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La masacre de Oberá

Con el nombre de la masacre de Oberá, se conoce a una represión policial ocurrida


el domingo 15 de marzo de 1936, en la ciudad de Oberá, contra un grupo de colonos
que protestaban por diversos motivos. Detrás de la represión, se pusieron en
evidencia una serie de fenómenos que expresan las tensiones sociales existentes
en la época en el Territorio Nacional de Misiones.
Si bien la localidad de Oberá (en un principio Yerbal Viejo) había tenido como origen
a un grupo de inmigrantes suecos, pronto comenzaron a llegar colonos
provenientes de otras partes de Europa, en la mayoría de los casos, vía Brasil y en
forma ilegal a través de la picada San Javier. En torno a Oberá se fueron
conformando núcleos poblacionales con inmigrantes polacos, ucranianos,
alemanes, suizos, rusos, finlandeses, etc., muchos de los cuales tenían serios
problemas con la mensura y la propiedad de la tierra, debido a su ingreso ilegal al
territorio.
Esta realidad había generado un fenómeno discriminador entre los diversos grupos
de inmigrantes y los criollos, ya que muchos colonos comenzaron a ser vistos como
“intrusos en tierras fiscales”, debido a ese ingreso ilegal. Esta mirada estará
presente a la hora de la represión contra la columna de colonos.
La década de 1930 fue muy compleja para la producción primaria de Misiones, a lo
que se sumó la gran sequía de 1936, fenómeno coyuntural que ahondó la crisis
social y económica en aquel verano. A estos aspectos generales, se agregaron las
condiciones de explotación imperantes en la zona, en donde los grandes
acopiadores de tabaco establecían un precio para la materia prima en forma
absolutamente arbitraria y discrecional. No sólo se pagaba un precio menor al
establecido, sino que, en algunos casos, el acopiador se negaba a comprarles el
producto a los colonos, privándolos de esa forma de su único ingreso monetario en
mucho tiempo. Este mecanismo se utilizaba, evidentemente, como forma de
presión y extorsión hacia aquellos colonos “díscolos” o gremialmente organizados.
Además del precio del tabaco, los colonos reclamaban por la situación de la
mensura y distribución de la tierra y contra un impuesto creado por la CRYM
(Comisión Reguladora de la Yerba Mate) que gravaba con cuatro pesos cada nueva
planta de yerba mate.
Desde temprano los grupos de colonos comenzaron a salir de las chacras con
rumbo a Oberá, en donde pretendían realizar una manifestación en lo que hoy es
el mástil de Avenida Sarmiento. Los grupos partieron desde Samabmaya, Los
Helechos, Ameghino, Guaraní y Campo Viera, aunque estos últimos no tuvieron
participación en los sucesos. A eso de las 11.30, la columna, integrada por 400 a
600 personas, entre mujeres, niños y hombres, avanzaba por la actual avenida
Misiones, frente al cementerio viejo y en cercanías del galón de la compañía
Tabacos 43, cuando fueron recibidos a balazos por la policía y un grupo de vecinos
que le servía de apoyo.
Desde horas antes que el comisario Leandro Berón, a cargo de la sub-comisaría de
Oberá, había implementado una serie de medidas represivas. Entre ellas, detener,
en forma preventiva, a los posibles cabecillas de la manifestación o a colonos que
podrían participar en la misma. Además, hizo circular informaciones falsas entre la
población con el objetivo de generar un estado de pánico social. De esta forma, se
generalizó la idea de que los colonos “comunistas” vendrían a saquear, a incendiar
y a matar a la gente del pueblo. Esta paranoia dio resultados y numerosos civiles se
plegaron al piquete policial para actuar en la represión.
Berón estaba al frente de un oficial, dos sargentos y 13 agentes de policía. Una
interpretación que se ha generalizado en los últimos tiempos, es que Berón les
tendió una trampa a los colonos, ya que la manifestación no había sido autorizada
por el gobernador y él, de todas formas, hizo correr la información de que sí estaba
autorizada. Como hecho curioso, es de destacar que Berón había jugado un papel
muy importante infiltrando las fuerzas radicales que se habían sublevado en 1931
en Misiones y que fueron rápidamente capturadas.
Lo cierto es que el 15 de marzo, cuando la columna de colonos pasó por enfrente
del cementerio viejo, fueron recibidos a balazos por la policía y los civiles que los
apoyaban. Allí se produjo un gran desbande, con persecuciones y luchas cuerpo a
cuerpo entre manifestantes y fuerzas represivas. Durante varias horas continuó la
cacería humana, ya que la policía, en compañía de civiles, persiguió a los colonos
por toda la ciudad y, durante días, los buscó en las mismas colonias y chacras. Como
consecuencia de la represión murieron Nicolás Oyempamchuk, Nicolás
Holifarechuk, Iván Melnik y Basilicia Savinski, una niña de corta edad. Además, se
contaron decenas de heridos y más de 100 detenidos.
Según las memorias orales de los protagonistas, durante días se mantuvo la
persecución sobre los colonos. Muchos de ellos debieron internarse en el monte
para escapar de la policía o los grupos civiles. Si bien carecemos de números
exactos, se cree que durante esas persecuciones se registraron numerosos
asesinatos, golpizas y violaciones de mujeres.
El juez letrado de Misiones, Carlos Colman Lerner, inició un sumario para investigar
lo sucedido. El juez encontró culpables a Berón y otros ocho agentes de la policía,
pese a que rápidamente fueron puestos en libertad y retomaron sus actividades
laborales en otras jurisdicciones. También encontró culpables a 15 civiles por su
complicidad en la represión. Al igual que con los policías, este grupo pasó pocos
días tras las rejas.
Los que más sufrieron el castigo de la justicia fueron los supuestos organizadores
de la manifestación: Pedro Stefañuk, Pedro Mowchan y Basilio Kowal. Los dos
últimos fueron apresados, trasladados a Posadas y juzgados bajo la ley de
Residencia, proceso que culminó con la expulsión del país.
Bibliografía
Belastegui, Horacio, “La protesta agraria de Oberá, 1936. La aplicación de la ley de
residencia y el problema del tabaco”, en Estudios regionales. Revista del Instituto
de Investigaciones, FHCS, UNAM, Volumen 3, 1992.
Belastegui, Horacio,“Los sospechosos colonos de Misiones”, en Estudios
regionales. Revista del Instituto de Investigaciones, FHCS, UNAM, Volumen 1, 1991.
Torres, Eduardo, Cosecha de injusticias, Arandura, Asunción, 1999.
Waskiewicz, Silvia, La masacre de Oberá, 1936, Ed. Universitaria, Posadas, 2007.

FUENTE: http://misionestienehistoria.com.ar/la-masacre-de-ober%C3%A1

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