencia, al aplicar el artículo
333 al señor de la casa que ha cometido un atentado sobre sus criados
(Cas. 26 díc. 1823; al jefe de un taller sobre los obreros que trabajen bajo
sus órdenes (Cas. 27 agosto 1857: 8. 321); al marido sobre los hijos
menores no emancipados nacidos del primer matrimonio de su esposa
(Cas. 16 feb. 1837: B. 51; 22 dic. 1892: B.343); a un individuo que viva
marítalmente con la madre de la víctima en un domicilio común (Cas. 29
jul. 1911: D. P.1922.1.78).
Estupro
Esta definición es fruto de la reforma introducida por la Ley No. 1220 del
20 de julio de 194fi, y abarca en su generalidad todos los hechos que se
quiere y es conveniente incriminar.
314
Elementos constitutivos. Es preciso que haya intención de estuprar, por
consiguiente, que haya la intención de vencer la resistencia o de
sorprender a la víctima en su consentimiento, obrando con engaño o
ejerciendo violencia.
314
Además, al definir el Código el estupro como el ayuntamiento carnal
normal e ilícito "de un individuo con una persona de sexo femenino",
según palabras expresas de sus redactores, se determinó que solamente
el hombre puede ser agente activo del estupro. La víctima es siempre
una mujer. Esta es la concepción clásica.
314
Es seria cuando está exenta de simulación y refleja una auténtica
voluntad contraria, y constante cuando es mantenida hasta el último
momento, excluyéndose aquella que existe al comienzo y después cede
para participar en el recíproco goce. El fenómeno de la resistencia debe
necesariamente ser estudiado en cada caso de acuerdo con las
circunstancias especiales de la mujer.
314
Puede consistir asimismo en la amenaza de otro mal grave, como la
divulgación de un vicio o un crimen que mancille la reputación de la
persona. Cabe advertir asimismo que en el caso de la violencia moral,
corno en el de la violencia física deben estudiaba en igual cuidado y
detenimiento las condiciones personales de los agentes activo y pasivo, y
sobre todo tener en cuenta la viabilidad del peligro con que se amenaza
a la víctima, porque no sería suficiente para alegar una coacción moral la
amenaza imposible de cumplir, ya por las personales condiciones de
quien la profiere, o por las objetivas circunstancias que la realización del
evento amenazante implica.
314
Se presentan algunas cuestiones de vivo interés respecto a la posible
existencia del crimen de estupro entre cónyuges. La opinión dominante
sostiene que el marido tiene derecho a copular con la mujer y. por tanto,
aunque lo hiciere contra la voluntad de ésta e incluso por medio de la
violencia física o moral, no comete el crimen de estupro, pues no
delinque quien ejerce un derecho (Vouin, Precis de Droit Penal Spécial,
num. 296 b). "Esta conclusión apunta tímidamente Antolisei- merece un
reexamen en vista del modo diverso en que las ""elaciones entre
cónyuges se configuran en la época moderna"
314
elemento constitutivo del crimen. ¿Ha habido resistencia suficiente? ¿No
se trata de una resistencia aparente o una resistencia simbólica?
314
Deben distinguirse muy bien los hechos hasta aquí enumerados que
constituyen por sí mismos el delito de atentado al pudor o de ultraje
público al pudor, si el hecho incriminado tiene una publicidad suficiente,
de la tentativa. En la práctica será difícil hacer una separación exacta de
estas infracciones.
Los actos que consuman plenamente los dos primeros delitos, son los
que estructuran la tentativa de estupro. El único factor que los diferencia
es. Como ya lo dijimos, la intención del agente. En los primeros casos, el
agente persigue satisfacer un deseo lúbrico con actos erótico-sexuales
distintos del ayuntamiento carnal. Alcanzados éstos, el delito se
consuma.
314
En la violencia moral, al revés de lo que ocurre en la violencia física, la
víctima coaccionada no ofrece una resistencia material apreciable, sino
que se entrega con un consentimiento imperfecto o viciado. De ahí que
las primeras amenazas o intimidaciones por parte del agente que no ha
avanzado en el camino de ponerse en contacto físico con la víctima, no
alcanza en nuestro concepto a constituir un principio de ejecución que
pueda dar cabida a la tentativa punible.
314
Es común leer en la literatura judicial que se trata en este caso de una
presunción de falta de consentimiento en el menor. Si se demuestra el
ayuntamiento carnal y la minoría de edad de la víctima, al estuprador no
le queda ningún recurso para desvirtuar la presunción de falta de
consentimiento de la menor y entonces nos hallaríamos frente a una
presunción de derecho, cuya existencia es negada por repugnar a los
principios del Derecho Penal.
314
"funcionario público en el lugar en que ejerza sus funciones, o que, en
razón de su cargo, tuviere autoridad, influencia o facilidad para cometer
el hecho...".
314
En razón de su cargo, tuviere autoridad, influencia o facilidad para
cometer el hecho. Pero la jurisprudencia del país de origen de nuestra
legislación se ha decidido en el sentido de que la calidad de funcionario o
de ministro de un culto constituye, por sí misma, una circunstancia
agravante, independientemente de toda relación de la función o del
ministerio con la perpetración del atentado {Cas. 9 junio 1853: B. 204; 5
mayo 1859: B. 115; 22 nov. 1866: B. 241).
314
En principio, las reglas generales de la complicidad son aplicables a
aquellos que participan, a título de cómplices, en un crimen de esta
especie. Pero el artículo 333 considera como una circunstancia
agravante del estupro la ayuda de una o varias personas, para su
perpetración. En consecuencia, deben distinguirse dos situaciones: 1ro.
La ayuda de un cómplice que se limita a preparar o a facilitar el crimen, y
2do. La ayuda de un cómplice o de un coautor que concurre real y
directamente a su consumación.
314
Represión del proxenetismo y excitación a la corrupción
314
Por lo que no es punible un acto aislado o esporádico de corrupción,
precisándose la repetición de actos similares. Pero si el hábito supone
una reiteración de los mismos. hay que considerar esos actos en relación
con el autor y no con victima. Esto quiere decir que la víctima no tiene
que ser necesariamente la misma todas las veces que el acto se repita.
314
La penalidad será más grave si la prostitución ha sido excitada,
favorecida o proporcionada por los padres, tutores u otras personas
encargadas de la vigilancia y cuidado del perjudicado (Pena: prisión de 6
meses a 2 años y multa de RD$200.00).
314
Quiénes se consideran proxenetas
314
Los párrafos 4 y 5 sancionan el reclutamiento de personas para
dedicarlas a la corrupción, así como a aquellos que obran como,
intermediarios. Poco importa el consentimiento dado por la persona
reclutada. El texto, generalmente, alcanza a toda persona que explote la
prostitución o corrupción, así como a todos los intermediarios.
314
trata de una autoridad pública o ministro de culto, o si ha sido ayudado
por una o varias personas.
314
Sin embargo, el delito debe ser retenido si el agente promueve
acercamientos entre menores para satisfacer su propia lujuria. En este
caso sería considerado como intermediario de corrupción (Cas. 27
octubre 1900, S.1903.1.544; D.1901. 1.173). De tentativa- por vía natural
hasta su total agotamiento fisiológico, o j de acuerdo con la expresión de
los antiguos autores el adulterio queda constituido con la seminatio
intra vas (Derecho Penal Francés, T. V., ps. 576 y 577).
¿Acaso el acto carnal, la seminatio intra vas, como dijeran los antiguos,
es visto por el cónyuge inocente como una injuria más grave que un coito
por vaso no idóneo? Lógicamente es absurdo. Por el contrario, el marido
es más injuriado cuando ha habido relaciones contra natura.
314
La opinión contraria parece ser la que corresponde a nuestra ley. No es
el peligro de la introducción de un hijo adulterino en la familia, sino que lo
castigado por el legislador es la violación de la fe conyugal corporalmente
cometida (Cas. 13 jul.1955, B. J. 348).
314
Algunos autores entienden que el carácter especial de la complicidad
resulta de la naturaleza misma del delito, ya que el cómplice es
realmente un codelincuente y no un coautor. Su intención no va dirigida a
la violación de la fe conyugal, que es lo que esencialmente castiga la ley
sino a la realización del acto sexual, con conocimiento de que la mujer es
casada.
314
En principio, no es suficiente una simple denuncia, es menester la
presentación de una querella de la parte agraviada. Pero el cumplimiento
de las formalidades establecidas no es requisito a pena de nulidad; basta
que el esposo ofendido haya manifestado su intención inequívoca de que
se inicie la persecución, para que la acción pública pueda ejercerse
regularmente.
314
Sin embargo, la jurisprudencia tiene la tendencia de admitir que la
apelación del marido, dada su calidad de parte en el proceso, permite al
tribunal agravar la pena; esto se basa, más o menos, en el antiguo 308
del Código Civil, que era favorable a esta solución (Cas. 3 mayo 1850, S.
50,1.556, D.50.1.141).
314
Finalmente, es conveniente precisar como ideas fundamentales:
314
Efectos del divorcio. Siendo el efecto del divorcio la disolución del
matrimonio, tos esposos divorciados adquieren plena libertad. Por tal
razón, las relaciones que ellos puedan tener en lo adelante con terceras
personas no deben ser consideradas como adulterio.
314
a) Nulidad del matrimonio. La nulidad del matrimonio puede ser
opuesta por el esposo perseguido, porque el matrimonio válido es, como
ya hemos visto, una condición esencial en el delito de adulterio. Resulta,
pues, claro que si el matrimonio está afectado de nulidad absoluta o
relativa, no puede servir de base para una persecución por adulterio.
314
Nuestra jurisprudencia aclara que para que la autoridad de la cosa
juzgada pueda ser invocada es preciso que el hecho ya juzgado y el
hecho ulteriormente perseguido, sean absolutamente idénticos (ver B. J.
526, p. 972, año 1954).
Prueba del adulterio. La prueba del adulterio cometido tanto por la mujer
como por el marido, está regida por las reglas del derecho común, que
autoriza a los jueces a admitir todos los medios de prueba; procesos-
verbales, confesión de los inculpados, correspondencia epistolar de los
adúlteros, testimonio; presunciones, etc. {ver Sup. Corte, 8 mayo 1893,
G. O. No. 980).
314
Cód. Civ. Art. 312. o de una presunción de hecho, en lo que concierne al
cómplice de la mujer adúltera, el artículo 338, en su parte in fine, aporta
una derogación a los principios generales que rigen la prueba en nuestro
derecho penal.
314
a) Flagrante delito. ¿En qué consiste, en efecto, el flagrante delito en
materia de adulterio? Es necesario referirnos a una sentencia de nuestra
Suprema Corte de justicia, en funciones de Corte de Casación, que ha
decidido que para que el cómplice de una adúltera pueda ser condenado.
Cuando los vecinos han visto una mujer y su amante encerrarse en una
habitación, y hasta han oído las palabras o frases entrecortadas o los
gemidos y suspiros que dejan escapar (Agen, 25 julio 1886).
314
Cuando el marido y varios testigos sorprendieron a la esposa en la casa
conyugal "en tal situación que hacía incontrovertible deducir que ella y su
amante estaban realizando el ayuntamiento carnal o acababan de
realizarlo" (B.J ,445, agosto 1947, Ps. 529-33).
En todos los casos, el acta debe precisar todos los elementos de hecho
capaces de formar la convicción del juez, tales como determinar si la
mujer hacia compañía al cómplice, revelar como se hallaban vestidos o
desvestidos los culpables, decir si la habitación contenía una cama, si los
culpables ocupaban dicha habitación o si por el contrario la misma se
encontraba desocupada.
314
En todos los casos, estas visitas domiciliarias, para ser consideradas
como legales, deben ser hechas durante el día, es decir, entre las seis de
la mañana y las seis de la tarde, tal como lo establece el artículo 1037
del Código de Procedimiento Civil.
314
Penalidad. Nuestro Código Penal dispone que el cónyuge convicto de
adulterio sufrirá la pena de prisión de tres meses a un año. Como una
excepción al artículo 59 del Código Penal, se aplica al cómplice de la
mujer adúltera la misma pena que se le imponga a la mujer culpable. Es
obvio recordar que también se le condenará al pago de una multa de
veinte a doscientos pesos (Art 338).
314
En cuanto a que los actos de adulterio deben tener lugar en la casa
conyugal, debemos aclarar que también se entiende por casa conyugal
toda habitación ocupada por el esposo, en la cual la mujer tiene el
derecho de ser recibida por su marido (Toulouse, 28 feb. 1900,
5.1903.2.133, D. 1904.2.15). Por ejemplo, el apartamento al cual va para
atender a sus negocios; la casa de campo en la cual los esposos pasan
el invierno.
314
LEGISLACIÓN DOMINICANA. Al adoptarse nuestro Código Penal, se
transplantó la legislación francesa vigente que establecía, como hemos
visto, una notable diferencia entre el adulterio de la mujer y el del
hombre. En efecto, de acuerdo con el antiguo artículo 339 de nuestro
Código Penal, el marido sólo podía ser convicto de haber mantenido una
concubina en la casa conyugal y la pena era la de una simple multa.
314
adulterio cometido por el marido, trastorna también profundamente la
paz conyugal, quebranta la misma organización social, y lesiona los
sentimientos de la esposa a quien la ley y la sociedad están obligadas a
proteger dentro de las mismas condiciones y circunstancias que el
legislador ha tenido en cuenta al dictar disposiciones favorables cuando
el delito es cometido por el esposo, puesto que el adulterio de éste tiende
a producir y produce en todos los casos el relajamiento de los nexos de
fraternidad en que descansa la institución del matrimonio, para
conmoverlo en su estabilidad con perjuicio de la moral y de las buenas
costumbres.
314
Los artículos vigentes que tratan el adulterio son los siguientes:
"El adulterio del marido o de la mujer no podrá ser denunciado sino por el
otro cónyuge".
314
Artículo 339. (Modificado por la ley No. 1603, del 21 de diciembre de
1947).
Bigamia
314
La bigamia ha sido severamente castigada en todas las épocas. Entre las
penas aplicadas por tal causa encontramos la de muerte, sustituida más
tarde por la pérdida de la mitad de los bienes, ser herrado en la frente
con un número 9 y ser desterrado a las galeras.
314
No existe duda a este respecto por cuanto el párrafo 6 del artículo 55 de
la Ley No 659, sobre Actos del Estado Civil, del 17 de julio de 1944,
dispone: "la existencia de un matrimonio anterior, civil o católico,
constituye un impedimento para contraer un segundo o ulterior
matrimonio sin antes haberse disuelto o declarado nulo el precedente.
Se debe aclarar que la sentencia civil hace cosa juzgada acerca del
punto ella decide: validez o nulidad del primer matrimonio. Una vez esta
cuestión, el juez penal queda autorizado para resolver el caso.
314
Dejamos establecido anteriormente que es indiferente que el Primer
matrimonio sea canónico o civil, y a mayor abundamiento diremos que
después de la calibración del Concordato entre la Santa Sede y la
República Dominicana en fecha 16 del mes de junio de 1954, "la
República Dominicana reconoce plenos efectos civiles a cada uno de los
matrimonios celebrados según las normas del Derecho Canónico". Sólo
se requiere que el acta de matrimonio canónico sea transcrita en el
registro del Estado Civil correspondiente.
314
Tantos cuantos matrimonios se celebren sin haberse disuelto
legítimamente el primitivo, constituyen otros tantos crímenes integrando
un concurso real punible.
314
En este sentido, Garraud. t. V., pág. 614. Complicidad. Las infracciones
de este tipo reúnen una característica externa particular: son de actividad
multilateral, es decir para consumarse requieren la acción de más de una
persona. Debe haber dos contrayentes y un oficial público,
imprescindiblemente: puede haber, además, y comúnmente habrá, otras
personas requeridas por el acto jurídico normal: los testigos. Sin
embargo, no es necesario que todos los intervinientes presten su
concurso con el conocimiento de que su acción forma parte de un todo
delictivo.
314
Se ha pretendido extraer de lo dispuesto en el párrafo 2 del artículo 340
la siguiente consecuencia: que toda otra complicidad del crimen de
bigamia escapa a la represión. Esta opinión resulta insostenible para la
mayoría de los autores. No existe duda ya de que procede aplicar en los
demás casos de complicidad las reglas generales establecidas por los
artículos 59 y 60, siendo preciso la existencia de un texto expreso para
derogarlas.
314
Ejercicio de la acción pública
314
Los elementos constitutivos de esta infracción son:
314
Uno solo de estos hechos -arresto detención o encierro-- es suficiente
para que el crimen quede caracterizado.
314
En principio, los particulares no tienen el derecho de arrestar, detener,
etc. Es preciso, pues, para que el crimen se justifique, que la ley
establezca una excepción. Sin embargo, no es necesario que esta
excepción sea expresa; es suficiente que resulte tácitamente de un texto
o de un principio legal. No es posible dejar de señalar aquí la excepción
claramente establecida por el artículo 106 del Código de Procedimiento
Criminal:
Los padres tienen el derecho de retener a sus hijos en casa, con tal que
no excedan los límites de una corrección moderada y humana. Asimismo,
el artículo 30 de nuestra Ley No. 603 del año 1941. Les concede el
"derecho de internamiento" de los hijos menores de 18 años en casas de
corrección o reeducación, mediante ordenanzas que obtengan para tal
efecto de los Tribunales Tutelares de Menores.
314
Fuera de estos casos, el particular (o el tuncionario que actúa en interés
privado y no en el ejercicio abusivo de sus funciones) cae bajo las
sanciones de los artículos 341 y siguientes del Código Penal, si arresta,
detiene o encierra a otra persona.
314
A. Una primera circunstancia agravante se produce si la privación de
libertad dura más de un mes, la cual es absolutamente independiente de
la concurrencia de cualquier otro daño. Si la detención o el encierro ha
durado más de un mes, se impondrá a los culpables la pena de
detención.
Como veremos más adelante, hasta los diez días la pena puede ser
correccional; de los diez días hasta los treinta, la pena es de Oclusión; a
partir de los treinta días, como ya dijimos, se impondrá a los culpables la
pena de detención.
314
Como anteriormente se ha expuesto, la ley exige que la amenaza sea de
muerte, descartando así cualquier otra amenaza. Se impondrá a los
culpables la pena de trabajos públicos.
314
En este caso la ley supone que el hecho ha sido cometido por el agente
en un estado de irreflexión, pero si él dejare pasar los diez días, ella no
duda ya de la intención perversa del agente y por tanto se torna
inflexible.
3ro. Que esta puesta en libertad haya tenido lugar antes de toda
persecución contra el culpable.
Por otra parte, la excusa sólo debe ser acordada si el culpable de los
delitos mencionados en el artículo 341, pone en libertad a la persona
arrestada.
314
La excusa es asimismo rehusada al culpable si él ha puesto en libertad a
la víctima después de iniciadas las persecuciones en su contra. Se
considera, en este caso, que el agente no merece la indulgencia de la
ley,
314
Estos actos de crueldad han sido asimilados al asesinato y sancionados
por tanto con el máximum de la pena de trabajos públicos (Art. 344. in
fine). No es necesario probar que el inculpado ha obrado con la intención
de causar la muerte de la víctima.
314
Mientras no se llegue a la lesión efectiva de la libertad ambulatoria
siquiera por breve lapso, estaremos en presencia de su tentativa
Constituirán tentativas todos aquellos actos encaminados a privar a otro
de su libertad, sin alcanza! el resultado querido por causas ajenas a la
voluntad del agente.
314
Sin embargo, para la consumación de esta forma de secuestro no se
precisa que el agente hubiere logrado obtener el rescate. La construcción
gramatical del artículo primero así lo pone de manifiesto.
314
El crimen de secuestro es sancionado también con TREINTA AÑOS DE
TRABAJOS PÚBLICOS cuando se hayan ejercido torturas o actos de
violencias, o cuando, en el peor de los casos, el secuestro ha sido
seguido de la muerte del secuestrado. En el primer caso, además de la
detención ilegal, puede existir aquí un delito de lesiones, y en el segundo,
además de la detención, la muerte de la persona detenida. Estas
infracciones concurrentes no podrán ser castigadas como hechos
distintos. Se precian como agravantes en el párrafo que comentamos.
314
secuestrador huye en un vehículo con la víctima, o cuando la víctima
pierde la vida en un intento de evasión del lugar de su retención.
Solamente la muerte natural del secuestrado, muerte que un expedido
podría determinar que se hubiera producido de igual manera sin la cir-
cunstancia del encierro, exoneraría al culpable del efecto de la circuns-
tancia agravante.
314
(Arts. 345 al 360) CRIMENES Y DELITOS RESPECTO DE LOS NIÑOS
314
proteger esencialmente la persona del niño, y no su estado civil, y
constituyen una especie de calificación subsidiaria del infanticidio,
castigan la ocultación de la preñez y la no declaración del niño muerto o
vivo.
314
autoridad correspondiente, negándole et carácter de tal ante parientes y
amigos.
314
le corresponde. Sujeto activo del delito es directamente la supuesta
madre.
Esto es, el acta de nacimiento la levanta el Oficial del Estado Civil, quien
salvo los casos de colusión, actúa como inconsciente instrumento en
manos del falsario y de sus cómplices. Se desprende, pues, con claridad,
que el delito se perfecciona cuando el acta queda levantada en las
oficinas del Estado Civil. Se deduce de lo expuesto que la tentativa es
configurable.
314
b) El hecho debe ser de tal naturaleza que comprometa el estado civil
del niño. Como acabamos de ver, es necesario que por el efecto de la
sustracción, de la ocultación, de la supresión, de la sustitución o de la
suposición, el niño sea privado de su verdadero estado de filiación, para
recuperar el cual sólo cabe intentar la acción de reclamación de estado.
Es por esta razón que los autores franceses entienden que el artículo
345 no se refiere a la supresión de un niño natimuerto.
También es este el motivo por el cual la sustracción del niño no cae bajo
la disposición del artículo 345, si no es susceptible de privarlo de su
estado de filiación. Este sería el caso de un niño dejado en un hospicio
con precauciones especiales para dar a conocer su identidad. Este
hecho, eventualmente, no sería sino una infracción al artículo 348 del
Código Penal.
c) Debe tratarse de un niño que nació vivo. Las disposiciones del artículo
345 se aplican solamente si se establece que el niño, víctima de la
infracción, nació vivo y viable, ya que el delito debe tener como efecto
comprometer su estado civil; es suficiente que sea lo bastante joven para
que su estado de filiación pueda ser fácilmente modificado (Crim. 4
marzo 1875, D. 1876.1.508). Importa poco que el niño haya fallecido al
momento de producirse el delito, con tal de que haya nacido vivo y
viable. El que nace muerto no tiene estado civil. Si se le sustituye por
otro, es el estado de éste el que se altera (Manzini, VI, p. 711).
Es deber del Ministerio Público establecer que el niño ha vivido; de otro
modo, tan sólo puede ser retenido el delito castigado por et artículo 345,
en su párrafo 2.
314
El artículo 345 protege tanto al niño natural, como al legítimo, pues la
filiación natural confiere ciertos derechos e impone ciertas obligaciones
(Crim. 29 mayo 1873, D.1873.1.386).
d) Intención culpable. Es preciso que el autor de la infracción haya
actuado con conocimiento de causa, a sabiendas de que el niño había
tenido o tenía un estado que el hecho al cual se entrega, tiene por
consecuencia necesaria despojárselo. Esto es, se precisa que la
intención de privar al niño de su estado civil haya sido la causa directa y
determinante del delito.
Poco importa el móvil. Cual que fuere el propósito que persiga el agente
(deseo de una madre soltera de esconder su maternidad ilegítima, deseo
de malversar una sucesión que el niño debería de recoger, deseo de
proporcionarse un niño etc.), el delito queda consumado desde el
momento que su autor haya actuado con conocimiento de causa y que el
niño haya sido materialmente privado de su estado civil.
314
estado. Es preciso que el interesado pruebe su filiación mediante una
acción intentada ante el tribunal civil.
314
tanto más cuando la madre criminal no niegue el alumbramiento ni la
filiación que, por su confesión, es desde entonces cierta.
Casos en los cuales no se establece que el niño haya vivido, y los casos
en los cuales no haya vivido. Aquí no se trata de proteger el estado civil
del niño, sino su persona. Lo que se castiga es la falta de presentación
del niño.
En primer lugar, es preciso que un niño haya sido suprimido. La ley exige
que todo nacimiento se haga público para que la sociedad proteja al niño.
