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Curso a distancia “Intervenciones interdisciplinarias para el abordaje integral

de los niños y
adolescentes con trastornos del espectro autista”

Módulo 2: Primera parte

Expresión adecuada de emociones, ¿es posible?. Aspectos básicos.

Lic. Gabriel H. Grivel

Temario la 1ra parte:

Diferencias y relaciones entre Cociente Intelectual (CI) y Cociente Emocional


(CE).

La importancia del cuidado del aspecto emocional en uno mismo.

Todos tenemos un cerebro emocional

Competencias de la inteligencia emocional

Objetivo general:

Que el alumno pueda establecer las bases de inteligencia emocional.


Primero lo primero…

“Estas dos mentes, la emocional y la racional, operan en ajustada armonía


(…) para guiarnos por todo el mundo. (…) Sin embargo, la mente emocional y
mente racional son facultades semi independientes (…) y, cada una refleja la
operación de un circuito distinto pero interconectado del cerebro.”

Daniel Goleman

Existen muchos términos en éste módulo que corresponden a palabras


básicas y que si bien es aburrido definirlas tenemos que encontrar su conocimiento
para comprender el mensaje del módulo.

Popularmente, estamos acostumbrados a asociar el “cociente intelectual” con


la “cabeza” y así a nuestras emociones con nuestro “corazón”. Recuerdo en mi
facultad cuando una gran maestra y profesora de una materia de investigación instó
a los alumnos a pensar más allá de lo que popularmente se creía aludiendo a la
siguiente pregunta: “¿si las emociones acaso están en el corazón, tenemos allí una
puertita, en medio de él, que la abrimos para sacar una bolsita en donde se
encuentran ellas para repartirlas al entorno?. ¡No mis queridos alumnos todo está en
el cerebro…!”1

Allá por el año 2000 y en medio de un contexto hostil al método científico, la


profesora pareció dura en su discurso, pero en muchos futuros psicólogos nos abrió
una veta que hoy quiero con humildad brindarles…

Tiene que ver con el uso de las emociones, con la inteligencia emocional y
con las habilidades sociales y mentalistas.

1
Clase Teórica de Metodología de la Investigación Psicológica; Cátedra de Prof. María del Rosario Lores Arnaiz. Facultad de
Psicología, Universidad de Buenos Aires, Año 2000
De todas formas definamos al cociente intelectual, ya que verán que a lo
largo del estudio de la inteligencia, y de manera cronológica, una de las primeras
menciones que se hizo tiene que ver con el concepto.

Así, en el plano experimental comenzó a ser estudiado por Alfred Binet quien
desarrollo un modo para determinar cuáles alumnos de la escuela primaria corrían
el riesgo de fracasar para que recibieran una atención compensatoria (!!!un
visionario!!!). O sea, el pedagogo y psicólogo francés contribuyó con la creación de
un test que era de predicción del rendimiento escolar (en colaboración con
Theodore Simon) que fue la base para el desarrollo de los sucesivos tests de
inteligencia. Con su prueba psicométrica quería identificar alumnos que necesitaban
lo que más de un siglo después llamamos APOYO, INTEGRACIÓN, etc.
Lógicamente, quería detectar dificultades cognitivas para buscar métodos que
mejorasen a esos niños y aunque parezca mentira, se cree que tenía temores de
que estos niños fueran etiquetados siendo limitados en sus oportunidades.
¡¡¡Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia!!!.

A partir de allí se empezó a hablar de inteligencia y se decía que podía


medirse de manera objetiva y reducirse a un número o puntaje llamado “cociente
intelectual” (CI).
La definición de la época (a comienzos del siglo pasado) describía que la
inteligencia era la “habilidad para resolver problemas”. Esta definición tan general ha
ido evolucionando y cambiando, sobre todo en las últimas décadas

Haciendo un salto cuantitativo en el tiempo (a finales del siglo anterior) se


empezó a vislumbrar la primera ampliación del concepto que buscó distinguir los
distintos tipos de inteligencia, postulando que no hay uno solo sino varios. Que
quede claro que en el camino dejamos atrás avances en el estudio de la cognición
que tuvieron como protagonistas a autores prestigiosos como Lev Vygotsky, Jean
Piaget, Arnold Gesell, Noam Chomsky, etc.

Fue Howard Gardner el que definió la inteligencia de manera más amplia y


propuso la existencia de por lo menos siete inteligencias básicas:

INTELIGENCIA LINGÜÍSTICA: La capacidad de usar las palabras de modo efectivo


(ya sea hablando, escribiendo, etc.) Incluye la habilidad de manipular la sintaxis o
estructura del lenguaje, la fonética o los sonidos del lenguaje, la semántica o
significados del lenguaje y la división pragmática o los usos prácticos.

