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ANALES
DE LA
UNIVERSIDAD
ENTREGA N ." 157
*PROBLEMAS
DE LA COLONIZACION
EN EL URUGUAY»
t-
MONTEVIDEO
B IB L IO T E C A DE LA F A C U LT A O DE D ER EC H O
In tro d a
Y
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N ú m e ro V 3NTRAL UNIVERSITARIO
P r e c io sé Pedro Varela.
C o lo c a c ió n .........
ü ...................................................
ERECHO Y CIENCIAS SOCIALES
uan Pedro Zeballos.
'. Eugenio J. Lagarmilla.
* ABULTAD d e m e d i c i n a
DECANO. — Dr. Julio C. García Otero.
DELEGADO. — Dr. Antonio Sicco.
FACULTAD DE ODONTOLOGIA
DECANO. — Dr. José Sanna.
DELEGADO. — Dr. Alberto Fernández.
FACULTAD DE QUIMICA Y FARMACIA
DECANO. — Quím. Ind. Silvio Moltedo.
DELEGADO. — Dr. José J. Cerdeiras Alonso.
FACULTAD DE ARQUITECTURA
DECANO. — Arq? Leopoldo Carlos Agorio.
DELEGADO. — Arq9 Aurelio Lucchini.
FACULTAD DE INGENIERIA
DECANO. — Ing? Agustín Maggi.
DEÍLEGADO. — Ing9 Julio Ricaldoni.
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS
Y DE ADMINISTRACION
DECANO. — Cont. Pedro Arbildi.
DELEGADO. — Cont. Bartolomé Vicens.
FACULTAD DE AGRONOMIA
DECANO. — Ing9 Agr*? Gustavo Spangenberg.
DELEGADO. — Ing? Agr? Miguel Quinteros.
. FACULTAD DE VETERINARIA
DECANO. — Dr. Héctor R. Heguito.
DELEGADO. — Dr. Carlos Freire Muñoz.
La correspondencia a “Anales”
debe dirigirse a 18 de Julio 1824.
Montevideo, Uruguay.
PROBLEMAS
DE LA COLONIZACION
EN EL URUGUAY
A) Antecedentes.
B) Colonización nuclearia particular.
C) Colonización estim ulada o m ixta.
D) P rim eras acciones colonizadoras del Estado.
E) Colonización directa del Estado.
F) La obra de la Sección Fom ento R ural y Colo
nización del Banco H ipotecario.
6 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
P arte segunda
PROBLEMAS DE COLONIZACION.
Capítulo II — La tierra.
1 — Generalidades.
2 — Condiciones de la tierra a colonizar.
3 — Parcelación de la tierra.
a) Concepto de parcelación.
b) E l lím ite superficial de la parcela.
c) Generalidades doctrinarias. '
d) Aspecto técnico económico.
e) Aspecto juridico-social.
f) E l fraccionam iento de tierras en M éji
co y Rusia.
4 — Sistemas de colonización.
a) i Preám bulo.
b) Dominio y propiedad de la tierra.
c) Concentración y distribución dé la p ro
piedad agraria.
d) P ropiedad individual y propiedad com u
nal.
e) Seguridad en la tenencia de la tierra.
f) Form as de tenencia.
g) Función social de la tierra.
h) Uso condicionado de la tierra.
i) Form as de apropiación.
j) Tendencia de la colonización.
k) E l modo productivo.
l) La adquisición p o r el colono.
m) Los sistemas de colonización.
ANALES DE LA UNIVERSIDAD
Cap ítulo V ■
— La financiación.
1 — Los recursos.
2 — La financiación.
3 — El im puesto a la tierra.
4 — Los em préstitos.
5 — Otras fórmulas.
1 — E l bienestar.
2 — La vivenda.
3 — Instrucción y educación.
4 — Obras y servicios públicos.
I fklfAI£S %S LA UNIVERSIDAD
1 — Orientación o dirección.
2 — Neoeaidad de la dirección técnica
3 — Loa métodos.
1 — Conceptos previos.
2 — Planes colonizadores.
3 — Elementos bases.
4 — Tendencias político sociales de la coloniza
ción planificada.
P R IM E R A P A R T E
ESQUEMA HISTORICO
DE LA COLONIZACION EN EL
URUGUAY
C A P ITU LO I
CONCEPTOS PREVIOS
“La voz colonizar viene del latín colonus {de colere, cultivar), la
“que se aplicaba al que cultivaba el terreno de otro, dividiendo con
“el propietario el producto, pero especialmente al que pagaba la
“renta en, producto precisamente, no en dinero. — En los últimos
“tiempos del Imperio Romano, y en la Edad Media, decíase colono
“al siervo común el cual era una especie de esclavo. — De Colonus
“sale también colonia para designar el paraje en que se reúnen los
“colonos. — Así llamaron los romanos a los grupos de ciudadanos
“de Roma que marchaban a establecerse en alguna de las Cornar-
“cas conquistadas, fundando en ellas ciudades o las que, por ex-
“tensión se dió el mism.o nombre. — Estos emigrados conservaban
“sus derechos civiles y políticos pero los últimos no podían ejer-
“cerlos sino en Roma mismo. — La palabra tomó de esta suerte el
“significado con que hoy se emplea, pero el hecho político social
“y económico que designa es mucho más amplio y también mucho
“más antiguo que la República Romana'.'