El delito existe desde que el cuerpo del niño haya sido escondido; poco
importa que ulteriormente el inculpado haya hecho conocer el lugar
donde el cuerpo ha sido colocado.
314
existe; luego no tiene estado civil y no puede ser objeto de supresión de
estado. Debe ser considerado como natimuerto.
Sin embargo, para que el artículo 345, párr. 2 in fine, pueda ser aplicado,
es preciso que se trate de un niño verdadero, de un ser apto para la vida
ultrauterina. De la combinación del artículo 345, párr. 2 in fine, del Código
Penal y del artículo 312 del Código Civil, es necesario deducir que la
duración de la gestación debe ser superior a 180 días. Corresponde al
Ministerio Público establecer que el fruto de la concepción se trataba de
un niño verdadero.
Si no se prueba que el niño estaba vivo, la pena señalada es de uno a
dos años de prisión correccional. Si se prueba que el niño no estaba vivo,
la penalidad se rebaja: de seis días a dos meses de prisión.
314
aconsejable dejar la solución de este asunto a la libre apreciación de los
jueces, quienes decidirán de acuerdo con las circunstancias propias a
cada caso, debiendo en todo caso motivar su decisión.
Elementos constitutivos. Los elementos de este delito están expuestos
así:
a) El hecho material de no presentar al niño o no indicar donde éste se
encuentra; b) que la persona que no hace la presentación, esté
encargada de la crianza del niño; c) que el niño haya sido reclamado por
quienes tienen derecho para reclamarlo, y d) la intención delictuosa.
Queda, por último, señalar que este delito no debe confundirse con el de
ocultación de niños a que se contrae el primer párrafo del artículo 345,
pues el menor puede conservar su estado civil; ni tampoco con el de
314
sustracción de un menor en el sentido del artículo 354, pues el niño no
ha sido sustraído a nadie, sino que ha sido confiado al que rehúsa
presentarlo.
SUSTRACCIÓN DE MENORES
La sustracción de menores es objeto de diversas incriminaciones que
figuran en los artículos 354 y siguientes. El Código Penal las divide en
tres clases; 1ra. Sustracción de menores con engaño, violencia o
intimidación; 2da. Sustracción de menores por seducción o consen-sual;
3ra. Gravidez.
El artículo 354, modificado por la Ley No. 5507, del 10 de marzo de 1961,
castiga con la pena de reclusión a cualquiera persona que "con engaño,
violencia o intimidación, robare, sustrajere o arrebatare uno o más
menores, haciéndoles abandonar la vivienda o domicilio de aquellos bajo
cuya autoridad o dirección se hallaban". Esta disposición y la
contemplada por el artículo 355. Tienen por objeto no solamente proteger
la seguridad personal del menor de 18 años y defender á éste contra el
engaño, la violencia o la intimidación, sino más bien tienden a proteger a
la autoridad de la familia.
314
Las expresiones "robare", "sustrajere" o "arrebatare" de las cuales se
sirve la ley son sinónimas. Robar una persona es en efecto, sustraerla o
arrebatarla del lugar donde ella se encontraba en el momento de la
sustracción.
Para los efectos del Art. 354, se consideran también como personas que
tienen sobre el menor la autoridad o dirección indicada por la ley, los
establecimientos donde hubiese sido internado, a que se refiere la ley
que instituye los Tribunales Tutelares de Menores, así como los
establecimientos de beneficencia e instituciones donde sean acogidos los
huérfanos y los niños abandonados.
314
Para Garraud. No hay sustracción si el menor se encuentra acci-
dentalmente en la calle o en la feria acompañado de sus padres, o si el
menor ha abandonado la casa de sus padres anteriormente a la
sustracción, pues faltara el primer elemento indispensable para que haya
sustracción. Por su parte, la jurisprudencia ha decidido que la infracción
se produce aun si se efectuara en la vía pública, pues es suficiente que
el inculpado haya querido sustraer al menor de la esfera de la autoridad
paternal (Bordeaux, 2 oct. 1876, S.76.2.145).
El segundo párrafo del Art. 354 castiga con penas de prisión correccional
de seis meses a dos años y multa de cincuenta a quinientos pesos oro
(RD$ 500.00) a los individuos que desplacen, arrebaten, substraigan o
trasladen uno o más menores de cualquier sexo. Importa hacer notar que
el primer párrafo del Art. 354, que sanciona como crimen el hecho, se
aplica cuando a consecuencia de " sustracción se haga a la víctima
abandonar la vivienda o el domicilio de aquellos bajo cuya autoridad o
dirección se hallaba; en el segundo párrafo, que sanciona el hecho como
delito, basta un simple desplazamiento, ocultación, sustracción o
traslado.
También conviene hacer notar que los medios por los cuales se puede
cometer el hecho previsto en el segundo párrafo son los mismos del
primer párrafo, o sea por engaño, violencia o intimidación. Empero, si se
emplea otro medio cualquiera que no sea uno de los ya señalados,
también se viola el segundo párrafo del Art. 354.
314
lograr el fin perseguido. El engaño debe recaer sobre las características
del acto que la víctima realice y sobre las intenciones del autor.
Dentro de este concepto, no entra la seducción porque en ésta, cuando
la menor sigue al seductor, ella no ignora que abandona su medio y que
su presunto raptor tiene propósitos sexuales.
El engaño es, en fin, el dolus malus de los romanos. Las simples
mentiras se excluyen. Por violencia se entiende el
constreñimiento físico que comprende todos los procedimientos
materiales empleados para desplazar al menor. En principio fa
violencia debe recaer sobre la víctima, aun cuando pueda coincidir con el
esfuerzo por impedir auxilio, que recaiga sobre personas distintas.
314
cumplido aún los dieciocho (18) años. El rapto de una persona mayor de
edad no cae bajo el dictado de la ley a menos que el hecho reúna los
caracteres propios de un secuestro: el mero hecho de raptar a una
persona mayor de edad no está incriminado por la ley penal; lo que está
incriminado por la ley penal es el hecho de privarla de su libertad.
En otros términos, la sustracción de una persona mayor puede tomar el
carácter de una detención o de un secuestro ilegal, pero no de
sustracción propiamente dicha.
Importa poco la edad del menor, con tal de que tenga menos de
dieciocho (18) años; importa poco también su sexo. Por lo demás, no se
puede hablar de sustracción de un menor emancipado, pues la
emancipación hace que desaparezca la patria potestad. Además, el
menor emancipado es libre de escoger su domicilio (Cas. 1ro. julio 1831,
S. 31.1.431).
Igualmente podemos agregar que la sustracción debe ser ilícita, esto es,
ha de realizarse sin facultad legal ni justificación alguna. La ilicitud
314
desaparece y, por tanto, el delito queda excluido, cuando concurre el
consentimiento de los padres, tutores o encargados del menor. Algunos
autores consideran que la sustracción no pierde su carácter antijurídico
cuando se ejecuta por los mismos padres si éstos han sido privados de la
patria potestad o cuando ésta se haya extinguido por la adopción del hijo.
314
diez y ocho, la pena será de seis meses a un año de prisión y multa de
diez a trescientos pesos."
314
Así, la Corte de Santiago, consecuente con este principio, declaró que la
edad de la menor "apenas puede alcanzar a 16 ó 17 años, pero que, en
la duda, a falta de acta de nacimiento para comprobarla exactamente,
procede beneficiar al prevenido aplicando la escala más favorable,
conforme a la edad de la menor, establecida por el artículo 355 del
Código Penal."
Contrariamente al artículo 354, el artículo 355 exige la condición de que
el raptor sea de sexo masculino y que la víctima sea de sexo femenino.
No se admite, pues, la posibilidad del rapto por seducción de un hombre
por un hombre, y de una mujer por una mujer. Sin embargo, hay una
tendencia moderna encaminada a que tanto el sujeto activo como pasivo,
pueda ser, indiferentemente, la mujer o el hombre.
314
desplazada de la casa paterna, o de sus tutores o curadores. Esto se
colige fácilmente de la lectura del mencionado artículo. En conclusión, el
hecho consiste aquí en sustraer a la menor de la esfera de custodia en
que se halle, sea patria potestad, tutela o cualquier forma de guarda.
314
con un fin deshonroso o deshonesto". Realmente este quinto elemento
constitutivo no se alcanza a ver ni en las letras del texto ni tampoco en su
espíritu, y no lo encontrarán en ningún estudio de nuestra legislación de
origen.
Gravidez de menores
Las disposiciones legales contenidas en la segunda parte del artículo
355, dicen así: "El individuo que sin ejercer violencia, hubiese hecho
grávida a una joven menor de edad reputada hasta entonces como
honesta, incurrirá en las mismas penas anteriormente expresadas, para
la aplicación de las cuales se tendrá en cuenta la relación de edad que
este mismo artículo establece".
314
embarazo. Es decir, que, como consecuencia lógica y necesaria de esta
disposición, la joven menor de 18 años víctima de un ayuntamiento
carnal, sin violencia, no tiene protección algúna si el resultado de este
coito, no es el estado de embarazo.
De manera, pues, que si una joven menor de edad deshonesta que vive
en el hogar paterno, puede ser substraída, mereciendo el autor de la
sustracción sanciones dentro de la escala del artículo 355, no ocurre así,
sin embargo, cuando ha sido hecha grávida.
314
aquella que se practica contra una menor extraída de la casa paterna,
aun por breves instantes.
La misma solución cuando una menor fue enviada por su madre a una
parcela de su padre en busca de víveres y al pasar frente a la propiedad
del prevenido, éste la sedujo, sosteniendo contacto carnal con ella. En el
314
espíritu de los jueces de la Corte de Casación: "es evidente que aunque
momentáneamente, la joven agraviada fue substraída a la autoridad de
sus padres, ya que no es indispensable para la comisión del delito que el
traslado de la menor se haya realizado desde la misma casa donde viva
esa menor, al lugar donde se hayan realizado los hechos materiales
deshonestos, ni que ese traslado sea definitivo, apartando a la menor de
la autoridad de sus mayores; el delito queda consumado desde que se
compruebe que se haya burlado esa autoridad con fines como los
realizados" (B.J . 495, ps. 1250-1, año 1951).
314
¿El Ministerio Público puede perseguir de oficio al que ha sustraído a una
menor? No existe disposición legal que someta el ejercicio de la acción
con relación a los delitos de sustracción o gravidez de una menor, a la
condición de que medie una denuncia o querella de los padres, tutores o
encargados de la menor ofendida, ni de cualquiera otra persona (B. J.
447, ps. 690-94, año 1947).
Así pues, el Ministerio Público puede, siempre que tenga conocimiento
de un caso de sustracción o gravidez de una menor, perseguir de oficio al
supuesto culpable. El interés público, que debe predominar sobre el
privado, justifica que tal delito sea perseguible de oficio.
314
matrimonio haya sido anulado por los tribunales civiles. A menudo este
matrimonio se encontrará viciado por la ausencia de consentimiento de
los padres de la joven, y tal parece ser la única hipótesis prevista por el
legislador. Pero podría aducirse otras causas de nulidad, como la
existencia de un matrimonio anterior del seductor o un impedimento
derivado de un lazo de parentesco existente entre los esposos.
314
estas personas tienen el derecho de presentar la querella, lo cual está
exclusivamente reservado a los parientes de la joven agraviada, con
calidad también para pedir la nulidad del matrimonio.
La verdad es que una joven que pierde su honor, como se dice entre
nosotros, aparte del daño material existe, evidentemente, un daño moral
indemnizable. Esta joven ha podido perder la oportunidad de un
matrimonio, con las consiguientes consecuencias perjudiciales, Sin
314
embargo, la indemnización, que debería tener por objeto la reparación
del perjuicio causado, se convierte para el insolvente en una pena
privativa de libertad.
La ley presume que aquellos que están unidos por lazos de parentesco o
de afinidad con una menor tienen mayor facilidad para seducirla y
hacerla abandonar la casa de sus mayores.
A ese respecto, conviene señalar que para determinar la pena que haya
de ser impuesta a un menor de 18 años por el delito de sustracción o de
gravidez de una joven también menor, de igual o mayor edad que él, es
preciso tener en cuenta, en primer lugar, la excusa atenuante especial
del artículo 357 del Código Penal, y luego la excusa atenuante general
314
de la minoridad, del artículo 69, reformado, del mismo Código (B. J. No.
480, p. 593, año 1950).
- Ha sido fallado que el artículo 354 del Código Penal protege a todos los
menores en los casos de sustracción con violencia, sin distinguir el sexo
ni la edad. Corte Apelación La Vega, 26 septiembre 1913. B. J. Nos. 57-
58, p.16:
314
-Respecto de la oposición de los padres de la agraviada para la
celebración del matrimonio con el raptor, considerada como circunstancia
atenuante, Corte Apelación Santiago, 21 marzo 1914, B. J. No. 59-60,
p.18.
Que la edad de la joven substraída debe ser establecida por los jueces
del fondo en las sentencias de condenación, porque de otro modo no se
determina con precisión el hecho del cual ha sido reconocido culpable el
condenado, y no se cumple con las prescripciones del artículo 195 del
Código de Procedimiento Criminal. Cas. 14 noviembre 1927, B. J. No.
208-209, p. 8
314
Que para la existencia de este delito, basta que la ofendida haya sido
substraída del sitio en donde se encontraba por autorización expresa o
tácita de sus padres o de las personas mayores con quienes vive,
personas estas que la ley asimila a los padres en este caso. En estas
circunstancias, no hay interés alguno jurídico, para la decisión del asunto,
en que se pruebe la calidad de padre del querellante o denunciador (B. J.
No. 447, octubre 1947, ps. 690-94, sentencia día 30).
Que el artículo 357 del Código Penal establece que cuando el raptor o
seductor fuese de igual o menor edad que la joven substraída o
engañada, la prisión y la multa se reducirán en cada caso a la mitad, y el
artículo 69 del mismo Código, reformado necesariamente (aparte de la
Ley No. 382, del año 1920) por la Ley No. 603 del año 1941, puesto que
fija en 18 años, sin distinción, la edad de la mayoridad penal, dispone por
una parte, que cuando los menores no cometieren sino un delito, la pena-
que contra ellos se pronunciare, no podrá elevarse a más de la mitad de
aquella a que hubieran podido ser condenados de haber tenido una edad
mayor que la indicada; que, en consecuencia, para determinar la pena
que podía serle impuesta al prevenido era necesario tener en cuenta, en
primer término, la excusa atenuante general de la minoridad del artículo
69 (B. J. No. 480, año 1950, ps. 592-3).
314
Estudiemos separadamente cada una de las tres figuras que componen
dicho párrafo.
a. La inhumación ilegal
El Código Penal castiga al que, sin autorización previa de autoridad
competente, haga inhumar el cadáver de un individuo que hubiere
fallecido, con prisión correccional de seis días a dos meses, y multa de
cincuenta pesos; sin perjuicio de los procedimientos que puedan seguirse
por los delitos que en este caso se imputen a los autores de la
inhumación. Con la misma pena se castiga al que infringiere las leyes y
reglamentos relativos a las inhumaciones festinadas (Art. 358).
314
Pero el verbo inhumar tiene en el campo jurídico-penal un sentido más
amplio que en el estricto gramatical, por estar comprendido en este
concepto además de los actos de enterrar, o colocar bajo tierra el
cadáver, aquellos otros de igual significación encaminados al mismo fin,
como el depósito de cadáveres en nichos, panteones o mausoleos.
Como si todo lo anterior fuera poco, el artículo 137 del Código de Salud
Pública, Ley No. 4471, del 3 de junio de 1956, especifica: "Los cadáveres
no podrán permanecer insepultos por más de 48 horas..."
314
materia de inhumaciones y sistematizar el conjunto de disposiciones
esparcidas en diversos textos legales.
314
3.028). Garcon <2do., págs. 398, 998, 16) y Garraud (5to., pág. 727)
mantienen la misma opinión.
El articulo 73 de la Ley No. 659 sobre Actos del Estado Civil, expresa que
si el Oficial de Estado Civil advierte cualquier indicio de muerte debida a
un crimen debe informarlo inmediatamente al Procurador Fiscal, y el
artículo 74 dice que cuando haya señales de muerte violenta, indicativa
de crimen, el Comandante de Destacamento de la Policía Nacional, no
permitirá la inhumación hasta que las autoridades competentes que dicho
texto indica, levanten el acta de lugar.'
b) Ocultación de cadáveres
El artículo 359 del Código Penal prevé y sanciona este hecho. El objeto
de la incriminación es impedir que el crimen quede impune por la
ocultación de la persona muerta a consecuencia de golpes o heridas.
Poco importa que se trate de un crimen o de un homicidio involuntario
(Cas. 24 mayo 1855, S.55.1.624).
314
Según la opinión más socorrida, la ocultación de cadáveres no puede
jamás ser imputada al autor del hecho que ha provocado la muerte
(Vouin, pág. 407), porque es evidente que no se puede ser cómplice de
un hecho y autor al mismo tiempo. En electo, ocultación es una
modalidad de fa complicidad y sólo puede ser realizada por terceros (B, J
530, ps. 1958-59). Sin embargo, la ley castiga la ocultación de cadáveres
como un delito especial contra la administración de la justicia y no como
un caso de complicidad de homicidio o de golpes y heridas.
314
El delito de ocultación de cadáveres presupone la intención culpable. El
agente debe haber actuado a sabiendas, con la intención de ocultar el
cadáver de una persona muerta o asesinada a consecuencia de golpes o
heridas. Poco importa, por lo demis. El móvil que le haya impulsado. No
es necesario que el hecho haya sido cometido para asegurar la
impunidad del agente.
El Código establece:
"Art. 360. El que profanare cadáveres sepulturas o tumbas, será
castigado con prisión correccional de un mes a un año, y multa de diez a-
314
cien pesos; sin perjuicio de penas más graves, si se hiciere reo de los
demás delitos que puedan cometerse en estos casos".
314
Las palabras ultrajantes pronunciadas ante un ataúd no serán suficientes
para caracterizar este delito. Por sepultura se entiende, además, el ataúd
que contenga el cadáver (París 8 julio 1875, S. 75. 2.292, D.76.2.113; en
este sentido Garraud, Traite, T. V., No. 2291. Véase también Trib. corr.
Domtront. 21 Dic. 1945, Gaz. Pal., 1946.1.153), o el cuerpo mismo del
difunto revestido de aderezos funerarios.
¿Existirán entonces dos delitos o uno solo? A primera vista parece que
se da un concurso de dos delitos, siendo la violación de la sepultura el
medio necesario para profanar el cadáver, Sin embargo, estimamos que
solamente se comete un delito.
314
Los jueces tienen un poder soberano para apreciar las circunstancias
particulares de cada caso. Un acto ultrajante, por su naturaleza misma,
realizado sobre una tumba, bastaría para constituir el delito. Por ejemplo,
hay violación de sepultura en el hecho de pisar una tumba con malicia;
en el hecho de lanzar objetos a un ataúd; en el hecho de arrancar de
manera brutal las llores plantadas en una tumba (Gar-con, 2do.
p.405,39); en el hecho de abofetear un cadáver puesto en el ataúd, etc.
{Cas. 5 julio 1884, S. 87.1.339. D.85.1.222).
314
Sin embargo, la jurisprudencia no ha admitido esta doctrina, y ella ha
juzgado: ...que la violación de tumbas y de sepulturas no puede ser
excusada ni por la finalidad que se persiga, ni por el móvil que haya
impulsado al culpable a obrar (Cas. 10 abril 1845;31 oct.1889; 2 nov.
1934).
...Que importa poco, para constituir la infracción, que el autor del hecho
material haya obedecido a una intención culpable o que se haya
propuesto tal o cual objetivo determinado; que el delito se encuentra
legalmente caracterizado (como en todas las contravenciones) desde
que el acto imputado, abstracción hecha de la intención del agente,
implique necesariamente un ultraje a los restos mortales de las personas
que reposan en sus tumbas o en sus sepulturas (Cas. 5 julio 1884, Saint-
Jean; 20 junio 1896, Gilbertas).
314
el caso de que el hecho sea susceptible de varias calificaciones, debe
ser pronunciada la pena más fuerte. En este sentido: Garcon, C. p. ann.,
Art. 360, No. 44.
El perjurio
Esta materia no está regida hoy por el Código Penal, sino por la Orden
Ejecutiva 202 emanada del gobierno militar de la primera intervención
norteamericana del 1916. Esta Orden Ejecutiva del 28 de agosto de
1918, suplanta la totalidad del párrafo del Código Penal, dedicado al falso
testimonio, creando en su lugar la nueva figura jurídica del perjurio, por
entrañar ta violación de un juramento.
314
En honor a la verdad, la estructuración de la Orden Ejecutiva 202 no es
completamente nueva o muy diferente, es una especie de simbiosis
jurídico-penal donde conviven la contribución francesa y el aporte
anglosajón.
El Art. 1ro de la hoy Ley 202 define el perjurio como "la afirmación de un
hecho falso, bajo juramento o promesa de decir la verdad; sea al declarar
por ante algún Tribunal, Juez, funcionario u otra persona competente
para recibir el juramento o la promesa; sea en algún documento suscrito-
por la persona que haga la declaración, en cualquier procedimiento civil o
criminal, en cualquier caso en que la ley exija o admita el juramento o la
promesa". Es de interés, en orden al buen entendimiento de este
artículo, que aunque la ley había de "afirmación de un hecho falso",
comete también perjurio el que niega, bajo juramento, un hecho cierto.
Hay, pues, dos maneras de concebir esta clase de delitos; una fundada
en la alteración de la verdad, y sobre esa idea está basada la figura del
falso testimonio; la otra atiende al quebrantamiento del juramento de
manera que no sólo resulta punible la acción cometida por el testigo, sino
también la de otros sujetos, en particular aquellos a los cuales se impone
un juramento.
314
Primer elemento: debe existir un testimonio bajo la fe del juramento o
promesa de decir la verdad. A la validez del testimonio ha estado
generalmente ligado el juramento. El juramento es un acto por el cual el
hombre toma a Dios como testigo de su sinceridad. El uso del juramento
es contemporáneo del testimonio y ha existido en todos los tiempos. Su
prestigio proviene de sentimientos avalados por una tradición universal
de siglos, latente pese a la sensible e indiscutible aminoración de la fe
religiosa de todos los pueblos.
314
Dice Vouin (ps. 383-384) que este juramento es, desde varios puntos de
vista, distinto al que se ha impuesto a los testigos de "decir toda la
verdad y nada más que la verdad" (Arts. 75, 155 y 189 del Código de
Procedimiento Criminal) o el de "hablar sin odio y sin temor, y de decir
toda la verdad y nada más que la verdad" (Art. 246). La expresión "de
proceder al examen y dar su relación, según su honor y conciencia", que
interviene en el juramento del perito, parece indicar que la equiparación
entre ambos juramentos no es posible.
314
La cuestión, después de la ley del 18 de marzo de 1955, ha sido resuelta
en Francia por el artículo 367 del Código Penal, que asimila al falso
testigo: "el intérprete que en materia criminal, correccional o civil, haya
desnaturalizado de mala fe la sustancia de las palabras o de los
documentos traducidos oralmente".
Por último, creemos conveniente advertir que las personas que son oídas
sin juramento y las que deben o pueden serlo sin prestación de
juramento, a título de simples informantes, están sustraídas a la
represión del perjurio cuando ellas no digan conscientemente la verdad
(Cas. 10 marzo 1861: B. 102; 11 marzo 1882: B. 72).
314
Presidente de esa jurisdicción {Art, 233 del Código de Procedimiento
Criminal).
314
2do. En algún documento suscrito por la persona que haga la
declaración;
Resulta, sin embargo, que el solo hecho de declarar ante una autoridad
competente no es suficiente para que sea posible el delito de perjurio. Es
314
preciso, además, que las declaraciones hayan sido rendidas cuando las
autoridades actúan dentro de sus límites de competencia funcional
(SOLER, Sebastián: Derecho Penal Argentino, t. V, Editora Argentina.
Buenos Aires, 1973, p. 230).
Lo propio vale decir para toda declaración falsa prestada bajo juramento
o promesa de decir la verdad, fuera de los casos en que la ley lo exija o
admita: no acarrea la pena del perjurio. No es necesario, pues, que el
juramento o la promesa de decir la verdad tengan un carácter de
absoluta exigibilidad.
