Sunteți pe pagina 1din 6

1

GUÍA PARA EL COMENTARIO DE TEXTOS HISTÓRICOS

1.- EL ANÁLISIS Y COMENTARIO DE UN TEXTO HISTÓRICO

E1 comentario de textos históricos no es una simple improvisación. Se necesita una preparación, unos
conocimientos sobre el tema y un método. El análisis debe hacerse, pues, de forma sistemática, anotando desde la
primera lectura las ideas fundamentales. Para ello es útil el subrayado o el esquema comprensivo de todo el texto,
numerando las líneas de 5 en 5. Debe evitarse el error de parafrasear el texto, es decir, repetir con otras palabras las
ideas del texto. En cuanto a la forma expositiva, debe ser ordenada y clara, con lenguaje sencillo, evitando las
opiniones personales (“yo creo”, “opino que”…), excepto en la última parte del comentario, en la que se solicita un
juicio personal.

A. NATURALEZA Y CIRCUNSTANCIAS DEL TEXTO

A.1. Determinación de la naturaleza del texto.

Es necesario, antes de comentar un documento, determinar de qué tipo es, o sea, cuál es su naturaleza. Los
documentos escritos pueden clasificarse por su forma, contenido y origen.

— Por su forma pueden ser textos informativos y textos narrativos. Son textos informativos las crónicas,
memorias, diarios, informes, tratados y leyes, etc., y lo son narrativos, los relatos, leyendas, autobiografías, etc.

— Por su contenido pueden ser de teoría política, de economía, de aspectos culturales, de tema social...

— Por su origen se habla de fuentes primarias, que son los documentos de época; y fuentes secundarias,
como son los textos de historiadores más o menos actuales o de prensa, tanto actual como coetánea de los hechos
analizados. Cuando se trata de este último caso, el texto periodístico se convierte en fuente primaria.

A. 2. Las circunstancias históricas.

Una vez clasificado el texto, hemos de situarlo en el tiempo y en el espacio. Para ello necesitamos la
información, que nos pueden proporcionar Diccionarios, Atlas, Cronologías o estudios sobre la época. Debemos,
pues, señalar los siguientes aspectos:
a) El momento histórico. Es un breve panorama de la época en que el texto está escrito. En el caso de que no vaya
fechado, deberemos recurrir a los elementos (personajes, acontecimientos) que permitan fecharlo con mayor o menor
precisión.
b) Origen y destinatario. Quién escribe el texto (persona pública o privada) o qué institución lo genera. Asimismo,
a quién va dirigido: un particular (por ej., una carta), un colectivo (manifiesto, panfleto) o todo el pueblo
(constitución, una ley).
c) El autor. Lo normal es que el autor aparezca citado al pie del texto y debe redactarse una breve biografía del
mismo, pues ayuda a comprender un texto de un autor, sobre todo si se trata de textos ideológicos. En el caso de un
texto impersonal (ley, panfleto, manifiesto) se ha de observar la ideología del grupo, partido o poder en el documento.
d) Intencionalidad y consecuencias del texto. Se trata de señalar en el análisis el fin o intención que se persigue,
debiéndose distinguir entre «fin perseguido» y «fin logrado», lo que permite valorar las consecuencias y la
significación histórica del documento.

B. ANÁLISIS Y COMENTARIO DEL TEXTO


Podemos enfocarlo desde dos puntos de vista:
la forma, o sea el aspecto externo del texto, y el contenido o el fondo del texto, que es lo que real mente más nos
interesa como historiadores.

B.1. La forma.
Normalmente en un comentario de texto histórico se prescinde del aspecto formal del texto, es decir, del
lenguaje utilizado, vocabulario, estilo, etc., pues son aspectos propios del comentario literario. Sin embargo, puede
tenerse en cuenta si se considera que cada época ha determinado un estilo, un lenguaje y un vocabulario.

B.2. El contenido del comentario o explicación.


