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LIBRO LOS TARATONAUTAS

RESUMEN

LUCIA VELANDIA 101547328


UNIVERSIDAD LA GRAN COLOMBIA
FACULTAD DE ARQUITECTURA

MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

INTRODUCCION
Mi ensayo tratara el tema de la muerte es decir distintas perspectivas que se tienen de
ella así como el análisis de la vida después de la muerte o si en realidad hay algo más
allá de ella. El desarrollo nos motiva a buscar razones o posturas de diferentes ramas,
entre culturas, corrientes filosóficas, religiones y escuelas psicológicas.
Lo he escrito con la finalidad de todo aquel que lo lea reflexione y se dé cuenta de la vida
que está llevando, que no solo viva por vivir ya que el vivir no solo es comer y dormir que
al leerlo le toque un poquito el corazón o si no por lo menos que piense y trate de mejorar
la calidad de vida que lleva hasta ahora, ya que la muerte está íntimamente ligada con la
vida, tratare de que tu lector tomes una definición de la muerte ya que durante el
desarrollo planteare varias y si aun no tienes la propia o nunca has pensado que hay más
allá de la muerte o si en verdad hay algo, puedas elegir una o en base a ellas tu plantes la
propia. Para que el día que te toque afrentarla no la tomes como algo desagradable si no
como parte de el ciclo de todo ser vivo.
Sé que el tema que he elegido está lleno de paradigmas y no se podrá dar nunca una
definición correcta o acertada ante toda la sociedad, pero si tener una correcta para tu
perspectiva o subjetividad ya que cada individuo es un mundo y si no hemos entendido lo
que es vivir o la vida en sí, a pesar de que estamos “viviendo” menos la muerte o más
bien lo que hay más allá de la muerte si no hemos estado en ella y nunca nadie ha podido
regresar de ese mundo para explicarnos que es realmente. Pero mi finalidad es que
analices, reflexiones, comprendas y trates de asimilar un estado del ser humano que
algún día experimentaremos. Y no nos confiemos por que hoy somos y mañana ya no
somos nada, así de fácil como la vida te recompensa así te lo arrebata de las manos, ya
que todos recibimos lo que nos merecemos sea bueno o malo dependiendo del tipo de
persona que seas.
Espero el contenido de este ensayo sea de tu agrado y aprendas algo nuevo, que al
comenzar a leerlo te conquiste y termine con algo productivo.