314
juramento que ha prestado de decir la verdad. El hecho es intencional
cuando es consciente y voluntario.
314
Por lo demás, la deposición debe relacionarse con circunstancias
esenciales del hecho. Las razones son obvias. Pues es evidente que la
alteración de hechos secundarios y accesorios, no da lugar a
persecución alguna (Cas. 16 enero 1807; 29 nov. 1951: B. 329; 30 abril
1954; J.C.P. 54, IV, ed. G., 81). Pero aveces es difícil distinguir las
circunstancias esenciales de las no esenciales en una acusación penal.
314
En suma, las reticencias sólo pueden constituir el delito en estudio
cuando equivalen a la expresión de un hecho positivo contrarío a la
verdad {F. Hélie, Pratique Criminalle des Cours et Tribunaux, No. 574 p.
350).
314
Cuarta condición. La cuarta condición del crimen o del delito --porque el
perjurio es crimen en algunos casos y delito en otros- es que la falsa
declaración debe haber sido hecha de mala fe. No hay perjurio castigable
sin una intención delictuosa el testigo de un hecho puede equivocarse de
buena fe respecto de las circunstancias derivadas del hecho que él ha
creído ver o haya visto en efecto.
El puede ser inducido a error por sus emociones, por su imaginación, por
la confusión de sus recuerdos. Por lo tanto, es preciso establecer, no sólo
la falsedad de la deposición, sino también la falsedad intencional del
testigo. La Corle de Casación francesa exige, por consiguiente que la
mala fe quede comprobada en la sentencia (Cas. 15 julio 1886: S. 258;
31 marzo 1935: B. 72). Pero la mala fe constituye una cuestión de hecho
que los jueces del fondo aprecian soberanamente y escapa al control de
la Corte de Casación (Cas. 26 abril 1928: B. 125).
314
Se comprende la gravedad de la especie prevista y su consigno castigo.
Al referirse el legislador a la pena de 30 años de trabajos públicos, no
hay duda de que se trata de infracciones castigadas con la pena de
muerte antes de la Ley No. 64, del 19 de noviembre de 1924.
Cuando habla del máximo de la pena de trabajos públicos con que debe
sancionarse al perjuro, es obvio que ha de ser la de 20 años, toda vez
que de conformidad con el artículo 18 del Código Penal, la pena normal
de trabajos públicos, tiene un mínimo de 3 años y un máximo de 20 años.
314
la circunstancia en que el acusado no haya sufrido la sentencia, ni parcial
ni totalmente. A pesar de ello, hay razones valederas para inferir que se
trata de condenaciones criminales o correccionales. Si esto es así lo
mejor hubiera sido la integración de estas prescripciones en el "apartado"
anterior, ocupando su parte final.
"d) Cualquier otro caso que no sea de los previstos en los párrafos
anteriores se castigará con la multa de cincuenta pesos (RD$50.00) a
diez mil pesos (RDS10.000.00); o prisión correccional de un mes a dos
años, o con ambas penas a la vez".
314
(RD$6.00), y aunque el limite del máximo no esté fijado por la ley, las
multas por lo general no son tan altas. En realidad, se trata de uno de los
aspectos en que aflora el origen de esta legislación específica,
sustitutiva, como ya se ha dicho precedentemente, del falso testimonio, y
donde se amalgaman las genealogías jurídicas gala y anglosajona en el
ámbito dominicano.
314
Sin embargo, nos parecen impropias o por lo menos superabundantes
las prescripciones siguientes: "Son cómplices del perjurio los que por
amenazas, promesas, persuación, inducción súplicas o dádivas, hubieren
conseguido que otra persona cometa el perjurio". Es una verdadera
tautología. Nótese que se trata de formas que puede asumir la
complicidad, idénticas a las ya expresadas taxativamente por el
legislador en el Art. 60 del mismo Código.
La materia está regida por los Arts. 463 y 483 del Código Penal, y en tal
virtud los jueces pueden apreciar la existencia de circunstancias
atenuantes en relación con los crímenes, delitos y las contravenciones
previstos en nuestra legislación penal. Ahora bien, el legislador ha
considerado de tal gravedad el delito de perjurio que se aparta de esta
regla mediante una disposición cuyo tenor es el siguiente: "El artículo
463 del Código Penal no es aplicable a los casos de perjurio, ni respecto
de los autores ni de los cómplices". No hace alusión alguna al artículo
483 que se refiere a las contravenciones.
314
Casos especiales de perjurio. El alcance general de la Ley de Perjurio,
en cuanto a los funcionarios ante tos cuales se hacen las declaraciones y
respecto de las personas que puedan incurrir en el delito, ha permitido
injertar sobre sus disposiciones una serie sucesiva de previsiones
legislativas sobre las más diversas materias, una buscando su sanción
en ellas y otras remitiéndose a sus prescripciones, o a guisa de simple
advertencia, o ya modificando a la vez la penalidad.
Entre las leyes que se relacionan con el perjurio figuran las siguientes:
B)- Ley de Habeas Corpus, del 22 de octubre de 1914, Gaceta Oficial No.
2550, en su Art. 6, ap. c), in fine:
"Si se compruebe que el informante ha prestado declaración de hechos
falsos, será condenado por los Jueces que conozcan del caso, al
máximum de prisión correccional como reo de falso testimonio."
C)- Ley de Préstamos con prenda sin desapoderamiento No. 1841, del 9
de noviembre de 1918, Gaceta Oficial No. 6857, párrafo del artículo 2 y
en el Artículo 20, que ha sido modificado por la Ley No. 3407 del 23 de
octubre de 1952, Gaceta Oficial No, 7484:
314
último, y el deudor podrá ser considerado perjuro y castigado con las
penas establecidas por el artículo 20 de esta ley".
Soborno de testigos
Caracteres y elementos de delito. El soborno de testigos se encontraba
incriminado y sancionado por el artículo 365 del Código Penal.
Recuerden que este texto quedó sustituido por la Ley No. 202, del 28 de
agosto de 1918, cuyo artículo 2 dispone lo siguiente: "Son cómplices del
perjurio tos que por amenazas, promesas, persuación, inducción,
súplicas o dádivas hubieren conseguido que otra persona cometa el
perjurio". Esta enumeración ha sido considerada por algunos como
limitativa.
314
pueden resultar también de los medios indicados en el Código Penal
como constitutivos de la complicidad de derecho común.
El párrafo 'e' del artículo 4 de la Ley No. 202 castiga a los cómplices del
perjurio con las mismas penas que se impongan al autor principal.
314
Revelación de secretos
314
que haya llegado a conocimiento de un- médico o de un abogado, en
ocasión de sus funciones, tiene el mismo carácter desde el punto de vista
de la obligación que se impone de no divulgarlos.
314
Por otra parte, numerosos textos legislativos particulares someten tales o
cuales categorías de personas al secreto profesional. Así, las siguientes
se consideran como depositarías de secretos profesionales. a) Los
médicos, cirujanos, parteras y farmacéuticos. En la concepción privada
de las relaciones entre médico y enfermo, la confianza de éste requiere
como condición necesaria la discreción de aquél, lo cual impone el
secreto profesional.
Además de los médicos, el artículo 377 del Código Penal señala también
a los oficiales de salud, parteras y farmacéuticos como depositarios de
secretos susceptibles de un específico deber de discreción en
actividades que requieren por su propia naturaleza máximo sigilo. Les
está prohibido revelar los hechos de que tengan conocimiento en el
ejercicio de su profesión: enfermedades, lisiaduras, etc. Importa poco
que haya mediado o no pedido expreso de que se mantenga el secreto.
Basta que se trate de hechos secretos que hayan sido confiados al
confidente necesario, o que hayan sido descubiertos por él.
314
concerniente a la existencia de una enfermedad o una incapacidad, si el
paciente se lo pide o lo autoriza (Cas. 26 mayo 1914: D. 1919,1.56).
Finalmente, el secreto profesional no podría impedir al médico
defenderse: demandado por daños y perjuicios por una pretendida falta
cometida en el tratamiento de un enfermo, él podría divulgar todos los
hechos susceptibles de justificarle.
314
d) Abogados y Notarios. Abogados y Notarios deben guardar de manera
absoluta las confidencias que les sean confiadas por sus clientes en
razón de su ministerio. Esta obligación cubre también las confidencias de
los colegas.
314
La prohibición se extiende no sólo a los abogados defensores o
mandatarios, sino también a aquellos que sólo hayan sido consultados
ocasionalmente.
Ahora bien, para que el confidente caiga bajo los efectos del artículo 377,
es preciso que él haya cometido una revelación voluntaria y espontánea
sólo es castigable la revelación voluntaria y espontánea de un secreto.
Cuando la divulgación ha sido obra del azar o de una circunstancia
fortuita, no hay lugar a la acción penal" pues se admite que en este caso
no se podría pedir contra el revelador la sanción penal correspondiente
(Cas. 26 mayo 1914. S. 1918-1919.1.9). La negligencia o la imprudencia
misma no pueden reemplazar la intención.
314
naturaleza secreta y un sirviente toma conocimiento del contenido de la
misma.
Personalmente, este confidente no ha tenido la intención de hacer una
revelación. Elemental es apuntar, por lo tanto, que la ley no podría
castigarle. Es un principio fundamental del derecho penal que no hay
delito sin intención culpable.
Hay otros casos en los cuales la ley obliga, en un interés público, a los
depositarios de secretos a divulgarlos o los autoriza a hacerlo.
Mencionaremos, a manera de ilustración, el artículo 56 del Código Civil,
que obliga a las comadronas a declarar al Oficial del Estado Civil los
nacimientos de los cuales ellas son testigos.
Y en la parle in fine del artículo 378 del Código Penal se establece que
"Las penas no son aplicables a los esposos, padres, tutores o quienes
314
hagan sus veces, en cuanto a los papeles o cartas de sus cónyuges o de
los menores que se hallen bajo su tutela o dependencia".
o del que deba guardarse por quien lo haya conocido o sorprendido por
razón de su empleo, cargo o puesto.
314
en la justicia. Es igualmente inviolable el secreto de la comunicación
telegráfica, telefónica y cablegráfica".
314
a) la intercepción de correspondencia trasmitida por vía eléctrica,
telegramas, telefonemas, cables, radiogramas, estos últimos no
indicados en la Constitución;
b) la intercepción de la correspondencia postal o eléctrica, cometida por
los particulares ajenos al servicio. Estas lagunas han sido llenadas:
314
disposiciones a que remite la Ley No. 40, de Comunicaciones Postales.
Cuando la divulgación o revelación se refiera a correspondencia
trasmitida por vía eléctrica, conlleva las sanciones establecidas al
respecto en la Ley No. 118, de Telecomunicaciones.
314
clase de secretos privados de más concreta y estricta protección penal
es la contenida en documentos escritos. Las causas de este privilegio en
favor de los secretos escritos sobre los de mero conocimiento de hecho,
salta a la vista, tanto por la certeza de su contenido, como por la clásica
voluntad de exclusiva pertenencia. En el Código Penal, el delito se
estructura en el artículo 378 modificado:
314
En otros términos, el mero apoderamiento es delito, sin precisar la
divulgación: mas el delito, completo, requiere la revelación, para dar lugar
a lo que los alemanes denominan "delito en dos actos".
Los padres y tutores que abren las comunicaciones que reciben sus hijos
o pupilos, lo hacen en ejercicio de un derecho, ya que la inspección,
314
vigilancia o conocimiento de las comunicaciones que les son dirigidas
son atributos inherentes a los deberes y derechos que emanan de la
patria potestad o de la tutela que ejercen, y, por tanto, la superfluidad del
precepto es de toda evidencia. Aun no existiendo la excusa en cuestión,
sería de igual aplicación.
314
a) El propio consentimiento del interesado o titular del secreto. Algunos
autores estiman que cuando el propio depositante de la confidencia
autorice o pide a la persona depositaría del secreto profesional que
suministre o revele hechos, datos o informaciones que constituyan el
secreto profesional, ésta queda liberada del deber del secreto en la
medida en que tal autorización o petición haya sido formulada.
314
defensa de sus derechos e intereses, todos los hechos e informaciones
relativos al caso.
Difamación e injuria
Definiciones. Define el artículo 367: "Difamación es la alegación o
imputación de un hecho, que ataca el honor o la consideración de la
persona o del cuerpo al cual se imputa".
314
que se señala un vicio determinado, tal como lo requiere el artículo 373
en su parte in fine.
314
Los lugares públicos por naturaleza son aquellos frecuentados por todo
el mundo o donde cualquier persona puede tener acceso en todo
momento (calles, plazas). Los lugares públicos por destino son aquellos
accesibles a todas las personas que quieran entrar en ellos con un fin
determinado.
314
la imputación es castigable, aunque fuera presentada bajo una forma
disfrazada o por vía de insinuación.
314
c) La designación de ta persona o del organismo al cual se impute
el hecho. No es necesario que la persona sea designada expresamente
por su nombre: es suficiente que pueda identificarse de un modo claro y
preciso la persona aludida.
314
del daño puede ser ejercida ante los tribunales civiles (Rousselet y Patin.
ob. cit, p, 385).
314
llegar por la combinación de todos esos datos a conocer el propósito que
guiara al culpable. Sabemos de sobra que las palabras o escritos que en
determinados casos o circunstancias se reputan injuriosos, en otros
pueden no considerarse ofensivos. Las palabras injuriosas son de trato
frecuente entre personas de escasa cultura.
314
sirven comúnmente para deshonrar u ofender, y b) que hayan sido
proferidas o ejecutadas en su carácter agraviante.
Una sentencia de nuestra Suprema Corte (B. J. 399, p. 931, del año
1943) presenta como regla que la difamación misma, cuando ella no se
efectúa públicamente, cambia en cierto sentido de naturaleza y es
sancionada como la simple injuria, esto es, como la contravención de
injuria, de conformidad con las disposiciones del artículo 471, apartado
16, del Código Penal.
314
manifiesto carácter injurioso; pero ello no implica que, en el caso de que,
especialmente, en ausencia de esto, el inculpado haya sostenido, con
suficiente precisión, ante el juez del hecho, que en su actuación faltó
dicha intención culpable, no procede comprobar, debidamente, por la
sentencia que se dicte en materia de contravención, la existencia del
elemento a que se hace referencia".
El atentado jurídico
Las tres incriminaciones fundamentales. En el lenguaje corriente, los
atentados más diversos a la propiedad ajena son indiferentemente
llamados "robos", y es precisamente en este sentido tan amplio que los
Romanos entendían el robo, definido como la contrectatio reí fraudulosa.
314
El robo, es la aprehensión material de una cosa ajena, sin el
consentimiento del propietario. La estafa consiste en el empleo de
maniobras fraudulentas destinadas a provocar la entrega de la cosa.
El abuso de confianza, en fin, es la distracción o disipación de la cosa
entregada voluntariamente en virtud de un contrato. Son tres nociones
distintas, sin embargo conservan un elemento común.
314
Sección 2da.: Bancarrotas, estafas y otras especies de fraudes; y
Sección 3ra: Incendio y otros estragos.
Nuestro estudio seguirá la clasificación del Código Penal.
En este punto nos interesa señalar que nuestro Código, para la definición
de la acción, no se sirve de uno de esos términos expresivos de una
simple situación externa (llevarse, desplazar) sino que emplea
expresamente el verbo sustraer (Art. 379). Esta palabra es interpretada
por Garraud en el sentido de apoderamiento: Garraud. V. p. 93.
314
constituyendo un desplazamiento ilícito de la posesión más que de 13
propiedad, puesto que tampoco en este delito se requiere la plenitud de
este derecho en el sujeto pasivo. Idéntico pensamientt encontramos en
Rousselet y Patin, quienes afirman:
"La sustracciói puede ser definida como la toma de posesión de una cosa
contra i agrado de su legítimo detentador".
* Ebermayer-Lobe-Bosenberg, 242, I, 1. 356
De esta suerte, la retención injusta de una cosa por aquel que la posee,
no constituye un robo, pues no hay sustracción. Así, por ejemplo, bajo el
pretexto inexacto de que no ha recibido su precio, un vendedor rehusa
entregar la cosa vendida: él no es culpable de robo (Cas. 15 nov. 1850,
S. 51.1.453). De la misma manera, un demandante retiene las cosas en
litigio, cuyo adversario ha sido declarado propietario de las mismas (Cas.
3 mayo 1902, S. 1904.1.297).
314
Nuestra ley, al hacer mención expresa del término "sustraer" (Art. 379),
sigue lineamientos similares.
Conforme a constante jurisprudencia, cuando la posesión de la cosa ha
sido recibida voluntariamente, aun como resultado de un error, no puede
haber sustracción en este caso. Así, por ejemplo, si el deudor de la suma
de cincuenta (50) pesos remite a su acreedor, por error, un billete de la
denominación de cien (100) pesos, y el acreedor se queda con la
cantidad entera, éste no cometería ningún delito. No cometería tampoco
robo el individuo que recibe un valor que le llega por correo por un error
en la dirección de la carta de envío, y lo conserva (Cas. 5 enero, 1861;
S.61.1.320; 24 nov. 1927, S.1929.1.160). Y es lógico que así sea, porque
el robo se realiza por sustracción de la cosa.
Sin embargo, el error tiene que haber sido el hecho de una persona
capaz de disponer de sus bienes. Cometería, pues, un robo el que se
hace entregar la cosa por un sujeto idiota o por un niño (Cas. 31 agosto
1899, S. 1901.1.475, D.1902.1.331). Por ejemplo, cometería robo una
persona que se hace entregar un portamonedas que un niño acaba de
encontrarse, y lo conserva. El menor no tiene conciencia de su acto y no
ha sido más que un instrumento: Cas. 25 mayo 1938, D.P.1938. 453).
314
(Cas. 26 junio 1875, DJ7.1.95; 26 nov. 1898, D.99.1.239). Tentativa de
robo.
La tentativa de robo es castigable aun en casr de robo correccional,
según el artículo 401, párr. 1. Para que haya tentativa castigable, es
necesario que se maniíiesU con un "comienzo de ejecución". La tentativa
de robo se caracteriza también cuando el agente, a pesar de haber
hecho cuanto estaba de su parte para consumarlo, no logra su
propósito por causas independientes de su voluntad. Este requisito
está consagrado con plena claridad en el artículo 2 del Código Penal, y
no requiere mayor comentario.
314
En consecuencia, no cometería robo el individuo que creyéndose ^gítimo
propietario de un objeto se apodera de él. Pero si cometería sustracción
fraudulenta el acreedor que, para obtener el pago de sumas que le
deban, se apodera de una cosa perteneciente a su deudor (Cas. 9 mayo
1851, S.51.1.795; Rouen, 10 noviembre 1899, g. 1902.2.140)); o el
acreedor que fraudulentamente vuelve a tomar un .bjeto vendido por él y
no enteramente pagado por el deudor (Cas. 20 iov, 1947, B. 227).
Entre nosotros este hecho está incriminado por el artículo 217 de la Ley
No 241, de Tránsito de Vehículos (G. O, 9068, del 3 de enero de 1968), a
314
título de "manejo y manipulación de vehículos sin consentimiento de sus
dueños": multa no menor de cincuenta pesos (RDS50.00) ni
mayor de quinientos pesos (RDS500.00) o prisión por un término no
menor de un (1) mes ni mayor de seis (6) meses, o con ambas a la vez.
No podemos dejar de expresar que esta especie de sustracción se
integra en el mismo instante en que el agente remueve el vehículo con la
finalidad de usarlo. Poco importa el uso que dé o se proponga dar al
vehículo.
314
que sale del supermercado sin pagar, salvo su mala educación, no puede
ser considerado como un ladrón, de acuerdo con el Derecho Civil.
314
Este caso de sustracción inconsciente de la cosa de otro por creer tomar
la cosa propia, ocurre con mucha frecuencia, y nos proporciona muchos
ejemplos de robos inexistentes por inexistencia del elemento constitutivo
de la intención fraudulenta o por la no concomitancia de ésta con el acto
de la sustracción. Ahora bien, la comprobación de la intención
fraudulenta resulta suficientemente del uso. en la motivación de la
sentencia, de la palabra "fraudulenta" o de toda otra expresión que
implique fraude: Cas. 26 nov. 1898. D.99.1.239; 22 julio 1926,
S.1928.1.73.
314
Retención de cosas encontradas. A diferencia de la cosa abandonada,
la cosa perdida es cosa ajena. El simple conocimiento de que la cosa es
ajena y de que la acción importa una privación de la misma para su
propietario, hace que el hecho de encontrarse una cosa y retenerla
con el deliberado propósito de apropiársela, constituya el delito
de robo.
314
sui generis. Lo fundamental, a nuestro juicio, para que se aplique dicho
artículo 35. Es que el agente no sepa quien es el propietario del objeto
perdido.
En este caso actúa una especie relativa de buena fe. De ahí que se
aplicaría el artículo 401 del Código Penal, al chofer particular que
encontrase una joya de la dueña de casa dejada dentro del automóvil de
la familia. Lo que está dentro de ese vehículo, aunque olvidado por la
dueña, si es retenido constituye un robo.
314
necesidad, y se pronuncian estos profesores en el sentido de que el
hambre, el frío, etc.
314
salvado y el bien jurídico sacrificado. Por ejemplo, el náufrago que en su
desesperación arrebata al otro la tabula unius capax (Soler. Derecho
Penal Argentino, ti. p.367).
El robo debe recaer sobre una cosa mueble, es decir, solamente los
muebles pueden sustraerse. En principio, no se puede sustraer un
inmueble. No se puede sustraer ni la propiedad de un inmueble, ni su
posesión, sobre todo si se trata de un inmueble por naturaleza, No es
susceptible de ser transportado, de desplazamiento, para conseguir su
apropiación.
314
puertas de un edificio, las frutas de los árboles, las piedras de un
yacimiento natural, etc.
Cabe agregar que el robo recae sobre la cosa mueble sin importar su
valor, aunque no tuviera más que un carácter puramente afectivo para el
propietario. Algunos autores atribuyen al término valor un significado
económico, de manera que este motivo los induce a requerir en la cosa
la concurrencia de un valor de ese carácter para que la misma pueda ser
objeto de robo.
Sin duda, los bienes incorporales, tales como los derechos, no son cosas
susceptibles de aprehensión para conseguir su apropiación. Pero la
sustracción puede llevarse a efecto sobre el título que los ampara.
Asimismo, constituye robo el hecho de apropiarse fraudulentamente del
agua suministrada por una empresa a sus abonados. Hay robo también
en el aprovechamiento ilícito de energía eléctrica ajena o de electricidad
superior a la qUe indica el contador, estas cosas pasan, en realidad de la
posesión del productor a la posesión del consumidor.
314
susceptible de utilización económica, que puede ser considerada como
cosa corporal mueble y por consiguiente, su apropiación ilícita constituye
el delito de robo.
Entre nosotros, en particular, fue necesario por una ley especial, crear el
delito de robo de electricidad, En efecto, cuando el robo se comete en
perjuicio de la vendedora de la energía eléctrica (Corporación
Dominicana de Electricidad), la ley que castiga el hecho es la número
847 del 21 de lebrero de 1935. Pero si el robo es en perjuicio de un
particular, por ejemplo de un vecino, el artículo aplicable es el 401 con
sus escalas, del Código Penal (B. J. 528, año 1954. p.1487).
314
que. Sin el consentimiento del arrendador, ha sustraído todo o parle de
los frutos depositados en el almacén común (Agen. 7 feb. 1850.
D.50.5.478). Con este criterio debe resolverse también el caso del
propietario que sustrae el título de propiedad del inmueble común de la
herencia.
Debe excluirse toda idea de delito: por eso las disposiciones de los
artículos 379 y siguientes no se aplican cuando se trata de cosas no
apropiadas todavía, a la disposición del primer ocupante.
314
Quid cuando se trata de res derelictae. Lo mismo sucede cuando se
trata de res derdictae. Osea aquellas cosas que han sido abandonadas
voluntariamente por su propietario, quien se desprende de ellas en forma
material. En consecuencia, estas cosas no pueden ser objeto de robo,
pues no se lesiona el derecho del propietario o del poseedor de la cosa,
quien la ha abandonado de manera definitiva sin transmitirla a otro. Por
ejemplo, el barro y la basura deposiíades en la vía pública (Crim. 12 abril
1850, D.1850.1.142; Colmar. 13 dic. 19511 D.1952. 132).
