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En economía podemos afirmar que existen muchos tipos de riesgo a tener en cuenta a la hora de
ejecutar una inversión. Es decir, dichos riesgos pueden afectar en buena parte al desarrollo de
nuestro proyecto de inversión en cuanto a que condicionan la realización del mismo. Por tanto,
diríamos que el riesgo sería la probabilidad de que una inversión pueda perder valor por cualquier
causa.
Riesgo de pronóstico: cuando vamos a realizar una inversión debemos fijar unos parámetros
básicos, pero si no están bien calculados puede desencadenar en un error precisamente por no
haber fijado esos parámetros adecuadamente.
Riesgo operativo: este hace referencia a la naturaleza de la actividad de la empresa. Por ejemplo,
una heladería en Moscú.
Riesgo de los negocios: alteraciones por el ciclo de explotación de la empresa en los que los flujos
de caja se vean alterados. Además de un error en la estimación de crecimiento respecto al
volumen de ventas.
Riesgo de créditos: cuando una empresa presta capital corre el riesgo de no recuperarlo en el
plazo establecido.
Riesgo de mercado: es el que se produce cuando un inversor entra en el mercado para negociar
activos y se produce una modificación en el valor de éstos por alteraciones en los precios, por los
tipos de cambio, tipos de interés, etc.
Riesgo financiero: es el que asume la propia empresa como consecuencia de la política financiera
que sigue, es decir, de la estructura de su pasivo. (Recursos propios, recursos ajenos, reservas,
etc.)
Riesgo legal: referido a cometer quebrantos como consecuencia de una mala calidad, gestión,
tiempo de entrega fijados a la hora de la contratación. También por cambios de normativa o
inseguridad jurídica de la operación.
Riesgo sistemático: provocado por la insolvencia o crisis de una institución, o de mercado cuya
naturaleza sea de tal importancia como para afectar al sistema financiero de un país.
Riesgo de inflación
En muchas ocasiones escuchamos que un euro hoy vale más que un euro mañana. Esto es lo que
provoca la inflación, erosiona poco a poco nuestro poder adquisitivo como consecuencia del
incremento del nivel de precios. Esto afecta también a nuestro dinero invertido. Si estas
inversiones no tienen un rendimiento superior a la tasa de inflación estaremos perdiendo poder
adquisitivo. Esto se pone de manifiesto sobre todo en las cuentas de ahorro y depósitos bancarios.
El mejor ejemplo de riesgo de tipo de interés podemos encontrarlo en los bonos y sus
rendimientos. Como las tasas de interés cambian con el tiempo, los precios de los bonos se
ajustarán en el sentido contrario al cambio. Los grandes movimientos en los tipos de interés
tendrán un efecto importante en los precios de los bonos y si hacemos un mal movimiento o
tomamos una mala decisión podríamos sufrir grandes pérdidas.
Cada vez que invertimos en bonos, ya sean estatales o de una compañía, existe el riesgo de
perder una parte del dinero o perderlo todo. La probabilidad de que se produzca un default ha
quedado patente en los últimos años con numerosos ejemplos de empresas que han quebrado.
Para cubrirse de esto, los inversores exigen una mayor tasa de interés a empresas y países que
presenten dudas a la hora de devolver el dinero.
Riesgo de liquidez
La liquidez puede ser una medida de lo fácil o difícil que es comprar y vender nuestras inversiones
en el mercado. Generalmente en un gran mercado el riesgo de liquidez es bajo pero a veces no es
así. Por ejemplo el estallido de la burbuja inmobiliaria ha hecho que vender una casa sea casi tarea
imposible hasta que los precios se vuelvan a ajustar por completo ya que no hay compradores
para los precios actuales. En general podemos decir que las inversiones que conlleven un mayor
riesgo y más inusuales son poco líquidas.
Riesgo de concentración
Riesgo de mercado
EL riesgo de mercado o riesgo sistemático es el riesgo que afecta a todas las inversiones que
realicemos en un mismo mercado. Cada mercado tiene sus riesgos únicos y la diversificación
dentro del mismo mercado no limitará el riesgo sistemático. Para reducirlo tendremos que invertir
en otros mercados.
Riesgo político
La acción política y la agitación social son dos grandes factores de riesgo. Los riesgo político puede
variar según los cambios en leyes locales, incentivos fiscales, en cambios de liderazgo y en cambios
estructurales en los gobiernos.
Riesgo regulatorio
Está vinculado y es similar al anterior. Con demasiada frecuencia, las nuevas leyes o reglamentos
se ponen en marcha y afectan a una industria específica, esta nueva normativa afecta a las
posibles ganancias e ingresos de las empresas sin saber cuál será el resultado final. Todo esto
provoca que haya ciertos riesgos adicionales que tendremos que tener en cuenta a la hora de
invertir.
El tipo de cambio entre divisas cambia constantemente. Este movimiento continuo afecta a las
empresas y a sus inversiones. Los fondos de mercados emergentes y las empresas multinacionales
pueden ser los más afectados en este tipo de riesgo.
Existen maneras de limitar todos estos riesgos, la diversificación y una adecuada asignación de
activos pueden ser una buena solución. La otra es no invertir. Si bien es cierto que no hay
inversiones seguras, podemos limitar y controlar el riesgo, lo primero que debemos hacer es
conocer a qué tipos de riesgos estamos expuestos.