La muerte siempre ha sido el mayor misterio de la vida, y presentado así, como parte de
la vida misma; la duda se plantea entre la impotencia del acceso del saber. ¿Es parte de
la vida, como punto intermedio o es conclusión?, el acuerdo final reposa en el misterio. Y
así seguirá por el resto de la vida y la eternidad, solo tú puedes hacer una definición en tu
mente de lo que es, porque cada individuo es distinto pero no seamos conformistas
naveguemos y pongamos a prueba algunas de las definiciones pero comencemos por la
científica:
“La muerte es en esencia la extinción del proceso homeostático, por ende el fin de la
vida”.
¿En realidad la muerte es el fin de la vida?... Es una pregunta que todos nos hacemos
pero nadie tiene una respuesta, creo que en efecto la muerte es el fin de un proceso de
crecimiento en los organismos tanto físicamente como mentalmente y claro que es el fin
de la vida en lo que compete al ámbito científico pero no al del corazón ni al de el alma,
he ahí donde entra la pregunta de lo que hay mas allá de la muerte, pues es que somos
tan pequeños de mentalidad que nunca nos detenemos a pensar en que la muerte no solo
es para aquella persona que termino su ciclo homeostático, si no que la muerte engloba a
todas las personas que te rodean, tanto padres, hijos, hermanos y amigos tal vez no haya
una vida después para la persona que entro en ella, ahí la contradicción que la muerte no
es el fin si no el inicio de otra vida, tal vez no para el que muere pero si para los que lo
rodean ya que nunca moriremos porque siempre estaremos presentes en el corazón de
quien nos ama, que nos recordaran por la eternidad y por ende no morimos si no que
cambiamos de estado de estar presentes físicamente a pasar a ser recuerdo.
La muerte como saber inaccesible, provoca en cada uno de los seres humanos, el miedo.
Todo aquello que reduce a la falta e ignorancia, provoca rechazo y miedo; de este punto
parte el temor a la muerte, es decir al pasar a ser solo un recuerdo pero claro puede ser
bueno o malo he ahí donde debes de tratar de ser una persona y un individuo que lleve
una vida lo más sana tanto físicamente como mentalmente ya que la muerte es la etapa
de la vida más larga, porque como dije antes, pasas a ser solo un recuerdo y que mejor
manera de morir que sea recordándote como una persona productiva, competente y
buena de corazón, como un ejemplo y no como alguien que solo vino al mundo ha
estorbar que aunque ya no estamos presentes físicamente te recuerdan pero con un
desagrado, es decir que aun muerto sigues causando males.
Tal vez suene a religión porque ese es el lema del cristianismo, te portas bien te vas al
cielo pero si te portas mal te espera el infierno, es decir utilizamos a la muerte como un
medio de temor, pero dejémonos de eso no somos niños chiquitos el cielo y el infierno tú
te lo construyes ya que eso es parte de la vida no de la muerte. A lo largo de la historia,
podemos notar dos posturas frente a la inminencia de la muerte. Una de ellas es el
rechazo al proceso de transición a la muerte, que es el sufrimiento; viendo en este paso
un castigo. La segunda postura es una visión ligada a las creencias religiosas de
diferentes partes del mundo, siendo la muerte no un castigo, sino un descanso.
Después de este recuento de posturas, es notorio el temor a lo que representa la muerte,
pero también se ve en ella un descanso sin importar la postura religiosa que se tome.
“Todos quieren ir al cielo pero al final nadie quiere morir en el intento”. Quienes creen que
disponen de mucho tiempo, sólo se preparan en el momento de la muerte. Entonces los
desgarra el arrepentimiento. Pero, ¿no es ya demasiado tarde?. En este sentido creo que
la pregunta que todos y cada uno de nosotros nos debemos hacer aquí y ahora a
nosotros mismos y con total sinceridad es: ¿Qué sé sobre la muerte?".
En primer lugar debemos ser conscientes de que la muerte es un absoluto misterio, pues
nadie ha regresado del más allá para referírnoslo. Todo lo que contamos es con lo que se
denomina experiencias cercanas a la muerte por eso el concepto que tenemos para con
ella ya que al perder a un ser querido o estar en peligro de perderlo sientes un infierno,
sientes que el corazón se te parte en mil pedazos y en ocasiones sientes que no lo podrás
superar pero es lógico porque hay un desequilibrio en tu ambiente pero a fin de cuentas
es superable.
Pero debemos ser con nosotros mismos tan íntegros como lo fue el célebre filósofo griego
Sócrates, cuando afirma: "El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que
considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá
la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el
mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males".
Aunque si contamos con dos certezas irrefutables. Sabemos que es absolutamente cierto
que habremos de morir y también que es absolutamente incierto cuándo y cómo.
En otro momento expresa: "Los brujos dicen que la muerte es nuestro único adversario
que vale la pena. La muerte es quien nos reta y nosotros nacemos para aceptar ese reto,
seamos hombres comunes y corrientes o brujos. La diferencia es que los brujos lo saben
y los hombres comunes y corrientes no".
Este concepto de la muerte como el gran adversario que nos infunde de valor y paciencia
para actuar sin entregarnos a la importancia personal o ego-centrismo nos hace ver a la
muerte como un maestro que nos saca de nuestro in-consciente escondite y nos abre a la
verdad de la vida y del universo.
Reflexionemos sobre ello. A poco que pensemos, hemos de llegar a darnos cuenta de
que en realidad ignoramos quienes somos, es decir, cuándo nos preguntan sobre nuestra
identidad respondemos con una diversa variedad de elementos que hemos coleccionado
con el fin de definirnos a nosotros mismos (por ejemplo, soy mexicano, psicólogo,
hombre, etc.). Pero cuando todas esas cosas se nos quitan, ¿tenemos idea de quienes
somos en realidad sin y detrás de todos esos agregados?.
Además, nos identificamos con nuestro cuerpo y con nuestra muerte, pero que sucederá
cuando ya no estén presentes, ¿son estos dos elementos sostenes seguros y confiables
de nuestro ser y de nuestra identidad?
Para no hacer frente a estas interrogantes, buscamos y exigimos vivir según un plan pre-
establecido, por ejemplo, estudiar, trabajar, formar una familia, etc., etc., de manera de
vivir de forma acelerada, ocupando el tiempo con responsabilidades y con cosas
materiales.
¿Es esta una visión pesimista de la vida, que nos sume en la angustia y el terror
continuos? Muy por el contrario. Nos permite una vida plena y fluida, pues al no saber en
qué momento ha de llegarnos el momento último, evitamos por un lado el dejar asuntos
pendientes y minimizamos nuestra personal importancia, y por otro lado, buscamos
mantener una comunicación plena y sincera con quienes y con lo que nos rodea,
expresando en forma continua un profundo respeto y amor por todo y todos.
Al ser conscientes de que nada es permanente, de que como dijera Lavoisier, nada se
pierde sino que todo se transforma, despertamos al hecho de que nada es independiente
sino que todo es inter-dependiente con todo y todos. Somos in-dividuos pero también
estamos en común-unión y por consiguiente, nuestra más insignificante motivación.
Y así hemos de aprender a ser lo que don Juan llamaba un "hombre de conocimiento", un
guerrero espiritual que vive su vida desde y con "impecabilidad".
Ahora, si todo cambia y muere, pero nada se pierde, sino que todo se transforma,
entonces, ¿qué es la vida y qué es la muerte?. ¿Qué hay detrás de la vida y qué tras la
muerte, si es que algo hay? A lo que podríamos agregar: ¿de dónde venimos y hacia
dónde nos dirigimos?; ¿qué sentido tiene nuestra existencia?, y en definitiva, ¿quién soy?.
Esto daría (y dará) cuenta de otro momento reflexivo, pero ahora preguntémonos, ¿qué
es lo que en verdad ha de contar en el momento de nuestra muerte?.
Pues hay dos elementos básicos y fundamentales, uno es cómo hemos vivido nuestra
vida (y como la vivimos), y el otro es cuál ha de ser el estado de nuestra mente en el
momento de la muerte.
Como dice Sogyal Rimpoché: "El último pensamiento y emoción que tenemos justo antes
de morir ejerce un poderosísimo efecto determinante sobre nuestro futuro inmediato”.
Este último pensamiento o emoción puede amplificarse desproporcionadamente e inundar
toda nuestra conciencia en el momento de la muerte. En este momento nuestra mente se
encuentra completamente expuesta y vulnerable a cualquier pensamiento que entonces
nos ocupe.
Tengamos en cuenta que nuestra reacción ante una enfermedad terminal o directamente
ante la muerte dependerá de nuestra personalidad, de los valores que sustentemos y de
nuestro conocimiento espiritual (conocimiento y no simple creencia).
Todo lo que hacemos en la vida es para evitar morir, si la muerte no existiera habría
mucho que ver y mucho tiempo, pero muy poco que hacer y nada en que pensar. La
muerte es personal e intransferible, nadie puede morir por nosotros, como no podemos
retrasar ni cambiar la muerte de una persona por la de otra, la muerte es a la vez lo más
individualizador e igualitario: en ese momento nadie es más ni menos que nadie es hasta
entonces donde conocemos la igualdad ya que esta no se fija en clases sociales, ni feos,
ni guapos, simplemente es para todos, nadie se escapa de ella, no se sufre menos ni
mas. Es igual para todos los seres vivos de este planeta.
Otra cosa más sabemos de la muerte, morirse no pertenece a personas mayores ni
enfermas, desde el primer momento que empezamos a vivir estamos preparados para
morir. Por muy sanos que estemos no es raro morir. Montaigné lo señaló muy bien: “No
morimos porque estemos enfermos sino porque estamos vivos���. Esto quiere decir
que siempre estamos a la misma distancia de la muerte, nadie puede sentirse medio
muerto de verdad. Resumiendo lo fundamental de la muerte es que nunca podemos estar
a resguardo de ella la muerte aunque no siempre sea probable, siempre es posible.
Todo lo que sabemos acerca de la muerte es muy seguro, pero nadie puede contar como
se vive desde uno mismo, se suele saber lo que es morirse, pero no lo que es morirme.
Pero para dar sentido a la muerte e intentar explicar un poco el morirme siempre ha
estado la religión, si la muerte no existiese no habría dioses.
La suposición que todos tenemos acerca de lo que podría haber después de la muerte, se
la tuvieron que inventar nuestros antepasados al observar el parecido entre una persona
dormida y una muerte, por lo que las ideas del paraíso, el infierno y demás vienen dadas
por los sueños. Cuando alguien muere sentimos dolor, pero cuando pensamos en nuestra
muerte sentimos miedo. Algunos temen que lo que haya después de la muerte sea
aterrador, otros por el contrario piensan que no hay nada, más aterrador aún ya que es
mucho peor no ser nada que ser alguien que vive en malas condiciones. Aunque la
muerte nos convierte en pensadores ya que nos obliga a pensar todavía no sabemos qué
pensar de la muerte. En ocasiones ayuda a pensar, pero no sobre la muerte, sino sobre la
vida.
El cristianismo promete una existencia más feliz y luminosa que la vida terrenal para
quienes hayan cumplido los preceptos de Dios, si no se cumplen se tendrá una existencia
de refinadas torturas. Lo que quiere decir que si cumples las leyes establecidas por Dios
tendrás una existencia (que no es vida porque no estamos hablando de otro mundo
material) feliz y tranquila, pero si en la vida no haces caso a esas leyes y no te mereces
ese acceso a la vida feliz, tu existencia será una amargura constante y creo que es un
buen método para tener un control en el mundo pero no ha sido basto, tal vez te parezca
tonto pero por qué no creer en una vida eterna, para mi es mejor tener mis ideas basadas
en algo tal vez no verdadero, pero si logro satisfacer mi necesidad de confianza y
creencia, mas sin en cambio aquellas personas que no lo creen es porque tal vez se
sienten superiores a todo o creen que el mundo gira en torno a ellos, pero no estoy para
criticar pero si considera tener una creencia en algo para que te sirva de base y tengas un
camino grato, confiable y satisfecho, porque algo de vemos tener en claro que somos
humanos y siempre necesitamos de algo más.
Para cerrar el desarrollo de este tema me gustaría que comprendiéramos esta frase que
es la que engloba mis pensamientos:
“Cuando me acueste en la tumba, podré decir como tantos otros: ¡he terminado mi
jornada!. Pero no diré que he terminado mi vida. Mi jornada comenzará al otro día, a la
mañana. La tumba no es un callejón sin salida, es una avenida que se cierra en el
crepúsculo y se vuelve a abrir en la aurora”