El desarrollo del análisis explicativo o comentario de un texto se debe plantear mediante una división del
texto por sus conceptos, ideas, hechos y datos. Surgirá así una ordenación en idea o ideas centrales, ideas secundarias,
información complementaria y elementos anecdóticos.
2

— La idea principal es la que da sentido al texto y puede ser el título del documento. En torno a ella se
articula el resto del contenido del documento.
— Las ideas secundarías son las que completan el sentido del texto. Son los argumentos que sirven de
apoyo a la idea principal. Con ello damos forma y descubrimos las tesis del autor en el texto.
Aquí puede surgir el peligro de la paráfrasis o repetición del texto, que debe evitarse siempre, aunque en
ocasiones puedan citarse literalmente párrafos que sirven a la explicación. Por ello es conveniente numerar las líneas
del texto de 5 en 5, al margen.

C. VALORACIÓN Y CONSECUENCIAS
En esta última parte se debe demostrar la capacidad para la síntesis y la emisión de juicios valorativos.
Cabe, pues, precisar dos aspectos:
— Por una parte, una síntesis final en la que se recoja el sentido global del texto, señalando las
consecuencias próximas y remotas del documento, así como los posibles errores u ocultaciones del autor.
— Por otra parte, cabe hacer una evaluación personal. Se trata de un pronunciamiento personal razonado
que conduzca a la valoración de las actitudes: tolerancia, intransigencia, condena, aprobación, etc. (Este apartado no
se pide en la prueba de selectividad tal como está actualmente configurada).

2. EL ANÁLISIS Y COMENTARIO DE GRÁFICOS Y DATOS ESTADÍSTICOS

EL DOCUMENTO ESTADÍSTICO

El documento estadístico tiene una serie de características especiales que lo diferencian de otros
documentos:
• Contabiliza y mide magnitudes y unidades de diversos tipos.
• Suele ser un documento resultado de un proceso de elaboración de datos, realizado por economistas, demógrafos,
sociólogos e historiadores.
• Rara vez éste se nos presenta tal y como se obtuvo en la fuente original. Por ello, se ha de contar con el concurso
de unas técnicas de recogida, tratamiento, elaboración e interpretación de los datos. Es, por tanto, una fuente
secundaria, aunque basada en otras fuentes primarias.
Pero, ¿qué documentos históricos pueden ser objeto de cuantificación? Estos documentos son muy variados
y entre ellos podemos citar como muestra: los registros de nacimientos, matrimonios y defunciones, censos de
población, documentos fiscales, libros de contabilidad, registros de operaciones comerciales (mercados, ferias,
bolsas), actas de procesos y condenas judiciales, de partidos políticos o sindicatos, actas de resultados electorales, etc.
Esta relación es más que suficiente para resaltar la importancia de tales documentos.

TIPOS DE REPRESENTACIÓN ESTADÍSTICA. LOS GRÁFICOS


La función principal de la estadística es la de facilitar la comprensión del material cuantificable y ayudar al
historiador a analizar y entender sus resultados. La mejor manera de apreciarlo es representar los datos en un gráfico,
aunque también el cuadro o tabla puede ser de gran utilidad. Las representaciones gráficas dependen de la pre -
sentación de los datos. Éstos se dividen, generalmente, en tres tipos: diagrama de barras, gráfico lineal y gráfico
circular.
a) El método más utilizado es el diagramo de barras o gráficas de bastones, en el que los valores se representan en
cada intervalo de la secuencia en forma de barras. Puede ser simple o múltiple, en barras horizontales o verticales.
b) El gráfico lineal. La cuantificación en el campo de la historia comenzó por el estudio de series largas de precios
y producciones (varios años o incluso siglos). De ahí la importancia de la utilización de los gráficos lineales para
representar estas series. En las gráficas lineales, que adoptan la forma de una curva, podemos utilizar en su
elaboración dos sistemas: la curva aritmética o la logarítmica. La curva aritmética es fácil de confeccionar, pero el
inconveniente es que su representación únicamente nos muestra los valores absolutos, y en determinados momentos o
periodos en los que los cambios se suceden con rapidez, lo que más interesa al historiador es conocer las variaciones
porcentuales, es decir, la tasa de crecimiento para poder comparar diferentes períodos. La curva semilogarítmica,
cuya elaboración es relativamente sencilla, expresa no el valor absoluto de crecimiento como la aritmética, sino su
valor relativo: la tasa de crecimiento. En el eje de la ordenada, que es logarítmica, se representan los valores
originales, y en la abscisa, que es aritmética, la cronología. El papel semilogarítmico reproduce ya los «módulos» que
representan de abajo arriba de 1 a 10, de 10 a 100, de 100 a 1000.
c) La gráfica circular o en forma de "tarta" representa la división en datos absolutos o en porcentajes de un
conjunto: por ejemplo, de población (25 % menores de 15 años, 30 % de 16 a 40 años, 20 % de 41 a 60 y 5 % de más
3

