Sunteți pe pagina 1din 4

Texto 4

Un árbol es una planta, de tronco de madera, que extiende sus ramas a cierta altura del
suelo. Cuando se habla de la palabra "árbol", generalmente se refiere a una planta de 6
ó más metros de altura, con varias ramas que crecen hacia los lados, similares a los
brazos. Los árboles pueden crecer en todas partes; incluso algunos de ellos crecen en
el desierto. La madera de la que sus troncos y sus ramas está hecha se utiliza para la
construcción de diferentes tipos de edificio. Los árboles hacen fotosíntesis y producen
mucho oxígeno para el ambiente. Generalmente viven cientos de años, pero algunos
viven miles.

Vikidia

Texto 3

La sociedad más antigua de todas, y la única natural, es la de una familia; y aún en


esta sociedad los hijos sólo perseveran unidos a su padre todo el tiempo que le
necesitan para su conservación. Desde el momento en que cesa esta necesidad, el
vínculo natural se disuelve. Los hijos, libres de la obediencia que debían al padre, y el
padre, exento de los cuidados que debía a los hijos, recobran igualmente su
independencia. Si continúan unidos, ya no es naturalmente, sino por su voluntad; y la
familia misma no se mantiene sino por convención.

El contrato social. Jean-Jacques Rousseau

Texto 2

La astronomía es la ciencia que se ocupa del estudio de las estrellas, sus


movimientos, los fenómenos ligados a ellos, su registro y la investigación de su origen
a partir de la información que llega de ellos, a través de la radiación electromagnética
o de cualquier otro medio. Ha estado ligada al ser humano desde la antigüedad. Y es
una de las pocas ciencias en las que los aficionados aún pueden desempeñar un papel
activo, especialmente en el descubrimiento y seguimiento de fenómenos como curvas
de luz de estrellas variables, descubrimiento de asteroides y cometas, etc.

Wikipedia

Texto 1

La diplomacia practica un misterio solemne. Los gobiernos se entienden a espaldas de


los interesados. En la sombra, ejecutan las cancillerías el arte de engañarse. Y no se
inquiera hasta qué punto somos culpables o víctimas de la perfidia internacional. La
razón de Estado prohíbe enterarse de ello. Los Parlamentos de los países llamados
libres ignoran los compromisos de la patria, y cuanto más grave es el asunto, más se
tapa. Cuanto más profundo es el despeñadero, menos se alumbra el camino. El fruto
de las cosechas, la labor de miles de ciudadanos que desean trabajar en paz y que son
los únicos que constituyen la energía de los pueblos, el destino colectivo, en fin, se
encomienda a unos cuantos señores que se han pasado la vida estudiando la letra
muerta de las Administraciones y que, en materia de sociedad, no conocen sino la de
los que comen bien y se visten mejor. He aquí los árbitros que se encierran con llave
en un gabinete, para decidir las alianzas y los rompimientos, y para preparar la
concordia y la guerra. Profanación será buscarle en su escondrijo. Son los ídolos de
máscara inmóvil, que no contestan cuando se les pregunta, sino cuando quieren.

Ensayo "Diplomacia", de Rafael Barret

El discurso y la reproducción del racismo

Podemos examinar, a tit́ ulo de ejemplo de las rela- ciones entre el discurso y el dominio, el papel
del texto y del habla en la reproducción, hoy diá , del racismo y de la desigualdad étnica o «racial»
en la mayor parte de los paiś es occidentales (o dominados por los europeos). Debida mayormente a
la inmigra- ción laboral y postcolonial en Europa, y a la escla- vitud y a Ia inmigración en
Norteamérica, la presencia de varios grupos de minoriá s lia ido incrementándose con regularidad
(Castles y Miller, 1993). Virtualmente en todos los casos, y según casi todos los indicadores
sociales, tales grupos viven en una situación de agudo contraste con Ia de la población autóctona de
Europa occidental y de Norteamérica.
Esta situación se debe en parte y sin duda a su estatuto de recién llegados o de forasteros que, al
menos durante una generación o dos, tendrán que abrirse un camino en sus nuevas tierras de
adopción.