INTELIGENCIA LÓGICO - MATEMÁTICA: La capacidad de usar los números de


manera efectiva y de razonar adecuadamente (pensamiento vertical).

INTELIGENCIA ESPACIAL: La habilidad para percibir de manera exacta el mundo


viso - espacial y de ejecutar transformaciones sobre esas percepciones.

INTELIGENCIA CORPORAL: Es la capacidad de usar el cuerpo para expresar


ideas y sentimientos manipulando objetos con destreza.

INTELIGENCIA MUSICAL: La capacidad de percibir, discriminar, transformar y


expresar las formas musicales.

INTELIGENCIA INTERPERSONAL: Es la capacidad de entender, percibir y apreciar


los sentimientos de los demás.
INTELIGENCIA INTRAPERSONAL: Es la capacidad de entenderse y conocerse a si
mismo, tomando como referencia las fortalezas y debilidades propias, usándolas
para propio beneficio (autoconocimiento).

De esa manera se planteará además que:

1) Cada persona posee varios tipos de inteligencias.

2) Donde los individuos se diferencian es en la intensidad de estas inteligencias (lo


que se llama perfil de inteligencias) y en las formas en que se usan esas
inteligencias combinándolas o no, para llevar a cabo distintas acciones.

3) Las inteligencias por lo general trabajan juntas de manera compleja, o sea,


siempre interactúan entre sí y para realizar la mayoría de las tareas se precisan
todas las inteligencias aunque en niveles diferentes.

4) Hay muchas maneras de ser inteligentes.

Howard Gardner

Al asumir esta perspectiva más desarrollada el concepto de inteligencia se


convirtió en un concepto funcional que podía verse y evaluarse de distintas maneras
en las personas.
Les recomiendo el libro llamado “La mente no escolarizada, cómo piensan los
niños y cómo deberían enseñar las escuelas” de H. Gardner, ya que si bien es
posterior al tema de la inteligencia, el autor describe un análisis detallado del
sistema educativo junto a la reflexión de lo que el estatuto educacional proporciona
y lo que realmente se necesita. Las diferentes inteligencias desafían al sistema
educativo en general que presupone que todo el mundo puede aprender del mismo
modo y que sólo se necesita una regla única y universal para que el estudiante
apruebe y/o ¿aprenda?. Una consecuencia del método actual es que son muchos
los estudiantes que demuestran poseer una forma de aprendizaje escolar óptimo,
aunque la comprensión real sea limitada. Al revés ocurre lo mismo, existen
personas que estudian y no pueden probar su conocimiento a través del sistema
que se les presenta y que tienen fortalezas u otras inteligencias que quizás son
perdidas en el camino. Lo último es terrible pero real.

Volviendo al tema de la inteligencia, aun faltaba una dimensión que para los
investigadores “hacía ruido” y que sería estudiada por el Psicólogo Daniel Goleman:
la inteligencia emocional

Definiría la inteligencia emocional como la capacidad intencional que


tienen las personas para regular sus sentimientos dejándose guiar por ellos
en su accionar cotidiano.

El cociente intelectual (IQ) y la inteligencia emocional (IE) son habilidades


distintas, sin embargo, no son opuestas sino más bien complementarias. La
persona con un alto IQ es más analítica y lógica, acumula datos, requiere de tiempo
y calma para tomar decisiones, examina, tiende a ser “frío” en sus apreciaciones. En
cambio la persona con inteligencia emocional es habilidosa reconociendo y
manejando sus propios sentimientos, e interpretando y enfrentando los sentimientos
de los demás.

Goleman, plantea la idea de 2 mentes: una emocional y otra racional. La


mente emocional es mucho más rápida que la mente racional y su rapidez obliga a
descartar la reflexión deliberada y analítica. Es decir que puede llevarse más por un
procesamiento más básico. Además, por ser producto de procesamientos implícitos,
las acciones que surgen de la mente emocional acarrean una sensación muy fuerte
de certeza.

Desde aquí, podemos pensar que la exactitud de la respuesta se sacrifica en


pos de la velocidad. Esto es así porque la mente emocional asimila las cosas como
un todo e interpreta la realidad en un instante, emitiendo juicios intuitivos que nos
dicen cómo actuar. Es cuando “nos dejamos llevar” por situaciones sin haber
pensado estrategias alternativas de abordaje.

Una realidad es que, en algunos casos, podemos elegir en qué pensar pero,
excepto los actores, no podemos elegir qué emociones despertará cierta clase de
pensamientos. La mente emocional no decide explícitamente qué emociones
deberíamos tener, los sentimientos surgen como un hecho consumado. Lo que la
mente racional puede controlar, es el curso de esas reacciones.