314
esposos, entre ascendientes y descendientes, o afines del mismo grado,
existe no una copropiedad, sino una especie de comunidad familiar
patrimonial. Empero, el fundamento más sólido es aquel de interés social
que ya fue elocuentemente enunciado en la Exposición de Motivos del
Código Penal francés:
"Las relaciones entre estas personas son demasiado íntimas -se afirma
en dicha Exposición para que convenga, en relación con sus intereses
pecuniarios, facultar al Ministerio Público para indagar secretos de familia
que quizás no deban ser jamás revelados, para que no sea
extremadamente peligroso que una acusación penetre en asuntos donde
la línea que separa la ausencia de escrúpulos y el verdadero delito es
muy difícil de trazar: en fin.
314
matrimonio posterior al robo no puede dar lugar al beneficio de la
inmunidad (Crim. 13 marzo 1951: B.90)
314
contador cometería robo si sustrae el dinero que su padre ha recibido
para su patrono (Cas. 31 agosto 1876, D.78.5A84: Douai. 25 enero 1897.
D.98.2.180).
314
por los viudos, respecto de las cosas que pertenecieron al cónyuge
difunto, no se considerarán robos, ni darán lugar sino a indemnizaciones
civiles. Tampoco se reputarán robos las sustracciones entre
ascendientes y descendientes, y sus afines. Sin embargo, las demás
personas que ocultaren o se aprovecharen del todo o de una parte de los
objetos robados, se considerarán reos de hurto",
A primera vista parece como que la intención del legislador ha sido dejar
subsistente la complicidad en esos casos de robo en que, por respeto a
la familia, teniendo en cuenta la condición personal de las partes, ha
creído pertinente el establecimiento de esa excepción. Mas, si esa fue su
intención, ¿por qué establece una nueva infracción denominándola
314
hurto? ¿Por qué no se limitó a expresar sencillamente que los cómplices
de esos robos excluidos de penalidad, no lo están igualmente?
Comparando los términos de nuestro artículo 380 del Código Penal con
el mismo artículo del Código Penal francés, se nota el error cometido por
la comisión traductora, localizadora y adecuadora respecto del particular
que nos ocupa. En Francia, el legislador no Kabla de hurto porque sabe
que tal denominación no corresponde a ninguna infracción prevista y
penada por el Código, y al concluir el repetido artículo 380. lo hace de
este modo: "a l'egard de tous autres individus qui auraient recelé ou
appliqué a leur profit tout ou partie des objets volés, ils seront punís
comme coupables de VOL" El texto francés dice claramente Vol, el
legislador dominicano tradujo hurto.
314
En fin, cuando el esposo, ascendiente, descendiente, etc., no sea más
que cómplice, él se beneficia solo de la inmunidad, el autor principal y
sus otros cómplices son castigables {Cas. 6 octubre 1853, b.53.5. 487,
S.54.1.352).
Otros delitos a los cuales se extiende la inmunidad del Art. 380 del
Código Penal. El artículo 380 es el segundo de la sección del Código
Penal consagrada a los robos, lo que parece implicar que no cubre sino
los robos simples. Asimismo, la formula del texto parece confirmarlo: "Las
sustracciones entre cónyuges y las que se efectúan por los viudos,
respecto de las cosas que pertenecieron al cónyuge difunto, no se
considerarán robos..". Se trata, pues, de sustracciones, es decir, de
robos simples únicamente. Sin embargo, la jurisprudencia ha dado al
artículo 380 una interpretación más extensiva.
En primer lugar, ella admite que el artículo 380 cubre todas las formas de
sustracciones y comprende, por tanto, los robos calificados (Crím. 6 oct.
1853. Rec. Sirey 1854.1.352). Es oportuno señalar, por lo demás, que el
robo calificado es un robo que responde a los mismos elementos
constitutivos del robo simple. Es la circunstancia agravante que lo
acompaña que lo convierte en un crimen.
314
los bienes de un quebrado (Cf. Dijon, 23 abril 1879, D.1880.2.94), ni a la
distracción de objetos embargados {Crim. 18 abril 1857. D.1857.1.226; 8
enero 1885. Rec. Sirey 1885.1,95), ni al incendio voluntario (intencional).
(Crim. 2 ¡un. 1853, Bull. crim. 197). La doctrina aprueba unánimemente
esta solución.
ROBOS CALIFICADOS
Los robos agravan en razón de la calidad del agente; en razón del tiempo
en que son cometidos; en razón del lugar de su ejecución, y en razón de
las circunstancias que han acompañado su ejecución.
314
A veces es suficiente una sola circunstancia para que el robo sea
"calificado"; a veces es necesaria la reunión de dos circunstancias; a
veces, en fin, la reunión de varias circunstancias entraña una agravación
más fuerte de la pena,
314
lugar donde se haya cometido el robo. El lazo personal de confianza que
liga al criado con su patrón, le impone el deber de respetar la propiedad
de éste, cual que sea el lugar donde se efectúa su perpetración (Cas, 19
junio 1879: B, 121).
314
En el robo doméstico, de que trata el apartado tercero del artículo 386.
no agrava el hecho la circunstancia de que el robo se haya cometido de
noche y en casa habitada, pues, en cuanto al lugar habitado, es
inherente a esta clase de robo y constituye uno de sus elementos, y.
además, porque, según los términos de la ley. la circunstancia agravante
sólo existe porque el agente sea asalariado del dueño de la casa o
trabaje habitualmente en el lugar del robo o en los lugares en donde, en
razón de su trabajo, tenía acceso, a causa de la confianza que se le haya
otorgado (B. J. 443. p. 375. año 1947)
314
riguroso que nos ocupa, sus relaciones están circunscritas en cuanto al
tiempo y en cuanto a los lugares donde debe ejecutar su trabajo
mediante salario. La circunstancia agravante no se admite sino cuando
el robo lo comete el obrero en los lugares donde se dedica a sus labores.
Por el contrario, las penas del robo simple deben ser aplicadas al obrero
que haya robado en la casa de su patrón, si esta casa se encuentra
absolutamente separada del taller donde él trabaja.
314
2do. que este trabajo sea habitual, y 3ro. que el robo se haya cometido
en el lugar mismo donde el agente trabaje. Hemos visto ya en qué
consiste la tercera condición, pero las dos primeras deben ser
explicadas.
Es así como una sentencia ha sancionado con las penas del robo
doméstico a un sacerdote que había cometido un robo en un convento
consagrado a la educación de jóvenes y donde dicho sacerdote ejercía
las funciones de capellán con una remuneración anual (Cas. 12 agosto
1880: B. 160. S. 81.1.109)
314
ellos abusan de esta confianza han de ser castigados con mayor
severidad.
Que el culpable goce de libre acceso a la casa y que por tanto sea
prácticamente imposible ejercer sobre él la vigilancia que no faltaría en el
caso de una persona completamente extraña a la casa (Cas. 27 agosto
1813.)
314
permanezcan en el hotel, no van a ser desapoderados de las cosas de
su pertenencia por parte de los dueños o del personal que sirve en los
indicados establecimientos.
314
pensionista o fondista: una maleta dejada en el cuarto o en el "hall" es
también cosa confiada, al tenor del artículo 386. esto es. confiada de
derecho, sin que sea preciso que intervenga ninguna convención
especial expresada por palabras o por un escrito entre el cliente y el
hotelero (Cas. 28 oct. 1813. S. 4.1.453). Si este último roba la cosa así
dejada bajo su supervigilancia. cometería sin duda et robo agravado de
que se trata en el párrafo cuarto del artículo 386. Veamos ahora el robo
de los conductores de animales, vehículos o embarcaciones fluviales,
marítimas o aéreas y sus preposés.
314
Segundo elemento. El segundo elemento del crimen que el objeto haya
sido confiado al agente en su calidad de conductor o
transportador, o a su preposé. Así se trata de un verdadero contrato de
depósito, accesorio del contrato de transporte. Se ve por esta ob-
servación que la ley ha dado el carácter de robo de lo que en realidad es
un abuso de confianza.
314
Sin embargo, es necesario advertir que la circunstancia de la noche, por
si sola, no es, en modo alguno, agravante del robo: el robo cometido en
esa circunstancia, aislada de toda otra quedaría sujeto a las penas
establecidas por el artículo 401 para el robo simple. Para que pudiera
considerarse agravado el robo cometido de noche, ha de estar
acompañado de otra circunstancia determinada por la ley {Arts. 381, 385,
386, 388). ¿Cuáles son estas circunstancias?
314
legislador, el período de tiempo que comienza, en cada localidad, a la
hora en que los habitantes tienen la costumbre de retirarse al reposo, es
decir, en que toda la actividad del día ha cesado. Este sistema ha sido
definitivamente condenado por la Corte de Casación francesa: 12
feb.1831. B. 22. S. et P. chr., D. Vol. 466.
314
b) En segundo lugar, es preciso también la circunstancia agravante de la
pluralidad de agentes: el robo ha sido cometido por dos o más personas
(Art. 386).
314
a) Casa habitada y dependencia. El concepto de casa habitada exige
que constituya la morada de una o más personas, pero es indiferente que
se hallaren en la misma o estuvieren ausentes cuando el robo se
ejecutare. Indudablemente la casa de todo ciudadano debe estar al
amparo de la ley, de ahí que sea una circunstancia también agravante en
el caso de robo, la de que se consume éste en casa habitada y, haciendo
más extensa esta garantía, el legislador no ha limitado su precepto a la
casa, sino que lo ha hecho extensivo a las dependencias de la misma.
Lo mismo que en el caso anterior esta circunstancia es una agravante,
más nunca una determinante por si sola de criminalidad. Esto es, el robo
cometido en casa habitada o en sus dependencias (Arts. 381, 384, 386,
390, 391), sólo justifica una agravación de la pena cuando concurre con
otra circunstancia agravante.
Los artículos 385 y 386 asimilan a una casa habitada los edificios
consagrados a cultos religiosos. Por edificio consagrado a cultos religioso
ha de entenderse todo edificio destinado a tal fin: iglesias, ermitas,
capillas. Es indiferente que en el momento del hecho no se celebre culto,
y aun cuando fuere profana la cosa sustraída.
314
heredad cerrada, por el hecho de irrumpir el ladrón en el interior de la
morada o heredad ajena para perpetrar el robo.
314
encuentran comprendidos en el "circuito general" (Cas. 18 junio 1812 y
20 enero 1826: D. Vo. Vol, No. 326)
314
público, a cargo del Estado o del Municipio {caminos comunales,
vecinales y rurales); es todo camino alejado de los lugares habitados:
pero no se le puede asimilar ni a los ríos o canales (Cas. 6 marzo 1846,
S. 46.1.426, D. 46.1.121), ni a las calles, paseos o plazas interiores de
las ciudades o villas (Cas. 12 jul. 1961, D.1961.438). De ahí que los
robos perpetrados en las calles paseos o plazas interiores de una ciudad
o villa, no son considerados como cometidos en un camino público.
314
Diversas circunstancias agravantes se relacionan con el modo de
ejecución del robo:
En fin, el robo deberá ser cometido por dos o más personas, pero debe
tratarse de coautores. No sería suficiente que el agente sólo tuviera
cómplices. En ese orden de ideas deseamos señalar que el que vigila
mientras otros roban, es coautor y no cómplice {Crim. 19 nov. 1943, Bull.
crim. 129). También tiene importancia aclarar que la infracción existiría
aun cuando los asociados no posean armas.
El sentido de la palabra "armas" está precisado por los Arts. 101 y 102
del Cód. Penal. Recordamos que estos artículos están ampliados por la
Ley No. 36, sobre Comercio, Porte y Tenencia de Armas, G. O. 8950.
314
robo, los simples instrumentos de trabajo que use habitualmente el
inculpado, sino cuando los emplee para amenazar o ejercer violencias
contra las personas (Corte Apelación Santo Domingo. Sent. 77. jul. 4
1927, B. J- dicha Corte. No. 3. p. 229).
El Art. 386 sanciona con la pena de tres a diez años de trabajos públicos
al que cometa un robo con armas ocultas o visibles, aunque sea
realizado de día y no esté habitado el lugar en que se realice el robo, y
aunque el robo haya sido cometido por una sola persona (B. J. 498.
enero 1952. p. 22). Esta agravación se aplica a todos los que concurran
a la ejecución del robo aun cuando sólo algunos lleven armas.
El mero hecho de que los autores del robo o algunos de ellos porten
armas constituye una agravante independientemente de toda otra y
agravante (Art. 386).
314
agentes), la sanción es entonces la del Art. 384: de cinco a veinte años
de trabajos públicos.
314
La fractura interior no es posible, desde luego, a menos que se cometa
después de haber penetrado el ladrón en la habitación u otro sitio
cercado.
314
la fractura haya sido hecha dentro o fuera del lugar del robo: el legislador
ha pensado con razón que el ladrón que sustrae un mueble cerrado y lo
abre más tarde, no importa donde, es tan culpable como el que lo
hubiere forzado en el lugar del hecho (Garcon, Cod. Penal Ann. Arts. 381
a 386, No. 177. pág. 697). A su vez, la jurisprudencia ha juzgado que en
esta modalidad la simple sustracción se asimila a la fractura (Cas. 14 dic.
1839: S. 401.550: 15 dic. 1853: B. 579; 9 marzo 1860: B.73).
El artículo 253 asimila a los robos cometidos con fractura, los robos que
se cometan quebrantando sellos, pero a condición de que los objetos
sustraídos hayan sido sellados por la autoridad pública o por mandato
judicial.
314
Ante todo, es necesario deducir de este texto dos reglas: a) la primera es
que el escalamiento, para constituir un elemento de agravación penal,
debe tener por objeto la entrada del agente a los lugares que han sido
designados:
314
en un lugar cerrado o cercado (Cas. 7 junio 1831: S. 31.400: 30 mayo
1851: B.197).
Por otra parte, el último párrafo del artículo 397 asimila el escalamiento a
la introducción por una abertura subterránea. Pero debe tratarse de un
subterráneo que no haya sido establecido para servir de entrada. Por
tanto, es necesario que el agente se introduzca por una vía subterránea
que no estaba destinada a servir de entrada. Algunos autores no llegan a
comprender como puede aplicarse la agravante al caso en que la
introducción se realiza por conducto subterráneo: esta expresión por sí
misma repugna a ser aplicada a este medio de introducción. Sin
embargo, se aplican las mismas reglas del escalamiento a este modo de
entrada. Esta circunstancia, como el escalamiento, ha sido abandonada
a la soberana apreciación del juez.
314
Como se ha dicho, el escalamiento es incriminado por la ley cuando tiene
por objeto facilitar la introducción del ladrón en el lugar donde se halla la
cosa objeto de la sustracción. Si no tiene esta finalidad, conviene señalar
de paso que el hecho puede constituir el delito de violación de domicilio,
sancionable en los casos en que presente los caracteres de este delito.
c) Uso de llaves falsas. El inciso 4to. Del artículo 481. Ha asimilado por
completo el uso de llaves falsas, a la fractura y al escalamiento, y lo
convierte en una circunstancia agravante en los mismos casos y da lugar
a las mismas penalidades. Así, el empleo de llaves falsas está
incriminatjo también como un medio de que el ladrón se sirve para entrar
en la casa, edificio o sus dependencias, o para abrir los muebles
armarios u objetos donde se encuentra la cosa sustraída (Cas. 27 julio
1820. D. Vo. Vol. No. 570: 7feb, 1878: B. 37). En cualquier otro lugar,
esta circunstancia deja de ser agravante (Cas. 1ro. junio 1854: B, 177: 7
feb. 1878: b' 37). De manera que el texto legal se refiere aquí no sólo al
uso de llaves maestras etc. para entrar en la casa o sus dependencias,
sino también a su empleo para abrir armarios y demás muebles cerrados
donde se halle el objeto sustraído.
314
Por ganzúa se entiende un instrumento que sin ser llave, actúa sobre los
dispositivos de un cerrojo, haciéndolo funcionar. El empleo de "otros
instrumentos" opera el mismo efecto, y en consecuencia, basta que se
trate de un clavo torcido, de un gancho o de un objeto que. por las
particulares condiciones de la cerradura, empleado con habilidad sirva
para hacer funcionar el mecanismo. Lo importante es vencer el reparo
predispuesto constituido por la cerradura, mediante una maniobra
mecánica no violenta. El hecho de que la cerradura muestre rastros de la
operación o que se eche a perder, no importa violencia, siempre que se
haya penetrado gracias al funcionamiento, aunque forzado, de la
cerradura. En realidad, la apertura con ganzúas nunca es tan suave
como la acción de abrir con la llave.
Llave falsa es tanto la llave de otra cerradura, como cualquier llave, como
una llave expresamente hecha para esa cerradura sobre el molde de la
llave verdadera. En este sentido la falsedad de que se habla es relativa.
El hecho de que una llave de otra cerradura abra perfectamente, no le
quita el carácter de falsa, el cual, en este aspecto, proviene del destino
de la llave misma; una llave es falsa cuando no es la llave destinada por
el dueño para abrir la cerradura. Son falsas también las llaves legítimas
tenidas indebidamente por el agente sin conocimiento del dueño (Cas. 27
abril 1854, B. 142). Esta solución ha sido combatida por quienes
entienden que la llave legítima no debe ser considerada como falsa
conforme el artículo 398, pues este texto -dicen- se refiere a la llave
contrahecha o a cualquiera otra que no destinada por el propietario, el
huésped o el inquiíino para abrir la cerradura en la cual se la emplee.
314
ley no exige que la ganzúa o la llave falsa sea empleada para penetrar al
lugar donde se halle la cosa objeto de la sustracción. A juicio del autor de
estas notas, la frase "cuando se empleen" (Art, 399) es una amplia
expresión que comprende tanto el acto de entrar como el de salir, como
el de abrir un armario o una vitrina, a los que no se entra.
314
multa de cinco a cincuenta pesos. Los cerrajeros de profesión que imiten,
alteren o fabriquen llaves falsas, serán condenados a prisión de seis
meses a dos años, y inulta de diez a cien pesos, si resultaren cómplices
en el robo".
314
La primera condición para que la usurpación de título, de uniforme o de
orden constituya una agravante del robo, es que haya sido empleada
como medio de introducción en la casa habitada o en sus dependencias.
La segunda condición consiste en el hecho mismo de esta usurpación.
No se trata de un abuso o del exceso de poder de un funcionario, sino
del empleo de un título usurpado, de un uniforme ilegalmente llevado, o
de una orden fraudulentamente hecha.
Esta circunstancia aporta agravación cuando se reúne a las otras cuatro
previstas por el artículo 381. La cuestión de saber si opera por sí sola, en
el caso del artículo 384. está controvertida, estimando algunos autores
que esta circunstancia como la fractura o el escalamiento, no es
agravante a menos que el robo haya sido cometido en casa habitada o
en un lugar cercado.
314
herido un perro guardián. Este es un punto cierto tanto en la práctica
como en la doctrina constante.
314
Es indiferente que la violencia recaiga sobre la víctima misma del robo u
otra persona distinta. Es perfectamente igual que la violencia haya
recaído antes sobre un guardián o un simple portero.
314
b) Concomitancia de las cinco circunstancias previstas por el artículo
381: nocturnidad, pluralidad de agentes, llevando armas.
314
c) Robo cometido con dos de las tres circunstancias siguientes
nocturnidad, casa habitada (o edificio consagrado al culto religioso) y
pluralidad de agentes. Y además llevando armas (Art 385).
d) Robo cometido por obrero o aprendiz, o por una persona que trabaja
habitualmente en la casa de la víctima del robo (Art. 386).
En casi todas las legislaciones, los robos cometidos en los campos, o los
que se refieren a instrumentos agrícolas, a las producciones de la tierra,
a las bestias, han sido objeto de previsiones especiales, sea en razón del
lugar de su perpetración, sea en razón de la naturaleza de la cosa
sustraída. Estas dos consideraciones entran a veces aisladamente, a
314
veces acumulativamente, en la constitución de este género de
incriminación.
Bobos castigados por el Art. 388 del Código Penal. Tal como está
actualmente concebido el artículo 388 modificado, son castigados con
prisión correccional de 6 meses a 2 años y multa de RDS500.00 a
RD$1,000.00, además, facultativamente, con la privación de todos o
algunos de los derechos mencionados en el artículo 42. por no menos de
un año ni más de dos años, contados desde la techa en que se haya
cumplido la pena principal, y la sujeción a la supervigilancia de la alta
policía por un período igual:
314
del suelo, y el robo de cosechas u otros productos no desprendidos o
sacados todavía de la tierra.
b) Infracción agravada
314
II.- El robo de cosechas no desprendidas del suelo.
314
Robo de animales o de instrumentos de agricultura. No es suficiente
para que el artículo 388 modificado sea aplicable que el robo haya sido
cometido en el campo es necesario además que el robo tenga por objeto
una de las cosas que el texto determina limitativamente. El primer párrafo
contempla los robos de "caballos o bestias de carrera de tiro o de silla
ganado mayor o menor o instrumentos de agricultura". En opinión de
Garcon entran en esta categoría de animales los mulos burros toros,
bueyes, vacas, cabras, carneros, cerdos, chivos, etc.
314
el delito, siempre que concurran los otros elementos de la infracción
(Chauveau-Helie, V, No. 2035; Garraud, V, No. 112, 1ro.. Cas. 2 enero
1813: D. Vo. Vol. No. 400).
314
El robo de maderas, de piedras o de peces. Después de los robos de
caballos o bestias de carga, de tiro o de silla, de ganado mayor o menor
o de instrumentos de agricultura, el artículo 388 ha previsto, en su
segundo párrafo, los robos de maderas en los astilleros, cortes,
derrumbaderos o embarcaderos de piedras en las canteras, y de peces
en los estanques, viveros o charcas. Estos robos están sometidos al
mismo régimen y son castigados con las mismas penas.
¿Qué se debe entender, ante todo, por robo de maderas en los astilleros,
cortes, derrumbaderos o embarcaderos? La palabra corte comprende
toda tala de árboles de maderas en un predio forestal en explotación; se
trata, pues, de robos de maderas cortadas que se dejan en el área
forestal. La ley los asimila al robo de cosechas ya desprendidas del suelo
y confiadas por necesidad a la fe pública {Cas. 7 marzo 1838). La Corte
de Casación francesa entiende que cuando se trata de robo de maderas
labradas en la misma área forestal, en piezas o en planchas, debe ser
aplicado el artículo 401 y no el 388. Cas. 30 junio 1923. B. 248.
El código dominicano extiende la incriminación que antecede al caso en
que las maderas se hayan dejado en los derrumbaderos. embarcaderos
o astilleros, condición que no existe en el texto del país de nuestra
legislación de origen,
314
un poseedor, por un contratista o por el propietario mismo (Cpr, Cas. 7
nWzo 1828, B. 66. D. Vol, 409). *
Por otra parte, el legislador ha creído conveniente sancionar también el
robo de piedras en las canteras y confiadas a la fe pública algún tiempo
antes de ser transportadas. Desde que las piedras son desprendidas,
pasan a ser muebles. Basta, pues, que la cosa haya sido movilizada para
que se transforme en objetivo idóneo de robo. No corresponde aplicar el
artículo 388 cuando la separación sea la obra del ladrón mismo, sea
directamente o por mediación de un tercero que de acuerdo con aquél,
las haya separado antes, siempre que en la tarea de la separación el
autor o su cómplice no hayan actuado como auxiliares del dueño, en la
obra ordinaria de extraer.
los peces en los mismos son res nullíus. y por tanto no pueden devenir
en posibles objetos del delito de robo. Pero los peces que estuvieren en
estanques, viveros o charcas que el propietario hubiere construido con el
fin de criarlos y pescarlos, no son considerados corno res nullius. El
artículo 524 del Código Civil declara expresamente que los peces de los
estanques son inmuebles por su destino. Su apoderamiento, empero,
puede dar lugar a una sustracción fraudulenta, cuando sean movilizados
para sustraerlos del estanque por el agente. Si. por el contrario, están
constituidos por el cierre de un curso de agua, pertenecen (los;
estanques o viveros) a dicho curso de agua y participan de su naturaleza
jurídica (Josserand, T. I. Vol. III, NO. 14530). El fundamento de la
penalidad deriva aquí también de la situación en que se encuentren los
estanques, viveros o charcas.
314
Robos con traslado de mojonaduras. El Código Penal ha previsto una
última especie de robo en los campos. Se trata de la sustracción operada
por medio del desplazamiento o traslado de los bornes o mojonaduras
que sirven de lindero a las propiedades.