Justificación de inversiones
Una presunción es un hecho que se deduce de ciertas circunstancias conocidas. En este caso la
circunstancia conocida es la inversión que “aparece” en el patrimonio del contribuyente.
Una justificación se presenta cuando el servicio de impuestos internos nos llama a justificar
inversiones, es decir, cuando los ingresos declarados no alcanzan para hacer esta inversión deben
ser justificadas según el sii. Ahí comienza un proceso de fiscalización relativamente complejo que
puede terminar sin ningún problema, pero, también es posible que termine con un cobro
importante de impuestos.
Una presunción es un hecho que se deduce de ciertas circunstancias conocidas. En este caso la
circunstancia conocida es la inversión que “aparece” en el patrimonio del contribuyente. El
Servicio tiene actualmente mucha información sobre inversiones. La inversión puede ser un bien
raíz, acciones, dólares, gastos de vida y otros. Que hace el SII.: Compara el monto de la inversión
con los ingresos declarados por el contribuyente. O sea, con ingresos que pagaron todos sus
impuestos. Si estos ingresos son suficientes para financiar la inversión no hay problemas. Pero, si
los ingresos no son suficientes, si la inversión es excesiva en relación a los ingresos, el SII tiene la
facultad de PRESUMIR que la inversión se financió con IGRESOS NO DECLARADOS, es decir, con
ingresos que no pagaron impuestos. Y el Servicio va tras ellos. Así de simple.
Hay que decir que el hecho que los ingresos declarados no alcancen para financiar la inversión, no
significa necesariamente que ésta se haya financiado con ingresos que no pagaron impuestos. Hay
muchos casos en que la inversión se puede haber financiado en FORMA LICITA. Solo algunos
ejemplos.
Por lo tanto, el contribuyente tiene todo el derecho a defenderse y lo hará PROBANDO que su
inversión tiene un origen lícito. No bastan simples afirmaciones.
Si la inversión no se logra justificar, el Servicio PRESUME que ésta se financió con ingresos que no
pagaron impuestos, por lo tanto, procede a cobrarlos. Mediante una liquidación, el Servicio SUMA
a los ingresos declarados en el año, el monto de la inversión no justificada y realza un nuevo
cálculo. Lógicamente, como sube la base imponible (el monto sobre el cual se calcula el
impuesto), los impuestos suben. A ello se deben agregar multas e intereses. Por eso los montos
resultantes pueden ser muy elevados.
Ejemplo de liquidación.
Un ejemplo simple que afecta al Impuesto Global Complementario: Suponga que la inversión es
de $ 40.000.000.- y que Ud. declaró en el año $ 30.000.000.- El Servicio aumenta la base
imponible del Impuesto en el monto de la Inversión y le calcula de nuevo el Impuesto sobre un
monto de $ 70.000.000.- El resultado (montos aproximados), en este caso es el siguiente:
Como se aprecia, es un tema para preocuparse. Incluso el costo puede ser mayor, porque hay
casos en que el Ingreso presumido queda afecto, además, a IVA y a Impuesto de Primera
Categoría.
Que debe probar el contribuyente
El Servicio exige que se prueben DOS cosas: En primer término, cual es el ORIGEN de los fondos. Y
luego, si tales fondos estuvieron DISPONIBES para hacer la inversión en la fecha correspondiente.
Un ejemplo sencillo: Usted dice que los fondos invertidos provienen de la venta de una casa que
hizo el año 2.004:
Prueba del ORIGEN: En este caso para probar el origen de los fondos puede acompañar la
escritura de compraventa del inmueble que señala el valor recibido por la venta.
Prueba de la DISPONIBILIDAD: Pero, además, usted debe probar que mantuvo en su patrimonio el
dinero proveniente de la venta del inmueble. Como lo hace?. Una forma podría ser demostrando
que con el dinero recibido de la venta de la casa se tomó un depósito a plazo y que éste se hizo
efectivo antes de hacer la inversión que le están llamando a justificar.
En realidad se pueden hacer valer todos los medios de prueba. Como por ejemplo: Instrumentos
Públicos (escrituras públicas, sentencias judiciales, etc). Instrumentos Privados (Facturas,
contratos, boletas de venta, libros de contabilidad, etc). Testigos; Presunciones. El Servicio tiene la
obligación de recibirlos y apreciarlos. Esto no quiere decir que les deba dar fe a todos ellos. Es
más, el Servicio mediante circulares ha reglamentado ciertos requisitos que deben tener algunos
medios de prueba para ser aceptados.
Citación: Si el Servicio no queda conforme con lo señalado por el contribuyente, procede a citarlo
para que dentro de un plazo de 60 días dé una respuesta por escrito de su caso.
Liquidación: Si el Servicio no queda conforme con lo expresado en la citación precede a Liquidar
los impuestos que correspondan. Es decir, determina el monto de los impuestos adeudados.
Apelación: Si el contribuyente no estuviere de acuerdo con el fallo emitido, puede apelar ante la
Corte de Apelaciones correspondiente.
Lo más importante: Antes de hacer una Inversión es útil conversar con su asesor tributario. Aquí
no juegan las reglas de sentido común.