de 60 años) o de cantidades: 500 t de arroz, 2.000 t de trigo y 1.500 t de algodón (en este caso la división por centual
del círculo se hace sobre la suma total de esas cantidades: 4.000 tm, de las cuales las 2.000 del trigo representan el 50
% del total, etc.).

BREVES PAUTAS PARAR EL ANÁLISIS Y COMENTARIO DE GRÁFICOS


Hay una serie de tareas previas al comentario de una gráfica que son imprescindibles:
- Observar si la curva es o no completa, es decir, si en la serie de datos transformados en una curva existen o no
lagunas. Si las hubiese, en ningún caso debe completarse con otros datos distintos a los de la fuente original.
— Observar si la gráfica está referida a un solo país o a varios, a un solo producto o a varios. Si está referida a un
período corto de tiempo (6, 10 años) o a una serie larga (20, 50 ó un siglo).
— Cuando la curva exprese un cierto número de fases claramente perceptibles, éstas deben delimitarse, al igual que
en la preparación de un texto anotamos las ideas fundamentales.
— Si deseamos profundizar posteriormente en el análisis de la gráfica, debemos señalar las fluctuaciones existentes
en cada una de las fases de la curva. Esto presupone un análisis más detallado y, por tanto, disponer de una biblio -
grafía muy especializada.
El análisis y comentario de la curva debe ser interno y externo:
a) Comentario interno. Consiste en analizar cada una de las fases en que hemos dividido la curva.
b) Comentario externo. Consiste en situar las diferentes fases de la curva en el momento histórico correspondiente,
poniéndola en relación con todos los fenómenos históricos directamente relacionados con ella.
En cuanto a la crítica del documento tiene por objeto valorar el alcance real del documento, su significación para
los hechos a los que se refiere, etc.

3. EL ANÁLISIS Y COMENTARIO DE UN MAPA HISTÓRICO

Junto al texto histórico y los documentos estadísticos, el mapa ocupa un lugar relevante en los testimonios que se
deben manejar para un mejor conocimiento e interpretación de los hechos y procesos históricos, ya que todos ellos
tienen lugar sobre un territorio o espacio concretos.

ALGUNAS OBSERVACIONES SOBRE EL DOCUMENTO CARTOGRÁFICO


El documento cartográfico, al igual que ocurre con el estadístico, es una elaboración hecha por el historiador a
posteriori de los hechos que trata de recoger. En este sentido no es una fuente primaria, aunque para su elaboración se
ha de utilizar información primaria o documentos originales que sirven de base para construir el mapa. En el mapa se
añaden dificultades como la ausencia de otros puntos de apoyo que no sean los espaciales (distribución geográfica de
un fenómeno histórico) o los cronológicos. Una tipología básica del documento cartográfico sería la siguiente:
— Mapas políticos: proporcionan información sobre las fronteras de los Estados y su evolución, las
conquistas territoriales por guerra o anexiones, la extensión de los imperios, etc.
— Mapas político-sociales: son una variante de la anterior. En ellos se refleja, por ejemplo, la expansión de
una revolución, la distribución de nacionalidades en un Estado, etc. Una variante específica de éstos serian los
mapas electorales, que son elemento auxiliar imprescindible en los estudios de sociología y geografía electoral.
— Mapas económicos: sitúan la extensión de un hecho económico (por ejemplo, la industrialización a
mediados del siglo XIX); las rutas comerciales y las vías de comunicación; los centros económicos importantes
(núcleos industriales, puertos comerciales, etc.); distribución o evolución de cultivos, etc.
— Mapas demográficos: en los que se recogen los movimientos migratorios, el crecimiento poblacional, las
expediciones repobladoras o colonizadoras, etc.
— Mapas culturales: que hacen referencia a la distribución, nacimiento y/o expansión de un hecho cultural o
religioso: movimiento artístico o literario, áreas lingüísticas, situación de diferentes religiones en un territorio,
etc.