12 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
COLONIZACION DE CONQUISTA
2
18 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
B. — Penetración Pacífica.
con el objeto de
COLONIZACION POBLACIONISTA
(*) Según PASTORE (8) los documentos del Archivo General Administrativo regis
tran solamente desembarcos de familias provenientes de las islas Canarias, aun
que se dispuso por orden Real que se embarcaran cincuenta familias, veinticinco
de Galicia y veinticinco de las Islas Canarias. — La disposición Real no se
habría cumplido, según parece, debido a las luchas internacionales que distraían
la población peninsular de la metrópoli en esos momentos.
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 29
Crecimiento demográfico
1811 40.000
1830 74.000
1835 128.371
1852 131.969
1860 ................ ■................................ 223.238
1879 438.245
1882 505.207
1892 728.447
1900 915.647
1902 990.150
Indudablem ente que las luchas por el dom inio de estas tierras,
—prim ero, las que respondían a los movimientos de liberación de
estos países, después, y, por últim o, las fratricidas de orden p o líti
co — no crearon el am biente propicio como p ara atraer inm igran
tes laboriosos en núm ero considerable, m áxim e cuando la cam pa
ña era precisam ente el campo de b atalla de esas operaciones m ili
tares.
B. — Fundación de villas y p u e
blos en el interior.
(*) Todavía por ley de julio 12 de 1911 se sigue con esa preocupación, destinándose
$ 100.000,00 para anticipos de pasajes, autorizándose la construcción del Hotel
para Inmigrantes y el traslado de éstos al punto de destino en el interior del país.
C APITU LO IV
COLONIZACION AGRICOLA
A. — Antecedentes.
Vigilancia y policía;
A dm inistración de la justicia m enor en la cam paña;
Secuestrar tierras al enemigo;
D istribuir éstas y !las tierras públicas.
Señala ese docum ento que se tom aría nota de las tierras va-
c'uas y de los sujetos dignos de donación, “ siendo los infelices los
más privilegiados” . — Los negros libres, los indios, los zambos y
los criollos pobres ser án agraciados con suertes de estancia, siem
p re que cum plieran con los trabajos correspondientes y fueran
hom bres de bien. — Los agraciados debían construir ciertas m e
joras en determ inados plazos. — Se decfa que se darían marcas
p ara hacienda y se prohibía la exportación sil Brasil.
Véase el sentido de justicia social que com prendía este regla
m ento, al pretender am parar a los más desposeídos; pero obsérve
se tam bién que se requerían ciertas condiciones m orales p a ra ser
de los favorecidos, así como se les exigía — p ara gozar de esos
beneficios — que cum plieran con determ inadas obligaciones inhe
rentes a sus condiciones de colonos.
A fines del m ismo año, el Cabildo de Canelones, daba a luz
un proyecto que sobrepasa en im portancia a!l anteriorm ente comen
tad o ; en efecto, se creaba por él el “hom estead” o bien de fam ilia
y se disponían norm as científicas para la subdivisión de ejidos, se
dictaban reglas agronómicas de cultivo, se ordenaba la corta y re
posición’ d e bosques, se instituía la plantación obligatoria de árbo
les etc. etc..
Ambos docum entos constituyen toda una m agnífica fuente de
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 35
(*) WERNER BERGER, Juan. “ Colonia Suiza a través de setenta años” , 1930, expre
sa que fué en 1862.
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 37
“nada hay más fácil de recoger, mantener y perdurar, que los malos
“recuerdos colonizadores”.
Por esta época, además comienzan a ejercer su influencia dos leves dictadas el 19
de enero de 1912; una, creando la Sección Crédito Rural en el Banco de la Repú
blica, y la otra promoviendo y dando franquicias a la creación de Cajas Rurales.
42 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
P o r esta ley se form aron, hasta 1937, cinco colonias con una
extensión de 23.323 hectáreas.
Algo se hab ía m ejorado con esta ley, pero no era suficien
te; la experiencia, excelente m aestra, dem ostró:
Préstam os de colonización:
(*) Esta cantidad, en la realidad ha sido reducida efectivamente a poco más de siete
millones de pesos.
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 49
4
SEGUNDA P A R T E
PROBLEMAS
DE
COLONIZACION
C APITU LO I
1. — Deficiencias en la .o rganiza
ción agraria
Los com entarios expuestos nos llevan a pensar que así como
el problem a es hondo y com plejo, las soluciones deben expresar,
tam bién, intenciones de fondo. — Lo contrario significaría una
concepción equivocada d il asunto. — No se puede, sin duda, cu
ra r una seria afección con simples paliativos.