Las cinco dimensiones básicas de la inteligencia emocional son: el


autoconocimiento, el autocontrol, la motivación, la empatía y la conciencia social:
1. Autoconocimiento

Lo más importante del autoconocimiento es que permite conectar los propios


pensamientos con las propias emociones. De esta manera, teniendo en cuenta las
posibles emociones y las posibles reacciones conductuales, uno se predispone
mejor a organizar estrategias de autocontrol y distintas maneras de establecer
empatía, según se trate, de un familiar, compañero de trabajo o de un jefe. El
autoconocimiento es la base desde la cual podremos desplegar las otras
dimensiones de la inteligencia emocional. Tiene que ver con el armado del registro
de emociones y del perfil personal motivacional que hemos puesto anteriormente. El
autoconocimiento tiene distintos componentes:

-Conciencia emocional. Reconocer nuestras emociones y sus efectos.

-Valoración adecuada de uno mismo. Conocer nuestras fortalezas y


debilidades.

-Confianza en uno mismo. Seguridad en la valoración que hacemos sobre


nosotros mismos y sobre nuestras capacidades.

Si si si:

Si pedimos a los demás que se controlen, se porten bien, nos escuchen y nos
entiendan, primero debemos ser nosotros los que en principio debemos reflexionar
sobre lo que nos pasa y lo que sentimos. Pensar cómo somos y que podemos
mejorar.

¡A animarse! Es fácil. Cinco minutos en el día pueden agilizar nuestra


capacidad de autoconocimiento.

2. Autocontrol
Luego de que hemos aprendido a reconocer nuestras emociones, debemos
dar un uso eficaz a ese conocimiento. El autocontrol es necesario para el
establecimiento de comunicaciones eficaces y para el mantenimiento de relaciones
interpersonales favorables. Se trata de estar atento a lo que sentimos y pensamos
para encausarlo de tal manera que, las conductas que sean producto de esos
sentimientos y de esos pensamientos, sea favorable al logro de metas, al trabajo en
equipo, al rendimiento óptimo en las tareas desempeñadas. A parte, sabiendo qué
emociones subyacen a qué reacciones, podremos controlarnos pero a la vez, saber
que en la persona que tenemos enfrente pasa por los mismos procesos que yo. El
autocontrol incluye:

-Capacidad de manejar adecuadamente las emociones y los impulsos que


puedan resultarnos perjudiciales.

-Confiabilidad: mantener normas de honestidad con nosotros mismos.

-Integridad: asumir la responsabilidad de nuestra actuación personal.

-Adaptabilidad: flexibilidad para afrontar los cambios.

-Innovación: estar abierto y dispuesto ante las nuevas ideas o enfoques

3. Motivación

Si logramos alcanzar el control sobre nuestras reacciones emocionales y


conductuales, será más fácil enfocarnos en la tarea y así, encontrar estimuladores
motivacionales, tanto internos como externos.

Dentro de la motivación hay que tener en cuenta:

- El logro: esforzarse por mejorar o satisfacer un determinado criterio de


exigencia.
- El compromiso: aliarse a grupos, organizaciones con objetivos claros sea
por cuestiones recreativas o de responsabilidad.

- La iniciativa: disposición para aprovechar las oportunidades que se


presenten, actuando con prontitud pero sin faltarle el respeto a los demás.

- El optimismo: tenacidad para la consecución de los objetivos, a pesar de los


obstáculos y contratiempos que aparezcan.

Volveremos a la motivación más adelante.

4. Empatía

La empatía es la capacidad para reconocer las emociones, los pensamientos


y las intenciones de los demás, saber qué quieren y qué necesitan, es la habilidad
fundamental para establecer relaciones sociales y vínculos personales. Lo que
puede llamarse como “leer al otro”.

Se trata de una comunicación o “lectura” basada en la confianza, donde hay


un interés real por el otro, que puede satisfacer las necesidades del que está
conmigo. No hay buena comunicación si no se ha establecido una buena empatía,
debido a que de manera concreta el “diálogo” se transforma en “monólogo”.

Entonces… alto!
Ahhh nooooo… lo expresé literal…. Quise decir…

Alto!!!

REPASEMOS…

Todo lo expresado hasta aquí se encierra en la idea de que:

Ser inteligente emocionalmente implica que, conociendo cómo pensamos y


sentimos, teniendo control sobre ello y habiéndonos planteado un objetivo que nos
motive, podamos establecer una buena lectura de los demás (empatía positiva) en
la relación con otros para poder ayudarlos y ayudarme.

Listo…
Volvamos…

La empatía incluye:

-Comprensión de los demás. Tener la capacidad de captar los sentimientos y


los puntos de vista de otras personas e interesarnos activamente por las cosas
que les preocupan.
-Ayudar a los demás a desarrollarse percibiendo sus necesidades.