PAUTAS PARA EL COMENTARIO DEL MAPA HISTÓRICO


Como ya hemos dicho, el esquema propuesto para el análisis y explicación del texto histórico puede ser aplicado
—en lo esencial— a un mapa o plano, prescindiendo de aspectos que no vienen al caso (autor, destinatario) y
centrándonos más en los cambios o mutaciones que se producen entre dos fechas o periodos —cuando el mapa o
mapas abarcan una sucesión cronológica de fenómenos históricos—, o bien, en el análisis del momento his tórico
concreto al que se hace mención en el mapa. En pocas palabras, podemos decir que son tres las fases de un análisis y
4

comentario:
A. INTRODUCCIÓN. EL DESCUBRIMIENTO DEL MAPA
a) Naturaleza y origen: se trata de determinar qué clase de mapa es (político, económico, regio nal, nacional, etc.) y
de dónde procede (elaboración de un autor actual o coetáneo de los hechos).
b) Centrar el mapa es trazar su contexto histórico o circunstancias que lo rodean. Es un breve encuadre del
momento histórico que representa el mapa.
B. COMENTARIO O EXPLICACIÓN. SU LECTURA
Es la parte más importante, aunque es difícil establecer pautas concretas. Al igual que sucede con los textos,
podemos establecer tres niveles:
— Hallar las ideas principales y señalarlas. Suelen coincidir con el título del mapa.
— Comentar estas ideas principales.
—Señalar las ideas secundarias o subordinadas que dan sentido a las primeras y comentarlas.
El comentario puede orientarse de varias formas:
— En el caso de un solo mapa, debe procederse como si de una dirección se tratase: distinguir las zonas principales
del mapa o plano; explicar el documento cartográfico en sus aspectos más profundos y relacionarlo con el marco más
amplio de la historia general. Por último, cabe establecer una síntesis que de forma breve fije un balance parcial de lo
analizado.
— En el caso de existir más de un mapa puede ordenarse el comentario de dos formas fundamentales; a) Analizar
sucesivamente cada uno de los mapas, siguiendo el patrón antes indicado; o b) Realizar el análisis y explicación de
forma concurrente en uno y otro mapa. Este segundo camino es más complicado, pero también más adecuado cuando
se trata de establecer las transformaciones experimentadas entre dos momentos diferentes. Implica, desde luego, un
conocimiento preciso de los problemas estudiados y de sus antecedentes.
— Por último, también el análisis del documento cartográfico puede hacerse prescindiendo del esquema o pauta y
ser dirigido por cuestiones que interrogan sobre aquellos aspectos que deberían ser motivo del comentario. En algún
caso, además, esas cuestiones van dirigidas a localizar en un mapa mudo determinados hechos históricos.

C. CONCLUSIÓN
Consiste en resumir las ideas anteriores, trazando una síntesis de su contenido. También cabe aquí hacer una
valoración del mapa, tanto por lo que muestra como por lo que oculta. El juicio personal debe incidir en la veracidad,
exactitud o idoneidad del documento analizado, para lo que se requiere un exacto conocimiento del tema pro puesto y
ello sólo es posible consultando la bibliografía adecuada.

