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Manuel González Prada y la vigencia de su pensamiento

A cien años de la muerte de este destacado intelectual y escritor, su


crudo diagnóstico de la sociedad peruana del siglo XIX cobra una sorprendente
actualidad ante la crisis que vivimos.

Manuel González Prada en 1905. Entre sus ensayos destacan Pájinas libres, Horas de lucha y
Anarquía (Foto: Biblioteca Nacional)

Este domingo se cumplieron cien años de la muerte de Manuel González


Prada (1844- 1918) –uno de los intelectuales más destacados de nuestra
historia– y las duras críticas a la clase dirigente de su época no han perdido
vigencia, pese a las décadas transcurridas.
Fue una figura siempre a contracorriente. Habiéndose criado en una familia
aristocrática y muy religiosa, se convirtió en uno de los primeros pensadores
que enfiló sus críticas al poder político de la joven república, a la Iglesia
Católica y a la exclusión del indio de la idea de nación.

González Prada nació en Lima el 5 de enero de 1844. Siguió estudios en


el Seminario de Santo Toribio y en el Convictorio de San Carlos, pero su
formación fue, básicamente, autodidacta. En 1881 se alistó como combatiente
para defender Lima ante la invasión de las tropas chilenas en la Guerra del
Pacífico. Tomada la ciudad, es conocida su decisión de no salir de casa, en
protesta, durante los casi tres años que duró la ocupación.

Según señala el sociólogo Gonzalo Portocarrero, González Prada pasa


primero por la literatura y luego a la política, motivado por su enorme decepción
tras la derrota peruana en la Guera del Pacífico. Entre sus obras se encuentra
importantes ensayos como Pájinas libres, Horas de lucha o Anarquía, además de
poemarios como Minúsculas, Presbiterianas o Exóticas.
En marzo de 1912 fue designado director de la Biblioteca Nacional, en
reemplazo de Ricardo Palma. Ocupó este cargo hasta que renunció en febrero
de 1914, en protesta por el golpe de Estado de Óscar R. Benavides. Un año
después fue repuesto en el cargo por el presidente constitucional José Pardo.
En sus últimos años viró al anarquismo, apoyando la organización de
una clase trabajadora. Su influencia fue tomada por ideólogos como Víctor Raúl
Haya de la Torre, José Carlos Mariátegui o Luis E. Valcárcel. A la luz de la
coyuntura actual, seguramente los escándalos de corrupción que envuelven a
nuestro sistema de justicia no lo hubieran sorprendido. Resulta,
lamentablemente sintomático, que sus análisis sobre el Perú de hace más de
cien años parecieran escritos en la actualidad.

Sin embargo, González Prada era también un idealista, alguien


esperanzado en la capacidad transformadora de la juventud. Es así que la
vigencia de su pensamiento la podemos ver también en la indignación y en las
movilizaciones ciudadanas, que responden a su llamado en el Discurso del
Politeama: ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!

Esperanza en la juventud
JORGE VALDEZ MORGAN: Historiador y docente de la PUCP
Uno de los temas principales en los ensayos de González Prada es el de
la corrupción. Esa preocupación se debe en parte a la época que vivió. El Perú
estaba en crisis luego de la Guerra del Pacífico, y, en ese contexto, él hizo
denuncias muy fuertes sobre este mal. Su obra puede analizarse
perfectamente desde el presente porque el país, en general, no ha cambiado
mucho en varios de los puntos que él criticaba.

De otro lado, él veía en la juventud una esperanza purificadora. De estar


vivo, creo que tendría sentimientos encontrados, pues esa juventud no ha
transformado mucho al país. Pero al ver la capacidad de movilización desde las
redes sociales, su esperanza se habría mantenido.

Severo crítico del ‘establishment’


CRISTÓBAL ALJOVÍN DE LOSADA: Historiador y doctor en Filosofía por la
Universidad de Chicago
González Prada desarrolla una forma de pensar al Perú desde una
perspectiva muy dura contra el establishment. En la actualidad, seguramente
sería un severo crítico del funcionamiento del Estado, de la crisis de corrupción
en el Poder Judicial y también de cómo la Iglesia Católica y, sobre todo las
otras iglesias cristianas, interfieren de forma tan fuerte en la política.

Tanto en su faceta positivista como en su faceta anarquista, él tiene una


posición muy dura contra la Iglesia. Creo que su mayor aporte es,
precisamente, esa postura crítica ante las instituciones y estructuras de poder.
Es, definitivamente, uno de los pensadores peruanos más influyentes del siglo
XX.

https://publimetro.pe/actualidad/noticia-manuel-gonzalez-prada-y-vigencia-su-
pensamiento-76703

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