-Prever, anticiparse en el reconocimiento y satisfacción de las necesidades


de los demás.

-Aprovechar la diversidad. Cultivando las oportunidades que nos brindan


diferentes tipos de personas.

5. Conciencia Social

Por último, es una dimensión fundamental dentro de la inteligencia


emocional, el tener la capacidad de dilucidar cuáles son los factores que motivan las
decisiones en los otros. Esto permite actuar de acuerdo con las emociones de los
demás y determina la capacidad de liderazgo y popularidad. Vale la aclaración que
la idea no es influir en los demás de manera negativa sino que, la conciencia social
implica estar atento para poder percibir cuáles son las necesidades y motivaciones
subyacentes a las conductas y tomas de decisiones de las demás personas. Implica
preocuparme por conocer al otro en pos de elegir los mejores estímulos para esa
persona en particular.

Mientras la empatía hablaba de la capacidad que tenemos de relacionarnos


con los otros, la conciencia social implica poder hacer uso de esa empatía para
comprender las emociones y pensamientos de los otros.

En esto se incluyen:

-Influencia positiva. Aclaro lo de positiva, porque en Argentina y en nuestra


cultura existen palabras que por sí solas tienen una connotación negativa. Éste
no es el caso.

-Comunicación, como la capacidad para escuchar activamente y transmitir


mensajes claros y convincentes.
-Manejo de los conflictos: es decir la capacidad de manejar situaciones de
conflicto, negociar y resolver desacuerdos.

-Liderazgo: Inspirar, motivar, crear y dirigir a personas. Imagínense un


docente sin alguna de estas cualidades…

-Ser proclive y abierto al cambio, es decir, tener la capacidad para iniciar,


tutelar o manejar situaciones que requieren un cambio o golpe de timón.

-Establecer vínculos: Relacionarse afectivamente. Si, afectivamente.

-Colaboración y cooperación: ser capaces de trabajar con los demás en la


consecución de una meta común.

Quizás la empatía y la conciencia social, serán las principales competencias


en la esfera de las aptitudes sociales, es decir en la forma en cómo nos
relacionamos con los demás.

Quiero agregar que si nos detenemos un poco a pensar estas habilidades y


las leemos detenidamente, quizás, podemos llegar a una conclusión algo lineal que
tiene que ver con una secuencia lógica. Porque es factible que si una persona no
logra primero, conocerse bien a si mismo, sus estados, sus emociones y los
posibles efectos que puedan ocasionarle, no podrá tratar de controlarlas para,
después, encontrar fuentes y energías que puedan motivarlo para seguir adelante.
Pero esto es tangencial, limitante y un poco cerrado… lo dejo para que lo piense
cada uno…

Evoquemos nuevamente a las emociones:

En mi trabajo cotidiano, el ochenta por ciento de mi tiempo lo dedico a


pacientes con TEA. Realizo diagnósticos y tratamientos. Me entrevisto con
familiares, escuelas y hasta empresas para lograr también la inclusión laboral.
Una de las preguntas que me hacen es si los psicólogos con orientación
cognitivo conductuales o sistémicos usamos a las emociones para vincularnos con
el paciente o si las usamos para trabajar sobre las fortalezas de ellos.

Lamentablemente NO.

¿Qué sorpresa no?

Si después de todo lo visto hasta aquí piensan que les dije la verdad les pido
que lo relean nuevamente…

El auge de las terapias con estas orientaciones fueron a mediados del siglo
anterior. Aquí en Argentina se piensa aun que las terapias o abordajes para estas
personas tienen que ver con el logro del paciente y la posterior entrega de un
refuerzo para que eso vuelva a repetirse.

A no confundirse.

Existen terapias y enfoques de avanzada (como los que describió la Dra.


Rattazzi en el módulo anterior) que en muchos casos y de acuerdo a la personalidad
de cada paciente se “agiornan” para tener el efecto requerido. Para ello es
necesario vincularse con entrega, dedicación, amor al trabajo y ni hablar a lo que le
está pasando a esa persona que está frente a mi… o sea… emocionarse con sus
emociones desde el lado más activo de la frase. Vincularse, explorarse, conocerse,
etc…
Estas terapias agiornadas (especialmente para niños y adolescentes con
síndrome de asperger) o conocidas como TCC son una creación argentina. Existen
profesionales y padres que las recomiendan porque tienen una base científica y con
el tiempo demuestran tener un valor de cambio positivo tanto cuantitativa como
cualitativamente. Pero aun cierta discusión sobre sus usos, formas y sentidos.

Hagamos un ejercicio pequeño de memoria…

Recuérdense por un instante ustedes cuando eran niños en algún berrinche.