4. EL ANÁLISIS Y COMENTARIO DE LA IMAGEN

Una buena parte de las fuentes primarias de la historia de los dos últimos siglos la constituyen las imágenes, cuya
presencia es cada vez mayor en nuestra vida cotidiana. Las imágenes son documentos en el más pleno sentido de la
palabra. Sea fiel reflejo de la realidad o una interpretación simbólica de ésta, nos proporcionan un mensaje que hemos
de saber leer. Porque también las imágenes se leen. Vivimos desde hace más de un siglo inmersos en la cultura de la
imagen y esta afirmación se hace evidente cuando pensamos en la importancia que tienen hoy los medios de comuni -
cación audiovisuales, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y los soportes informatizados
de éstas.
Podemos clasificar las imágenes que han llegado hasta nosotros en dos grandes grupos:
• Imágenes fijas. Son aquellas que reflejan de forma directa o de forma simbólica un hecho o una realidad. La
imagen fija existe desde las primeras pinturas prehistóricas. Lo que irá variando será el soporte, el material uti-
lizado para realizar esa imagen y el contenido. Imágenes fijas son, pues, tanto una pintura, un grabado, una
fotografía o una escultura (en este caso, en tres dimensiones). Hasta 1895, fecha en la que oficialmente nace el
cine, todas las imágenes que han llegado hasta nosotros son fijas.
• Imágenes en movimiento. Nacen con el cine; por lo tanto tienen poco más de un siglo de antigüedad. Al cine
mudo se le incorpora el sonido desde 1929, después el color (hacia 1937-39) y por último, la imagen sobre celu -
loide se transforma en imagen magnética (video) y óptica (CD-R, Foto CD, DVD). Al mismo tiempo, la
Televisión forma parte de los medios de comunicación que utilizan la imagen en movimiento como recurso
permanente.
Estos dos grandes grupos de imágenes pueden adoptar diversas formas de expresión:
a) En primer lugar, aquellas que reproducen tal cual una realidad. Suelen ser las fotografías. Pero una fotografía
5

no siempre es objetiva: incluso la subjetividad de quien la realiza puede determinar una inclinación o finalidad que va
más allá del propio objeto recogido en la imagen. Hasta hace no muchos años la fotografía no se consideraba un arte.
Hoy está reconocida universalmente como tal, además de como una técnica.
b) En segundo lugar, las imágenes —sean fijas o en movimiento— pueden tener una carga simbólica. Fue frecuente
desde los tiempos de la Revolución Francesa, a fines del siglo XVIII, la utilización de grabados alegóricos, satíricos o
de denuncia que sirvieron como instrumento de combate político y social. También el arte, especialmente la pintura,
estuvo y ha estado al servicio de ciertas causas políticas o ideológicas: sirvan de ejemplo los cuadros dedicados a
exaltar la figura de reyes y jefes de Estado o la pintura de historia del XIX, dirigida a construir una iconografía de la
revolución liberal (por ej., El fusilamiento de Torrijas y sus compañeros, por Antonio Gisbert).

¿CÓMO SE HA DE LEER UNA IMAGEN?


Para ello, distinguiremos entre la imagen fija y la imagen en movimiento.

A. LA IMAGEN FIJA
Debe contener dos fases fundamentales:
1. La lectura: supone extraer información a través de una observación atenta.
• Para ello hemos de situar el documento gráfico en las dos coordenadas en que se producen todos los
acontecimientos históricos: el espacio y el tiempo. Hay que responder a las preguntas: ¿A qué época o año
corresponde la imagen? ¿Dónde se desarrolla la escena? Para responder a estas preguntas hemos de utilizar la
información que nos proporciona la misma imagen, el pie (si lo tiene), los per sonajes, su forma de vestir, el
soporte, etc.
• Luego pueden destacarse las características técnicas de la fotografía o de la imagen (en el caso de una pintura o
grabado).
• Clasificar las observaciones por aspectos generales para luego entrar en los detalles.
2. El comentario: Es el contexto histórico del documento gráfico analizado. Tratamos de relacionar en él aquellas
circunstancias que motivaron la escena representada o el significado simbólico de personajes y situaciones
representados. También debemos incluir en este comentario el valor que tiene la imagen analizada como testimonio
de una época o de un momento y tema determinados.

