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González Calvario Carlos Iván. Primer Ensayo, Espacio Geográfico.

Ciudad Universitaria, 2019.

Espacio es un concepto con distintos significados, estos pueden ser teóricos, prácticos o
vanguardistas pero en general podemos decir que es el lugar en el que se manifiestan todas
las cosas naturales observables y no observables junto con todos los seres vivos, el medio
que habitan, fenómenos naturales, nuestras relaciones y actividades, a partir de esa
concepción espacial podemos optar por disminuir la amplitud del concepto a espacios
geográficos, es decir, espacios que han sido socialmente construidos mediante un valor,
este valor puede ser cultural o material, lo que contiene el espacio y lo que se manifieste en
él es valorizado de distintas maneras; la manifestación de esta construcción social llamada
espacio tiene como resultado la creación del territorio, lugar donde se producen y destruyen
distintos espacios.

El territorio es el lugar en dónde se manifiestan todas las voluntades, ya sean, culturales,


políticas, judiciales, comerciales etc. y al mismo tiempo es lugar en donde se manifiestan
modelos económicos, imposiciones políticas y resistencias, pero también es lugar de nuevas
competencias por ocupar el espacio, antes la competencia era una dicotomía naturaleza
hombre, pero desde hace tiempo se incorpora un elemento extra: el sistema, que también
busca apropiarse del contenido de los espacios para producir y reproducirse.

“a partir de distintas relaciones sociales y políticas, los territorios son producidos y destruidos en conflicto
permanente generando complejas conflictualidades...” (mancano,2018).

¿Qué se impone y qué se resiste? muchas cosas, parece que estas palabras son utilizadas
para categorizar complejidades sociales, pero también nos imponemos y competimos con
los elementos de la naturaleza, estos no son ajenos a la situación —pues cuando hablamos
sobre los despojos del sistema capitalista, nunca nos referimos a la apropiación por la fuerza
de un ideal que ocupe espacio, sino buscan los elementos de ese lugar, cómo el suelo
productivo o las fuentes de agua—.

“El territorio... puede ser utilizado como una forma de ocultar los diversos territorios y garantizar el
mantenimiento de la subordinación” (Mancano, 2008). Por ejemplo, la planeación de los medios de
transporte, sus rutas y circuitos, son de mayor utilidad para los empleados y estudiantes
citadinos como nosotros, el metro dispone un alivio en la carga de tiempo para desplazarnos
a nuestras actividades, pero no para nuestra comodidad y disfrute, el metro y metrobús son
parte de los medios por los cuales el estado distribuye su fuerza laboral y crea distintos
espacios con distintos propósitos y para distintas clases sociales.

Es por eso que como mencionaba Osorio en el análisis de los niveles de la sociedad, la
realidad social debe ser pensada como una totalidad compleja que para ser conocida necesita
ser desestructurada en estratos o dimensi0nes.

Para terminar de comprender el territorio podemos recurrir a la propuesta de Mancano, el


territorio tiene dos formas, una material y una inmaterial que son los lugares donde se
pueden distinguir los territorios estatales, públicos y los privados pero el territorio también
es inmaterial pues “el pensamiento es también productor de relaciones de poder…” (Mancano, 2008), las
intencionalidades del estado junto con las del capitalismo juegan un importante papel en la
organización de las ideas que configuran el espacio.

La naturaleza multidimensional del espacio que va de lo privado, a lo público a la gobernanza


y al lugar en el que nos relacionamos, nos conduce a necesitar de distintos niveles de
abstracción y de distintas metodologías para tratar de describir y dar explicación a su
esencia, a veces una propuesta puede crear fricciones con otra distinta, sobre todo cuando
González Calvario Carlos Iván. Primer Ensayo, Espacio Geográfico.
Ciudad Universitaria, 2019.