CONCLUSION
¿De dónde venimos? ¿Adónde iremos después de nuestra muerte?
Son preguntas que el ser humano se hace constantemente a sí mismo o al menos por mi
mente si han pasado. Cuando no sabemos de dónde venimos ni a dónde iremos luego de
nuestra muerte, significa que vivimos y morimos de una forma confusa, sin saber ni
comprender realmente el sentido de la vida.
A través de la creencia y de la fe en una determinada religión, buscamos la respuesta
para el interrogante de nuestro destino. El conocimiento del proceso y las causas de la
reencarnación es justamente para ayudarnos a definir hacia dónde iremos luego de
nuestra muerte en esta existencia.
De la misma forma que necesitamos de la materia prima para la fabricación de cualquier
producto, también son necesarios algunos ingredientes para nuestra llegada a este
mundo. Además del material genético para nuestra formación, hay otro elemento
fundamental: el espíritu.
Buenos recuerdos nos hacen sonreír y sentirnos felices, malos recuerdos nos hacen
sentir una profunda tristeza y llorar. Todos esos recuerdos de las experiencias que
acumulamos en nuestras vidas quedan grabados en nuestro cerebro. En el momento de
nuestra muerte esa acumulación de recuerdos se liberará de nuestro cuerpo físico en
forma de energía. En ese mismo momento prevalecerá el recuerdo más fuerte y vívido
que guardamos en esta existencia, definiendo nuestro destino en la siguiente vida ya que
será un sueño eterno que dependerá del tipo de vida que tuviste o del tipo de persona que
fuiste he ahí la importancia de llevar una vida buena en el mundo terrenal ya que tú
mismo te construyes el cielo o el infierno.
Todo lo que sentimos, olemos, saboreamos y pensamos compone nuestras memorias.
Cuando gustamos de algo que experimentamos, normalmente lo repetimos, pudiendo
llegar a convertirlo en una especie de hábito, que a su vez quedará grabada en nuestra
mente en forma de recuerdos.

