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EL DELICADO ARTE DE REESTRUCTURAR

Reestructurar significa cambiar el propio marco conceptual o emocional, en el cual se


experimenta una situación, y situarla dentro de otra estructura, que aborde los “hechos”
correspondientes a la misma situación concreta igualmente bien o incluso mejor,
cambiando así por completo el sentido de los mismos.

Lo que cambia como resultado de la reestructuración es el sentido atribuido a la situación,


y no los hechos concretos correspondientes a ésta.

“No son las cosas mismas las que nos inquietan, sino las opiniones que tenemos acerca
de ellas”.

La reestructuración es una disrupción que otorga a toda la historia un cariz divertido.

La “realidad” a la que se hace referencia corresponde más bien a las opiniones, al


significado y al valor atribuido al fenómeno en cuestión.

Lo real es aquello que un número lo suficientemente amplio de personas ha acordado


designar como real.

La reestructuración opera en el nivel de la metarealidad, en el cual, puede tener lugar un


cambio incluso si las circunstancias objetivas de una situación están más allá del poder
humano.

La pertenencia de un objeto, como miembro, a otras clases está determinada por las
“opiniones” que tenemos de él, es decir, del sentido y del valor que le hemos atribuido.

Una vez que se atribuye a algo un significado o un valor especiales, resulta muy difícil
considerar a dicho algo como miembro perteneciente también a otra clase, igualmente
fácil.

La reestructuración es una técnica para lograr el Cambio 2, pues supone desplazar el


énfasis de la pertenencia de un objeto a una clase, a la pertenencia igualmente válida a
otra, o bien, introducir la idea de tal pertenencia a una nueva clase en la
conceptualización de todos los interesados.

¿Qué es lo que se halla implicado en la reestructuración?

 La categorización de los objetos de neustra percepción en clases. Las clases se


forman, no solamente en base a las propiedades físicas de los objetos, sino por su
grado de significación y de valor para otros.
 La dificultad de considerar a un objeto que ya ha sido conceptualizado como
perteneciente a una categoría también como perteneciente a otra clase.
 Es eficaz para generar el cambio porque una vez que percibimos la pertenencia
alternativa de un miembro a otra clase, no podemos volver tan fácilmente a la
trampa y la angustia representadas por el previo punto de vista acerca de su
realidad. Resulta imposible que regresemos a nuestra anterior ignorancia.

La confusión inicial, al preparar así el terreno para una reestructuración, se convierte


entonces en una etapa importante en el proceso de llevar a cambio el Cambio 2, y de
enseñar a la persona el camino que conduce fuera del problema.

La reestructuración es implícita en toda labor hipnótica llevada a cabo con éxito.

Una reestructuración llevada a cabo con éxito deberá extraer el problema de su definición
de “síntoma”, transfiriéndolo a otra que no implique la imposibilidad de modificación.

En la reestructuración situacional, se precisa tomar en cuenta los puntos de vista, las


expectativas, los motivos y las premisas, es decir, toda la trama conceptual, de aquellos
cuyos problemas han de ser modificados. Tomar lo que el paciente nos aporta.

La reestructuración presupone que el psicoterapeuta aprenda el lenguaje del paciente.

LA PRÁCTICA DEL CAMBIO

Para abordar un problema, es necesario tener en cuenta las siguientes cuatro etapas:

1. Definición del problema: es necesario distinguir entre un problema y un


pseudoproblema.
2. Soluciones hasta ahora intentadas: debemos estudiar cómo son mantenidos los
problemas mediante tentativas erróneas de solución Esto nos dice qué clase de
cambio no ha de ser intentada, y también qué es lo que mantiene la situación que
ha de ser cambiada y dónde ha de ser aplicado el cambio.
3. Definición del cambio concreto a realizar: se ha visto cómo, en nombre de la
psicoterapia, una meta utópica puede en una patología. Si el psicoterapeuta
introduce una meta utópica o vaga, o bien, la acepta a partir de su paciente,
termina tratando involuntariamente una condición patológica que ha ayudado a
crear y que es luego mantenida mediante la psicoterapia.
4. Formulación y puesta en marcha de un plan: aquí es donde el proceso actual de
cambio tiene lugar. Existen dos estrategias generales (y también algunas
particulares) que pueden ser puestas en práctica:

a) El objeto del cambio es la solución intentada, pero equivocada, y la táctica elegida


ha de ser traducida al propio “lenguaje” de la persona, o sea, presentada en una forma
que utilice su propio modo de conceptualizar la “realidad”

b) La paradoja desempeña un papel tan importante en la solución como en la


formación de un problema. La prescripción del síntoma, o bien en un sentido más amplio y
no clínico, el Cambio 2 mediante una paradoja, es indudablemente el modo más poderoso
y más elegante de resolver un problema.
Una fuente potencial de fracaso es la incapacidad para presentar la intervención en un
“lenguaje” que convenza a nuestro cliente, y otra es el planteamiento de una meta no
realista o inadecuada.

EJEMPLOS

Para resolver un problema, es necesario hacer lo siguiente:

1. Definir el problema

2. Definir las soluciones intentadas

3. Definir el objetivo del cambio, ¿qué se desea que mejor?

4. Definir la intervención, usando el lenguaje del paciente

¿Cómo se solucionan los problemas? Se puede hacer uso de una o más de las
siguientes estrategias:

a) Descubrir lo encubierto

b) Divulgar en lugar de ocultar

c) Grandes efectos para pequeñas causas

d) El truco de Bellac

e) Utilizar la resistencia

f) Acusaciones irrefutables y negaciones indemostrables

g) Sabotaje benévolo

h) Beneficios de la falta de atención

i) Problemas con los estudios

j) Tratando utopías

k) El pacto con el diablo

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