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En resumen
Ideologías culturales
El desastre humanitario y económico causó una auténtica convulsión en el mundo,
desencadenando graves contradicciones morales. Muchos valores en los que se asentaba
la cultura occidental, sus esperanzas de progreso social y la supuesta superioridad de sus ideales,
quedaron en entredicho. Con la excepción de los Estados Unidos, Occidente no saldría de
la crisis de pesimismo en la que se hallaba inmerso hasta los años 60.
Las matanzas de civiles en los bombardeos, como los de Coventry o Dresde; las ejecuciones en
masa, como las del bosque de Katyn en 1940, en la miles de polacos, la mayoría oficiales del
ejército e intelectuales fueron asesinados a sangre fría por los soviéticos; la total destrucción
de Hiroshima y Nagasaki, no alcanzaron, sin embargo, la repercusión
del genocidio perpetrado por los nazis sobre determinadas minorías étnicascomo la judía o la
gitana.
Las costumbres sociales y las relaciones personales sufrieron radicales alteraciones como
consecuencia de la guerra.
Las formas de comportamiento tradicionales cambiaron, pues hubo quienes, estando
plenamente socializados en tiempos de paz, desempeñaron durante la guerra roles extremos,
incluyendo el de genocidas.
Las costumbres sociales y las relaciones personales sufrieron radicales alteraciones
como consecuencia de la guerra.
Las formas de comportamiento tradicionales cambiaron, pues hubo quienes, estando plenamente
socializados en tiempos de paz, desempeñaron durante la guerra roles extremos, incluyendo el de
genocidas. (guerra mundial, 2006)
Comunismo
En abril de 1945, el Tercer Reich estaba en sus últimos momentos. Los ejércitos triunfantes de
múltiples países avanzaban en suelo alemán desde todas las direcciones. Entre los más orgullosos
estaban las tropas de la Unión Soviética, cuando capturaron la guarida de Adolf Hitler, Berlín.
En 1941, la Unión Soviética se vio obligada a cooperar con las potencias aliadas después de que
el imperio nazi que había ayudado erróneamente reveló sus verdaderas intenciones. Con los
generosos recursos de occidente, el ejército rojo no sólo soportó el peso de la lucha contra el
ejército alemán, sino que demostró ser capaz de montar las masivas campañas de tanques que lo
impulsaron a Berlín y permitió a Stalin subyugar a los pueblos de Europa del este bajo su propio
régimen de estilo soviético.
Aparte de cientos de miles de individuos asesinados por razones políticas, millones de personas
comunes, desde Alemania a Corea, fueron violadas, robadas, deportadas o asesinadas por los
“liberadores” comunistas.
El propio pueblo soviético sufrió mucho como consecuencia directa, en primer lugar del
oportunismo de sus gobernantes y a continuación, de las brutales y absurdas medidas con que el
partido comunista y el ejército rojo los condujeron a una victoria agridulce.
Gran parte del éxito inicial de Hitler fue obra de Stalin. Comenzando en 1937, el ejército rojo
soviético quedó incapacitado por una purga masiva de oficiales superiores a quienes Stalin
sospechaba como desleales. Decenas de generales, incluídos los que trabajaban en las avanzadas
variantes de la estrategia alemana blitzkrieg, fueron torturados y fusilados. Otros, como el famoso
mariscal Gregory Zhukov fueron llevados para cumplir funciones menores mientras que los
hombres sumisos a Stalin ocupaban las primeras posiciones.
Esto creó una pesadilla para los ejércitos soviéticos estacionados en la densa de formación en la
frontera en 1941 y las decenas de millones de civiles en el camino de Hitler. La Wehrmacht cortó
con facilidad el mal dirigido y desprevenido ejército rojo; las tropas alemanas tomaron varios
millones de prisioneros en las primeras semanas de la guerra. La inmensa mayoría terminó en
campos de exterminio nazis donde trabajaron hasta la muerte o los fusilaron por miles. Después
de los judíos, los prisioneros soviéticos constituyen el segundo grupo más grande de víctimas del
holocausto.
La brutalidad nazi fue igualada y algunas veces superada por la insensible indiferencia que los
comandantes soviéticos tenían por sus propios hombres. En lugar de hacer retiros estratégicos
para conservar a los combatientes, Stalin y sus oficiales dieron la infame orden 227, un decreto
corto que prohibía el retiro incluso para evitar el cerco. (noriega, 2005)
Capitalismo
En Gran Bretaña, las pérdidas sufridas por la guerra representaban el 25% de la riqueza nacional.
En 1946 la producción industrial no alcanzaba el nivel de antes de la guerra.
En Francia, en 1944, la producción industrial descendió hasta 38%, y la de la agricultura hasta el
60% con respecto al nivel alcanzado antes de la guerra. En Japón, a fines de 1945, la producción
industrial equivalía al 10% de la de antes de la guerra.Estados Unidos, después de la guerra
aportaba más del 60% de la producción industrial mundial.La producción industrial de los
principales países capitalistas, excepto Estados Unidos, descendió significativamente. Pero no fue
sólo esto, algunos de ellos habían sufrido grandes pérdidas humanas, así como la ruina de la
agricultura y de otros sectores de la economía. Ello, unido al auge de al lucha antifascista
desarrollada durante la Segunda Guerra Mundial y al prestigio que en ella alcanzaron los
comunistas, trajo como resultado, un incremento del movimiento obrero que culminó, en la
mayoría de los casos, con la participación de los comunistas en los gobiernos de nueve países
europeos. Tal es así, que si en 1939 existían partidos comunistas en 61 países, en 1947 esta cifra
ascendió a 76, al tiempo que el número de militantes se triplicó. También se dieron importantes
pasos para lograr la unidad de la clase obrera a nivel mundial; se fundó en París, en 1945, la
Federación Sindical Mundial y a finales de este mismo año se crearon la Federación de Juventudes
Democráticas y la Federación Democrática Internacional de Mujeres. Fue entonces que Estados
Unidos trató de frenar el movimiento obrero mediante el apoyo económico a los gobiernos de los
países europeos, para lo cual elaboró un plan de ayuda conocido como Plan Marshall entre los
años 1948 y 1951.
Liberalismo
Al término de la guerra mundial en el Occidente industrializado se produjo el triunfo de la
democracia liberal, si bien bajo una forma diferente al liberalismo de antaño. A escala política
esto es indudable: la elección por sufragio universal completo se convierte en norma, por mucho
que en algunos países se trate de una fachada. Por otra parte, la democracia liberal, sobre todo en
Europa, quiere ser además portadora de valores sociales, lo que es una faceta totalmente nueva.
Otro elemento nuevo es que la democracia sabe entonces que es frágil (se encuentra con la
rivalidad y la oposición del comunismo), intentando por ello competir diplomática y moralmente
con el bloque socialista y presentándose, bajo la égida de EEUU, como la forma de gobierno del
mundo libre. (Fuentes, 2009)