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MODULO III.

Desarrollo de la Psicomotricidad

Participante: Dalila Sigüeñas


MODULO III. DESARROLLO DE LA PSICOMOTRICIDAD
Innovación en la evaluación con base en las neurociencias.

ESTRATEGIAS INNOVADORAS DE EVALUACIÓN CON BASE EN LAS


NEUROCIENCIAS

Estimulación de la plasticidad cerebral:

La arquitectura de nuestro
cerebro se organiza y reorganiza a lo
largo de toda nuestra vida, es lo que
llamamos plasticidad cerebral. Esta
capacidad permite que nuestras
neuronas se fortalezcan y que creen
nuevas conexiones. Este incesante
proceso de construcción depende de
dos elementos: los años y la experiencia vital.

La plasticidad cerebral es mayor cuanto menor es el niño. Pero no es


infinita. En los primeros años el neurodesarrollo se enfoca en que el niño alcance
“capacidades esenciales” como la comunicación o la adaptación social. Para que
el niño aprenda no es necesario un adiestramiento, lo hace de un modo natural.
Esto es algo perfecto si lo conseguimos aprovechar. Logremos, por ejemplo, que
nuestros hijos aprendan una segunda lengua, que estimulen su coordinación o
que trabajen sus habilidades sociales desde pequeños para ofrecer a sus
cerebros estímulos apropiados.

La plasticidad neuronal, esa capacidad que tenemos para estructurar y


reestructurar nuestro sistema cerebral, tiene además otra ventaja: permite
transformaciones en la arquitectura neuronal de cerebros lesionados. Forma
nuevos circuitos en sistemas dañados y lo hace con mayor eficacia cuanto menor
sea el paciente.
Toda aquella persona dedicada al trabajo con niños bien sean médicos,
psicólogos, educadores, psicopedagogos, fonoaudiólogos, etc., deben conocer
la importancia de la plasticidad cerebral en la infancia, ya que un diagnóstico
inespecífico podría obstaculizar la recuperación funcional en el caso de existir
alguna disfunción o daño cerebral.

Algunas de las acciones que pueden desarrollar el aprendizaje de los niños


hacerse fácilmente con la mano opuesta y que permitirán establecer nuevas
conexiones neuronales y estimular tu cerebro como peinarte, contestar el
teléfono, cepillarte los dientes, cargar tu bolso o tu mochila, mover la sopa,
barrer, escribir, dibujar.

Utilizar los sentidos de una manera distinta, por ejemplo: bañarse o comer
con los ojos cerrados, escuchar música mientras se huele un aroma,
comunicarse sólo con las miradas, ver dibujos al revés, etc.

Gimnasia Cerebral:

Según González (2008:67), se trata de


un “sistema de ejercicios mentales y
corporales, muy sencillos, cuyo objetivo
primordial es mejorar los diferentes procesos
del pensamiento”. La gimnasia se basa en el
principio que afirma que no hay aprendizaje
sin movimiento, porque este género,
desarrolla las redes o conexiones neurales.
Se parte de aquello que decía Aristóteles: “No hay nada en el intelecto que no
haya pasado por los sentidos”. Así, a mayor experiencia sensorial, mayor
aprendizaje.

Ahora bien, se puede afirmar que la gimnasia cerebral, consiste en la


renovación de los procesos mentales, el refuerzo de la memoria y la vida con
plena conciencia y vitalidad, a través del desarrollo de un programa diseñado
sobre las orientaciones de la medicina occidental. El movimiento es importante
para el aprendizaje y el desarrollo del pensamiento.
Un individuo común y corriente solo utiliza la décima parte del potencial
cerebral, considerando esta poca actividad como un desperdicio, si las neuronas
no se multiplican y con el tiempo es más fácil es perdiendo muchas de ellas.

Los avances de las neurociencias han revelado la fina y estrecha conexión


que existe entre el cerebro y cuerpo y cómo la acumulación de tensión y
ansiedad propia de la vida moderna hacen que nuestros cerebros se apaguen o
se desconecten.

La gimnasia cerebral nos da respuestas prácticas y sencillas para equilibrar


los efectos de la tensión y alcanzar en estado óptimo para aprender, pensar y
concentrarnos en cualquier momento y en cualquier lugar.

En la práctica pedagógica queda demostrado que muchos docentes


aprovechan poco este espacio como vía para estimular el potencial creativo de
los estudiantes, este momento se reduce a la aplicación de un cuestionario que
estimula respuestas descriptivas, estereotipadas y reproductoras y no se
distingue dependencia entre la apreciación y expresión corporal; y mucho menos
se estimula la creatividad, de ahí la necesidad de profundizar en este contenido
de la gimnasia cerebral y ofrecer procedimientos creativos para elevar su
efectividad en la educación.

