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La calidad ambiental son las características sociales, culturales, ambientales y económicas,

que pueden determinar el estado y disponibilidad de recursos naturales y la posible alteración


de los mismos. Los seres vivos dependen del ambiente para satisfacer diversas necesidades,
entre ellas salud y supervivencia. La satisfacción de estas necesidades se torna vulnerable
debido a los acontecimientos naturales o por aquellos ocasionados por la acción
antropogénica. Cuando el ambiente ya no tiene la suficiente capacidad de satisfacer las
necesidades básicas, se presentan diversos riesgos para la salud y la calidad de vida.
Analizaremos temas como la salud ambiental, gestión integral de residuos sólidos, consumo
responsable y la calidad ambiental desde el aula. De esta manera buscamos ofrecer
alternativas para poder tratar el tema de la calidad ambiental en sus aulas de manera
transversal en todas las áreas disciplinares del currículo de una manera integral.
Les invitamos a trabajar con mucha innovación y dejar que su imaginación sea su fuente de
inspiración para fortalecer la cultura y conciencia ambiental de la comunidad educativa.

Los seres vivos dependen del ambiente para satisfacer diversas necesidades, entre ellas
salud y supervivencia. La satisfacción de estas necesidades se torna vulnerable debido a los
acontecimientos naturales o por aquellos ocasionados por la acción antropogénica. Cuando el
ambiente ya no tiene la suficiente capacidad de satisfacer las necesidades básicas, se
presentan diversos riesgos para la salud y la calidad de vida.
De acuerdo con dos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de una
cuarta parte de muertes de niños menores de cinco años son una devastadora consecuencia
de la contaminación ambiental. Las condiciones insalubres del ambiente, causan el deceso
anual de aproximadamente 1,7 millones de niños menores de cinco años. Gran parte de las
principales causas de muerte pueden prevenirse mediante intervenciones que reducen los
riesgos ambientales.
En la presente unidad se profundizará en la relación existente entre la salud y el ambiente,
desde el abordaje del peligro y su categorización en función de la salud ambiental, además de
fortalecer la comprensión de los componentes, incidencia en la salud humana y las
consecuencias que implica el desarrollo tecnológico e industrial en el ambiente

La gran niebla de Londres de 1952: ¿Hemos aprendido algo desde entonces?


El 5 de diciembre de 1952 en Londres se produjo un fenómeno climático llamado
anticiclón, que hace que la temperatura baje mucho en la superficie y se caliente en
la atmosfera (inversión térmica). Esto hace que la circulación de aire se detenga y las
partículas sólidas y gaseosas se concentren en un solo punto, en este caso en la
ciudad de Londres y el sur de Inglaterra.
Londres era ya una ciudad enormemente contaminada. Desde la revolución
industrial, existían muchas fábricas situadas en el cono urbano y se habían construido
tres enormes plantas de energía a carbón en pleno centro de la ciudad. La quema
de carbón produce una enorme cantidad de partículas sólidas (hollín) y, de acuerdo
a la composición del carbón, gases como el bióxido de carbono y el dióxido de
sulfuro. Para empeorar esa contaminación, el sistema de tranvías eléctricos de la
ciudad acababa de ser reemplazado por “modernos” ómnibus con motores diésel,
ocho mil de los cuales empezaron a funcionar seis meses antes del desastre.
Los días anteriores a ese 5 de diciembre habían sido muy fríos y en más de un millón
de hogares se quemaron enormes cantidades de carbón y al quedarse en casa
durante los cuatro días de niebla y frio intenso, la gente siguió quemando carbón. El
resultado de esa combinación de factores fue que toneladas de hollín y gases se
acumularon en el aire debido a la falta de viento causado por el anticiclón. De
acuerdo a la Oficina Meteorológica del Reino Unido, el desastre produjo cada día
1,000 toneladas de hollín, 2,000 toneladas de bióxido de carbono (CO2), 140
toneladas de ácido hidroclorhídrico, 14 toneladas de compuestos fluorados y 370
toneladas de dióxido de sulfuro que se convirtieron en 800 toneladas de ácido
sulfúrico (sustancia que explica el olor a azufre y el color de sopa de alverjas verdes
de la niebla). Toda esa mortífera mezcla fue respirada por los londinenses durante
cinco días, causando, de acuerdo a recientes estudios, nada menos que 12,000
personas muertas.
Ese gran desastre obligó a pensar en el rol del ser humano en la contaminación del
medio ambiente, aunque en el parlamento británico, el primer ministro Harold
McMillan aseguraba que el desastre había sido un mero fenómeno climático y que
cualquier intento de regular las emisiones de humo de la industria podría causar
enormes problemas económicos al país. Sus autoridades sanitarias manipularon los
datos y solo reconocieron 1,200 muertes porque dijeron que todos los otros miles que
murieron después del 20 de diciembre habían muerto de la gripe y no por la
contaminación. (Huerta, 2014)

Huerta, E. (2014). La gran niebla de Londres de 1952 ¿hemos aprendido algo desde
entonces?

LINK # 1

https://www.youtube.com/watch?v=2HtTD8M78Qs#action=share

MATERIAL COMPLEMENTARIO

Una de las funciones más importantes para un profesional de la salud ambiental es la


educación del público. La educación tiende a ser mucho más eficaz si el énfasis se
pone en el que aprende y sus necesidades; más que en el que enseña y lo que
enseña.
El aprendizaje se realiza de muchas formas y resulta muy importante que los
profesionales de esta rama comprendan estas diferentes formas de educación. Los
encuentros educacionales más eficaces son con frecuencia aquellos que tienen
lugar caso por caso, cuando se da la oportunidad de explicar algo. En esta situación,
éste se encuentra motivado, receptivo, aprende rápido detalles completos y
concretos con respecto a cosas específicas.
En un inicio, el estudiante parece impaciente con los detalles extraños y puede no
comprender de manera plena el contexto del problema. El educador debe resistir a
la tentación de ser incompleto y debe asegurarse que el estudiante no se marche
con una idea distorsionada del problema. Además, este enfoque reduccionista de la
ciencia ha sido condenado a causa del estado del ambiente, el cual necesita un
enfoque más global para formular y poner en práctica soluciones acertadas y
sostenibles. Así, cuando ofrecemos información técnica sobre un problema
específico, debemos realizar esfuerzos para situarnos dentro de un contexto global. La
mejor forma de hacer esto depende, desde luego, del caso específico.
Enseñar en una escuela es quizás la forma más común de educación. En esta
situación, la educación está dirigida con frecuencia a enseñar los antecedentes de
un problema y a comprenderlo a fondo. El formato habitual es el del maestro
hablando a un gran grupo de personas con el contenido estructurado con
frecuencia para explicar el problema desde sus inicios, o resumir cómo funciona algo;
es más útil ofrecerles oportunidades para realizar preguntas y es necesario hacer la
presentación tan concreta y práctica como sea posible. Con frecuencia, enseñar
explorando los detalles de un caso es mucho más eficaz que dar una lectura sobre el
mismo tema.

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