Art. 389. (Modificado por la Ley No. 461, del 17.de mayo de 1941.
Gaceta Oficial No. 5595).
Se castigara con prisión correccional de tres meses a dos años, al que
para cometer un robo, quitare o mudare de lugar las mojonaduras o
señales de cualquier clase que sirvan de lindero a las propiedades. Se
podrá condenar al culpable, a la privación de los derechos mencionados
en el artículo 42. por un tiempo de dos a cinco años.
314
Penalidad. La pena principal es prisión de tres meses a dos años. En
este caso puede ser pronunciada una pena complementaria: la privación
de los derechos mencionados en el artículo 42 del Código Penal, por un
tiempo de dos a cinco años.
314
cosechas se hallaban en un terreno cercado. En la especie las casas
viviendas de los daños y trabajadores de la colonia estaban distantes de
la misma a más de tres kilómetros, en un sitio solitario, por lo que nuestra
Corte de Casación entendió que debía considerarse que la parcela
donde se Cometió el robo estaba expuesta a la fe pública. Se trataba de
un tabaco sustraído dentro de una parcela cercada (B, J . 570, año 1958,
p. 184). Este criterio, por contraerse a un caso especial, no significa un
abandono de la posesión clásica de la jurisprudencia dominicana sobre el
particular.
314
En todos los casos, es necesario, para que el Art. 388 sea aplicable, que
la sentencia precise que el robo ha tenido lugar en el campo (Cas.
26dic.1B11:D. Vo. Vol., No 403)
ROBO SIMPLE
El robo simple es aquel que reúne todos los caracteres prescritos por el
-artículo 379, siempre que no concurra ninguna circunstancia agravante.
El artículo 401. Al penar los robos simples, toma en consideración el
valor de los objetos sustraídos para clasificar las diversas especies de
robos:
" 1.- Con prisión de quince días a tres meses y multa de diez a cincuenta
pesos, cuando el valor de la cosa o las cosas robadas no pase de veinte
pesos;
"En todos los casos, se podrá imponer a los culpables la privación de los
derechos mencionados en el artículo 42, durante uno a cinco años.
También se pondrán por la sentencia, bajo la vigilancia de la alta policía,
durante el mismo tiempo".
314
El mecanismo de las circunstancias atenuantes permite siempre
temperar el rigor de la ley.
El penúltimo acápite del artículo 401 del Código Penal dominicano prevé
el caso en que un individuo "a sabiendas de que está en la imposibilidad
absoluta de pagar, se hubiere hecho servir bebidas o alimentos que
consumiere en todo o en parte en establecimientos a ello destinados".
314
sustracción directa. En las fullerías de bebidas o de alimentos los efectos
consumidos han sido entregados voluntariamente.
2do. En segundo lugar, las bebidas o los alimentos deben haber sido
servidos en un establecimiento destinado a ello; hotel, restaurante, café,
barra, "boite", cabaret, bar... (no por un particular o un comerciante
cualquiera). Debe tratarse de un establecimiento estimado a recibir al
público y a servirle, a su solicitud, y a precio de contado, bebidas o
alimentos.
3ro En tercer lugar, las bebidas o los alimentos deben haber sido
consumidos, entera o parcialmente: la tentativa no ha sido incriminada
por la ley. Por lo demás, las bebidas o los alimentos deben haber sido
consumidos en el mismo establecimiento. Por consiguiente, una persona
que se haga remitir a su domicilio una merienda o comida que luego
consume y no paga, no puede ser perseguida por fullería. por no haber
consumido los alimentos dentro del establecimiento.
314
Las sentencias de condenación deben comprobar cada uno de los
elementos constitutivos del expresado delito.
Fullería de hotel
314
admitido en un hotel, no comete fullería de bebidas o alimentos si se
hace servir estos artículos fParis. 22 feb.1883. S. 86.2.124. D. 86.2.101).
BANCARROTAS
314
Imprudencia o de, negligencia, sean actos de fraude. La bancarrota es
pues, una infracción a la ley penal que da lugar a un procedimiento
contra el comerciante quebrado por ante los tribunales represivos (Art.
402 Cód. Penal).
BANCARROTA SIMPLE
314
comerciante debe haber recibido la autorización prevista en el artículo 2
del Código de Comercio.
Una persona jurídica puede ser declarada en estado de quiebra, pero no
podría ser perseguida ante la jurisdicción represiva por bancarrota. La
bancarrota es, en efecto, una infracción castigada con penas privativas
de la libertad y pecuniarias. Es evidente que estas penas, esencialmente
personales, no pueden aplicarse a una persona que no tenga existencia
material.
314
actos constitutivos del delito o del crimen de bancarrota. El tribunal
represivo puede apreciar el estado de cesación de pagos. Además, el
tribunal represivo no está ligado por la decisión rendida anteriormente por
el tribunal de comercio. Pero hay más: el tribunal represivo puede decidir
que la cesación de pagos remonta a una fecha anterior a la fijada por el
tribunal de comercio (Cas. 10 marzo 1870: B 60).
Sin embargo, se puede decir que en los casos previstos por el Art. 1585,
el comerciante-quebrado debe ser condenado como bancarrotero
Isimple, por el solo hecho de que el juez compruebe la existencia de los
hechos previstos por la ley, mientras que en los casos del Art. 586, el
juez puede, aun cuando reconozca la existencia de tales hechos,
pronunciar o no las penas de la bancarrota. Por lo demás, el juez puede,
314
prevaliéndose de la facultad que le confiere el artículo 586, no motivar su
decisión sobre este punto (Cas. 9 marzo 1883. B, 71).
314
dicho, tiene el juez la obligación de declarar, aun de oficio, al comerciante
quebrado en bancarrota simple.
1ro. Cuando hubiere contraído por cuenta de otro, sin recibir valores en
cambio, compromisos considerados excesivos en vista de su situación
cuando los contrajo:
4to. Cuando no hubiere declarado su quiebra dentro de los tres días que
sigan a la cesación de pagos (Arts. 438 y 439), o cuando dicha
declaración no enunciare los nombres y domicilios de todos los
asociados solidarios, si la quiebra fuese de una compañía en nombre
colectivo:
314
fijados por la ley, a menos que pueda invocar en su favor una
circunstancia de fuerza mayor, o cuando después de haber obtenido
salvoconducto, no se hubiere presentado a la justicia (Ver An. 475 Cód.
Com.).
314
la memoria no se efectuare en el plazo prescrito, la ley le impone al
comisario prevenir sobre el caso al fiscal, indicándole las causas del
retardo.
Las costas del procedimiento judicial en caso de bancarrota simple,
promovida por el fiscal, no podrán ser puestas a cargo de la masa de la
quiebra. En caso de concordato, el recurso de la parte pública contra el
quebrado por estos gastos, no podrá ejercerse sino después de la
expiración de los plazos acordados por dicho contrato (Art. 587 C. Com.).
314
Tentativa y complicidad. La tentativa de bancarrota simple, no
habiendo sido prevista por la ley, no es castigable.
BANCARROTA FRAUDULENTA
314
En tercer lugar, el elemento esencial del crimen de bancarrota
fraudulenta, como lo indica su calificación, es el fraude. Ya la bancarrota
no es imputable a negligencia o imprudencia, lo que se castiga es la
estafa y el robo. Se exige, pues, la intención fraudulenta Ahora bien, el
fraude no se presume y los hechos materiales constitutivos de la
bancarrota tomarán el carácter de crimen, si resulta de los debates que el
acusado ha obrado con intención fraudulenta, es decir, con ánimo de
defraudar a la masa de sus acreedores, pues en esta dirección de la
voluntad es que reside el fraude. Por último, el comerciante debe hallarse
en uno de los casos de bancarrota previstos por la ley.
Estos casos, conforme los términos del artículo 591 del Código de
Comercio, son los siguientes:
4to. Cuando no ha llevado los libros que la ley le ordena llevar o cuando
los ha llevado con irregularidad;
314
libros se llevan irregularmente, cuando la irregularidad ha sido cometida
con un pensamiento de fraude, este hecho es equivalente a la
sustracción y es de naturaleza a entrañar la aplicación de las penas
establecidas para la bancarrota fraudulenta. Ahora bien, la producción de
libros en previsión de la quiebra sería un caso de falsedad en escritura
de comercio.
Los gastos del procedimiento judicial nunca son cubiertos por la masa (C.
Com. Art. 592). Si uno o varios acreedores se constituyeren parte civil en
su nombre personal, los gastos, en caso de absolución del quebrado,
correrán de cuenta del promovente del juicio.
314
Legislación especial sobre complicidad en Francia. El
problema de la complicidad en este crimen ha merecido singular atención
crítica, ante las oscilaciones que se han registrado en la ley Y
jurisprudencia moderna, fundamentalmente la extranjera, en donde e'
precepto tiene su origen.
Pues bien, en el artículo 597 del Código de Comercio francés de 1807,
se dispuso que serían declarados cómplices de bancarrota fraudulenta y
condenados a la misma pena que el acusado, aquellos que hubieren sido
declarados culpables de entenderse con el quebrado para esconder o
sustraer, en todo o en parte, sus bienes.
Esta fórmula discrepó de la general del Código Penal, y de aquí nació su
primer inconveniente, que fue fecundo en impunidades en pro de todo
colaborador que había intervenido en la quiebra de modo diferente a la
del artículo citado. Como el criterio fundamental de la complicidad
punible se basó en el acto de participación entre el presunto cómplice
y el quebrado, el concierto secreto entre ambos resultaba difícil de
comprender en la fórmula legal, dicen los autores extranjeros que de esto
se ocupan, De otra parte, los intereses de justicia exigían castigar ciertos
hechos de los terceros aun independientes de todo concierto con el
quebrado, lo cual constituyó un segundo inconveniente de impunidad. De
esa confusa situación jurídica se liberó Francia con la reforma que del
Código de Comercio hizo en 1838.
314
En este aspecto, nuestra legislación no tuvo el influjo de la matriz
francesa, Entre nosotros no se han introducido tales reformas, por lo que
prescindiremos de las mismas. En lo que a nuestra legislación se refiere,
por aplicación del artículo 403 del Código Penal dominicano, "los
cómplices de una bancarrota fraudulenta sufrirán la misma pena en que
incurra el bancarrotero fraudulento". Así pues, el artículo 403 de nuestro
Código Penal ha dejado al cuidado del Código de Comercio,
especificar los casos de complicidad de bancarrota fraudulenta: el
artículo 593 del Código de Comercio admite, como casos de complicidad
de bancarrota fraudulenta, además de ciertos hechos especiales que
enumera, todos los casos de complicidad previstos y definidos por el
artículo 60 del Código Penal.
314
destitución si infringen las anteriores prohibiciones. Si sobreviene la
quiebra por el incumplimiento de las obligaciones que el ordenamiento
mercantil vigente impone a dichos agentes, esta quiebra se reputará,
cuando menos, bancarrota simple.
314
aplicable, y por esta razón es que los tribunales de comercio se niegan a
declarar a los agentes de cambio y corredores en estado de quiebra.
314
3ro. Las personas que. ejerciendo el comercio en nombre de otro o con
nombre supuesto, se hicieren culpables de los hechos previstos en el
artículo 591 del Código de Comercio.
La inmunidad del artículo 380 del Código Penal, sería inaplicable en esta
hipótesis, pues los hechos contemplados por el artículo 594 no
constituyen un robo entre esposos o parientes, sino que están destinados
a perjudicar a los acreedores del quebrado.
314
de
'os acreedores de todos los bienes, derechos o acciones lientamente
sustraídos; 2do. respecto de los daños y perjuicios que fueren pedidos y
que la sentencia señalare". Este artículo aporta una derogación al
principio enunciado en los artículos 601 y 635 del Código de Comercio,
conforme los cuales el tribunal de comercio debe conocer de todas las
acciones concernientes a las quiebras.
314
ventajas son particulares para el acreedor y consisten en algún beneficio
que no alcanzará a todos los acreedores.
Debe tratarse de un acreedor real {no falso). Por otra parte, la infracción
consiste en consentir un convenio o transacción, en virtud de
connivencia. El momento consumativo está, por lo tanto, en la emisión
del voto, en el consentimiento dado, y no en la celebración del acuerdo.
Basta que el voto haya sido dado en la esperanza de la ventaja, y por
eso los alemanes le llaman a esto delito sencillamente "venta del voto"
(Soler, ob. cit.. IV, pág. 449).
314
Las sentencias de condenación se fijarán por edictos, y se publicarán
según las formas establecidas por el artículo 42 del Código de Comercio,
quedando las costas de todo ello a cargo de los condenados. C Com. Art.
600.
ESTAFA
314
4to. Que el culpable haya actuado con intención delictuosa
314
pertenezcas un tercero (Cas. 18 mayo 1931. B. 143, Gaz. Pal. 1931.
2.819). Importa poco que esta tercera persona haya estado al corriente o
haya consentido en ello.
314
prestación es nula, podrá haber estafa por otros motivos, pero no por
éste.
314
J.C.H. no era abogado y presentó una querella por estafa. B.J. 467. p.
464, año 1949. ídem B. J. 451. p. 1013, año 1948J.
314
e) El que pretende ejercer una profesión imaginaria y aún de manera
general, el que falsamente dice que es comerciante o industrial. (Cas. 9
sept. 1869. ya citado; 25 jun. 1898. D. 99.1.126).
Es necesario no confundir la falsa calidad con la simple mentira que no
puede tener el efecto de dar a! prevenido un atributo verdadero, un
carácter especial (Cas. 15 julio 1869, D.70.1.237). Por ejemplo, el hecho
de decir falsamente una persona que se propietaria o acreedora, o mayor
de edad siendo menor. No se podría decir que en tales afirmaciones hay
la toma de una falsa calidad. Son simples mentiras que no podrían
constituir un elemento del delito de estafa a menos que fueran
acompañadas de maniobras fraudulentas: se caería entonces en la
segunda categoría de tos medios previstos en el artículo 405. De igual
manera, el hecho de atribuirse un falso domicilio.
314
El abuso de una cantidad verdadera puede asimilarse a la toma de una
falsa calidad (Cas. 25 junio 1931, Gac. Pal., 1931.2.45; y feb. 1935, D.H.
1935, p. 197). Se ha juzgado que comete el delito de estafa el médico
que intercale en sus notas de honorarios dirigidas a una compañía de
seguros, entre las menciones exactas, visitas y cuidados imaginarios:
Cas. 26 marzo 1936. B.36: el notario que. abusando de la autoridad que
le confiere su calidad, engaña a sabiendas a sus clientes y les hace
entregar o remesar valores.
314
los que nadie cree. Sirva también de ejemplo de simples mentiras el caso
del "caballero" que obtiene entregas de dinero de una joven, a la que ha
prometido matrimonio: del individuo que dice falsamente que es
propietario de tierras importantes; el del que pretende estar
emparentado con altos uncionarios; el del que presenta una factura
exagerada. En todos tos casos no hay más que un dolo civil (C.
C. Art. 1116, jurisprudencia constante. Cas. 14 mayo 1897: D.98.1.64;
2 marzo 35. D.H. 1935, p. 239).
314
D.1927.1.191); la presentación por un banquero de operaciones falsas
con el fin de percibir del cliente comisiones sobre esas pretendidas
operaciones; la presentación a los servicios ministeriales, por un
contratista, de estados falsos del avance de las obras, con el propósito
de percibir pagos.
314
La exhibición de un portafolio lleno de papeles sin valor con los que el
estafador hace creer a su víctima que posee una solvencia que no tiene;
tal es el caso del delito impropiamente llamado "robo a la americana";
El aparato escénico organizado para explotar prácticas supersticiosas
(Cas. 5 oct. 1871, S.72.1.99; 19 enero 1901, D.1901,1.432):
314
El empleo de procedimientos publicitarios falsamente combinados con el
propósito de engañar:
El hecho del vendedor de un vehículo de disponer de él como cosa de
lícito comercio y ocultar su procedencia de un contrabando;
314
mentira, tales como los corredores: el anuncio de garantías atribuidas
falsamente a obligaciones o a bonos emitidos por una sociedad: la
utilización de contabilidades alteradas o balances ficticios e ilusorios, con
el fin de procurar, ala sociedad, fondos, suscripciones de capital, obtener
préstamos de instituciones de crédito, y aun para permitir a los
administradores alcanzar porcentajes más elevados a los que tenían
derecho.
No basta que las maniobras hayan sido empleadas. Para el logro de sus
fines y para que la infracción se caracterice, las maniobras fraudulentas
deben haber sido desplegadas para persuadir a quienes son víctimas de
su empleo, de la existencia de empresas falsas, de créditos imaginarios o
de poderes que no se tienen, o bien para hacer concebir la esperanza o
el temor de un accidente o de cualquier otro acontecimiento quimérico.
314
veracidad, presenta en algunas de sus partes circunstancias
completamente falsas.
314
un tribunal: para hacer eximir a un conscripto del servicio militar; para
hacer otorgar una condecoración, etc. Si el agente ejerce en realidad las
funciones que la confiere la autoridad pretendida, no cometería el delito
de estafa, sino el crimen de soborno o cohecho, castigado por el artículo
177 del Código Penal (Ver Cas. 9 mayo 1895.
S. 95.7.379).
De igual modo, una persona para conseguir crédito hace creer, mediante
la exhibición de cartas de crédito de complacencia, que posee una
situación pecuniaria que en verdad no tiene o atribuye a sus bienes un
valor exagerado (Cas. 19jul. 1889. D.90.1.192; 11 nov. 1897. D. 98.1 .
255).
314
disposición la ley permite alcanzar un gran número de actos fraudulentos
pues esta infracción se reviste de mil tonalidades. Sería. n verdad, labor
agotadora mencionar las múltiples formas en que se manifiestan tales
actos fraudulentos.
Asi, los engaños en las ventas que dan al comprador la esperanza Perica
de adquirir la cosa a su verdadero precio o de obtener sobre la cosa a
beneficios legítimos, especialmente las maniobras para lograr una suma
de dinero a cambio de títulos de bolsa cuyo valor es
58
Art. 405, y 522). Además, los engaños en los pagos, tendientes a dar
'Creedor la esperanza del arreglo de su acreencia, o al deudor la
esperanza de ser liberado de sus deudas (Cas. 24 julio 1910, B. 334). De
la misma manera, la trampa en el juego: un individuo marca las barajas o
se entiende con un cómplice que, por señas, le indica el juego del
adversario. Las posibilidades de ganar son entonces fraudulentamente
aumentadas y la esperanza de ganar que tenía la víctima es imaginaria.
Esto es extensible, en opinión del profesor Antonio Quintano Ripollés
{Curso de Derecho Penal, p. 236), a los juegos deportivos en que median
apuestas: sobornos de jockeys, narcóticos a caballos y otras acciones de
parecida ilicitud.
314
La estafa resulta también de artefactos para juegos de azar-ruletas,
caballitos, etc. -con alteraciones que disminuyan o anulen la posibilidad
de ganancia.
Desde luego, debe haber relación de causa a efecto entre las maniobras
fraudulentas y la entrega de la cosa, que en consecuencia debe ser
posterior a tas maniobras.
314
También exige la ley por las palabras "haciendo... que se le entreguen",
que haya entrega material de la cosa estafada. Poco importa, por lo
demás, que la cosa haya sido entregada al autor o a un cómplice, o aun
a un intermediario de buena fe. Basta que la víctima haya quedado
desposeída de la cosa.
314
por medios fraudulentos. El perjuicio consiste, pues, en una lesión
patrimonial de la víctima.
314
autor del delito aspire obtener un provecho propio, es indiferente que él
tienda a lograr un provecho o utilidad para un tercero.
314
lie 1935: Gaz. Pal. 1936.1.116). siendo suficiente para atribuir compe-
tencia a los tribunales nacionales que las maniobras hayan tenido lugar al
menos en parte en la República, o que de tener lugar en el extranjero, la
entrega o remesa de fondos se lleve a efecto en la República.
314
I. La estafa simple.
ABUSO DE CONFIANZA
314
Bajo esta denominación, el Código Penal castiga cuatro hechos
diferentes; el abuso de confianza propiamente dicho, el abuso de las
debilidades de un menor, el abuso de firma en blanco y la sustracción de
piezas presentadas en justicia.
ABUSO DE CONFIANZA
Definición. Por lo que toca a la definición, el Art. 408 del Código Penal
adopta una técnica descriptiva al referirse a "los que. con perjuicio de
los propietarios, poseedores o detentadores, sustrajeren o distrajeren
efectos, capitales, mercancías, billetes, finiquitos o cualquier otro
documento que contenga obligación o que opere descargo, cuando
estas cosas les hayan sido confiadas o entregadas en calidad de
mandato, depósito, alquiler, prenda, préstamo a uso o comodato o
para un trabajo sujeto o no a remuneración, y cuando en éste y en el
caso anterior exista por parte del culpable la obligación de devolver o
presencia la cosa referida, o cuando tenía aplicación determinada". El
delito así descrito se denomina "abuso de confianza", siguiendo la
nomenclatura del Código francés de 1810.
314
contrato. La infracción reside esencialmente en el atentado injusto a la
propiedad ajena, en la distracción de la cosa entregada.
314
Elementos constitutivos del delito. La definición del delito de abuso de
confianza contenida en el artículo 408 pone de relieve que sus elementos
constitutivos son seis:
314
Una intimación de restituir mediante una notificación extrajudicial. Por
carta, o aun verbal, podría ser suficiente para facilitar esta Prueba y para
determinar el carácter fraudulento de la distracción. Pero no es menos
cierto que la puesta en mora, o intimación de restituir, no es sino un
elemento de apreciación para el juez y a ningún título es un elemento
constitutivo de la infracción (Cas. 15 dic. 1898. D.99.1.611; 6 dic. 1929.
D. 1930.1.154).
A veces la distracción, en los casos de sociedades comerciales, toma
formas más complejas, cuya existencia es difícil de establecer. Caso
típico es el de la afectación del patrimonio social en operaciones extrañas
al interés de la sociedad, pero cuyos administradores tienen beneficios
tales como el financiamiento de sociedades filiales en las cuales ellos
poseen intereses privados (Cas. 5 marzo 1937. Gaz. Pal., 1937.2.69; 18
mayo 1926. J. Soc. 1929. p. 39). Las dificultades del análisis jurídico y de
la prueba, han llevado en Francia a los redactores del decreto ley del 18
de agosto de 1835, a reprimir, no como abuso de confianza, sino como
un delito especial, a los dirigentes de sociedades que empleen
abusivamente bienes o créditos de la sociedad, con un fin personal, o
para favorecer a otra sociedad en la cual tienen, directa o indirectamente,
intereses, así corno a los que abusen de los poderes a ellos conferidos.
314
ignorar, por una parte, que tenía la posesión a título precario solamente,
y sabiendo, por otra parte, que al disponer de la cosa confiada, se
exponía a no poderla restituir.
314
momento, la infracción queda consumada. La restitución o el pago de
una indemnización no excluye el delito.
314
Es necesario que los objetos hayan sido entregados al prevenido. La
entrega es un elemento esencial del delito, lo cual supone, necesa-
riamente, un desapoderamiento de la posesión de la cosa en beneficio
de un detentador.
314
deben, para estatuir sobre las testaciones civiles, atenerse a las
reglas de prueba establecidas )r el derecho civil (B. J. 321 ,p. 500 in fine).
1a
Tratándose, pues, de reclamación por más de RDS30.00 basada en un
eXClUÍda en
contrato civil, enTh Píinc'P'° la
prueba testimonial (B. J. 522, p.
52). Sin
argo, según nuestra jurisprudencia, cuando las partes son fiantes
la prueba por testigos es admisible aunque el valor disipado sea superior
a RDS30.00 (B. J.570. p. 28).
314
el delito de abuso de confianza. En efecto, desde el momento de la
venta, el comprador se ha convertido en propietario de los obje- ¡ tos
adquiridos por él, y puede, desde ese momento, disponer de ellos! a su
antojo. Pero con frecuencia los contratos de venta a crédito contienen
una cláusula en que se conviene que el derecho de propiedad no es
adquirido por el comprador mientras no haya pagado] la totalidad del
precio.
314
cambiar, alterar o. en cualquier forma, modificar los números que
individualizan la cosa vendida: el hecho de no entregar la cosa vendida
cuando le sea requerida, de acuerdo con los artículos 11 y 12 de la
indicada ley.
