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I.
c) Doy por ganado todo lo perdido d) ¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen
y por ya recibido lo esperado Rosas, rosas, rosas, a mis dedos crecen.
y por vivido todo lo soñado Mi amante besome las manos, y en ellas,
y por soñado todo lo vivido. ¡oh, gracia! Brotaron rosas como estrellas.
(Juan Guzmán Cruchaga) (Juana de Ibarbourou)
EL ENCUENTRO
Anoche soñé con mi padre muerto
Venía caminando por un largo sendero
Y traía una flor en la mano
Me preguntó
Que cómo había llegado hasta ahí
Que si había cruzado el Aqueronte
Te he esperado toda la muerte dijo mi padre
Y te seguiré esperando
II
Pues si vemos lo presente
III
Nuestras vidas son los ríos XXV
Que van a dar en la mar Aquel de buenos abrigo,
Que es el morir: Amado por virtuoso
Allí van los señoríos De la gente,
Derechos a se acabar El maestre don Rodrigo
Y consumir; Manrique, tanto famoso
Allí los ríos caudales Y tan valiente;
Allí los otros, medianos Sus hechos grandes y claros
Y más chicos, No cumple que los alabe,
Allegados son iguales, Pues los vieron,
los que viven por sus manos Ni los quiero hacer caros,
y los ricos. Pues que el mundo todo lo sabe
Cuáles fueron.
V
Este mundo es el camino XXVI
Para el otro, que es morada ¡Amigo de sus amigos!,
Sin pensar; ¡qué señor para criados
Mas cumple tener buen tino Y parientes!
Para andar esta jornada ¡Qué enemigo de enemigos!
Sin errar; ¡Qué maestro de esforzados
Partimos cuando nacemos, Y valientes!
Andamos mientras vivimos, ¡Qué seso para discretos!
Y llegamos ¡Qué gracia para donosos!
Al tiempo que fenecemos; ¡Qué razón!
Así que cuando morimos ¡Qué benigno a los sujetos!
Descansamos. ¡A los bravos y dañosos,
Un león!
XIX
Las dádivas desmedidas, XXXIII
Los edificios reales Después de puesta la vida
Llenos de oro, Tantas veces por su ley
Las vajillas tan fabridas, Al tablero;
Los enriques y reales Después de tan bien servida
Del tesoro, La corona de su rey
Los jaeces, los caballos Verdadero;
De su gente, y atavíos Después de tanta hazaña
Tan sobrados, A que no puede bastar
¿dónde iremos a buscarlos?, Cuenta cierta,
¿qué fueron sino rocíos En la su villa de Ocaña
De los prados? Vino la muerte a llamar
A su puerta,
XXXIV
Diciendo: “-Buen caballero,
Dejad el mundo engañoso
Y su halago:
Vuestro corazón de acero
Muestre su esfuerzo famoso
En este trago:
Y pues de vida y salud
Hicisteis tan poca cuenta
Por la fama,
Esfuércese la virtud para sufrir esta afrenta
Que os llama
XXXVI
“El vivir que es perdurable
No se gana con estados
Mundanales,
Ni con vida deleitable
Donde moran los pecados
Infernales;
Mas los buenos religiosos
Gánanlo con oraciones
Y con lloros;
Los caballeros famosos,
Con trabajos y aflicciones contra moros.
(Jorge Manrique. En Antología Cátedra de Poesía de las Letras
Hispánicas. Madrid: Edit, Cátedra, 1998)
1. Selecciona 5 figuras literarias que se utilizan en el poema para expresar sentimientos del
hablante con respecto a la vida y a la muerte.
2. Al referirse Jorge Manrique a su padre ¿cómo describe su personalidad?
3. ¿Cómo considera el hablante lírico la llegada de la muerte? ¿Cómo la percibes tú?
4. ¿Estás de acuerdo con lo que plantea J. Manrique en su poema?