Se imaginan con un psicólogo, psicopedagoga, docente o cualquier persona adulta
desconocida en frente sin querer vincularse con ustedes?, tomando distancia?,
hablándoles desde un lado de poder?. Podrían relajarse?. Ummmmmm

Se especifica que la palabra emoción etimológicamente viene de “mover”.


Quizás esto llevo a nuestra cultura a pensar que como son las emociones las que
nos “mueven” es la cabeza la que nos detiene y nos hace pensar o razonar…

Como ya vimos las emociones intervienen tanto en la adaptación individual al


medio ambiente, como en la capacidad de relacionarse satisfactoriamente a nivel
social. Esto quiere decir, que abarcan muchas dimensiones de la vida de las
personas. Cuando nos sentimos felices, enojados, tristes, cuando hablamos de
“sentimientos”, estamos hablando de la percepción de estados afectivos. Ahora
bien, esta percepción, tiene la cualidad de ser producto de las respuestas
biológicas que se activan según las exigencias de alguna situación. Es decir que las
emociones, se tratan de respuestas fisiológicas las cuales, recién después de ser
percibidas, se les atribuyen “un nombre afectivo”, un sentimiento. Allí radica la
cualidad funcional de las emociones. El generar respuestas del organismo en pos
de las condiciones ambientales que suscitan a las mismas y la capacidad de percibir
sensaciones afectivas como el modo de preparar a las personas para afrontar los
cambios contextuales de manera rápida y precisa. Si nos están robando y sentimos
miedo, nuestra sangre se redistribuirá, tendremos sensación de malestar de
estómago, sequedad bucal, dificultad para respirar y tal vez mareos. Sin embargo, si
ante la misma situación sentimos ira, puede que la sangre se distribuya de manera
distinta, aumentando el flujo en las extremidades como para permitirle a los
músculos la respuesta de luchar, además, nuestra capacidad reflexiva dejara lugar a
los mecanismos de respuesta más automáticos y el cuerpo todo se preparará para
la lucha o para la huida en caso de que se evalúe como lo más conveniente.

Pues bien, el auge de la inteligencia emocional se masificó como ya vimos


con Daniel Goleman quien desde mi punto de vista fue extremadamente audaz para
popularizar lo que la ciencia mediante años de estudios e investigaciones explicaron
sobre el manejo de las emociones. Goleman, en su libro, se cansa de citar
investigaciones neurocientíficas pero también realiza un recorrido vasto de ejemplos
concretos en los que las personas se ven inmiscuidas por la toma de decisiones
emocionales.

Por supuesto, que se recomienda la lectura de su libro que guarda un caudal


de conocimiento explicado de manera sencilla y clara.

Junto con otros autores muerden con fuerza el mito de que la emoción está
ligada a la irracionalidad, dándole sustento al ¿nuevo?2 paradigma de que las
emociones pueden ser grandes organizadoras de la toma de decisiones y de las
resoluciones de problemas.

Daniel Goleman

2
Desde la óptica que quiera mirarse puede ser un nuevo paradigma si pensamos que en Argentina se conoce poco sobre el
manejo de las emociones y su campo teórico y práctico. Desde otra visión encontraremos bibliografía extranjera que muestra
la existencia de investigaciones sobre el tema desde los 90´ ¡y antes también!.
Ahora, partamos de una buena base, existen principios de organización
subjetivos (propios) que se van formando sobre nuestra base innata, de la
experiencia pasada interactuando (todo eso) con la situación del momento
(contexto) para formar lo que llamamos experiencia presente. Tenemos formas
emocionales que son únicos e irrepetibles de cada persona, es decir, reaccionamos
todos de diferentes maneras antes distintas situaciones. Tienen que ver con nuestra
idiosincrasia, cultura, entorno social y claro está familiar. Se suman a estas formas
los recuerdos, las perspectivas, los temores y lo vivido.

Entonces, si entendemos esa “forma emocional” como la mezcla de esas


manifestaciones se darán cuenta que en la emoción están implicadas características
de afecto, cognición, motivación y acción. Cognición dije?. Claro!

Cognición como la suma de todas las funciones mentales que tenemos las
personas, memoria, atención, percepción, etc.

Un ejemplo por favor!!!

Un joven estudiante sale de su facultad de noche y es alcanzado por un auto


que se detiene en el q baja un hombre q dice estar armado y pretende robarle. El
muchacho consternado, pretende darle sus pertenencias rápidamente para el
episodio termine y los ladrones se vayan. Terminada la secuencia el joven empieza
a caminar sin parar “procesando” lo ocurrido.