314
de su poder, aunque las cosas o sumas recibidas no se debieran al
mandante, Luego comete abuso de confianza el I mandatario que ha
malversado los fondos recibidos en nombre del I mandante y no debidos
a este último.
El artículo 408 puede ser aplicado por abuso de mandato a los gerentes
y administradores de sociedades comerciales encargados de I la
conducción de los asuntos sociales cuando malversan en provecho!
propio o de un tercero las cosas que les hayan sido confiadas (Crim. I 5
marzo 1937: B.47; 6 enero 1949. B.1).
El tutor que haya malversado el dinero de! pupilo (Cas. 3 feb. 1870,
S.72.1.151. D.72.1.269).
314
De igual manera, puede tener el carácter de un mandato el contrato
mediante el cual el productor de una película concede a un tercero el
derecho exclusivo de explotar esta película y de arrendarla a dueños de
salas de espectáculos, a cargo de recibir y de enviarle el precio de los
alquileres, deducidas las comisiones convenidas.
314
de restituir mas no de "conservar". Si dispone de las prendas, no comete
delito de abuso de confianza y sí, en cambio, delito de robo. El joyero no
tenía la intención de desprenderse de las prendas, pues en este caso se
limitó a presentarlas a la elección del cliente.
Para la aparcería (Código Civil: Arts. 1800 y siguientes) hay que hacer
una distinción: en el caso de la aparcería simple, el propietario suministra
las cabezas de ganado, mientras el aparcero aprovecha para si solo la
leche, el estiércol y el trabajo de los animales. La lana y el aumento se
reparten (Art. 1811 Cód. Civ.). Las pérdidas que se j experimenten son
soportadas en partes iguales (Art. 1804 Cód. Civ.). Además, en este
314
contrato hay que distinguir dos situaciones, la aparcería es en parte un
contrato de alquiler y en parte una sociedad, sociedad en lo que se
refiere al aumento y la lana (si el arrendatario disipa estos productos,
él no puede entonces ser objeto de persecución por abuso de
confianza), pero es contrato de alquiler en lo que concierne a las cabezas
de ganado cuyo arrendador queda como propietario aunque haya habido
tasación. El precio dado a las cabezas de ganado en el arrendamiento,
no trasmite la propiedad al arrendatario, no tiene otro objeto que el de
fijar la pérdida o beneficio que pueda resultar al término de la aparcería.
Esto es lo que precisa el artículo 1805 del Código Civil. Entonces si el
aparcero distrae o disipa uno de los animales comprendidos en el
conjunto, cometería el delito de abuso de confianza.
Si se trata del contrato previsto por el artículo 1821 del Código Civil, la
tasación del ganado que se da al arrendatario, no le trasmite la
propiedad. La propiedad de los animales permanece, no obstante la
tasación, en el patrimonio del dueño de la finca. El arrendatario debe
dejar al terminar el arrendamiento, no los mismos animales, sino
animales de un valor igual al de la tasación de los que recibió. En este
caso el arrendatario que disponga de los animales no comete abuso de
314
confianza. Pero cometería el delito de abuso de confianza si mediante
este hecho se coloca en la imposibilidad de restituir,
Circunstancias Agravantes
314
El delito de abuso de confianza se agrava en razón de la calidad I de los
autores. El delito de abuso de confianza es "calificado" y se convierte en
crimen cuando ha sido cometido por ciertas personas a las cuales su
profesión, sus funciones o su carácter oficial imponen, más
imperiosamente todavía, para con la víctima el respeto del contrato
intervenido.
314
categoría de criados y personas asimiladas. Es necesario, por otra parte,
que el abuso de confianza sea cometido en perjuicio del amo maestro o
principal.
314
En principio, todos los medios de prueba son admitidos para demostrar la
existencia de un abuso de confianza: prueba escrita, prueba testimonial,
presunciones: el juez puede retener todos los hechos susceptibles de
formar su convicción. Cuando menos, así es en relación con la prueba de
la distracción o de la disipación. Puesto que el contrato es una condición
previa a la infracción, no puede haber abuso de confianza si no existe
una convención libremente consentida.
La existencia del contrato debe ser establecida mediante los medios de
prueba del derecho común. Para evitar contestaciones ulteriores, la ley
ha querido que las convenciones fuesen comprobadas de una manera
durable.
314
En cuanto al juramento decisorio, si bien es verdad que se trata de
probar la existencia de un contrato, parece incompatible con el ejercicio
de una acción ante la jurisdicción penal (Cas. 17 dic, 1921, 0.
1923.1.178).
El artículo 408, párr. 3, agrega que las penas de que se trata se aplican
sin perjuicio de la penalidad impuesta por los artículos 254, 255 y 256,
con respecto a las sustracciones y robos de dinero o documentos en los
depósitos y archivos públicos. Esta disposición es una aplicación de la
regla del "concurso ideal" de infracciones.
314
comodatario y demás personas que en forma legítima hubieren
transmitido al agente la tenencia de la cosa.
314
acción pública prescribirá a contar del día en que la infracción debe
considerarse consumada. La acción penal prescribe cuando un período
de tres años haya transcurrido a partir del día de la distracción. Si el
abuso de confianza es calificado, el plazo es de diez años.
314
general, no hay dificultad en cuanto concierne a las dos últimas especies
de novaciones: en el caso de sustitución de la persona del deudor, el
nuevo deudor cometería abuso de confianza si el nuevo contrato es uno
de los que menciona el artículo 408; en caso de sustitución de la persona
del acreedor, la situación es la misma. En ambos supuestos la naturaleza
del contrato permanece igual.
salvo los casos especiales determinados por la ley y no puede ser objeto
de transacción alguna; y ello es así. especialmente cuando la novación
que alegue el agente se haya realizado después de la presentación de la
querella {Cas. 19 mayo 1937, Bol. Jud. No. 322, p. 225, ab initio). Si
interviene después de ia distracción, sólo implica responsabilidad civil,
sin influencia sobre la existencia del delito y sobre el ejercicio de la
acción.
En principio, la novación no se presume (Cód. Civ. Art. 1273Z), es
menester que la voluntad de hacerla resulte claramente del acto. En
314
consecuencia, corresponde al prevenido probar por medio de [as
pruebas de derecho común que ha habido una verdadera novación.
Restitución. La restitución del objeto confiado no constituye un
obstáculo al ejercicio de la acción pública, cuando el prevenido ha
distraído la cosa con la intención de apropiarse de ella.
La restitución no hará desaparecer el delito puesto a cargo del agente,
sino en el caso de que fuera espontánea. La simple negligencia del
prevenido al conservar la cosa más allá del tiempo convenido en el no
constituye infracción punible; sólo implica responsabilidad civil. No
estando establecida la mala fe, faltaría uno de los elementos integrantes
del delito.
En otro aspecto, los jueces del hecho deben cerciorarse si antt de la
restitución, el delito se encuentra consumado.
314
puede, si lo juzga útil, ordenar que el asunto se someta a un informe
pericial.
314
El artículo 406 del Código Penal castiga a los que abusando de las
debilidades, las pasiones o las necesidades de una persona menor de
edad, le hicieren suscribir en su propio perjuicio, obligación, finiquito o
descargo por préstamos de dinero o de cosas muebles, o de efectos de
comercio u otros efectos obligatorios, cual que fuere la forma que se
diere a la negociación, o la manera que se emplee para dar al abuso los
visos de la legalidad.
314
No parece posible aplicar el artículo 406 a los individuos provistos de un
consultor judicial, a quienes la ley civil no asimila a los menores.
314
d) La obligación debe tener por causa un préstamo de una suma de
dinero, de cosas mobiliarias o de efectos negociables.
e
Falta de préstamo no hay delito. Así, no contraviene la ley el dueño un
icho
restaurant que haya suministrado alimentos al menor y le haya
suscribir un pagaré a término. Poco importa que el préstamo 'ya sido
hecho por el autor de la explotación del menor o por
[er
cero (Cas. 12 feb. 1866, 5.66.1.269, D. 66.1.237).
un
314
f) El autor debe haber actuado con intención culpable. El autor debe
haber tenido conocimiento de la condición de menor de la víctima.
La intención culpable implica, pues, conocimiento de la minoridad de la
víctima. No es necesario que la obligación haya sido suscrita en beneficio
del autor mismo de la presión abusiva.
Penalidad. Conforme el Art. 406, modificado por la Ley No. 461 del 17 de
mayo de 1941, el delito es castigado con prisión correccional de uno a
dos años, y multa que no bajará de cincuenta pesos, ni excederá el tanto
de la tercera parte de las indemnizaciones y restituciones que se deban
al agraviado. Por consiguiente, para la imposición de la multa los jueces
deberán evaluar el perjuicio sufrido por la víctima. El inculpado puede ser
también condenado a sufrir la pena accesoria de la inhabilitación
absoluta o especial para los cargos y oficios de que trata el Art. 42.
La inmunidad del Art. 380 no puede ser invocada (Vouin No.78-P, 77).
314
víctima y, por lo tanto, indigno de protección penal (Lo hacen ver así
Chauveau-Hélie, V. p. 418), Pese a esta consideración, ha prevalecido
finalmente la incriminación, a partir del artículo 407 del Código francés.
314
principal, y entonces se habrá cometido una falsedad, de la cual se
reputa cómplice aquel a quien esa firma en blanco fue confiada, o es éste
el que se reputa autor principal, siendo considerado el que escribió la
convención, como su instrumento o cómplice, y entonces se habrá
cometido un abuso de firma en blanco. Este último punto de vista es el
que admite la jurisprudencia. Si es más equitativo, es menos jurídico que
el primero. En efecto, en nuestro derecho el que ha tenido la idea
criminal, el instigador, en una palabra, es simplemente reputado
cómplice; la cooperación directa principal no puede resultar sino de una
participación material en los actos de ejecución del delito.
314
ios bienes del firmante. Es suficiente un perjuicio moral. Como ya
imposible código Penal (Art. 407) prevé no solo el perjuicio patrimonial,
sino también los actos que puedan comprometer de una manera
cualquiera la persona del perjudicado. De igual manera, és suficiente un
perjuicio eventual: el delito existe aunque el acto sea nulo, por no reunir
las condiciones de forma impuestas por la ley. En opinión de Blanche. si
el acto es tan radicalmente nulo que no pueda comprometer la persona o
los bienes del firmante, el hecho no es punible, pues el acto carecerá de
uno de sus elementos esenciales. Si en cambio, está afectado de una
nulidad susceptible de ser cubierta, el hecho constituirá un abuso de
firma en blanco.
Prueba del delito. El problema más grave planteado por esta infracción
es el que se refiere a la cuestión de la prueba. El firmante puede
oponerse al contenido del acto, probando que las declaraciones no son
las que ha tenido intención de hacer, pero esta prueba, cuando la
obligación sobre la firma en blanco es superior a RD$30 00, no puede ser
hecha por testigos. La jurisprudencia no separa de la firma dada en
blanco, que no es sino un hecho material, la convención que ella
comprueba, hecho jurídico que hace aplicable la regla de que si la
convención es superior a RDS30.00, la prueba no puede ser hecha por
testigos. Sin duda que una firma dada en blanco no es sino un hecho
material, no una convención, pero está acompañada casi
necesariamente de un mandato conferido por la víctima al prevenido para
extender el documento. Desde que la hoja de papel que contiene la firma
en blanco ha sido llenada, ella forma un todo completo e 'divisible y hace
constar la convención que encierra. ¿Cómo separar, entonces, esta
314
convención de la hoja de papel que la contiene? Sin embargo, ciertas
restricciones temperan esta regla, cuya P'icación absoluta haría casi
siempre imposible la persecución del lehto: 1ro. Cuando la firma en
blanco ha sido obtenida mediante dolo o fraude, la prueba testimonial es
admitida de pleno derecho para establecer la existencia de las
circunstancias que excluyen el consentimiento de la víctima: 2do. Es lo
mismo cuando el acto incriminado es comercial; 3ro. Lo mismo en el
caso de la confesión referente al hecho de haber llenado arbitrariamente
el blanco, a lo cual, por cierto, no puede identificarse la confesión de
haber recibido el documento en blanco. No tratándose o no refiriéndose
más que al abuso, la prueba testimonial es siempre posible, porque se
trata dé establecer la existencia no de una convención, sino de un delito;
4to. En fin si hay un principio de prueba por escrito, también desaparece
la restricción.
314
se deban al agraviado, y facultativamente las accesorias de inhabilitación
absoluta o especial para los cargos y oficios de que trata el artículo 42.
El artículo 409 dice: "El que se haga reo de sustracción de título pieza,
memoria o cualquier otro documento producido anteriormente por él, en
el curso de una contestación judicial, sufrirá una multa de diez a cien
pesos. El tribunal que conozca de la contestación impondrá la pena". El
código se refiere al acto del litigante que sustrae, después de haberlo
presentado en juicio, un escrito o documento.
314
c) Esta infracción supone que la sustracción haya sido cometida con
intención culpable, por una de las partes envueltas en el proceso, la parte
que ha producido la pieza, y la doctrina asimila a esta parte, su
mandatario o abogado que postule en su nombre. El artículo 409 no tiene
aplicación cuando la sustracción ha sido cometida, no por la parte que
hubiere producido la pieza, sino por la otra parte, pues lo que caracteriza
esta infracción no es la sustracción de las piezas en general, sino la
sustracción de la pieza cometida por su productor.
El fin del artículo 409 ha sido mantener la buena fe en los litigios: cuando
una pieza ha sido producida en un proceso, es adquirida como parte del
debate. No se puede, pues, tomarla de nuevo o hacerla desaparecer. Se
314
hace común a todas las partes que están en la instancia. En efecto, el
adversario ha adquirido sobre este documento cierto derecho que no
puede ser desconocido.
Penalidad. El hecho previsto por el artículo 409 es un delito por su
penalidad. La pena es una multa de diez a cien pesos. Se trata de una
pena disciplinaria de multa, impuesta por el mismo "tribunal que conozca
de la contestación" (Art. 409, parte in fine). La expresión "el que se haga
reo de sustracción", hay que entenderla referida al delito consumado: la
tentativa no es castigable.
El primer párrafo del artículo 400 del Código incrimina el hacer arrancar
"por fuerza, violencia o constreñimiento, la firma o la entro de un escrito,
acto, título o documento cualquiera que conten^] opere obligación,
disposición o descargo".
314
violencia es un título. Pero» seria aplicable el artículo 382 al caso en el
cual la extorsión se llw a efecto para hacer suscribir algún documento.
En todos los casal debe aplicarse el artículo 400 cuando estén reunidos
los elementos * crimen, y no el artículo 382. Desde el momento que haya
extorsitf con violencia se impone esta calificación.
314
b) La extorsión debe haber tenido por objeto la obtención de una
firma o la entrega de un título o documento. Como hemos visto, la
extorsión puede tener dos objetos distintos: la extorsión para la obtención
de una firma y la extorsión para obtener la entrega de un título. La
extorsión de firma se consuma al suscribir la víctima el documento. La
víctima ha de poner su firma en el documento. La extorsión para la
entrega de un título se consuma mediante la entrega de este título.
Cuando el culpable se apodera directamente de la escritura o
documento, habrá robo, no extorsión {Crim. 21 julio 1882, D.1883.1.
274), En la primera modalidad de la extorsión, la coacción debe estar
encaminada no sólo a suscribir el documento, sino también a que le sea
entregado al agente, pues sin este último acto no es posible alcanzar la
finalidad que se persigue.
314
c) La intención criminal. La intención es el último de los elementos
constitutivos del crimen de extorsión.
CHANTAJE
El chantaje consiste en la amenaza de revelaciones o de imputaciones
difamatorias para constreñir a una persona a firmar un escrito o a la
entrega de un título o de una suma de dinero,
El segundo párrafo del artículo 400 no existía en el texto primitivo del
Código Penal francés. De ahí que el chantaje estuviera fundido entonces
314
en la noción de la estafa. El sistema cambia desde la promulgación de la
ley francesa del 30 de mayo de 1863 que agregó al citado artículo 400 un
segundo párrafo para hacer del chantaje una infracción especial.
Elementos constitutivos. Chantaje son cuatro:
314
b) El agente debe perseguir con la amenaza un beneficio ilegítimo.
El segundo elemento del crimen de chantaje es que la amenaza tienda a
una extorsión. En efecto, el agente ha debido buscar la entrega de lo que
no le es debido. No habrá chantaje, por lo tanto, cuando la exigencia sea
en si misma justificada o constituya el puro ejercicio de un derecho. No
cometería, pues, chantaje la persona que se limite a amenazar a su
deudor con usar las vías legales para obtener la satisfacción a la cual
tiene derecho, Tampoco habrá chantaje cuando la víctima de un delito
amenaza al culpable con demandarle judicialmente en caso de no
indemnizarle (Cas. 24 abril 1947, S. 48.1.112; 23 octubre 1947, B.204).
Pero incurre en chantaje el acreedor que amenaza a su deudor con
revelar hechos extraños a la causa de la acreencia. Así, un arrendador
amenaza a su inquilino con revelar un delito de estafa que él (el inquilino)
había cometido, si no paga los alquileres vencidos (Cas. 4 julio 1874,
S.75.1.435, D.75.1.288; 26 octubre 1902, D. 1904,5.88).
314
Penalidad. El crimen de chantaje se castiga con la pena de reclusión y
multa de doscientos a quinientos pesos.
El artículo 400. párr. 2. asimila al crimen consumado la simple tentativa
manifestada por un comienzo de ejecución, la amenaza sola es
suficiente. En efecto, la extorsión comienza con las amenazas pro-
ductoras de intimidación.
Los embargos son procedimientos que tienen por finalidad poner los
bienes embargados en manos de la justicia o de ciertos auxiliares de la
justicia, Y los bienes comprendidos en un procedimiento de embargo son
esencialmente indisponibles. En consecuencia, el deudor embargado, a
314
pesar de que no deja de ser propietario de la cosa embargada, no puede
ni embargarla ni destruirla.
314
constituye el delito previsto por el artículo 400. párr. 4 (Cas. 21 nov. 1895,
D.96.1.19: 18 jun. 1943, B.56),
314
distinción. La venta de cosas embargadas no es nula en las relaciones
del embargado y el comprador. Tampoco es oponible a los acreedores.
Pero ella se ejecutará si estos acreedores han sido desinteresados: es
un medio de evitar la venta en pública subasta. En principio, este acto es
lícito y el delito no existirá ciertamente si esta venta ha sido hecha de
buena fe, con la intención de respetar todos los derechos de los
acreedores y de no entregar la cosa al comprador, advertido de la
situación, sino después que los acreedores sean pagados.
314
Ahora bien, como el texto exige la destrucción, un simple deteriora no
sería suficiente para constituir el delito. Habría destrucción, por ejemplo,
cuando el embargado mata un caballo o hace demoler una casa de
arriba abajo (Cas. 16 oct. 1850).
314
Habiendo sido establecido el delito de distracción o destrucción de
objetos embargados, para proteger más bien los derechos de los par-
ticulares, que para asegurar el respeto debido a los actos de la autoridad
pública, este delito desaparecería si la distracción o destrucción tiene
la
lugar con el consentimiento del embargante. De ahí que faltaría
intención delictuosa todas las veces que el embargado haya creído de
buena fe, que esta autorización de disponer de la cosa le ha sido
bordada,
¿Por qué esta distinción? ¿Por qué las penas son más graves cuando el
embargado no es el depositario de los objetos embargados? Se ha
considerado que cuando el embargado no es el depositarte cometería un
verdadero robo, no obstante ser los objetos de si) propiedad. Por el
contrario, si el si el propio embargado es el depositario, se ha depositado
en él cierta confianza y al distraer los objetos, ha abusado de la
confianza puesta en él. De ahí que el legislador haya estimado que este
último caso entraña una represión menos fuerte.
314
¿El cómplice del embargado es castigado como el mismo embargado?
Veamos. El artículo 400, en su párrafo final, contiene una disposición
común a la distracción de los objetos embargados o dados en prenda: "El
que, a sabiendas, ocultare las cosas distraídas, y los cónyuges,
ascendientes o descendientes del embargado, del deudor, del prestatario
o del tercero dador de prenda, que hubieren ayudado en la destrucción o
distracción, o en la tentativa de destrucción o distracción de los objetos,
sufrirán una pena igual a la que se imponga a aquél".
Parecía admitido que el párrafo final del artículo 400 establecía una
derogación al derecho común de los artículos 59 y 60, al limitar la
represión a las personas contempladas en el texto. En efecto, la ley
precisa, como se ha visto, que los cónyuges, los ascendientes o
descendientes del embargado, del deudor etc., que hubieren ayudado en
la destrucción o distracción, o en la tentativa de destrucción o distracción
de los objetos, serán castigados con la misma pena impuesta al autor
principal. Sin embargo, el profesor Vouin (p. 84) hace ver que la
jurisprudencia se ha mostrado muy amplia al decidir, después de
vacilaciones, que el texto en estudio no consagra ninguna excepción al
derecho común de la complicidad (Crim. 17 feb. 1844. D. 1844.1.423).
314
constituye un abuso de confianza, aunque si hemos visto la estrecha
parentela que guarda con estas últimas infracciones. La razón decisiva
es que el culpable es propietario de la cosa distraída o destruida.
La excepción aportada por el artículo 2280 del Código Civil a la regla del
artículo 2279, en el caso en el cual una cosa robada ha sido adquirida de
buena fe, no puede ser extendida al caso en el cual un objeto embargado
ha sido distraído y vendido a un tercero. Finalmente, la inmunidad del
artículo 380 del Código Penal no cubre al inculpado si el embargo ha sido
practicado sobre sus bienes por su cónyuge, su ascendiente o su
descendiente: 21 artículo 400, párrs. 3 y 4, establece un delito especial
que tiene caracteres distintos a los del robo.
314
J. 528. ps. 1262--64). En efecto, la calificación de robo no podrá ser
admitida, puesto que es sobre su propia cosa, por la anteriormente dada
en prenda, que el autor de la infracción comete un acto de sustracción o
de destrucción.
En tercer lugar, eí delito debe haber sido cometido por el propietario del
objeto dado en prenda. Como el embargo en el caso precedente, el
inculpado debe ser propietario de la cosa dada en prenda. Así, cuando el
vendedor a crédito se reserva el derecho de propiedad mientras el
314
comprador no haya pagado la totalidad del precio, el artículo 400 no
puede ser aplicado (Cas. 6 marzo 1937: D.1938.1.92).
Penalidad. Las penas son las del robo (Art. 401), pero no se prevé
ninguna circunstancia agravante.
314
Empero, aunque el razonamiento anterior no está desprovisto de lógica,
no ha prevalecido ni en doctrina, ni en jurisprudencia, Conforme a la
opinión de algunos autores, Gargon entre ellos, lo que ocurre es que el
legislador, al consagrar dicho texto, ha querido evitar una aplicación
abusiva de la inmunidad establecida por el artículo 380. Es en ' este
sentido que se pronuncian la doctrina y la jurisprudencia más recientes
(Cas. 8 agosto 1930; B. 229; Hélie et Brouchot. II. 709; Bl., VI, 84; Garr..
VI. 2519).
314
Antecedentes históricos. Hay dudas acerca del origen del cheque.
Según la opinión más difundida, fue en Inglaterra donde apareció en
forma más definida. En los tiempos medievales, el rey daba a sus
acreedores un papel en virtud del cual autorizaba a su Tesorería
(exchequer) a pagar determinada suma. Esas primitivas órdenes de
pago se llamaban exchequer bilí, de ahí presumiblemente la
denominación actual. Adoptaron los banqueros ingleses,
especialmente la familia de los Goldsmiths, quienes inventaron en
beneficio de los depositantes los llamados "Goldsmiths Notes", que
constituían verdaderos billetes de banco al portador, autorizando de este
modo a sus clientes para girar sobre ellos efectos nominativos o a la
orden en provecho de terceros autorizados para obtener un pago a la
presentación del efecto (Gay). Pero por obra de la ley del año 1742. al
crearse el Banco de Inglaterra, se prohibió su emisión teniendo que ser
sustituidos. Idearon entonces los bancos la cuenta corriente, origen de la
actual cuenta bancaria, con abonos y retiros por medio de giros.
