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Mancipium

El mancipium romana era una figura del derecho civil que consiste en la autoridad que
puede ejercer un hombre libre sobre otra persona libre también.
Todo paterfamilias podía dar en mancipium a los hijos que estuviesen bajo su autoridad o
bien a la mujer inmanum.
En esta figura, se podía mancipar a un hijo bajo un precio determinado pero debido al abuso
que se tenía en esta figura durante el ejercicio de las XII tablas, es que Justiniano puso
limitaciones, toda vez que un hijo mancipado 3 veces quedaba fuera de la autoridad paterna
convirtiéndose en un sui iuris; y en el caso de una hija y de un nieto sucedía en la segunda
ocasión.
También podía darse la figura en la cual si un hijo sujeto a la patria potestad causaba algún
perjuicio a algún tercero el paterfamilias en lugar de pagar la deuda dejaba a su hijo en
mancipium a cargo del tercero afectado sustituyéndose al paterfamilias hasta la completa
remuneración del daño.
El mancipium es una figura muy antigua que tiene sus inicios en Roma es una figura
bastante interesante ya que si se siguiera utilizando muchas de las personas sometidas a
una patria potestad seguramente tendrían una conducta muy diferente por supuesto para
bien.
El mancipium es una figura romana paralela para lo que hoy en día conocemos como la
esclavitud.
Mancipium
JULY 2, 2014DERECHOROMANODEFAMILIA
Es la autoridad que puede ejercer un hombre libre sobre otra persona que también es libre.
Todos los paterfamilias podían dar en mancipium a los hijos que estuviesen bajo su
autoridad o a la mujer in manu.
Se podía mancipar a un hijo por:
1) Un precio o como garantía de una deuda. Un hijo mancipado tres veces quedaba fuera
de la autoridad paterna y se convertía en sui iuris. Si en lugar de un hijo era una hija o un
nieto, se convertían en sui iuris después de dos mancipaciones.
2) Cuando el hijo causaba un daño a un tercero. El pater en lugar de pagar el daño,
entregaba al hijo en mancipium por el tiempo que se necesitara para reparar el perjuicio
ocasionado. Esto recibía el nombre de abandono noxal para que la persona que hubiese
ocasionado el daño, lo reparase directamente.
La situación de una persona dada en mancipium era parecida a la del esclavo ya que ambos
estaban sometidos a la autoridad de quien ejercía el mancipium, con la posibilidad de
liberarse de él a través de la manumisión, después de un periodo determinado o después
de haber pagado la deuda.
La diferencia principal entre un esclavo y un mancipado, era que el mancipado no perdía la
libertad y seguiría siendo ingenuo y ciudadano romano siempre.
Ejemplo.
Marco, hijo de César, ocasionó un daño a Augusto. César en vez de pagar directamente el
daño que su hijo había ocasionado, entrega a su hijo en mancipium a Augusto por el tiempo
necesario para reparar el perjuicio ocasionado. Así, la persona que ocasionó el daño,
Marco, debe repararlo directamente.
Mancipatio, modo de transmisión de la propiedad en Derecho romano
La mancipatio era un instituto típicamente romano. Contemplado en las XII Tablas,
probablemente era ya conocida mucho antes por los romanos que la utilizaban como venta
al contado. En la época clásica Gayo la recuerda como un modo formal y solemne de
transmitir la propiedad de las cosas mancipables, esto es, aquéllas más importantes, como
vimos en el capítulo de la clasificación de las cosas. Tenemos suficientes noticias en las
fuentes para determinar con precisión cómo se llevaba a cabo el acto y qué efectos tenía.
Moneda romana y mancipatio en Derecho romano
- El acto de la mancipatio
A prescindir de las breves noticias de Ulpiano (Tit. ex corp. 19, 3 ss.) y del inciso de Verrón
(de L.L. 5, 163) a propósito del aes rudum, la más completa descripción del acto de la
mancipatio nos la ofrece Gayo en sus Instituciones (1, 119). Según él son necesarios cinco
testigos ciudadanos romanos púberes y un sexto que sostenía una balanza de cobre,
llamado por ello portador de la balanza (librepens). Ante dichos testigos, el que recibe la
propiedad de la cosa (mancipatio accipiens), aferrándola con la mano dice: afirmo que esta
cosa es mía según el Derecho romano y que la compro con este cobre y con esta balanza
de cobre. Acto seguido golpeaba la balanza con un trozo de cobre sin acuñar (aes rude),
entregándoselo al transmitente (mancipio dans), como si se pesara el precio en recuerdo
de la antiquísima mancipatio.
+ Formalidades para con las cosas muebles e inmuebles
Puntualiza Gayo que las cosas muebles deben estar presentes para poder tocarlas,
aferrarlas con la mano (de donde mancipatio), por el contrario, la propiedad de los
inmuebles podría transmitirse incluso ausentes, esto es, en lugar distinto de aquél donde
se realiza el acto.
+ Contabilidad del cobre y/o del dinero romano
El cobre se pesaba en recuerdo de aquellos tiempos lejanos en que la mancipatio era una
pura venta al contado y el dinero no se contaba sino que se pesaba, pues las antiguas
monedas no eran otra cosa que trozos de cobre o bronce de distinto peso. Cuando se
introdujo el dinero amonedado (época de las XII Tablas circa), la mancipatio se utilizó como
modo de transferir la propiedad de las cosas mancipables, conservando sólo formal y
simbólicamente el ingrediente del peso del metal, ahora ya innecesario.