El mismo joven, años después, se encuentra de noche en la estación terminal


de ómnibus de una gran ciudad (lo cual es peligroso) y, mientras espera su colectivo
que lo llevará a su hogar, luego de viajar largas horas por el país en otro autobús, es
interceptado por un ladrón que lo abraza y le dice que se quede quieto y que le de
todas sus cosas de valor. El joven responde (mientras observa que su micro está a
menos de 250 metros): “Acaso hermano pensás que si tuviera dinero estaría a las 3
de la madrugada esperando el bondi…?”. El ladrón se va, llega el micro, el joven se
sube, saca su boleto y al sentarse se da cuenta que empieza a temblar sin querer
hacerlo, se siente traspirado, ofuscado y agradecido de que no le pasó nada…
El mismo joven, caminando también de noche pero acompañado por su
hermana, se dirige hacia la casa de una amiga que vive cerca. Se les acerca un
ladrón que les dice (sin mostrarles) que está armado, apurado y quiere dinero. El
joven, agarra fuerte de la mano a su hermana, y le dice con tono de voz elevado:
“vos… ¿qué me vas a robar pibe si somos del barrio?. Le tira unas monedas y se
van corriendo tomados de la mano. A las dos cuadras llegan a donde están sus
amigos, se sientan, respiran y reflexionan sobre lo ocurrido.

Sin hacer juicios de valor (destinar comentarios sobre el buen accionar o no


de nuestro protagonista) el muchacho actúa de diferentes maneras ante tres
episodios que le ocurrieron a lo largo de 5 años porque:

Las experiencias son disímiles


Los contextos son diferentes
La situación es distinta
Sus emociones de miedo o valor son altamente complejas y están
acompañadas de reacciones fisiológicas en todos los casos (sudor, temblores,
latidos rápidos del corazón y luego relajación).
La hermana también produce quizás un modo de accionar.

Existe un análisis de cada situación que dura milisegundos en los cuales el


muchacho logrará obtener el mejor resultado o no… pero a razón de lo que nos
interesa a nosotros… no cabe duda que estamos atravesados por esa basta mezcla
de formas emocionales que hablábamos arriba y que nos hace actuar según nuestra
propia elección.

¿Y la personalidad, tiene que ver en su reacción?. ¿O es puro


temperamento?

Definamos: temperamento refiere a aquellas características psicológicas


que derivan de un determinado nivel de activación fisiológica del sistema
nervioso autónomo, endocrino y del cerebro. El tipo de temperamento explica en
gran parte, el por qué las personas reaccionan de manera distinta a acontecimientos
vitales similares (como hacer un examen, hablar en publico,...) esta diferencia es
una característica heredada genéticamente. Personas hiperactivadas en su sistema
nervioso tienden a ser más cuidadosa, inhibidas y retraídas, mientras que las
hipoactivadas poseen las características contrarias, buscan más el riesgo y suelen
ser desinhibidas.

Es oportuno hacer una diferenciación entre lo que se denomina


temperamento y lo que llamamos personalidad:

1. Temperamento: Es el estilo de afrontamiento a los estímulos del medio


que nos viene por predisposición genética y que se relaciona con un
determinado nivel de activación del sistema nervioso.

2. Personalidad: Factor multidimensional producto de la síntesis unificada


de la experiencia, el temperamento y el aprendizaje social

El temperamento es un estilo de reacción ante los estímulos del medio. La


personalidad incluye una forma de pensar la realidad y de pensarse uno mismo
dentro de ella. Tiene que ver con la forma en que nos vemos a nosotros mismos,
con la forma en que nos gustaría vernos y con la forma en que creemos que los
demás nos ven y lo que suponemos esperan de nosotros.

La personalidad es un conjunto de rasgos que son propios de cada sujeto,


estos rasgos son relativamente estables a lo largo del tiempo, y dan cuenta de una
forma de percibirse a uno, a los otros y al mundo.

La personalidad es un factor fundamental a percibir porque es la que


determina la forma en que evaluamos opciones de conducta y nos lleva a actuar en
consecuencia para tratar de sostener una coherencia a lo largo del tiempo.

Los rasgos de Temperamento suelen estar más marcados en cada persona


por lo que si uno es en general muy extravertido es raro que tenga conductas de
introversión. Pero ciertos rasgos de Personalidad están presentes en casi todas las
personas, sólo que en dimensiones diferentes, con mayor predominancia de alguno
de ellos por sobre otros.
Hay que entender que las características de personalidad de los individuos
no son categorías fijas, sino dimensiones dinámicas pueden variar por:

1. El contexto

2. La etapa del ciclo vital

3. La manifestación individual de un rasgo dado

Por ello, no son criterios unívocos de decisión, sino que nos sirven para
predecir tendencias de elección. ¿Qué quiere decir esto? Que una persona pude
tener características histriónicas y por ello ser más influenciable, pero esto no quiere
decir que nunca se tome tiempo para reflexionar ante una toma de decisión y que
hará lo que los otros le digan. Además puede que ante algunas decisiones sea más
influenciable mientras que en otras, su postura es mucho más firme.