provienen de disciplinas diferentes en metodología, aunque al mismo tiempo es


enriquecedor.
Hanono, L. señala que: “Sin una profunda investigación de la complejidad de los procesos culturales que
ocurren en el espacio, toda investigación geográfica mostrara fuertes limitaciones para entender las acciones
sociales que reconfiguran el espacio” y que: “La centralidad e importancia que posee la investigación empírica
o etnográfica para fundamentar buena parte de los postulados de la disciplina antropológica indica una
sensibilidad peculiar al contexto especial” (Hanono, 2008); lo criticable de esto es que la sensibilidad
de cada quién depende de un sin número de circunstancias que estructuran nuestras
preferencias y forma de pensar, el alto grado de correlación con el bagaje ideológico del
observador nos puede llevar a conclusiones personales, extremistas y posmodernistas —en
términos de canon o axionómicos—, no vanguardistas. En términos estructurales del
conocimiento no se conoce una forma de separar en una mezcla heterogénea y objetiva los
resultados del investigador —dentro de lo que quepa decir objetividad en lo que motive a
crear conocimiento— más allá del beneficio de la duda y responsabilidad académica con la
que se haya construido la metodología y la forma en la que resolvieron las hipótesis no
tenemos un mecanismo de objetividad.
El premio Nobel Feynman escribió alguna vez que “…todo principio científico, todo enunciado
resultado de una observación es una especie de resumen que deja fuera detalles por que nada puede ser
establecido de forma exacta.”
Durante esta lectura me pareció interpretar una confrontación forzada a existir porque no
me parece que la antropología social y la geografía estén discutiendo sobre algo, de hecho,
creo que por sus propios caracteres multidisciplinares sus relaciones generan poca fricción,
Me parece que a la antropología social no le preocupa mucho al debate
cualitativo/cuantitativo pues su método sigue siendo el etnográfico. Como bien menciona la
investigadora de la UAM, la antropología social, sin importar la profundidad de las hebras
culturales que piense descifrar esta disciplina, se enfoca en hacerlo a través del método
etnográfico que es empírico, in situ, interpretativo, pero sobre todo sus explicaciones se
focalizan en una escala muy local y poco dinámica, justo cómo la geografía decimonónica
hacía hace tiempo y que nos forzó a evolucionar y exigirse más tecnicidad en sus
explicaciones como disciplina.

Creo que la mayor diferencia que puedo encontrar entre ambas disciplinas es que ellos
soportan muchas de sus explicaciones a partir de procesos históricos, por supuesto que son
conscientes de que el medio influye en la estructura cultural, pero para ellos no es tan
importante explicar la influencia del medio más allá de lo obvio, se preocupan por ciertas
situaciones en escalas de núcleos familiares. Al ayudar a la alumna de antropología social
con el mejor promedio de su generación con una tarea que trataba de explicar la presencia
de ciertas especies de hierbas, clima y sucesos importantes en el medio de su región de
estudio, consultó todas sus fuentes y nunca quedó satisfecha, las fuentes etnográficas son
fuentes históricas y no correspondientes a un medio físico que pueda explicar la distribución
de las especies más apreciadas por los tepehuanos de Zacatecas, nunca se le enseñó a
investigar desde el medio físico, en este caso se trababa de especies endémicas, sí o sí
necesitamos biogeografía para buscar su origen.
Aunque existan discusiones entre las disciplinas sociales, no hay ningún problema pues
precisamente todas las investigaciones sociales buscan describir las distintas realidades
sociales y entenderlas, no descubrirlas y cuando unimos conclusiones con cuidado también
podemos producir conocimientos más enteros. Afortunadamente en el caso de la geografía
tenemos distintas herramientas metodológicas, el trabajo de campo y el de gabinete en
distintas escalas representan una base metodológica aceptada entre los colegas, pero creo
que para tratar de explicar las distintas dimensiones sociales que se expresan en el espacio
lo importante es no perder de vista la triada que controla el espacio: sociedad, naturaleza y
sistema económico.
González Calvario Carlos Iván. Primer Ensayo, Espacio Geográfico.
Ciudad Universitaria, 2019.

Bibliografía

Geografía Social y Cultural, (consultado: 12/03/2019) https://www.uam.es/proyectosinv/cotapata/gsocial/

Mancano, B. (2008), Sobre la tipología de los territorios, UNESP, Paraguay.

Osorio, J. (2016) Niveles de análisis social, la realidad social su conocimiento, UAM, México.

Con apoyo de:

Material recibido en Espacio Geográfico con la profesora María A. Pérez Martín. Ciudad Universitaria, semestre
2019-2, 2019.

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