R E PE TTO , refiriéndose a la A rgentina ha dicho que
E jem plo com pletam ente contrario es el que nos ofrece Esta
dos Unidos, donde el progreso técnico-económico sobrepasó — y
destruyó — el bienestar de la población campesina.
A llí el m aqum ism o transform ó la em presa agraria;
Además,
L A T IE R R A
1. — Generalidades
La im portancia del factor tie rra desborda los lím ites a que
debemos aju star nuestro trabajo. — No p o r ello dejarem os de con
siderar sus problem as mÉts im portantes, que la vinculan a la co
lonización.
La tierra, en sus m últiples funciones, ha sido sin duda la cau
sa que más conflictos ha provocado, y p o d r amos decir que ella no
h a estado ausente en ninguno, por más que no siem pre se m anifes
tara nítidam ente.
Las repercusiones sociales que origina todo lo que ,se relacio
na con la tierra, quedan puestas de m anifiesto en el artículo 12 del
cap itulo referente ai P roblem a Agrario, del P lan Sexenal Mexica
no, al decir que
2. — Condiciones de la tierra a
. colonizar.
“La tierra materia del parcelamiento debe ser apta para ser cul-
“tirada y tener las condiciones ecológicas necesarias para que hagan
“viable una explotación económica y provechosa.
“Dividir la tierra sin aptitudes y entregarlas a los agricultores, es
“plantear un programa de colonización fracasado antes de que
“tenga principios de iniciación” (26).
6
66 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
3. — Parcelación d e la tierra.
a) Concepto de parcelación.
c) Generalidades doctrinarias.
d) Aspecto técnico-económico
“Es posible que en ciertos años este sistema proporcione una renta
“global inferior a la de una explotación de tipo extensivo, pero
“tiene la ventaja de anular o limitar las grandes oscilaciones que
“son la regla de la explotación extensiva y que pocos agricultores
“pueden resistir, salvo que cuenten con capitales de reserva, lo
“que es excepcional. — Estas grandes oscilaciones rentísticas de
“la agricultura extensiva, desmorazilan al agneultor, lo hacen con-
“fiar más en la suerte que en la prolijidad de su trabajo, lo re-
“cargan de deudas, cuyos intereses se van 'acumulando y que ge-
“neralmente no pueden levantar determinando una limitación de
“sus actividades, por cuanto sus frutos van en su mayor parte
“a manos de acreedores”. — (33)
“Explotación Lechera.
“Extensión 84 acres (34 hectáreas), dotación vacuna 45-50 ani-
“males. — Teóricamente dividida en doce potreros de 7 acres cada
“uno (3 hectáreas), todos ellos pasturas permanentes", —
72 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“E xplotación m ixta. —
e) Aspecto jurídico-social-
(* ) Sobre este tópico véase el interesante trabajo del Ing. Agr. Roberto Graña inti
tulado “ Encuesta continental sobre el consumo de productos de alimentación y
vestido y sobre la vivienda popular. — Respuesta referente a la República Oriental
del Uruguay” . (Publicación del Consejo Interamericano de Comercio y Produc
. ción, Montevideo, 1945), especialmente el capítulo referente a organización agri
cola (págs 10 y sub siguientes).
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 75
4’ — Sistemas de colonización
a) Preám bulo.
dad hum ana, y que casi siem pre, el pasaje de una a o tra h a conmo
vido hondam ente los sistemas impetrantes en lo relativo al dom inio
y pro p ied ad de la tierra.
A este respecto podem os decir, con HORNE (5 ), que
6
te ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“25,6 % en 1880,
“28,4 % en 1890,
“35,3 % en 1900,
‘37,0 % en 1910,
“38,1 % en 1920,
“42,4 % en 1930,
“42,1 % en 1935,” (39).
qúeños bienes fam iliares del campesino, y..la adjudicación a los kol-
joses, en posesión perpetua, de sus tierras. — Así fue como llegado
al final del segundo plan quinquenal, en 1937, se afianzó defini
tivam ente el régim en koljosiano. , , .
f) Formas de tenencias.
E n o tra p arte destacaba el docum ento las ventajas del dom inio
colectivo de la tierra, al referirse a la adquisición de tierras por
el Estado.
7
98 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“lo que define y da mayor fuerza a aquel derecho (el del peque
r o propietario) es la posesión y el trabajo del hombre aplicado
“a cultivar la tierra. — El pequeño agricultor que tenga documen-
“tación defectuosa pero que acredite haber explotado su prei i y
“haber derivando de él el sustento de su familia, merecerá las con-
“sideraciones necesarias para que la autoridad lo ayude a legali-
“zar su posesión” (Acuerdo presidencial de 20112140).