Su desigualdad, no obstante, está también asentada en un más o menos sutil sistema de racismo, que
agrava la desigualdad social y la redefine como desi- gualdad étnica. Es posible analizar dicho
racismo en dos niveles. El primero es el de las estructuras, ac- ciones y arreglos cotidianos
caracterizados en térmi- nos del tratamiento discriminatorio de los Otros por la población original.
El segundo nivel concierne a las representaciones mentales compartidas por am- plias capas de la
población dominante, tales como creencias erróneas, estereotipos, prejuicios e ideolo giá s racistas y
etnocéntricas (y eurocéntricas). Es este nivel simbólico socialmente compartido el que sustenta el
primero: las acciones discriminatorias es- tán (intencionalmente o no) basadas en representa- ciones
negativas de los otros y de su posición en la sociedad (de entre los numerosos estudios del racis-
mo, hechos desde distintas perspectivas, véase p.e. Barker, 1981; Dovidio y Gaertner, 1986; Essed,
1991; Katz y Taylor, 1988; Miles, 1989; Solomos y Wrench, 1993; Wellman, 1993).

La cuestión aquí es que esas representaciones nega- tivas son básicamente (si bien no únicamente)
adquiri- das y reproducidas a través del habla, y del texto, de y entre el grupo dominante (blanco,
occidental, europeo). Una de las tareas mayores del ACD consiste en exami- nar cómo sucede
exactamente tal cosa, esto es, cómo el discurso de la mayoría contribuye a las creencias etno
céntrica y racista, y las reproduce, entre los miembros del grupo dominante. Siguiendo el marco
teórico arriba expuesto, resumiremos algunos de los resultados de nuestros trabajos anteriores sobre
las relaciones entre el discurso y la reproducción del dominio étnico o «ra- cial». Aunque hay, por
supuesto, amplias variaciones relativas a los diferentes grupos minoritarios en los di- ferentes
paiś es, cabe hacer generalizaciones aproxima- damente fiables (para detalles, véase Van Dijk, 1984,
1987, 1991, 1993).

Habermas: racionalidad y pretensiones de validez


Habermas piensa, como vimos en la entrada anterior, que partir de una concepción de la
racionalidad de tipo puramente cognitiva trae como consecuencia una serie de impasses y
problemas. Él nos propone partir de una racionalidad mucho más amplia: la racionalidad
comunicativa. Es una racionalidad que busca llegar a consensos a través de una argumentación
sin coacción, donde lo que prevalecen son las mejores razones. Para que una acción y/ o una
afirmación puedan ser consideradas como racionales, tienen que cumplir ciertas condiciones. Lo
importante es que esto no garantiza el éxito. Esto significa que se puede fracasar, lo cual, por
seguir siendo racional, es algo que puede explicarse.
A partir de aquí, Habermas resalta dos posiciones frente a los análisis de la racionalidad en
relación a los conceptos de mundo objetivo y saber proposicional. Estas posiciones son las
siguientes:

1. “Realista”: las acciones racionales son intervenciones efectuadas para realizar propósitos, bajo
el criterio de la eficacia. Se asume la objetividad del mundo.

2. “Fenomenológico”: se pregunta por las condiciones que constituyen un mundo objetivo para
una comunidad. La objetividad depende del reconocimiento y de la consideración de una
comunidad de sujetos. Es necesario indagar por las condiciones que posibilitan un consenso.

Frente a esto, Habermas nos presenta lo esencial del contexto de acción comunicativa:

“En los contextos de acción comunicativa sólo puede ser considerado capaz de responder de sus actos aquel
que sea capaz, como miembro de una comunidad de comunicación, de orientar su acción por pretensiones
de validez intersubjetivamente reconocidas. A estos diversos conceptos de responsabilidad se les puede
hacer corresponder distintos conceptos de autonomía. Un mayor grado de racionalidad cognitivo-
instrumental tiene como resultado una mayor independencia con respecto a las restricciones que el entorno
contingente opone a la autoafirmación de los sujetos que actúan con vistas a la realización de sus
propósitos. Un grado más alto de racionalidad comunicativa amplía, dentro de una comunidad de
comunicación, las posibilidades de coordinar las acciones sin recurrir a la coerción y de solventar
consensualmente los conflictos de acción (en la medida en que éstos se deban a disonancias cognitivas en
sentido estricto” (33).
Ahora es necesario mencionar que lo racional está íntimamente ligado al poder contar con el
respaldo de buenas razones. Es importante señalar esto porque las pretensiones verdad y de
eficiencia no son las únicas pretensiones de validez.

S-ar putea să vă placă și