La muerte condiciona la vida, la muerte no es un hecho puntual que sucede cuando


estamos viejos o enfermo, sino que es una constante amenaza que la intentamos dar la
espalda, pero siempre está ahí y algún día dejaremos de vivir, pero una puntualización
acerca del momento de la muerte es que no es un dolor, sino el fin de la existencia
terrenal, ya que demás existencias (no vidas) nunca se podrán demostrar, pero para ello
están las creencias. Cuando morimos parece más importante que cuando nacemos, pero
debería de ser lo mismo.
La muerte condiciona la forma de vida y a la hora de reflexionar acerca de la muerte creo
que no hay que ponerse en ninguna de las dos posturas extremas, la de la siesta y la de
la angustia sino que hay que valorarla como algo que nacemos con ello y que vamos a
seguir hasta que ello nos pare y cesemos de vivir. Por lo tanto debemos aprovechar la
vida y no esperar ya que la muerte no la podemos evitar y no sabemos cuándo nos va a
llegar.
Yo creo que la muerte puede ser un fundamento para pedir la igualdad de las personas,
en la vida puedes hacer mucho y llegar a ser alguien importante, pero qué pasa cuando
llegue la muerte, el dinero y el poder no te van a ayudar en nada, además por mucho
dinero que tengas no vas a poder utilizar a otra persona para que muera en tu lugar, ya
que la muerte es personal y actúa como igualadora de ricos y pobres, guapos y feos,
tontos y listos, etc. He ahí donde tenemos que poner atención y si vivir la vida pero de una
forma responsable, que para cuando llegue la muerte nos vallamos del mundo terrenal
satisfechos, pero quedemos en el corazón de las personas como un grato recuerdo.
En una palabra, si deseamos dejar de una vez por todas que la vida nos viva a nosotros y
en cambio vivir nosotros la vida, debemos empezar por aceptar la muerte como una gran
maestra que continuamente nos susurra al oído, es decir, vive la vida en el aquí y ahora,
sin dejar situaciones inconclusas, pues no sabemos que llegará primero, si la muerte o el
próximo día.

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