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Tema: El poder de una mente renovada

Texto: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos
la mente de Cristo”. (1 Cor 2:16).

Comentario Teológico Bíblico. Dios ha revelado la verdadera sabiduría a nosotros por el


Espíritu. He aquí una prueba de la autoridad divina de las Sagradas Escrituras, 2 Ped cap. 1
verso 21, “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Como prueba de la
divinidad del Espíritu Santo, debemos observar que el conoce todas las cosas, y que todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. Nadie puede conocer las cosas de Dios, sino el Espíritu
Santo, que es uno con el Padre y el Hijo, y que hace que los misterios divinos conocidos por su
iglesia. Los cristianos son capacitados por la palabra y el Espíritu para conocer los
pensamientos de su Señor. Luc cap. 24 verso 45, “Entonces les abrió el entendimiento, para
que comprendiesen las Escrituras”;

Introducción

Concepto definido de la mente: (Del latín mens), el concepto de mente hace referencia a una
dimensión o un fenómeno complejo que se asocia al pensamiento. Puede definirse a la mente
como la potencia intelectual del alma. Por ejemplo: “Si quieres resolver este acertijo, tendrás
que usar la mente”, “Ya tengo en mente lo que voy a hacer con el dinero”, “Basta de estudio por
hoy: tengo la mente agotada”.

La manera de pensar de una persona es la clave para que ella alcance en la vida El éxito o el
fracaso, plenitud o frustración. La manera de pensar está determinada por las ideas, la
ideología, conceptos y estructuras que recibimos de nuestra propia idiosincrasia y cultura, sea
buena o mala. La Biblia habla sobre la mente y enseña que el ser humano está constituido por
lo que piensa. Proverbio cap. 23 verso 7, “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es
él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo”. Cada pensamiento que viene a
nuestra mente desarrolla una imagen que da lugar a una creencia, a un sentimiento y a una
acción. La ciencia ha comprobado que lo que domine nuestra mente dominará nuestros
pensamientos, y lo que domine nuestro pensamiento dominará toda nuestra vida. La
psicosomatologia estudia la relación que existe entre el cuerpo y la mente y la influencia que
esta ejerce sobre el cuerpo.

Está comprobado científicamente que una mente enferma puede crear un cuerpo enfermo de
allí sale el dicho mente sana cuerpo sano. Más allá de lo que diga la ciencia está lo que dice el
Dios Todopoderoso, el cual creó el ser humano como una unidad psicosomática (espíritu mente
y cuerpo) y estipuló que lo espiritual gobierne y afecte a todo lo demás. Si la parte espiritual
está enferma todo lo de más se resentirá. Debido a que el ser humano vive lejos de Dios y en
el pecado, su forma de pensamiento se ha desfigurado del ideal de Dios y no puede pensar lo
que Dios quiere que piense. Por eso necesitamos como pueblo de Dios a aprender a renovar la
mente bajo el poder del Espíritu Santo y la autoridad de la palabra del señor para poder pensar
como Dios quiere, si tenemos una mente renovada tenemos una bendición asegurada. Efesio
cap. 4 verso 23, “Y renovaos en el espíritu de vuestra mente.”

División

¿Qué es la mente?: La mente es el centro de la inteligencia, del razonamiento, y de la


memoria, y se parece a una computadora con un poder y memoria, ilimitada. Muestra el
proceso de pensamiento en el cual cree, y lo que piensa, se manifiesta directamente en el
cuerpo. Los científicos creen que el ser humano usa menos del 10% promedio de la capacidad
del cerebro. La mente es un instrumento físico, que si dejamos que el Espíritu Santo sea quien
la domine haríamos grandes cosas. Mas el Espíritu Santo es quien hace los milagros, a través
del ser humano que es el instrumento de Dios para hacer su voluntad.

Tenemos tres niveles de la mente: consciente, subconsciente e inconsciente.

La mente consciente. Es la mente que razona. Es la fase de la mente que


se encarga de elegir; tomamos todas las decisiones con la mente consciente. Si los
pensamientos son activos y positivos pueden prosperar en forma de semillas. Pero si los
pensamientos son negativos y destructivos, entonces operan negativamente en la mente
subconsciente y con el tiempo se convertirán en actos exteriores desagradables, tristes o
funestos. 1 Pedro cap. 3 verso 16, “teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran
de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena
conducta en Cristo”. Hechos cap. 23 verso 1, “Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio,
dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día
de hoy”.