Es tiempo de relax. Antes de seguir leyendo los invito a escuchar la canción


“Cambia todo Cambia” de Mercedes Sosa. Pueden ver el video y leer la letra que
está adjuntada o presionando aquí:

http://www.youtube.com/watch?v=g8VqIFSrFUU

Crecimos con abuelos, tíos y hasta padres que nos hicieron creer que la
personalidad no cambiaba…

¿Qué opinan…?

Retomamos un tema muy importante…

En cuanto a motivación…
Lo primero que podemos indicar es que toda conducta es siempre, una
conducta motivada. No hay conducta si no hay motivación. Veremos cómo funciona
esto. Tomemos un ejemplo:

Tres docentes están en una entrevista de trabajo. La persona que los evalúa
le pide que con bloques de madera construyan algo que se les ocurra. Pasados
unos minutos, el evaluador se acerca y les pregunta a cada uno:

_“¿qué están haciendo?”

El primero, casi sin inmutarse, con tono monocorde y bajo le responde:


”Estoy aquí poniendo ladrillos”.

El segundo, levanta la cabeza, deja a un lado su actividad por un instante, y


le comenta: “Estoy construyendo un muro”.

El tercero, orgulloso de su trabajo, afirma: “Construyo la escuela de mi


pueblo”

¿Qué podemos decir de esta historia? Lo importante que aquí se ve es que la


implicación en la tarea que se lleva a cabo es más importante que la tarea en
sí misma. Aquí es donde entra en juego la motivación: Esta valoración de la tarea
esta dada, en muchos casos, más por los “intangibles” que por lo formal.
Tradicionalmente, esta disposición se suele asociar a factores internos, en oposición
a todo aquello que "tira" o empuja al sujeto desde fuera. Así, se distingue entre:

• Motivo. Variable que desde el interior del organismo nos impulsa a la


acción.

• Incentivo. Factor externo que provoca la realización de un


comportamiento.
En tanto energía interna que mueve a la acción, la motivación tiene
como característica principal, la subjetividad. Es decir que es un factor tan
personal e individual que:

No a todos nos motiva lo mismo.

No nos motiva siempre lo mismo.

No nos motivamos sólo por lo que necesitamos.

Cuando hablamos de carácter subjetivo de la motivación, queremos decir que


es un factor del que se pueden establecer generalidades, pero teniendo en cuenta
que sus manifestaciones, siempre serán individuales.

Algunas pautas que da Freemant (2001) para lograr autoestimularnos son:

a) Armar el perfil motivacional propio: conocer qué cosas nos motivan, qué
estímulos aun no hemos conocido, qué estímulos se han hecho rutinarios.

b) Exponerse a estímulos nuevos: Se trata de cambiar la “seguridad” de la rutina


en pos de la experiencia de vivenciar estímulos nuevos. La tendencia a la seguridad
nos tienta a quedarnos con las rutinas conocidas. Animarse a lo nuevo es animarse
a exigir a la mente (y al cerebro) a tener que adaptarse y esto, agiliza la mente y
activa la motivación, en fin, buscar lo nuevo y lo distinto.

c) Dejarse estimular: Se trata de ampliar nuestro número de relaciones a fin de


escuchar e interactuar con distinta gente que pueda enriquecer nuestro campo de
conocimiento interpersonal. Por ejemplo escuchar a gente con distintas ideas a las
nuestras, escuchar cómo argumentan. Es bueno también prestar atención a
aquellas personas que nos motivan, para aprender qué es lo que nos motiva de
ellas, preguntarles qué los motiva a ellos, cómo hacen para realizar alguna tarea
que podamos vivenciar como dificultosa. Se trata de aprender a escuchar.
d) Hacer de la rutina laboral, una “obra de arte”: Implica poner una cuota de
creatividad en las actividades de la tarea laboral. Respertar las instituciones y sus
“constituidos” pero generar “constituyentes”. Puede implicar cosas simples como
cambiar la manera de saludar, el tiempo que dedicamos a escuchar a alguien, la
forma en que presentamos nuestros informes, etc.

e) Plantearse siempre un desafió: Lo que va a mantener a la mente atenta y


preparada para la resolución de problemas o situaciones exigentes es, justamente,
entrenarse en ello. Para poder entrenar la mente es importante plantearse
constantemente desafíos, pequeñas metas a cumplir que nos exijan un plus de
creatividad, esfuerzo, conductas pro-activas, perseverancia, etc. Especialmente si
se tratan de desafíos de aprendizaje como lo que se comentó anteriormente sobre
indagar acerca de las personas que a nosotros nos estimulan. Puede ser un buen
ejercicio analizar a las personas que no nos estimulan e indagar por qué esto es así.

f) Tener como horizonte las propias expectativas y aspiraciones: Si tenemos


claros nuestros propios objetivos, nos veremos obligados a emplear medios para
poder alcanzarlos. Esto llevara a replantearnos constantemente las metas y los
planes para renovarlos o reforzarlos si es éste el caso.

