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INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL

DELEGACION REGIONAL VERACRUZ SUR


HOSPITAL GENERAL DE ZONA CON MEDICINA FAMILIAR
N° 35.
COORDINACION CLINICA DE EDUCACION E
INVESTIGACION

Infección de Vías Urinarias.

María Yazmin Hernández Ambrosio Josefina Lara Santos.


Tutor. Auxiliar en Enfermería General
Coordinador clínico de educación e
investigación en salud

P.S.S.E JOSÉ DE JESUS TELLEZ RICO


Pasante en Servicio Social de Enfermería
Contenido

Introducción..................................................................................................................................... 3
Concepto. ......................................................................................................................................... 4
Epidemiologia. ................................................................................................................................ 5
Etiología. ........................................................................................................................................... 6
Diagnostico. ..................................................................................................................................... 8
Cuadro clínico. .............................................................................................................................. 10
Tratamiento. ................................................................................................................................... 11
Actividades específicas. ............................................................................................................. 12
Conclusión. .................................................................................................................................... 13
Bibliografía..................................................................................................................................... 14
Anexos. ........................................................................................................................................... 16

2
Introducción

Las infecciones de las vías urinarias (IVU) son las infecciones bacterianas
más frecuentes en la población anciana. Su prevalencia aumenta con la edad,
puesto que el envejecimiento produce una alteración de los mecanismos defensivos
frente a la infección. Afecta al 50% de las mujeres al menos una vez en su vida,
siendo rara en los hombres de 20 a 50 años. Tanto en hombres como en mujeres,
su incidencia aumenta con la edad, la comorbilidad y la institucionalización.

Las manifestaciones clínicas son a menudo menos específicas, de


presentación más grave y de peor pronóstico. Su manejo es más complicado,
puesto que el envejecimiento lleva consigo una disminución del aclaramiento de los
antimicrobianos, lo que produce un aumento de efectos secundarios.

Por lo general, las infecciones de vías urinarias se clasifican en altas y bajas


según el lugar de las vías urinarias donde se producen, aunque a veces a los
médicos les resulta difícil e incluso imposible determinar el lugar exacto:

 IVU bajas: infecciones de la vejiga (cistitis)


 IVU altas: infecciones de los riñones (pielonefritis)

De forma adicional, la IVU constituye la principal causa de sepsis en


pacientes hospitalizados y hasta un 50% de las infecciones nosocomiales tienen su
origen en el tracto urinario, en relación en su mayoría con catéteres urinarios.

Por lo expuesto es fácil entender que las IVU llevan implícita una morbilidad
importante, una mortalidad no despreciable y un coste económico elevado. En la
última década la búsqueda de regímenes terapéuticos que permitan un mejor
cumplimiento, un menor coste y una menor incidencia de efectos adversos ha
supuesto una importante innovación en el manejo del paciente con IVU.

3
Concepto.

Con el término infección de las vías urinarias (IVU) se define a una serie de
procesos que asientan en el aparato urinario y que tienen como común denominador
la presencia de microorganismos en la orina, generalmente bacterias en una
proporción determinada. En el presente trabajo se abordan las manifestaciones
clínicas el diagnóstico y el tratamiento de los diferentes tipos de infecciones
urinarias. 1

La infección de las vías urinarias se aplica a una amplia variedad de


condiciones clínicas que varían desde la bacteriuria asintomática hasta la
pielonefrítis aguda. Una IVU bajas recurren es definida como 3 o más episodios en
los últimos 12 años meses o dos episodios en los últimos 6 meses. 2

4
Epidemiologia.

En México, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica reportó que


desde el año 2003 hasta el año 2008, las Infecciones de vías urinarias han ocupado
el tercer lugar dentro de las 20 principales causas de morbilidad, que se reportan en
la República Mexicana. En el año 2003 se notificaron 3 287 111 casos, incidencia
de 3 154.2 para el 2008, 3 244 994 y una incidencia de 3 041.7 ambas por 100 000
habitantes. 3 (Ver Anexo 1).

Adultos

Las infecciones en vías urinarias (IVU) representan la primera causa de


consulta médica en mujeres en edad reproductiva. Durante el embarazo es la causa
más frecuente de complicaciones perinatales serias 1-5 y es la tercera causa de
sepsis neonatal. En 2008, se reportaron 1,204,032 casos en adultos de 25 a 44
años de edad, con una tasa de incidencia de 3000 por cada 100,000 habitantes. En
mayores de 60 años, la tasa de incidencia fue de 6000 por cada 100,000 habitantes,
con predominio en el sexo masculino.