La mente subconsciente. Almacena toda y cada uno de los recuerdos de tu vida, pero como no
puedes acceder a ella no recuerdas todo. La mente subconsciente controla el miedo, la ira, la
risa, la envidia, el carácter, si la pudiéramos controlar los humanos seríamos casi perfectos, lo
que ocurre es que nuestro cerebro tendría que ser más potente y rápido para poder controlar la
mente subconsciente dado que esta almacena muchas datos importantes de todo nuestro ser.
Si sugerimos a nuestro subconsciente antes de irnos a dormir: “yo quiero despertarme a las 6
de la mañana” nos despertaremos a esa hora exactamente. Jeremías cap. 17 verso 10, “Yo
Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino,
según el fruto de sus obras

Mente inconsciente: ocupa las 6/7 partes de la mente, y es donde tenemos oculta millones de
experiencias por las que hemos pasado desde que nacimos, y que no son recordables. Así, los
impulsos, tendencias, impresiones, pensamientos que no controlas y los recuerdos que
reprimes, están en este espacio. Desde una perspectiva espiritual, es en el inconsciente donde
se cree que anida o sea habita el verdadero Yo; y donde están las cosas que quizás debamos
elaborar para que no nos afecten en la vida si se trata de experiencias tortuosas o infelices.
Marcos cap, 7 versos 20-22, “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al
hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los
adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño,
la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez”.

La fé es una manera de pensar, una actitud de la mente, una certeza interna, en cierto sentido
es aceptar como verdadero aquello que no vemos o aquello que la razón y los sentidos pueden
negar. Un ejemplo clásico de la Biblia lo tenemos en Mateo 9:28-30. "Y cuando él entró en la
casa el ciego se aproximó: y Jesús les dijo, ¿creéis que yo soy capaz de hacer esto? Ellos le
dijeron. Sí, Señor, Entonces tocó sus ojos diciendo, de acuerdo a tu fé así sea en ti; y sus ojos
vieron; y Jesús les recomendó especialmente, que ningún hombre lo sepa”.

Subdivisión

La renovación de la mente

“Y renovaos en el espíritu de vuestra mente” (Efesios 4:23)

La mente es un potencial estratégico, y el diablo también lo sabe. Por eso la Biblia nos dice que
la mente debe ser renovada. La palabra renovar, significa: “hacer nuevo”, “reformar”. En este
propósito Dios nos ha dado las herramientas para lograrlo: la Palabra de Dios, la sangre de
Jesús y la obra del Espíritu Santo, regulando y aconsejando en el proceso del pensamiento. La
misma naturaleza de Cristo en nosotros, un corazón rendido a él, el poder de su palabra y la
obra de su Espíritu terminarán perfeccionando esa renovación.

La mente renovada. pone su fe, su esperanza, su confianza y amor en Jesús. La mente


renovada lleva cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo. 2 Cor cap. 10 verso 5,
“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. Los argumentos son
pensamientos, ideas, especulaciones, razonamientos, filosofías y religiones falsa son las
fortalezas ideológicas en las que se refugian los hombres para oponerse a Dios y al evangelio.
Al decir cautivo todos los pensamientos se refiere a la destrucción total de las fortalezas de la
sabiduría humana y Satánica y al rescate de los que están en ellas para que no sean
condenados por las mentiras el diablo, y llevar todo pensamiento a la obediencia de Dios.
Si queremos lograr la felicidad y disfrutar plenamente de la vida, tenemos que alinearnos con
los propósitos de Dios, nuestro Creador. Para que eso sea posible, necesitamos ir más allá de
los conceptos abstractos y humanistas que nos influencian y concentrarnos en la renovación de
nuestra mente. En otras palabras: «Cambiar nuestra manera de pensar»
De acuerdo a los propósitos de Dios ¿Cuáles son las características de una mente renovada?
He aquí algunas de ellas:
� Una mente renovada. ¡Sustituye la mentira por la verdad! Aunque sea popular el uso de las
llamadas «mentiras piadosas» quien desea vivir al máximo sabe que de sus labios debe brotar
la verdad. De esta manera se abre paso a la confianza, elemento fundamental en el trato con
nuestros semejantes.
� Una mente renovada. ¡Sustituye el resentimiento y la ira por el perdón! Todos nos enojamos
frente a distintos hechos de la vida. Sin embargo, no debemos permitir que el enojo nos domine
y se vuelva incontrolable. Y tampoco debemos guardar resentimiento en nuestro corazón,
porque si no es tratado convenientemente, el resentimiento puede convertirse fácilmente en
amargura. Cuando tomamos la decisión de perdonar, la ira y el rencor ceden su lugar a la paz
interior y facilitan la reconciliación con los demás.

