1. Género: El sexo femenino es más flexible que el masculino, según Holland,1968, K
Pachev,1985.
2. Edad: A medida que la edad cronológica aumenta, la flexibilidad disminuye y asimismo la
posibilidad de desarrollarla más allá de un 40% de sus valores iniciales, según Pachev 1985.
3. Tipo de articulación: La amplitud anatómica definida por el tipo de articulación impide lograr muchos más grados de flexibilidad, en sujetos no entrenados.
4. Temperatura: El cambio en la temperatura puede afectar significativamente la flexibilidad
entre más frio afecta el desarrollo de la misma. Mientras que más cálido ayuda lograr el desarrollo de la flexibilidad.
5. Ejercicios de fuerza: El desarrollo de las capacidades de fuerza, sin un mantenimiento y
desarrollo racional de la flexibilidad, pueden interrumpir el mejoramiento de esta última, debido al endurecimiento de las fibras musculares que "frenan" la capacidad de practicar la flexibilidad. E. Vasilieva,1983.