NOSOTROS MISMOS DEBEMOS SER LOS PRIMEROS MOTIVADOS PARA SER


INTELIGENTES SOCIALMENTE…

En una segunda parte continuaremos trabajando sobre inteligencia emocional y lo


relacionaremos mucho más con los Trastornos del Espectro Autista.

Anexo (Curiosidades)

¿Son las mujeres más inteligentes emocionalmente que los hombres?.


Según un artículo publicado en la página oficial de Daniel Goleman, existen
varios investigadores que expresan que en las pruebas que se han tomado a
hombres y mujeres para detectar dicha diferencia; la mayoría parecen mostrar que
las mujeres tienden a tener una ventaja sobre los hombres cuando se trata de estas
habilidades básicas para una vida feliz y exitosa.

Pero a no ponerse demasiado contentas, en realidad, se empieza a vislumbrar que


las mujeres pueden llegar a ser más empáticas y los hombres manejan mejor las
emociones perturbadoras, es decir, ante estresores que puedan aparecer en la
cotidianeidad del día, los hombres tienden a poder reflexionar mejor y actuar en
consecuencia. De todas formas, cualquier hombre puede entrenar sus habilidades
emocionales y poder llegar a ser, por ejemplo, más empático que cualquier mujer; y
al revés, cualquier mujer, puede entrenar su modo de resolver problemas y llegar a
ser mejor que cualquier hombre.

Los neurocientíficos marcaron a la ínsula como una región clave para la empatía,
esta zona detecta las señales de nuestro cuerpo cuando “empalizamos” con alguien.

Aquí es donde las mujeres difieren de los hombres. Si la otra persona se siente mal,
o tiene emociones perturbadoras, las mujeres tienden a quedarse con esos
sentimientos por trabajo de la ínsula. En contraste, los cerebros de los hombres
tienden a hacer otra cosa, es decir, “empatizan” por un momento y luego se
desconectan de las emociones ajenas cambiando sus áreas de funcionamiento a
otras áreas del cerebro que tratan de resolver el problema que está creando la
perturbación.

Por lo tanto, el reclamo de las mujeres a los hombres que tiene que ver con estar
más atentos a sus emociones y la respuesta típica de ellos a ellas que consiste en
que en realidad ellas son demasiado emocionales, se empezaría a explicar con
cuestiones relacionadas a las estructuras cerebrales.

Si queremos sacar una conclusión de la pregunta de este artículo, Goleman diría


que no es que hay mejores o peores géneros a la hora de ser inteligentes
emocionalmente, porque a veces, es mejor irse del problema para actuar más
fríamente (tendencia masculina) y otras es mejor acompañar emocionalmente a la
persona que se siente mal (tendencia femenina). Todo dependerá de las personas y
su contexto.

Les sugiero, para terminar este anexo vean el video de Mark Gungor:
http://www.youtube.com/watch?v=XhTzdhsfWz4

Lecturas sugeridas:

“La inteligencia emocional”; Daniel Goleman; Ed. Vergara, 1995.

“Objetos con mente”. Angel Riviere. Madrid. Alianza. 1991

“La mente no escolarizada, cómo piensan los niños y cómo deberían enseñar
las escuelas”. Paidos, 1997.

“Trabajar con las emociones en psicoterapia”. Greenberg, L. y Paivio S.


Paidos; 2000

Bibliografía

Ballesteros Jiménez, S. Psicología General II: Un enfoque cognitivo. Madrid.


Universitas.
David Freemant, El factor estímulo, Pearson Education, Argentina , 2001
De vega, M. Introducción a la Psicología Cognitiva. Madrid. Alianza. 1984
Gardner, H. La Nueva Ciencia de la Mente. Buenos Aires. Paidós. 1985
Greenberg y Padesky, El control de tu estado de ánimo, Paidos, Barcelona,
1998
Maslow Abraham, Motivación y personalidad, Edit. Díaz de Santos, Madrid,
1991
Lourau, R. (1991). El análisis institucional. Bs. As: Amorrortu.
Links de interés:

Smith, M. K. (2002) "Howard Gardner and multiple intelligences", the encyclopedia


of informal education, Downloaded from http://www.infed.org/thinkers/gardner.htm
on October 31, 2005.

http://danielgoleman.info/

http://www.howardgardner.com

http: //www.desafiandoalautismo.org

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