B. EL CINE O LA IMAGEN EN MOVIMIENTO


Debe tener una lectura distinta, al tratarse de una conjunción de secuencias que tiene un hilo argumental. Aquí cabe
distinguir cuatro tipos de "cine histórico":
• Los noticieros y documentales. Son conjuntos de imágenes "en vivo" que recogen, narran o reflejan
acontecimientos de la historia del siglo XX. En principio, son imágenes "objetivas", pero con frecuencia están mani-
puladas (en su selección, en su enfoque, en el comentario), por lo que tienen -como todas las fuentes de información
histórica- una fuerte carga de subjetividad.
• Cine histórico comercial que se inspira en algún hecho real, pero con una clara intención de resultar atractivo al
espectador, por lo que da una visión irreal y anacrónica de los hechos narrados,
• Cine de ficción histórica que enmarca unos acontecimientos imaginarios en un determinado contexto histórico
real. Son películas que intentan reflejar situaciones del pasado reciente o incluso anterior a la invención del cine,
sobre la base de una "representación" de los hechos del pasado, buscando el rigor en la ambientación, los diálogos o
el vestuario y los paisajes de los lugares en que tuvo lugar la acción "real", pero los acontecimientos y personajes son
ficticios.
• Cine pseudohistórico o con intencionalidad histórica partidista o propagandística. Muestra hechos del pasado
engrandecidos o manipulados para fortalecer el "espíritu nacional" o el odio hacia un determinado pueblo o cultura.
La ventaja del cine de éste y del cine de ficción histórica es que, aunque los hechos no sean ciertos, nos muestran la
ideología política y la mentalidad colectiva de una época que nos ayuda a conocer el contexto social y las formas de
vida de los diferentes pueblos en el pasado.
• Cine histórico-literario, que se basa en una novela o en un guión que sigue una obra literaria para reflejar una
sociedad y una época. Están a mitad de camino entre la Historia y la Literatura y son hoy en día una de las forma más
frecuentes de cine "histórico". Tal vez el mejor ejemplo de este tipo de cine sea Soldados de Salamina (2003), de
David Trueba, basada en la novela homónima de Javier Cercas.
En definitiva, las imágenes -al igual que sucede con los textos y otros documentos- constituyen fuentes de
6

información primaria o secundaria. Las primarias son imágenes del momento de los hechos que refleja: grabados,
pinturas, fotografías, documentales, películas de la época, etc. Las secundarias son elaboraciones o reconstrucciones
posteriores realizadas por otras personas que "ven" con otros ojos esos mismos hechos, bien a través de una imagen
fija o de una película o documental periodístico.

¿CÓMO ANALIZAR UNA PELÍCULA DE CINE?

A. ANÁLISIS

• Obtener una ficha técnico-artística, donde consten año y lugar de realización, director, guión, reparto, etc. (hoy
suele acompañar a todas las películas en formato DVD).
• Bio-filmografía del autor del guión (o de la novela) y del director.
• Análisis del contexto histórico y de los condicionantes socio-políticos en que se realizó el film

B. ANÁLISIS DEL CONTENIDO


Una vez visionada la película interesa reflexionar sobre lo que hemos visto:
• El Tema:
1. Resumen general del argumento general
2. Enumeración de las secuencias y delimitación de las partes
• Diferentes núcleos arguméntales:
1. El entorno: selección de los grandes núcleos externos (ambientes, acontecimientos narrados, anécdotas), que
conforman la estructura o el esqueleto de la película.
2. Pequeñas historias circunstanciales dentro de la historia general de la película.
3. La narración principal en sus diferentes apartados organizados por orden de aparición.
4. El protagonista:
— Personajes principales
— Personajes secundarios

C. ANÁLISIS FORMAL
La estructura del film: ¿Cómo se relacionan los hechos narrados (presentación, desarro llo de la problemática,
momento de climax y desenlace) con las diferentes técnicas cinematográficas (toma de planos, música, decorados,
detalles, etc.)?
Análisis del guión: Trato dado al tema principal, lenguaje utilizado, verosimilitud del relato en el tiempo y en el
espacio, tratamiento del tema (literario, histórico, cien-cia-ficción, etc.).
Elementos artístico-técnicos: fotografía (color, enfoques, iluminación), movimientos de cámara, efectos,
ambientación y vestuario, etc.
• El sonido: tipo de diálogos (emocional, intuitivo, inteligente, astuto...), la intencionalidad y efectividad de la
música o de los efectos sonoros, etc.
• El montaje: forma de ordenar las diferentes secuencias del film y tipo de enlace entre dichas secuencias; ritmo de
la construcción del dramatismo (o de la intriga) e interés provocado o no en el espectador.

D. VALORACIÓN FINAL
Análisis de los hechos históricos que recoge la película: ¿Están ajustados a lo que sabes sobre el tema? ¿Es
objetivo el autor o persigue una finalidad ideológica determinada? ¿Se obtiene una conclusión clara de lo que
sucedió? ¿Es una buena fuente de información para el tema que has estudiado?

S-ar putea să vă placă și