Niños

En este grupo, la IVU es una causa común de consulta y hospitalización. La


frecuencia varía dependiendo de la edad y sexo. La infección sintomática ocurre en
uno por cada 1,000 recién nacidos y menores de un mes de edad, y es más común
en varones. Después de esta edad, es más frecuente en niñas, con una prevalencia
de 1 a 2%. En general, el riesgo de IVU durante la primera década de la vida es del
1% para varones y 3% para las mujeres. Después de la segunda década de la vida,
sigue predominando en las niñas con una relación de 4:1.

En el 2008 la incidencia de las Infecciones de vías urinarias por entidad


federativa presentó el siguiente orden: Tabasco con incidencia de 6 301.8 seguido
de Baja California Sur 5 076.6, Zacatecas 4 817.0, Durango 4 713.6 y Sinaloa 4
703.8. Los estados con la incidencia más baja fueron: Michoacán 2 205.2, Guerrero

5
2 146.3, Guanajuato 2 105.3, Chiapas 2 051.8 y Baja California con 1 892.9, ambas
por 100 000 habitantes. (Ver Anexo 2).

Por sexo en el 2008 el porcentaje que presentaron los hombres fue de 24.4%
con 7 91 386 casos e incidencia de 1 508.4 en mujeres 75.6% con 2 453 608 casos
e incidencia de 4 508.6 ambas por 100 000 habitantes. 4 (Ver Anexo 3).

Etiología.

Es muy importante considerar que el tracto urogenital no tiene una barrera


física típica de defensa, tampoco un drenaje permanente de fluidos que por arrastre
actúe protegiendo al sistema. En cambio, posee diversos mecanismos de defensa;
entre los más importantes tenemos el flujo unidireccional de la orina y la capacidad
de las células uroepiteliales de atrapar bacterias e impedir su fijación.

Las infecciones enterobacterias son un grupo heterogéneo de bacilos gram


negativos cuyo hábitat natural es el intestino de los humanos, ocupan los primeros
lugares seguidas de los estafilococos y enterococos. Dentro de las bacterias la
Escherichia coli es la más frecuente, en más del 90% de los casos, seguido de
Klebsiella sp y Proteus sp.

Entre los organismos Gram positivos más frecuentes están: Staphylococcus


saprophyticus, Streptococcus agalactiae, Enterococos, que indican infección mixta
o patología urinaria orgánica. 5,6

Escherichia coli

La E. coli es la causa más común de infección en el aparato urinario y es


responsable del 90% de las infecciones urinarias primarias en mujeres jóvenes. La
mayor parte de las infecciones se deben a un pequeño número de tipos de antígeno
O de E. coli. El antígeno K parece ser importante en la patogenia de la parte superior
del aparato.

6
Klebsiella

Este microorganismo es responsable, con mucha más frecuencia, de


infecciones urinarias, en especial si hay obstrucción. La diabetes mellitus asociada
al embarazo incrementa la posibilidad de adquirir infección por Klebsiella y Proteus.

Proteus

Las especies de Proteus producen infecciones en el humano solo cuando la


bacteria abandona el intestino. Se les encuentra en infecciones del aparato urinario
y neumonía. Las especias Proteus producen ureasa y, por consiguiente, hidrolizan
con rapidez la urea y producen amonio, así en las infecciones del aparato urinario
con Proteus, la orina se vuelve alcalina lo cual promueve la formación de cálculos y
es casi imposible acidificar la orina. La rápida movilidad de Proteus puede contribuir
a su capacidad para invadir el aparato urinario.

Estafilococos

Células esféricas grampositivas, habitualmente dispuestas en racimos


irregulares, fermentan carbohidratos. Algunos son miembros de la flora normal de
la piel y mucosas de los humanos; otros causan supuración, formación de abscesos,
varias infecciones piógenas e incluso septicemia mortal.

El S. Saprophytus es una causa relativamente común de infecciones del


aparato urinario en mujeres jóvenes. Parece que las infecciones urinarias a S.
saprophyticus son más frecuentemente sintomáticas que las causadas por las
enterobacterias. Se observa piuria (>10 leucocitos/mm3) y una hematuria
microscópica, en aproximadamente el 95% y el 70% de los casos
respectivamente.5,6.