La concepción actual de la gimnasia cerebral demanda de la integración de


la apreciación y la producción corporal y mental desde la edad escolar, por tanto
los especialistas concuerdan que debe adentrarse en ese enseñar a ver y
producir, lo que requiere una acción pedagógica dirigida a formar, entre otras
cosas, estudiantes constructores de imágenes, esto justifica que en el transcurso
del estudio se apelará en varias ocasiones a elevar los niveles de creatividad y
a la necesidad de estimularla que para ello se requiere.

Método Doman:

Glenn J. Doman, médico norteamericano, fundó los Institutos para el


Desarrollo del Potencial Humano, en Philadelphia, a finales de los años 50.
Previamente, Doman había trabajado con niños aquejados por lesiones
cerebrales, que consiguieron desarrollar
unas habilidades cognitivas similares e
incluso superiores a las de los niños
sanos, lo que le hizo pensar que, si una
estimulación adecuada lograba
magníficos resultados con estos niños,
se estaba desaprovechando la
capacidad de aprendizaje de los niños
sanos.

Doman investigó con niños por todo el mundo y comprobó que existen
alternativas a la hora de enseñar a leer a los más pequeños, que el método
silábico no es precisamente el más apropiado, y que los bebés son capaces de
reconocer letras y palabras si estas son suficientemente grandes, y de aprender
a leer antes de los tres años, como explica en su libro 'Cómo enseñar a leer a su
bebé'.

El método Doman está diseñado para que el padre o la madre lo practique


con su bebé, adaptándolo a las características y necesidades del niño, de
manera que le resulte fácil y, sobre todo, divertido. No se trata de algo rígido,
sino flexible, que admite modificaciones. Básicamente se trata de mostrar al niño
series de cinco tarjetas con palabras, escritas con letras grandes y que
correspondan a una misma categoría (por ejemplo: partes del cuerpo humano,
colores, animales…), de forma rápida, tres veces al día.

Debe hacerse como si fuera un juego, y recitar al niño cada palabra con
entusiasmo, en voz alta y clara; poco a poco se irán añadiendo nuevas
categorías (con sus cinco palabras correspondientes). En otras fases, y también
escritas con letras grandes pero que van disminuyendo algo de tamaño, se
enseñan al niño tarjetas con dos palabras, frases cortas y sencillas, frases un
poco más largas y, finalmente cuentos que le resulten interesantes (una sola
oración en cada página y con el texto separado de las ilustraciones).
Método Mozart:

En los últimos años se ha vuelto


muy popular el llamado “efecto Mozart”.
Según quienes defienden la existencia de
este fenómeno, escuchar la música del
compositor austriaco, o la música clásica
en general, aumenta la inteligencia y otras
capacidades cognitivas, sobre todo
durante el desarrollo temprano.

Conociéndose como “efecto Mozart” a la hipótesis que propone que


escuchar la música de Mozart aumenta la inteligencia y tiene beneficios
cognitivos en bebés y en niños pequeños, aunque también hay quien dice que
estos efectos también se dan en adultos.

Dicho efecto aún se considera objeto de investigación, aunque ya se


hayan realizado algunos estudios en importantes universidades en todo el
mundo.

A pesar de que la investigación científica sugiere que hay una parte real
en este tipo de afirmaciones, lo cierto es que la revisión de la literatura existente
evidencia que los potenciales beneficios de escuchar música se han
sobredimensionado, al menos en el campo de la inteligencia. No obstante, la
música puede ser muy positiva para las personas por otros motivos.

Método Optimist:

El método Optimist en el portal de Nuevaspymes (2008) consideran que


es un método de educación personalizada, especialmente diseñado para niños
de 2 a 5 años. Fomenta la curiosidad y hace al niño protagonista de su
aprendizaje. El proyecto es español, propiedad de la Institución de Fomento de
Centros de Enseñanza, con 30 años de experiencia en investigaciones sobre
temas referidos a educación.

El patrón novedoso de esta metodología es el desarrollo del circuito


neuromotor, porque está comprobado que determinados ejercicios realizados en
secuencias de quince días van a permitir conexiones neuronales que ayudan al
desarrollo y la estimulación de la inteligencia.
Referencia Bibliográfica

González, Mauricio (2008). La gimnasia cerebral en la educación. Editorial Tierra


Nueva. Brasilia-Brasil.

https://www.webconsultas.com/bebes-y-ninos/educacion-infantil/el-metodo-
doman-en-que-consiste-5453

https://musica-barroca.com/efecto-mozart/

https://psicologiaymente.com/desarrollo/efecto-mozart

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