8
114 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“Allí donde el Estado expropia cierta área de tierra para viso pú-
“blico, es sencillamente justo que los expropiados sean compensa-
“dos porque unos propietarios serían tratados más duramente que
' “otros. — Pero allí donde por una medida general, que alcanza a
“'todos igualmente, la renta sea apropiada en beneficio de todos,
“no puede haber base para semejante reclamo. — La compensa-
“ción en tal caso sería la continuación de la misma injusticia bajo
“otra forma, sería dar a los propietarios en forma de intereses lo
“que antes obtuvieron en forma de renta” (45).
“E l v e r d a d e r o d e s p o j o q u e l a m a y o r í a d e lo s h o m b r e s s u f r e d á
“o r i g e n , e n las c o m u n i d a d e s q u e p r o g r e s a n , a o tr o s d e s p o jo s , p o r -
“ q u e p e r m i t i e n d o q u e e l v a l o r q u e c o n el a u m e n t o d e la p o b l a c i ó n
“ 1 / el a v a n c e s o c i a l a d q u i e r e la t i e r r a , v a y a a lo s p r o p i e t a r i o s d e
“ la t i e r r a , s e e s t i m u l a e l m o n o p o l i o y la e s p e c u l a c i ó n d e l s u e l o ,
“d o n d e q u i e r a h a y a l a p e r s p e c t i v a d e u n a u m e n t o d e p o b l a c i ó n o
“d e u n m e j o r a m i e n t o f u t u r o , p r o d u c i e n d o a s í u n a e s c a s e z a r t i f i -
“c i a l d e lo s e l e m e n t o s n a t u r a l e s d e la v i d a y e l t r a b a j o , y u n a p a -
‘ “r á l i s i s d e la p r o d u c c i ó n q u e s e m u e s t r a e n lo s e s p a s m o s i n t e r m i -
“ tc n te s d e d e p r e s ió n in d u s t r i a l, t a n d e s a s tr o s o s a la h u m a n i d a d
“c o m o l a s g u e r r a s s a n g r i e n t a s y d e s t r u c t o r a s ” (44).
“Art. 5? — L a s t i e r r a s s e a d q u i r i r á n e n c a r á c t e r d e u t i l i d a d p ú -
“b l i c a p o r l a v i a d e e x p r o p i a c i ó n y c o n f o r m e a l v a l o r q u e c o r r e s -
“p o n d a a s u d e s t i n o c o n a n t e r i o r i d a d a l a p r e s e n t e L e y ” (64).
“p r o p e n d e r a l c o n t r o l d e l p r e c i o d e la t i e r r a t e n d i e n d o a q u e é s t e
“e s t é e n r e l a c i ó n c o n s u v a l o r d e u s o y n o c o n s u p r e c i o d e e s p e c u l a -
“ c ió n , e n s a l v a g u a r d i a d e l i n t e r é s d e l a g r i c u l t o r f r e n t e a lo s e s p e -
“ G u i a d o r e s ” (24).
“L a tie r r a , n o elche c o n s i d e r a r s e c o m o u n c a p i t a l i n m o b i l i a r i o y
“te r r i to r ia l sin o com o u n i n s t m m e n t o de p ro d u c c ió n . — E l se r-
“v i c i o d e l c a p i t a l t i e r r a a b s o r b e a c t u a l m e n t e la m a y o r p a r t e d e l
“ b e n e f i c i o n e t o d e la e x p l o t a c i ó n a g r í c o l a y e n s u a d q u i s i c i ó n se
“ e m p l e a n g r a n d e s s a r n a s q u e s e r e s t a n e n c a s i s u t o ta l i d a d , a l c a -
“p i t a l d e e x p l o t a c i ó n y a l a d e b id a , r e t r i b u c i ó n d e l t r a b a j o l ’ (65).
118 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“Art. 14 — E l p r e c i o d e la t i e r r a q u e s e e x p r o p i e e n c u m p l i -
“m i e n t o d e e s t a l e y , q u e s e d e c l a r a r á d e i n t e r é s p ù
b b l ic o , s e f i j a r á c o n s u j e c i ó n a l a s s i g u i e n t e s n o r m a s ' .
“a) A l v a l o r d e v a l u a c i ó n p a r a e l p a g o d e le s i m p u e s -
‘ t o s ; ti t i e n d o t a m b i é n e n c u e n t a la, d e los t e r r e n o s
“s i m H a . es c o n t i g u o s ;
“b) Y a l v a l o r d e s u p r o d u c t i v i d a d a p r e c i a d a e n los
“d i e z a ñ o s p r e c e d e n t e s o,l d e s u e x p r o p i a c i ó n d e n t r o
“ de la z o n a e n q u e s e h a l l e u b i c a d o .