7
Diagnostico.

En condiciones normales, la orina es estéril, aunque puede contaminarse a


su paso por la uretra. Cuando existe una contaminación microbiana del aparato
urinario, con enfermedad o sin ella, la forma más fácil de detectarla es buscar la
presencia de estos microorganismos en orina. El método y la forma en que debe
recogerse y transportarse una muestra de orina quedan reflejados en el Anexo 4.

Métodos de diagnóstico rápido

Tiras reactivas, es recomendable su uso como aproximación diagnóstica: –


Leucocitoestearasa. Sensibilidad del 90% y especificidad del 92% (la tasa de falsos
positivos es del 8%). Nitritos. Sensibilidad del 35-85% y especificidad del 92-100%.
Realización conjunta. Sensibilidad del 88-92% y especificidad del 78-98%. 7, 8.

Microscopio óptico

Se considera que existe bacteriuria cuando se detecta, mediante la tinción de


gram, una o más bacterias en orina no centrifugada. Se considera que tiene una
sensibilidad del 95%.

Se considera que existe piuria cuando se detecta, con examen de cinco


campos a gran aumento, de 8 a 10 leucocitos por campo en orina centrifugada a
2.000 rpm durante 5 minutos. Este método se correlaciona hasta en un 95% con las
infecciones del tracto urinario sintomáticas.

Otras técnicas diagnósticas Cultivo Permite realizar una relación cuantitativa


detectando el número de bacterias por mililitro de orina, pudiéndose interpretar los
resultados según los criterios de Kass:

Con más de 100.000 UGC/ml existe una probabilidad de bacteriuria


significativa del 80%. De 10.000 a 100.000 UFC/ml la probabilidad de bacteriuria es
dudosa o excepcional. Con menos de 10.000 UFC/ml se trata de una
contaminación. Además, permite la realización de una valoración cualitativa
detectando el germen responsable de la infección urinaria. Su uso también es útil

8
para la obtención de un antibiograma, determinando la sensibilidad de los gérmenes
a los antimicrobianos.

Es importante tener en cuenta que la realización del cultivo es también útil


tras la administración de los antimicrobianos a la hora de valorar su eficacia. Con
su uso se evita el riesgo de bacteriurias asintomáticas y confiere tranquilidad sobre
el estado del enfermo.

Pruebas de localización de la infección Como, por ejemplo, estudios de


adherencia, estudios de receptores inmunológicos o estudios de excreción
enzimática. 7, 8.

9
Cuadro clínico.

Bacteriuria asintomática: En población normal, se define por la presencia de


>100,000 unidades formadoras de colonias de un mismo microorganismo por
mililitro (105 UFC/mL) de orina y en ausencia de síntomas En embarazadas o en
niños, se define por la presencia de >100,000 UFC/mL de la misma especie en dos
cultivos subsecuentes en ausencia de síntomas. 9

Infección de vías urinarias no complicada; Los síntomas característicos del


cuadro son disuria, ardor con la micción, polaquiuria (aumento en la frecuencia de
la micción, tenesmo vesical y, ocasionalmente, urgencia, dolor suprapúbico, nicturia
y hematuria). Dichos síntomas corresponden habitualmente a infecciones de tracto
urinario bajo Se presenta en pacientes que tienen un tracto urinario normal
(anatómica y fisiológicamente), que no presentan datos de afección sistémica
(fiebre, toxicidad, vómito persistente, deshidratación) y no tienen antecedentes de
enfermedades renales o comorbilidades (diabetes, inmunocomprometidos). Es
decir, no existen condiciones que predispongan a la IVU ni a la falla de su
tratamiento. 10

Pielonefritis aguda: Es una infección del parénquima renal, secundaria a una


IVU baja. El paciente presenta ataque al estado general, polaquiuria, disuria,
hematuria, dolor en región lumbar y en flanco, fiebre >39 °C y que dura más de 48
horas y signo de Giordano positivo.

Infección de vías urinarias Complicada: Implica la infección recurrente o el


involucramiento de la vía urinaria alta con fiebre, náusea, vómito, dolor lumbar y
ataque al estado general También incluye todos los casos en que se presentan
personas con alteraciones anatómicas. 11, 12.

10
Tratamiento.

La bacteriuria asintomática sólo requiere tratamiento en mujeres


embarazadas y pacientes que van a ser sometidos a instrumentación urológica. (Ver
Anexo 8)

En las IVU no complicadas, el tratamiento inicial puede ser empírico y basado


siempre en la sensibilidad local. El tratamiento antimicrobiano debe, en la medida
de lo posible, ser elegido de acuerdo con el resultado del urocultivo con
antibiograma, el cual deberá tomarse antes de iniciar algún antimicrobiano. 12, 14.