Posteriormente, en el año de 1852. se dictó una ley reglamentando el
uso de los títulos reembolsabas al portador y a la V|sta. De todos modos,
la institución del cheque proviene del derecho ln9lés. Francia tomó de
me
Inglaterra sus prácticas al respecto y por dio de la Ley del 14 de junio
de 1865, reglamentó la materia sobre cheques.
314
En términos generales se puede decir que el uso del cheque ha ¡do
extendiéndose por todas partes acomodándose a la mentalidad de los
pueblos y al grado de desarrollo de su comercio.
Etimología. La doctrina no se pone de acuerdo ni sobre el origen del
cheque ni sobre la etimología de su nombre, que unos (Le Mercier y
Norquier) hacen derivar del verbo inglés "to check", y otros del término
francés "echec", tabla a cuadros de que se servían los banqueros para
contar el dinero, o échiquier. Otros, como Bonelli, Gallavresi y Costein,
advierten que los vocablos cheque y check, derivan del término francés
cheque.
314
En la República Dominicana
Su introducción entre nosotros ha sido obra del uso, como en los demás
países donde su utilidad en comercio crece día a día. La jurisprudencia
de nuestro país cuando se le presentaba para su decisión alguna
controversia en relación con el cheque, recurría siempre a los principios
de la letra de cambio, con las consiguientes dificultades que para tal fin
había que confrontar, especialmente por el hecho de que la misma
legislación sobre letras de cambio resultaba ya anacrónica y porque los
usos en materia de cheque eran muchas veces distintos e inconciliables
con aquella, y porque la doctrina y la jurisprudencia francesas, que de
ordinario le servían en sus decisiones, no podían serle útiles porque
habían en el país de origen de nuestra legislación, leyes especiales
sobre la materia, de las cuales carecíamos.
314
En ese orden de ideas, se promulgó la Ley No. 2859, sobre Cheques, el
día 30 de abril de 1951, con características especiales que lo distinguen
de la letra de cambio. En principio, el cheque no es, como la letra de
cambio, un instrumento de crédito; es por excelencia un instrumento de
pago, escrito, incondicional y a la vista, Este carácter queda validado en
una sentencia del Tribunal de Comercio de Rouen, de fecha 28 de abril
de 1958 {Rev. trim. dr. com., 1958, p. 582).
314
tomador, y no en el momento de la presentación al pago, j Pero la
cuestión no tiene gran interés práctico, pues el tenedor que cobra el
importe del cheque a su presentación no tiene medio ni I interés alguno
en averiguar si la provisión existía ya al momento en que se emitió el
cheque. Así se admite por la jurisprudencia, entendiendo que cuando
la provisión se realiza con posterioridad a la presentación, pero antes de
que se levantase el protesto, éste no podrá llevarse a efecto (Douai, 15
dic. 1902: S. 1904 2 61).
Es frecuente que un librador emita un cheque postfechado con el
fin precisamente de ocultar la falta de provisión en el momento de la
emisión. El banco debe pagar tales cheques a su presentación si hay
provisión. Es la fecha de emisión y no la que conste en el cheque
postdatado, la que ha de tener en cuenta el juez para conocer la
Hisponibilidad de la provisión (Cas. 12 julio 1961: Gaz. Pal.
=>63.2 344). El juez no tiene por qué tener en cuenta los acuerdos entre
las panes sobre la fecha de presentación (París, 5 dic.1950:
Gaz. Pa!.1951.1.286).
314
3. En consecuencia, la existencia de dicho contrato se podrá comprobar
por cualquier medio. Por ejemplo, por la entrega de un talonario de
cheques con el nombre del librador y el número de la cuenta, o por el
hecho de que e! banquero haya pagado los cheques.
314
apreciar la capacidad del librador y para comprobar la existencia de la
provisión de fondos; y
314
"MANDATO" por algunos autores. Otros, basados en las relaciones
jurídico-económicas entre librador y librado, entienden que convendría
mejor hablar de mandamiento, orden o instrucción de cumplir con una
obligación de dar, consistente en entregar una suma de dinero a sí
mismo o a un tercero.
Lo que está fuera de toda duda es que el cheque contiene una orden
incondicional de pago. De ahí que la ley repute como no escrita toda
estipulación de intereses que contenga el cheque.
314
Caso de compensación de créditos opuesta por el librado. De
acuerdo con la jurisprudencia sentada por sentencia del 17 de febrero del
año 1971 (B. J. 723, p. 466), cuando una persona abre una cuenta de
cheques con un banco, éste se compromete a hacer los pagos
correspondientes de esos cheques hasta el monto de la provisión de
fondos. Que si el banco, que se ha comprometido a pagar los cheques
que se expidan a cargo de esa cuenta, es acreedor de dicho cliente, por
una causa distinta al funcionamiento de la cuenta, él no puede cobrar su
crédito de esa cuenta sin estar debidamente autorizado, pues tal cuenta
constituye un depósito afectado a la expedición de cheques. Dicha
decisión está fundada en el artículo 1293 del Código Civil,, en el artículo
32 de la Ley 2859 de 1951 (Ley de Cheques) y en la terminología de la
Ley General de Bancos, No. 708 de 1965.
314
librador, tanto el nombre de la persona que ha presentado el cheque
como las circunstancias de la presentación;
314
El cheque puede ser transmitido a título de propiedad. Conviene
examinar esta forma de transmisión. Atendiendo a su forma, el cheque es
normalmente un título a la orden: su normal modo de transmisión es el
endoso. Según el artículo 13 de la Ley sobre Cheques, todo cheque es
transmisible por endoso, salvo que sea no endosable. De esta suerte, la
facultad de endoso se presume a no ser que haya sido formalmente
excluida.
1, Requisitos de forma.
314
d) Y puede simplemente entregarlo a otra persona; el título circulará
entonces como si se tratase de un cheque al portador,
De conformidad con el artículo 15, párrafo 1 ro.t el endoso debe ser "puro
y simple", Cualquier condición agregada no lo anula, pero se tendrá por
no puesta, es decir, se reputará no escrita.
Vicente y Gella en su obra "Los títulos de Créditos" (p. 262), expresan
que "su eficacia no puede someterse a ta realización de un suceso futuro
e incierto". Bruno Quijano se pronuncia en igual sentido al manifestar en
"El Endoso", que "la primera exigencia a la que debe acomodarse el
endoso, cualquiera que sea su tipo, es el carácter de incondicionalidad.
entendido como la exclusión de toda condición de naturaleza suspensiva
o resolutoria que supedite la vigencia plena del endoso y su eventual
revocación al cumplimiento de una u otra condición. Ello obedece
principalmente a que el endoso condicionado no se aviene a la certeza y
seguridad jurídica que debe revestir todo acto cambiario". En términos
similares se expresa Jacobi en su "Derecho Cambiario" al decir que "el
endoso no admite condiciones", y Garri-gues, cuando afirma en su
"Tratado de Derecho Mercantil", que "declaración cambiariay declaración
condicionada son términos inconciliables" y que "como todas las
declaraciones cambiarias, el endoso es un acto incondicionado".
314
ferente de aquella contra la que se libró el cheque, constituye un ver-
dadero endoso (Art. 15, párr. 5).
El artículo 10 prevé que las firmas de los incapaces, las firmas falsas o
imaginarias y en general cualquier firma que no pueda vincular al
firmante no afectan a la validez de las demás, ni obstaculizan la
demanda contra los firmantes capaces; con ello se refuerza la confianza
en el cheque, asegurando en lo posible el pago.
314
mientras éste no tenga en su poder el instrumento, no podrá hacer el
cobro ante el respectivo banco. No se puede impedir o exigir al
beneficiario cualquier forma de negociación, pues éste puede negociarlo
con personas naturales o jurídicas o puede cobrarlo an el banco o puede
cobrarlo por intermedio de otro banco.
314
Ahora bien, en cuál plazo debe ser presentado un cheque en la
República? El cheque emitido y pagadero en la República debe
presentarse al cobro dentro de un plazo de dos meses que sigan a su
fecha.
Sobre este punto, el profesor Esquea Guerrero observa que "tales plazos
no son del todo fatales, debido a que sí hay fondos y no ha pa sado el
plazo de la prescripción --que es de seis meses, a partir del vencimiento
del primer plazo- el banco deberá pagarlo". Nos adherimos plenamente
al pensamiento del profesor Esquea Guerrero*.
314
cheque, antes efe que expire el término de presentación del mismo. Si el
último día del término de presentación es feriado, el protesto deberá
hacerse el primer día laborable que siga, En caso r|p fuerza mayor, estos
plazos se prolongarán {Ver Art. 48).
El acto de protesto no puede ser suplido por otro alguno de parte del
tenedor del cheque, excepto en los casos previstos expresamente por la
ley.
314
provisión de fondos, ni a la acción civil que accesoriamente a la acción
pública pueda intentar la víctima del delito para reclamar los daños y
perjuicios que la infracción le haya causado directamente (B. J. 611. jumo
1961. p. 1152).
En cuanto a las acciones en recurso de cada obligado contra los otros
obligados al pago del cheque, prescriben también en el término de seis
meses.
Tal como ha sido determinado por nuestra Suprema Corte de Justicia, los
elementos constitutivos de esta infracción son:
314
haya sido firmado en blanco (París 14 enero 1925, p. 205), o que el
cheque no haya sido fechado (Crim. 3 marzo 1939: Gaz. Pal. 1939 2.247;
8 marzo 1951: B. 75) o que la causa del cheque sea ilícita (Crim. 22
enero 1927: B. 24; 19 julio 1929: B. 207). El Tribunal Correccional del
Sena declaró en fallo del 9 de junio de 1926 que si eí cheque debe llenar
la función de la moneda y su protección penal tiene por fin desarrollar
esa función dando la seguridad a los tomadores de que no serán
víctimas de una defraudación, no existe más razón para sustraer a las
penas previstas por la ley al que en pago de una deuda de juego libra un
cheque sin provisión que la que existiría para eximir de las penas de la
falsificación de moneda al que por extinguir una deuda ilícita hubiere
pagado, a sabiendas, con moneda falsa.
314
¡Sería extraño que la existencia de un vicio de forma que en nada atenúa
ni la inmoralidad, ni el carácter delictuoso del hecho, pudiera
314
üi) Disponibilidad de la provisión de fondos. Aunque es válic aquí
todo lo que se ha dicho anteriormente acerca de la disponibilids de la
provisión de fondos, recordemos al menos que la disponibilidí supone
una convención previa entre el librador y el banquero librad* y además la
necesidad de ciertos caracteres que deben acompañar crédito del
librador contra el librado, crédito que, como vimos, es constitutivo de la
provisión de fondos. Esta exigencia resulta del artículo 3, párrafo 1ro.
314
cuando el banco pague de tal forma advierta al librador que realiza el
pago por mera tolerancia y que ello no le concede ningún derecho para lo
sucesivo, y que no ha consentido una válida concesión o apertura de
crédito.
314
insuficiente, ha operado aprovechándose del hábito puesto de manifiesto
por su banquero al pagar sus cheques en descubierto, salvo que exista
entre ellos acuerdo en contrario.
314
En cuanto a la multa, se dispone que ella "no puede ser inferior al monto
del cheque o de la insuficiencia de la provisión". Esto es. la ley fija un
mínimo proporcionado al beneficio que ha obtenido el delincuente.
314
En caso de procedimientos penales contra el librador, se le da
competencia a los Jueces de la acción pública. En este caso el acreedor
que se haya constituido en parte civil podrá demandar ante los jueces de
la acción pública, una suma igual al importe del cheque más los daños y
perjuicios, si ha lugar, pero si lo prefiere, podrá demandar también en
pago de su reclamación ante la jurisdicción correspondiente (V. penúltimo
párrafo del artículo 66 de la citada Ley No. 2859). Ha sido juzgado en
este sentido que "la indicada demanda en pago del importe del cheque
ante los jueces de la acción pública es una acción sui generis en
restitución, que aún cuando está fundada sobre la existencia del crédito
en ocasión del cual el cheque ha sido emitido, surge con lainfracción
penal; que, consecuentemente, el Juez de lo penal puede ordenar la
persecución por apremio corporal (el subrayado es nuestro) de la
condenación impuesta a librador a este respecto".
314
aun para el Estado mismo. La referida Sección Tercera castiga, pues, las
siguientes modalidades Jelictivas: incendio intencional, incendio no
intencional, uso de explosivos, destrucción de edificios, rotura de
empalizadas, destrucción de títulos, destrucción de objetos mobiliarios y
de cosechas, destrucción de árboles, daños a los animales, e inundación
de caminos y propiedades.
INCENDIO INTENCIONAL
314
d) Intención criminal. El fuego debe haber sido prendido intencio-
nalmente con conocimiento de causa. Si et acto material se ha llevado a
efecto intencionalmente, el autor es responsable de todas las conse-
cuencias, pues ha debido preverlas. Poco importa el móvil que la ha
inspirado; venganza, etc.
314
Importa poco que el inculpado ignore si había o no gente dentro de la
casa o edificio en el momento de la comisión del crimen, o que él sepa
efectivamente que dentro del edificio, barco, etc. incendiado se hallaba
alguna persona. Si el agente aplica el fuego con el propósito de matar
una determinada persona que se gallare dentro del edificio, barco, etc.,
podría ser castigado por asesinato, al mismo tiempo que por incendio:
habría "concurso ideal" de infracciones.
314
que no las contengan, siempre que formen parte de un convoy que las
contenga (Art. 434, párr. 2).
Precisa hacer notar aquí la fórmula empleada por el texto: "si el que lo
ejecutase o hiciere ejecutar en objetos de su propiedad... 1 El que manda
a quemar es, pues, considerado como autor al mismo título que el que
prende fuego a la cosa, y, desde que el autor, intelectual ha dado orden,
ha consumado su infracción, mientras que el que la ha ejecutado no
habrá consumado su infracción sino a partir del momento en que
comience la ejecución del hecho.
314
perjuicio en detrimento de la compañía aseguradora. Este hecho podría
constituir también una estafa de seguro.
314
Casación francesa ha insistido sobre la necesidad de comprobar esta
intención.
La cosa incendiada debe ser una de las enumeradas por el artículo 434,
párrafos 3 y 6. Además, el autor debe ser propietario exclusivo de la
cosa.
314
c) Si él ha dado fuego a sus pajares o cosechas, en montones o en
ranchos, trojes o graneros, o en maderas ya labradas, o en carruajes o
vagones cargados o no de mercancías u otros objetos mobiliarios que no
formen parte de un convoy que contenga personas, y si por este medio
ha causado un perjuicio cualquiera, la pena será la del máximum de
prisión correccional (Art. 434, p.6).
Hasta aquí sólo nos hemos ocupado del caso en que el fuego ha sido
aplicado directamente a los diversos objetos enumerados por la ley. El
párrafo 7 del artículo 434 se ocupa, por el contrario, del caso en que el
fuego se transmite de un objeto a otro. Dicho párrafo está concebido así:
"con la misma pena (la del máximum de prisión correccional) se castigará
al que hubiere comunicado el incendio a uno de los objetos enumerados
en los párrafos anteriores, incendiando objetos pertenecientes a él o a
otro, y cuya colocación era susceptible de operar este incendio".
314
cosa a la cual el fuego ha sido aplicado haya sido colocada de manera a
comunicar el incendio a una de las cosas enumeradas en los párrafos
primeros del artículo 434, sin que sea necesario que los dos objetos
estén contiguos, lo esencial es que la comunicación del fuego haya sido
posible. El objeto incendiado puede haber sido colocado por el autor del
incendio o haberse encontrado fortuitamente en el lugar que ocupaba; 3)
que el fuego haya sido efectivamente comunicado.
314
El artículo 458 dice: el incendio causado en propiedad ajena, por
negligencia o imprudencia, se castigará con multa de veinte a cien pesos.
314
negligencia punibles, como disponen de una manera general contra
cualquiera que por negligencia o imprudencia hubiere ocasionado un
incendio. El Código Penal francés y el nuestro, siguen el primer sistema.
Por consiguiente, no basta para que el elemento moral del delito exista,
que el incendio tenga su causa en una falta cualquiera del agente, es
menester que esta falta entre en una de las tres hipótesis previstas por el
artículo 458.
314
examinar la existencia de dicho elemento para que su decisión tenga
base legal (B. J. 319. año 1937. p. 66).
Aunque a veces los incendios en los bosques pueden ser producidos por
causas naturales --por el rayo, por ejemplo--, en la mayoría de los casos
son debidos a la acción humana dentro o fuera del bosque. En efecto,
algunas de las causas más frecuentes de los incendios son los descuidos
y las imprudencias.
314
1962, dictada por el Consejo de Estado, la cual, con sus 164 artículos,
constituye un verdadero Código Forestal.
Según el artículo 151 de la citada Ley No. 5856, los que sin por
imprevisión, negligencia, impericia, falta de reflexión o de cuidado
proporcionen incendios forestales, serán castigados con prisión de tres
meses a un año, o multa de RD$100.00 a RDS500.00.
314
Falta de precauciones.
El artículo 471, párrafo primero, del Código Penal castiga con multa de
un peso a los que descuidaren la reparación y limpieza de hornos,
chimeneas y máquinas donde se haga uso de fuego y lumbre, sin que
sea necesario que se produzca un incendio como resultado de la
negligencia.
El artículo 473 permite aplicar una pena de arresto de uno a tres días, en
aquellos casos en que. a juicio del juez que conozca de la contravención,
merezcan esta pena los culpables.
314
La ley prevé aquí un sólo modo de destrucción: el envenenamiento. Es
que, en efecto, el envenenamiento supone una premeditación y una
maldad que motivan una represión especial. Imperan en este caso las
mismas razones que tuvo el legislador para separar el homicidio
producido por veneno, del homicidio cometido por todo otro medio.
Condiciones de este delito. La existencia de este delito está su-
bordinada a tres condiciones: 1ro. el medio de destrucción empleado,
que debe ser un hecho de envenenamiento; 2do. la categoría de los
animales víctimas del hecho; 3ro. la intención de atentar contra la vida de
estos animales por dicho medio. Las dos primeras condiciones se
relacionan con la materialidad del delito, la tercera con la moralidad del
mismo.
314
advertir, asimismo, que la ley contempla el caso de envenenamiento de
peces en estanques, charcos o viveros, no así en los ríos, delito este
último reprimido por la Ley No. 5914. sobre Pesca, de fecha 7 de julio de
1962.
Según el artículo 453, "Los que sin necesidad justificada mataren bestias
o ganados ajenos, serán castigados con la pena de prisión, desde dos
hasta seis meses, si se ha cometido el delito en los lugares en que el
dueño del animal es propietario, inquilino, colono o arrendatario; y con la
de prisión de tres días a un mes, si el delito se ejecuta en los lugares en
que el culpable es propietario, inquilino, colono o arrendatario. Si el delito
se ejecuta en cualquier otro lugar, la pena será de quince días a dos
meses de prisión. El máximum de la pena se impondrá, cuando haya
habido escalamiento de cercas".
314
sustancíalmente contenidos los elementos del delito previsto por el citado
artículo 453 del Código Penal.
Ley dominicana No. 1268 del 1946. Ya hemos visto que la Ley No.
1268, del 19 de octubre de 1946. reproduce disposiciones similares def
artículo 453 del Código Penal. En efecto, sanciona la muerte de animales
destinados al servicio del hombre, cuando el autor de la muerte no sea el
propietario, guardián o conductor del animal. En tal sentido, la infracción
constituye un atentado contra la propiedad ajena, independientemente de
la consideración específica relativa al ejercicio abusivo de actos de malos
tratamientos hacia los animales domésticos o destinados al servicio del
hombre, objeto de la mencionada Ley No. 1268, del 19 de octubre de
1946 {B. I. 493, año 1951, p. 996).
314
Distintos modos de comisión. La Ley No. 1268 castiga, en su artículo
primero, "con la pena de prisión correccional de seis días a un mes o
multa de seis a cincuenta pesos, o con ambas penas a la vez, según la
gravedad del caso, a toda persona que de una manera abusiva ejerza
públicamente actos de malos tratamientos hacia los animales domésticos
o destinados al servicio del hombre".
El texto que acaba de copiarse pone de manifiesto que el juez del hecho
debe establecer las siguientes condiciones; que el prevenido ha cometido
el hecho voluntariamente y sin una necesidad justificada; asimismo, que
los malos tratamientos han ocurrido públicamente. Las primeras dos
condiciones son los elementos del delito previsto en el artículo 453 del
Código Penal, cuando se trata de la muerte dada a esos animales.
314
El artículo 463 del Código Penal, tiene aplicación en las infracciones
previstas por la ley bajo estudio (Art.4).
314
precedentes. Los animales que protege este texto son, pues, todos los
pequeños animales domésticos, tales como los Perros, los gatos, los
conejos, tas aves de corral, las palomas, las abejas. Como en el caso de
los caballos y otras bestias, la destrucción de estos animales sólo es
castigable cuando se comete "sin necesidad justificada".
En todo caso, esta necesidad debe ser cierta. Es así todas las veces que
una persona mata un animal para conjurar un peligro inmediato, o para
poner fin a destrozos más o menos considerables, ] ante el fracaso de
otros medios. Por ejemplo, no habría "necesidad justificada" en el caso
de un animal intruso que cause molestias o que ocasione ligeros
destrozos; matar, por ejemplo, un perro o un gallo del vecino porque
importune con su voz, sería ciertamente un hecho cometido "sin
necesidad" y en violación del artículo 454, e implicaría
incontestablemente un atentado a la propiedad mobiliariade otro (Cas. 18
junio 1959, Bull., No. 471).
En efecto, el artículo 455 prescribe que en todos los casos previstos por
los artículos 444 y siguientes, hasta el precedente inclusive, se impondrá
a los culpables una multa de diez a cuarenta pesos.
314
El artículo 452 ha sido erróneamente comprendido en dicho texto, puesto
que establece una multa particular, además de la pena del delito. Sin
embargo, el artículo 455 lo incluye en la multa que establece para los
delitos previstos por los artículos 444 al 454, ambos inclusive.
A. Destrucción de cercas.
314
hechas: cercas urbanas o rurales, continuas o discontinuas (alambradas,
setos, zanjas, trochas, etc.).
314
propietario no tiene el derecho de destruir las cercas de los lugares que
él haya arrendado a un tercero (Cas. 27 enero 1922: D.1923. 1 .9).
314
B. Supresión de Bornes.
314
de sitio dichos hitos, será condenada por el Tribunal de Tierras al pago
de una multa de RD$20.00 a RD$1,000.00, o prisión de seis días a un
año, o ambas penas, a discreción del Tribunal (Art. 244 de la Ley de
Registro de Tierras).
Bien: la ley emplea también los términos cercas, árboles plantados Para
establecer la división entre dos o más heredades o cualquier signo
destinado a ese objeto. Es obvio que esta disposición es general y no
podría restringirse a los signos señalados expresamente en el artículo
456. La expresión "o cualquier signo destinado a ese objeto" contenida
en dicho artículo hay que entenderla en ese sentido.
No sobra advertir que los jueces del fondo deben establecer en sus
sentencias de condenación, a pena de nulidad, que los signos destruidos
o desplazados, delimitaban las heredades y que los mismos habían sido
colocados legalmente. En fin. que el prevenido ha obrado con intención
culpable (Crim. 9 dic. 1949: B. 332: 2 julio 1953: B. 235). No hay delito si
el mismo individuo es el propietario de los dos terrenos cuyos bornes han
sido suprimidos.
314
Excepción prejudicial de propiedad. De acuerdo con jurisprudencia
uniforme sustentada por nuestro más alto Tribunal, la excepción
prejudicial de propiedad, aun cuando no se halla legislada entre nosotros,
debe ser acogida cuando sea propia para despojar al hecho que sirva de
base a las persecuciones, de todo carácter delictuoso (B. J. 486. año
1951, p. 93; B. J. 510, año 1956, p. 63). La jurisdicción represiva debe
sobreseer el fallo de la acción pública hasta que la jurisdicción
competente decida sobre la cuestión de propiedad.
Los delitos que prevé el artículo 456 del Código Penal, constituyen en si
un atentado contra el derecho de propiedad ajena. De manera que si el
prevenido sostiene que él es el dueño del inmueble y que por tanto tenía
el derecho de hacer lo que se le imputa, el tribunal represivo debe
sobreseer el fallo de la acción pública hasta que la cuestión civil haya
sido juzgada por el tribunal civil.