“L a i n d e m n i z a c i ó n c o m p r e n d e r á , a d e m a s d e l v a l o r d e
“l a t i e r r a y l a s m e j o r a s c u a n d o n o e s t é n c o m p r e n d i -
“d a s e n los i n c i s a s a n t e r i o r e s , e l d e los p e r j u i c i o s q u e
“ el e x p r o p i a d o p r o b a r a y q u e f u e r a n c o n s e c u e n c i a
“f o r z o s a , d o l a o c u p a c i ó n , e x c l u y é n d o s e e n t o d o s lo s
“c a s o s los v a l o r e s e s p e c u l a t i v o s y a f e c t i v o s y los d a -
“ñ r s u o a l l a n d a s h i p o t é t i c a s . — E l v a l o r t o t a l d e lo s
“p e r j i d o i o s e n n i n g ú n c a s o e x c e d e r á , d e l 20 % d e l
“p r e c i o a t r i b u i d o a l a t i e r r a .. — E n t o d o lo d e m á s s e
* “r e g i r á , p o r la l e y g e n e r a l v i g e n t e ” (30).
“p u e d e i , a e r p e r j u i c i o s , y q u e c o n t r i b u i r á a l a e s p e c u l a c i ó n , a m e -
“r.os o u e s e m a n t e n g o , u n a n o r m a r í g i d a y e n é r g i c a a l r e s p e c t o ”
(5 ). ‘
“e l p r e c i o d e a d q u i s i c i ó n d e lo s t e r r e n o s s e f i j a r á a b a s e d e tasa-
“ ciór. p r a c t i c a d a ñ o r p i r i t - i s o u e d e s i g n o roí l a C a j a y n o p o d r á e x
“ c e d e r d e u n duo; v e r d e u t o del a v a l ú o f i s c a l q u e r i j a o d e l q u e
“s e p r a c t i q u e por l a D i l e c c i ó n G e n e r a l d e I m p u e s t o s I n t e r n o s , a
“ p e t i c i ó n d e l iyiU. rraed'», ni é s t e m e ' - a t r a s e i n s u f i c i e n t e el q u e f i -
“ a r.re e n e l r o l . — E s t e arale > in r C f é c o i d o , s e r á e l q u e r i j a h a s t a
“e l n u e v o r o l g e n e r a l para el p a g o de l a s c o n t r i b u c i o n e s ” ( a r t . 16)
‘‘A n t e s d e a d q u i r i r s e la t i e r r a a c o l o n i z a r s e , el I n s t i t u t o p r o -
“cedeñá a l e s t u d i o d e t e n i d o d e l a p o s i b i l i d a d d e u n a e x p l o -
“ ta.ció n e c o n ó m i c a r e g u l a r d e la m i s m a , f i j a n d o el p r e c i o
“m á x i m o q u e r e s u l t e d e s p u é s d e c o m p u t a r l o s s i g u i e n t e s
“fa cto re s:
a) — E l v a lo r de c a p ita liz a c ió n de la r e n t a n e t a e n f u n c i ó n de
“lo s r e n d i m i e n t o s m e d i o s e n p r o d u c t o s y p r e c i o s p a r a u n
“p e r í o d o d e t i e m p o i n m e d i a t a m e n t e a n t e r i o r n o m e n o r d e
“c i n c o n i ' m a y o r d e d i e z a ñ o s ;
b) — E l c o sto de las m e j o r a s q u e f u e r a n e c e s a r io r e a l iz a r ;
c) — L a s u p e r f i c i e p e r d i d a e n c a ll e s , e d i f i c i o s a d m i n i s t r a t i v o s o
“d e b i e n p ú b l i c o ;
d) — L a p é r d i d a d e i n t e r e s e s t r a n s c u m i d o s e n t r e el m o m e n t o d e
“ l a a d q u i s i c i ó n y el d e l c o m i e n z o d e l a e x p l o t a c i ó n d e c a d a
“lo te ;
e) — U n m a r g e n d e r e s e r v a d e l cinco p o r c ic n -o c o m o m í n i m o
“s o b r e e l p r e c i o n e t o r e s i d í a n t e ;
f) — La in flu e n c ia que pueda eje rc er sobre los fa cto res
“ e n u m e r a d o s e n lo s p r e c e d e n t e s i n c i s o s , u n p r o c e s o b m s -
“ co d e v a l o r i z a c i ó n o d e s v a l o r i z a c i ó n e n la e c o n o m í a g e n e -
“r a l o e n l a z o n a d e a d q u i s i c i ó n y s u a l c a n c e c o m o e l c m e n -
“ t o d e e s t i m a c i ó n d e l p r e c i o d e l a t i e r r a ” (2 9).
jI T e n a .d a s de; la colcrJzcción.
9
130 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“ha sido un error suponer que esia ley abriera tas tierras públi-
“cas a la libre colonización y que merced a ella resultasen bene-
“ficiados numerosos agricultores,
k) E l modo productivo
y en su Base 16.a: :
E n el año 1942 los koljoses reúnen 18.800.000 fam ilias cam pe
sinas o sea el 93,5 % de todas lats fam ilias campesinas del país. (70).
R efiriéndose a la organización interna dice el mismo autor que
EL HOMBRE
1 — E l h o m b r e e n la c o lo n iz a c ió n .