Las infecciones urinarias no complicadas pueden manejarse de manera


ambulatoria. Los pacientes con inmunodepresión o con datos de bacteremia o
sepsis requieren también de un hemocultivo. En los pacientes con IVU complicada,
se inicia el tratamiento empírico, siempre basado en la sensibilidad local a
antimicrobianos, e incluyendo a las especies de Pseudomonas.

Revalorar el tratamiento de acuerdo con la respuesta clínica, y modificar en


función del antibiograma. El manejo antimicrobiano parenteral de los pacientes con
IVU complicada es de 3 a 7 días, de acuerdo con la ausencia de fiebre y la remisión
de la leucocitosis, para continuar su tratamiento ambulatorio y completar esquema
por vía oral.

Los pacientes con IVU complicada deben recibir antimicrobianos por lo


menos 14 días; los pacientes con recaída de 4 a 6 semanas. El urocultivo debe
repetirse a la semana y nuevamente entre 4 y 6 semanas posteriores al término del
tratamiento, con el fin de detectar persistencia o reinfección. 13, 14 (Ver Anexo 5, 6, 7)

11
Actividades específicas.

El profesional de enfermería, debe encontrar e identificar por medio de la


entrevista y el examen físico, todos aquellos signos y síntomas que permitan definir
una infección urinaria. Teniendo en cuenta la gravedad, el manejo puede realizarse
de forma ambulatoria, si es una IVU bajas (Uretritis, cistitis y ureteritis) y de forma
intrahospitalaria, si se trata de una IVU altas (Pielonefritis).

Dentro de los cuidados de Enfermería se tienen en cuenta.

Medir y anotar los signos vitales insistiendo en temperatura y T/A, cumplir


tratamiento, extremando las medidas de asepsia y antisepsia en cada proceder de
enfermería para evitar infecciones, explicar la importancia del cumplimiento de la
dieta e ingestión de abundantes líquidos, obtener una muestra de orina en
condiciones asépticas, orientar correctamente la técnica para la recolección de
muestra para parcial de orina, brindar educación sanitaria: estará encaminada a
mantener la higiene personal (informar acerca del aseo adecuado de los genitales
para evitar la invasión de gérmenes por esta vía).

Correcto lavado de manos, informar a la persona sobre signos de alarma que


indiquen una infección de vías urinarias recurrente, enseñar a la persona la
importancia de la adherencia al tratamiento hasta su terminación para evitar
infecciones recurrentes, orientar a la persona para que evite el consumo de
refrescos de café, alcohol, ya que son irritantes urinarios.

Enseñar la importancia de usar ropa interior de algodón para así reducir la


humedad perineal, recomendar la abstenerse de tener relaciones sexuales durante
la infección y el tratamiento. 15

12
Conclusión.

Mantener limpia la zona genital puede ayudar a reducir la probabilidad de que se


introduzcan bacterias a través de la uretra. El área genital debe limpiarse de adelante hacia atrás
para reducir la posibilidad de bacterias desde la zona del recto hasta la uretra.

Incrementar la ingesta de líquidos puede facilitar la eliminación de las bacterias de la vejiga


a través de la orina. El hecho de abstenerse de orinar por períodos prolongados le puede dar a las
bacterias tiempo para multiplicarse.

El uso de antibióticos profilácticos (preventivos) por tiempo prolongado se puede


recomendar para algunas personas propensas a las infecciones recurrentes o crónicas del tracto
urinario.

Se considera recaída a la reaparición de la infección original causada por la misma cepa y


ocurre probablemente después de suspender el tratamiento. La infección de vías urinarias asociada
a catéter urinario incrementa tres veces la mortalidad.

13
Bibliografía.

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14
8.- GPC. Guía de Práctica Clínica: Guía de atención manejo de infección de vías
urinarias en los adultos. (2014). Consultado: 8 de Enero de 2017. Disponible:
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11.- Asociación española de nefrología. (2012). Infecciones de tracto urinario. Rev.


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13.- GPC: Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y tratamiento de la pielonefrítis


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cuidados de enfermería estandarizado para pacientes con infecciones de vías
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30.

15
Anexos.

Anexo 1.

Anexo 2.

16
Anexo 3.

Anexo 4.

17
Anexo 5.

Anexo 6.

18
Anexo 7.

Anexo 8.

19
20

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