314
Se admite, sin embargo la vigencia de la jurisprudencia que acepta la
existencia de excepciones prejudiciales cuando se plantea una cuestión
civil inmobiliaria. Y la misma jurisprudencia y la práctica judicial han
consagrado las reglas que deben observarse al acogerse la excepción
prejudicial.
314
pública, sino prejudiciales al fallo de dicha acción, y sólo dan lugar al
sobreseimiento a fines civiles, sin que constituyan un obstáculo jurídico
para el ejercicio de la acción misma, la cual puede ser puesta en
movimiento por el Ministerio Público o la parte civil (B. J. 493, año 1951.
p. 936).
314
aguas en la República Dominicana, instituido por la Ley No. 5852. de
fecha 29 de marzo de 1962. haremos la confrontación de lugar.
314
El agua debe haber inundado "los caminos o las propiedades ajenas".
Los caminos que la ley contempla son los caminos públicos, tanto las
grandes rutas como los caminos vecinales, ya que los caminos privados
están comprendidos en las expresiones "propiedades ajenas". Pero no
los caminos pertenecientes al propietario del molino, puesto que es la
inundación de la propiedad ajena lo que la ley castiga.
314
...cuando la inundación se produce porque la autoridad administrativa ha
fijado la altura de la vertiente de las aguas a un nivel demasiado elevado
(Cas. 25 agosto 1808: B.177: 4 junio 1890, S.91.1.79);
314
Hay autores que piensan que no es necesario que el agente, para incurrir
en este delito, debatener la intención de perjudicar a otra, pero afirman
que este delito está caracterizado, por lo menos, por un hecho material
voluntario (Garraud. V. 635, VI. 2655.6). No lo entiende así el profesor
Garcon.
314
La opinión general se inclina a considerar que esta cuestión ha sido
abandonada a la libre apreciación de los jueces del fondo, toda vez que
el texto no ha dicho lo que debe entenderse por daños (Cas. 4 sept.
1835. B. 343, S. 35.1.680: 12 junio 1846. B.142, S.48.1.509).
314
los reglamentos o resoluciones administrativos en los casos en que la ley
autoriza formalmente estos reglamentóse resoluciones.
Aunque estas infracciones son menos graves que todas las otras
violaciones de las leyes, de las cuales el Código se ha ocupado,
supresión no debería estar excluida del procedimiento regular que obse
va la justicia en sus atribuciones punitivas. A pesar de que su accio" 1 no
es violenta, encarnan en hechos que suceden todos los días.
314
requiere en la represión de las contravenciones, no se conseguirán sí se
adopta un procedimiento análogo al que debe seguirse en los delitos
para establecer el mayor o menor grado de dolo o de culpa del agente. Si
por tal camino se optara, la represión de las contravendones llegaría a
ser nula. Por otra parte, desaparecería el efecto intimidativo de la
sanción, elemento que tiene en esta materia una importancia capital, si
se quiere mayor que en los delitos,
314
hayan sido voluntariamente, y la voluntad, que difiere esencialmente de
la intención, se presume siempre en las contravenciones. Pero si el
contraventor no ha hecho sino ceder al imperio de una fuerza mayor
irresistible, no hay infracción. Es al prevenido a quien corresponde
establecer esta excepción para escapar a la pena.
314
Una cuarta regla es la de que la competencia para conocer de
contravenciones de simple policía corresponde exclusivamente al
Juzgado de Paz de la jurisdicción en que la infracción haya sido
cometida, razón por la cual en la sentencia dictada con motivo de una
persecución por contravención de simple policía debe establecerse el
lugar en que se cometió la infracción, a fin de que, bien sea en apelación,
bien sea en casación, al conocerse de nuevo del hecho, sea posible
apreciar, aun de oficio por tratarse de una cuestión de orden público, si el
Juez de Paz apoderado ha actuado dentro de los límites de su
competencia territorial (B. J. 409, año 1944, p. 1660; Antonio Rosario,
Código de Procedimiento Criminal de la República Dominicana, nota 1,
bajo el artículo 138 de dicho código, en la pág. 109).
314
Sin embargo, la regla de que "en caso de concurso de contravenciones
hay lugar a tantas penas como haya contravenciones distintas", ha
merecido entre nosotros consagración jurisprudencial (B. J. 250, año
1931, p.78).
Estos actos, para ser obligatorios, deben ser tomados en el círculo de las
atribuciones respectivas de las autoridades superiores o de las
autoridades municipales, y con las formas previstas por la ley.
El juez en esta materia de simple policía tan solo puede estatuir cuando
la prevención le ha sido deferida por el Ministerio Público o por la parte
civil.
El segundo párrafo del artículo 483 del Código Penal dice: las
disposiciones del artículo 463, tendrán aplicación en los casos de que
trata el Presente Libro" (Libro IV del Código Penal). Los Juzgados de paz
pueden, pues, reducir las penas de prisión y de multa, y sustituir la de
prisión con la de multa, pero esta atenuación debe detenerse en el
mínimo de la pena de simple policía, en vista de que el propio artículo
314
463 expresa "sin que en ningún caso puedan imponerse penas inferiores
a las de simple policía." El mínimo de esta pena es una multa de
RDS1.00. Esta disposición se aplica a todas las contravenciones
previstas en el Código Penal y no cuando se trate de contravenciones
previstas por leyes especiales, caso en el cual es necesario que éstas lo
permitan de manera expresa.
El juez no puede basar su decisión sobre la visita que haya hecho a los
lugares de modo oficioso, ni sobre el conocimiento personal que tenga de
los hechos.
314
infracciones contenidas en los apartados anteriores. Es bidente, ante
todo, que las contravenciones que tienen su origen en los reglamentos
administrativos, deberán formar una clase aparte.
314
el arresto, se aplica individualmente a todas ias contravenciones
consagradas por los 21 apartados del artículo 471.
314
del Código francés, en que mientras el nuestro contiene 31 apartados, el
del país de origen de nuestra legislación sólo contiene 15.
"1.- Los enseres que sirvan para juegos y rifas, y los fondos y demás
objetos puestos en rifa o juego.
314
En caso de reincidencia, se impondrá a todas las personas mencionadas
en el artículo 475. la pena de uno a cinco días de arresto. Los que
reincidieren en cuanto al establecimiento de juegos y rifas en calles,
caminos y lugares públicos, serán remitidos al tribunal correccional,
donde se castigarán con prisión de seis días a un mes, y multa de cinco
a cincuenta pesos (Art. 478).
314
en la ley. Los días de arresto constan de 24 horas (Art. 465). Las multas
por contravenciones de simple policía, se impondrán desde uno hasta
cinco pesos inclusive, según los casos (Art. 466). Los tribunales de
simple policía (Juzgados de Paz) podrán pronunciar también en los
casos determinados por la ley, el comiso de las cosas útiles, e
instrumentos destinados, producidos o tomados en contravención (Art.
470). La confiscación especial, que no es más que una medida de orden
y de policía destinada a retirar del comercio los objetos nocivos, no
puede ser pronunciada más que en los casos especificados por la ley y
determinados por ella.
Por lo que se refiere a los Ayuntamientos, las ordenanzas municipales
pueden establecer mayores penas que las que señala el Libro IV del
Código Penal. El artículo 486 de dicho Código prevé esta situación. En
efecto, el artículo 29 de la Ley de Organización Municipal consagra lo
siguiente; "Los Ayuntamientos podrán establecer por sus ordenanzas,
resoluciones y reglamentos penas de multa de uno a diez pesos o
arresto de uno a diez días, o ambas penas a la vez, así como
confiscación de las cosas que sean producto de la contravención o hayan
servido para cometerla, para quienes los infrinjan"... Cuando en una
ordenanza, resolución o reglamento no se determina la pena que deba
aplicarse a sus infractores, ésta será la multa de uno a cinco pesos o
arresto de uno a cinco días... Las penas a que se refiere el presente
artículo se considerarán de simple policía, y la violación de las
disposiciones municipales constituirá contravención. Los Juzgados de
Paz son competentes para conocer, a cargo de apelación, de las
infracciones a las disposiciones municipales".
314
el tribunal que conoce de la segunda taita, dentro de los doce meses
anteriores a la comisión de la primera (Art. 483).
314
En efecto, siendo uno de los elementos constitutivos de la tentativa la
intención delictuosa, es claro que en esta materia de contravenciones no
puede ser sancionada, por cuanto en esta clase de infracciones sólo se
tienen en cuenta, como ya se dijo, los actos extremos consumados. De
manera que aun cuando se dé comienzo a la ejecución del hecho
contravencional, si tal ejecución se suspende. no llega a consumarse la
contravención y por consiguiente no hay ninguna para su imputación, aun
cuando haya existido la intención delictuosa.
314
Es bueno anotar, pues, que la prueba testimonial es admisible en
ausencia de actas o relatos, paia la comprobación de las
contravenciones {B. J .328, año 1937, p. 664).
314
un nuevo año la duración de la acción pública. Esta solución se impone
como resultado evidente de la combinación de los artículos 167 y 457 del
Código de Procedimiento Criminal, y es admitida incluso por los autores
que consideran que los actos emanados del prevenido no pueden tener
un electo interruptivo (Garraud, Traite, t. 2, No. 65 bis, p. 106, Nota 33).
La jurisprudencia se mantiene firme en este sentido.
314
los artículos, sino que sus precios son superiores. Sin embargo, teniendo
en cuenta la debilidad de nuestras balanzas de pagos y la necesidad de
capitalizar el ahorro nacional para crear nuevas fuentes de trabajo, son
muchos los que están convencidos de la bonanza que encierra la estricta
política proteccionista a través de las restricciones a las importaciones.
De tal suerte que toda la política aduanera del país debe girar alrededor
de la economía del Estado y la protección a las industrias. Es decir, debe
ser ante todo una política económica, monetaria y fiscal. Es más, cabría
hablar también de una ley especial que regule las llamadas "infracciones
de fraude de divisas" como consecuencia de este nuevo concepto de
"contrabando". Esto así, con el fin de defender el prestigio de nuestra
moneda.
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Pero puede decirse también que todas estas fuerzas, aparte de la labor
preventiva, tienen además una función represiva, por cuanto persiguen,
requisan y hostigan el contrabando. Su función es controlar y prevenir.
Son precisamente estas fuerzas, pero en especial las autoridades de la
Dirección de Aduanas y Puertos, las que tienen la responsabilidad directa
en la introducción o no de mercancías de contrabando al país, o su
exportación ilegal, claro es que en un país como el nuestro con frontera
sobre un país vecino, despoblada en su mayor parte, la labor de
vigilancia es de magnitud extraordinaria. La República Dominicanatiene
también el problema de la amplitud de sus costas que no permiten una
vigilancia efectiva. Esto de por si explica por qué las mercancías de
contrabando se expenden a lo largo y ancho del territorio nacional.
Dentro ya del país el contrabando es más difícil de controlar su venta,
máxime cuando en los últimos años se dejaron acrecentar en número y
cantidad los sitios de venta pública de mercancías extranjeras de
procedencia ilícita.
La realidad es que ni la Dirección General de Aduanas y Puertos, ni los
jueces encargados de aplicar las leyes que sancionan estos hechos
pueden por si solos terminar con este fenómeno, que es ante todo un
producto del subdesarrollo económico y social del país, En fc conciencia
de nuestras gentes, el contrabando no tiene las características de la real
violación de la ley penal, y la calidad de los productos que fabricamos o
transformamos en la mayoría de los casos no pueden competir con los
extranjeros en precios y calidades. Todo ha hecho que en la mentalidad
de los dominicanos aparezca un amplio manto o velo de comprensión y
tolerancia para el contrabando. Cuando no se es viajero al exterior,
porque entonces trataríamos de ocultar a nuestro regreso a las
autoridades aduaneras uno o más productos, se es comprador a quien lo
ha hecho o lo está revendiendo. Entonces, no es un problema de
funcionarios, de leyes o de jueces; es un problema económico con
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hondas raíces en ía misma idiosincrasia del pueblo. Se trata, en efecto, a
un problema de carácter económico con raigambres cimentadas en la
conciencia del pueblo dominicano que no ve en el contrabando una
verdadera violación de la ley penal, sino más bien un negocio que
estorban las autoridades. De ahí aquella frase tan manida, pero que
retrata la situación que en esta materia se vive y que dice: "NO ES
PECADO ROBARLE AL GOBIERNO".
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Es necesario hacer mención especial del párrafo I del referido artículo
167, que establece: "El delito de contrabando se comprueba cuando el
poseedor de una mercancía cualquiera no pueda presentar, a
requerimiento de autoridad competente, en un plazo de 24 horas
laborables siguientes al día de haber sido sorprendido, la documentación
comprobatoria de que ha cumplido con todas las disposiciones fiscales
contenidas en este articulo, o que adquirió dicha mercancía de una
persona que a su vez pueda probar, dentro de ese mismo plazo, que ha
cumplido con todos los requisitos exigidos. La no presentación por esta
última persona de los documentos probatorios del cumplimiento de
dichos requisitos, hará recaer sobre ésta las sanciones previstas para el
delito de contrabando conjuntamente con el poseedor de la mercancía".
Por lo demás, se pueden llenar todos los requisitos para una importación
y tener todos los documentos necesarios para hacerla en forma legal,
pero si no se hace por una Aduana y con la intervención de los
funcionarios a quienes competen esas labores, la importación será ilegal
y por tanto constitutiva de contrabando.
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"Párrafo II. En ningún caso se aceptará el alegato de la adquisición de la
mercancía, por parte del poseedor, de persona o personas desconocidas,
como liberatorio de las sanciones establecidas por esta ley, y el poseedor
será considerado, para todos los fines de la misma como el infractor
responsable".
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El párrafo copiado autoriza el decomiso de los objetos que constituyen el
Cuerpo del delito, para decretor lo cual basta solamente la comprobación
del hecho material.
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"Art. 169. Los cómplices sufrirán las mismas penas que los autores; y, sin
excluir los modos de complicidad previstos en los artículos 60 y
siguientes del Código Penal, será considerada cómplice toda persona
que a sabiendas adquiere o tenga en su poder para consumo, venta o
cualquier otro uso, objetos, productos, géneros o mercancías
introducidos en forma clandestina o violenta, o que de cualquier modo
ayude o facilite la salida clandestina o violenta de objetos, productos,
géneros o mercancías del territorio de la República".
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presunciones legales que son, admiten prueba en contrario. Pero la
presunción legal no desvirtuada hace plena fe. Estas presunciones son
de vital importancia para la lucha contra el contrabando, pues suministran
a los jueces un arma legal de incuestionable valor.
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Rentas Internas, de la Renta, a los Inspectores de Costas, y más aún a
los agentes de la fuerza pública, para proceder al arresto de los autores o
cómplices del delito de contrabando o de tentativa de este hecho, pero
subordinando tal competencia a que los mismos sean sorprendidos "in
fraganti" (en estado de flagrante delito). De modo que en los casos en
que el hecho no ha sido sorprendido in fraganti, la competencia para
realizar arrestos, corresponde a la Policía Judicial y al Ministerio Público.
Además, todos los funcionarios a los cuales se refiere el artículo 172 ya
citado, tienen facultad y competencia para apoderarse o incautar las
cosas que sean objeto del contrabando. Finalmente, todos esos
funcionarios, como los investigadores del Derecho Penal común
organizados por el Código de Procedimiento Criminal (Policía Judicial.
Ministerio Público etc.) tienen la facultad y más que la facultad, la
obligación de levantar las actas correspondientes y elevar los
sometimientos de los prevenidos ante la jurisdicción competente.
"Art. 173. Se iniciará el procedimiento por contrabando, entre otros
casos, en los siguientes:
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aparejos o aperos de las bestias de carga, de tiro o de montar, o en
cualquier otra forma de clandestinidad.
Este artículo señala cinco hipótesis especiales en las cuales bajo ciertas
circunstancias se da por cometido el delito de contrabando y autoriza en
consecuencia la persecución bajo esta calificación. Estos hechos y
presunciones de contrabando invierten indudablemente la carga de la
prueba. Es decir, que a los sindicados les corresponde desvirtuar la
presunción legal. Como presunciones legales simples (juris tantum) que
son pueden destruirse por la prueba en contrario.
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La extracción (o desembarco) de alguna mercancía sin la documentación
necesaria es ciertamente un alijo, y etectuada sin la intervención de los
correspondientes funcionarios de Aduanas, resulta clandestina
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La no presentación de las mercancías para el despacho en la Aduana
habilitada al efecto, constituye en realidad, y por sí sola-elemento
acreditativo de la más absoluta mala fe.
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forma de preceder, otorgando en este aspecto facultad de ejecución a las
autoridades aduaneras.
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Debemos preguntarnos: ¿cuál es el tribunal competente? Conviene
advertir que los Juzgados de Primera Instancia, en sus atribuciones
correccionales, son los tribunales competentes para conocer de todos los
casos de contrabando y aplicar las sanciones correspondientes. El
contrabando es un delito castigado con penas de tipo puramente
correccional.
Prescripción. Y en cuanto a prescripción, el artículo 177 dispone
textualmente que "la acción para la persecución o represión del delito de
contrabando, prescribirá a los tres (3) años contados desde la fecha en
que se hubiere cometido. Si la persecución hubiera comenzado, el
término se contará a partir de la fecha del último acto de instrucción o de
persecución, aun con respecto de las personas que no hubieren sido
comprendidas en dicho acto".
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a) Comiso de los artículos, productos, géneros o mercancías objeto del
contrabando.
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Peculiaridades del comiso. El comiso consiste en la privación de los
efectos materiales objeto de la infracción o utilizados para cometerla,
pudiendo, por lo tanto, extenderse a los medios de transporte de dichos
efectos.
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de objetos, productos, géneros o mercancías sujetos al pago de
impuestos o derechos, o cuya entrada o salida esté prohibida, y la prisión
es de dos a tres años. Se ha desterrado de la ley el concepto de que una
tercera reincidencia le otorga al hecho el carácter ele crimen.
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Pena accesoria de inhabilitación. Los funcionarios y oficiales en-
cargados de aplicar la ley que sanciona el contrabando, así como los
empleados públicos que trafiquen con mercancías introducidas de
contrabando; que faciliten el contrabando de las mismas o que se hagan
cómplices del tráfico de dichas mercancías, incurrirán también en la pena
accesoria de la inhabilitación de uno a cinco años para el desempeño de
cualquier función o empleo público. Así lo dispone el párrafo III del
artículo 200.
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La finalidad específica del perdón es estimular la colaboración en el
descubrimiento y la sanción de los responsables de la infracción,
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En lo que toca a las condenaciones pecuniarias y a las penas corporales,
éstas han de cumplirse de conformidad con las leyes de derecho común
sobre ejecución de multas y prisiones, ya que la ley no contiene
disposiciones especiales al respecto.
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Fianza para obtener la libertad provisional. La libertad provisional
puede ser pedida y acordada en materia de contrabando. El artículo 1 de
la Ley No. 697 del 6 de abril de 1965 dispone que los prevenidos del
delito de contrabando podrán obtener su libertad provisional bajo fianza,
cuyo monto deberá fijarse en una cantidad igual al "triple de los derechos
e impuestos de toda especie cuyo pago hubiesen el eludido", pero en
ningún caso podrá ser menor de cinco mil pesos oro (RD$5.000.00)
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Pues, una norma que procede del derecho anglosajón, y que para
conjurar en parte el malestar social que creaba el abandono de esos
menores, fue preciso, a manera de remedio heroico, imponer su vigencia
en el ámbito nacional.
La Orden Ejecutiva No. 168 fue derogada por la Ley No. 1051, del año
1928 que resultó ser más razonable que la anterior, e introdujo normas y
formalidades más en consonancia con los principios generales del
derecho.
Posteriormente, la Ley No. 24, del año 1930, modificó los artículos 4 y 5
de la No. 1051, a fin de conferir calidad a los miembros de la Policía para
realizar los requerimientos de comparecencia por ante el Juzgado de
Paz.
Finalmente, la Ley No. 2402, publicada en la Gaceta Oficial No. 7132, del
13 de junio de 1950, derogó la No.1051, y trazó normas de positiva
utilidad dentro del mecanismo jurídico, al consagrar legalmen-te la
materia con carácter de orden público y de interés social. La Ley No.
2402 ha sido un verdadero freno para muchos padres desalmados que
se han visto impedidos de procrear hijos sin la más remota idea de
atenderlos en sus necesidades más urgentes.
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matrimonio, de acuerdo con las necesidades de los menores y en
relación con los medios de que puedan disponer los padres". De manera
que la obligación de atender los hijos menores pesa primeramente sobre
el padre. La ley impone, en segundo término, la misma obligación a la
madre.
La sentencia debe indicar los motivos que tuvieron los jueces del fondo
para fijar el monto de la pensión alimenticia, pues sin ellos la Suprema
Corte no puede controlar si la referida pensión está de acuerdo con las
necesidades del menor y en relación con los medios de que puede
disponer el padre {B. J. 492, pág. 876, año 1951). La simple mención en
la sentencia de que las posibilidades económicas del prevenido "son
bastante holgadas", no puede justificar la decisión de los jueces del
fondo sobre el monto y fijación de una pensión que debe basarse en la
ponderación de hechos concretos relativos a los medios de que puedan
disponer ambos padres y las necesidades de los menores (B. J. 534,
págs.33-37, año 1955).
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Caracteres de esta obligación. Como vimos ya, el artículo 1ro de dicha
ley contiene una declaración solemne de que la obligación de los padres
de atender a sus hijos menores de diez y ocho años, es de orden público
y de interés social, y por esto no puede estar sujeta a la voluntad de los
particulares. Está, pues, por encima de las voluntades privadas. Por
razón de su carácter de orden público, el estatuto de la Ley 2402 se
impone también a los extranjeros.
Cabe destacar que el carácter de interés social de esta ley se advierte al
permitir la misma que no solamente el interesado (padre, madre, tutor o
pariente) pueda querellarse contra el padre o la madre que descuidare el
cumplimiento de la obligación que la ley pone a su cargo, sino también
cualquier persona (Dr. E. Esquea Guerrero, Ultima Hora, 4 julio 1978,
pág.8).
Es variable, por no estar sujeta a ningún monto fijo que haya de ser
siempre igual, y más bien está sujeta a constante revisión. Si después de
fijada la pensión alimenticia, sobreviene alteración en la condición del
que la suministra o del que la recibe, el tribunal podrá acordar la
reducción o el aumento de la misma, según las circunstancias.
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Otra característica de esta obligación estriba en que tiene un origen legal,
y por ello recae únicamente sobre las personas señaladas en la ley.
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no ha comparecido o que no se ha defendido, tiene abierta esta vía de
recurso (B. J. 573. pág, 795).
4). Tal situación opera, bien en el caso del hijo legítimo en razón del
matrimonio de sus padres o bien cuando no existiendo tal matrimonio el
hijo natural aparece en los registros de la Oficialía del Estado Civil
correspondiente como hijo reconocido del padre querellado. En ambos
casos la paternidad ha sido establecida. Cabe agregar que dentro del
concepto de hijos legítimos quedan comprendidos los hijos legitimados
por subsiguiente matrimonio y los adoptivos.
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ellos no puedan obtener alimentos del adoptante (Art. 355 Cód. Civil,
reformado).
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destruida mediante la acción en desconocimiento de la paternidad
regulada por el mismo Código. ,
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hacer una distinción entre las distintas categorías de hijos para que se
pueda reclamar el cumplimiento de esa obligación, ante los Juzgados de
Paz bien sea para perseguir la aplicación de la sanción penal si el
progenitor persiste en su negativa, o bien para obtener exclusivamente la
fijación de la pensión correspondiente (B. J. 723, pág. 442. año 1971).
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ser perseguido nuevamente, en razón de la permanencia del hecho. Pero
en materia de delitos continuos sucesivos, la aplicación de esta regla es
menos simple y se puede, si el delito se prolonga intentar nuevas
condenaciones originadas por hechos posteriores.
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Tentativa. La tentativa no es configurable dado el carácter omisivo de la
conducta. En efecto, en los delitos simples de omisión no puede
imaginarse la tentativa, ya que en ellos, cuando aparece el fundamento
de la incriminación, el delito se ha consumado.
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por efecto establecer un crédito alimenticio en favor de los hijos menores
de 18 años, y no crea ningún vínculo jurídico para los demás fines entre
el padre y el hijo. De ahí que el legislador no ha tenido inconveniente en
admitir en estos casos la investigación sin restricción alguna y por todos
los medios de prueba.
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