10
146 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
3 — La clase agraria
Este hecho que adm itim os como regla general, está confirm ado
por la excepción constituida p o r el reducido núm ero de produc
tores agrarios que — con el suficiente auxilio de la técnica y de
los capitales — h an podido escalar posiciones de jera rq u ía Cri el
conglom erado social.
Confirm a, además, nuestra posición, la preocupación constan
te de estadistas y economistas, tendientes a valorizar en todos sus
aspectos el trab ajo agrario, en afán m eritorio de in co rp o rar esa
clase a la vez que como productores, cuál consum idores de-volum en,
en el desárróEo de la actividad económica. .
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 149
“La clase agraia, por otra parte, desposeída de las tierras mejo-
' “res de laboreo, va formando conciencia mundial. — Y no podrá
“seguir siendo considerada como una clase inferior, y mucho me-
“nos continuar viviendo en la miseria, mientras produce el pan
"con que se alimentan todas las clases s o c ia le s (5).
. ' Los acontecim ientos históricos, nos dicen a su vez, que en de
term inadas oportunidades y circunstancias, esa conciencia de clase,
en llegando a su punto de m adurez, eclosiona en acciones revolucio-
rnaria6, cuyos cercanos ejem plos los encontram os después de la gue
rra m undial 1.
Si el deseo de u n a acción colonizadora es, como debe ser
p ara nuestro país, llevar a cabo una transform ación en sistemas
sociales y en m odalidades productivas im perantes, sin necesidad de
aproxim arse a los hechos sangrientos, debe procederse, sin duda,
y como form ando parte de u n p lan de colonización, a la je ra rq u i
zación del trab ajo y de la vida de los productores agrarios.
Ello dará oportunidad, no (sólo a acom pañar la tarea coloni
zadora, sino tam bién a form ar una clase agraria cada vez más p ró
diga en elem entos aptos para la directa colonización.
, E n nuestro p a ’s, la población cam pesina posee una m uy es
casa tradición agraria, y ella lleva, en su m ayor parte, u n a carac
terística ru tin aria y rudim entaria im presa en tal grado, que la hace
muy poco capaz de facilitar el elem ento hom bre con todas las
condiciones requeridas en una eficiente colonización.
De ahí pues, que debamos proceder a la jerarquización del
trabajo y de la vida cam pesina, con el propósito de crear u n am
biente favorable a ese ferm entarlo — la clase agraria — que nos
ha de proporcionar, sin duda, los más aptos colonos.
Sin em bargo, la jerarquización a que nos referim os, ser a una
150 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
4 — Formación de colonos
y hay que pensar, por tanto, que ello no tiene por qué producirse
exclusivamente con la población autóctona (em igración in te rn a ),
sino tam bién con la alóctona (em igración in tern acio n al), sobre todo
si el país, como todos los de Am érica del Sur, posee una escasa
densidad demográfica.
Si bien es cierto que en principio tal discrim inación no tiene
razón de ser, deben considerarse en relación a ella dos asuntos esen
ciales que se vinculan al problem a. Uno de ellos es previo al otro,
y consiste en definir la política inm igratoria del país; el segundo
se refiere a la técnica a utilizar respecto de la inm igración colo
nizadora.
A bordar el tem a de la inm igración es introducirse en el campo
de la política económica y social, cuya com plejidad de fenómenos
nos obliga ser pintéticos sobre el particu lar, sin que ello signifique,
por supuesto, pretcnsión de eludir el tem a, lo que en su defecto
hubiera significado una m uy im portante m utilación a nuestro es-
ludio.
“Yo digo que lo que necesitamos no son capitales que aten núes*
“tra economía al yugo de los grandes imperialismos extranjeros,
“sino que vengan hombres, que son capitales efectivos que quedan,
“con sus hijos y sus nietos, incorporados definitivamente a la Na -
“ción” (5).
11
C APITU LO IV
E L COLONIZADOR
De este tipo,
nómicos y agro clim áticos adm iten la colonización com ercial en Amé
rica del Sur, — es decir, donde se concentra la actividad de las
em presas com erciales de colonización; ella es,
“el nordeste de la Argentina, el Paraguay oriental y la parte in-
“teHor de los E stados meridionales del B rasil”,
LA FINANCIACION
1 — Los recursos
(*) Cuando se piensa que hasta la fecha los recursos que el Estado ha dispuesto para la
colonización oficial no sobrepasan en mucho los siete millones de pesos, se admite con
facilidad que ella no podría estar mucho más desarrollada de lo que se encuentra en
la actualdad.
El estado siguiente ilustra sobre la fecha y origen de los recursos otorgados para
!a actualidad.
