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Lectura
Hasta hace relativamente poco, los problemas ambientales eran temas que sólo
llamaban la atención de los estudiosos de las ciencias, sin embargo, hoy en día
es muy común escuchar en las noticias, en los discursos de algunos políticos, o
bien leer en los medios impresos y electrónicos, expresiones como ‘el
calentamiento global’, ‘el cambio climático’, ‘el agujero en la capa de ozono’ o
‘el agotamiento del agua para consumo humano’.
Seguro la primera vez que escuchaste esas expresiones pensaste, ¿de qué me
hablan?, ¿se trata acaso de experimentos científicos?
Pues no, no son experimentos científicos, sino parte de una realidad alarmante
de la que nadie puede escapar. Es importante mencionar que el concepto de
desarrollo sustentable se originó precisamente a partir del surgimiento de
problemas ambientales a nivel internacional, así como del reconocimiento del
impacto que pueden tener en relación con el bienestar económico y social de la
humanidad.
Lectura
Para que puedas conocer con mayor detalle la evolución que ha tenido la
gestión ambiental internacional, revisa la siguiente lectura:
Medida de la sustentabilidad
¿En alguna ocasión te has detenido a pensar acerca del impacto que tus propias acciones
están generando sobre el medio ambiente? La sociedad en que vivimos está inmersa cada vez
más en una dinámica donde se busca ‘hacer para tener’, de forma que las condiciones del
ambiente en que nos movemos nos han llevado a vivir de prisa, corriendo entre unas
actividades y otras, modificando nuestra forma de vida y hábitos de consumo.
Y vivimos así sin darnos el tiempo para evaluar el rumbo que hemos tomado y los resultados
sobre nuestro entorno. De pronto comenzamos a escuchar acerca de problemas como la
escasez de agua, la contaminación del aire, la aparición de nuevas enfermedades, entre otras
cosas, y la mayoría de las veces nos sentimos amenazados porque pensamos que se trata de
problemas que otros nos provocan y deberían de resolver.
Sin embargo, todos y cada uno de nosotros contribuimos de alguna forma a la generación de
los problemas del medio ambiente. Sólo basta con revisar nuestros hábitos de vida y de
consumo para encontrar indicios de la forma en que contribuimos, ya sea cuando agotamos
algún recurso, o generamos algún tipo de contaminante.
De hecho, existe una medición que se llama ‘huella ecológica’, ésta mide la magnitud del
efecto sobre el medio ambiente a partir de los hábitos de consumo de una persona. Pues
bien, así como se generó este indicador, a nivel internacional se han conjuntado esfuerzos
para diseñar un grupo de indicadores que ayuden a medir el avance en el desarrollo
sustentable de cada país.
Figura 6. Recycle Feet (Digitalart & Freedigitalphotos.net, 2011).
La fase de control de un plan o proyecto es muy importante para valorar si se está logrando el
objetivo planeado o si se tienen desviaciones que requieran ser atendidas con pertinencia.
Lectura
Evaluación de la sustentabilidad
Al mismo tiempo, existe una gran cantidad de población que, con el paso de los
años, ha visto disminuida la disponibilidad de recursos para satisfacer sus
necesidades más básicas, hasta llegar a la pobreza extrema.
Ante esta realidad, se confrontan los motores que mueven las políticas
implementadas en el mundo en torno a la sustentabilidad: existen países que
buscan alcanzar un desarrollo a través del crecimiento de sus economías, al grado
de que algunos países, siguiendo con esta inercia, han llegado a un sobre-
desarrollo. Esta situación lo único que ha propiciado es un incremento en la
brecha que separa a los países desarrollados de los subdesarrollados.
A partir de esta situación, siguen en el aire las preguntas claves: ¿qué podemos
hacer para lograr la sustentabilidad económica y ecológica?, ¿qué cambios
debemos hacer como sociedad y como individuos para lograr la sustentabilidad
social? (Ramírez, 2009b, Clase virtual, párrs. 2-11).