+ Los testigos como garantía de publicidad y libertad de las partes


Los testigos son necesarios, ante todo, como garantía de publicidad y libertad de las partes.
Ad abundantiam, dado que la escritura no se usaba, los testigos podrían testificar que tal
negocio había tenido lugar conforme al derecho. Pero lo verdaderamente importante son
las palabras pronunciadas por el adquirente, pues son ellas las que generan los efectos
transmisivos del acto.
- Efectos y decadencia de la mancipatio
+ Transmisión de la propiedad
Ante todo, consecuencia directa de la mancipatio es la transmisión de la propiedad del
mancipio dans (transmitente) al mancipio accipiens (adquirente).
+ Obligación en el transmitente de garantizar la pacífica disponibilidad de la cosa
transmitida
Surge también de la mancipatio la obligación en el transmitente de garantizar la pacífica
disponibilidad de la cosa transmitida. De tal modo que si no era el legítimo propietario y no
podía auxiliar al adquirente frente a la acción reivindicatoria del verus dominus, estaba
obligado a título de pena a devolverle el doble del precio de la cosa mancipada, de la que
el adquirente había sido despojado en un litigio. Para conseguir la devolución al duplum le
era concedido al adquirente la actio auctoritatis.
+ Efectos en las transmisiones de propiedad en fundos
Finalmente, otro efecto de la mancipatio se operaba en las transmisiones de propiedad de
los fundos. Cuando se había falseado las medidas del fundo mancipado, describiéndole
con mayor extensión de la que en realidad tenía, se concedía al adquirente otra acción, la
actio de modo agri, de naturaleza penal igual que la actio auctoritatis, para conseguir el
doble del valor de las medidas falseadas.
- Conservación de la mancipatio como modo de transmisión de la propiedad en
Derecho romano
La mancipatio se conservó durante mucho tiempo como el modo genuino de transmisión
de la propiedad del derecho romano, utilizándose frecuentemente no sólo en tiempos de
Paulo y Ulpiano, sino incluso bajo los reinados de Diocleciano y Constantino, a finales del
s. III y principios del IV. Aunque todavía se menciona la mancipatio en una Constitución del
Código Teodosiano 8, 12, 7del año 355, a partir de esta fecha su decadencia fue rapida
entrando en franco desuso, hasta que el emperador Justiniano la suprimió definitivamente
en su Compilación.

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