Empréstito de Colonización (22]1|913) $ .500.000.00
Empréstito de Fomento Rural (10)9)923) $ 3.000.000.00
Empréstito de Fomento Rural (10)51929> $ 2.000.000.00
Deuda cancelada por reava úo (14)8|935) $ 1.664.061.70
TOTAL ? 7.664.061.70
174 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
2. — La financiación
3. — E l im puesto a la tierra
de acuerdo con los nuevos rum bee que adopte el intercam bio in
ternacional y con las m odificaciones — de orden interno — econó
micas y financieras que ha de experim entar nuestro país.
Creemos, tam bién, que las posibles entradas fiscales que p u
d iera originar la creación de un im puesto a la renta, han de ,ser
destinadas a eq u ilib rar el presupuesto del Estado, o que cuanto
menos, ,s erán absorbidas p o r otros tipos de obras nacionales.
Debemos agregar, a todo esto, que las áreas im ponibles corres
pondientes a estos tipos de gravámenes fiscales, presentan, en té r
minos generales — y salvo el denom inado im puesto a la renta,
no im plantado aún — poca elasticidad como p ara p erm itir lá exis
tencia de elevados increm entos diferenciales.
P odría parecer, de esta m anera, que la colonización, p o r m edio
de esta clase de fórm ulas, no ten d rja posibilidad de obtener re
cursos. No obstante, hemos dejado de lado, expresam ente, la serie
de im puestos que com prende al de la tierra, p o r entender que
hab ría razones de orden teórico y de orden práctico que funda
m entarían los propósitos de hace.r uso de ellos p ara integrar el
fondo de colonización.
E n efecto, tres razones d e peso pueden esgrim irse: la prim era,
consiste en que si se estableciera el gravám en im positivo en fun
ción de la “extensividad” económica de da explotación, éste in
cid iría sobre los más defectuosos e inconvenientes tipos de p ro
ducción agraria, que en definitiva ss desea — p o r conveniencias
expuestas en capítulos anteriores — ex tirp ar; es decir, existe una
poderosa y lógica razón económica, concorde con los fines de la
colonización. La segunda, es la que se relaciona con el m ayor valor
que adquiere la tierra por efecto d e obras sociales y de hechos
sociológicos, ajenos al esfuerzo de su p ro p ietario ; este es u n fun
dam ento de justicia social. La tercera, se vincula con la capacidad
de recepción de nuevos im puestos que acusa él valor tie rra ; en
este sentido traem os a colación la opinión de ANTONIO RUBIO* —
autorizada por el conocimiento y contacto con los problem as de
la tie rra — que h a expresado que la tie rra es susceptible aún de
absorber nuevas cargas fiscales sin perju d icar notoriam ente su ac
tividad productiva. A quí la razón es de orden estrictam ente fiscal.
E l dip utado argentino FASSI, al ocuparse en la Cám ara que
integraba, de u n problem a en todo sim ilar al que tratam os (fondos
p ara el Consejo A grario N acional), se expresó así:
(*) En su conferencia dictada en el club Banco Hipotecario, publicada por esta entidad
(Montevideo, 1944) se expresó asi: ‘‘Creo que la tierra puede ser gravada más, mucho
más, sin afectar para nada los intereses legítimos del propietario. . . Creo que todavía
hay un gran margen para imposiciones del valor territorial’’ (págs. 40 y 41).
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 177
12
178 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
4. — Los em préstitos
EL APOYO ECONOMICO
(*) Rusia, antes de la NEP. (1921) va había experimentado el fenómeno que en
gendra la falta de capacidad de consumo, cuando tenía implantado para los agricul
tores, el sistema de la contingentación (incautación de los productos sobrantes). —
Este sistema impedía que el agricultor se abasteciera, fuera de su predio, de pro
ductos que necesitaba adquirir — Se imp antó entonces el impuesto en especie, de
menor cuantía, que permitía aumentar el poder adquisitivo del labrador con el so
brante. —■ En esta forma, la producción que se estaba contrayendo, experimentó nue
va expansión, a la vez que la industria, proveedora de productos para los agri
cultores, incrementaba sus ventas, aun fuera de los márgenes de la organización eco
nómica que se trataba de implantar. — Los comunistas exp ican el asunto de la
siguiente manera:
“se trataba de la sustitución del régimen de .’os contingentes por el impuesto en
“ especie. — Este impuesto era menor que el de la contingentación. El tipo de im-
“puesto debía hacerse púb ico antes de la siembra de primavera Los plazos de en-
“trega del impuesto se señalaban con toda precisión. Todo lo que excediese del im
p u e sto se dejaba a la libre y plena disposición de’, campesino, a quien se concedía
“ ibertad de vender estos productos. Al principio, la libertad de venta se traducía
“—■ decía Lenin en su informe — en una cierta reanimación del capitalismo den-
“ tro del país. Será necesario consentir el comercio privado y autorizar a los par-
“ ticulares dedicados a la industria la apertura de pequeñas empresas” (34).
ANALES DE LA UNIVERSIDAD 191
3 — E l crédito.