� Una mente renovada… ¡sustituye la deshonestidad por la honradez! Las aparentes


«pequeñas deshonestidades» socavan nuestro espíritu y no nos permiten vivir al cien por cien.
Cada día necesitamos desarrollar la honradez, aún en los hechos cotidianos más simples. Una
conciencia limpia es el reflejo de una personalidad que disfruta de la libertad.
� Una mente renovada. ¡Sustituye las palabras que hieren por palabras que edifican! ¡Cuánto
daño puede provocar nuestras palabras! Los insultos, las ironías, los términos despectivos, el
chisme, y tantos otros males solo producen amargura, tristeza y resentimiento. ¡Que nuestra
boca se llene de palabras que bendigan y edifiquen a los demás!
� Una mente renovada… ¡sustituye la maldad por la bondad! Una persona buena piensa
siempre en el otro, hace uso de una actitud amable, buscando el bien. Maldad es privilegiar el
egoísmo antes que el amor. ¡La bondad es misericordia, amor y compasión!

Renovaos en el espíritu de nuestra mente: Efesios cap. 4 versos 22-23, “En cuanto a la pasada
manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos
engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente”, Según nos revela el apóstol Pablo en
1 Tesalonicenses cap. 5 verso 23, “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo
vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo”. El ser humano consta de Espíritu, Alma y Cuerpo. Vamos a especificar lo
que es básicamente cada una de las tres sustancias.

El espíritu: Es la parte del ser humano que nos capacita para conectarnos y relacionarnos con
los asuntos espirituales, en este caso con Dios. Recibiendo así la virtud para obrar conforme a
su ley y mandamientos. Romanos cap. 8 verso 16, “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios”.

El alma: El alma se nutre y se mueve permanentemente por las influencias espirituales que
afectan la mente, los sentimientos y las emociones. Deuteronomio cap. 4 verso 29, “Mas si
desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu
alma”.

Cuerpo: Es la parte de la persona que se relaciona con el mundo físico a través de los cinco
sentidos. Por medio del cuerpo se expresa la personalidad de cada ser humano. Mateo cap. 6
versos 22-24, “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo
estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la
luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Ninguno puede servir a
dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al
otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
La importancia de una Mente Renovada
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Una mente renovada mira más allá de las posibilidades humanas porque sabe que lo poco que
tiene es suficiente en el Señor. De manera que no mire la insuficiencia, ni su incapacidad, ni
sus recursos. Mire a Aquel que es más que suficiente, que es Todopoderoso, y que tiene
recursos en abundancia. “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús”. (Fil. 4:19).
Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”, Romanos 12 verso 2,
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
Es muy importante ver aquí que la transformación del cristiano es directamente proporcional a
la renovación de nuestro entendimiento. Ésa mente renovada tiene la capacidad de comprobar,
discernir, identificar lo que es agradable y perfecto a los ojos de Dios. El enemigo de nuestras
almas va a procurar estorbar esa renovación, pues de ésta manera evitará la transformación o
crecimiento del creyente; su estrategia es llenar la mente del cristiano con cosas que no
edifican o lo apartan de Dios.

La mente es un espacio fundamental en la batalla espiritual, “Las armas de nuestra milicia no


son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos
y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Cor. 10:4-5). Las fuerzas del infierno solo pueden ser
demolidas con armas espirituales empuñadas por creyentes piadosos, en particular la espada
del Espíritu, porque nada más que la palabra de Dios puede derrotar las falsedades Satánicas.
Esta es la verdadera guerra espiritual. En el N.T no se instruye al creyente que ataquen a
demonios o a Satanás con armas naturales si no con las espirituales, esa es nuestra batalla.
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el
día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”. (Efesio 6:12-13).

Conclusión

Dios requiere una transformación de nuestra vida, comenzando con el corazón ("por la
renovación de la mente"). No aceptará substituto. La Biblia no habla de "enmendar" la vida. No
dice "mejorarla". Los términos que la Biblia usa (y los que tenemos que usar, 1 Ped. 4:11, “Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al
poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la
gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén”. In­dican una completa transformación de
vida, un nuevo nacimiento, una crucifi-xión, sepultura y resurrección, un cambio radical
(despojarse, vestirse de nuevo), una verdadera conversión. "No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento". (Rom 12:2). El mundo está
gobernado por el espíritu del maligno que por medio de personas impías y sin misericordia
gobiernan la tierra y ejecutan sus planes perversos. Todas las culturas del mundo están
corrompidas en sus creencias espirituales, morales, tradicionales, judiciales y políticas. Son
patrones de conducta y de cosmovisión de la vida que son insertadas en la psicología de las
personas desde niño quedando implantadas en el cerebro como un programa informático para
que vivas sin pensar y razonar, solo obedecer. Jesús es la verdad y la vida, (Juan 14:6). “Jesús
le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Si conoces
en profundidad su Palabra te revelará infinidad de cosas que ahora no conoces, ni te das
cuenta de lo manipulado que puedes estar por este mundo. La intimidad con Dios te alejara de
las vanidades del mundo por pura iniciativa tuya, nadie tendrá que convencerte de nada porque
el que convence es el Espíritu Santo. ” Renueva Tu Mente En Cristo “

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