13
194 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
4. —• La acción cooperativa
Del p rim er caso es típico ejem plo D inam arca, país donde el
cooperativismo agrario h a encontrado su m áxim a expresión. Si bien
es cierto que cuando cele país inició intensam ente la form ación de
cooperativas agrícolas, se vió im pulsado a ello por efeeto de Ja
form idable com petencia que significó, en la segunda m itad-del siglo
XIX, la presencia de la producción cerealera estadotm idense en
el m ercado m undial, no es menos cierto que la transform ación de
la cconom 'a agraria dinam arquesa por el cooperativismo, fué po
sible debido a la elevada cultura de su pueblo.
DESBONS explica que cuando el hecho recientem ente m en
cionado sucedió:
E n 1909:
las sociedades de er a
de cerdos....................... 6.824 99
” 94.412 »>
En 1914:
cooperativas agrarias, las que deben aceptar las críticas de los orga
nismos pertinentes, pudiendo ser asistidas con un em pleado idóneo
en contabilidad y cooperativismo, que será designado por una ofi
cina d el Estado (art. 227).
Ultim am ente, u n anteproyecto del 'Directorio del Banco H ipo
tecario del U ruguay, transform ando la Sección Fom ento R u ral y
Colonización en D epartam ento de Colonización, expresa en su art. 16.
5. — E l seguro agrícola
14
210 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
“ma adquiere así sutilidades de todo orden que pueden escalpar pa-
“ra la Técnica del Seguro a las Tablas Clásicas de Estadísticas,
“normales en la apreciación de riesgos comunes” (83).
“al pago de una prima única de seguro sobre los saldos hipoteca-
“rios. Familias de compradores de edades medias tendrán cubier-
“to el máximo riesgo de pérdida del jefe de la explotación; en todo
“caso les servirá para reducir considerablemente la deuda que que-
“de a cargo de los sucesores. Para el Consejo tendría lo.\ ventaja
“de permitirle la rápida recuperación de su capital
EL M EDIO SOCIAL
1. — E l bienestar
2. — La vivienda
3. — Instrucción y Educación
"El niño, en su edad escolar, debe ser niño. — Nada más. Y del
"niño no tenemos nada que formar. — A l niño tenemos que hacer
l e un ambiente adecuado para que él mismo se forme su perso
nalidad coneiente.
"Lo que debemos preparar al niño, es un ambiente de trabajo, de
"observación, de moral, de superación intelectual, para que se de-
"sarrollen todas las aptitudes posibles, según su capacidad físi~
"ca y mental” (79).
. “En vez de armarlos para la vida, los desarma. — Les da ana pre-
“paraeión que puede contribuir grandemente a la formación per-
“sonal, pero que choca violentamente en el medio exterior” (13).
LA DIRECCION TECNICA
1. — Orientación o dirección
2. — N ecesidad de la dirección
técnica
15
226 ANALES DE LA UNIVERSIDAD
3. — Los métodos
COLONIZACION PLANIFICADA
1. — Conceptos previos
2. — Planes colonizadores.
Puede decirse que son cinco los elem entos fundam entales que
debe contar la planificación, a saber: 1) bases exactas para el es
tudio previo; 2) postulados claros y directivas concretas; 3) apli
cación firm e pero elástica; 4) ejecución p o r etapas, y 5); personal
capaz y conciente.
Las bases exactas! para el estudio previo constituyen el funda
m ento que h a de proporcionar seriedad al plan y que, en esencia,
determ inan la existencia del mismo. — Los elem entos prim arios
p ara la estructuración, deben llegar, e n ’lo posible, a la precisión;
el estudio d e los mismos, en p articu lar y en conjunto, debe ser m inu
cioso y detallado, a través de un claro concepto del problem a de
que se trate y de las finalidades que h a de perseguirse..
Las bases exactas para el estudio de u n plan colonizador, deben
contar con estad «ticas y datos abundantes respecto de cada uno
de suS puntos, y con el concepto definido p ara cada mío de sus
problem as. — Especialm ente se requiere conocim iento total del
m edio donde puede ser posible la colonización; esto se traduce
en la posesión de u n com pleto m apa agro-económico del país.
Es n atu ra l que
“Un país que busca soluciones, debe, ante todo, conocerse a sí
“mismo” (13).
GONZALEZ VIDART y ALBO señalaban en su'proyecto de crea
ción de u n Instituto N acional de Colonización la perentoriedad de
levantar la C arta Agronóm ica de!l país, pues en base a ella
“la colonización oficial y particular tendrán que seguir las líneas
“de máxima posibilidad económica para el éxito de la misma”
“ (Art. 31) (74). . -
16
BIBLIOGRAFIA
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■ ' Y o l . V I I , N 9 0, (463-493). M é x i c o . I
(7 7 ) —E Y 1 0 , ■F r a n c i s c o I 1., I V 3. — D i a r i o d e s e s i o n e s d e l a C á m a r a
’ d e B l i n d a d o s d e la N a c i ó n , j u l i o 7,
' B u e n o s Adres.